Ayer recibí el libro OPUS, de Gareth Gore, como regalo de su autor. Echándole un primer vistazo me detuve en los “Agradecimientos”. Entre los mencionados cita a Opuslibros, y recuerda a los lectores lo del mantenimiento económico. Me hizo gracia pero lo agradecí. A quien pueda. Y gracias a los que ya aportan.

            Abrazos,

            Agustina

Esto… Guau. Pido disculpas si mi texto del miércoles pasado   no es adecuado para esta página y aseguro que mi objetivo principal no consistía en vomitar rencores mal digeridos, sino llamar la atención sobre la similitud en el trato que existe entre los trabajadores de este hospital (miembros o no del Opus Dei) con respecto a lo que aquí se cuenta que sucede dentro del Opus Dei entre sus miembros. Para mí, esta similitud va más allá de que en el mundo exista todo tipo de personas y creo recordar haber leído que esa es la excusa que suele dárseles a los numerarios que se queman a fuego lento, cuando el problema es más institucional que de mala suerte.

Llevo ya bastante tiempo trabajando en otro hospital y teniendo compañeros de otros hospitales (públicos y privados, algunos de ellos también religiosos) que comparten conmigo sus vivencias. Jamás he vuelto a oir que se den estos casos de esta forma. Más bien los he leído aquí y podemos agruparlos en:

1. Diferencia entre espíritu y praxis
Sin comentarios. Por desgracia, aquí hay demasiados testimonios que cuestionan lo que dice el Opus Dei sobre su espíritu. Sucede lo mismo con la publicidad institucional de la CUN, tanto en el trato al paciente como en el trato a los empleados.

2. El descaro de instrumentalizar la religión para justificar prácticas abusivas
En todos los hospitales se trabajan horas de más. Pero no tantas ni de forma tan rutinaria. Los residentes normalmente no tienen que ir muchos fines de semana a terminar informes por mucho menor sueldo del que tendrían en cualquier otro hospital. En ningún hospital, religioso o no, se usa la religión de forma tan cínica para tolerar lo intolerable, véase punto 3.

3. La enfermiza jerarquía y el hostigamiento a la mínima disidencia
A los empleados no se los intenta agredir físicamente como rutina laboral en ningún otro sitio que conozca, y mucho menos sin represalias. Tampoco se los encierra en un despacho para humillarlos entrando claramente en lo personal. Que los jefes o los mandos intermedios tengan a sus residentes como camareros que les llevan el cafecito es impensable, al igual que el hecho de que un jefe o mando intermedio indique a los demás que no traten a un empleado más que lo imprescindible, o que se dedique a esparcir rumores falsos de él. No, nada de esto es lo habitual en un hospital. No conozco un sitio en el que tal proporción de empleados presente depresiones, bajas por estrés o incluso intentos de suicidio. Tampoco es que mi tamaño muestral sea enorme, pero por lo que yo conozco ahora, las rencillas se suelen solucionar dialogando, o no se solucionan y el trato pasa a ser meramente profesional con la mínima cortesía.

4. Los agravios comparativos
Una persona vale lo que puede contribuir al escaparate, más allá de sus principios o de sus competencias. A un buen relaciones públicas se le tolerará prácticamente cualquier cosa, sin importar lo escandalosas que resulten sus carencias (siempre y cuando éstas no se publiquen). No, esto tampoco es normal en otros hospitales, no hasta este punto de incoherencia.

5. La normalización de un disparate
Al leer tantos testimonios de exnumerarios que un día se dan cuenta de lo normalizadas que tenían determinadas prácticas aberrantes me ha venido a la cabeza mi propia reacción cuando me incorporé a mi trabajo habitual, que fue parecida. Una mezcla de estupor por la novedad, de alivio porque esperas un palo y te dan un premio, de alegría por haber seguido tu intuición de que aquello no era para ti y tristeza de casi haberles dejado convencerte de que no eras suficiente y de no haber sabido reaccionar antes.

Me parece que en Opuslibros hay bastantes contribuciones que pueden elaborar cada uno de los cinco puntos mucho mejor de lo que yo he sabido hacerlo hoy.

En fin, reitero mis disculpas si mi pasado texto no es apropiado para esta página (quizá tampoco éste lo sea) y, en cualquier caso, mando un abrazo fuerte a todos los miembros y exmiembros que lo necesiten. Todo se pasa y sois tremendamente valientes. Un abrazo además a JGB, que parece que también lo necesita.
¡A vivir!

TBS

El miércoles leí con cierto interés y no menor sorpresa la primera y única entrada firmada por TBS sobre la Clínica Universitaria de Navarra. De inicio me suscitó curiosidad. Máxime cuando mucho tuvo que ver en mi vida pasada y en mi presente.

Igual explicaba cómo son los códigos internos no oficiales que existen, aunque no estén escritos, en el trato entre los distintos niveles jerárquicos que hay. O las relaciones entre varones y féminas en un marco laboral ordinario y complejo como es un Hospital, pero conforme a la regulae del opus. O, quizá, trataba sobre la compleja intersección de planos de conciencia, de orgánica y de orden laboral-civil entre los empleados de los distintos niveles, sobre todo en situaciones críticas (turnos, guardias, “defecciones” y salidas…). Por no hablar de las relaciones profesionales entre miembros y no miembros; o de todos ello con los pacientes (también miembros o no miembros)…

Hace pocos días buscando un escrito, "descubrí" esta sección de Poemas en Opuslibros y cuyas primeras aportaciones tienen más de 21 años: Homenaje.

