CONTRAPUNTOS AL CAMINO DEL
OPUS DEI
Autor: Mosén Josep Dalmau
POSTRIMERÍAS
Punto 734. "Esta es vuestra hora y el poder
de las tinieblas". -Luego, ¿el hombre pecador
tiene su hora? -Sí..., y Dios su eternidad!
Contrapunto. No seas de los que creen que la noche
es mala y el día es bueno. Dios ha hecho tanto el día
como la noche ambivalentes. Como la eternidad.
Punto 735. Si eres apóstol, la muerte será
para ti una buena amiga que te facilita el camino.
Contrapunto. Para ningún hombre la muerte es
una buena amiga. Es el momento de la gran liberación,
pero... este momento es siempre crítico.
Punto 736. ¿Has visto, en una tarde triste
de otoño, caer las hojas muertas? Así caen cada
día las almas en la eternidad: un día, la hoja
caída serás tú.
Contrapunto. Si buscas una imagen para la muerte del
hombre de fe, no la busques en las hojas muertas que caen
en una triste tarde de otoño. Encuéntrala en
la caída del fruto maduro -el grano de trigo, la piña
del pino-, que simboliza una nueva dimensión de la
vida.
Punto 737. No has oído con qué tono
de tristeza se lamentan los mundanos de que "cada día
que pasa es morir un poco"? Pues, yo te digo: alégrate,
alma de apóstol, porque cada día que pasa te
aproxima a la Vida.
Contrapunto. ¿No te has encontrado con personas
no religiosas, que se encaran serenamente con la muerte, con
conciencia de "misión cumplida"? ¿Cómo
te explicas, entonces, el miedo de muchos creyentes a la muerte?
Punto 738. A los "otros", la muerte les
para y sobrecoge. -A nosotros, la muerte -la Vida- nos anima
y nos impulsa. Para ellos es el fin: para nosotros, el principio.
Contrapunto. Si para los agnósticos y ateos
la muerte es el fin y para los cristianos el comienzo, no
es verdad que a ellos forzosamente los para y los sobrecoge
y a nosotros nos anima y nos impulsa; puede ser, al contrario,
que a ellos no les espante y a nosotros sí. Ya sabes
por qué.
Punto 739. No tengas miedo a la muerte. -Acéptala,
desde ahora, generosamente..., cuando Dios quiera..., como
Dios quiera..., donde Dios quiera. -No lo dudes: vendrá
en el tiempo, en el lugar y del modo que más convenga...,
enviada por tu Padre-Dios. - Bienvenida sea nuestra hermana
la muerte!
Contrapunto. La muerte no vendrá en el tiempo,
en el lugar y el modo que más convenga. Vendrá
como un ladrón. El miedo a la muerte no lo produce
el ateísmo ni la fe. Lo crea la falta de honradez o
de fidelidad a la propia conciencia.
Punto 740. ¿Qué pieza del mundo se
desquiciará si yo falto, si muero?
Contrapunto. Cuando se entierra a un cristiano no
ha pasado nada -porque el mundo continúa impertérrito
su marcha- y ha pasado todo -un hombre se ha liberado por
fin-. ¿A que viene, pues, el color negro, el llanto
y el triste doblar de las campanas? ¿Me lo quieres
explicar?
Punto 741. ¿Ves cómo se deshace materialmente,
en humores que apestan, el cadáver de la persona querida?
-Pues, eso es un cuerpo hermoso! -Contémplalo y saca
consecuencias.
Contrapunto. ¿Has visto la descomposición
del cadáver de un cuerpo hermoso? ¿Y la estabilidad
de una estrella? Pues la realidad es exactamente lo contrario:
el "yo" de aquella persona se encuentra en expansión
y la estrella camina a grandes velocidades.
Punto 742. Aquellos cuadros de Valdés Leal,
con tanta carroña distinguida -obispos, calatravos-
en viva podredumbre, me parece imposible que no te muevan.
Pero ¿y el gemido del duque de Gandía: no más
servir a señor que se me pueda morir?
Contrapunto. ¿Sabes cuál es la única
manera de entrar airoso en la eternidad?: Encarnarse en alma
y cuerpo en las causas caducas y contingentes de los hombres.
Punto 743. Me hablas de morir "heroicamente".
-¿No crees que es más "heroico" morir
inadvertido en una buena cama, como un burgués...,
pero de mal de Amor?
Contrapunto. Morir de mal de Amor en una buena cama,
como un burgués, es igual que creer que puede hervir
una olla de agua a veinte grados bajo cero. El amor y el heroísmo
ligan muy bien, pero no el amor y el espíritu burgués.
Punto 744. Tú -si eres apóstol- no
has de morir. -Cambiarás de casa, y nada más.
Contrapunto. Todos cambian de casa al morir, no sólo
los que van a misa. Cuando menos, el hombre es inmortal en
la medida que la materia es indestructible.
