CORRESPONDENCIA
29-2-2004
Ante todo gracias por contestar a Fulcro
y a Felipe.
Si conocí a la Obra en mis años de estudiante
en la Universidad de Granada, estudiando Medicina. Estuve
en el Colegio Mayor Albaizín, y allí intentaron
que entrara en el Opus. Pero, tengo dudas razonables sobre
la fe, y eso me salvó. Además de tener un poco
claras las cosas con 17 años.
La verdad es que mi etapa del colegio fue bastante funesta,
teníamos un sacerdote y un director, médico
y profesor actualmente en la Universidad de Pamplona, M. A.
M., que eran la Santa Inquisición. Por otro lado conocí
a un sacerdote numerario Don J. C., que me hacía reflexionar
sobre Dios y la vida, y que nunca me presiono. Con lo cuál
conocí una cara amable de la Obra y otra no.
Cuando conocía a María, así se llama
la Supernumeraria de mi mujer, vi en ella otra cara amable,
no agresiva del Opus, y además vi su belleza exterior
e interior. Me enamoré. Y me enamoré sobre todo
cuando me dí cuenta que la necesitaba. Fue en una navegación
por el Mediterraneo de 4 meses con una Fragata de la Armada
(soy médico militar).
Sigo enamorado, pero le tengo pánico al Opus, a ciertos
personajes que tiene, y a que mi mujer es ahora joven y con
espíritu crítico, pero como vulgarmente se dice,
"cuando eres joven se de izquierdas, que ya serás
conservador cuando crezcas". Y ese es mi miedo, el que
ahora tiene espíritu crítico con la Obra, y
ella coge lo bueno, y lo malo, en teoría, lo aleja
de su vida y de nuestra vida. Pero, y en el mañana.
Cuando nos casamos llegamos a ciertos acuerdos en nuestra
vida, espero que podamos cumplirlos, y uno de ellos era que
la educación de nuestros hijos será por acuerdo
de los dos. No quiero una educación de un colegio de
fomento para mis hijos. Se que necesito mucha paciencia, mucho
amor y sobre todo mucha comprensión.
La verdad, somos atípicos, una supernumeraria y un
agnóstico. Nos queremos. Pero a veces, cuando nos paramos
a pensar decimos: ¡Dios mio donde nos hemos metido!.
Gracias por contestarme, por decirme cosas que posiblemente
piense, pero que leidas de otra persona te hacen ver más
allá de tu ombligo.
Un fortisimo saludo desde Tenerife.
José
Yo viví 3 años con D. Antonio
Ruiz Retegui. Muchos de los escritos que se están publicando
en la web yo ya los había leído antes. Confirmo
que son de él.
También afirmo que nunca en mi vida he tenido la sensación
de compartir techo con un santo como en aquellos finales de
los 90. Su presencia, tan preocupante para los directores,
era deseada por muchos. Su mirada, su voz, su talante intelectual,
su preocupación por el débil, su capacidad de
amar y su humildad, son características que guardo
en la memoria como oro en paño.
Lástima que para comenzar un proceso de canonización
haga falta tanto dinero, porque D. Antonio Ruiz Retegui era
un santo que merece estar en los altares. Sería el
primero en firmar una carta que apoyara dicho proceso. Era
la misma esencia del cristianismo hecha realidad viviente.
Su modelo era Cristo y ¡qué bien lo encarnaba!
Sabía enseñar, querer, comprender, perdonar,
amar, ¡exigir! y lo hacía desde una humildad
(también intelectual a pesar de su descomunal valía)
que llamaba poderosamente la atención. De sus enfermedades
y dolencias siempre me enteré por terceros. Nunca se
quejaba. Su mensaje -mensaje evangélico- era claro
y ortodoxo, pero lejos del fundamentalismo que impera en el
Opus Dei. La Obra ha acabado por encarnar a los escribas y
fariseos de antaño que se pasaban la vida escandalizándose
de los que hacían el bien, condenando a pecadores (y
posibles pecadores), guardando unos criterios que ellos mismos
habían creado (que no Dios) y pasando de largo ante
los heridos del camino para no llegar tarde y poder ocupar
los primeros sitios en el templo.
Las desavenencias que tuvo Ruiz Retegui con los jerarcas de
la Obra las llevó con ejemplar humildad y nunca fueron
enfrentamientos agrios; tampoco eran diálogos porque
casi nadie estaba a su altura humana, sobrenatural, intelectual
y teológica. Pongo a Dios como testigo de que sólo
buscaba el bien de las almas, de la Iglesia y de la Obra.
