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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

15-de octubre-04

 

15-octubre-2004

 

(de Emeve) Recorte de prensa

Les envío este recorte de prensa, es de de Jaime Bayly, hijo de supernumeraria peruana. Se publicó en el diario El Correo de Lima.

El camino que no seguí

Una amiga me ha regalado el libro que buscaba hace años, el Camino, de San Josemaría Escrivá. Leí ese libro cuando era un niño, siguiendo las instrucciones de mi madre, que ya entonces había sido hipnotizada por la cofradía que fundó Escrivá, el Opus Dei, y, por suerte para mí (y para la humanidad), no entendí nada, como quedó sobradamente en evidencia en mi propio (zigzagueante) camino.


[...]

(El texto completo del artículo está en los Recortes de prensa. Se titula "El camino que no seguí")


(de Flanpan) TOMA Y DACA -AMORES

En la más reciente correspondencia, se ha tocado el tema del corazón. En uno de esos correos, Emeve nos abre su corazón y nos cuenta su “guarda del corazón” durante sus años opusinos, y el estado en que quedó tras su paso por la Casa. Te deseo Emeve que encuentres tu amor verdadero.

Yo, como todos, también tenía mi corazoncito numeraril. Y a mi también -como a tantos de vosotros- me robaron esos años donde la adolescencia te despierta el interés por esas personas de ojos brillantes e incipiente busto que circulan a tu alrededor.

A mis 14,5 añitos ingresé en Ello, y como desde años antes ya era chico “del club” -pero de esos de 8 días por semana-,...

[...]

(Nueva entrega de Flanpan, "Amores", a su escrito "Toma y daca")


(de José A. Botella)

Estimados Orejas:

En los últimos mensajes referidos a José Carlos se ha dicho reiteradamente que tanto él como otros simpatizantes de la Obra no pueden escribir en las web oficiales del Opus Dei y por eso lo hace en ésta. Me pregunto: ¿Quién podría libremente publicar, a favor o en contra, en web oficiales como la de la Santa Sede, la página de los jesuitas, la de los franciscanos, la del ABC o la del País, o en la del Ministerio de Educación y Ciencia?

Si yo tuviera la posibilidad así lo haría

Se puede publicar y discutir donde se ofrece una oportunidad para ello, a favor o en contra de un determinado tema, y en esta página se ofrece esa oportunidad. Otra cosa será que los Orejas, ya que la página es suya, puedan eliminar en el futuro esa posibilidad. Pues muy bien, opuslibros será entonces una web donde no tendrán cabida los que su “visión difiere sustancialmente de los autores de la página” y punto. Podríais limitaros a publicar sólo aquellos testimonios y comentarios en los que se cuentan historias que desdicen de la Obra y me parecería lógico que así sucediese.

Pero la relación de muchos de los ex-miembros no tiene por que ser blanca o negra, hay una gran escala de grises entre estos extremos y el testimonio de los ex-miembros que se encuentran en esa banda tiene también un gran valor, ¿porqué no?

Al escribir esto no lo hago siguiendo ningún encargo apostólico ni me siento como un infiltrado de la Obra. Los que habéis leído los pocos correos que aquí he publicado sabéis que sigo pensando que la Obra puede ser y es un excelente medio de santificación para el que lo quiera, sabiendo bien donde se mete, aunque sigo teniendo dificultades con algunas “maneras” de actuar en la Obra. Soy uno de esos ex localizado en la escala de los grises.

Un saludo

Jose A. Botella


(de U2) La Administración, esa desconocida

La cocina, un laboratorio

Las cocinas de los centros de la Obra son como laboratorios: impolutas, brillantes, resplandecientes, ordenadas, pulcras, inoloras, espectacularmente limpias. Realmente da gusto trabajar en ellas. En el Opus Dei se tiene a gala, sobre todo entre las Numerarias Auxiliares, que todo esté inmaculado, y el paradigma es la cocina. El que no las haya visto, no puede ni imaginarse la pulcritud de los cacharros, sin una gota de grasa, relucientes, brillantes, y lo mismo ocurre con las máquinas que se emplean...

[...]

(Nueva entrega de U2, "La cocina, un laboratorio", a su escrito "La Administración, esa desconocida")


(de Joana)

PARA DIONISIO:
Gracias por responderme.
Después de leer tu relato, me han surgido dudas, que no se si debería preguntarte o no. Mis preguntas son las siguientes: ¿en qué consiste ser director? ¿cuál era tu tarea? ¿por qué aguantaste tanto tiempo? ¿por qué lo dejaste? ¿cómo ha sido tu incorporación a la vida "normal"? Si crees que son preguntas demasiado íntimas y no deseas responderlas, lo entiendo perfectamente. No tienes por qué hacerlo.
Igualmente, muchas gracias.
Joana



PARA EMEVE:
Te agradezco la respuesta que me diste. Gracias por tu sinceridad. Simplemente te quería decir que mi mail no está escrito para nada de "mala fe" como tu dices. Simplemente quería saber un poco más cómo funcionaba o como funciona hoy en día el Opus.
Muchas gracias.

Gracias por "abrirme los ojos" aunque sea un poco triste.
Joana


(de M.S.)

Hola y saludos a todos

Es impresionante el relato de María Cristina del 13 de octubre, el cual no queda más que agradecerle y alegrarnos con ella porque logro salir de eso y reconstruir felizmente su vida, enhorabuena; despues de una experiencia tan amarga y destructiva. Enhorabuena nuevamente.

Y aprovecho tambien a proposito del correo de Joana, preguntando por los anticonceptivos, de contarles una anecdota que me vino a la memoria.

En mis tiempos de numeraria, luego del centro de estudios, me fui a un centro en que se hacia mucha labor con supernumerarias, recuerdo muy bien el caso de una supernumeraria que luego de su 4 hijo, por razones medicas le desaconsejaron seguir teniendo hijos pues pondria su salud en grave riesgo. Supongo (no lo se o no lo recuerdo bien) que el esposo tambien seria supernumerario pues, para no aburrirlos con una historia muy larga, siguieron teniendo hijos.

Como era de esperarse, al nacer el 6 hijo la supernumeraria murió... en el centro contaban la historia (ya no me atrevo a decir anecdota por lo triste) reafirmandoles a todas las supernumerarias que por amor a Dios habia que hacer lo que fuera por no evitar hijos. Yo fui cobarde y nunca me atrevi a decir nada... pero siempre me choco y pense que "paternidad responsable" es esa que inconscientemente te lleva a dejar 6 niños sin madre?? No quiero ni pensar en el sufrimiento de esos niños sin su madre, aunque supongo que el señor ya viudo habra vuelto a casarse... no lo se, no estoy a favor de los anticonceptivos pero aun con metodos naturales no podrian haber evitado... no se, uno no esta en su hogar para saber como son las cosas, pero creo que dentro de la formacion esto es una deformacion.

