CONTRAPUNTOS AL CAMINO DEL
OPUS DEI
Autor: Mosén Josep Dalmau
ESCRÚPULOS
Punto 258. Rechaza esos escrúpulos que te
quitan la paz. -No es de Dios lo que roba la paz del alma.
Cuando Dios te visite sentirás la verdad de aquellos
saludos: la paz os doy..., la paz os dejo..., la paz sea con
vosotros..., y esto, en medio de la tribulación.
Contrapunto. No sofoques estos escrúpulos que
te desazonan. Cuando no son mera hojarasca ni te quitan la
paz interior, vienen de Dios. Sofocados es falsear tu conciencia.
Punto 259. Todavía los escrúpulos!
-Habla con sencillez y claridad a tu Director. Obedece...
y no empequeñezcas el Corazón amorosísimo
del Señor.
Contrapunto. ¿Todavía los escrúpulos?
Está visto que no has resuelto concienzudamente tu
situación. No le creas ni al "director",
si te hace ver que puedes comer y cenar con tranquilidad como
hace la gente instalada, mientras dos de cada tres hombres
en el mundo no pueden comer lo necesario. ¿Dónde
queda la solidaridad y el Cuerpo Místico de Cristo?
Punto 260. Tristeza, apabullamiento. No me extraña:
es la nube de polvo que levantó tu caída. Pero,
basta!: ¿acaso el viento de la gracia no llevó
lejos esa nube? Después, tu tristeza -si no la rechazas-
bien podría ser la envoltura de tu soberbia. -¿Es
qué te creías perfecto e impecable?
Contrapunto. ¿Apabullado, triste? No es de
extrañar. ¿Como quieres sentirte en paz, si
acabas de condenar a los pobres -predilectos de Cristo-, al
justificar tu situación de privilegio económico
y social? ¿No ves que aquí se esconde un afán
de seguridad económica, que es un grave pecado delante
de tanta miseria que nos circunda? ¿No ves que es orgullo
puro creerte con más derecho que las 2000 personas
que conoces, para ocupar este cargo que es tu vaca lechera?
Punto 261. Te prohíbo que pienses más
en eso. -En cambio, bendice a Dios, que volvió la vida
a tu alma.
Contrapunto. Te aconsejo que no apartes tu pensamiento
de ciertos escrúpulos. Da gracias al Señor que
te ha traído esta inquietud para salvarte de una "situación
de injusticia".
Punto 262. No pienses más en tu caída.
-Ese pensamiento, además de losa que te cubre y abruma,
será fácilmente ocasión de próximas
tentaciones. -Cristo te perdonó: olvídate del
hombre viejo.
Contrapunto. No olvides tu ascenso de relámpago
en el escalafón social. Hay subidas que son más
bien ascensiones, y bajadas que son más bien caídas.
Olvidado podría ser motivo de "prepararte"
nuevos ascensos, que suelen ser peores que las más
fatales caídas. Son un pecado casi siempre inconfesable.
Punto 263. No te desalientes. -Te he visto luchar...:
tu derrota de hoy es entrenamiento para la victoria definitiva.
Contrapunto. No te desalientes. Tu lucha te libera.
Un día las cosas se pondrán más fáciles
y estarán al alcance de tu mano; entonces tu ayuda
puede ser decisiva en esta etapa de justicia colectiva que
el mundo tiene hoy planteada.
Punto 264. Te has portado bien..., aunque hayas
caído así de hondo. -Te has portado bien, porque
te humillaste, porque has rectificado, porque te has llenado
de esperanza, y la esperanza te trajo de nuevo al Amor. -No
pongas esa cara boba de pasmo: te has portado bien! -Te alzaste
del suelo: "surge", resonó de nuevo la voz
poderosa, "et ambula!": ahora, a trabajar!
Contrapunto. Te has portado bien... aunque hayas aceptado
la situación de privilegio familiar que heredaste,
con tal que no olvides que sigue siendo injusta. Esto te hará
sentirte Incómodo espiritualmente y hará que
te suban los colores a la cara cuando veas el mundo obrero
lleno de necesidades. Y te humillará, porque tendrás
que reconocer a menudo tu cobardía y tu comodidad,
y cambiar de rumbo al fin.
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