Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
OPUS DEI: ¿UN CAMINO A NINGUNA PARTE?

Guía para padres sobre el Opus Dei
Índice del libro:
Prólogo del traductor
Introducción
Parte I: Las características de los nuevos movimientos religiosos destructivos
Parte II: Organización del Opus Dei
Apéndice 1: En defensa del Cuarto Mandamiento
Apéndice 2: Documento del Vaticano: Desafíos pastorales. Sectas o nuevos movimientos religiosos
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GUÍA PARA PADRES SOBRE EL OPUS DEI
(Amplio extracto)

Autor: J. J. M. Garvey

La guía completa se puede adquirir en EEUU, en la dirección:
http://www.odan.org/spanish_information.htm

PARTE I.

LAS CARACTERÍSTICAS DE LOS NUEVOS MOVIMIENTOS RELIGIOSOS DESTRUCTIVOS (De acuerdo a las guías del Vaticano)

Las directrices del Vaticano describen a los grupos destructivos como "generalmente autoritarios en su estructura" y hacen notar que "se sirven de formas de 'lavado de cerebro' y de control mental (es decir, ejercen control sobre las opiniones y actitudes), que forman grupos que fomentan y alimentan un sentimiento de culpa o de, miedo". (1.1). El DocumentoPastoral (Osservatore Romano, No. 20, 19-V-1986) y continúa:

"Algunas formas de reclutar, técnicas de formación y procedimientos de instrucción practicados por un número de sectas y cultos, que generalmente son muy sofisticados, forman parte de sus éxitos. Generalmente, quienes son atraídos por tales medidas desconocen, en primer lugar, que este acercamiento ha sido preparado generalmente con antelación y, en segundo lugar, ignoran la naturaleza de esta conversión manipulada y de los métodos de formación (manipulación social y psicológica) a los que están siendo sometidos. Las sectas imponen con frecuencia sus propias normas de pensar, de sentir y de actuar. Esto está en neto contraste con el método seguido por la Iglesia, que requiere pleno conocimiento y capacidad" (2.2).

"Como es evidente, el auge extraordinario de algunos nuevos movimientos religiosos puede ser atribuido a las estructuras despersonalizantes de la sociedad contemporánea. Al faltar una relación fuerte con la parroquia, muchos encuentran que sus necesidades y aspiraciones no están siendo colmadas por la Iglesia. El éxito de los nuevos movimientos nace de su proclamación de poder satisfacer las diferentes necesidades y aspiraciones, así como de sus métodos engañosos de proselitismo.

Al principio, la mayoría de los reclutados ni siquiera sospechan que lo están siendo. Esta ignorancia del acercamiento orquestado y de los medios manipuladores que utilizan es la peligrosa condición a la cual el documento se refiere. Hoy en día, desafortunadamente, el sentido común debe dictar a las personas que estén precavidas ante un interés repentino y adulador de nuevos "amigos".

EL ACERCAMIENTO GENERAL

La Carta Pastoral dice que las técnicas de acercamiento "son comúnmente una combinación entre "afección y decepción" (sic), precedidas de un acercamiento positivo". Debido a que pocas personas se acercan a una secta por razones malvadas, la oportunidad más grande de crecimiento para las sectas es a través de personas buenas y con motivaciones buenas. Es sólo gradualmente que los métodos de proselitismo alcanzan un tipo de control mental (es decir, de pensamientos y opiniones) por medio de unas técnicas abusivas de modificación del comportamiento.

El documento dice que las personas se convierten a las sectas en situaciones de crisis y bajo condiciones en las que se encuentran emocional y espiritualmente vulnerables. Sus motivaciones, particularmente durante la adolescencia, son fácilmente explotadas. Las sectas destructivas pueden usar métodos refinados para crear, dentro de una persona normal, problemas psicológicos y espirituales para los cuales las sectas luego se convierten en la solución única y duradera.

El documento enumera nueve categorías de necesidades y aspiraciones humanas, junto con las respuestas que las sectas ofrecen. Pero el documento aclara que el proselitismo y las características de la formación realizada por las sectas, también listadas, plantean claras amenazas a la libertad personal y a la sociedad. Sigue a continuación una comparación punto por punto de las características del Opus Dei con la lista del Vaticano.

CARACTERÍSTICA 1: "Un hábil proceso de iniciación... un gradual descubrimiento de lo que sus anfitriones son en realidad", junto con la PROPUESTA GENERAL: "afección y decepción" (sic).

