CONTRAPUNTOS AL CAMINO DEL
OPUS DEI
Autor: Mosén Josep Dalmau
LA VIRGEN
Punto 492. El amor a nuestra Madre será
soplo que encienda en lumbre viva las brasas de virtudes que
están ocultas en el rescoldo de tu tibieza.
Contrapunto. Un amor excesivo o extralimitado a nuestra
Madre, por muy madre que sea, puede bloquear la madurez y
la expansión de nuestra fe. Estar pegado a las faldas
de la madre desquicia -según los psicólogos-
la vida emocional del hijo adulto.
Punto 493. Ama a la Señora. Y Ella te obtendrá
gracia abundante para vencer en esta lucha cotidiana. -Y no
servirán de nada al maldito esas cosas perversas, que
suben y suben, hirviendo dentro de ti, hasta querer anegar
con su podredumbre bienoliente los grandes ideales, los mandatos
sublimes que Cristo mismo ha puesto en tu corazón.
-" Serviam!"
Contrapunto. Ama a la Madre de Dios. ¿Por qué
no? Pero recuerda que un amor absorbente es un amor enfermizo,
que en vez de ayudar a vivir perjudica. (El amor es una actitud,
no una función.) No es que amar mucho a alguien capacite
para amar bien a todos, sino al contrario, sólo aquel
que sabe amar bien y estar en buena relación con el
mundo y con las personas es capaz de amar bien a alguien.
Punto 494. Sé de María y serás
nuestro.
Contrapunto. En todo caso, amar a María es
no ser exclusivamente de nadie.
Punto 495. A Jesús siempre se va y se "vuelve"
por María.
Contrapunto. "A Jesús siempre se va y
se vuelve por María", es una frase que ha llegado
hasta nosotros por pura casualidad, como al que le toca la
quiniela: sin demasiada relación entre la causa y el
efecto.
Punto 496. Cómo gusta a los hombres que
les recuerden su parentesco con personajes de la literatura,
de la política, de la milicia, de la Iglesia!... -Canta
ante la Virgen Inmaculada, recordándole: Dios te salve,
María, hija de Dios Padre: Dios te salve, María,
Madre de Dios Hijo: Dios te salve, María, Esposa de
Dios Espíritu Santo... Más que tú, sólo
Dios!
Contrapunto. A los hombres les gusta recordar su
parentesco con los grandes personajes históricos, ostentar
sus títulos de nobleza... pero no deja de ser una señal
de inmadurez o de infantilismo. Sería ingenuo querer
recordar a María que es Hija de Dios Padre, Madre de
Dios Hijo y Esposa de Dios Espíritu Santo. No lo necesita;
ya lo sabe.
Punto 497. Di: Madre mía -tuya, porque eres
suyo por muchos títulos-, que tu amor me ate a la Cruz
de tu Hijo: que no me falte la Fe, ni la valentía,
ni la audacia, para cumplir la voluntad de nuestro Jesús.
Contrapunto. ¿No crees que querer valerte de
la influencia de María de cara a Cristo o a Dios Padre
es aceptar como una virtud un defecto instalado en nuestra
sociedad, que llamamos enchufismo? Dios es mucho más
serio, no es un pelele. A esta manera de pensar los sabios
la llaman antropomorfismo, que quiere decir proyectar en la
vida divina el talante de los hombres. Dios es "otra
cosa", y hace salir el mismo sol para buenos y malos.
Punto 498. Todos los pecados de tu vida parece
como si se pusieran de pie. -No desconfíes. -Por el
contrario, llama a tu Madre Santa María, con fe y abandono
de niño. Ella traerá el sosiego a tu alma.
Contrapunto. Cierto, hay momentos en la vida en los
que parece que nuestras culpas se ponen de pie y nos amenazan.
Pero ni siquiera en estos momentos puedes tomar un aire de
niño mimado delante de su madre. Responsabilízate
de tus pecados como un hombre. Sólo así pueden
ser dignamente perdonados.
Punto 499. María Santísima, Madre
de Dios, pasa inadvertida, como una más entre las mujeres
de su pueblo. -Aprende de Ella a vivir con "naturalidad".