Punto 745. "Ha de venir a juzgar a los vivos
y a los muertos", rezamos en el Credo. -Ojalá
no me pierdas de vista ese juicio y esa justicia y... a ese
Juez.
Contrapunto. El juicio final es un antropomorfismo
-una manera humana de ver las cosas-. Lo de menos es que te
juzguen o no. Lo demás, lo que la vida nos dice: que
de donde no hay, no mana. ¿Cómo quieres sentirte
bien situado en tu metamorfosis de la muerte, si humanamente
eres un desastre?
Punto 746. ¿No brilla en tu alma el deseo
de que tu Padre-Dios se ponga contento cuando te tenga que
juzgar?
Contrapunto. A Dios no lo hacemos infeliz con nuestro
pecado. No llega a tanto nuestro poder, ni mucho menos. Dios
existe, a pesar de todo.
Punto 747. Hay mucha propensión en las almas
mundanas a recordar la Misericordia del Señor. -Y así
se animan a seguir adelante en sus desvaríos. Es verdad
que Dios Nuestro Señor es infinitamente misericordioso,
pero también es infinitamente justo: y hay un juicio,
y El es el Juez.
Contrapunto. Ni nos ha de ayudar a obrar mal la misericordia
de Dios ni a obrar bien su justicia. La fuerza para practicar
el bien la hemos de sacar de la misma verdad.
Punto 748. Anímate. -¿No sabes que
dice San Pablo, a los de Corinto, que "cada uno recibirá
su propio salario, a medida de su trabajo"?
Contrapunto. Dice san Pablo a los corintios: "Cada
uno recibirá su propio salario a medida de su trabajo".
Y Cristo a todos en la parábola de los jornaleros de
la viña: "Amigo no te hago ninguna injusticia;
¿no has quedado conmigo en un denario? Quiero dar a
este último igual que a ti". Para que veas que
descubrir el verdadero sentido de la palabra de Dios no es
cosa fácil. Cuesta tanto, al menos, como encontrar
un precioso diamante en una montaña.
Punto 749. Hay infierno. -Una afirmación
que, para ti, tiene visos de perogrullada. -Te la voy a repetir:
hay infierno! Hazme tú eco, oportunamente, al oído
de aquel compañero... y de aquel otro.
Contrapunto. ¿No ves que ninguno que quiera
ser un poco serio va diciendo al oído a voz en grito
el argumento del infierno para convertir a la gente? ¿No
ves que las personas honestas lo son por motivos más
profundos que aquel de "¡que viene el coco!"?
Y esto no quiere decir que no exista el coco ¿estamos?
Punto 750. Oyeme, hombre metido en la ciencia hasta
las cejas: tu ciencia no me puede negar la verdad de las actividades
diabólicas. Mi Madre, la Santa Iglesia -durante muchos
años: y es también una laudable devoción
privada- ha hecho que los Sacerdotes al pie del altar invoquen
cada día a San Miguel, "contra nequitiam et insidias
diaboli" -contra la maldad y las insidias del enemigo.
Contrapunto. No abuses del argumento de las oraciones
litúrgicas. He oído hablar de alguien que invocaba
la oración a san Miguel que el sacerdote rezaba al
pie del altar después de la misa: "contra la maldad
y las insidia s del diablo". Y resulta que Roma la suprimió
luego. Igual que aquella comedia de matar judíos que
se inspiraba en una frase litúrgica sobre los "pérfidos
judíos", que también ha quedado, gracias
a Dios, borrada para siempre. Más seriedad, por favor.
Punto 751. El cielo: "ni ojo alguno vio, ni
oreja oyó, ni pasaron a hombre por pensamiento las
cosas que tiene Dios preparadas para aquellos que le aman".
¿No te empujan a luchar esas revelaciones del apóstol?
Contrapunto. "Ni ojo alguno vio, ni oreja oyó,
ni pasaron a hombre por pensamiento las cosas que tiene Dios
preparadas para aquellos que le aman". Admirable visión.
¿Y crees que merece la pena estrujarse el cerebro para
saber cómo será el cielo después de este
juicio tan categórico de que no podemos saber nada?
Punto 752. Siempre. - Para siempre! -Palabras manoseadas
por el afán humano de prolongar -de eternizar- lo que
es gustoso. Palabras mentirosas, en la tierra, donde todo
se acaba.
Contrapunto. Es un error creer que la vida de ahora
se acabará un día. Esta misma vida de aquí
continuará allí. Sólo cambiará
de vestido.
Punto 753. Esto de aquí es un continuo acabarse:
aún no empieza el placer y ya se termina.
Contrapunto. ¿Quién dice que las mayores
satisfacciones del hombre son los placeres sensibles que acaban
recién comenzados? Aquí en la Tierra -y en la
Luna- hay unos valores profundos que dan la felicidad y que
no terminan: son los que provienen de "saber" amar.
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