Yo no sabía que hubiera escrito una carta de dimisión,
pero no me extraña nada. Ya no podía más.
Pero esa no fue la actitud de un traidor como
dicen en la Obra, sino la de un santo que, como San José
al querer marcharse en secreto para que la gente no pensara
mal de la Virgen, él tampoco quería hacer daño
a la Obra; se lo estaba haciendo ella misma.
No hacen falta pronunciamientos multitudinarios en la Plaza
de San Pedro para saber que D. Antonio está en el cielo.
Tan sólo lamento no haber sabido ayudarle por aquel
entonces, que tan mal lo estaba pasando. Esa es mi gran pena:
no haber consolado a un santo, siquiera con una palabra amable,
en momentos de necesidad. Que Dios me perdone.
Recibe, SS, un abrazo
muy fuerte
Edu.
Hola muchachos
Esta dirección la uso para mis comunicaciones ultrasecretas
del recontraespionaje... El tema de las sectas es algo que
me "apasiona" y en busca de información me
encontré con la paginita de ustedes, y es terrible
lo que allí se narra... pensar que en una época
los testigos de Jehová me caían simpáticos...
obviamente siento un profundo respeto por toda la gente que
cree genuinamente en algo y aporta desde su lugar, para el
bien de los demás, pero las sectas y el comportamiento
sectario en todos sus aspectos "me caen gordo" como
dicen los mejicanos...
Las primeras noticias que tuve sobre el Opus me llegaron
en los 70s, después, por supuesto, la religión,
en todas sus formas, dejó de formar parte de mis intereses
y ahora me he puesto a leer todo lo que encuentro sobre sectas,
sólo para saber... Al principio me parecía que,
en la sociedad moderna, las sectas desaparecerían,
sin embargo, la manipulación de las conciencias es
un negocio que deja muchos millones de dólares y entonces,
es evidente que el mundo siempre estará lleno de "reverendólares"
que prometerán el cielo, el paraíso, los nirvanas,
los wallhallas y las walkirias y cuanto se pueda usar como
medio de coerción social y de hacer dinero, de ganar
poder y perseguir a la gente... Escrivá en los altares
es un hecho lamentable para todos los verdaderos cristianos...
en fin, como en mi computadora no funciona el mecanismo de
adjuntar archivos, les mando por este medio mi humilde aporte
a las flores y poemas tan hermosos que tienen en su sección
homenajes... demás está decirles que son absolutamente
libres de publicarlo o no...
La melodía vieja (Santiago Almada)
Cuando la melodía vieja
Traspasa las fronteras
Legales del silencio
Un goce clandestino
Se infiltra en la memoria,
El presente solemne
Se deja enniñecer
Y hasta sonríe con malicia
Mientras la música suprime
La histeria de la historia.
Un deleite rebelde
Con cara de invasor
Captura ese momento,
trama resurrecciones,
Conspira con recuerdos,
Rescata desde el sepia
La caricia y el deseo
y le dicta a la brisa
una danza de odalisca.
La melodía suena y
Destroza la rutina
Con un guiño de novia
Que invita a un beso
En la penumbra,
Desviste a la nostalgia,
Deroga prohibiciones,
Clausura los espejos,
Y exenta de prejuicios,
Sensual y libertina,
Transparente y desnuda,
Decreta la alegría.
Susana
Es flanpan el discipulo de Satur?
Me he reído mucho leyendo la ultima
entrega de "Bajando
de la Nube". Gracias, Flanpan...
Una cosa que quizá le haya escapado a Flanpan en el
"comic" del fundador es más una posible manipulación,
ya tan conocida, de la verdad y de la historia.
Observen lo que dice el fundador en la primera figura: "Ahora
veo lo que pides" y en la figura siguiente: "Recordar
a todos los hombres y mujeres que Dios les pide que sean santos...
pero sin hacer cosas extraordinarias."
¡¿Hombre, y aquello de que "nunca habrá
mujeres en el opus dei"?!
No sé si el comic se refiere realmente a la fecha de
la fundación, pero es lo que parece. Si así
es, ¿¿qué hace allí "La Monisima"
de Flanpan?? ¡¡Aya, y SS
nos predica sobre el Amor a la Verdad que tiene la obra!!
Dinos, SS, ¿es este más un ejemplo del Amor
a la Verdad que se vive en la obra?
