Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

Contrapuntos al camino del Opus Dei
Índice del libro
Prólogo
Carácter
Dirección
Oración
Pureza
Corazón
Mortificación
Penitencia
Examen
Propósitos
Escrúpulos
Presencia de Dios
Vida sobrenatural
Más de vida interior
Tibieza
Estudio
Formación
El plano de tu santidad
Amor de Dios
Caridad
Los medios
La Virgen
La Iglesia
Santa Misa
Comunión de los Santos
Devociones
Fe
Humildad
Obediencia
Pobreza
Discreción
Alegría
Otras virtudes
Tribulaciones
Lucha interior
Postrimerías
La voluntad de Dios
La gloria de Dios
Proselitismo
Cosas pequeñas
Táctica
Infancia espiritual
Vida de infancia
Llamamiento
El apóstol
El apostolado
Perseverancia
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CONTRAPUNTOS AL CAMINO DEL OPUS DEI
Autor: Mosén Josep Dalmau

DEVOCIONES

Punto 551. Huyamos de la "rutina" como del mismo demonio. -El gran medio para no caer en ese abismo, sepulcro de la verdadera piedad, es la continua presencia de Dios.

Contrapunto. De la rutina no se huye así como así. La misma presencia de Dios como práctica o devoción piadosa puede llegar a ser una pura rutina. Todos los quietismos son peligrosos. Absolutamente todos.


Punto 552. Ten pocas devociones particulares, pero constantes.

Contrapunto. Está bien tener algunas devociones o predilecciones; pero no te encalles en ellas. Cambia. Todas tienen la misma finalidad de unión con Dios.


Punto 553. No olvides tus oraciones de niño, aprendidas quizá de labios de tu madre. -Recítalas cada día con sencillez, como entonces.

Contrapunto. Renueva las plegarias que aprendiste de niño. Ahora ya no lo eres. Sería ridículo. ¿Vas acaso por el mundo vestido de primera comunión?


Punto 554. No dejes la Visita al Santísimo. -Luego de la oración vocal que acostumbres, di a Jesús, realmente presente en el Sagrario, las preocupaciones de la jornada. -Y tendrás luces y ánimo para tu vida de cristiano.

Contrapunto. La devoción de la visita al Santísimo ha ido desapareciendo entre las filas de los militantes cristianos. No te lleves mal rato por eso. Las devociones -como las nieblas- pasan; pero la fe -como la lluvia- permanece. "Maneras" siempre aparecen nuevas, cuando existe verdadero espíritu. Pero no son las devociones las que salvan la fe, sino ésta la que hace aparecer nuevas manifestaciones.


Punto 555. Verdaderamente es amable la Santa Humanidad de nuestro Dios! -Te "metiste" en la Llaga santísima de la mano derecha de tu Señor, y me preguntaste: "Si una Herida de Cristo limpia, sana, aquieta, fortalece y enciende y enamora, qué no harán las cinco, abiertas en el madero?"

Contrapunto. Meterse ahora en las llagas de Cristo crucificado y hacerlas servir de bálsamo que limpia, sana, aquieta, fortalece, enciende y enamora es zambullirse un tanto en libros de caballerías. Las fantasías no se venden ni a precio de saldo.


Punto 556. El Vía Crucis. - Esta sí que es devoción recia y jugosa! Ojalá te habitúes a repasar esos catorce puntos de la Pasión y Muerte del Señor, los viernes. -Yo te aseguro que sacarás fortaleza para toda la semana.

Contrapunto. No tengas demasiada confianza en las devociones. Aunque sea de la categoría del Vía Crucis. Son como las modas: aferrarte enérgicamente a ellas es desviarte radicalmente y... envejecer.


Punto 557. Devoción de Navidad. -No me sonrío cuando te veo componer las montañas de corcho del Nacimiento y colocar las ingenuas figuras de barro alrededor del Portal. -Nunca me has parecido más hombre que ahora, que pareces un niño.

Contrapunto. Devoción de Navidad. Deja que me sonría al verte ingenuamente entretenido en componer las montañas de corcho del nacimiento y colocar las ingenuas figuras de barro alrededor del Portal. Me parecería bien que vieras con ilusión a tu hijo hacer todo esto; pero tú eres demasiado mayor para estos menesteres de párvulo. "¡Dama piadosa: la Navidad es otra cosa!".


