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OPUS DEI: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 


18-1-2004


Javier Canals escribe: "...y permitidme que os pida de nuevo perdón en nombre propio a todos los que sufristeis al salir...".

¿Y no pides perdón a todos los hijos de supernumerarios que hemos padecido vuestra muerte civil en nuestras familias por no pitar a los 14 y medio?

Pide perdón por toda la demonización que sufrimos de vuestros deformados en las familias en las que debemos criarnos. Por el ostrascismo que padecemos. Por su acoso continuado diario. Y todo ello, por ejemplo, sin vacaciones para recargar pilas, que los demás las hacen con vuestro opus y cualquier otro tipo de vacaciones serían un continuo estado de guerra con el resto de miembros de nuestra malvada sociedad.

Y pide perdón por la habitual táctica de solicitar tolerancia y respeto en situaciones de inferioridad, mientras que no se respetais nada ni a nadie en mayoría.

Xavier de Barcelona


Escribo de nuevo demasiado largo, pero por última vez, porque debo respuestas a algunas preguntas.

A varios. Para que quede claro: si leo esta Web y escribo en la sección Correspondencia lo hago con permiso explícito, pero no por encargo de nadie. Me advierte Alfredo (15-I) que me puede hacer daño visitar esta Web, y Carmen Charo (17-I) me advierte de que puede ir en ello mi vocación. Es evidente que me puede hacer daño, a varios niveles. Me hace daño -me duele- ver testimonios de sufrimiento, presente o pasado. Ya lo comenté en otras cartas. También me hacen daño algunas afirmaciones sobre la Obra, sobre su Fundador, o sobre la Iglesia. En cuanto al otro daño (o peligro para mi perseverancia), nos acecha a todos desde que llegamos a la Obra hasta que nos morimos, y por ello rezamos a Dios todos los días.

También debo una respuesta al "oreja" que contestó a mi escrito del 16-I. Conozco los filtros de Internet, tanto los de la empresa Optenet como muchos otros, comerciales o no. Conozco el Internet desde que nació, y me parece que los filtros son necesarios (en muchos colegios alemanes y en muchas empresas trabajan con filtros, para que los niños no accedan a Webs neonazis, o para que los empleados trabajen con mayor productividad). Pero vamos al grano: dices, y supongo que es verdad, que han incluido vuestra Web en la categoría "pornografía". Me parece evidente que no es correcto, y no puedo justificar ese modo de proceder. Me parece mal, y punto.

Alfredo: ya que citas un documento interno de gobierno, ¿porqué no citas también el comienzo de ese apartado, donde se dice, no textualmente, que a los que dejan la Obra se les trata siempre "con mucha caridad y delicadeza, como querríamos que hiciesen con nosotros, si nos encontrásemos en las mismas dolorosas circunstancias?" La "excesiva familiaridad" que hay que evitar se entiende (para mí, el texto es claro), no en sentido personal, sino corporativo: es decir, no invitarles a participar en la vida de familia del Centro, por respeto a ambas "partes". A tí, personalmente, te sugiero que leas también el apartado anterior, en el que se habla del modo de atender y acompañar a los que manifiestan el deseo de irse. No creo que tengas nada en contra de lo que ahí se dice. Mi experiencia (limitada, claro) es que, a mi alrededor, siempre se ha procedido así. Además, no sé si conocerás todos los documentos, pero te habrás dado cuenta de la frecuencia con que se utilizan términos como "generalmente", "habitualmente", "suele hacerse" etc. Esta "letra" refleja que la vida no puede encerrarse en una serie de párrafos, y la Obra lo sabe. Gracias por tus aclaraciones. No he dudado, ni dudo ahora, de tu buena fe.

Estimada Claudia: (16-I). Me hablas en presencia de Dios y con el corazón. Yo procuro hacerlo también. Me atribuyes con tu propuesta una capacidad de síntesis descomunal (que no tengo) al proponerme que estudie los testimonios, elabore un dictamen, se introduzcan luego los cambios correspondientes en vuestra Web, lo envíe al Prelado, etc. Además, es patente que la mayoría no quiere que lo haga.