Contrapunto. Es un decir esto de que la Madre de Dios
pasó inadvertida. No lo creas. Unos magos vinieron
a visitada; marchó exiliada a Egipto; alguien proclamó
públicamente: "Bendito el vientre que te llevó";
estuvo al pie de la cruz de . un sentenciado famoso... ¿Crees
que pasó inadvertida? La naturalidad es una virtud
pero no está desvinculada de ser o no ser conocido.
Cristo era muy natural en su trato y no se puede decir que
pasase inadvertido.
Punto 500. Lleva sobre tu pecho el santo escapulario
del Carmen. -Pocas devociones -hay muchas y muy buenas devociones
marianas- tienen tanto arraigo entre los fieles, y tantas
bendiciones de los Pontífices. -Además es tan
maternal ese privilegio sabatino!
Contrapunto. Ha llegado tal vez el momento histórico
de no dar mucha importancia a llevar escapulario s sobre el
pecho o filacteria s sobre la frente. A Cristo se le lleva
dentro. Y si está dentro, ya se hará notar fuera.
Puedes estar seguro que María no era partidaria de
exhibiciones sectarias.
Punto 501. Cuando te preguntaron qué imagen
de la Señora te daba más devoción, y
contestaste -como quien lo tiene bien experimentado- que todas,
comprendí que eras un buen hijo: por eso te parecen
bien -me enamoran, dijiste- todos los retratos de tu Madre.
Contrapunto. Me parecería una respuesta propia
de un buen cristiano postconciliar, si dijeras: "No hay
ninguna imagen de la Madre de Dios que me dé devoción;
amo a María; fue una mujer profundamente religiosa
y comprometida; pero devoción, lo que se dice devoción...
no hay imagen que me la dé".
Punto 502. María, Maestra de oración.
-Mira cómo pide a su Hijo, en Caná. Y cómo
insiste, sin desanimarse, con perseverancia. -Y cómo
logra. -Aprende.
Contrapunto. María nos enseña a orar;
mírala en Caná. Cree en aquello que quiere.
Lo comunica a su Hijo, dice a los criados que preparen las
tinajas, que hagan lo que Cristo les diga, etc. El milagro
lo hace ella. La oración, un deseo convertido en acción...
y se hace el milagro.
Punto 503. Soledad de María. Sola! -Llora,
en desamparo. -Tú y yo debemos acompañar a la
Señora, y llorar también: porque a Jesús
le cosieron al madero, con clavos, nuestras miserias.
Contrapunto. María no se sintió jamás
sola. Comprendió que Cristo la dejara y vivió
esta separación sin perder su compañía.
Un cristiano tampoco se siente solo; como mínimo, el
espíritu de Dios lo acompaña en su testimonio.
Punto 504. La Virgen Santa María, Madre
del Amor Hermoso, aquietará tu corazón, cuando
te haga sentir que es de carne, si acudes a Ella con confianza.
Contrapunto. Lo que nos salva no es amar mucho a María,
sino amar mucho y bien a todos en Dios.
Punto 505. El amor a la Señora es prueba
de buen espíritu, en las obras y en las personas singulares.
-Desconfía de la empresa que no tenga esa señal.
Contrapunto. Poner la devoción a la Madre de
Dios por encima de todo es señal de espíritu
mojigato en personas o empresas que tengan esta señal.
Punto 506. La Virgen Dolorosa. Cuando la contemples,
ve su Corazón: es una Madre con dos hijos, frente a
frente: El... y tú.
Contrapunto. Dolorosa. Cuando la mires fíjate
en su corazón: Procura no ser tan simple que te pongas
a ti mismo y a ella solos al pie de la cruz. María
es una mujer más seria; sufre por el amor de todos
los hombres.
Punto 507. Qué humildad, la de mi Madre
Santa María! -No la veréis entre las palmas
de Jerusalén, ni -fuera de las primicias de Caná-
a la hora de los grandes milagros. -Pero no huye del desprecio
del Gólgota: allí está, "juxta crucem
Jesu" -junto a la cruz de Jesús, su Madre.
Contrapunto. La humildad auténtica no consiste
en huir de las situaciones gozosas, como la del día
de Ramos y escoger en cambio las angustiosas, como la del
Viernes Santo. Consiste en ser uno mismo en un sitio y en
otro, sin dejarse llevar por las circunstancias. Si María
estuvo al pie de la cruz, es porque también supo estar
en una boda en Caná de Galilea.