Lo dejo por si acaso a alguien le hacen bien, como a mí me ha hecho.

Alicia Barillas 

Cuando Agustina empezó, hace poco, a volver a publicar unos escritos de Ruíz Retegui, me alegré muchísimo, porque como creo que le pase a muchos de los que participamos en esta página web desde sus inicios en 2002, me duele pensar al montón de documentos y testimonios que han llegado aquí y, que por su misma cantidad, peso y contenido, acaban casi amontonados y desconocidos para quienes no los leyeron el día de su publicación. Por esta razón, la posibilidad de sacar a la luz de vez en cuando “cosas viejas y cosas nuevas” de ese tesoro, siempre me pareció una buenísima idea.

El pasado miércoles me quedé casi atónita. La posibilidad de participar, leyendo y escribiendo en Opuslibros, ayuda a madurar las experiencias personales y a entender mejor, con matices nuevos y ensanchados, lo que nos pasó por nuestro paso por el Opus Dei. Leer lo siguiente del escrito de Ruíz Retegui, La “llamada” o las “vocaciones” divinas:

La cuestión sería si es posible una vocación que sea llamada a entrar en una institución vocacional y, el mismo tiempo, sea verdaderamente "secular", es decir, una vocación institucional que no suponga la disolución de la persona en la institución, sino que la "deje" en "el saeculo", en el mundo o, si se me permite un anacronismo en el "ágora", es decir, en el entramado de relaciones entre hombres libres, en el espacio de su aparición ante los demás. El problema que aquí se plantea es si esto puede darse "sin compromiso", es decir, sin rebajar la intensidad de la entrega.

Para que la respuesta a esta cuestión sea afirmativa debe cumplirse la condición de que la entrega, aunque pueda ser plena a Dios, no signifique que la persona se integre tan completamente en la institución que ya su "mundo" se reduzca al ámbito vital de lo institucional. Ésa es la clave: la mutua implicación de la entrega a Dios y a la institución. Especialmente es necesitar que las personas no abdiquen de su conciencia, ni de su capacidad de ver la realidad con sus propios ojos, ni que funcionalicen sus relaciones humanas de amistad con otras personas por intereses más o menos institucionales.

me dejó realmente chocada, porque me parece que, frente a tantas discusiones escritas en Opuslibros o habladas en los varios ZOOM de este tiempo, sobre si los laicos pertenecen o no pertenecen a la Prelatura, sobre la forma jurídica más idónea para reflejar el (presunto) carisma fundacional,... en las palabras de Ruíz Retegui, bastante pocas, bastante sencillas, se encuentra encerrada toda la IMPOSIBILIDAD para el Opus Dei de cumplir con su misión –buscar la santidad en el medio de las realidades seculares-, al mismo tiempo con su (presunta) espiritualidad –las normas y costumbres más o menos fundacionales que obligan sus miembros.

Y quizá nos pueda ayudar a profundizar este aspecto tan problemático, volver a leer otro escrito sacado del tesoro de cosas antiguas de Opuslibros, un escrito del 24 de septiembre de 2010, redactado con el estilo humorísticamente tan serio propio de Gervasio, Otra manifestación de dolo, en el que el autor profundiza en algo que salió en el ZOOM del pasado jueves 25 de julio, acerca de los votos en el Opus Dei.

Gracias a Agustina por su trabajo de búsqueda arqueológica y a todos, ¡buena lectura!

Elena

OPUSLIBROS

OpusLibros, hechura de Agustina,

encomiable labor, tarea hermosa,

narra, denuncia, prueba y no reposa.

Son tantos ya los casos que domina

que mucha gente herida determina

contar aquí su paso por la Cosa

y alertar de una Empresa peligrosa

que a muchos confundió con su doctrina.

Lo bueno de internet es que ahora sabes

que no fuiste excepción, sino la regla:

tantos son los dislates que leímos.

En un molde sectario tú no cabes

y la vida allí dentro no se arregla,

pero, gracias a Dios, ¡tú y yo nos fuimos!

RAMANA

Quisiera dar mi pequeña contribución al problema evidenciado por Eilad en su escrito Nicks, intimidad e informes de conciencia del pasado 17 de abril acerca de utilizar un nick o el nombre real para firmar nuestras intervenciones en la página de Opuslibros.

Lo primero que quiero decir es que habrá tantas razones para escoger una solución u otra, tantas como las personas que participamos. Gracias a Dios tenemos aquí la máxima libertad para elegir cada uno su solución ideal.

En mi caso –y creo que para muchos otros- se trató de un “problema evolutivo”. Nos formaron para no criticar a la institución y nos quedó cierto temor a desobedecer ese criterio, y se tarda un tiempo en liberarse de esos condicionamientos. Algo muy parecido me pasó con los llamados “respetos humanos”: que levante la mano quien no tuvo que luchar, en su vida dentro del opus, con los llamados “respetos humanos”. Yo llegué, con el paso del tiempo, a convencerme de que eso era debido a que no estábamos realmente convencidos de que determinadas formas de actuar o de pensar fueran las correctas, y por esta razón teníamos cierta tendencia a esconderlas y no declararlas, o no evidenciarlas.