Primero, no creo que yo tenga esa capacidad de síntesis, ni que pueda ser a la vez parte (acusado, por más señas) y "juez instructor". Los temas que se tratan son demasiado diversos, y en planos muy diferentes.

Segundo, y esta es la razón por la que pienso que se va acercando el momento de hacer mutis: esta Web no ha nacido, ni la entienden así la mayoría, para cambiar el Opus Dei. Ni pienso que sea el foro más adecuado para ello. Le doy plenamente la razón a J.C. (17-I) en lo que escribe: la habéis creado, o tomáis parte, para ayudaros y ayudar a otros, y para denunciar algo que pensáis que es, por utilizar un término moderado, reprobable. Si pensara que mis palabras y argumentos, o mi testimonio personal, sirve de ayuda a alguien, no dudaría en seguir escribiendo, a la Web o en privado.

Pero no creo que sea así. No nos andemos por las ramas.

No se trata de fumar en las tertulias ni de los horarios de trabajo de las Auxiliares, de llevar o no a una mujer en coche a su casa porque llueve, o de sillones de orejas y "partes de rosario" (perdona, Satur). El tema más importante y más grave: algunos, o muchos, o todos, os sentís engañados o tratados injustamente por la Obra o por sus directores, sea como persona o sea como "grupo".

Y aquí precisamente es donde veo las limitaciones para mi "intervención". Creo que llegaríamos con frecuencia a puntos muertos, con la alternativa: ¿aquí quién miente, tú o yo? Y no quiero pensar que ninguno de nosotros miente en temas tan importantes.

Por eso pienso que no puedo aportar mucho. Y me guardaré mucho de dar consejos a personas que, en el fondo, no conozco, y no me los han pedido. Claudia: (16-I): yo no quiero "cambiaros". Nunca he pretendido "cambiar" a nadie, por mucho que haya deseado que alquien cambie.

Me consta que el contenido de estas páginas, con filtros o sin ellos, llega con más o menos retraso a los oídos de las personas que pueden juzgar -tanto en la Obra como en la Santa Sede- y, si les parece necesario en conciencia, tomarán las medidas oportunas. Por eso soy muy consciente de la responsabilidad que tengo yo y que tenemos todos de escribir sobre estos temas, no sólo con veracidad, sino en conciencia (en la presencia de Dios, como muy bien decía Claudia).

No creo que nadie esté interesado en que nos pasemos semanas intercambiado cumplidos por nuestra buena educación al contestar, repitiendo: "sí, tu experiencia es ésa, pero la mía y la de otros es ésta", y otra vez a empezar.

En una cosa os doy la razón a Aquilina (15-I) y a Claudia (16-I): no conozco en propia carne el dolor de dejar la Obra, ni tampoco (aunque la comparación no le guste a alguno, ni sea aplicable al 100 %) el dolor de separarse de una mujer/un marido. Lo conozco sólo por referencias, tanto en uno como en otro caso. En familiares muy cercanos, divorciados, he podido apreciar a lo largo de los años una evolución en el modo de juzgar el tiempo de matrimonio. También en amigos míos que han dejado la Obra. También aquí ha habido una evolución.

Ayer me llegó un email de un muy buen amigo de un país centroamericano, padre de familia con 4 hijos, que había sido Numerario antes de que nos conociéramos. Nunca hablamos (yo no saqué el tema, y él tampoco) de sus razones por abandonar la Obra. La sombra en sus ojos al recordar tiempos pasados revelaba una herida, ya cerrada, que yo no quise abrir. Mucho menos pretendo hacerlo con personas que no conozco.

No es imposible que, si alguien me escribe en la "Correspondencia", responda de nuevo. Si no lo hago, no penséis que es por que me lo han "prohibido", ni porque tenga miedo a hablar con cualquiera sobre temas "teóricos", como el de la libertad política en la Obra, el de las metas apostólicas, el de la abundante literatura que existe, con tradición de siglos, firmada por personas que han abandonado instituciones religiosas (sobre todo, sobre los jesuitas), el de la afectividad, etc. Pero me parece que eso son discusiones bizantinas, estando a su lado los testimonios y acusaciones a que me refería antes y ante los que, realmente, yo no puedo más que rezar sin enjuiciar, desagraviar por las ofensas a Dios que suponga la actuación de uno u otro), y encomendar para que todos sepamos encontrar a Dios cada día de nuestra vida (atp (17-I): efectivamente, D. Salvador era tío mío. Al resto no respondo, aunque pienso que te equivocas en tu apreciación, pues no me preguntas nada).

