CORRESPONDENCIA
5-1-2004
El gran monólogo
Orejas!
He leído la nueva
entrega de Satur, y no puedo dejar de felicitarlo
por su excelente escrito. Su descripción de la charla
semanal debería ser lectura obligatoria para los directores.
Si hubo algo que siempre odié hacer fue la charla.
Qué sentido tiene el sentarse delante de alguien que
no le interesa lo que uno le está diciendo, o con alguien
con quien uno no tiene la más mínima confianza?
Siempre me dijeron que era mi falta de visión sobrenatural,
y que tenía que entender que el director tenía
gracia de estado para escuchar mi charla. Y algo que entiendo
estaba pensado para ayudar a mi alma se convirtió en
una pesadilla.
Sé que uno tiene que tener visión sobrenatural
cuando se confiesa y por la fe creer que el sacerdote es un
representante de Dios, pero ¿por qué estirar
nuestra visión sobrenatural al máximo con la
charla?
Cuándo uno hace la charla con alguien con quien tiene
algo de sintonía las cosas van bien, pero en cuanto
uno se topa con un androide no tiene escapatoria!
A mi parecer, y Satur también lo dice al final de
su escrito, el gran problema del Opus Dei es que es un gran
monólogo. Uno se la pasa escuchando, y cuando uno quiere
hablar nadie lo escucha. Hay muchos que oyen, y dan respuestas
armadas y normas y frases hechas, pero nadie escucha.
Y yo también en su momento oí pero no escuché,
pues mucha gente a mi alrededor se fue y yo ni me enteré
de lo que les estaba pasando. Tal vez me lo dijeron de mil
formas distintas, y no supe estar con ellos en el momento
que me necesitaban. Es que estaba tan ocupado oyendo el monólogo
que no los supe escuchar.
Mariano
Estimados Orejas
Ante todo les deseo un muy Feliz año nuevo a Uds.
y a todos los colaboradores de la página.
En los últimos días han agregado mucho material
nuevo aún no le he leído todo- y quisiera
comentar acerca del algunos.
1) Creo que no vale la pena contestar a José
Carlos (4/01/03). Ya le han contestado bastante y
acertadamente. Me parece que se hunde solo a medida que escribe
y crea una peor imagen a la corporación
que él defiende. Lo del punto 40 de Camino
es un excelente acierto de Javier;
2) Con respecto al tema de las demandas judiciales
que Galileo (4/01/03)
propone sería interesante pensar en una class
action en lugar de una acción individual. Asi
se podrían sumar los daños sufridos por los
ex-miembros y hacer una demanda con mayor peso. Se podría
reclamar por daño psicológico, o por ingratitud
del donatario (esto relacionado con el dinero que uno le entrega
al opus durante su estancia allí). Habría que
estudiar el tema. Se que en otro caso ocurrido en Inglaterra
el opus también pagó para evitar el escándalo.
A mi salida de la obra pensé en instaurar una acción,
pero me fue desaconsejado por varias personas para evitar
sufrir represalias, tanto personales como laborales. Es más
fácil ensuciar a una sola persona que a muchas por
lo que la acción colectiva puede ser algo más
efectivo;
3) Sin palabras sobre la carta
de Escrivá a Franco (creo que sobran ¿no?);
4) Satur,
como siempre, un crack;
5) Juan M. (4/01/03)
seguro te conozco y sé de que oratorio interno hablas.
Efectivamente es muy difícil acceder a una de las tres
cartas llamadas las campanadas. Según dicen
en el opus ello es por que se encuentra desactualizada
y se puede mal entender lo que allí se menciona;
Les mando un abrazo a todos y les deseo un gran 2004
Gustavo
Sacerdotes promovidos a Obispos
Aunque imagino que Javier
(4-1-04) conocerá este texto, reproduzco las palabras
del que fue secretario general del Opus Dei en los años
60, Antonio Pérez-Tenessa, en torno a la vinculación
con la Obra que debían mantener los sacerdotes numerarios
cuando eran promovidos al obispado. El texto está recogido
en el libro de Alberto Moncada Historia
Oral del Opus Dei, capítulo
primero.