Al salir, yo seguí teniendo mucho “respeto humano”, esta vez, entre otras cosas, en dar a conocer mi pasada pertenencia a la institución, me daba auténtica vergüenza que alguien con quien no tenía una fuerte intimidad o amistad –y en consecuencia no conociera mi mundo interior real, mis valores y mis sentimientos y emociones-, me catalogara como “persona opus”, lo mismo cuando manifestaba mis convicciones en cuestión de fe u otras opiniones importantes. Con el tiempo aprendí a asumir la responsabilidad de mis opiniones, ya nadie me decía, desde fuera, lo que era correcto o no de mi opinión, y desde hace tiempo lo de los respetos humanos ya no es un problema para mí. No es un problema que personas que no me conocen de nada sepan esas circunstancias de mi vida, me limito a exteriorizarlas cuando me parece que tengo razones o vale la pena, y a guardarlas cuando pienso que no viene al caso compartirlas.

Volviendo al tema del nick, yo pasé sin apenas problema a la utilización de mi verdadero nombre, pero este no es un paso que aconsejo a todos, o mejor dicho, que esté aconsejando hacer. Creo que, con todo el respeto y defendiendo a quien no llega a hacerlo, es muy importante que haya mucha gente que firme con su nombre y apellido reales, porque esto le da mayor autoridad a nuestro testimonio. Pero si la gente se encuentra aún en edad laboral, cuando por alguna razón quiera cambiar de trabajo, o relacionarse profesionalmente, y la empresa u otra persona quiere averiguar si hay información o alguna noticia nuestra, pondrá el nombre en Google o en cualquier otro motor de búsqueda, y lo que le saldrá enseguida serán sus escritos sobre el tema del opus dei. Yo, por mi inexperiencia de hace años, tardé bastante tiempo en darme cuenta de ello.

Si decidiera ahora, “con il senno di poi”, a firmar con mi propio nombre, quizá optaría por una solución del tipo “E.l.e.n.a L.O.N.G.O”, dando mi nombre de forma claramente reconocible, pero no por los motores de búsqueda. Ahora que estoy jubilada ya no me importa, y tampoco anteriormente me creó muchos problemas, pero quizá pueda ser una solución para otros participantes de Opuslibros si quieren firmar con su nombre pero que no lo detecten los buscadores.

Saludos cariñosos para todos,

Elena

En esta web mucha gente usa un nick. A veces –puedo estar equivocado– me parece que se sobreentiende que el motivo es el miedo a las represalias del opus. Pienso que ese motivo probablemente es verdad en algunos casos, aunque no en el mío. Estoy seguro de que los jefes me han identificado a pesar del nick. El motivo de usarlo en mi caso es que, cuando das un testimonio, cuentas cosas muy íntimas. Si pones tu nombre real, puede haber familia, amigos, conocidos, colegas, etc., que encuentren tu testimonio con tu nombre en internet, y simplemente no me gusta que esto suceda. Además, para otros, aunque tal vez no sea el motivo principal, sí lo que estoy diciendo puede ser un motivo adicional para usar un nick, que da una cierta capa de protección a lo que aquí cuentas.

A los que se quejan porque hay nicks en lugar de que cada uno firme valientemente con su nombre, especialmente si son de la obra, creo que pueden entenderlo si conocen que en la obra se han hecho informes de conciencia de todos (eran necesarios para las sucesivas incorporaciones). Esos informes iban con dos papeles separados; en uno se ponía, con una referencia, el nombre de la persona de la que se hacía el informe. El informe propiamente dicho estaba, con la referencia anterior, en otro papel. Esto proporcionaba una capa adicional de intimidad, porque si el informe caía en manos de quien no tenía por qué leerlo, sería difícil que indentificase al sujeto a no ser que tuviese los dos papeles. Y es que, cuando se habla de cosas íntimas, se prefiere mantener la privacidad.

Esos informes parece que se han suprimido, gracias a Dios, porque eran vergonzosos. Lo que no entiendo es por qué no se hace un anuncio en la página web oficial. Algo así como «Hemos suprimido los informes escritos de conciencia que hacíamos de todos los miembros; los hicimos durante mucho tiempo, estaba mal, y pedimos perdón», y de paso podrían informar de si se han destruído por completo o se siguen guardando en ficheros digitalizados con protección. Tengan en cuenta que es algo que afecta de modo directo a nuestra intimidad y nos gustaría saber –creo que tenemos derecho– qué se ha hecho con ellos.

Espero que nadie piense que estoy igualando los informes de conciencia del opus con los testimonios que aquí se dan. En el caso del opus se trataba de una violación de la intimidad de otras personas con información obtenida de modo confidencial. En esta web se publican testimonios de los propios interesados: son como autobiografías de una parte de su vida.

Me encanta la dignidad de Antonio Pérez-Tenessa cuando afirma «no hablaré mal de la obra», y realmente me gustaría seguir su ejemplo, pero no puedo dejar de decir la verdad, me parece que es una obligación moral.

Eilad

Hola a todos,

Hace mucho tiempo que no escribo. Después de unos 15 años de alejamiento terapéutico de todo lo relacionado con el opus dei, volví a seguir Opuslibros a raíz de las noticias acerca del motu propio del Papa. 

He encontrado grandes y buenas sorpresas. Me he leído con gusto las (para mi) nuevas contribuciones de E.B.E. (y su precioso libro). Los escritos (y diversiones) de Gervasio, los de Antonio Moya. Me ha dado especial gusto el ver que se han añadido a OpusLibros relatos de numerarias auxiliares, supernumerarios/as que antes eran muy raros. Además, he descubierto los canales de Ágora (los dos) en Youtube. ¡Qué buenas iniciativas! Gracias a todos/as los/as que las mantienen.

En un correo del miércoles, Tulich hace mención al comportamiento de secta de los llamados "Marketing Multinivel".