En realidad, no pensaba responder al mensaje de Gustavo (17-I), porque tampoco parece que espere una respuesta. Pero ahora lo hago, para no despedirme a la francesa. Mi página Web la conocen los "orejas" desde mi primer escrito. En estos momentos estoy cambiando mi domicilio y mi oficina a otro Centro, en Essen. A lo de Gustavo: que cada uno juzgue si es improcedente hablar en mi Curriculum (o "vanity page") de mi actividad, pública, en varias residencias de estudiantes.

Un abrazo

Javier Canals

(Amigo, es cierto que enviaste la dirección de tu web pero consideramos que para hacerla pública aquí, tú también tendrías que hacer pública esta web en la tuya, lo que se dice intercambiar links. No creíamos que ibas a estar de acuerdo en que la nuestra dirección apareciera en tu web. Si lo estás, nos lo dices y hacemos el intercambio)


Regreso de un largo viaje profesional por las tierras del norte. En estos días no he podido asomarme a Orejas y, ¡pámpanos!, me encuentro una correspondencia cañera y sorprendente. Hoy voy a escribir con nivel, nada de tonterías. Directo a la inteligencia.

Como dice el Acetato, creo que asín le llamaban también a Santo Tomás, "Non autem videtur pro nobis uniscuamquam esse mare nostrum, si quis dicat quod facit melifluus de cuocue cuacuá, de cuácuá de cuacué. Non enim Deus a nobis offenditur nisi ex eo quod contra nostrum opus dei” (dos son las cosas que todo hombre se pregunta, a saber: cuando los patos vuelan en su viaje migratorio en forma de V, ¿quién de ellos decide cuál va en el vértice?; y la otra pregunta: ¿alguien sabe, de suyo, qué es el opus dei?”. El Acetato (Acetato que sueño con ella, y sólo sé que se llama Noelia...”), no responde, deja las preguntas en suspense.

De todas las correspondencias me parece que la más interesante, atinada, y práctica es la de Jaime, felizmente de vuelta a esta charca de ranas cantarinas que somos los Orejas. Hubo un tiempo en que pensé, y lo escribo con vergüenza, que Jaime tenía un tubo de pegamento al lado del ordenador. Sus aportaciones eran, contri menos, sorprendentes y muy, ¿cómo lo diría?, muy muy. Pero esta vez da en el calvo. Muy bien, viene a decir, no sabemos qué es el opus dei, pero cada uno tiene su parte de verdad del puzzle de la Prelatura. Sentémonos y hablemos... Él lo explica mejor:

“Más allá de la casuística, de los escritos, de esta página web... está el terrible problema. De bien poco sirve, apuntar un testimonio más, cuando hay miles. ¿No sería posible un diálogo con la Obra?, ¿o mejor dicho, con una persona que representara la Obra de verdad?, Incluso que fuera el "Padre". ¡¡¡Hablar con la Obra!!!, no echar palabras al viento, y ver, si la Obra las oye. Sintetizar los problemas y presentarlos ordenadamente, más allá de la casuística Sin miedos. Sin rencores. Como personas que sois, son y somos.
Es un problema que hay que solucionar con encuentro y diálogo, pero con encuentro a ser posible físico y hablar, con las cabezas bien amuebladas. Más allá de orejas requemadas y directores integristas”
.