Si alguien tiene acceso a ese comic, ¡aclárenos,
por favor, y dígame se estoy juzgando injustamente
y en el comic las cosas estén más claras!
Cooper no llega a
decirlo, pero el hecho es que, si SS no concreta las supuestas
mentiras, será él el calumniador, que calumnia
los que aquí escriben...
Respecto a lo que escribe M.D.:
Gracias, M.D., por compartir con nosotros las palabras de
sabiduría de D. Antonio Ruiz Retegui. Los que aquí
escriben y estuvieron con él en sus últimos
días seguro que comentarán con más propiedad,
pero me parece que lo que oíste de él es totalmente
compatible con el que le sucedió. Como a todos nosotros,
le encantó el espíritu de la obra; y como a
tantos de nosotros, puede ser que se haya desencantando al
ver que tal espíritu no se encontraba en ninguna parte
(quizá en una o otra persona como él mismo);
de ahí todo lo que dice sobre el
"espíritu" y el "estilo".
De todas maneras, quiero decirte que si todas las personas
"de casa" que escriben aquí lo hicieran como
tu, el diálogo seria mucho más fácil.
Gracias un vez más.
Besos y abrazos a todos y todas.
José Tomás
Amigos,
aquí Rulo Loco les cuenta que al fin!!!! se va de
vacaciones. La segunda parte del viaje es en un lugar perdido
de la riviera uruguaya. Me pregunto si seré capaz de
estar esos días sin leer la página. ¿Podré?
¿O tendré un síndrome de abstinencia
que me hará tomar un ómnibus y hacer los kms
necesarios a la civilización? ¿Superaré
la opuslibros.com adicción? Realmente no lo sé.
Lo mejor será disfrutar de esos días y luego
me tomaré las vacaciones de las vacaciones y me interno
en la banda ancha para ponerme al día.
También como Brisas y Satur me pareció dejar
paso a los interesantísimos aportes que están
escribiendo en estos días
Los voy a extrañar! Esta página me hace bien
y me doy cuenta que nos vamos inspirando los unos de los otros.
Profusión de besos y abrazos en exceso para todos y
para que tengan para esos días de mi ausencia.
Una bendición especial para Satur. La bendición
del Señor a Tobías. Pero no la acepción
de San Rafael que tenía la cosa nostra. Según
San chemaríacribádebalaguéyalbáperaltayblanc
ese san Rafael llevaría a los Tobías por el
incuestionable camino del numerataje y no al camino del matrimonio
como cuenta la escritura. La bendición que Dios otorga
a Tobías es según la petición que él
mismo le hace al Señor: Déjame envejecer
junto a ella.
Satur,
a vos te digo, te deseo que envejezcas con la Piedra pues
dudo que a otra mujer le guste todo ese pliegue que exhibes
en tu foto de ayer. Espero los escritos de ella.
Con afecto
Rulo Loco
Pd: Ultima vez que firmo así, a mi regreso me llamaré
de otro modo y ya me van a reconocer.
Saludos,
¿alguien sabe qué es lo que sucedió
con don Florencio Sánchez Bella, consiliario de España
cuando falleció Escrivá, y que desapareció
del mapa en los siguientes meses? Se hablaba, entre bambalinas,
de que fue el único que se opuso a la sucesión
de don Alvaro y que fue confinado en México. También
era famoso porque no se andaba por las ramas y a más
de uno le dio una bofetada que vio las estrellas.
Hasta pronto,
Davis
saludos
Hola,
fui Numeraria 14 años. Ahora tengo 36 años.
Me fui hace tres años del centro pero no me concedieron
la dispensa hasta mayo del año pasado.
La verdad es q me encuentro un poco sola. No hecho de menos
nada de lo de allí, pero veo q me aparté del
resto de la gente y mis amigas de toda la vida están
casadas y con hijos.
Me gustaría saber si hay más gente en mi situación,
pero no para hablar de la Obra ni de experiencias malas pasadas.
Yo quiero olvidar todo.
Solo necesito amistad y compañía de gente q
ha pasado por lo mismo que yo.
Me gustaría q me contestarais.
Un saludo,
Carmen
Hola a todos,
Mi deseo, SS,
también es dialogar de forma amigable ya que, normalmente
entre una persona que sigue en la obra y otra que se ha ido,
todo va bien mientras no se mencione a la obra y se hable
del tiempo o, tocando ya temas más comprometidos, del
cambio climático y de la capa de ozono pero sin profundizar
demasiado. Ahora parece que gracias a internet, puede haber
'comunicación', cosa que me alegra.
