Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

Hijos
en el Opus Dei

Hijos en el Opus Dei
Autor:
Javier Ropero
ÍNDICE
Agradecimientos, prólogo y prefacio
1. El desafío de un documento
2. Faenas de pesca
3. El camino más directo
4. Ser un pequeño tornillo... en una gran maquinaria
5. Andanzas, desventuras y obligaciones de un pequeño tornillo
6. Ser o no ser
7. El dulcísimo precepto
8. Autoprogramación versus autodesarrollo
9. Tan antiguo como el Evangelio
10. La caridad bien entendida...
11. ¿Es un acto impuro meterse un dedo en la nariz?
12. Ni de broma...
13. "Tejas abajo, tejas arriba"
14. Brillos, luces e iluminados
15. El mágico poder del incienso
16. Jaculatorias y charla semanal
17. El dulce ingrediente de la mortificación
18. Sentí que pedía usted por mí
19. "No digas nunca que soy un santo"
20. Evolución hacia una madurez psicológica en los ex miembros
21. Correcciones y correctivos
Epílogo
Apéndice 1. Glosario de terminología emplea por el Opus Dei
Apéndice 2. Otros textos en relación con el proseltismo agresivo del Opus Dei
Apéndice 3. Organizaciones de asesoramiento e información en diferentes países
Apéndice 4. Documento vaticano: "El desafío de los nuevos movimientos religiosos (sectas o cultos)
Apéndice 5. Colegios controlados por el Opus Dei
Bibliografía
FIN DE LIBRO
Nuestra web
Inicio
Quiénes somos
Correspondencia
Libros silenciados

Documentos internos del Opus Dei

Tus escritos
Recursos para seguir adelante
La trampa de la vocación
Recortes de prensa
Sobre esta web (FAQs)
Contacta con nosotros si...
Homenaje
Links

HIJOS EN EL OPUS DEI
Javier Ropero

EPÍLOGO

EPÍLOGO

Es muy difícil que el Opus Dei cambie. Aún más lo será cuando el fundador suba a los altares. Cuando esto suceda, la Iglesia se verá incapaz de poner veto al proselitismo agresivo del Opus Dei porque ratificará, de manera implícita, la doctrina inmovilista de esta institución:

Nosotros no hacemos una obra humana por ser nuestra empresa divina y, como consecuencia, no está en nuestras manos ceder, cortar o variar nada de lo que al espíritu y a la organización de la Obra de Dios se refiera. (Instrucciones, 3/19/1934, n.0 92.)

Nunca, para la Obra, habrá problemas de adaptación al mundo; nunca se encontrará el Opus Dei en la necesidad de plantearse el problema de ponerse al día. Dios ha puesto al día a su Obra de una vez para siempre, dándole esas características seculares, laicales, que os he comentado en esta carta. (Carta "Res Omnes", 1/9/1932, n.0 92.)

Dios escribe recto con renglones torcidos. Por eso no tengo derecho a dudar de que el Opus Dei no esté llamado a ser una verdadera Obra de Dios. Es responsabilidad nuestra, de la Iglesia entera, el que esto llegue a ser así algún día. Es una lástima que el enorme potencial humano del Opus Dei no se emplee en remediar los graves problemas que azotan a la humanidad sufriente y en lugar de eso se dedique a un proselitismo de corte sectario que a la larga será nefasto para la supervivencia de la propia institución. Por eso me identifico plenamente con las recomendaciones del doctor John Roche en "The Clergy Review":

Los métodos de captación del Opus Dei están causando una considerable zozobra y consternación tanto entre los católicos como entre los no católicos. Estos métodos difieren totalmente de los ideales preconizados por el Concilio Vaticano II. Por lo tanto, por el amor hacia la Iglesia, la mejor línea de acción podría ser, para el Opus Dei, el suspender el reclutamiento activo por el momento hasta que encuentren otra manera más aceptable de conseguir vocaciones. (Roche, John: "Winning Recruits in Opus Dei: a personal experience", "The Clergy Review", diciembre, 1985, pág. 356.)

Arriba

Anterior - Siguiente

Volver a Libros Silenciados

Ir a la página principal

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?