CORRESPONDENCIA
7-1-2004
!Quién me ha visto y quién me ve!
Caminaba yo por la calle erguido y engallado el cuerpo pensando
si sería verdad lo que me habían comentado de
Don Federico Trillo-Figueroa, ministro de Defensa, minutos
antes: que usaba calzas postizas en los zapatos para parecer
más alto. El que me lo comentó lo conoce muy
bien por razón de su profesión y rango. En fin...
en esas estaba cuando me topo con un supernumerario que me
saluda efusivamente.
- ¡Hombre, qué tal!.
- Pues muy bien.
- Me dijeron que te habías casado.
- Pues sí, me casé.
- Y, qué, ¿tienes hijos?.
- Pues no, parece que no vienen.
- ¡Anda!, ¡mira que si después de dar el
paso resulta que no sirves para esto del matrimonio!
En ese momento no llevaba el bazoka plegable en la cartera,
eso le salvó de no lanzarle un obús directamente
al cráneo microcefálico del miembro de la prelatura.
Pero recordé la pregunta del examen de José
Carlos que nos propuso con ánimo de que
mejoráramos todos: ¿Es apropiado, partiendo
de una situación puntual que le ocurrió a una
persona una vez, hacer una generalización sobre cómo
se viven las cosas en todo el Opus Dei?. Y recapacité
en mi mismidad y me contesté que no, que esto no era
más que un hecho aislado de un tío de la prelatura
de la obra de Yawéh que si llega a nacer en verano,
nace botijo...
(Nueva
entrega de Satur a su escrito "¡Quién
me ha visto y quién me ve!")
Querido José
Carlos:
He visto que has tenido muchas respuestas a tu examen de consciencia
y quiero aportar también mi testimonio personal contestando
a la pregunta 5. No tanto contestando por lo que me mueva
a mí, pero mas bien en lo que me ha ayudado los escritos
(tanto privados para mí que los que se publican para
todos).
5. ¿Qué nos une a los que aquí escribimos,
algo predominantemente negativo -resentimiento, dolor, pena-
o algo positivo -ganas de hacer el bien, de conocer la verdad,
de ayudar a la gente?
Pués bien, mi experiencia es que los que contestaron
a mis dudas, angustias, etc. fueron movidos unicamente por
el afán de ayudarme, de hacerme el camino mas blando
(haciendose de alfombra delante de mi para que mis heridas
fueran mas facil de llevar y para que pueda seguir adelante
en mi camino personal de cristiano). Es verdad que al principio
de visitar esa pagina, me llamo la atención que no
todos los mensajes eran positivos (sobre todo con respecto
a criticas a los que, como tú, seguían defendiendo
la Obra), pero es verdad también que muchos han cambiado
poco a poco y creo que ya no hay muchos que no reconozcan
que en la Obra hay cosas buenas. Es verdad también
que se pone mas enfasis sobre las cosas malas y los daños
que han recibido de la Obra o de algunos de sus fieles. Personalemente,
lo encuentro bastante natural porque para elogiar a la Obra
y a sus fieles, ya existen muchos otros lugares. Al contrario,
para contar experiencias personales negativas, no conozco
tantos espacios.
Total que mi experiencia es que realmente la mayoría
de los que escriben aquí me parecen movidos por el
afan de entender lo que les pasó siendo miembros del
Opus Dei y saliendo con muchos problemas personales (ganas
de conocer la verdad), movidos por el afan de ayudar a otros
a vivir libres (en la Obra o fuera de la Obra: de eso tienes
muchos testimonios cada vez que una nueva persona cuenta que
se quiere ir o cada vez que algún fiel de la Obra dice
que esta contento en la Obra: ganas de hacer el bien y ayudar
a la gente) y movidos por el afan de ayudar a cada persona
que lo esta pasando mal, cualquiera que sea la causa (ganas
de ayudar a la gente).
Entiendo que tu experiencia personal no concuerda totalmente
con la de cada uno de los que escriben aqui (a mi también
me pasa muchas veces y no me extraña porque hay bastante
cosas y manera de hacer en la Obra -siendo mas o menos estrictos
o exigentes- que dependen mas del país donde vives
y de los directores que tienes en cada momento), pero no me
parece que, por eso, tienes el derecho de decir que todo lo
que se cuenta sea exagerado. Cada experiencia es unica y es
mas el conjunto de experiencias (tanto de los que siguen fieles
en la Obra que de los que, como tú, se han salido por
el motivo que sea) que permite entender mejor lo que pasa
en la Obra y lo que es la Obra en el seno de nuestra santa
madre la Igelsia.