De tu último correo entresaco este párrafo:
"Y con respecto a lo que dije sobre los escritos
de don Antonio: me alegra que haya ayudado a mucha gente,
y que los haya tranquilizado. Yo lo poco que le oí,
me pareció muy sensato. Yo también estoy a favor
de la primacía de la conciencia, y del amor a la libertad,
y del obrar con recta intención. Yo lo que no quería
(y no quiero) es que ahora que está muerto, le pongan
palabras en su pluma. Es muy fácil cambiar dos o tres
palabras, y hacer que alguien diga todo lo contrario a lo
que quería decir. Eso lo saben hacer muy bien los reporteros".
Y de ese párrafo, para que no se saquen de contexto,
destaco las últimas frases:
"Yo lo que no quería (y no quiero) es que
ahora que está muerto, le pongan palabras en su pluma.
Es muy fácil cambiar dos o tres palabras, y
hacer que alguien diga todo lo contrario a lo que quería
decir. Eso lo saben hacer muy bien los reporteros."
En mí se dan al menos tres circunstancias por las
que tenía que responderte: a) soy licenciado en Ciencias
de la Información -Periodista-, por la Universidad
Complutense de Madrid; b) soy la persona que está escaneando
y transcribiendo para la web el libro póstumo de Ruiz
Reteguil, "El ser humano y su mundo"; -también
he hecho el mismo trabajo en los documentos que ya se han
colocado de él- y c) estando en la obra, trabajé
en la Oficina Histórica que se creó en Madrid
en junio de 1975, con motivo del fallecimiento del fundador,
y que tenía por objeto recibir, canalizar y dar forma
a todos los escritos que se nos pidió escribiéramos
los miembros de la obra sobre recuerdos, anécdotas,
impresiones, etc., del Padre.
Tú dices que es muy fácil cambiar dos o tres
palabras y hacer que alguien diga todo lo contrario a lo que
quería decir. Tienes que partir de la base de que el
libro "El ser humano y su mundo" lo tienen varios
amigos de Retegui, porque él lo fotocopió y
lo repartió "a sus amigos" (el libro tiene
esa dedicatoria: "a mis amigos"),
con lo cual cualquiera de ellos podrá comprobar si
a lo que en la web se publique, le falta una palabra, una
frase, un párrafo o una coma, e inmediatamente denunciarlo
donde considerase oportuno, tanto en opuslibros como en los
muchos medios de comunicación existentes.
Si se pueden cambiar unas palabras y hacer que alguien diga
todo lo contrario, te propongo un ejercicio o entretenimiento
para que lo intentes. Copio a continuación una parte
de la introducción escrita por Retegui a su libro y
dime dónde yo podría poner algo de mi parte
que diga lo contrario de lo que quiere decir porque, no siendo
yo teólogo, te aseguro que hay cosas que tengo que
leer varias veces para entender mínimamente:
[...] Esta distinción entre los principios fundamentantes
y la fuente de la actuación concreta, es aún
más intensa cuando se trata de la teoría o
de la enseñanza práctica ascética que
se da en el ámbito de la formación cristiana.
En este caso lo que sucede es algo curioso. Por una parte
se pretende que la práctica que deben seguir los
cristianos esté muy bien determinada para evitar
perplejidades a la hora de la acción concreta. Pero
por otra parte se pretende también que esa práctica
aparezca como fundamentada no sólo en los principios
morales generales, sino en las grandes verdades que están
en la base del cristianismo. El resultado es, frecuentemente,
que la conexión entre las verdades de la fe y la
praxis que se propone resulta un tanto arbitraria y falta
de rigor intelectual. Por esto es importante establecer
con la mayor claridad posible la relación entre las
verdades de la fe y la praxis que se propone.
De hecho es llamativo que la doctrina teológica
de más categoría como es la Teología
Dogmática, se manifieste poco relevante en el ámbito
de la práctica y que incluso la Teología Moral
casi se reduzca a tratar las cuestiones límites del
pecado y de la reparación, sin que resulte claro
de donde proceden sus valoraciones sobre actos de especies
concretas. La lejanía de la doctrina teológica
de más altura respecto de la doctrina práctica
que se propugna, viene entonces a ser un medio para que
pueda ser aplicada de modo arbitrario y sin resistencias.