Venga, manos a la Obra –y nunca mejor dicho-, hay que concertar para ya una entrevista con el Padre –que seguro nos lee a diario- Don Fernando Ocáriz ( O cáriz, o yo: elige) Javier Canals y Alfredo, el librepensador que cualquier día deja la vocación en la playa y se va de “picos pardos” por Madrid (Jaime, entre nosotros, en este párrafo como que sí que le diste al pegamento, un poquito), y por otra parte yo propongo, en una sugerencia, que nos represente Flavia, una cabeza bien amueblada y con las pilas del conejo de Duracel, Crítico Constructivo – que tiene nombre de cuarta persona de la Santísima Trinidad –El Padre, el Hijo, el Espíritu Santo y Crítico Constructivo (eso impresionará), y Rulo Loco (por desconcertar y tal). La reunión tendría que ser en un sitio neutral, ni en Villa Tévere, ni en Pachá. Un buen sitio podría de ser El monasterio de los Paúles. “Cuando te pierdas, dice el pirata Roberts en “La Princesa Prometida”, vuelve al principio” (uniscuamcuam aporuvam, recomencabit ergo sum”), pues eso, al principio. A los Paúles. José Carlos puede voltear las campanas. No sé. Es mi propuesta.

Por otro lado, me llama la atención en el primer escrito de Javier Canals como está redactado con sumo cuidado para no herir sensibilidades; referencias a “lo digo si ironía”, pide perdón a todos los que hayan sufrido cerca de él, por su culpa o inadvertencia, reza con frecuencia por nosotros, conserva la amistad de un buen número de ex numerarios. No cita ningún nombre. Pero al final,¡pumba!, mete una coz a Satur que lo pone en el miércoles de la semana que viene. Javier mío, ¿qué te he hecho, o en qué te he contristado?. ¡Respóndeme!. Te has reído con mis escritos caricaturescos “a pesar de la amargura que puede leerse entre las líneas”. Lo que tú llamas amargura yo lo llamo otra cosa (aunque puede ser amarga), y es peor que la amargura. Pero no vale la pena que te la explique. Hoy no, muchacho, chico, muchacho, o chico, muchacho, chico, hoy, como dice la canción “¿a quién le preocupa si vivo o si muero por esta pasión, quien sepa de amores que calle y comprenda, que me dejen solo sufriendo en silencio mis penas de amores, si yo soy dichoso teniéndote cerca”. No necesito hacerme entender, Javier, ni si quiera por los Orejas; tampoco necesito decir al mundo todo que rezo por él, y que soy un buen chico. Hace dos años que me negué a ser ídolo de nadie, a ser un referente de nada, un intermediario de medio pelo, a detestar mayúsculas que llevan a la sin razón y al fanatismo, a preferir ser admirado que querido, a ser otro Cristo, a dejar de andar dando lecciones y comenzar a aprenderlas como un torpe alumno balbuceante y con serios problemas de lateralidad, dixlesias, pelín de retraso mental y algo lerdo.

Creo que hay muy pocas serias de verdad, y son, además, muy sencillas, y las que creo me las guardo para mí. Estoy convencido de que muchas veces ando cerca de la estupidez, pero lo sé, que no es poco. Soy de los que tropiezan mil veces con la misma piedra, la mía, mi piedra, de los que me complico la vida demasiadas veces inútilmente, que no valoro como debo el fascinante misterio del amor... también de haber despreciado al peral viejo que hendido por el rayo y en su mitad herido ha sentido el gozo de una hoja verde y suya, que diría Gregorio Manzano, me parece. Quizás eso somos muchos de los Orejas: viejos, heridos por el rayo, en su mitad podridos, y con el maravilloso renacer inesperado de una hoja nueva verde y suya.

Pero, bueno, a lo que vamos, ¿alguien sabe qué é lo que é el opus dei?. Si ni siquiera entre los de dentro se aclaran. Por cierto, Alfredo, ándate con ojo y vuela bajo para que no te pillen los radares, la frase de Javier Canals esa de “por cierto, Alfredo, ya que estamos: me han sorprendido tus respuestas, pero no te preocupes: no voy a preguntarte ¿de qué vas? ni ¿de qué lado estás?, ni nada por el estilo” esconde una corrección fraterna en plan “¡¡¡Froilán, Froilán, llegó el momento ya de la despedidaaaaaa!!!”. Tampoco va a ser manca la que le va a caer a Javier del Her Doctor de turno, de sus dos tíos, y del sacerdote secretario de la Comisión de Alemania por deslizar en tu escrito a Aquilina un paréntesis, cuantri menos, sospechoso (desgraciadamente, dices, no nos conocemos). ¿Qué significa ese “desgraciadamente no nos conocemos”, ¿eh?, dirigido, además, a una ¡¡¡EX NUMERARIA QUE, ENCIMA, ES ITALIANA!!!: ¡hala, otro que deja la vocación en la playa y se nos va de picos pardos por Madrid!.