Por coincidencia (?), acabo de leer un libro muy interesante que trata exactamente del tema de lo que tienen en común las sectas y fenómenos como el "marketing multinivel" y otros. Me gustaría recomendar incluirlo en "Recursos para Seguir Adelante".

Se trata de "Cultish: The Language of Fanaticism" de Amanda Montell.

Les adjunto una traducción del resumen de Wikipedia al respecto (cortesía de ChatGPT [https://chat.openai.com]).

Montell argumenta en "Cultish" que las sectas y sus seguidores pueden identificarse particularmente a través de su uso no convencional del lenguaje, como lo expresó el académico Scott Lowe: “los términos técnicos, las palabras redefinidas, la jerga, los clichés, los eufemismos, las distorsiones lógicas, y así sucesivamente [...] diferencian a los miembros de sus vecinos comunes, familias y compañeros de trabajo". Montell no necesariamente ve lo "sectario" -el "lenguaje" que identifica como el conjunto de trucos lingüísticos que los líderes sectarios usan para coaccionar y manipular a los miembros- de manera negativa, pero cree que las personas deberían al menos ser capaces de reconocerlo. El libro incluye análisis de grupos religiosos como la Iglesia de la Cienciología, los Hijos de Dios, Jonestown y Heaven's Gate; redes de autoayuda y centros de rehabilitación como Synanon (con la cual Montell tiene una conexión personal a través de su padre); y NXIVM; esquemas de mercadeo multinivel como Amway; sociedades de fitness como SoulCycle, CrossFit y Peloton; y grupos políticos y afiliaciones como QAnon.

Está traducido al español como "Cultos: El lenguaje del fanatismo"

Si no vuelvo a escribir, ¡les deseo todo lo bueno para Navidad y para 2024!

R.

Hola a todos,

Mañana es último día de mes y tenemos un deficit del mes anterior de 174,52€. Un recordatorio para colaborar en la medida que podamos. Es invaluable la ayuda que hemos recibido de Opuslibros.

Saludos,
Alicia Barillas El Salvador

A todos los que dirigen y ayudan a OpusLibros, a todos los valientes que hicieron la denuncia que presentó Antonio Moya al Opus Dei, Dios permita que algun dia veamos el fin de la Obra, que toda la gente buena que vive creyendo y que viven controladas sin saberlo por el Opus puedan ver la luz.

Confió que el Vaticano logre ver el mal que hacen y se logre mantener lo bueno que pueden ofrecer sus miembros a la iglesia. En mis oraciones estaran todos ustedes.

Yolanda

Hola, amigos de Opuslibros:

Un afectuoso saludo a todos. Leo habitulmente Opuslibros desde el año 2011, pero hace mucho tiempo que no escribía. He visto en YouTube los 36 coloquios de Antonio Moya Somolinos en Agora Quantica. El viernes 30 de junio, Antonio nos dijo que hacía tres días, el 27 de junio, se entregó a la Santa Sede una notable denuncia al Opus Dei, hecha por él junto con un grupo de pesonas encabezadas por él.

El conocimiento de esa denuncia es la causa de que escriba hoy. Antonio dijo que en la denuncia se solicita a la Santa Sede que el Opus Dei desaparezca. Estoy convencido de que desaparecerá. ¿Cuándo? No lo sé, pero pienso que será pronto, quizá este año, 2023.

Todo lo cual me indujo a escribir este mensaje, en el que anuncio que seguiré escribiendo al menos sobre las siguientes cuestiones:

1. Seguir felicitando a Agustina por la creación y conservación de este maravilloso sitio web. Y ahora felicitar también a Antonio por la formidable denuncia presentada en la Santa Sede, y pedirle que la cuelgue en Opuslibros; y también ayudarle a que le dé seguimiento hasta lograr el fin deseado.

2. Considerar qué sucederá con Opuslibros una vez que el Opus Dei haya desaparecido. Será necesario lograr que Opuslibros siga existiendo hacia el futuro.

3. Encontrar alguna forma económica de sostener de manera estable Opuslibros.

4. Considerar lo que Opuslibros significa para la humanidad, ya sea actualmente debido a la crítica del Opus Dei, ya sea en el futuro, cuando el Opus Dei haya desaparecido.

Afectuosos saludos para todos: abrazos para ellos y besos para ellas.

Paulino.

https://www.paz-cristiana-ensemble.com/

PRÓXIMA ACTUALIZACIÓN

Por problemas técnicos, Opuslibros ha estado inactiva. Para asegurarnos de que se han resuelto los inconvenientes, la próxima actualización será el viernes 20 de enero.

Un abrazo,

Agustina L. de los Mozos

L@s que encontramos esta página leemos vivencias que reconocemos y resuenan en nosotros, porque sabemos muy bien lo que dicen los que las escriben, y porque las podríamos haber escrito nosotros. Vemos en esta página un espejo de nosotros mismos, de las alegrías y sufrimientos que hemos vivido.

Nos reímos a veces con algunos relatos pero también nos duelen porque comprendemos que el precioso mensaje de santificación del trabajo, filiación divina, amistad y confidencia, se malogró: la ilusión profesional cuando hemos tenido que cambiar de trabajo; el poco tiempo para el trabajo profesional por los encargos y necesidades de la labor; la cantidad de encargos que impiden desarrollar amistades. Se llega a eso como resultado de un proceso de reclutamiento sin discernimiento, por falta de los reclutadores y de los reclutados; y que se valió de pillería santa y el plano inclinado: no ser transparente, un proceso seductor al que puede seguir coacción y presión psicológica.