Dice así: "El padre Escrivá -cuenta Antonio
Pérez- consideraba que, como fundador del Opus Dei,
él tenía, debía tener, ante sus hijos,
más carisma, más importancia que obispos, cardenales
e incluso Papas. Por eso diseñó una curiosa
legislación para cuando hubiera personalidades eclesiásticas
en la Obra, que se basaba sustancialmente en cancelar la libertad
personal que los religiosos logran respecto a sus instituciones
cuando llegan a ser obispos u otros cargos en el mundo eclesiástico
ordinario. En el Opus, por el contrario, se acentuaba la subordinación
al Padre e incluso había una peculiar simbología
al respecto. Yo recuerdo una vez en Roma, cuando me encontré
en la casa central a Lucho Sánchez Moreno, un peruano
numerario, que había trabajado conmigo en la secretaría
general, y que resultó ser el primer obispo del Opus.
Al verle, yo me acerqué a saludarle y muy sinceramente
le besé el anillo pastoral. Al Padre aquello le sentó
muy mal porque "en casa sólo se le besa la mano
al Padre".
Según se desprende de estas afirmaciones (y en contra
de lo que Javier supone en su texto Los
Obispos del Opus Dei), sí debe existir
algún tipo de reglamentación interna en la Obra
que estipule el tipo de relación que con la institución
deben mantener los sacerdotes nombrados Obispos o Cardenales.
Aunque tampoco descarto que con los constantes cambios jurídicos
de los últimos 20 años es posible que esa legislación
interna haya sufrido algún tipo de modificación
o sea sencillamente inaccesible para los socios de a pie.
Un saludo.
Jose.
Más preguntas de examen
Como quiera que desde que abandoné ese foro de libertad
-¿qué digo libertad?: ¡liberrilibertad!-
que se llama Opus Dei he perdido algo de práctica en
eso de hacer el examen de conciencia mediante guiones pautados
por otros, voy a pedir un favor a los Orejas. Que editen en
la página un casillero con cuadrículas con todas
y cada una de las preguntas de ese genio llamado José
Carlos para que, noche a noche, mañana a mañana,
vaya poniendo mi puntuación personal, en ese acto personal
y espontáneo que tanto se lleva en la institución.
Y, ya puestos, lo Orejas perdonad el abuso- podrían
añadir estás tres simples preguntas:
1.- Si me encontrara ante Dios, ¿sería capaz
de afirmar que cuando yo pertenecí a la Obra fui un
cristiano corriente en medio del mundo, con los
mismos afanes, la misma vida, la misma libertad de cualquier
otro cristiano corriente?
2.- Si me encontrara ahora mismo ante Dios, ¿sería
capaz de negar que en el Opus Dei no se utiliza la amistad
con la gente del exterior única y exclusivamente para
el reclutamiento de nuevos miembros o para sacarles algún
beneficio material para las casas de la Obra?
3.- Si me encontrara ante Dios ya mismo, ¿sería
capaz de negar que a los que abandonaron la Obra cuando yo
estaba dentro no se los olvidaba y se evitaba hacer cualquier
referencia a ellos, e que incluso cuando preguntabas a los
directores te hablaban negativamente de ellos? ¿Sería
capaz de negar ante Dios nuestro Señor que no se me
prohibió el trato con ex miembros y que yo mismo según
algunos me dijeron posteriormente cuando también salieron-
fui objeto de ese rechazo, como un apestado? ¿Sería
capaz de justificar ante Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu
Santo que eso se adecua al Amad a Dios sobre todas las
cosas y al prójimo como a ti mismo que predicó
Jesucristo?
Jose Carlos, sería un honor que fueras el primero
en responder públicamente a estas tres sencillas preguntas.
Hay muchas más.
Honorio
Examen de conciencia (II)
Estimado José Carlos:
Sigo con mi examen de conciencia.
3. ¿Es apropiado, partiendo de una situación
puntual que le ocurrió a una persona una vez, hacer
una generalización sobre cómo se viven las cosas
en todo el Opus Dei?