Saludos a todos y una vez mas, gracias a los Orejas

M.S.


(de José María)

Respondo al Orejas Pablo:

Aunque sea con retraso (he estado de viaje) respondo al Orejas Pablo (1- X). Creo que no se entendió mi correo (1-X) cuando decía que las historias de la web, al estar narradas en primera persona, son “subjetivas”. Lo que quise decir es como cuando un amigo te está contando que se ha peleado con su mujer, o con su jefe, o con quien sea. Le escuchas, le apoyas, intentas darle consejo. (Cuando estaba en la Obra me atrevía a dar consejos más exigentes, ahora me limito a generalidades: Animo!, hay que seguir adelante, la vida continúa, y cosas por el estilo). Sin embargo, cuando reflexionas, te das cuenta que necesitas oir a la otra parte para hacerte una idea cabal del asunto. Señores!, que ya somos lo suficientemente adultos para darnos cuenta de que la vida no es blanco o negro. Que las historias de buenos y malos, de héroes y villanos, están “dramatizadas”. La vida real no es así de simple. Una historia narrada en primera persona es “subjetiva”, simplemente, por definición.

En cuanto a Dios y las matemáticas: El famoso punto de Camino que cita Pablo (2+2+Dios=?) no tiene ninguna significación especial. Es simplemente un recurso literario del ahora Santo, dirigido a una persona particular que, a juicio de Escrivá, era excesivamente científica, calculista, o materialista (como quizá me puede pasar a mí). Siempre he pensado que casi todo Camino está dirigido a personas concretas. Eso era típico de Escrivá, y ha sido hererado por “la opus”. Decir en público cosas, en apariencia generales, pero que están dirigidas a personas con nombre y apellidos. (Cuántas veces he hecho yo eso mismo!). Me gustaría saber en quién pensaba Escrivá cuando escribió eso. En cualquier caso, me parece que, en ese punto de Camino, se quiere decir que Dios no tiene nada que ver con las matemáticas. Idea en la que, por cierto, estoy completamente de acuerdo con el ahora Santo.

José Maria

(Nota del oreja: se ha hablado algunas veces del tema de la "subjetividad" de lo que aquí se narra. Yo te remito a un correo de Agustina sobre ese tema, que dice más o menos lo que yo diría. Pero para no repetir, te aconsejo que lo leas. Un saludo, Santi.)


(de Ana Azanza)

Me ha llamado la atención el relato de Maria Cristina. Es el tipo de historia que necesitamos para enterarnos de los estragos que hace el opus en la mente incluso cuando uno se ha ido pero realmente no ha superado lo que le pasó. Y no sólo eso, sino que guarda la mentalidad opus por donde va, lo cual ya es todavía peor. Me ha gustado porque se palpa en el relato de Maria Cristina lo que esa manera opusiana de ver la vida hace sufrir alrededor del afectado. Lo que cuentas es indudablemente una manifestación más de de esa patología de la religión que es el opus.

Muy aleccionador la cuestión económica de tu separación, típica también de ellos, ahogar por ese lado. A tu relato no le falta ninguno de los detalles opus dei:

- De primeras, apariencias fascinantes de las personas: buena situación económica y social, educación excelente, buena familia, "tan bonito que no es real".
-práctica agobiante de normas y rezos que ahogan la normalidad de la vida y que no tienen nada de "cristiano corriente en medio del mundo".
-ningún afecto real por la persona individual que tienen al lado.
-el culpable del desamor es siempre el otro y su "frivolidad".
-fanatismo, en una palabra.

Pienso que tiene que haber muchas más historias reales como ésta que todavía no se han contado.

Un saludo a todos,
Ana Azanza


(de Jorge)

Querida María Cristina:

Me conmovió tu testimonio. Mario se sacó la lotería con una mujer como tú. Me alegro mucho que recomenzaras felizmente tu vida envuelta de verdadero amor.

Me da pena constatar en las actitudes de Jorge (un "josecarlos" con síndrome de estocolmo) algunas que yo también tuve al salir. Por desgracia para algunos de nosotros es una reacción psicológica normal (normal patológicamente hablando). Insisto, me pasó algo similar hasta que el abandono en que al principio me dejaron a pesar de haberme prometido asistencia espiritual (y luego las injustas acusaciones de que fui objeto y el que le pidieron expresamente a personas que me conocían que se alejaran de mi supuesta mala influencia) fue lo que me ayudó a abrir los ojos.

Recomiendo a quienes salen "en buen plan" que si quieren recomenzar una vida normal (aquí por normal entiendo la de cristianos corrientes, verdaderamente en medio del mundo, que buscan ser buenos -humildemente, conscientes de sus propios errores pero también de que Dios es un padre amoroso que quiere que sean felices y que para ello los dotó de libertad-), que entonces corten por lo sano con la Obra. Cortar significa alejarse. Dar carpetazo. Desarraigar los hábitos adquiridos e irlos sustituyendo con otros buenos pero ajenos a formalidades y normativas (por ejemplo seguir su plan de vida conforme les nazca del corazón y no de un horario; reaprender a amar -sin limitaciones de "amistad particular" o deberes apostólicos-; revalorar su dimensión corporal y aprender a "mortificarse" de otra manera que nada tiene que ver con privaciones o autoagresiones absurdas -como diría Jesucristo "misericordia quiero y no sacrificios"-, etc.).

Si por un tiempo logran cortar con eso y actuar verdaderamente con libertad de conciencia (a pesar de que duden al principio, de que se sientan inseguros porque no hay un director que les diga qué hacer ¡bendito Dios!), han dado ya el primer paso para librarse de una dependencia que podría atarlos psicológicamente el resto de la vida... y el resto de su vida intentar justificar con sus acciones una realidad no asumida: su LIBERTAD (que para mí sigue yendo en la línea de elegir el Bien -con mayúscula-).

Y, pues eso, a "desprogramarse" (del Opus, no de Dios ¿eh? :-) ... que la vida son dos días y la "tarea" la tiene cada uno bien clarita en el corazón ).

Gracias de nuevo María Cristina. Saludos y, como dice Otulato, paz a todos (también a la gente de la Obra que sigo queriendo ¡cambien, cambien, cambien muchachos, por favor!).

Jorge


(de Otaluto)

Tremendo el relato de Maria Cristina. Cuando me tocó conocer a la familia de mi novia, actualmente mi mujer, iba con miedo. No queria que se hablara despectivamente o mal de la obra en mi presencia. En realidad no queria que el tema se tocara en absoluto. Le dije que mi vinculación con la obra no debia dar pie para que se tocara el tema, ya que yo estaba dispuesto a defender a la obra a cualquier coste, aun cuando significara para todos pasar un mal momento. Me miró incredula y me dijo que en su familia no habia temas prohibidos, que cada uno opinaba sobre lo que le gustaba del modo que queria, y que me analizara la cabeza antes de visitarlos, y que pensara de donde me venia llevar tanto odio adentro.

