Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

Correspondencia
Inicio
Quiénes somos
Libros silenciados
Recursos para seguir adelante
La trampa de la vocación
Recortes de prensa
¿Qué es el Opus Dei? (FAQ's)
Contacta con nosotros si...
Correspondencia
Diario de a bordo
Tus escritos
Homenaje
Links

CORRESPONDENCIA

Ponemos sólo las iniciales, el nick o el nombre propio de las personas que envían los correos porque aquí nadie quiere ser mártir. Pero conservamos todos los originales, la dirección con los que los hemos recibido y no publicamos ningún anónimo. No publicamos tampoco correos que no cuiden las formas básicas de educación, sean anti-opus o pro-opus. Amigos, cuidemos las expresiones desagradables y vulgares; hagamos todos -orejas que alguna vez contestan, incluídos- un esfuerzo para expresar lo mismo sin recurrir a la ordinariez ni al mal gusto.

Los correos se actualizan a las 21.00 horas de Madrid
lunes, miércoles, viernes y domingo.

15 de noviembre de 2004

(de E.B.E.) La 'santa extorsión'

«¿Que cuál es el secreto de la perseverancia? El Amor. -Enamórate, y no “le” dejarás».

Esta era la fórmula que el fundador daba en Camino (n. 999) para obtener la perseverancia. Sin embargo, creo que no sería difícil postular que en la Obra la perseverancia es fruto de una importante dosis de extorsión, donde el amor no es precisamente la razón última con que la Obra promueve la perseverancia de sus miembros. Y que si desapareciera tal extorsión, se produciría una enorme crisis institucional, diáspora por un lado y gran descentralización (del control) por el otro. La extorsión es el cinturón que mantiene «la unidad» e impide los «desbordes» del pluralismo.

[...]

(El nuevo escrito de E.B.E., "La santa extorsión", está colocado en los libros silenciados)


El tunel del tiempo (Toma y Daca Cap.8).- Flanpan

Cuando eres niño, hay recuerdos que se te quedan grabados con una intensidad especial. Uno de esos recuerdos de mi infancia es el de un centro de señoras al que mi madre acudía a veces a hacer la Visita, y que no quedaba muy lejos de mi casa. Debería tener yo unos 6 flanpantes años. Los suelos eran de madera, y crujían al andar. La entrada era grande, y conducía enseguida a un oratorio muy oscuro. El silencio en la casa era mayúsculo. Me parecía que todos hablaban en voz baja, como en cuchicheos. Y yo, por supuesto, ni palabra...

[...]

(Nueva entrega de Flanpan, "El túnel del tiempo", a su escrito "Toma y daca")


Reformadores y abolicionistas.- José Carlos


¡Hola chic@s!

¿Cómo estáis? Después de conversar a fondo con varios amigos durante mi viaje a España, seguir su sabio consejo y tomarme un tiempo de reposo que me ha venido muy bien, habiendo superado el Campeonato Mundial de Béisbol que se ha llevado nuestro equipo de Boston (la “World Series”, cómo les gusta la hipérbole a estos yankees), el examen de mi especialidad y las controvertidas elecciones norteamericanas, vuelvo para comentar un asunto que me ha llamado la atención.

He leído varias veces el detallado testimonio (29-X) de ese otro ex-numerario americano de cuyo nombre no queremos acordarnos, aunque es fácil de descifrar (aparte de que llevaba meses con un testimonio más abreviado en la página de ODAN). No tuve el gusto, en mis veinte años en este país, de conocerle personalmente. Lo que cuenta es muy serio y clama por una respuesta institucional adecuada, que claramente todavía no ha recibido. Personalmente, a mí me gustaría saber quiénes eran esos directores que no quisieron charlar con él una vez regresado a este país, porque probablemente les conozco y quisiera que me dieran una explicación.

Desde mi perspectiva, diré que a mediados de los ochenta presencié la “modernización” de los métodos contables que se llevaban en los centros norteamericanos. Tomó las riendas de administrador regional una persona con gran preparación profesional, y se introdujeron métodos informáticos de llevar las cuentas y la publicación externa de todos esos datos por las sociedades civiles asociadas a la Obra. Cuando fui director de centro en los noventa, no recuerdo ver ninguna irregularidad en los presupuestos o los balances de fin de año.