El fin era bueno pero los medios no. El proceso desembocó en una identificación muy intensa con el sistema. El problema es que cuando no corresponde a la realidad íntima de la persona, o cuando se da cuenta de que ha sido engañado y manipulado, le causa daños que no son pocos.

Esta página refleja todo eso y es un paliativo, un recurso para sanar los corazones afligidos. Por eso doy gracias.

Soundofmusic

Queridos amigos:

No quería dejar pasar el veinte aniversario de Opuslibros sin enviar mi felicitación a Agustina y todos los colaboradores de la web a lo largo de estos años.

Un trabajo inmenso por dar voz a tantas personas, que una vez fuera, se sienten perdidas y con el alma rota.

Hace veinticinco años que dejé la obra, después de haber estado dentro, la friolera de treinta y cinco. Toda una vida, como se suele decir.

Recuerdo bien como fue el encuentro con la web gracias a mi hermana pequeña. Apenas sabía utilizar el teclado del ordenador recién comprado. Fue en una cafetería cercana a casa, donde gracias al Wifi (por entonces no tenía internet en casa) pude entrar y ver los escritos, e incluso las fotografías de personas conocidas.

Algo por dentro removió mi interior, dolorido por entonces hasta límites insospechados.

Apenas hacía unos meses que había dejado la obra y me encontraba perdida, rota, desubicada...

Pasé noches enteras leyendo y haciendo mío cada una de las historias que se narraban. Me veía identificada con cada una de ellas. De alguna manera, descubrí que no eran "cosas mías", eran, "cosas de todos" por los testimonios narrados.

Y sentí la necesidad imperiosa de contar mi historia para sacarla de dentro y empezar una vida nueva.

La fui escribiendo por capítulos, sin apenas saber utilizar internet. Me salía a borbotones del corazón y del alma. No importaban, los puntos, las comas, las faltas de ortografía. Necesitaba vaciarlo para curarme.

No había rencor en mis palabras. Simplemente contaba la historia de una ilusión fallida, de un engaño. Se podía ver muy bien, lo que yo había entregado y lo que me habían devuelto.

Me faltan palabras para agradecer a Agustina la ayuda que me prestó en todo momento poniéndose en contacto conmigo. No ha sido fácil para ella seguir al pie del cañón, por las dificultades que comporta hacer frente a una institución tan poderosa.

Por medio de la Web, pude contactar con aquellas personas que habían vivido conmigo dentro y además hacer nuevas amistades.

Fui rehaciendo mi vida lentamente. Es un proceso lento y doloroso.

Volví a las calles de Sevilla, donde se quedaron escritos retazos de mi historia, con la intención de enterrarla para siempre y vivir.

Gracias también a todos aquellos colaboradores que han prestado su tiempo y su dinero para que la Web siga viva.

Pasados los años, estoy recuperada. Intento beberme la vida a sorbos, saboreándola minuto a minuto para recuperar el tiempo perdido. Por supuesto que hay cosas irrecuperables, pero ha valido la pena liberarse y empezar de nuevo.

Abrazos para cada uno.

Maripaz

Estamos festejando 20 años, no son pocos. Es un número importante y más si se tiene en cuenta lo mucho que Agustina y otros cuatro gatos han conseguido en este tiempo.

Quería felicitar a Agustina y a “los cofunders” por la ayuda que han dado a tantos, a algunos para darnos cuenta que no somos tan bichos raros como creíamos, a otros para desahogarse, a más para informarse, … pero todavía queda bastante por hacer. Este año parece que ha sido el año de la patada al avispero: las 43, el rimbombante título concedido al prelado, el traspaso de dicasterio, etc., tal vez para celebrar este aniversario nuestro.

Ni se os ocurra pensar que ya habéis hecho suficiente, tenéis que seguir trabajando de “robinjú”. La juventud la da el saber que tienes que seguir adelante.

Dicen que cambian, que la cosa ha cambiado mucho, que ya no es lo que algunos vejestorios hemos conocido, pero creo que el lobo pierde el pelo pero no el vicio (como diría Aquilina) y en lo serio todo sigue igual. Acabo de leer una entrada de Piturro del 23 de agosto del 2004  que ha conseguido arrugarme el ombligo y si alguien ve diferencia con lo que pasa hoy mismo, que me lo diga (me encantaría saber qué ha sido de ella).

Un fuerte abrazo desde mi selva.
Zartán.

Nota de Agustina.- Piturro no tardó en salir después de este correo a Opuslibros. Lo tenía todo clarísimo y no aguantaba más. Mujer de carácter, decidida, valiente... se sobrepuso al miedo que la obra nos inculca para no marcharnos, trabajó en todo lo que pudo para mantenerse económicamente -por supuesto, siendo administradora no cotizaron por ella-, y salió adelante. Tuvimos la oportunidad de celebrarlo brindando en varias ocasiones. 

Felicitaciones a Agustina y a todas aquellas personas que han hecho posible Opuslibros desde su nacimiento hasta el día de hoy, tanto por su aporte económico como por sus diversas formas de apoyarlo e intervenir en su desarrollo.

Ha sido y es tan importante esta web que bien se puede hablar de un antes y un después de Opuslibros en la historia del Opus Dei.

Opuslibros un día desaparecerá –no está llamada a permanecer "mientras haya hombres sobre la Tierra", como pretenciosamente decía Escrivá de su organización- y posiblemente el Opus Dei siga adelante, pero no será lo mismo que fue antes de Opuslibros.

Hoy mismo el Opus Dei es muy distinto gracias en gran parte a la influencia que viene ejerciendo Opuslibros desde 2002.