Tengo suerte por la mujer que me tocó, pero tambien por haber tenido la lucidez en ese instante para ver a traves de sus ojos el monstruo de persona en que me habia convertido, el fanatico, el intransigente, en una palabra, el insensato. Y ahora no me parece extraño que un "ex en buen plan" pueda ser violento con su mujer, puesto que la violencia está en la raiz del espiritu del opus dei. Bajo formas muy cuidadas, se esconde el codigo de la fuerza: lo que hay que hacer se hace, sin vacilar, violenti rapiunt, masa de acero poderosa envuelta en funda de cuero y bla, bla, bla, y otras estupideces que por suerte no puedo recordar, pero que tienden a lo mismo: el fin justifica todo, incluso el uso de la fuerza.

Paz a todos.
Otaluto.


(de Olimpic)

Satur ¡gracias por tu último escrito! Satur... me identifiqué 100% con lo siguiente y creo que es el caso de MUUUUCCCCHHOOOOSSSS exmiembros:

"Y volvemos a lo de siempre. ¿Son las personas, o es la Institución?. Pues son algunas personas por culpa de la Institución. Porque es la Institución la que te obliga a irte a la francesa, sin despedirte, con nocturnidad. La que te dice que mejor no des el cante y que desaparezcas una buena temporada porque si no, escandalizas y haces mucho daño. Es la Institución la que quiere enterrar al muerto -frase exacta de un director "Satur está muerto, pero aún no lo hemos enterrado"-, y se entierra consiguiendo que no sigas en la misma ciudad si es pequeña, que te olvides para que te olviden... y, una vez lejos, afirman, los directores, que trabajas en un colegio lejos, o que estás en tal ciudad, como si nada hubiera pasado. Luego, meses más tarde, la gente sabe que abandonaste la opus y comienza a imaginar, de la imaginación a la palabra, de la palabra al cotilleo, del cotilleo a la murmuración, a la calumnia y a la escupidera.

Y uno, o una, lejos o cerca, sin poderte defender, porque sabes que dicen, pero no qué dicen, sabes que te miran, y no alcanzas a entender. Y no te llaman preguntando cómo estás, o qué necesitas... Y duele ver que tantos años de entrega sincera, más o menos presentable a los ojos de los demás y de Dios, pero sincera, tantos años de cariño, de compartir tantas cosas, no les han servido para nada. A ellos."
... (fin de la cita para los despistados)

Pues sí, ahí va mi experiencia: así me fui después de muchos años. Así me hicieron irme, en silencio, cuando nadie me viera, sin la oportunidad de despedirme, de decir nada, ni siquiera de agradecer. Así me fui rogando una dispensa, escuchando que no, que yo tenía vocación y la estaba abandonando por egoísmo, que lo repensara. Y yo me fui, por las buenas y esperando caridad -porque yo les quería-. Y luego al comprobar la realidad vino el dolor: ni existí, ni me hablaron, ni importó, yo nunca fui... me convertí simplemente en "innombrable". Y vino también mi reacción... "¿queeee´éeeeéééééé? ¡que no me la creo! ¡que no me puedo creer que sean así! ¡que sanjosemaríaescribáyalbás no dijo eso ¿o sí, o no, o qué yo valía menos de dos céntimos? ¡que no quiero aceptar que sea verdad lo que escuché sobre la MUERTE CIVIL en el Opus Dei, que eso NOOO ESS CRIIISTIIAAANNOO!".

Y luego el odio. Y después uno habla, pero dice cosas tan de dentro, y algunas tan viciadas, que a muchos no les gusta escuchar. Pero me cayó encima la calumnia también, ¡que también me escupieron, pues! Y pa colmo ya luego de "muerto el niño" me vienen a decir que yo nunca tuve vocación (¡ah qué rarezas cuando por años me juraron que los directores la veían en mi, porque ellos tenían gracia de estado, lo vieron en su oración, y además lo hicieron colegiadamente!).

Después, pasa el tiempo y uno aprende, y llega la aceptación. Y después por gracia divina el perdón, y hasta llega a la reconciliación. Y a partir de ahí la RECONSTRUCCIÓN (saludos a Aquilina... yo aún no me he soñado libre, pero llegará el día en que mi subconsciente comparta tu alegría -cf. correspondencia 13 oct-.).

Hoy finalmente tiro pa lante y vivo alegre (gracias a Dios y a gente que amo y me ama)... y Satur, con mi olímpica condición de humilde humanidad (cada uno la suya) procuro ser una simple persona que lucha por ser buena, y pido a Dios que cada segundo me ayude a "perdonar a los que nos ofenden, no me deje caer en tentación, me libre del mal y que perdone mis ofensas". Amén, amén.

Lo pido ahora también para todos los de este y aquél lado de la pantalla.

Olimpic


(de Paulina Aedo)

Hola:

Sólo quiero decirles que me da mucha pena las cosas que escriben. Yo participo hace 9 años de la formación del Opus Dei, y gracias a la Obra, recuperé mi fe y mi amor por Cristo, y toda mi vida cambió para bien. Sólo eso quería decirles. Siento que hayan tenido una mala experiencia, pero no me parece correcto los términos en que se expresan.

Paulina Aedo Escandón
Chile.


(de Daniel)

Hola Joana:

Después de leer el testimonio de María Cristina, supongo que ya no necesitarás más respuestas ni hacer más preguntas.

Como ves, la misoginia opusina es algo visceral e intenso.

Por si te quedan dudas, lee los escritos de Amapola y de U2. (Hay más textos interesantes al respecto; es sólo una pequeña recomendación de lectura).

Conozco personalmente a uno que fue expulsado, actualmente cooperador, y por suerte, no ha "formado familia" ni por asomo.

Si yo fuera tú, empezaría a buscarme un amigo más normalito.

Daniel


(de Flanpan) PARA MARIA CRISTINA

Querida oreja,

Me alegro, me alegro, me alegro, que la vida te haya sonreido al final.

Bien está lo que bien acaba. Yo, como tú, recomencé mi vida en el filo de los 30 años. Es una buena edad.

Me ha emocionado la historia de tu vida, y quería decirte tres cosas.

Sobre la nulidad: por lo que cuentas (no te conozco a ti, ni al fantoche de tu doble ex: ex-nume y ex-marido), pienso que por supuesto que tu matrimonio fue nulo, pero no por tu parte. La causa de que el matrimonio fuera nulo fue tu ex-marido. Tú fuiste al matrimonio a vivir con amor una relación con un hombre, a formar una familia que en el momento más oportuno recibiría los hijos que Dios enviara (fíjate que ya los tienes), a recorrer el camino de la vida con otra persona que te amara y comprendiera, y viceversa. En cambio, él fue al matrimonio a sentar cátedra, a formalizar un trámite más que le permitiera llegar a firmar la carta de Supernumerario, a cogerte sin amor, pasíón ni ternura, a no escucharte ni comprenderte, a avasallarte y golpearte si te volvías díscola. Él fue el que no comprendió lo que era el Matrimonio, y cuando dijo "sí quiero", no pensaba en amarte sino en programarte para engendrar sin amor y parir sin razón.