Pero lo que me llama la atención es el comentario “editorial” (29-X) que acompañó a su aportación. La encomiable labor traductora de nuestros tres amigos va coloreada por algo que me atañe personalmente, con fundamento o sin ello:

“Este testimonio es una muestra más de que el opus Dei es igualmente insincero en distintos lugares, y si algo cambia de un lugar a otro se debe a la necesidad de amoldarse a las leyes y controles del país en cuestión.”

Una vez más asistimos a la universalización absoluta a partir de un solo testimonio de un ex-numerario norteamericano (quizá buscado, incitado y publicado precisamente para “ponerme en mi sitio”), y a la extracción de una conclusión basada en la conjetura que parece puramente especulativa.

Caben tres opciones: o miento yo y dice la verdad él, o miente él y digo la verdad yo, o decimos la verdad los dos. Me explico.

Lo que le pasó a él puede ser verdad, y lo que me pasó a mí también puede ser verdad: sea por circunstancias de lugar y tiempo, personalidades, suerte, o lo que fuera, el espíritu del Opus Dei puede haberse vivido de distinta forma en su experiencia y en la mía. Insisto que puedo nombrar a más de cuarenta ex-numerarios norteamericanos salidos entre 1983 y 1999, que por las razones que sea no participan de muchas de las opiniones que circulan por aquí. Yo siempre he admitido que pueden ocurrir hechos como los que contáis tantos, y simplemente pido que se reconozca que lo que yo he vivido también puede haber ocurrido. Lo cual me proporciona la esperanza de que una forma mejor de vivir ese espíritu es posible.

Yo estoy muy tranquilo: conozco lo que he vivido, sinceramente confieso que no miento en lo que os cuento, y sé que los que me conocen bien me creen.

Sobre si la forma de vivir y aplicar el espíritu de la Obra en USA varía por razones culturales intrínsecas o por presiones legales extrínsecas, os daré dos ejemplos mundanos que ilustran que las leyes del país no tienen por qué ser la razón principal. Uno: no se estilan las broncas, ese modo tajante de hacer que el personal se comporte como quiere el que manda; gracias a Dios, las dejé atrás en mi España querida. Dos: esta misma semana hemos tenido a cenar a un cura numerario que hoy cumple 80 años (ex-consiliario de esta región) y al director de su centro, y el calor humano de nuestra reunión me hizo pensar que con mi salida no hubo ninguna presión para que “desapareciera” y no fuera “motivo de escándalo”, como parece ocurrir en otras partes. Es que aquí el respeto a la libertad de las personas está muy enraizado, no es cuestión de leyes o presiones civiles.

Pero caigo en la cuenta de que para algunos es fundamental no admitir el más mínimo resquicio de que pueda haber algo bueno en la Obra. Parece que en la web se van perfilando dos campos más o menos definidos: el relativo de los “reformadores”, que se dan cuenta de que hay cosas que han de mejorar en la Obra (podremos discrepar en cuáles y de cuánta trascendencia, pero admitimos que puede existir una institución que encarne el ideal que nos atrajo en su día); y el absoluto de los “abolicionistas”, que la ven como algo viciado de raíz y que preferirían que no existiera.

Pienso que puedo encontrar campo común con el elemento constructivo, pero no con el destructivo. Para mí, vale la pena conversar civilizadamente sobre el modelo de institución que motivó nuestra entrega, debatir qué cambios deberían ser prioritarios, y buscar formas prácticas y asequibles de que se lleven a cabo dentro de un marco eclesial que lo haga factible.

Ahí está mi propuesta para el diálogo. Y que conste que lo mismo que invitamos al cura numerario de 80 años y a mi amigo el director, tendríamos mucho gusto en acoger a los orejas o a los muchos amigos que voy haciendo en esta web, uno de los grandes logros de esta página de reencuentro.

