CONTRAPUNTOS AL CAMINO DEL
OPUS DEI
Autor: Mosén Josep Dalmau
POBREZA
Punto 630. No lo olvides: aquel tiene más
que necesita menos. -No te crees necesidades.
Contrapunto. Tiene más aquel que se ha creado
necesidades que el que no necesita nada: ni leer ni escribir.
Ábrete a cosas útiles.
Punto 631. Despégate de los bienes del mundo.
-Ama y practica la pobreza de espíritu: conténtate
con lo que basta para pasar la vida sobria y templadamente.
-Si no, nunca serás apóstol.
Contrapunto. Sírvete de los bienes del mundo;
desapegarte de ellos puede ser una evasión. Eso sí,
ponlos al servicio -como tú mismo- de la comunidad.
De otra manera, tu tarea de apóstol será bien
raquítica.
Punto 632. No consiste la verdadera pobreza en
no tener, sino en estar desprendido: en renunciar voluntariamente
al dominio sobre las cosas. -Por eso hay pobres que realmente
son ricos. Y al revés.
Contrapunto. La verdadera pobreza consiste no sólo
en estar desprendido sino en no tener. De otro modo, el voto
o voluntad de pobreza no es sino un juego de palabras. Por
eso no hay ningún pobre que sea rico.
Punto 633. Si eres hombre de Dios, pon en
despreciar las riquezas el mismo empeño que ponen los
hombres del mundo en poseerlas.
Contrapunto. Si tienes el mismo afán en despreciar
la riqueza que el que tienen los hombres de mundo en acumularlas,
eres un obseso y un enfermo igual que ellos. El hombre verdaderamente
religioso está por encima de todas estas manías.
Punto 634. Tanta afición a las cosas de
la tierra! -Pronto se te irán de las manos, que no
bajan con el rico al sepulcro sus riquezas.
Contrapunto. Es un argumento infantil decir que las
riquezas no bajan con nosotros al sepulcro. Todo el mundo
que las busca las quiere aprovechar mientras vive. Pero sí
que es cierto que el que se enriquece se deshumaniza, aunque
no lo sepa.
Punto 635. No tienes espíritu de pobreza
si, puesto a escoger de modo que la elección pase inadvertida,
no escoges para ti lo peor.
Contrapunto. No tiene espíritu de pobreza,
y es sólo un pobretón de espíritu el
que, puesto a escoger, escoge lo peor por principio. No seas
payaso, ¿te cuesta mucho hacer un sondeo para ver quién
se encuentra más necesitado, tú o los otros?
Punto 636. "Divitiae, si affluant, nolite
cor apponere" -Si vienen a tus manos las riquezas, no
pongas en ellas tu corazón. -Anímate a emplearlas
generosamente. Y, si fuera preciso, heroicamente. -Sé
pobre de espíritu.
Contrapunto. No hay que ser esclavo de nada; ni de
la riqueza ni de la pobreza. Procura no quedar atrapado por
ninguna de las dos. Ambas son malas.
Punto 637. No amas la pobreza, si no amas lo que
la pobreza lleva consigo.
Contrapunto. Tan no se trata de amar la pobreza, que
se ha de luchar con todas las fuerzas para que no quede un
solo pobre en la Tierra. ¿Cómo? Haciendo lo
posible para que no haya un solo rico, porque es un crimen
de lesa humanidad.
Punto 638. Cuántos recursos santos tiene
la pobreza! -¿Te acuerdas? Tú le diste, en horas
de agobio económico para aquella empresa apostólica,
hasta el último céntimo de que disponías.
-Y te dijo -Sacerdote de Dios-: "yo te daré también
todo lo que tengo". -Tú, de rodillas. Y... "la
bendición de Dios Omnipotente, Padre, Hijo y Espíritu
Santo, descienda sobre ti y permanezca siempre", se oyó.
-Aún te dura la persuasión de que quedaste bien
pagado.
Contrapunto. El que hace continuamente donativos cuantiosos
para obras suntuosas me recuerda aquella copla de nuestro
refranero: "El doctor don Juan de Robres -de caridad
sin igual- para con todos los pobres -construyó este
hospital- pero antes... hizo los pobres", Dios no puede
bendecir estas ofrendas económicas, por muy rociadas
que estén con el agua bendita de la fiesta de la inauguración.
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