Sobre tú, sobre tantas personas y sobre Dios. En esta vida hay mucho engaño, mucha apariencia, pero Dios (para los que creemos) está muy por encima y muy al tanto de todo. Cuando finamos, Dios no creo que diga: "opusino: para el cielo; excombatiente: para abajo; opusina: para el cielo; rojodemierda:para abajo; etc". Yo pienso que Dios dirá: "Flanpan, has estado regular, vete un ratito al purgatorio; Paquita, tú si que has sido buena, vete para arriba; Joselete: hay que ver como caneabas a tu mujer, ahora verás lo que vas a tener" Pienso que Dios nos llamará por nuestro normbre, sin apellidos ni añadidos, ni títulos nobiliarios, verá dentro de nosotros, y no se fijará en la imagen que damos, o en si pertenecemos a tal o cual asociación civil, religiosa o deportiva. Tú puedes ser mucho más santa que tu ex, aunque no reces una jaculatoria ni un Rosario. Y un opusino que reza mucho, puede ser un capullo de tomo y lomo.

Sobre los matrimonios de supernumerarios y tu ex. El problema no era que tu ex fuera un opusino de corazón. El problema era que no estaba bien de la cabeza (mejor para él), o que era un sinvergüenza egoista (peor). Tú pudiste ser plenamente felíz estando casada con un supernumerario que fuera decente, buena persona y amoroso. Haberlos haylos. Y que hacen el amor en condiciones, sin pijamas, también. Gente muy buena y muy mala la hay dentro y fuera de la Opus.

Que te vaya bonito,

Flanpan


(de Dionisio)

Queridos Orejas

Me encontré este artículo en internet (paseando por el Areópago) y me ha parecido francamente bueno.

En un profundo artículo de la revista Concilium, desde la más solvente teología cristiana, se analizaba Camino, de Josemaría Escriva, fundador del Opus Dei. Se llega a la conclusión de que su espiritualidad se aleja del mensaje de Jesús, por cuanto elimina la capacidad del hombre de fe para discernir los caminos del Espíritu. He aquí un fragmento.

Camino, que no se hace al andar

Ante todo, es un hecho que Camino no habla para nada del discernimiento cristiano, de tal manera que en todo el libro no aparece ni una alusión en ese sentido. Eso quiere decir, evidentemente, que monseñor Escriva desconoce lo que acertadamente se ha llamado la clave del comportamiento moral según el Nuevo testamento. Eso quiere decir también que Camino se sitúa al margen de la tradición espiritual de la Iglesia...

[...]

(Un nuevo artículo, "Camino, que no se hace al andar", para los Recortes de prensa)


(de Jose)

Criticar sí; difamar no

A ver si logro explicarme, que no me resulta fácil. Parto de la base de que para que una crítica tenga valor debe estar fundamentada con datos ciertos. Leí el miércoles 13/10 el correo de Lala, muy afectada por la muerte de una numeraria a la que apreciaba. A partir del dato de ese óbito, nuestra amiga Lala comienza a conjeturar una serie de suposiciones que creo que pueden rozar la calumnia.

Lala narra, más o menos objetivamente, cómo se produjo la muerte de su amiga: entró en el mar y se ahogó, no por el agua, sino porque le dio como una especie de espasmo. Esta numeraria, añadía Lala, estaba muy afectada por la reciente muerte de su madre.

Y a partir de este punto comienza un batiburrillo de cábalas. Sin aportar ni un solo dato verificado, Lala, arremete contra la Obra por si le daban pastillas antidepresivas (dato que ella asegura desconocer “nunca sabré si Marta tomaba alguna medicación o no”), pero en cambio no tiene ningún pudor en atribuir como posible causa de su muerte la ingesta de esas pastillas. Increíble.

Pero no contenta con ello, Lala, se permite dejar caer que la cantidad de gente que muere en el Opus Dei es muy alta, e incluso sugiere una explicación a esa supuesta tasa de mortandad: “si tanta gente está medicada (con antidepresivos, se entiende) no me extraña tanto que se puedan tener accidentes tontos en los que se puede llegar a perder además de los reflejos, equilibrio… la vida”. Acaba Lala su escrito dudando de que “realmente fuera su hora” de la numeraria fallecida.

Sinceramente creo que el contenido de este correo no es de recibo. Uno puede dejarse llevar por la rabia y la impotencia ante la muerte de un ser querido, pero lo que no se debe es sembrar la insidia sin ofrecer ni un solo dato verificable. Participo en esta página desde hace muchos meses y soy muy crítico con los medios empleados en la Obra. Pero creo que escritos como el de Lala no aportan nada a la verdad sobre el Opus Dei, sino que, como ya dije antes, creo que rozan la difamación.

PD: Me ha conmovido el relato de María Cristina (13/10). Estoy de acuerdo con ella en que soportar a un recién salido de la Obra es para nota. Aunque no de una forma tan dramática como la que relata (y sin que mediara ningún tipo de agresión física, aclaro), mi primera novia también tuvo que soportar mis múltiples tics opusimos hasta que me dejó por aburrimiento tras 4 años de relación.

Jose


(de Tita)

Queridos orejas:

Os sigo desde hace tiempo y vuestras cartas me ayudan a poner orden en mis antiguos veinticuatro años de numeraria y también a sonreír. Muchas gracias por ellas.

No he oído comentar nada en "Correspondencia" del último espectáculo de "Els Joglars" en el teatro. Hace un mes aproximadamente tuve ocasión de verlos en una ciudad castellana con "El retablo de las maravillas" ¡y qué retablo! El título me llevó la sala pero lo que no sabía era que me iba a encontrar con un espectáculo dedicado mayormente a la Obra y a su fundador. Conmigo iba mi marido y dos amigas, de las que una fue supernumeraria y arrastra un problema psicológico de manía persecutoria, ¿os imagináis quién cree que la persigue? Nos mirábamos y no dábamos crédito a lo que estábamos viendo. En fin, difícil de explicar ver a los actores tal cual el Padre en alguna de las películas de Hispanoamérica, entre otras imitaciones.

Si alguno más la ve, contadme vuestras impresiones. Para todos, mucho ánimo

Tita


(de E.B.E.) La hipocresía como estándar

Hace unas semanas tuve la oportunidad de escuchar una conferencia que Noam Chomsky dio en febrero de 2002 en Harvard. Allí desarrolló unas ideas que bien podrían aplicarse al caso que nos ocupa desde hace mucho tiempo: la Obra.

Comenzó definiendo al hipócrita como aquella persona que aplica a otros el estándar que rehúsa aplicarse a sí misma.