Termino con un par de comentarios periféricos: muy emotivo el homenaje de Satur a Jaume, que ahora descansa en el océano del Padre; me trae a la memoria esa cita que nos recordó un día Carmen Charo: “Ama, y haz lo que quieras.” Y por la luz que pueda arrojar sobre uno de los temas de estos días, nada más comentar que mi tío jesuita me felicitó en su día por la beatificación del fundador de la Obra, y que ha visitado los centros de Chicago y de Boston sin que se le pusiera ninguna traba.

Un cordial saludo a todos,

José Carlos


Perdón por las formas, no por el fondo.- EPI


Queridos amigos:

He estado de viaje y no he podido responder antes al aluvión de críticas que, sin querer, mis dos últimas cartas (3 y 5 del XI) han suscitado, sobre todo por mi afirmación de que el cristiano de izquierdas es tonto o malo. Aquilina me pide que rectifique y reconozco que hablé con vehemencia. Pido disculpas por la forma, pero no por el fondo. En respuesta, pues, a las críticas de Raquel, JavierL, Brian, Cooper, Antrax, Ángel, Dany, Sonsoles, Flavia (todos el día cinco del XI)... aclaro tal afirmación y acepto de los orejas un tirón de mis susodichas si me salgo del objetivo de la página, porque la política en general es aburrida (por cierto, agradezco el tono afable de Dany, Brian, Aquilina y otros, a pesar de que yo no fui excesivamente afable).

En democracia no hay verdades absolutas: el fin de todos los partidos es el bien común, pero cada cual tiene sus propios medios para conseguirlo: la izquierda interviniendo para evitar demasiadas desigualdades económicas, y la derecha agilizando el mercado para generar riqueza de la que todos se acaben benficiando. Decir que los de izquierda son los buenos y los de derecha los malos o al revés es propio de mentes sectarias y antidemocráticas que no entienden que en democracia caben todas las posturas (seguro que no es el caso de ninguno de nosotros) y que ninguna tiene el patrimonio de la verdad (bastante hartos hemos acabado ya de verdades absolutas, como muy bien dan a entender Ana Azanza con serenidad y Satur con chispa en sus intervenciones del siete de noviembre).

Una vez aclarado que todos los partidos democráticos tienen la misma legitimidad en el sistema democrático, uno comprueba que en efecto tanto los gobiernos como los de izquierda hacen lo mismo por los menos favorecidos: muy poca cosa, porque, al menos en Europa, no deja de haber pobres con gobiernos socialistas ni estos aumentan con los de derecha. Así pues, si la izquierda con sus supuestas políticas sociales y la derecha con sus supuestas bajadas de impuestos contribuyen a aumentar o disminuir la pobreza del mismo modo, es decir, si los partidos de izquierda y derecha contribuyen por igual al bien común, ¿con qué otro criterio deben los cristianos votar? Está claro que con criterios morales: habrá que votar al partido que mejor defienda a la familia, al no nacido, la libertad de expresión religiosa, la libertad de elegir colegios... Y, por gracia o por desgracia, los partidos que defienden los valores tradicionales son los de derecha. Es cierto que, por ejemplo, Bush, junto con su defensa del no nacido, es partidario de la pena de muerte, pero en política no se vota lo mejor, sino lo menos malo (aparte de que siendo pena de muerte y aborto prácticas abominables, es más abominable el aborto porque en él se mata a la inocencia misma y no a un culpable).

Además afirma Raquel (5-XI) que Cristo fue algo así como un comunista, un revolucionario. Fue un revolucionario en el terreno de la religión y de la moral, pero no en el de la política. No se erigió nunca en juez de asuntos humanos ni en los asuntos del César, pero sí apelaba a la conciencia de cada cual para que cada cual ayudase a los enfermos, los presos, los pobres... y cada cual, según su conciencia, los debe ayudar por cuenta propia, sin esperarlo que lo haga el Estado. Así que uno pueda dar dinero a Cáritas y a los misioneros y luego votar a la derecha, porque la generosidad que Cristo te pide es la tuya, no la del partido al que votas. Así pues, si votes a quien votes vas a ser generoso con los demás, ¿para qué votar a un partido izquierdoso que, aparte de no hacer por los pobres más que el de la derecha, sostiene tesis abiertamente anticristianas como el aborto libre y gratuito y el suicidio asistido? Esa es la razón por la que la mayoría de los cristianos votan a la derecha.