Respondo:
a) la pregunta está redactada de tal forma que condiciona
la respuesta;
b) siempre he hablado, principalmente, desde mi experiencia
personal, de aquellos hechos de los que he sido testigo directo,
ocurridos en mi país (Argentina), en la que era mi
sección (varones), en los años durante los cuales
fui numerario;
c) a mi experiencia directa, puedo añadir, gracias
a la web, numerosos testimonios de personas de distintos países,
de distinto sexo, que pertenecieron a la Obra en tiempos diversos;
d) cuando los testimonios son concordantes, es legítimo
presumir que se trata de prácticas bastante difundidas,
más o menos generalizadas según la materia de
que se trate, aunque no se trate de una conclusión
de validez absolutamente universal, aplicable a todo el Opus
Dei;
e) te invito a profundizar en el concepto de estructura
de pecado, esbozado por Jacinto Choza en
su homenaje a Antonio Ruiz Retegui; recuerda que hay
formas de organización de la vida humana que
inducen a todos los que forman parte de ella al pecado anulando
su conciencia moral
.
4. Cuando hacemos alguna acusación, ¿nos
preocupamos de que lo que se dice vaya apoyado por fuentes,
con rigor? (
) ¿O saltamos alegremente al teclado
en cuanto hay una oportunidad de criticar a la Obra?
Respondo:
a) no está en mi intención calumniar al Opus
Dei; y trato, en la medida de mis posibilidades, de no lanzar
críticas ligeras y sin fundamento;
b) en defensa de los demás, debo recordarte algo:
la vida en la Obra, con sus publicaciones internas, documentos
secretos, conversaciones con directores de las que no se guarda
constancia, prohibición de tratar asuntos personales
con otros que no sean los designados por los directores, imposibilidad
de consultar a expertos ajenos a la Prelatura (médicos,
teólogos, canonistas.), y un largo etcétera,
hacen muy difícil que un ex miembro del Opus Dei pueda
confirmar sus afirmaciones con otras pruebas que no sean sus
propios recuerdos;
c) las cautelas para resguardar la privacidad de la vida
interna del Opus Dei son la ocasión de muchos crímenes
perfectos, en los que los directores responsables tienen
asegurada su impunidad.
5. ¿Qué nos une a los que aquí escribimos,
algo predominantemente negativo -resentimiento, dolor, pena-
o algo positivo -ganas de hacer el bien, de conocer la verdad,
de ayudar a la gente?
Respondo:
a) seguramente sabes que es legítimo, con causa proporcionada,
manifestar los defectos ocultos del prójimo, siempre
que se haga evitando motivos de rencor, envidia o cualquier
otro afecto desordenado;
b) respecto del Opus Dei, una de las razones que legitiman
la manifestación de los defectos ocultos en su praxis
es el bien común de la Iglesia; otra de las razones
es la protección de terceras personas, que pueden verse
perjudicadas;
c) a todo ello hay que agregar, el deseo de una justa vindicación
(cfr. S. Th., II-II, q. 108);
d) si mi intención, o la de cualquiera de los que
participamos en la web, no es recta podemos rectificarla y
seguir adelante.
6. Si realmente deseamos hacer el bien, ¿nos motiva
el amor y la caridad en todas nuestras intervenciones?
Vale lo dicho en 5). Agrego que por caridad, para precaver
de posibles daños a terceras personas y a la comunidad
(civil y eclesial), se puede manifestar los defectos ocultos
del prójimo.
7. Los que nos sentimos heridos por algo que haya hecho
o dicho un miembro, sacerdote o director-a del Opus Dei, ¿sabemos
perdonar? ¿De verdad, de corazón?
Respondo:
a) es cierto que casi siempre se aconseja perdonar las ofensas
del prójimo en vez de procurar su castigo;
b) pero hay veces en que el honor de Dios, el bien común
o la enmienda del prójimo, hacen necesario que se exija
la reparación de la injurias;
c) La injuria contra una persona puede serlo también
contra Dios y contra la Iglesia, y entonces uno mismo debe
ejercitar su propia venganza
(II-II, q. 108, a.