Quien no es hipócrita asume abiertamente que lo que es correcto en él, es correcto en los demás y si algo es incorrecto cuando los demás lo hacen, también es incorrecto cuando él lo hace. Una definición elemental, nada compleja.

El hipócrita, en definitiva, se maneja con doble estándar.

[...]

(El correo completo de E.B.E. está en Tus escritos. Se titula "La hipocresía como estándar")


(de Juan)

Me he quedado profundamente impresionado al visitar vuestra web. Sobre todo porque veo que quedareis marcados siempre como "ex-0pus Dei".

Me da la impresión de que seguis necesitando estar juntos, apoyándoos mutuamente, para contrapesar el terrible efecto de vuestro paso por la obra.
Los libros que proponeis son paradigmas paralelos a los de la obra, es decir, busquedas de sentido a través de lo trascendente.

Creo que de esta forma seguis fuera del mundo. La simiente de todo sectarismo o fundamentalismo está en sentir la necesidad de la trascendencia como una dimensión superior del ser. Cuando te liberas de esta supuesta necesidad te conviertes en un ser libre.

Quizás es petulante lo que acabo de escribir. La verdad es que no sé muy bien qué me ha movido a escribiros. En realidad no tengo nada que ver con el Opus ni con los que se han salido de la obra. Pero, una vez escrito, siento que debo enviarlo.

En cualquier caso, un sentido abrazo a todos los que os habeis liberado.

juan


(de José Carlos)

Querido Carlos F. (3-X):

Me pediste que te contestara, y lo vuelvo a hacer con mucho gusto. Por lo extenso de tus preguntas voy a tratar de ir directamente al grano, pero me va a ser imposible ser lo conciso que quisiera. Me lo he reflexionado bien y te digo lo que sinceramente pienso: no sería coherente si lo hiciera de otra manera. Ahí va.

La obediencia. Has identificado en mi habla esos giros de expresión, muy de la Obra, que se han integrado en mi forma de expresarme. En el Opus Dei se nos
explica que la orden más fuerte es un "por favor", y ahí me tienes escribiendo "se les puede pedir", "se les anima", "se dan consejos". La verdad es que esto concierne a la formas, no al fondo: en el fondo, son verdaderos mandatos, aunque se expresen con delicadeza.

Si son mandatos, ¿tienen la autoridad legítima para mandar? Aquí hay que distinguir entre lo que puede mandar un obispo a sus feligreses, por ejemplo, y lo que puede mandar un superior de una orden religiosa o un director del Opus Dei a los miembros de su institución. Cuando uno entra en la Obra pone enteras áreas de su vida, sobre las que como católico corriente y moliente retenía libre autonomía, al servicio de su nueva vocación. Pongamos por caso, por no discutir, que lo hace libremente: se compromete, pues, a vivir lo mejor que pueda el espíritu de la Obra en todas sus facetas.

Ya me referí, en mi anterior escrito de controvertida memoria, a cómo ese "vivir el espíritu de la Obra" - sobre todo para los numerarios - abarca numerosos aspectos de su existencia, incluso los que se supone que deberían mantenerse al margen; porque siempre se pueden encontrar razones apostólicas o de vida de familia que aconsejen ciertas pautas de conducta.

Sobre si desobedecer es ofensa a Dios: creo que depende de la gravedad del asunto. En cuanto a comprarse una prenda de ropa cualquiera o tomarse un pacharán, yo nunca le di mayor trascendencia, y no te van a echar de la Obra por eso; pero si a alguien se le dice que asista a los medios de formación y se niega repetidamente, no está viviendo algo clave a lo que se comprometió. Mucho depende de las disposiciones de la persona: la misma "tertulia pirata" (tertulia fuera del horario establecido, generalmente por la noche, entre gente a la que le va la juerga) puede ser un acto de virtud para el que lo hace por hacer felices a los demás, o un acto menos virtuoso para otro que prefiere pasarlo guay excluyendo de su compañía a quienes no le caen bien.

Mi experiencia es que cuando te mandan cosas que afectan profundamente a tu vida (por ejemplo, dedicarse a labores internas o trasladarse a otro país), se suele dejar más espacio a la libertad de la persona. En mi caso, se cercioraron repetidamente de que yo me quería quedar en Estados Unidos, sin orientarme en una dirección u otra e insistiendo que era decisión mía, y que no era "de mal espíritu" decir que no. Pero como se insiste en los medios de formación que un numerario ha de estar disponible para lo que sea, creo que subconscientemente si estás "en buen plan" siempre tienes el impulso de acceder a lo que se te propone.

La dirección espiritual. El que se reciba "in actu" (ver Vademecum de los Conselos Locales, p. 63) y no por parte de una persona determinada es algo tan característico del Opus Dei y tan explicado en la formación inicial, que me sorprendería que la Santa Sede no estuviera al tanto de ello, pero no te sé decir con certeza porque no trabajo en el Dicasterio de marras. Como mínimo, todos los numerarios que reciben confidencias (en USA, casi todos) conocen la práctica. Estoy de acuerdo con que se debería explicitar claramente cuando alguien pide la admisión en la Obra, o antes. El sujeto, al hacerse del Opus Dei - pongamos por caso que libremente, por no discutir -, libremente pondría esa esfera de su intimidad en manos de los directores. Si nadie le obliga hacerse del Opus Dei, nadie le obliga a revelar cosas de su interior en ese modelo de dirección espiritual. De ahí que sea fundamental salvaguardar la libertad absoluta del candidato en cada paso de incorporación. Los pasos jurídicos y los medios para que así sea existen.

La información obtenida en la dirección espiritual es algo delicadísimo, un tesoro precioso, una frágil filigrana de cristal. En manos de los hombres, a veces se afea y quiebra. Cuando esto ocurre, la confianza lógicamente puede desmoronarse. Creo que has identificado un posible problema: que el gobierno y la tarea de dirección espiritual corra a cargo de las mismas personas (es como si no hubiera la separación de poderes que vemos en el ámbito político democrático). Es muy difícil mantener esa información al margen de decisiones fundamentales para la vida del interesado, como su lugar de trabajo o de vivienda. Han de concurrir mucha caridad, mucha experiencia, mucha prudencia y mucha santidad por parte de todos para que este aspecto se viva con el suficiente respeto a la dignidad de cada persona en todo momento. La intención ahí está; la realidad puede ser otra.

La idoneidad. Está previsto que una persona no pueda hacer la incorporación definitiva (la fidelidad) hasta los 23 años. La primera incorporación temporal (la oblación) no puede ocurrir antes de los 18. Desde los 14 y medio, un candidato puede empezar a vivir todos los aspectos que la entrega de numerario comporta (primero como aspirante, y desde los 16 y medio habiendo pedido la admisión). En esa etapa, aunque los pasos de incorporación contengan importantes repercusiones jurídicas y el interesado mantenga el derecho a no renovar el contrato, en realidad uno vive pensando que ha recibido una vocación perpetua. Es frecuente que la falta de idoneidad se manifieste en esos años, y yo mismo he visto a directores y candidatos que han llegado a esa conclusión de mutuo acuerdo y con cordialidad.