Punto 558. El Santo Rosario es arma poderosa. Empléala con confianza y te maravillarás del resultado.

Contrapunto. El rosario fue un arma poderosa; como el puñal y la espada... en otro tiempo. Hoy no se le tiene en tanto. Nos encontramos metidos de lleno en la era de la ametralladora, de la aviación militar, de la bomba atómica, de los cohetes tierra-aire.


Punto 559. San José, Padre de Cristo, es también tu Padre y tu Señor. -Acude a él.

Contrapunto. José fue un "hombre justo". ¿Te parece poco? No lo conviertas ahora en bienaventurado Papa Noel.


Punto 560. Nuestro Padre y Señor San José es Maestro de la vida interior. -Ponte bajo su patrocinio y sentirás la eficacia de su poder.

Contrapunto. José es santo; pero no es ni nuestro Padre, ni nuestro Señor, ni nuestro Maestro. "Tú solo eres Señor", cantamos en el Gloria de la misa. Cuando se estiran las cosas más de la cuenta, se rompen.


Punto 561. De San José dice Santa Teresa, en el libro de su vida: "Quien no hallare Maestro que le enseñe oración, tome este glorioso Santo por maestro, y no errará en el camino". -El consejo viene de alma experimentada. Síguelo.

Contrapunto. De un hombre como José, del que no sabemos casi ni lo que hizo ni lo que dijo, no podemos hacer un maestro de la propia vida, aunque lo aconseje la misma santa Teresa. Las cosas son como son, y no como quisiéramos que fueran.


Punto 562. Ten confianza con tu Angel Custodio. -Trátalo como un entrañable amigo -lo es- y él sabrá hacerte mil servicios en los asuntos ordinarios de cada día.

Contrapunto. Ya no eres un nene para que te dejes llevar de la mano por el ángel de la guarda. No está bien rebajarlo a institutriz de hijo de papá.


Punto 563. Gánate al Angel Custodio de aquel a quien quieras traer a tú apostolado. -Es siempre un gran "cómplice".

Contrapunto. El espíritu del bien que anida en cada persona es el verdadero ángel de la guarda de cada uno. No es cosa de ganártelo, sino de dejarte ganar por él teniendo confianza en la bondad de los hombres.


Punto 564. Si tuvieras presentes a tu Angel y a los Custodios de tus prójimos evitarías muchas tonterías que se deslizan en la conversación.

Contrapunto. No está bien que hagas un mito del ángel de la guarda; su influencia queda neutralizada de sobra por la presencia a nuestro lado del ángel caído, y esto hace que en el fondo nos encontremos solos con nuestras bondades y nuestras malicias.


Punto 565. Te pasmas porque tu Angel Custodio te ha hecho servicios patentes. -Y no debías pasmarte: para eso le colocó el Señor junto a ti.

Contrapunto. ¿Puedes asegurar acaso que tú ángel de la guarda te ha hecho servicios patentes? ¿Puedes negar que tus malicias no provengan del ángel caído? Pero, entonces, en qué quedamos: ¿dónde quedas tú si todo te lo hacen otros?


Punto 566. ¿Que hay en ese ambiente muchas ocasiones de torcerse? -Bueno. Pero, ¿acaso no hay también Custodios?

Contrapunto. ¿No crees, mejor, que el ángel y el demonio somos nosotros mismos, y que por esto somos capaces y responsables del Mal y del Bien?


Punto 567. Acude a tu Custodio, a la hora de la prueba, y te amparará contra el demonio y te traerá santas inspiraciones.

Contrapunto. No infantilices tus luchas interiores con fantasías sobre los ángeles y los demonios.


Punto 568. Gustosamente harían su oficio los Santos Angeles Custodios con aquella alma que les decía: "Angeles Santos, yo os invoco, como la Esposa del Cantar de los Cantares, "ut nuntietis ei quia amore langueo" -para que le digáis que muero de amor".