Punto 508. Admira la reciedumbre de Santa María:
al pie de la Cruz, con el mayor dolor humano -no hay dolor
como su dolor-, llena de fortaleza. -Y pídele de esa
reciedumbre, para que sepas también estar junto a la
Cruz.
Contrapunto. No exageremos: ¿Me quieres decir
qué madre no es capaz de estar junto a su hijo en los
momentos de mayor abandono? A menudo la grandeza de una persona
-como María- es precisamente vivir la normalidad.
Punto 509. María, Maestra del sacrificio
escondido y silencioso! -Vedla, casi siempre oculta, colaborar
con el Hijo: sabe y calla.
Contrapunto. María no es ejemplo de sacrificio
escondido y silencioso. No es que sabe y calla, sino que sabe
y hace. Quien oculta los sacrificios es un ser tan estrafalario
y embrollado como el que exhibe fanfarronamente sus propias
cualidades. No es cuestión de ocultar ni de exhibir
nada; se trata sencillamente de vivir en contra de falsas
humildades como de hueras grandezas; mejor dicho, al margen
de estas extremosidades enfermizas.
Punto 510. ¿Veis con qué sencillez?
-"Ecce ancilla!..." -Y el Verbo se hizo carne. -Así
obraron los santos: sin espectáculo. Si lo hubo, fue
a pesar de ellos.
Contrapunto. La respuesta "he aquí la
esclava del Señor" no fue ni sencilla ni cándida;
fue un serio compromiso, una valiente decisión. En
virtud de esta valentía, la vida de los santos es siempre
espectacular y discutida.
Punto 511. "Ne timeas, Maria!" - No temas,
María!... -Se turbó la Señora ante el
Arcángel. - Para que yo quiera echar por la borda esos
detalles de modestia, que son salvaguarda de mi pureza!
Contrapunto. "No temas, María". Supongo
que no creerás que era temor a perder su pureza. La
pureza no es patrimonio de la virginidad, sino también
un atributo de un sano uso de la sexualidad. Sería
ridículo que no le diera miedo el compromiso de ser
Madre de Dios con todo el riesgo misterioso que esto llevaba
consigo, y le diera en cambio el perder su virginidad. Esto
último lo tuvo por añadidura.
Punto 512. Oh Madre, Madre!: con esa palabra tuya
-"fiat"- nos has hecho hermanos de Dios y herederos
de su gloria. - Bendita seas!
Contrapunto. No creas frívolamente que el "sí"
de María nos ha resuelto todo aquello referente a nuestra
filiación divina; este asunto continúa siendo
fundamentalmente nuestro, tuyo y mío. Es de tontainas
quedarse en cantos y alabanzas de "bendita, bendita,
bendita".
Punto 513. Antes, solo, no podías... -Ahora,
has acudido a la Señora, y, con Ella, qué fácil!
Contrapunto. Antes, solo, no podías... Después,
con Ella... tampoco. ¡Es una amarga experiencia! María
no es un comodín que sirve tanto para una cosa como
para otra. No te dejes engañar. Las cosas que valen,
cuestan, y la santidad es una de éstas.
Punto 514. Confía. -Vuelve. -Invoca a la
Señora y serás fiel.
Contrapunto. Hay que poner muchas más cosas
en juego, para ser fiel a Dios, que una simple devoción
mariana. Palabra.
Punto 515. ¿Que por momentos te faltan las
fuerzas? -¿Por qué no se lo dices a tu Madre:
"consolatrix afflictorum, auxilium christianorum...,
Spes nostra, Regina apostolorum"?
Contrapunto. Cuando te encuentres en situaciones difíciles,
en las que te faltan las fuerzas, no recites, por favor, latinajos,
por muy marianos que sean; saca fuerzas, mejor, de tú
fe.
Punto 516. Madre! -Llámala fuerte, fuerte.
-Te escucha, te ve en peligro quizá, y te brinda, tu
Madre Santa María, con la gracia de su Hijo, el consuelo
de su regazo, la ternura de sus caricias: y te encontrarás
reconfortado para la nueva lucha.
Contrapunto. Un hombre hecho y derecho no se refugia
en su madre, cuenta con ella y... vale. Las ternuras y las
caricias de la madre infantilizan al adulto. Tenemos que evitar
ser unos niños de teta; la madre es la que necesita
las atenciones y las ternuras del hijo. No hay que invertir
constantemente las cosas.
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