Confesarse con sacerdotes ajenos al Opus Dei. No es pecado, porque la Iglesia así lo dice. Me imagino que dependiendo de las intenciones o disposición del individuo, en algún caso podría ser una falta de algo (de humildad, de sencillez, de confianza). De todas maneras, hay situaciones en las que me parece fundamental poder buscar un punto de vista distinto, con tal que provenga de una persona prudente con probada vida interior y fidelidad al magisterio. Pero nunca he visto en la Obra que se le aconseje a alguien que así lo haga. Tu comparación de la madre y la hermana del chico en bicicleta es muy acertada.

Los menores de edad. Yo ya he dicho que opino que cuando un menor de edad está considerando su vocación al Opus Dei, sus padres deben estar al tanto de su decisión. Así lo he visto vivido siempre en Estados Unidos. Hace ventitantos años en España, a mí se me indicó que no lo hiciera: me parece mal. A los padres se les debe explicar todo, porque a ellos corresponde velar por la seguridad de su hijo, como estás haciendo tú. De todas maneras, en la práctica puedo entrever una situación en la que a un chico se le aconseje no enzarzarse en discusiones con sus padres por mantener la paz familiar, y que eso se interprete - por parte del chico o por parte de los padres - como el no querer hablar de cosas que los padres desean conocer.

La correspondencia. Es uno de esos temas a los que no les di la menor importancia. Aquí en USA tienen un sano despego de ciertos criterios variables (la famosa "manga ancha"). Lo que esté escrito en un vademécum o unas glosas son indicaciones que se aplican en cada sitio con la prudencia de los que mandan, me parece a mí, sin que sean los Diez Mil Mandamientos Esculpidos en las Tablas de la Ley. Recuerdo la primera carta que escribí a un amigo desde mi primer curso anual (Aldebarán 1981): no sabía todavía lo de la correspondencia y la mandé cerrada, y en ese caso me hubiera gustado que la leyera antes el director porque ¡le dije unas burradas! Luego, cuando me tocó ser director, no me acuerdo de leer casi nada que no estuviera dirigido a mí.

La amistad. Puntualizo: sí se pueden compartir intimidades con amigos de fuera de la Obra, porque como tú dices la confidencia es bidireccional. Pero no se comparten con miembros de la Obra, por no desarrollar las "amistades particulares." Lo de no escribirse con otros miembros, yo lo hice pero creo que no estaba bien visto: si tú has vivido en un centro con diez personas, y te mudas y sólo le escribes a uno en particular, demuestras preferencia por él; aparte de que terminas conociendo a multitud de numerarios y no te podrías corresponder con todos. Esto me costó mucho, por ejemplo, cuando tenía amigos míos que terminaron haciéndose de la Obra y luego nos separamos: en teoría les podía escribir antes de que lo fueran pero no después. Yo no lo llevé a rajatabla.

La vida de los numerarios. Quién soy yo, después de explicar por qué me fui, para decir si es natural o no, si te cohíbe o te realiza. Yo he visto a numerarios con muchos años en el Opus Dei realizados y verdaderamente felices. En general, suelen ser personas sencillas, trabajadoras, alegres, desprendidas, que no se toman las cosas por la tremenda y a quienes por su personalidad, por sus experiencias o por su vida interior no les cuesta ese estilo de vida. También he visto a muchos - asimismo personas buenas - para quienes la vida de numerario suponía un obstáculo insuperable, que les quitaba la paz y les impedía desarrollarse sanamente como cristianos: yo mismo he facilitado la salida de algunos, y he visto cómo la gran mayoría se despedían amigablemente.

Y también he visto (y leído) a este otro grupo, no menos nutrido, de personas -también buenas - que comenzaron con los mismos deseos e ideales que los demás; que con idéntica generosidad y recta intención dijeron que sí a Dios y sacrificaron lo indecible; y que tras confrontar lo que para ellos fue una desilusión brutal y un cruel desengaño ahora sufren, mientras intentan recomponerse y rehacer su vida. Algunos han perdido la fe. Sus testimonios y sus experiencias han de darnos pausa (además del profundo dolor que me causan): no sólo a ti y a mí, también a los directores de la Obra y a las autoridades de la Iglesia. Pero para que esto ocurra, pienso que han de coincidir un conjunto de circunstancias que requieren otro enfoque.

El ejemplo que das al final de la mujer que le exige a tu hijo todo lo que la Obra le exigiría no es adecuado, porque la esfera que uno entrega en una vocación eclesial es distinta de la que entrega en el matrimonio. Mi mujer tiene todo derecho a mi tiempo, a mi atención, a mi cariño, a mis energías por contribuir a su sustento, a mi esfuerzo por construir nuestro hogar, a mis sonrisas, a mi corazón, a mi comprensión, a mis bienes, a mi cuerpo, a mi paternidad; pero no tiene por qué indicarme cómo rezar, cómo santificar mi trabajo o con quién hacer apostolado de amistad. Eso es parte de mi propia autonomía como persona singular, que por razones sobrenaturales yo puedo poner libremente bajo la jurisdicción de otra persona o institución.

Total: que como te decía en mi correo anterior, todo depende de si uno verdaderamente cree (1) que el Opus Dei es una institución válida de la Iglesia como otra cualquiera, aprobada y reconocida por las autoridades competentes; (2) que Dios puede llamar a alguien a seguirle por ese camino; y (3) que Dios puede valerse de los directores del Opus Dei para ayudar a esa persona a santificarse. Si un padre no está convencido de que estas tres cosas son posibles, no tiene ningún sentido dejar que tu hijo se arriesgue de esa forma.

Pero al contrario, si uno admite que todo eso puede ser verdad, podrá opinar que hay materias del Opus Dei que requieren estudio y posible corrección, como en cualquier organización formada por seres humanos; pero también admitirá que si Dios está por medio, se puede confiar en que Él proveerá y que nunca nos abandona. De eso tengo una certeza absoluta.

Bueno, no sé si esto te ayudará o no. Tampoco sé de dónde eres, pero te reitero la invitación a conversar en privado electrónicamente, o si lo necesitas y prefieres, yo paso por Madrid el martes que viene (19-X) de camino a un congreso; es una estancia relámpago en varias ciudades de mi España querida, pero no me importaría charlar un rato.