Los artículos 190 y 191 de las Constituciones del Opus Dei requieren que los socios NO revelen su pertenencia ni la de otros a "extraños". Art. 190: "Pertenecer al Opus Dei no implica ninguna manifestación externa y el número de miembros deberá ser encubierto a los extraños; aún mejor, nuestros miembros no deberán discutir estos asuntos con personas de afuera". Desaconsejan (de hecho, prohíben) cualquier intento de los socios de hacer que personas, aunque sean "santas" (incluyendo a los padres), comprendan su camino, su "vocación". Se impone el silencio acerca de la Obra, de sus socios, y se lo llama discreción". [Art. 191: "Por lo cual los socios Numerarios [miembros plenos] y los Supernumerarios [casados y otros] sepan bien que van a guardar siempre un prudente silencio respecto a los nombres de otros miembros, y que a nadie van a revelar nunca que ellos mismos pertenecen al Opus Dei, ni aun siquiera con el fin de la difusión de dicho instituto, sin licencia expresa del propio director local". "Constituciones de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz de la Obra de Dio"s. Roma, 1950. Publicado con "Los Estatutos Secretos del Opus Dei", revista Tiempo, Madrid, 1986. Punto 650 de "Camino", del Fundador, Mons. Escrivá: "Hay mucha gente -santa- que no entiende tu camino. -No te empeñes en hacérselo comprender: perderás el tiempo y darás lugar a indiscreciones". Entre muchos (puntos 639 al 657) el punto 639 de "Camino": "De callar no te arrepentirás nunca: de hablar, muchas veces". Punto 644: "Calla: No olvides que tu ideal (tu vocación a la Obra) es como una lucecica recién encendida. -Puede bastar un soplo para apagarla en tu corazón".]

Por lo tanto, los recién llegados a las actividades del Opus Dei (raramente denominadas como tales) no suelen saber quién es socio ni de qué clase y quién es mero invitado. A lo largo y ancho del Opus Dei los socios son impulsados al disimulo, a dar un sutil falso testimonio, de modo que el recién llegado ve una fachada falsa. Este engaño se extiende a otras muchas actividades con la sofisticada explicación de que "el testimonio de un socio se vive, no necesariamente se proclama" [Un pequeño ejemplo. Russell Shaw, socio del Opus Dei por mucho tiempo y escritor de muchos artículos promocionales del Opus Dei, escribió una columna de alabanza en relación al Fundador, Mons. Escrivá, en el National Catholic Register, del 1O-VIII-1987. Él también acusó a los críticos del Opus Dei de "no molestarse por aprender acerca de él" y recomendó un libro recién publicado. En ningún momento se identificó a sí mismo como un miembro del Opus Dei de muchos años, ni mencionó tampoco que el autor del nuevo libro era también un antiguo miembro del Opus Dei, ni que el libro era publicado por la editorial del Opus Dei, Scepter Press. El Register identificó a Shaw como "Secretario para Asuntos Públicos de la Conferencia Católica de los Estados Unidos"].

CARACTERÍSTICA 2: "El uso de técnicas dominantes: 'bombardeo de amor', etcétera".

Se forma a los socios del Opus Dei para utilizar una técnica de reclutamiento llamada "apostolado de amistad y confidencia" [J. J. Thierry, Opus Dei -a Clase up. New York, Courtland Press, 1975, pág. 76.]. Según Jean-Jackes Thierry, las residencias internacionales de estudiantes son las principales fuentes de candidatos. Sin embargo, todos los colegios del Opus Dei, escuelas de hostelería, clubes, centros culturales, universidades, residencias universitarias y editoriales son también centros de reclutamiento raramente identificados abiertamente con el Opus Dei. ["Winning recruits in Opus Dei: A personal experience" por el Dr. J. J. Roche, Universidad de Oxford, en The Clergy Review, LXX (ed. 1985). "Por lo tanto, el propósito primario de todo el Opus Dei (actividades corporativas) es el reclutamiento para el Opus Dei de aquellos que asisten a sus actividades". El Dr. Roche renunció después de 14 años de permanecer en el Opus Dei para regresar a la Universidad de Oxford] Simplemente resulta que, por "casualidad", son financiados y dirigidos por el Opus Dei, sus empleados son socios, pero jurídicamente no son propiedad de la Obra [El Padre Phillip Sherrington, Consiliario Regional del Opus Dei en Inglaterra, para la BBC-TV del 19-III-1981, comentando sobre el hecho de que el Consejo entero de la Asociación Educacional Netherhall, que está registrado como propietario de muchas propiedades donde se llevan a cabo las actividades del Opus Dei, estaba formado por socios numerarios del Opus Dei].