Un abrazo,
Alfredo
Querida Esther
He leído tu carta, y estoy de acuerdo contigo de que
tu historia es la de muchos de los que escribimos ahora en
esta página.
Y me he acordado de un chico, llamado Enrique. Había
sido catequista suyo, en un colegio de mi pueblo, organizado
desde un centro de la obra. No había pitado nadie de
ese colegio, y estaba a punto de cerrarse la catequesis, a
pesar de mi negativa. Aunque de eso ya hablaré otro
día, si me acuerdo.
Enrique empezó a venir por el centro. Ya tenía
quince años, y podía romper la mala racha de
la catequesis. Podía pitar él, y empezar a pitar
muchos más, que estaban como a la expectativa, como
esperando a ver si alguien se decidía.
Enrique iba a la charla de uno de la obra, pongamos que se
llamaba Adolfo. Entre Adolfo y yo había una sintonía
especial, eramos del mismo curso escolar, yo le había
hablado de pitar a él, y los dos estábamos en
la dichosa catequesis. No sé a santo de qué,
Adolfo me estuvo contando con pelos y señales el plan
de vida que le había puesto al pobre Enrique (o Quique).
Era como el suyo propio. Para acabar de convencerme de la
bondad de su "plan", me dijo: "Ya verás,
Gregory: o pita, o peta".
La frase me olió a cuerno quemado. Recuerdo que le
espeté que eso era una barbaridad, y que lo más
probable era que petara y que no le viéramos más.
Recuerdo que consulté una corrección fraterna,
pero no sé si me dejaron hacerla, o si la bronca que
le pegué fue espontánea y sobre la marcha.
El caso es que, a los pocos días, Enrique, Quique,
desapareció. Es evidente: petó.
El sistema de captación que nos cuentas no es un caso
aislado. He visto muchos casos de verdadero acoso a personas
para que se hicieran de la obra. Pero nunca me gustó.
Siempre fui partidario de esperar, de dejar a la gente que
hiciera oración, que fuera a misa, que sacara mejores
notas. Que les costara. Siempre decía que un clavo
que cuesta clavar es más difícil de que se caiga.
Pero en los últimos tiempos, desde que se podía
pitar como aspirante, comprobé que se hablaba de pitar
a todo el que aparecía por el centro más de
dos veces. Incluso a personas que ni siquiera iban a Misa
los domingos, ni se tenía una conciencia clara de que
estuvieran bautizados. No estoy diciendo barbaridades: es
lo que yo vi.
José Carlos:
no tengo ningún documento en el que aparezcan estas
cosas. Lo lamento. Pero son ciertas.
Esther, ya ves que te entendemos bien. No sé tu situación
actual. Pero no sufras. Veinte años son muchos años.
Pero queda mucho por vivir.
Un abrazo para ti, y para todos los amigos de la página.
Y feliz 2004.
Gregory P.
Algunas observaciones con respecto
a mi sugerencia
de que hagamos examen (3-I):
No fue mi deseo "provocar", sino que los que quisieran
pensáramos un poco en la mejor forma de hacer las cosas
en esta web. Siento muchísimo que Xavier
lo perciba como "echar sal en las heridas" (6-I).
Creo que algunas de mis preguntas se han malinterpretado.
Agradezco a Claudia
(4-I) y al Crítico constructivo (4-I
y 5-I) sus respetuosas
y bien pensadas respuestas, que siempre me hacen reflexionar.
No quiero hacer un comentario exhaustivo a todas ellas, porque
siempre me alargo, pero algunos puntos sí voy a tocar.
Estoy de acuerdo con Claudia
en que el tono de la web y las intervenciones de los orejas
han ido mejorando bastante, por lo menos desde que empecé
a contribuir en septiembre. La respuesta de algún oreja
a mis correos me ha parecido bastante magnánima, y
se lo he agradecido privadamente.