Un abrazo y mucha suerte,
José Carlos


A María Cristina (13-X): Me ha sobrecogido tu relato: te agradezco tu preocupación por mí y tus consejos. Gracias a Dios, nuestra vida conyugal parece ser muy distinta de las duras experiencias que te tocó vivir, y creo que mi querida mujer te diría lo mismo. Somos muy felices, y nos lo decimos con frecuencia. Lo que no entiendo, por no ser canonista, es cómo un matrimonio puede ser inválido para uno y válido para otra: si es inválido debería ser inválido en sí mismo para ambos ¿no? Pero mira qué bien, te casaste en una Iglesia que reza al mismo Dios y cree en el mismo Jesucristo.

A Daniel (13-X): También te agradezco a ti tu preocupación por mi salud psicológica, y lo que dices me hace pensar. Ya me pasarás factura (¿es tu
trabajo, no?) :)

A Sagimar (13-X): Totalmente de acuerdo contigo. Hay temas mucho más interesantes que el dedicar un segundo de atención a mi persona: pero yo no controlo lo que publican unos y otros.

A gpa (13-X): Sí que me gustaría entablar contacto contigo, aunque no te he localizado. Parece mentira que todavía te acuerdes de esa pandilla después de tantos años. ¡Qué bien lo pasamos! ¿Te acuerdas de la que "ni se ve ni se oye"? Para los que no estaban en Aldebarán, era una chica joven que hacía la limpieza de la finca, y se quedaba de palique, escoba en mano, con los numeraritos recién estrenados, pasando totalmente de las "Regulae Internae pro Administrationibus", muy a pesar del sofoco de los gerifaltes de turno. Hurgando en ese baúl de los recuerdos yo también descubro cosas de otros que se me habían quedado cristalizadas en alguna recóndita neurona. Para mí, es señal que lo que hacemos y decimos siempre impacta a los que nos rodean, aunque no nos demos cuenta.

Un abrazo a todos,
José Carlos


(de E.B.E.)

Muy bueno el testimonio de María Cristina, con agudas observaciones acerca de los que se van de la Obra pero «quedan mal enganchados» y viven una lucha interior parecida a la nuestra pero en sentido diametralmente opuesto: mientras nosotros nos queremos ir definitivamente, aquéllos quieren seguir enganchados a la Obra como sea y que nadie les tire abajo la ilusión. De lo contrario, no se entiende qué hacen acá en Opuslibros (al margen de aquellos que hacen campaña del tipo AOP).

Muy interesante la dualidad entre «la falsa sonrisa amable» y la auténtica violencia propia del fanatismo que ese hombre escondía. Aunque creo que había una dósis patológica importante, este caso refleja un comportamiento típico de la Obra: la falsedad y artificialidad como recursos para esconder una conducta de dictador.

Muchas gracias por esa historia.
Saludos,
E.B.E.


Para Amapola (ex numerária auxiliar) de Tibete (ex supernumerária)


Amapola, te quiero mucho!

Eu fui uma supernumerária muito jovem. Estás tu, Amapola, a pensar "o que é que vem esta criatura dizer-me?" Pois, nada de novo! Apenas pretendo dizer que te admiro a ti e a todas as numerárias auxiliares ainda pertencentes à Obra. Admiro-te a ti, Amapola, porque tiveste a fortaleza e coragem de sair e a vontade e sinceridade de partilhar a tua experiência. Por tudo isso, te agradeço!

Mas perante a tua mensagem de 4 de Outubro quero acrescentar: Amapola, o processo de reconstrução pessoal é/foi doloroso e difícil para todos nós. Eu fui supernumerária e só agora, passados mais de 20 anos sobre a minha saída do OD, falo (+/-) abertamente sobre o assunto!!! E a minha história não é nada, face à tua história ou à experiência da maioria das pessoas que escrevem neste website! (situação essa que, vou confessar-te, me inibe imenso! Tal como tu escreveste, todos eles escrevem tão bem que eu fico paralizada!)

Enquanto fui do Opus Dei, tive vários contactos com as numerárias auxiliares. Penso que isso fez parte da minha formação - eu era uma supernumerária, não casada, que futuramente teria um lar - esse lar deveria ser um exemplo opusdeico! (pai, mãe, filhos e empregada do OD!!!) Contudo, independentemente do que me iam instruíndo, para mim e na minha cabeça, as numerárias auxiliares, as minhas "irmãs pequenas", eram as MAIORES dentro de Casa. Maiores que as numerárias que já eram muito grandes! Sempre me questionei como é que era possível existirem pessoas que desejavam ser sempre criadas de outras, para toda a vida! No meu entendimento, essas pessoas eram as mais santas de todas, que eu admirava estarrecida!

Uma das coisas que registo foi o facto de, no momento da minha saída de Casa, não ter nenhuma numerária auxiliar a acompanhar-me à porta. Não digo isto por um sentimento de falta de subserviência, mas antes por falta dum acompanhamento cúmplice, dum entendimento mútuo... entre mim e as numerárias auxiliares daquela casa.. que até podia existir, mas... como a Amapola descreve, não era consentido... percebo eu, agora, depois de ler o que relatas, Amapola!

Tinha eu 16-17 anos de idade, mais ou menos acabada de apitar, quando me pediram para dar explicações de Geografia às numerárias auxiliares com o objectivo de as preparar para os exames nacionais do 9º ano (não recordo com precisão o momento desta história). Aceitei (claro! A "proposta" foi-me apresentada como um facto adquirido! O pior veio quando eu contei aos meus pais o que andava a fazer! - Segundo eles, eu estava a ser explorada!.. Relatei na conversa fraterna os comentários dos meus pais e ..........passei a ser paga pelas explicações que dava - recordo bem porque me soube a ouro!: 20$00 à hora!!!!!! - vejam o ridículo desta quantia, mesmo que fosse em 1976 ou 77 ou 78 no máximo)

Passei, então, a frequentar um Centro de numerárias auxiliares - ficava na R: João Crisóstomo, penso que se chamava Miralar, mas não tenho a certeza. Desta experiência há vários aspectos que me marcaram e que nunca tinha percebido até ler o relato de Amapola. Entre esses aspectos contam-se os seguintes:

- Nunca estava ninguém (nadie) no Oratório; (pois, coitadas entre planchar e aplicar as disciplinas teníam mucho para hacer!!!!)
- Passei a celebrar a Eucaristia diária ali, mas... estava sozinha!!! (Fiquei tão constrangida - como se o sacerdote só ali estivesse por minha causa - que comuniquei que iria à Eucaristia noutro sitio!)
- Durante as minhas aulas de Geografia, nas quais eu fazia tudo por serem dinâmicas....... elas, as numerárias auxiliares, DORMIAM!

Eu penso que percebia o seu cansaço e só as acordava no fim da aula - outras havia que tinham acompanhado tudo! (pelos relatos da Amapola, deveriam ser as que ainda não eram de Casa).

Serve esta mensagem para dizer à Amapola - o que viveste e aquilo a que sobreviveste faz de ti uma grande mulher! Tem confiança em ti porque tu és a MAIOR!

Deixa-me abraçar-te com aquele abraço que não tive quando saí de Casa, um abraço de cumplicidade porque ambas iriamos sair....