Contrapunto. No sé si no debieron de sentirse modestamente utilizados los ángeles que recibían recomendaciones como ésta: "Ángeles santos, yo os invoco, como la Esposa del Cantar de los Cantares para que le digáis que muero de amor". Hubieran podido contestarle con harta razón: "Mira, estas cosas íntimas se dicen personalmente; no nos compliques la vida". ¿No ves que en aquella época bíblica y neotestamentaria los ángeles y los demonios andaban como los gatos y los perros por las calles y plazas de los pueblos? ¿Y no te dice esto que más de una realidad se debía solamente al magín calenturiento de las gentes de la época?


Punto 569. Sé que te doy una alegría copiándote esta oración a los Santos Angeles Custodios de nuestros Sagrarios: Oh Espíritus Angélicos que custodiáis nuestros Tabernáculos, donde reposa la prenda adorable de la Sagrada Eucaristía, defendedla de las profanaciones y conservadla a nuestro amor.

Contrapunto. No es bueno repetir oraciones copiadas de otros; es mejor que sean originales. Sobre todo cuando se van a decir incoherencias como: "Oh, Espíritus Angélicos... defended la Sagrada Eucaristía de las profanaciones y conservarla a nuestro amor". ¿Es que se duermen los presuntos ángeles de los Tabernáculos durante las profanaciones? A Dios no se le puede profanar; el que pretende hacerla se profana a sí mismo.


Punto 570. Bebe en la fuente clara de los "Hechos de los Apóstoles": en el capítulo XII, Pedro, por ministerio de Angeles libre de la cárcel, se encamina a casa de la madre de Marcos. -No quieren creer a la criadita, que afirma que está Pedro a la puerta. "Angelus ejus est!" - será su Angel!, decían. -Mira con qué confianza trataban a sus Custodios los primeros cristianos. -¿Y tú?

Contrapunto. Fíjate en los Hechos de los Apóstoles cómo la gente de aquel tiempo veía ángeles donde no los había. Cuando Pedro se escapa de la cárcel se esconde en casa de Marcos. Los amigos no quieren creer a la criada cuando les dice que Pedro está llamando a la puerta. "Debe de ser su ángel", le dicen. Efectivamente, era el mismo Pedro.


Punto 571. Las ánimas benditas del purgatorio. -Por caridad, por justicia, y por un egoísmo disculpable - pueden tanto delante de Dios!- tenlas muy en cuenta en tus sacrificios y en tu oración. Ojalá, cuando las nombres, puedas decir: "Mis buenas amigas las almas del purgatorio..."

Contrapunto. No me digas que no son ramplonerías frases como ésta: "Mis buenas amigas las almas del Purgatorio...". No está bien que ellas te consigan lo que has de conseguir tú por tus propios medios. Los gorrones no entrarán en el reino de los cielos. Son un nuevo tipo de explotadores de sudores ajenos.


Punto 572. Me dices que por qué te recomiendo siempre, con tanto empeño, el uso diario del agua bendita. -Muchas razones te podría dar. Te bastará, de seguro, esta de la Santa de Avila: "De ninguna cosa huyen más los demonios, para no tornar, que del agua bendita".

Contrapunto. Cuando la gente te pide muchas explicaciones de por qué recomiendas con tanto empeño el uso diario del agua bendita, es que se huelen que razones como la de santa Teresa -"de ninguna cosa huyen más los demonios, para no tornar, que del agua bendita"- son exclusivas de una época en que las brujas y duendes eran elementos integrantes de la cultura del hombre medio de la calle. Las cosas no se pueden llevar tan lejos; es otra manera de negarlas o de destruirlas.


Punto 573. Gracias, Dios mío, por el amor al Papa que has puesto en mi corazón.

Contrapunto. Intenta huir del "culto a la personalidad" que has heredado en tus medios de educación religiosa con relación al Papa. Respétalo, pero no hagas de él un mito.


Punto 574. ¿Quién te ha dicho que hacer novenas no es varonil? -Varoniles serán esas devociones, cuando las ejercite un varón..., con espíritu de oración y de penitencia.

Contrapunto. A quien te diga que las novenas no son cosa de hombres, diles: de hombres del siglo XX, no; de hombres de los siglos XVII y XVIII, sí. Lo mismo que el carro como medio de transporte. Pero prescindir del carro no significa que hemos de abandonar el transporte de las mercancías; muy al contrario.

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