Por ejemplo, la estudio teológico sobre la voluntad
de Dios que se hace en los tratados "de Deo",
apenas contiene aspectos aplicables a la práctica,
y esto es lo que hace que la voluntad de Dios se pueda convertir
en una referencia para cualquier enseñanza práctica.
Si en el tratado de Teología Dogmática correspondiente
se estableciera con claridad el contenido que debemos retener
sobre lo que significa la voluntad de Dios, su uso en la
enseñanza ascética práctica estaría
más fundamentado y sería menos arbitrario.
Frecuentemente se afirma que la moral debe hacerse de
manera que aparezcan también las orientaciones para
la vida cristiana normal, es decir, que incluya lo que tradicionalmente
se ha confiado al campo de la llamada teología ascética
y espiritual, pero eso rara vez pasa de ser una afirmación
convencional o, lo que es peor, una invitación a
salpicar los tratados morales de citas alusivas a la literatura
ascética. Estas citas muy frecuentemente confunden
los contextos y se convierten en una amalgama más
que en una verdadera síntesis. Por otra parte, la
literatura ascética contiene, en muchos casos afirmaciones
claramente contrastantes con las de la teología dogmática.
Así, en la gran Dogmática se afirma que Dios
es impasible, que la filiación divina es efecto normal
de la gracia, que el bien es difusivo de suyo, etc.; pero
en la ascética se habla con frecuencia de la alegría
o el dolor que causamos a Dios, de que aún habiendo
cometido un pecado mortal seguimos siendo hijos de Dios
que nos espera, de que un foco de mal puede hacer más
daño que buenas personas buenas, etc.
Todo esto hace que parezca que la doctrina que alimenta
de hecho la vida cristiana concreta y la predicación
habitual, sea una teología un tanto superficial,
poco rigurosa, y cuyo valor consiste casi exclusivamente
en que sirve de apoyo para las exhortaciones prácticas
y para alimentar la vida cristiana. La situación
es un poco extraña, pues lleva a pensar que la vida
espiritual que se suele predicar tiene poco fundamento doctrinal,
y que la doctrina más profunda es desmentida en la
práctica por la predicación que cuenta para
la vida.
Me parece que la realidad es que la mayoría de
las veces, la vida que se propone no está fundamentada
en las grandes verdades de la fe, sino, de modo semejante
a lo que decía Aristóteles, en la praxis establecida
en ciertos ámbitos, más o menos restringidos,
de vida tradicional cristiana. Los actos que se proponen
como expresión de la vida cristiana deben su vigencia
a tradiciones de la vida de piedad en esos ámbitos
concretos, de forma que en ocasiones las mismas razones
parecen fundamentar unívocamente actos muy distintos.
Los ensayos que se recogen a continuación pretenden
establecer una cierta conexión entre la praxis y
la doctrina teológica. Se pretende considerar, sin
pretensiones de ser exhaustivos, algunos aspectos importantes
de la vida cristiana, y ponerlos en conexión con
los fundamentos teológicos y racionales que deben
sustentarlos. Son ensayos en los que se trata de temas que
son frecuentes en la predicación ascética
y a los que se les aplica con frecuencia un revestimiento
doctrinal que me parece en muchas ocasiones dudoso.
Como es comprensible en un intento de este tipo, las
referencias doctrinales resultan muchas veces bastante heterogéneas.
Algunos capítulos tienen desarrollos especulativos
de cierta amplitud, mientras que otros son más bien
descriptivos. La razón de distinto tratamiento procede
de lo que se ha juzgado como necesario para dar cuenta de
la cuestión que se trata. Lógicamente, las
cuestiones teológicas más aludidas son las
que tiene que ver con la voluntad de Dios, la ley moral,
la creación y la libertad humana, pues estas magnitudes
son punto de referencia constante en el discurso ascético
y moral, al mismo tiempo, forman parte de aquel conjunto
de elementos que permiten que el ser humano viva una vida
biográfica.
Estos ensayos no deberían ser juzgados precipitadamente
como un intento de teología superficial o de mera
ayuda al discurso ascético, y mucho menos como un
acto de mera crítica de ciertos discursos convencionales.
Han nacido como un intento de pensamiento teológico
que no sea meramente académico y analítico
especulativo, sino que conserve siempre las unidades significativas
para que puedan servir de punto de referencia para el comportamiento
práctico.
Si tú me consideras capaz de que yo cambie aquí
dos o tres o cincuenta palabras para que Retegui diga todo
lo contrario a lo que quiere decir, dime cómo y dónde,
porque me sobreestimas.