Las residencias internacionales están ubicadas en calles prestigiosas y en zonas opulentas, usualmente cerca de universidades. En ellas, a la meditación del sábado (o del domingo) y a la Bendición con el Santísimo sigue una "tertulia" orquestada para los visitantes. Esta atmósfera, cuidadosamente preparada, proporciona a los socios una oportunidad para conversar con los posibles reclutas, quienes ignoran que están siendo seleccionados. Es esencial para el ambiente prestar una atención muy esmerada a los nuevos visitantes ("bombardear con cariño" ["Winning recruits", pág. 354; "El recluta se encuentra a sí mismo en el centro de una atención llena de sonrisas, agradable y cariñosa, etcétera"]. "La atmósfera de la casa se llena de carcajadas, silbidos, comportamiento machista (o ingenuo para las jovencitas) y alegre, para hacer las delicias de los visitantes [Ibíd., pág. 352. 18 Ibíd., pág. 349. 19 Ibíd. "Notas; Hay una enorme cantidad de literatura en el Opus Dei relacionada con el proselitismo, incluyendo "Cartas del Padre" especiales, manuales y charlas grabadas por el Fundador. También en Camino, "Proselitismo", Nos. 790 a 812; "Táctica", Nos. 831 a 851; "El Apóstol", Nos. 929 a 959; "El Apostolado", Nos. 960 a 982. Ver también M. Moreno, El Opus Dei, Anexo a una Historia (Ed. Planeta, Barcelona, 1976), pág. 26; 217-223; Anexo B]. Todo se ve aparentemente natural, pero en realidad está cuidadosamente organizado, con un plan oculto.

"La actividad más importante en la vida de cualquier socio del Opus Dei es el 'proselitismo' o reclutamiento". Monseñor Josemaría Escrivá, su Fundador, enfatizaba este requerimiento repetidamente. [Ibíd, pág. 350; también Crónica (1962), "El Semillero de la Obra". "Conversaciones con Mons. Escrivá de Balaguer, Ed. Rialp, Madrid, 1968, pág. 35: "... en nuestro apostolado damos importancia primaria y fundamental a la espontaneidad del individuo... y no a las estructuras organizacionales de mando, a las instrucciones y tácticas impuestas desde arriba... toda la actividad está dirigida fundamentalmente a una sola tarea: proporcionar a los miembros la ayuda espiritual necesaria para su vida de piedad... y luego, ¡a la calle!". Compárese con "nosotros no tenemos ningún otro fin que el corporativo -el proselitismo, ganar vocaciones" (El Fundador, Crónica, V, 1963)]. Los esfuerzos se dirigen hacia cualquier persona de éxito, a cualquier católico activo, serio y profesional, joven o mayor. El principal esfuerzo, sin embargo, se dirige a atraer a jóvenes adolescentes como numerarios, es decir socios con entrega total y célibes. Esto es facilitado mayormente por otros adolescentes o socios jóvenes ["Ganando reclutas en el Opus Dei'. Nota No. 39; Crónica. 1963; Crónica, 1, 1967: "Nuestro celo apostólico ordinariamente se demostrará a sí mismo poniendo a nuestros amigos en contacto con los apostolados de la Obra". También Crónica, VII , 1968: "Ninguno de mis hijos puede descansar satisfecho si no ha traído cuatro o cinco vocaciones fieles cada año"].

El proselitismo se estructura elaboradamente y se dirige cuidadosamente, a pesar de que el Fundador hizo frecuentes aseveraciones en público de lo contrario. El objeto de la mayoría de los contactos apostólicos es "persuadir" a cada persona contactada a visitar el centro local de la Obra, para que (el Opus Dei) la pueda formar

A los socios se les asigna el "encargo" de reclutar personas agresivamente. En nombre de la "amistad", los numerarios del Centro invitan a "charlas" semanales, llaman regularmente por teléfono, visitan en caso de enfermedad, mandan tarjetas de cumpleaños llenas de anécdotas [El Fundador, Crónica, 1, 1967: "Con astucia santa, siempre respetando su libertad, tenemos que empujarlos poco a poco, pero constantemente, sin prisa pero sin pausa... lo que estáis haciendo es la forma más elevada de amistad"]. Algunos de los que están en la mira cuentan que ni siquiera los insultos parecen desalentar la tenaz persecución. Se inculcan sentimientos de culpa en jóvenes sensibles, a quienes, a pesar de que están oprimidos por una presión antinatural y excesiva, se los hace sentir mal si no aceptan asistir a actividades "católicas" .