Entiendo el punto de vista del Crítico constructivo,
cuando justifica por caridad y por justicia sus críticas
contra el Opus Dei. Lo entiendo, y lo respeto: quizá
si yo hubiese presenciado o vivido lo que contáis,
obraría de la misma forma, y me parece que en conciencia
uno puede aceptar las razones que das para actuar como vos
:).
Tampoco quise insinuar que los errores que podamos cometer
nosotros, no los cometan personas del Opus Dei; si se percibió
que yo tomaba esa posición, la percepción es
errónea.
El que pregunte si es "apropiado, partiendo de una situación
puntual que le ocurrió a una persona una vez, hacer
una generalización sobre cómo se viven las cosas
en todo el Opus Dei", no implica que TODOS en esta web
hagan eso, o que no sean verdad el conjunto de testimonios
que siguen llegando: yo los creo, y me dan gran pena y mucho
que pensar. Pero generalizaciones exageradas sí que
me parece que ocurren de vez en cuando, y creo que no son
acertadas.
Por ejemplo: no me pareció apropiado que porque un
director con una caradura de aquí te espero le pida
a un adscrito que vaya al Corte Inglés a devolver unos
pantalones (como si fuera su sirviente, qué se habrá
creído), de esa anécdota se parta para asegurar
que "en el Opus Dei se utiliza a las personas aprovechando
la obediencia incluso en casos de escasa trascendencia";
o porque un supernumerario no sepa controlar sus instintos
y actúe como una bestia, "los supernumerarios
varones sean el reducto del más acendrado machismo",
con la generosa salvedad "no todos pero sí la
mayoría" (¿basado en qué encuesta,
en qué estudio, en qué comparación?);
o seguir insistiendo con que en los centros de San Rafael
se exige cupo de vocaciones anuales, cuando eso pudo haber
ocurrido en la España profunda de hace treinta años,
pero en mis cinco años de director de una residencia
de estudiantes fuera de España en los noventa, no lo
vi ni una vez.
Respecto a la frase "nuestro amadísimo fundador":
la puse entre comillas, utilizando una expresión prestada
de un asiduo escritor en estas páginas, que por cierto
no se lleva ninguna queja por llamarle así. Perdonad
si cayó mal.
Prefiero pasar por alto las respuestas cargadas de ironía,
por desagradables y por no venir a cuento. Pero ya que Honorio
(5-I) me pide que conteste a su "contra-examen":
1. ¿Sería capaz de afirmar que cuando yo pertenecí
a la Obra fui un "cristiano corriente en medio del mundo",
con los mismos afanes, la misma vida, la misma libertad de
cualquier otro cristiano corriente?
Sabemos que la vida de un numerario es bastante diferente
de la inmensa mayoría de la gente, y no sólo
por el celibato. Creo que el celibato y el estilo de vida
que se deriva de él (acertado o no) hace que algunos
afanes de un numerario no sean exactamente los mismos que
los de los no numerarios (otros, sí: santificarse,
tener amigos, trabajar bien, hacer deporte, defender la verdad).
Es verdad que lo que yo viví era diferente de los amigos
que me rodeaban. Ahora, sí que me sentí "en
medio del mundo" (nunca trabajé en labores internas
u obras corporativas), y siempre me sentí libre: elegí
voluntariamente condicionar mi libertad, porque quise; y no
la perdí, porque me fui también cuando me dio
la gana.
2. ¿Sería capaz de negar que en el Opus Dei
no se utiliza la amistad con la gente del exterior única
y exclusivamente para el reclutamiento de nuevos miembros
o para sacarles algún beneficio material para las casas
de la Obra?
Sí soy capaz, porque cuando absolutizas con el "única
y exclusivamente" no dejas abierta la posibilidad de
que haya personas dentro de la Obra que no caen en tan tremendo
error. Puede ocurrir que algunos instrumentalicen la amistad,
y que la conviertan en medio en vez de fin: me parece fatal,
no creo que sea ése el espíritu de la Obra y
pienso que los que así actúan hacen un daño
terrible e irreparable, y así lo dije en todas las
charlas sobre el tema que me tocó dar. Niego rotundamente
que TODOS los miembros del Opus Dei corrompan la amistad de
esa manera, y no es lo que yo aprendí dentro. Como
numerario tuve muchos amigos que nunca pisaron un centro o
que dejaron de pisarlo, hacía planes para pasarlo bien
con ellos, y nunca aconsejé a nadie que dejara de tratar
a sus verdaderos amigos.