Y en estos últimos años se ha acelerado gracias a la valiente denuncia de 43 ex numerarias auxiliares, que ha sido un acelerador de los cambios que se venían dando estos años.

Cambios que no tienen que ver con una "conversión institucional" -el Opus Dei ha dado pruebas fehacientes de ser impenitente- sino con modificaciones en los modos de funcionar, modificaciones forzadas por la crisis interna que se fue acelerando desde el año 2000 en adelante, en gran parte debido al altavoz que significó y significa Opuslibros.

El Opus Dei hará todo lo posible por borrar la influencia de Opuslibros de su historia pero difícilmente tenga éxito, aun cuando Opuslibros haya desaparecido, porque su influencia ya es un hecho consumado.

Mientras tanto, el Opus Dei es una institución en crisis con un futuro incierto, sin vocaciones, sin gente dispuesta a sacrificarse –como la que existía antes de Opuslibros- y que ha perdido la disciplina interna y el gobierno de las conciencias –una gran batalla ganada por Opuslibros en 2011, cuya prueba es la carta de Echevarría de octubre de ese año-, elementos fundamentales para mantener cohesionada una institución que fue diseñada para funcionar bajo un orden de obediencia ciega.

Finalmente, qué mejor festejo para los 20 años de Opuslibros que la reforma de la Curia -ubicando al Opus Dei en el Dicasterio del Clero- y el Motu Proprio de Francisco -introduciendo el cambio obligatorio de Estatutos-, todos elementos que veremos en acción en el año que próximamente comenzará, 2023.

Felicitaciones!

E.B.E.

 Se cumple el vigésimo aniversario de Opuslibros, como nos recordaba Agustina y, más recientemente, Ottokar. 20 años, ahí es nada. Esta circunstancia, me ha hecho recordar cómo llegué a dar con esta web de una forma ciertamente curiosa y, sin mérito alguno por mi parte, a ser de los primeros conocedores de su existencia. Os quiero compartir esta experiencia:

Durante los últimos meses de 2002 y husmeando en los buscadores de internet información sobre el Opus Dei me tropecé con un foro de Folosoft (o algo así). Curiosamente y a pesar de no existir una moderación exhaustiva de los textos, la mayoría de los post, críticos o a favor de la Obra, que de todo había, estaban redactados en esos primeros tiempos con argumentaciones bastante coherentes…

Al llegar los primeros días de diciembre se cumple un nuevo aniversario de aquellos primeros correos con los que nació Opuslibros en el año 2002. ¡Y este año cumplimos 20 años!

Hace unos días, hablando con Agustina, recordábamos historias y anécdotas de estos veinte años, y comentamos la idea de escribir una pequeña historia de esta web. Sin embargo pronto desechamos la idea porque la verdadera historia de esta web es la historia de todos aquellos que nos hemos visto ayudados leyendo las experiencias de otros como nosotros, y que escribiendo nuestras historias hemos podido sanar las heridas que nos dejó el paso por el Opus Dei.

Muchas felicidades a todos en este veinte cumpleaños, y agradecimiento eterno a Agustina por su labor.

Ottokar 

Nota de Agustina. Mi agradecimiento a Ottokar por lo mucho que me ha ayudado en estos 20 años. Todos los problemas técnicos que tenía Opuslibros y los tenía en abundancia los primeros años y ahora de vez en cuando, los ha solucionado a costa de tiempo, de investigación y dedicación cada vez que le llamaba con un SOS. Además de mi compañero en la visita a los juzgados. También cuando dudaba si publicar un escrito o no por su contenido ꟷaquí también le agradezco a Elena Longo (Aquilina) sus consejosꟷ. Y no terminaría nunca de citar los nombres o nicks siempre dispuestos a echar una mano. En fin, que en la recámara de esta web han estado y están muchas amigas y amigos a los que agradecer, de corazón, su ayuda desinteresada.

            Este mes de diciembre se cumplen 20 años de la andadura de Opuslibros. ¡Parece que fue ayer! Como ya he contado en alguna ocasión, fue el resultado del desconcierto, dolor, tristeza, injusticia… que me produjo ver por televisión, con todo tipo de boato y magnificencia, la canonización del fundador de una institución que, si por algo se ha caracterizado, es pasar por el mundo y por la vida de miles y miles de personas, haciendo el mal bajo el pretexto de hacer el bien.

            Quiero agradecer a todos los que han sustentado esta web con su aliento, con su compañía, con su ayuda económica, con sus escritos, con tantos testimonios que han ayudado y ayudan a salir adelante a quienes necesitan de desahogo, acompañamiento y no sentirse solos ni únicos en su proceso de paso por el opus, sigan dentro o estemos respirando aire libre allá donde nos encontremos ahora.

            Quiero recordar uno de los primeros escritos que recibí fechado el 13 de enero de 2003. No es más importante ni menos que muchos otros, pero deseo rendir mi modesto homenaje a quienes comenzaron a alzar su voz clamando, en aquel entonces, en el desierto. Hoy ya se nos escucha, se os escucha, y aquí seguiremos para alegría de muchos y para disgusto de una única, rara y peligrosa prelatura

¿Por qué la Iglesia ha dejado que el Opus llegase tan lejos?

Enviado por Dez, (Argentina)
Recibido el 13 de enero de 2003

 Abrazos y cariño a todas y todos.