Satur


Dialogos fraternos
por Rulo Loco

El diálogo fraterno, el verdadero, que se ha sucitado aquí entre Javier Canals y Alfredo resulta una verdadera joya para esta querida página. Me gustó el tono con que Javier Canals entró en diálogo con este sitio como un caballero, más allá de que podamos o no coinidir, no importa eso.

Javier Canals menciona que su intención es ayudar a la gente que sufre (17.1) y el día anterior Alfredo también ofrece consuelo y ayuda espiritual y humana. Agradezco de corazón las intenciones pero resulta difícil que nos ayude alguien de adentro pues la vida del afuera es otra. Sí podemos ayudarnos mutuamente, intercambiando experiencias, pensamientos, dialogando, y estableciendo una comunicación de idas y vueltas. Muchas veces el modo de "ayudar" que da el opus, lo digo con todo respeto ante ustedes dos especialmente, es de la dádiva, y de la dádiva desde un lugar de superioridad. La obra "da" formación, "da" los medios necesarios para la santidad , da ... da.... da. Nunca se plantea un feed back, una ayuda recíproca, como sucede en las relaciones sanas y amorosas que encontramos fuera, en la vida.

Ahora caballeros, les pediría un ejercicio adicional de síntesis, por favor, es que con el verano porteño aún mantengo un color luna llena de agosto por estar mirando esta internet, lejos de la picina y con el rigor del verano.

Profusión de besos y abrazos, y les recuerdo que Rulo Loco es el nombre de una peluqueria que yo tuve en el centro de estudios, y que fui numeraria, lo digo porque tengo problemas de confusiones de genero en el chat.

Gracias Orejas por permitir este "milagro"
Rulo Loco


Esto no es sobre ningún libro, sino una curiosidad: ¿es verdad que la empresa Bimbo de México (un monopolio) pertenece al Opus Dei?

Otra pregunta: ¿es cierto que para que a uno "lo inviten" a pertenecer al Opus Dei es requisito indispensable estar en una buena -muy buena sería mejor- posición económica?

Nunca he pertenecido, ni me ha interesado pertenecer, al Opus Dei y estoy leyendo con verdadero interés "Tras el Umbral".

Rosa María

(Aprovechando el correo de Rosa María -y aunque lo diremos en el Diario de a bordo-, acaba de reeditarse el libro de María del Carmen Tapia "Tras el umbral" y lo hemos retirado de la web. Compradlo porque es mucho mejor leerlo en papel y también es una forma de agradecerle a la autora que lo hayamos podido leer "gratis" durante este año pasado.)


La tómbola vocacional

Hay quien en esta web pone en duda verdades tan palmarias como que Dios decide personalmente que, en unas fechas determinadas, un número x de personas reciba la vocación de hacerse miembro del Opus Dei. Precisamente entonces es cuando el numerario perspicaz dotado de la oportuna gracia, acude presto a recoger el fruto, procediendo al fichaje del agraciado.

El susodicho ha tenido bastante suerte, porque Dios podía haber decidido darle otro tipo de vocación, como, por ejemplo, vocación de niña prostituída filipina, o de garimpeiro tuberculoso, o de somalí víctima mortal de la próxima hambruna. Encima el somalí se va a condenar porque es animista y no le hizo caso al misionero cuando le invitó a convertirse, ya que su permanente estado de estupefacción causado por la gazuza le impedía tomar en consideración cuestiones abstractas (Quicumque vult salvus esse…).

Con todas las majaderías precedentes quiero decir que el derecho a comulgar con ruedas de molino ha de ejercerse de forma individual y sin empeñarse en convencer a todo bicho viviente. En cualquier caso todas las argumentaciones teológico–apologéticas que sobre el tema van abundando cada día más en estas páginas me parecen de una lamentable estrechez de miras. La simple lectura de la Biblia, por no mencionar los libros “santos” de otras religiones, la simple mirada superficial a nuestro globalizado planeta, creo que serían más que suficiente causa para no emitir aseveraciones sólo aceptables desde una perspectiva unidimensional (¡Ah de Marcuse!) y francamente ñoña.