La explicación para esta persecución agresiva y desconsiderada puede encontrarse en las indicaciones de su Fundador: "Salid a las carreteras y caminos y empujad a los que encontréis para que vengan y llenen mi casa; empujadlos ... nosotros debemos estar un poco locos ... vosotros debéis mataros por el proselitismo"... [El Fundador, Crónica. IV , 1971]. "Id a por los mejores... sin tener miedo de interferir en las vidas de los otros" [El Fundador, Crónica, IV, 1964].

CARACTERÍSTICA 3: "Imposición de respuestas y decisiones ya preparadas a los reclutados".

Bajo la influencia persuasiva de las "tertulias" y de los "círculos", los reclutados (a veces tan jóvenes como de doce años) se ven empujados gradualmente a abrir su vida personal y privada para que pueda ser sometida al escrutinio de la "corrección fratema" y de la "formación" (más adelante se volverán "confidencias" o "charlas fratemas", semanales y obligatorias). Al mismo tiempo que se enseña la doctrina católica, se inculca y alaba el "espíritu del Opus Dei" como camino invariable a la santidad, tal como lo describió su Fundador. En esta enseñanza no se presentan las otras maneras ya probadas y seguras de poder ser un católico romano ["Nunca se alienta la posibilidad de una vocación para cualquier otra organización religiosa. Por ello, una acción paralela consiste en presentar al resto de la Iglesia como sospechosa" ("Ganando reclutas", pág. 353)]. A cada recluta se le dan unas "Normas" diarias que debe cumplir y que lo entrenan rigurosamente en la manera de pensar, de sentir y de comportarse del grupo. Los puntos del libro del Fundador, "Camino", se repiten y machacan hasta que se vuelven parte de la persona, especialmente los que mandan silencio con la gente de afuera (puntos 639 a 656) y obediencia. (Punto 936: "Al apostolado vas a someterte, a anonadarte: no a imponer tu criterio personal"; punto 941: "Obedecer..., camino seguro. -Obedecer ciegamente al superior..., camino de santidad. -Obedecer en tu apostolado..., el único camino: porque, en una obra de Dios, el espíritu ha de ser obedecer o marcharse").

Sin embargo, en foros públicos los portavoces del Opus Dei dicen lo contrario: "Nuestro Fundador era muy insistente en el hecho de que todos necesitamos libertad personal -con responsabilidad, por supuesto. Así lo hacemos nosotros. Nosotros amamos la libertad. Vivimos una vida en libertad" [P. Gregory Haddock, sacerdote del Opus Dei, en CBCTV, "El Quinto Poder", 22-1-85].

CARACTERÍSTICAS 4 y 5: El uso de la "adulación" y el control a través de la "distribución de medicinas y dinero".

La atención lisonjera dada a las vocaciones recientes ya ha sido mencionada.

La distribución de dinero es una práctica entre los numerarios, que han entregado sus salarios a una cuenta en la cual ellos no firman. Luego se les entrega una cantidad de acuerdo a su estatus profesional, de la cual deben rendir cuentas estrictas.

En esa situación, los gastos médicos y dentales también son controlados. Lo que inicialmente es un acto generoso por parte del socio, en la realidad falsifica la libertad material y establece una dependencia de sus superiores.

CARACTERÍSTICA 6: "La exigencia de una entrega incondicional al iniciador, al líder".

Ya ha sido mencionado el punto 941 del libro del Fundador: "Obedecer... camino seguro. -Obedecer ciegamente al superior..., camino de santidad. -Obedecer en tu apostolado..., el único camino: porque, en una obra de Dios, el espíritu ha de ser obedecer o marcharse". También debemos mencionar el punto 614: "En los trabajos de apostolado no hay desobediencia pequeña". Y el punto 617: "Obedeced, como en manos del artista obedece un instrumento -que no se para a considerar por qué hace esto o lo otro-, seguros de que nunca se os mandará cosa que no sea buena y para toda la gloria de Dios".

La obediencia ciega debe distinguirse cuidadosamente de la fe ciega. La fe ciega es apropiada para los profundos y desconocidos misterios de nuestra Santa Religión Católica. Nosotros somos, después de todo, los que creemos a pesar de que no hemos visto.