3. La larga pregunta sobre el trato con los ex-miembros:
admito que se tiende a no hablar de nosotros. Pero a mí
nunca se me prohibió que tratara con ex-miembros, y
así lo hice con varios; yo sigo en contacto con muchos
que siguen dentro. Estas Navidades he recibido Christmas de
diez miembros de la Obra, excluyendo a mis familiares (uno
de ellos decía: "por aquí se te sigue recordando
mucho" - a lo mejor era una mentira piadosa, pero bueno).
A Gustavo (5-I):
por favor, aclárame cómo las preguntas que formulé
hacen que "me hunda solo a medida que escribo".
Comentarios como ése ni me ayudan ni conducen a nada.
Finalmente, al "oreja
Domingo" (3-I): no creo que haya dos "Opus
Deis", pero sí mucha gente distinta y vivencias
diferentes. No me parece justo que me hagáis aparecer
como un caso aislado y raro, porque hay ex-miembros que piensan
como yo, y muchas personas que siguen dentro, que son inteligentes,
buenas, razonables y prudentes, y que también se acercan
a mi posición. ¿Por qué no cuenta su
punto de vista? ¿O es que sólo los ex-miembros
que participan en esta web tienens esa gnosis especial que
nos ha hecho salir de la caverna de Platón, y todos
los que siguen dentro son idiotas, prisioneros o malvados?
Sabed que lo que contáis lo creo, es verdaderamente
traumático, y me podía haber ocurrido a mí.
No cambia radicalmente mi visión de la Obra porque
soy muy consciente de las miserias humanas. Yo no viví
las tragedias que aquí se describen; lo que intenté
vivir fue un ideal que me fascinaba, y que todavía
me atrae, porque gracias a Dios se puede vivir fuera de la
Obra. Lo que presencié fue el deseo de muchas personas
buenas por servir a Dios, querer a los demás y hacer
el bien, sin cometer las injusticias y faltas de caridad que
relatáis. Eso me da la esperanza de que el espíritu
de un Opus Dei bueno, el que nos cautivó en su día,
puede existir.
José Carlos
(Amigo, tú serías capaz de decirles a los
ex prisioneros de Austchwiz que el Austchwiz que describen,
nunca existió o que si existió, están
confundidos porque se vivía genial allí dentro,
entraban y salían cuando querían y las cámaras
de gas eran lugares muy agradables y que olían a GLORIA.
Amigo, que hablamos de muchos años y muchas vidas y
mucho sufrimiento. No juegues con el dolor ajeno.)
Hola a todos.
Yo como algunos de ustedes tuve la triste experiencia de
haber sido numerario por 10 años, cosa que definitivamente
cambio la vida alegre de un joven de 23, pero ahora que me
encuentro con la página por recomendación de
un amigo y compañero de aquel tiempo en el Opus, la
encuentro muy interesante y ha renacido en mi el deseo de
hablar especialmente después de haber leido en libros
Silenciados, Las
Redes del Opus Dei, mi más sinceras felicitaciones
por este documento que seguramente recomendaré entre
mi mejores amigos.
Cordialmente
RF
Queridos amigos,
La verdad es que me he quedado anonadado al conocer y leer
vuestra pagina web. Lo cierto es que al ir leyendo cada uno
de los testimonios iba haciendo recuento de mis historias
pasadas también dentro del Opus Dei. Cuanto bien me
habría hecho esta pagina el dia que yo decidí
salirme de esta institución!!!!!!!!!!!!!!!!. Desafortunamente
no estaban en ese momento, pero gracias a Dios ahora sí
y sé que van a hacer mucho bien a muchas personas.
Solo darles las gracias por el esfuerzo que dedican y por
esta bocanada de aire fresco que han sido Vds en mi vida,
un poco descreída del ser humano tras mi paso por Opus
Dei durante 20 años como Agregado.
Les dejo mi nombre, e-mail y teléfono por si puedo
servir de ayuda a alguien que pueda estar pasando por ese
difícil momento que es la salida del Opus Dei.
Muchas gracias y que Dios les bendiga ¡ de todo corazón
!