Mi experiencia y la de otras personas me dice que la solicitud de ingreso en el Opus Dei se realiza con motivaciones más que naturales: la presión amistosa de personas en quienes tenemos confianza (justificada o no), una tendencia natural al idealismo, el afán de experimentar un modo de vida especial, la capacidad de autosugestión apoyada por un ambiente peculiar… Todo eso.

Item más: ¿por qué la gente entra en el Opus por indicación divina y no sale del Opus por contraindicación igual de divina? ¿Es que cuando un miembro del Opus Dei decide dejarlo Dios se ha ido de vacaciones? ¿O es por aquello de “suadente diabolo? (Por cierto, me hizo muchísima gracia la alusión a tan desprestigiado personaje por parte de Luis Aparicio).

Bueno, pues hasta otra y gracias a los estimadísimos orejas por tomarse tantas molestias llevando adelante la página.

Ántrax


A Dios le pido

Queridos amigas y amigos :

Después de leer algunos mensajes de ayer, reflexioné un poco más sobre lo que quiero trasmitir escribiendo en esta página y creo que varios tienen rázon y basta ya de discutir tanto con Javier, José Carlos, etc. Por eso, aprovecho que hoy es domingo, el día del Señor, para cambiar de tema, esperando que lo que os voy a contar pueda ser de ayuda para alguno.

Hoy, me toco ir a misa a la parroquía y me vino muy bien el canto que se uso después de las intenciones (en las que os tenía muy presente a cada una y cado uno – a tí también Javier, no te creas). Os lo escribe :

« Nada te turbe, nada te espante, quien a Dios tiene nada le falta. Nada te turbe, nada te espante; solo Dios basta »

Por eso, quiero hablar un poco más de Dios, que nos vendrá bien a todos. A mí, siempre me gustaron mucho los cantos parroquiales y una cosa que me gustó mucho fue de ver que en Alemanía (ya no voy a hablar mucho más de eso después, pero creo que puede ayudar a entender algo mejor a Javier) en los centros se canta mucho cantos parroquiales. No conozco el alemán, pero oir al final de la misa de un centro cantos así, me llenaron de alegría (si bien recuerdo me contaron después que eso es una cosa muy natural en los centros de este país; yo no lo ví hacer en centros de ninguno otro país). ¿A que viene eso? Pues, pasandome un poco (y estoy de acuerdo que no hay una relación directa con lo de los cantos), me parece que nuestros queridos amigos alemanes –después de las locuras que algunos de sus jefes les condujeron a hacer en el siglo 20– se han vuelto mucho más humanos y respetuosos con los otros. Creo que los otros pueblos tenemos mucho que aprender de ellos (claro que lo digo sin ninguna ironía). Por eso, no me extraña demasiado el interés de dialogar de Javier sabiendo que vive en Alemanía desde hace tanto tiempo. Bueno, ya vuelvo a mi tema.

Como dice el pequeño canto, solo Dios basta, con El no hay nada que pueda turbarnos o espantarnos. Recuerdo que una cosa que me ayuda bastante desde hace tiempo fue un consejo que se me dió en la confidencia de dejar más espacio a la espontaneidad en mi vida espiritual, en mi relación con Dios. Me ayudó mucho a tener una relación más personal de tú a tú. Hasta se me dijo que podía ‘organizar’ un poco esa espontaneidad (haciendo como una lista de pequeñas locuras mías con Dios y tomando algo de ellas de vez en cuanto; eso me parece que casi es exagerado, pero bueno creo que se entiende). No os voy a contar como lo vivo porque es bastante pesonal, pero creo que cada uno puede y tiene que llegar a esa relación tan personal con Dios, cada uno a su manera, claro (y ahí me junto a lo que comentaba Satur hace unos días (13/1/2004 - ¿ Alguién sabe que es el Opus Dei ?)sobre la diversidad de caminos para llegar al cielo, según palabras de Pepe Ratzinger –je, ¡ otro aleman !). Querría contaroslo para abundar con el mensaje de Claudia de ayer (que aprovecho para saludar respetuosamente y con agradecimiento) de que hay muchas cosas buenas en la Obra (creo que no hay mucha gente aquí que no estaría de acuerdo y por eso es todavía más complicado llegar a diferenciar lo bueno de los problemas, cuando uno es de la Obra).