Agustina López de los Mozos
Coordinadora de Opuslibros.org

Creo que los habituales de OpusLibros somos conscientes del grandísimo bien que hace esta página. De lo que quizá no somos tan conscientes, porque se nos escapa y es incuantificable, es de toda la ayuda que ha prestado y presta OpusLibros. Muchas personas, muchas más de las que imaginamos, leen la web sin decir ni mu y después reflexionan. A dónde les lleve el proceso de reflexión es cosa suya y de Dios, pero OL encendió la primera chispa. Del mismo modo, tampoco somos conscientes de los muchos cambios que ha habido en la institución y que han surgido a raíz de los post de esta página.

Estamos todos de acuerdo en que vale la pena mantener abierta la página. Sin embargo, ello no significa únicamente actualizar los post tres veces por semana, aunque eso forme parte de la tarea. Significa contestar por privado, diariamente, a quienes no quieren dar su nombre pero necesitan ayuda. Significa enfrentarse a la institución una vez, y otra, y otra, y otra, de mil maneras diferentes. Significa tener paciencia para contestar a quienes están demasiado dañad@s para reaccionar, pero siguen necesitando a alguien que les escuche. Significa, y ya vamos llegando al quid de la cuestión, pagar por el dominio de la página, y mantener un servidor, un firewall, wifi, un antivirus muy, muy potentes... Significa, en una palabra, que las actualizaciones visibles que vemos tres veces por semana son solo la punta del iceberg de lo que no se ve.

Y ese iceberg es carísimo de mantener, y por eso escribo hoy, para pedir ayuda, porque la página está en números rojos y alguna solución habrá que ponerle a eso, ¿no? Y si no se la ponemos quienes escribimos y leemos habitualmente OpusLibros, ¿quién se la va a poner? Si no ayudamos nosotr@s, ¿quién creemos que va a ayudar?

Mediterráneo

Viendo los números en rojo de la web y el papel central que está cumpliendo en estos momentos cruciales –tal vez de los  más importantes en todos estos años de Opuslibros- quien pueda dar su aporte, aunque sea mínimamente, será de gran ayuda para sostener esta plataforma que está siendo de gran apoyo al reclamo de las ex numerarias auxiliares.

Aloevera

Muchas gracias por la respuesta que está teniendo la petición que hice el pasado viernes.

Un abrazo,

Agustina L. de los Mozos
Coordinadora de Opuslibros.org

Me da apuro escribirlo pero allá voy.  

A quien buenamente pueda, le pido eche una mano para el mantenimiento de Opuslibros para terminar 2021 sin número rojos y empezar 2022 con tranquilidad. Un agradecimiento profundo a quienes ya lo hacen.

Un abrazo,

Agustina L. de los Mozos

Coordinadora de Opuslibros.org

Buenos días a todos. Perdona mi gramática porque hace años que no practico mi español.

Descubro y agradezco este sitio de Opuslibros. Es fantástico.

Pité a las 17, en la década de 1980. Mis 5 años en el Obra siguen siendo un agujero negro porque todos los amigos y las cosas buenas que hiciera fueron ignoradas de la noche a la mañana por personas que estimaba y amaba.

Nunca hablo de eso, excepto ahora.

Decidí irme en menos de 4 meses. En estos tiempos, no había Internet donde obtener información pacífica sin histeria. Por parte de Directores y Numerales de la Residencia y de la Comisión, solo recibí palabras de perseverancia con una alternativa de condenación total. Confié y amaba a estas personas.

Pero esta "familia" no podía ser mi vida y mi familia: me fui. Yo escriba un ultima carta, corta. Después de esta carta, la "familia" mira hacia otro lado cuando te ve y los "amigos de vida o muerte" te ignoran. Ya no existes. Es adulto tomar una decisión consciente ante Dios. También es adulto tomar otra decisión consciente ante Dios. Dios nos acompaña en esta vida.

Puedo testificar que no hay un condenación eterna. Hay una vida cristiana en el mundo profesional. Una buena vida es bastante posible, con un trabajo que sea útil para la sociedad.

Estoy casado. Dios nos ha bendecido con niñas y niños. Mi esposa y yo practicamos la vida cristiana con nuestra sensibilidad. El mío sigue influenciado por la Obra. Creo que nuestros hijos creen en Jesús Resucitado y confían en la Iglesia, aunque esté formada por hombres con problemas.

Este sitio me permite descubrir esa experiencia de tantas otras personas como yo. Les agradezco a todos. Jesús le dijo a Poncio Pilato: Yo soy la Verdad. Dar testimonio de la Verdad libera.
También agradezco a los administradores del sitio (Augustina y los demás).

Por último, pero no menos importante, en la sección masculina hay una admiración por el trabajo de extraordinaria calidad de las Auxiliares. Estoy consternado por el trato reservado para ellas. Catherine Tissier obtuvo la justicia humana. La justicia celestial es para después.

Los abrazo a todos y que Dios los bendiga.

Matth

AVISO

No funciona bien el email de “Oreja” por lo que he abierto en Google la cuenta:

opuslibrosweb@gmail.com

Si se arregla “Oreja” conservaremos las dos pero aconsejo utilizar la nueva para que, de momento, lleguen los correos que se escriban a Opuslibros.

Agustina

Escribo para dar mi opinion acerca de la intervención de Lulu del día viernes 30 de julio.

A mí lo de desearnos felices vacaciones, o de aludir a personas que no todos conocen, no me parece tan grave ni síntoma de una actitud que sólo mira a su umbligo. En esta página acudimos centenares, quizá millares, de personas de todo el mundo. Yo misma, gracias a ella, he conectado con personas de todas las longitudes y latitudes con las que acabé por compartir, además del paso por el Opus Dei, muchos otros aspectos vitales (familia, trabajo, problemas...) y nos volvimos auténticamente amigos. Pero eso no conlleva que cuando hablamos de algo en esta página tenemos que hacer referencia a las circustancias de todos los demás.