Francisco (Argentina)
ESTHER
¡Bienvenida! Cuenta conmigo para lo que necesites. Me
imagino perfectamente cómo te sientes ahora si hace
poco que has abandonado esa carcel infernal y acabas de poner
los pies en la tierra y empiezas a ser consciente de que tienes
que sujetarte sobre ellos y sin más apoyos.
Comienzas una aventura apasionante. ¡No te vas a arrepentir,
te lo aseguro!
Si necesitas cualquier cosa en concreto no dudes en solicitar
mi dirección a los orejas. ¡UN FORTISIMO ABRAZO
CON INMENSO CARIÑO!
PARA TODOS
Por supuesto que hemos recuperado la libertad y cada quien
puede hacer lo que le parezca, pero me da pena que Jose
Carlos polarice de nuevo la página.
Yo soy de las que no confio en su sinceridad. No sé
si tengo razones suficientemente fundadas, pero así
lo siento, y mi intuición no me suele fallar. ¡Lo
siento Jose Carlos, pero ya te lo dije en una ocasión,
no me fío de tí.
Como dice Claudia
(4-1-04) es un provocador. Me gustaría que no nos dejáramos
manipular y no entráramos al trapo a todo lo que plantea.
¿Por qué le dejamos que nos cree sentido de
culpabilidad y nos sentimos en la obligación de contestar
a todo lo que se le ocurra plantear?.
Ya nos hemos hecho bastante daño como para dejar que
nos sigan pidiendo cuentas de nada.
Un carñoso abrazo para todos y ¡FELIZ AÑO
NUEVO!
Carmen Charo
Amiga Esther:
Nos concretas poco pero nos cuentas muchísimo. No
sabemos mucho que ha pasado en esos 20 años, pero nos
lo imaginamos. El problema de las "artimañas",
no es sólo con los demás, es sobretodo con uno
mismo. Hace 12 años yo estaba en la misma situación.
En su momento me fui a 500 km y también me subí
a un tren. Nadie me fue a recoger a la estación. Volví
en autobús 13 años después, nadie me
acompañó a la estación. Por suerte estaba
plenamente convencido de lo que hacía y nunca lo dudé.
Lo que me atormentaba era el porqué de aquellos 13
años, por qué había tolerado y aceptado
tantas incoherencias, por qué había participado
de tantas injusticias, por qué estuve tan ciego. No
quise saber nada más del opus Dei, pero me creía
un caso aislado, único, una persona que no había
tenido las agallas suficientes para plantarse a tiempo. Pero
sucede que subirse al tren del opus Dei es subirse a un tren
sin paradas, un tren hermético con aire acondicionado
reciclado, y bajarse en marcha puede suponer un descalabro.
Algunos lo hacían así: las famosas defecciones
notorias y escandalosas. A lo largo de esos 13 años
"mi tren" se paró 3 veces: la primera vez
me "convencieron" de que no me bajara, la segunda
dudé y volvió a ponerse en marcha, la tercera
la pude preparar con meses de antelación -la decisión
estaba muy madura- y nadie pudo evitar mi salida.
Mi "reconstrucción" la tuve que afrontar
básicamente solo. ¿En que me ha ayudado opuslibros
12 años después, cuando desde un punto de vista
externo estoy completamente "normalizado"?. Primero:
Ver que mi caso no era excepcional, que mucha gente inteligente
y con sentido común -basta leer los testimonios- se
ha visto en situaciones parecidas o peores, y ha pasado por
las mismas dificultades para encontrar una salida. Reconocer
eso ha supuesto cerrar una parte de la herida que todavía
no había cicatrizado. Segundo: Quizás a consecuencia
de lo primero (los mecanismos del subconsciente son complejos)
se han terminado mis pesadillas en que me veía de nuevo
dentro e incapaz de plantear mi salida. Tercero: Me lo paso
muy bien y aprendo mucho de todos vosotros.