Si a pesar de todo esto un cristiano persiste en votar a la izquierda basándose en que la izquierda se preocupa más por los pobres (afirmación, por cierto, ingenua hasta la náusea), no diré ya que es malo, sino sólo ignorante o bien es listísimo porque es capaz de hacer la cuadratura del círculo: compatibilizar lo incompatible.

Dicho todo esto, es lógico que los del Opus Dei y los católicos voten más a la derecha que a la izquierda, no porque la derecha sea magnífica, sino porque es la que menos les toca las narices.

Y para agotar este tema: no entiendo por qué la gente se escandaliza de que muchos católicos y miembros del Opus apoyaran a Franco, si Franco salvó a los católicos de las persecuciones que luego asolaron la Europa del Este y la Unión Soviética (y aprovecho para decir que las víctimas del comunismo el siglo veinte fueron cien millones de personas: dudo que la Inquisición en toda su historia matara a tanta gente teniendo en cuenta que en época de los Reyes Católicos no había en España ni dieciocho millones de españolitos). Más me escandaliza a mí ver a tanto católico y opusino en partidos nacionalistas que sacralizan a la patria y a la lengua por encima de la libertad de los individuos para elegir lengua y costumbres sin la obligación de sentirse en ningún grupo. La carta de Satur (7 de noviembre) es de lo más reveladora. ¿Qué pinta un opusino o un buen católico en un partido como el PNV que pretende que los niños en los pasillos y en el recreo hablen también vasco y no chino o castellano o lo que les salga de la punta?

Brian, tu carta del día cinco fue muy bonita. Coincido contigo en que yo no sentí ninguna presión ni indicación política en la Obra. A mí me pasó al revés que a ti: en el Opus era de izquierdas y me hice de derechas mucho después de salirme. Así que, contra lo que sugiere ANtrax, estas ideas mías no provienen de charlas circulares ni círculos charleros, sino de mí mismo mismamente. Además, yo soy liberal (en el sentido europeo del término) por convicción propia, no por conciliar mis ideas políticas con el cristianismo, muchas de cuyas ideas no comparto.

Por cierto, ya es la segunda vez que alguien me dice que yo pienso que nos fuimos del Opus porque no fuimos capaces de seguir. ¿En qué escrito mío he afirmado tal cosa? Yo sólo dije que me fui del Opus porque el Opus no era mi sitio, pero que me parece bien que otros sigan allí si les da la gana. No quiero volver allí ni loco, pero participo aquí sólo para compartir experiencias, no con el ánimo de reformar instituciones ni denunciar supuestas injusticias.

A Gallos (7-XI) le respondo que amar al prójimo no es más propio de izquierdas que de derechas, sino que es sencillamente humano. Conozco a muchos izquierdosos que piden solidaridad pero luego se ríen de mi ingenuidad cuando doy dinero a los misioneros o a las ONGs, porque según ellos eso es labor del Estado, no de los particulares. Le digo también que el Opus no me gusta, pero no exagero como él al decir que es una organización totalitaria o un Gulag: si a Stalin le decías que creías en Dios, te metía en un manicomio o te mandaba a Siberia si es que no te convertía en comida para sus perros. Pero en el Opus yo les dije que yo no tenía ganas de incendiar los caminos de la tierra, sino de acostarme con las mujeres y no me tomaron por loco, sino que simplemente me dijeron que me podía ir cuando quisiera.

Por último, disculpad si en estos asuntos se me calienta un poco la boca. Es que estoy un poco harto de que mis ideas no se puedan exponer sin que me tachen de facha, mientras que queda la mar de bien alabar a Arafat, cuya fortuna personal en Suiza sólo es superada por la de Fidel Castro. También estoy harto de que por decir que me gusta Mel Gibson, que es más guapo y mejor director que Michael Moore (que es casi tan impresentable como Cristina Almeida), la gente deje de dirigirme la palabra como si fuese un apestado o uno del Opus: en este mundo todos tienen cabida y todos pueden hacer proselitismo de sus ideas, que para eso las tiene. Por eso no me parece bien que algunos en sus correos prevengan contra la gente del Opus, como si fuesen lobos disfrazados de corderos. Ya se sabe, los demás somos unos santos.