Pero la obediencia ciega (no pensante), por otra parte, no es apropiada para ningún ser humano, ni para ninguna institución humana, como lo ha probado el suicidio en masa de la secta de Jim Jones. Para tener mérito, la obediencia cristiana debe ser consciente, humilde, un acto responsable de una voluntad informada. Nunca debería ser una sumisión no pensante. El ascetismo tradicional, formulado para la vida en situaciones monásticas, ha sido deformado en el Opus Dei, posiblemente por el gran número de "directores espirituales" laicos, pobremente preparados. El hecho de que la función de director espiritual esté tan íntimamente relacionada con el oficio de confesor es causa de grave preocupación. El canon 630 del Codex Iuris Canonici expresamente prohíbe que cualquier persona que no sea un sacerdote, ni siquiera los superiores religiosos, pueda inmiscuirse en asuntos de conciencia. Los grandes santos, Catalina de Siena, Francisco de Asís, Teresa de Ávila e Ignacio de Loyola, que eran mujeres o dieron dirección espiritual antes de ser ordenados, fueron excepciones raras que confirman la regla.

CARACTERÍSTICA 7: El uso del "aislamiento, el control del proceso racional del pensamiento, la eliminación de información e influjos externos (familia, amigos, periódicos, etc.) que puedan romper el poder psicológico de este compromiso y el proceso de asimilación de sentimientos, de actitudes y modelos de conducta ".

Este punto probablemente es el más importante para los padres. Todos los demás puntos de vista deben ser cancelados para que el proselitismo tenga efecto. Bajo la apariencia de instrucción católica, se enseña la particular visión del mundo del Opus Dei -el "espíritu del Opus Dei"- como la única versión correcta del catolicismo.

Desde el principio se separa a los reclutados de sus familias y se les inserta en grupos homogéneos con los que asisten a sus "Círculos" (charlas de formación) semanales: niños de escuela primaria, jóvenes de secundaria, grupos de universitarios, gente madura, etc. Ellos deberán asistir obediente y humildemente en su papel "de discípulos que vienen a escuchar al maestro. Ellos no discuten... Sin la molestia de un foro de espectadores, es fácil ayudarlos".

Aislándolos más, de uno en uno, dentro de "Círculos", el "Director espiritual" -un numerario laico- adoctrina a los jóvenes reclutas de cuatro maneras: primero, ganando su confianza; segundo, proyectando una imagen altamente atractiva del Opus Dei (que contrarresta toda crítica); tercero, estableciendo una dirección espiritual regular y la confesión con un sacerdote del Opus Dei; cuarto, llevan a la adopción del importante "plan de vida".

Según un antiguo socio, el Rev. P. Vladimir Felzmann, "ellos (los directores espirituales del Opus Dei) van desarrollando gradualmente este plan de vida: oración, rosario, lectura espiritual, misa, comunión, oración mental, etc. Entonces, gradualmente, el jovencito se acerca más y más al director espiritual y llega a estar muy, muy cerca -casi simbióticamente-, de manera que si la persona mayor le dice lo que debe hacer, sería muy difícil para el joven decir que no" [P. Felzmann, antiguo sacerdote del Opus Dei, actualmente cura párroco en Londres, para CBC-TV el 22-1-1985. Citando las razones por las que renunció al Opus Dei en 1981, denunció especialmente una atmósfera impregnada de temor, la separación de los jóvenes de sus familias, la sospecha intensa y meticulosa de la teología de la Iglesia Católica "de fuera" y "una separación 'de facto' del mundo al cual (contrariamente) el espíritu del Opus Dei anima a todos a amar"].

El plan de vida se comparte únicamente con el "reclutador-director espiritual" y con el confesor del Opus Dei, nunca con los padres o con sacerdotes confesores de fuera. Se convierte en la base de una intimidad intensa, a través de la cual el reclutado puede ser manipulado más por sugestión que por una orden directa. Eventualmente se utiliza para provocar la "crisis vocacional". El Fundador insistía a los socios que el método funciona: "Al principio es difícil para ellos... decir en confianza a los más jóvenes (numerarios) sus pequeños secretos y sus preocupaciones de todo tipo, pero después necesitan hacerlo" [El Fundador, Crónica, 1963].

Toda la instrucción católica que se proporciona viene de textos aprobados previamente por el Opus Dei, la cual es interpretada exclusivamente por profesores de la Obra, y a veces sesgada convenientemente para los fines del Opus Dei. [Un ejemplo de instrucción sesgada (en privado) y negada en público que es utilizada para formar a mentes impresionables es la interpretación que hace el Opus Dei del encuentro del Niño Jesús en el Templo. De las notas de un socio del Opus Dei leemos: "Él (Jesús) permitió a sus padres que sufrieran (antes de revelarles su misión). Desde entonces, Jesús les obedeció dentro de ciertos límites. Él les permitió que le cuidaran, así como permite que le cuidemos en los santuarios del mundo". Finalmente, subrayaba la afirmación: "Cuando Dios entra en escena, los derechos de los padres se acaban". En contraste, repetimos cómo Juan Pablo II resume la percepción histórica de la Iglesia de este Misterio: "Aquí está Jesús, regresa a Nazaret y se somete a ellos, a María y a José. Esa obediencia significa obediencia, pero también, al mismo tiempo, una apertura obediente a la humanidad, la cual siempre necesita aprender, sobre todo dentro de la familia" (Osservatore Romano, 766, 26-XII-1982)].