Me parece que lo que Lulú nos invita a observar es algo un poco conectado a lo “políticamente correcto” que tan importante se está volviendo en nuestros días, hasta llegar en algunos casos a situaciones un poco exageradas. Por esta razón decidí intervenir, porque me parece que, aún sin ser un argumento muy relevante para los fines de Opuslibros, este reproche pueda quitar espontaneidad sin contribuir en nada al respeto de otros en circustancias distintas.

Si yo, que vivo en el emisferio boreal, leo en Opuslibros que Marchado y Exfeliz (nick inventados) se desean felices vacaciones en enero o febrero porque viven en el emisferio austral, no experiemento ninguna sensación de sentirme excluida porque me encuentro en plena época laboral, a lo máximo puedo experimentar un poco de envidia (¡de la buena!). Si Egresado y Felizfuera (nick inventados) aluden a otros de la sección de varones que yo por supesto no conozco por ser yo mujer e italiana y ellos unos varones nigerianos, otra vez no experimento sensación de exclusión. Si yo en una intervención aludo a personas concretas para quien tiene mi edad y mi nacionalidad, no lo hago por desprecio o indiferencia hacia quien, por circustancias distintas, no conoce las mismas personas, sino para darle consistencia a mis argumentos y experiencias. Es imposible, por ser tantos participando en Opuslibros, llegar a todos con la misma concreteza.

Es un poco como cuando en los colegios de naciones cristianas se pretende quitar los belenes o las celebraciones navideñas para no ofender los sentimientos religiosos de otras personas. A mí me parece que para enseñar a nuestros hijos el respeto hacia los que tienen religión distinta habría que admitir señas de las otras religiones a lado de la nuestra, explicar –y explicarnos- los contenidos de las fiestas, de las celebraciones, de los símbolos. Más fiestas y celebraciones, no menos.

Para respetar a los demás, creo yo, no es necesario acallar nuestras ideas, sino dejar espacio a las ideas de los demás. Y, más aún que con las ideas, con los sentimientos, los entusiasmos, los cariños... bajo pena, si no, de volvernos fríos y distantes, asépticos.

Para explicar más concretamente cómo lo entiendo, cuento que en estos últimos días me pasó de bromear via whatsapp con un austral enviandonos imagenes de los grados centigrados de nuestras localidades, extremadamente bajas las suyas, extremadamente calurosas las mías. No me pasó por la cabeza que sus quejas por tener frío fueran una falta de consideración hacia mí que me muero de calor.

No pretendo tener razón sobre ese argumento, tan sólo dar razones para ver las cosas bajo un angulo distinto y quizá más tolerante...

Feliz Agosto para todos!

Elena

Leía el post de Lulu, y tengo que decir que, en parte, tiene razón. Uno de los grandes males de la institución ha sido esa “españolidad” mal entendida que ha hecho palabra de Dios de muchas cosas que solo respondían a España-década-de-los-60, pero como lo había dicho escrivá (la minúscula es a propósito), automáticamente pasaba a ser voluntad expresa de Dios.

Y así nos encontramos con numerarias auxiliares sirviendo la mesa con manguitos, o con los lamentablemente famosos “crespillos”, una hoja de espinaca rebozada y frita, sin más, que anda a saber de dónde la sacó escrivá y anda a saber quién le inspiró que eso debía ser el postre de toda la institución el viernes de dolores, sin pensar en que 1) hay países donde las espinacas frescas no existen, 2) hay países en los un frito como postre resulta cuando menos estrambótico, 3) hay países donde la comida de mediodía es un simple tentempié para esperar la cena, y no tiene ningún sentido preparar algo especial porque la mayoría de los/las residentes no comen en el centro. Lo he comentado aquí antes, recuerdo a una administradora de Japón, donde las espinacas frescas son carísimas y muy difíciles de encontrar, que preguntó si podía sustituirlas por un alga muy común en Japón, el resultado sería el mismo y era mucho más asequible en todos los aspectos. Bueno, bueno. No la excomulgaron de milagro. “Los crespillos se hacen como los hacía La Abuela y los hacía con espinacas”, fue la respuesta, y ahí siguió la pobre criatura, haciendo equilibrios con la media de cada mes, porque las espinacas frescas se la mandaban a tomar viento, e intentando conseguir la maldita verdura a como diera lugar.

La “españolidad” mal entendida ha hecho mucho daño a la institución, repito. Sin embargo, y ahí es donde discrepo con Lulu, la peña esa nació donde nació, y esta web nació donde nació. Si estuviéramos en Australia, nos felicitaríamos el 25 de diciembre diciendo “feliz tarde de surf y que encontréis olas”, y ni se nos ocurriría pensar que en Londres, o en París, o en Roma, andan ese día con bufanda y gorro, pero en España en julio hace un calor que te asas vivo entero, y de ahí que Antonia (que, por cierto, no creo que tuvieras que disculparte, para nada) se despidiera deseando que no pasáramos calor. Tan simple, tan sencillo como esto. Y así es como creo que había que entender su saludo. Ni universalidades ni pollo en pepitoria, no va por ahí ni creo que fuera esa la intención de Antonia, para nada. E igual que nadie se sorprende o se escandaliza por ver escrito “mirá, eso es lo tenés que hacer”, lo digo con cariño, Lúlu, lo digo con cariño, tampoco debiéramos sorprendernos de que alguien desee que no pasemos calor.

Mediterráneo