Ah, Nacho, gracias por tu aclaración. Perdona: el tono de mi carta se pasó de agresivo.

Saludos de Epi.


De regímenes, golpes de estado y otras menudencias.- joem


Las vinculaciones políticas de la opus escribae merecen la atención de muchos de los correos que se vienen publicando en los últimos días. Es un asunto difícil de abordar por la actitud camaleónica de la cosa que no tiene inconveniente en cambiar de táctica en cuanto atisban unos mayores réditos en la postura opuesta a la que venían defendiendo, postura que me recuerda a la de un antiguo líder estudiantil que, según decía la leyenda, tras pronunciar un encendido discurso defendiendo una determinada causa, gritó aquello de "y ahora, si me dais veinte duros pal bocadillo, os convenzo de lo contrario". La Cosa ha sido siempre muy consciente de la imagen que proyecta y siempre ha mantenido o incentivado determinados personajes escaparate para poder decir aquello de "somos libérrimos". Así se explican casos como el de Calvo Serer, personaje complejísimo y cuya vinculación con la Cosa fue un tira y afloja constante, especialmente tras su adhesión a la famosa "platajunta", que fue comprendida en su dia por muy pocos dentro de la Cosa. Yo recuerdo perfectamente cómo don F.P.E., que había ocupado cargos de responsabilidad en la dictadura, decía que se le había ido la cabeza y que había que rezar mucho por él porque se había aliado con los comunistas. Sin embargo, la cosa mantuvo dentro a Calvo Serer porque le venía bien en aquel momento para dar una imagen de pluralidad que era tan falsa como todas las demás falsedades que difundían.

Alguien en correos anteriores se interesaba por los recuerdos de momentos como el 23-F que pudieran dar una idea de la orientación política en aquellos momentos cruciales. Relataré algunos de mis recuerdos relacionados con estos asuntos.

En la ciudad en la que yo vivía en ese momento, el 23 F se nos dieron instrucciones a los centros para meter todos los archivos de correo interno en unas maletas a la espera de que, si era necesario, fuesen quemados en un lugar previamente convenido. Lo gracioso del asunto es que uno de los subdirectores del centro, bastante facha y muy ingenuo, preguntó que, si los sublevados "eran de los nuestros", ¿a qué venía montar aquel numerito?, a lo que se le respondió por parte del sacerdote, mayor, más facha y casi tan ingenuo que, en estas ocasiones nunca se sabía lo que podía pasar y que era mejor prevenir que curar. La anécdota es, creo, algo indicativa del maravilloso ambiente que se vivía ese día. En los días siguientes los papeles volvieron a su ubicación natural una vez restaurada la normalidad.

Otro día continuaré con otros asuntos relacionados

Saludos a todos.

joem


Satur, ¡gracias!.- Raquel


Satur, cielo, cada día me tienes más enamorada... ¡Qué manera de hacerme llorar!

Gracias.

Raquel


Consejos jurídicos prácticos para preparar la salida.- Merlos


Queridos todos:

A continuación os expongo unos breves consejos para quien esté planteándose irse de la Obra. Son fruto de la experiencia personal. Pueden parecer medidas frías y calculadas, pero cuando uno toma conciencia de a qué se está enfrentando, son del todo necesarias para evitar salidas traumáticas.

1º NUNCA COMUNICAR LA INTENCIÓN DE DEJAR LA OBRA. Esto hay que hacerlo una vez que se ha preparado el plan de huida...

[...]