El material de lectura, la información de la televisión y las noticias son vigilados cuidadosamente. El correo personal de la familia y de los amigos es leído previamente por el director espiritual y discutido con el recluta, sin el conocimiento ni consentimiento del que lo envía [testimonio personal de socios a sus padres], para evitar que interrumpa su ingestión del modo de vida de su "nueva familia".

CARACTERÍSTICA 8: "Alejamiento de los reclutados de sus vidas pasadas, insistiendo sobre un pasado comportamiento desviado, como el uso de drogas, desviaciones sexuales, jugando sobre las taras psicológicas y sus relaciones sociales difíciles, etcétera".

Por contraste a la versión idealizada de una vida católica (el "espíritu del Opus Dei"), los reclutadores agresivos pueden provocar fácilmente sentimientos de culpa y miedo en jóvenes idealistas católicos. Al abusar sutilmente de los medios de los caminos de la perfección católica (es decir, un plan de vida, confesiones, oraciones, y -solamente si hace falta- la dirección espiritual específica) se puede ejercer una gran presión psicológica. A veces, con la ayuda del conocimiento privilegiado del estado de sus almas, se les impone una carga difícil de tolerar. [Un testimonio frecuente de ex socios: luego de la absolución, pero aún dentro del acto confesional, se sugiere una "charla" con un tono más personal. Más adelante, el "director espiritual" laico revela estar al tanto de lo hablado en esta charla; la que el penitente suponía estar bajo el secreto de la confesión]. Se necesita un dominio extraordinario de sí mismo para resistir cuando una autoridad de ese calibre le "sugiere" que uno tiene "vocación" al Opus Dei y predice que, debido a esa vocación, los jóvenes y los padres pueden sentirse molestos. ["Uno puede solicitar ser admitido como socio del Opus Dei a sugerencia de uno de sus miembros. La Obra se acerca a los posibles candidatos y les sugiere que formen parte de ella". (J. Thierry, Opus Dei -a Close up, pág. 76. "...Es una verdad decir que cada vocación es difícil, es probable que encuentre mucha hostilidad en el interior de su propia alma y de la atmósfera que le rodea". Recruiting manual, Vocation. J. L. Soria (Director del Opus Dei en Canadá) en Scepter Booklets, 505 5th. Ave. New York City, NY, 10017, pág. 35]. Es difícil rechazar la "indirecta" de no hablar porque los padres "no entienden ["En algunos casos, cuando un joven dice que quiere entrar (al Opus Dei), nosotros le aconsejamos (sic) que no se lo diga a sus padres. Esto es porque los padres no nos entienden" (P. Andrew Byrne, sacerdote del Opus Dei en el London Daily Mail (7-1-1981). Además, el sacerdote del Opus Dei Padre J. A. Kelly, en relación a jóvenes de 17 años o menos, les aconseja: "Díganles únicamente lo que están haciendo en cada momento, es decir 'voy a misa diariamente' y 'rezo el rosario regularmente'" (en lugar de informarles a sus padres de sus planes de unirse al Opus Dei). . "Permitir que los padres objeten (se enteren) violaría la libertad de los chicos" (The New York TImes, 8-1-1984. Manual de reclutamiento, Vocación, J. L. Soria, pág. 34. También en Ganando reclutas, pág. 355: "La persona que está apunto de 'pitar' (solicitar la admisión) está bajo una tremenda presión emocional, moral y religiosa, acompañada a menudo de miedo. 'La gente se asusta. Se sorprende de nuestro fuerte deseo de llevar otras almas a Dios para servirle' (El Fundador, Crónica, IV, 1971)". En otro lugar el Fundador escribe: "Esa santa coacción es necesaria. "Compelle intrare", nos dice el Señor... con el obstinado hay una obligación a darle una ayuda santa... es una tarea que nosotros, los socios del Opus Dei, tenemos obligación de llevar a cabo... a veces el hombre se resiste a la llamada divina ... cuando se despierta la crisis vocacional. Responder que no a esta llamada es una oposición radical a la voluntad de Dios... no es coacción, sino cooperación con Nuestro Señor en su anhelo por operarios", en Crónica, VIII, 1959.]