Pues a Dios le pido que al que sufra tenga personas amigas a su lado (como nos contó Esther en su mensaje de Reyes - 06/01/2004: personas que le quiera de verdad), a Dios le pido que ninguna persona que Le haya conocido a través de la Obra, Le vuelva a perder por las faltas de caridad que haya podido sufrir, por la presión en su consciencia que se habrá tratado de causar y la culpabilización que puede conllevar, que esos problemas no llegan a ocultar lo bueno que es Dios, y lo mucho que nos quiere a cada uno, tal como somos. Porque es Padre y un padre siempre ama a su hijo o a su hija, cualquier cosa que pueda pasar, aunque uno se da cuenta que se equivocó de camino durante años y años. No hay que dejarse llevar a abandonar a Dios por el hecho de salir de la Obra, por las faltas de caridad que ese paso ha podido producir. Lo que cuenta no es seguir algún camino especifico y ya trazado de antemano, sino más bien seguir el camino que Dios nos da a cada uno y en cada momento. Siempre se puede aprovechar lo bueno que cada uno habrá aprendido en la Obra y, lo más probable, es que Dios permitió este periodo de vida para conducirnos por otros caminos después (al menos así, se puede ver las cosas de manera más positivas). No creo que Dios juegue con las almas. Si permitió que alguién no estuviera en su sitio durante una temporada más o menos largas antes de darse cuenta, siempre se puede llegar a darle sentido en la vida de uno, aunque sé muy bien que duele bastante como todos los testimonios lo dejan ver. Pero hay que seguir adelante y Dios siempre estará a nuestro lado si no Le dejamos. También estará a nuestro lado si Le hemos dejado durante algún tiempo y siempre se Le puede reencontrar.

Habría mucho que ahondar en este tema de relaciones con Dios, que se puede vivir tanto dentro que fuera de la Obra. A mí, me gustaría que se haga también como un tema de esta página, y creo que podría ayudar mucho para que los que se van de la Obra no pierdan esa intimidad personal con el buen Jesus, amandole a su manera, ya sin los moldes aprendidos en la Obra (y es lo que probablemente más dificulta ese nuevo tipo de relación con Jesus), para reencontrarse con El, amarle personalmente de tú a tú.

Bueno os dejo y pido perdón a los que no les gustó mi pequeña ‘meditación’ (que tampoco creo haber descubierto algo nuevo, je).

Un abrazo cariñoso a cada una y a cada uno,

Alfredo


VIDAS EN ZIG-ZAG3
El aprendiz de domador del futuro

ATP, no estés triste, no quieras anestesiar tu dolor, pues el escultor cuando esculpe y cincela, va dando forma a su obra.

Juega conmigo a ser una "domadora del Futuro" y miremos con distancia todos aquellos recuerdos que nos causan espanto. Yo también necesito esa fortaleza, para luchar y vencer. Tenemos todo el tiempo del mundo para aprender a restaurar nuestro ánimo, refrescar y descansar nuestra mente. ¿Cómo podríamos luchar si no hubiera quien nos desafiara, alguien que nos provocara?

No sólo nos condiciona el pasado sino también el futuro; pues aquello que queremos inspira nuestro caminar hoy. Este bello juego de fuerzas, nos va ayudando poco a poco a evitar perder contacto con la realidad presente, y por consiguiente, tener una vida de ausencias, una existencia fantasma.

El presente nos da la pista fundamental para domar el futuro. "El camino es la meta; caminar es llegar", copio a un autor que cita a otro en otro librito. Y, pregunta quien recita la cita: ¿qué se gana con identificar el esfuerzo para obtener una cosa con el resultado de haberla conseguido?

Mira, te voy a contar un cuento oriental que tiene algo de miga.