(El correo completo de Merlos está en Tus escritos. Se titula "Consejos juridicos prácticos para preparar la salida")


GRACIAS SATUR!!.- Diogenes


Yo también conocí y quise a Jaume R. No puedo añadir nada a lo que explicas de él, solo alguna anecdotilla que abundaría en lo contado por ti. Alguien me dijo, no recuerdo cómo fue, que hacía dos años que Jaume había fallecido. Me había ido tres años y pico antes...., y nadie se acordó de llamarme????. Gracias por hacerme saber de sus últimos momentos. Si siempre logras sacar una sonrisa con tus escritos, hoy ha ido acompañada de alguna lágrima. GRACIAS de nuevo, y que Jaume nos siga ayudando.

Diogenes.


Homenaje a la amistad.- Marypt


Penso que he leído casi todos los escritos desta web. Pero lo primero que me ha hecho llorar ha sido "Ya no hace frío"(14-11-04) de Satur! Es una homenaje a Jaume; pero es más: es un homenaje a la amistad que es posible en todas nas partes del mundo y en todas las situaciones de la vida!

Marypt

(Desculpen mi malo castellano)


Residencias estudiantiles.- YOHA

Me parece importante hacer el comentario de que las residencias de estudiantes llevadas por gente del Opus Dei están bien organizadas. Esto para poner en evidencia que lo dicho por Sara en parte tiene razón y en otras no; lo digo, pues estuve adscrito a una residencia de estudiantes durante muchos años – no viviendo ahí físicamente – pero, sí “palpando” los comentarios de numerarios, residentes y ex - residentes.

Obviamente ya todos sabemos qué se pretende al mantener ese “ambiente” de estudio, de orden, de limpieza, de horarios estrictos en las comidas, de horas máximas para llegar en la noche, etc. Se pretende tener un ambiente lo más sano posible para que la labor sea “coherente” con la vida de los numerarios que allí viven. Me imagino la incomodidad de un numerario entrando en una habitación y toparse de frente con las “Vaqueritas Pilsen”; o con “Madonna” con sus pechos al aire acompañada por cierto personaje en la entrega de los premios Grammy; o – detrás de la puerta – a la Paulina Rubio y su traje con cintas amarillas de “do not cross”, etc.…. También al pobre numerario levantándose a las 3 AM para abrirle la puerta a un residente y luego tener que levantarse en punto para su “serviam”; ni qué decir del tele en el cuarto de cada uno y lo bien que se la pasarían viendo películas de forma tal que el rol de vida sería muy probablemente: comer, estudiar, tele, deporte, estudiar, comer, tele, dormir.

Coincido en que las residencias como tales son muy estrictas y que por eso las hacen diferentes a una residencia “normal” de las muchas que hay en el mundo. Y bueno, también que nadie está obligado a permanecer ahí si no le gusta ese régimen tan “poco” esperado para una residencia universitaria.

En defensa de los numerarios, que tienen ese encargo apostólico, imagínese que aún siendo así de estricto el reglamento de las residencias, sucede cada cosa que se le paran los pelos a cualquiera. Hubo una época en que cuando iba entrando a la residencia para la oración de la mañana, me encontraba algunos residentes envueltos en sábanas durmiendo afuera del edificio; ó actos “terroristas” en los pasillos a horas nocturnas dónde era común el uso de “petardos”; o las llaves de los grifos deliberadamente abiertos durante la noche para encontrar a la mañana siguientes sendas lagunas en todo el piso, etc., etc.

Y ni que decir de aquellas reuniones calientes – tertulias pirata - de jóvenes más o menos adolescentes, con sus cervecitas “camufladas”, revistas de varias equis, etc.; actitudes propias y naturales de los muchachos en esas edades y en las que el numerario obviamente no es bien recibido. Más sonoros aún aquellos casos – no tan poco frecuentes - de algún residente pasándose a “dormir” al dormitorio de otro; el uso de drogas para “consumo personal”, etc. Nada que hoy me provoque el más mínimo escándalo; pero que en el ambiente Opus son verdaderas tragedias.

En fin, las residencias universitarias llevadas por gente del Opus Dei son únicas. Al paso de los años, hablando con ex residentes, estos recuerdan y agradecen ese ambiente pues les permitió adquirir una serie de virtudes importantes para su vida como profesionales y padres.

YOHA.

 

Arriba

Correos Anteriores

Ir a la correspondencia del día

Ir a la página principal

 

Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?