También es difícil para el reclutado poner en duda la afirmación de que "Nuestro Señor nos ha llamado desde y para toda la eternidad. Las dificultades no deben ser problema. No debe haber una resistencia inflexible a esta decisión radical... aun cuando se puedan deshacer como un castillo de naipes todos los planes y sueños que ellos tenían para el futuro de esa persona o de su familia o amigos".

CARACTERÍSTICA 9: El uso de "métodos que alteran las conciencias y producen confusión intelectual, bombardeos intelectuales, uso de sofismas, razonamientos simplistas, cerriles, restricciones del pensamiento reflexivo".

Bajo esta intensa presión proselitista, el control de toda la información que llega a los reclutas es crucial. Varios puntos de "Camino" enseñan que el silencio y la obediencia ciega son la regla. El Manual de reclutamiento establece que es necesario "obtener el silencio interior mediante la guarda de la vista, de la curiosidad y de la imaginación, para poder oír la llamada del Espíritu Santo" [Dwight G. Duncan, director de la oficina de información del Opus Dei en Estados Unidos, ciudad de Nueva York, en el New Oxford Review, en una carta al editor, julio-agosto 1984, pág. 22].

"La excusa de no comprender... implica una tentación verdaderamente diabólica al emplearse a propósito". Esta o cualquier "resistencia real a la acción del Espíritu Santo puede tener consecuencias muy serias".

"Juan, Pedro y Judas. Estos tres presentan tres maneras, tres caminos de responder a la vocación. Con Juan, la fidelidad continúa. Con Pedro... muchas caídas serias. Luego está el camino de Judas, donde hay un rechazo deliberado de escuchar lo que Cristo está diciendo y, finalmente, la traición, el abandono del camino correcto".

Sutilmente, el reclutador convence al recluta potencial de que una posible vocación hacia Dios sólo puede significar la vocación al Opus Dei. Se tratan con desdén las maneras tradicionales de servir a Dios en la Iglesia.

Este bombardeo intelectual se entrelaza con clichés que bloquean el pensamiento: "Los padres no entienden", o "Cada vocación probablemente va a encontrarse con mucha hostilidad". Además, "si hubiera puesto demasiada atención a las reservas de los padres, la Iglesia Católica tal vez tendría muchos menos santos de los que ahora tiene". Uno de los favoritos es "el Papa lo aprueba". El propósito de los clichés es impedir un discusión más extensa y evitar contestar directamente a las preguntas, arrinconando al cuestionador -ya sea el padre, otro reclutado u otra persona.

CARACTERÍSTICA 10: "Manteniendo al reclutado constantemente ocupado, y nunca solo, exhortación y entrenamiento constantes para llegar a un estatus espiritual exaltado, alteración de la consciencia, sumisión automática a las directivas: supresión de la resistencia o negatividad; responder al miedo que lleva a un miedo mayor".

Se incrementa estrictamente una política de "disponibilidad para la Obra", que significa una correspondiente no disponibilidad para las demás actividades, especialmente las de su propia familia, para aislar aún más al joven. Gradualmente se llenan todos los momentos libres, particularmente aquellas ocasiones que normalmente estarían reservadas para las reuniones de las familias católicas tradicionales: Nochebuena, Semana Santa, cumpleaños, casamientos, primeras comuniones de hermanos. A menudo, no asistirá incluso a funerales y hospitalizaciones de miembros de la familia. El propósito es preparar clandestinamente el camino para la eventual separación total de la familia natural [Manual de reclutamiento, Vocación, pág. 34: "La vocación es una llamada para dejar su propia parte del mundo, su propia familia y su patria... Dios nos ha pedido (estas cosas), así como Él pidió... los primeros frutos sin mancha ni defecto, como el material para el holocausto". Compárese con: "somos hombres y mujeres ordinarios que no nos distinguimos de nuestros colegas y conocidos, de aquellos con quienes convivimos en nuestro medio social" (Thierry, Opus Dei -a Close up, pág. 80].

El P. Felzmann escribe que, al jugar con los miedos de ofender a Dios, "se desalienta a los miembros jóvenes que digan a sus familias que se han incorporado, hasta que la vocación del miembro haya 'madurado' (y eso puede llevar años)". También se le saca partido al miedo de perder su alma inmortal: "El resultado de esas vidas tipo Judas... hay mucha gente que ha decidido que el fracaso de no perseverar significa nada menos que la condenación eterna. Se despierta un temor grande e inmediato de venganza si uno falla, en términos muy explícitos: "Si uno de mis hijos abandona la lucha. .. hacedle saber que está traicionándonos a todos, a Jesucristo, a la Iglesia, a sus hermanos y hermanas en la Obra... sería una traición consentir el más insignificante acto de infidelidad" [El Fundador, Crónica, 11, 1972].