Esther, creo que la "reconstrucción" personal
sólo puede edificarse sobre una aceptación de
esas cosas que he comentado y otras. Empieza a ser tu misma,
lee, infórmate de todo sin prejuicios, no tengas miedo
a equivocarte (fuera no hay correcciones fraternas), acostúmbrate
a discernir por ti misma, no quieras "cambiarte"
de la noche a la mañana porqué entonces se puede
hacer el ridículo. La reconstrucción consiste
en buena medida en aprender a ser autónomos de nuevo:
es duro al principio pero se puede. Se te nota un gran corazón:
a querer a los demás sin trabas. Jacinto Choza (4/1)
en su brillante exposición sobre la
biografía de A. Ruíz Retegui (por cierto
muy delicada con la prelatura, a pesar de algunas sutiles
cargas de profundidad) nos habla al final de una moral que
aúne y compagine la bondad y la felicidad. Cuando me
fui, una de las razones que di es que no era feliz y me dijeron
que la felicidad no era importante para tomar esa decisión.
Para ellos la bondad es lo institucional y la felicidad lo
teologal: sólo lo institucional es importante. "Extra
Ecclesia nulla salus" para ellos se transforma en "extra
opus dei nulla salus", dando una vuelta más a
la tuerca de ese concepto erróneo y trasnochado.
Me encantaría poder ayudarte más, si quieres
pide mi e-mail a los orejas.
Un fuerte abrazo a ti y a todos,
Galileo
PD: Que bien le aprovechó la mili a José
Antonio!!!
Estimados Orejas,
Quería que felicitarais de mi parte al lucidísimo
Satur, que en cada entrega desnuda su realidad en la obra
con un criterio envidiable.
El último
escrito especialmente (nº 14, 4/01/04) deja un
fondo muy duro y clarificador en su sinceridad aplastante
y carente de retórica inútil.
Gracias, es un privilegio leerlo, cae como una losa de luz
en el corazón. Pesa, pero auyenta la oscuridad.
Besos, gracias de nuevo por este maravilloso regalo de Reyes.
Raquel
Necesito una opinión
Apreciados Amigos/as:
LLevo un año aproximadamente trabajando en una "empresa"
relacionada con el Opus Dei. Por mi manera de ser (católica,
creyente y muy trabajadora), encajé muy rápidamente
en su perfil. Me han llevado a "recesos", "charlas",
...
Puedo confirmar que he roto, mi relación con ellos
por tener la sensación de pérdida de identidad.
He estado tan "bloqueada" que no podía pensar
por mi misma. Ahora me siento "libre" pero con una
gran pena: he conocido a un chico "numerario". Es
la mejor persona que he conocido en mi vida. Sé que
él tiene dudas sobre "La Obra" y que en determinados
momentos, por su manera de ser, (rebelde) duda de pertenecer
a una organización así, aunque estos momentos
son los mínimos, porqué desde los 14 años
forma parte de esta secta.
Yo he decidido "alejarme", para pensar cómo
podría ayudarlo. Por favor, ¿podrías
aconsejarme? se me rompe el corazón de ver como "malgasta"
su vida.
Sinceramente y de corazón, muchas gracias por leer
este e-mail. Espero que no desaparezcáis nunca. Me
encantaría poder formar parte de vosotros y ayudaros
en todo lo que pueda.
Maria del C.
(Amiga, no se pueden dar consejos para una tercera persona
que no los pide o quizá no los necesite. No se trata
-al menos en esta web- de sacar a nadie de la Obra, sólo
de echar una mano a los que se quieran ir o se hayan ido.
También hay información para los que se lo están
pensando, pero para el que está dentro, la decisión
de marcharse y la de quedarse, sólo puede ser de él
mismo. Eso es la libertad y nosotros la respetamos profundamente.
Ejemplo: durante mis primeros 7 años en la Obra, yo
no hubiera permitido a nadie que intentara que me fuera porque
yo estaba donde creía estar o donde debía y
el primer convencido era yo. En cambio, poco tiempo después,
cuando yo por mí mismo ya notaba que algo no funcionaba,
emprendí mi batalla particular para aclararme. Sin
que nadie me lo dijera busqué el libro de Carmen
Tapia, me puse en contacto con un ex miembro, hablé
con un sacerdote que no era de la Obra... Es decir, que aunque
cueste y sea duro, cuando un miembro del Opus quiere información
y ayuda, la busca. Y ahí es donde puedes intervenir
tú o pueden intervenir los orejas. Pero ese momento
es único para cada uno y no se puede ni se debe forzar
a nadie.)
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