Tibete

(Nota del oreja: Daniel, que además de planchar, saca tiempo para traducir al español, nos enviará próximamente el correo de Tibete traducido. Mientras tanto, hay una web que traduce pasablemente del portugués al español. Gracias Tibete. Un abrazo de Santi.)



(de Rapelu) Este Satur está en mal plan. Rapelu dixit


Estimados orejas:

Este Satur de la Web me parece que con su última colaboración se le nota que está en mal plan. Y he de comentar que es una alegría poder escribirle por lo facil que es leerle, a diferencia de otros Josecas de la vida que no hay quien les entienda: ni fuera, ni dentro: ahí el problema.

Pues lo último de Satur no me ha gustado. Me gustaría conocerte y comentarte alguna cosa, si tienes un momentico, pues lo que vienes a escribir no me parece bien. Pienso que por lo que cuentas a ti te ha pasado de todo, que casi sobramos todos los que escribimos en la web y que con tus relatos, verídicos pero simpàticos, basta.

Y volvemos a lo de siempre. dices:

¿Son las personas, o es la Institución?. Pues son algunas personas por culpa
de la Institución.


Pues discrepo: con estas ideas vamos a llegar a la conclusión de que los que nos fuimos somos tontos o de verdad piensas que nos comieron el coco? No creo que sea, como dices, la Institución la que te obliga a irte a la francesa sin despedirte, con nocturnidad. Lo que te dice que mejor no des el cante y que desaparezcas una buena temporada porque si no, escandalizas y haces mucho daño. Es la Institución la que quiere enterrar al muerto -frase exacta de un director "Satur está muerto, pero aún no lo hemos enterrado"-, y se entierra consiguiendo que no sigas en la misma ciudad si es pequeña, que te olvides para que te olviden... y, una vez lejos, afirman, los directores, que trabajas en un colegio lejos, o que estás en tal ciudad, como si nada hubiera pasado. Luego, meses más tarde, la gente sabe que abandonaste la opus y comienza a imaginar, de la imaginación a la palabra, de la palabra al cotilleo, del cotilleo a la murmuración, a la calumnia y a la escupidera.

Sigo pensando que no, que (dentro de una situación sicológica normal) son los que dirigen y los que se van los que rompen con las mínimas normas de educación que toda institución debe tener. Los que se quedan por no asustar ni insultar, los que se van por hacer lo que quieran, hasta montando una rueda de prensa si gustan. La institución en si da algunos criterios de comportamiento... pero son las personas las que deciden. Igual pasa en casi todos los sitios de este fantástico mundo donde todo no huele bien.

El problema, si es tal, querido Satur, es que algunos hay que piensan que por irse pecaron de verdad, que estaba muy mal lo hecho, y por esto esa manía de querer buscar explicaciones. Como dice Retegui:

"la perseverancia en un camino de entrega en la Iglesia está exigida por dos tipos de exigencias: la primera por la propia exigencia de la unidad de la historia vital; la segunda, por el vínculo específico que haya resellado la situación. La primera exigencia, es semejante a la que reclama perseverar en el proyecto profesional o social. Ésta no es primariamente una exigencia moral. La segunda es un vínculo de alcance moral que es dispensable por la autoridad correspondiente. En ninguno de los dos casos se debe vincular la perseverancia a la unión directa con Dios. Sin embargo, cuando la institución pretende ser un absoluto, se tenderá a dar una trascendencia teologal a estos vínculos. Entonces se pasa fácilmente de hablar de "perseverancia" a hablar de "fidelidad", connotando de esa manera la unión con Dios. Pero eso es, al menos, equívoco, y, además, fuente de contradicciones. De hecho, quienes no han perseverado en el proyecto, aun después de ser advertidos de que abandonar su decisión original era abandonar a Dios, son reconocidos en una situación lícita y legítima, que puede incluso llegar a ser reconocida como vocacional".

Es decir, que tranquilos y menos lamentacíones que si seguimos por ahí nos podemos quedar como el de la famosa canción "como un idiota, si si". Alegría y simpatía que hay mucho por hacer.

Rapelu


(de Gata4)

El 13 de octubre nos recordaba Lala el número de fallecimientos anuales de fieles del Opus Dei. La primera mención de ese número nos la hizo Nachof en una de sus entregas del "¿El Buen Pastor?" y a mí también me llamó la atención por lo abultado. Ya en aquel momento hice cuentas y la realidad es que la tasa de mortalidad en el Opus Dei es muy similar a la de los países europeos. Tengo que mencionar que yo los cálculos los he hecho tomando como ciertas las cifras que da el Opus Dei: alrededor de 500 fallecidos anualmente en los últimos años y 80.000 fieles. Mientras que de lo primero no tengo ninguna duda (el Opus Dei en uno de sus boletines da los nombres de todos ellos) empiezo a dudar que haya tantos fieles en la Prelatura. Es cierto que el Opus Dei no abarca todos los rangos de edad al no tener niños recién nacidos por ejemplo. De todas formas el dato importante en cuanto a estudios de población es la esperanza de vida. Es decir, si un español tiene una esperanza de vida de casi 83 años, no sabemos si entre los españoles del Opus Dei podemos decir lo mismo. De momento el Opus Dei no da pirámides de población ni nada parecido.

A este tema quisiera recordar algo. Hace algunos años, hablando con una amiga numeraria me dijo que nunca había ido al ginecólogo. Me dijo que el actual Prelado les había insistido mucho en esas revisiones. Estaba preocupado por el gran número de muertes en numerarias jóvenes por canceres ginecológicos. Parece que muchas numerarias en este tema no obedecen, pongo el ejemplo de mi amiga. No sé cual es el correspondiente en los numerarios ¿la próstata?

El traer este asunto es porque como Lala no me gusta que se muera la gente si se puede evitar. Yo estoy convencida que el Opus Dei tiene que cambiar de arriba abajo o desaparecer ya que no es algo que tal como está aporte nada bueno a nuestra sociedad o a la Iglesia Católica, pero no quiero que desaparezca porque se mueran sus fieles por cosas prevenibles con las oportunas revisiones, así que: Señores del Opus Dei ¡Revísense los bajos!

GATA4


NOTA: cuando el oreja que está de guardia contesta a alguno de los correos, en asuntos del opus, su comentario va en cursiva y es la opinión personal del oreja que contesta. Lo hace expresando su opinión como uno más de los que escribís, no como línea editorial de la web. Sus opiniones son igual de personales -y criticables y respetables- como las opiniones que se vierten en los correos que se reciben. Cuando el tema al que responde el oreja es una pregunta en relación a cuestiones técnicas, sugerencias, inclusión de nuevas secciones... o le desea a alguien que sea muy feliz en otra web pero que en ésta no tiene cabida, etc., lo hace en nombre de los orejas que creamos la web, la mantenemos y la actualizamos.



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