"Un cordero tenía miedo de los lobos y no podía vivir tranquilo mientras no encontrase un medio para protegerse de ellos. Por fin se le ocurrió una idea. Consiguió la piel de un tigre muerto y se cubrió con ella. Ahora se sentía seguro, y comenzó a andar con paso firme y a pastar sin preocupación alguna en los verdes campos. De repente, un día, mientras pastaba, vio a un lobo de lejos que se acercaba hacia él, y se echó a temblar como una hoja. Se había olvidado de que llevaba la piel de tigre" (FA YEN)

Que no nos olvidemos que tenemos piel de tigre, ¡ATP Y COMPAÑÍA! Podemos con todo. SOLO LOS PECES MUERTOS NADAN CON LA CORRIENTE.

¡Animo!

Curiosa,
Aprendiz de domador


De lo particular a lo general

De lo general a lo particular, y de lo particular a lo general. Que argumento tan fácil en el que refugiarse cuando se quiere negar lo obvio. Infinidad de testimonios particulares que aparentemente no deben ser considerados al realizar un juicio, porque no es correcto generalizar desde algo particular. ¿Pero tantas y tantas y tantas particularidades no significan nada? ¿Nada de nada? No sé, es un argumento que los defensores de la Obra que aquí escriben, no cesan de esgrimir, porque dicen que a ellos esas “particularidades” no les han ocurrido. En fin, no quiero meterme en más discusión, porque al fin y al cabo tampoco tengo personalmente ninguna experiencia dentro de la Obra, únicamente mis 4 años de BUP y COU en un colegio de fomento...

(El correo completo de Sara está en Tus escritos y se titula "De lo particular a lo general")


Tengo k hacer una exposicion oral en el colegio y me gustaria hacerla del opus dei para que sepan lo que esta haciendo esta secta, pero antes de hacerla me gustaria hacerle algunas preguntas sobre este tema. Es seguro hacer una exposicon oral de este tema en un colegio??? me podria decir algunas fuentes de informacion para este tema?? que cosas debo contar y que cosas es mejor no decir???

Tambien tengo algunas dudas. Es bueno k les cuente esto?? en mi clase hay algunos que son muy listos como posibles objetivos les debo avisar o mejor no decirles nada para k no tengan miedo??? Que consejos les puedo dar para que no se unan a ninguna secta???

Siento molestarte con mis preguntas, pero creo k antes de hacer nada tengo k consultar con alguien que sabe como es de verdad el opus dei, muchas gracias.

J. Enrique


Amig@s,

hablando ayer con un ex numerario que lleva 3 años fuera de la Obra tras haber pasado dentro 25, se nos planteó una pregunta que no supimos respondernos o, digamos mejor, que si la conclusión a la que llegamos es cierta, él durante 25 años y yo durante 8, "no hemos existido".

La pregunta es: ¿cómo puedo demostrar ante la sociedad que he pertenecido 8 o 25 años al Opus Dei? Y la conclusión era: de ninguna forma. No hay papeles, la dispensa no la dan por escrito -curioso, sólo de palabra-, entregué la carta pidiendo la admisión y no me dieron un recibo o un certificado; hice la oblación y tampoco; hice la fidelidad y tampoco; he trabajado en la delegación y no tengo un contrato en el que aparezca que la empresa que me contrató es el Opus Dei... Los estudios internos de filosofía y teología no se reconocen en ningún diploma o título... El Opus Dei podrá decir si quiere que nunca estuve dentro porque yo no puedo demostrar que estuve. Pero eso sí y por cierto, ellos se quedan con el testamento ¿por qué no lo devuelven cuando nos vamos?

¿Eso pasa en las demás instituciones religiosas? ¿Por qué yo no puedo acreditar que estudié teología si, por ejemplo, necesito buscarme la vida para reiniciarla fuera de la Obra, y aspiro a un puesto de profesor de religión en un colegio? O simplemente, me echo novia y me dice: "a ver, demuéstrame que es verdad que estuviste en el Opus"... Podrá darse cuenta por ciertos tics y otros detalles de tipo nervioso, pero nada más.

Si alguien nos puede aclarar si es verdad que no podemos demostrar que pertenecimos al Opus Dei durante 8 y 25 años, se le agradecerá.

Felipe (no el príncipe) e Iñaki (no el cuñado)

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