Otro punto es el de los que tu llamas reporteros o periodistas.
En ninguna facultad de Periodismo del mundo se nos enseña
a que mintamos, que tergiversemos los hechos, que inventemos
o manipulemos. Tampoco en las del Opus. Que existan periodistas
que lo hagan, no quiere decir que la facultad lo enseñe
ni que todos los periodistas lo hagan. No sé cuál
es tu profesión pero estoy seguro de que tu deontología
se ajustará a los criterios éticos que conlleva.
Y el seguir esos criterios éticos no influye que seas
de la obra, como tampoco influye que yo me haya ido de ella,
para seguirlos también. Pertenecer al Opus no conlleva
sello de calidad deontológica.
Y por último, sobre lo que vi, viví, constaté
y manifiesto públicamente, en la Oficina Histórica
(1975) creada por el Opus para llevar al fundador a los altares.
Es triste pero es la verdad. Aquellos testimonios, recuerdos,
etc., sobre los que los miembros de la obra fueron requeridos
a escribir respecto a sus vivencias con el fundador, llegaban
tal cuál habían sido escritos por sus autores
en unos sobres marrones tamaño cuartilla que se recibían
de las distintas delegaciones. Pero... existía un "consejo
de sabios" que no estaban allí sólo para
leer esos escritos ni precisamente para respetar lo que se
escribió; estaban allí para manipular, censurar
y cambiar todo aquello que no les gustaba. En ese afán
ridículo que tanto daño ha hecho al propio fundador,
de querer presentarlo como un hombre extraordinario que tras
sacudir violentamente el mantel de una mesa con platos, copas,
cubiertos y flores volando por los aires -porque la pala del
pescado no miraba en la dirección correcta-, se añade
algo así como "¡cuánta era su humildad
y su amor por las cosas pequeñas, y cuánto nos
quiso enseñar con esos detalles!" en lugar de
reconocer que le daban prontos, que tenía días
que era insoportable y que humildad, humildad... en fin, si
acaso que no se había tomado la medicación.
Pues en ese afán ridículo de presentarle como
superman y no como un ser humano, -como iba diciendo-, sí
que se han cambiado más de 2 o 3 palabras, y sí
que se ha cambiado el sentido de un texto. Que conste que
yo no pertenecía al consejo de sabios, sino que sólo
tenía que pasar a LIMPIO los cambios que los sabios
habían considerado pertinentes. Los cambios pertinentes
suponían que el original quedaba tan limpio tan limpio
tan limpio, que era irreconocible. Estar en segundo curso
de periodismo debió de capacitarme para el "honor"
de ser elegido como testigo directo de cómo se escribió
la historia de la obra y del fundador. Si aquello me horririzó
entonces, -tuve mis enfrentamientos y obviamente, me relegaron
de ese "honroso" encargo a los 3 meses-, no querrás
que ahora haga lo que más detesto en mi vida y que
hubiera aprendido a la perfección y visto como normal
si hubiera seguido en el opus, sobre todo en determinados
trabajos a los que llaman "el apostolado de la opinión
pública": manipular, mentir, engañar, deformar
y falsear. Y además, no creas que se ponían
en contacto con el autor del escrito para darle una explicación
o pedir su autorización. De ahí que muchos se
preguntaron por qué no se publicaron sus testimonios,
cuando sí que se publicaron pero eran irreconocibles
hasta para quienes los habían escrito. Y no digamos
ya lo de las hagiografías (Vázquez de Prada,
Urbano, Sastre...) ni de los vídeos de las tertulias
'espontáneas y naturales', esas que 'no se preparaban'.
(Flanpan, muy buena tu
entrega de ayer sobre la manipulación total).
En fin, no tienes por qué creerme, pero yo no te miento.
Perdona tú y perdonad todos por la extensión
de este correo. Hay cosas que cuando le afectan a uno tan
directamente no se pueden resumir tanto como se quisiera.
Aunque si no ha quedado claro, empiezo de nuevo :)
Un abrazo a SS y a todos,
Felipe (no el príncipe)
NOTA: cuando el oreja que está de
guardia contesta a alguno de los correos, su comentario va
en cursiva y es la opinión personal del oreja
que contesta. Lo hace expresando su opinión como
uno más de los que escribís, no como línea
editorial de la web. Sus opiniones son igual de personales
-y criticables y respetables- como las opiniones que se vierten
en los correos que se reciben.
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