1, ad 2).
A las preguntas 8) y 9) han respondido de manera más
que suficiente los Orejas interesados, Claudia
y Javier. A ellos me
remito.
10. Los que seguimos creyendo en la autoridad de la Iglesia
en materias como los procesos de canonización, ¿qué
le vamos a decir a "nuestro amadísimo fundador"
cuando -Dios mediante- nos topemos con él ahí
arriba?
Respondo:
a) nunca he dejado de creer en la autoridad de la Iglesia
en materias como los procesos de canonización;
b) San Josemaría Escrivá puede ser TU padre
fundador, pero no ha sido ni será MI padre fundador;
c) si tengo posibilidad de elegir con qué santos estaré
en el cielo, me gustaría sentarme a tomar unos mates
con el bueno de fray Tomás de Aquino, antes que con
Escrivá;
d) si me encuentro con san Escrivá, le diría
que interceda para que el Prelado del Opus Dei pida perdón
Dios y a los ofendidos por todo el daño que han causado;
y que sus hijos no se olviden de la unidad de vida
cuando les toque reparar.
Atte.,
Critico constructivo.
Tres campanazos
Sobre las últimas cartas del fundador. En respuesta
a Juan M. -de fecha 4-1
2004.
Las recuerdo. Eran especiales. No se guardaban en el oratorio.
Se leyeron "a viva voz" a los numerarios del centro
(unos 120). Habia que pedir permiso para leerlas y llevarlas
a la oracion. Solo habian dos copias de cada carta en el centro
internacional de estudios Aralar (donde iban los futuros sacerdotes
y los del ce.)
El ambiente interno de esos años era de tono muy alarmista.
Los temas eran "la Iglesia está mal", "hay
que rezar por el Papa y sobre todo por el proximo Papa que
será martir desde el primer dia", "el demonio
está muy metido dentro de la Iglesia".
Se interpretaba que con los "3 campanazos" Escrivá
estaba haciendo de extremo salvador de su grey en la obra
frente a la crisis de la Iglesia. Se habla con frequencia
de lo mucho que sufria el padre por la Iglesia. Tambien frases
de algún director tipo: "ufff si esta carta cayera
en manos de algun cardenal". Y peor: "puede haber
un cisma en la Iglesia" (pasados 30 años no lo
ha habido). Y aun más: "el padre es la persona
de la historia que mas Gracia de Dios ha tenido desde San
Pablo". (sin comentarios).
Todo ello reforzaba el mensaje de las 3 cartas. En esos años,
parecia que la obra estaba para salvar a la Iglesia.
Una anecdota: se armo un revuelo porque un numerario que llevaba
las cartas en taxi, perdió una en el taxi.
¿Secretismo o prudencia?: habia una trituradora de
papeles en la habitacion privada del rector del centro. Ciertos
papeles no iban a la basura.
No se si fueron las últimas cartas del fundador. Yo
tambien -como tu Juan M-
tengo curiosidad por releerlas. Yo no estaba en posición
de valorarlas objetivamente en aquella epoca.
Los escritos de un "santo" ¿no son públicos?
¿Dónde están las "obras completas"
de Escrivá para que las conozca la Iglesia universal?
Sugiero a la Prelatura que coloque esas tres cartas en la
web oficial. Sin retocarlas... eh! Si eran por el bien de
la Iglesia entonces, tambien pueden serlo ahora.
Y se sigue sin saber lo que pasó con la copia del taxi...
Hormiguita
Y mensaje al sobrino Albás: baja el precio del libro,
aqui no estamos para ganar dinero.
Campanadas
Las 3 Campanadas fueron, como dice Juan
M. (4/1/2004), cartas "escritas con motivo de
la crisis pos-conciliar de la Iglesia" en los años
73 y 74.
La tercera y más larga se referencia como "Carta,
14-II-1974". El escrito de E.B.E., "Las
redes de la barca del Opus Dei" contiene varias
de ellas.
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