CARACTERÍSTICA 11: La insistencia de "enfocar fuertemente sobre el líder; algunos grupos pueden llegar a rebajar el papel de Cristo en beneficio del fundador (éste es el caso de algunas 'sectas cristianas')".

A pesar de que hay poca evidencia de que el Opus menosprecie a Cristo, sí hay una amplia evidencia de que existe un enfoque intenso sobre el Fundador (ahora llamado "nuestro Padre" dentro del Opus Dei) y un menosprecio del resto de la Iglesia.

Una parte principal del esfuerzo de relaciones públicas del Opus Dei es una atención intensa en el Fundador. Las principales publicaciones del Opus Dei muestran al "Padre" y su sobresaliente y dedicada vida. Debido a que la "Obra", completa y totalmente "fue inspirada por Dios a su Fundador el 2 de octubre de 1928" [Mons. Álvaro del Portillo, Prelado del Opus Dei (ya fallecido), en una entrevista en The Catholic Register, 26-1-1982], por lo tanto no puede ser cambiada. "Nosotros somos sus hijos", le gustaba decir a Monseñor Álvaro del Portillo, su primer sucesor, "él es nuestro Padre y nosotros no podemos criticarlo" Mons. del Portillo, citado en "Secret World of Opus Dd', The New York Times, 8-1-1984, pág. 40]. Llevando esto hasta el extremo, los socios son motivados a abandonar sus hábitos previos de oraciones de intercesión a muchos santos, para concentrarse en orar por la intercesión de su Fundador. Revistas caras, cuidadosamente editadas y con excelentes fotografías, promueven al Fundador como la realidad central del Opus Dei. Se busca con vigor intenso su canonización. La casa donde nació, y el lugar donde fue sanado en 1904, las casas donde vivió (cada una de ellas marcada ahora con una placa), hasta la fuente bautismal donde fue bautizado (ahora reconstruida y llevada a Roma) se han vuelto lugares y objetos de veneración).

Cada año, socios y vocaciones potenciales viajan a Roma aparentemente sólo para conocer la Ciudad Santa y al Papa. Pero esos viajes nunca estarán completos sin una visita a la tumba del Fundador en la sede central, situada en Viale Bruno Buozzi 75. Antes de morir, Mons. Escrivá supervisó la construcción de su tumba, y solicitó que la inscripción que se pusiera en ella mostrara las siguientes palabras: "Un pecador, orad por él. Engendró hijos e hijas.". Sin embargo, sólo las palabras "EL PADRE" están ahí. Hacer la voluntad del Padre es una frase y un deseo común en el Opus Dei.

Los socios más jóvenes están obligados a enviar a sus casas todas las fotografías de ellos mismos con sus familias de sangre. A veces esto se hace por medio de un ingenioso "collage" de caras pegadas en una tarjeta de Navidad hecha a mano, o en una tarjeta de cumpleaños. Sin embargo, las fotos de Mons. Escrivá y de su madre y su padre aparecen en cada casa del Opus Dei en lugares prominentes. A uno se le dice que esto representa un esfuerzo consciente por enfatizar que el Opus Dei es una familia presidida por un padre.

Virtualmente en cada charla, homilía y exhortación a los socios, "el Padre" se refiere a ellos como "mis hijos", con muchas solicitudes de que "o hagan por mí", es decir, "que hagan la voluntad del Padre", etcétera. Algunos recuerdos conocidos del "Padre" (por ejemplo, patos o burritos) se ponen en todas las casas para recordarlo constantemente.

No hay duda de que esto ayuda al efecto de la transferencia radical de las lealtades a la familia normal hacia la "nueva familia" del Opus Dei. Ninguna familia natural puede compararse con esta familia del santificado Monseñor. Consecuentemente, el contraste, aunque sutil, es discordante. La elección forzosa entre esta "santa familia" y la propia mortal de pies de barro se facilita subliminalmente. Más aún, si uno ha sido convencido de que es "la voluntad de Dios" cuando uno se une y que el "verdadero amigo" y el director espiritual dicen que podrán ser muy felices, intensamente felices, por esta generosa opción, la decisión de incorporarse puede volverse irresistible para una mente ingenua.

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Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
OPUS DEI: ¿UN CAMINO A NINGUNA PARTE?