GUÍA PARA PADRES
SOBRE EL OPUS DEI
(Amplio extracto)
Autor: J. J. M. Garvey
La guía completa se puede adquirir
en EEUU, en la dirección:
http://www.odan.org/spanish_information.htm
INTRODUCCIÓN
¿POR QUÉ UNA GUÍA PARA PADRES SOBRE
EL OPUS DEI?
Las personas que han contribuido a la redacción de
esta Guía son católicos, padres de familia
y otras personas que han tratado de ser leales a la Iglesia,
al Papa y a su Magisterio Docente. Nos interesan mucho las
vocaciones religiosas de nuestros hijos y las de los hijos
de otros, a las que vemos como una bendición extraordinaria
de Dios. De acuerdo a la Amonestación Pastoral del
Vaticano de mayo de 1986, estas vocaciones -al igual que las
vidas normales de mucha gente joven- están enfrentándose
a una verdadera y creciente amenaza proveniente de movimientos
religiosos agresivos que usan métodos de reclutamiento
ocultos y manipuladores. Esta Guía ha sido escrita
específicamente para proporcionar a los padres y a
los jóvenes la información que van a necesitar
para evaluar, de acuerdo con las guías del Vaticano,
a uno de estos grupos, La Sociedad Sacerdotal de la Santa
Cruz y Opus Dei, o como es conocida más ampliamente,
simplemente Opus Dei, "Obra de Dios".
Las directrices del Vaticano están contenidas en la
carta pastoral "La amenaza de los nuevos movimientos
religiosos (cultos o sectas)", del 7 de mayo de 1986,
la cual esboza el problema ampliamente difundido de los nuevos
grupos religiosos dentro y fuera de la Iglesia.
En los documentos del Vaticano están listadas las
características de las sectas destructivas, específicamente
sus procedimientos de reclutamiento, entrenamiento e indoctrinación.
"(Dado que) las actitudes y los métodos de
algunos (grupos) pueden ser destructores de la personalidad,
quebrantadores de la familia y de la sociedad... es necesario
informar a los fieles, especialmente a los jóvenes,
para que estén alertas" (4.3). Se urge a los
pastores y a las autoridades encargadas de la enseñanza
a estudiar estas características, para que puedan ayudar
a otros católicos, especialmente a los padres y a sus
hijos, a evitar el daño psicológico y espiritual
que se deriva del involucramiento en esos cultos.
El Documento del Vaticano nos aconseja también: "Sabemos...
por experiencia, que es generalmente difícil o imposible
un diálogo con las sectas" (4.4). Estas palabras
tienen un particular sentido para los padres católicos
de la Alianza Ad Hoc cuyos hijos de repente abandonaron
el hogar tras haberse afiliado en secreto al Opus Dei; una
dolorosa experiencia personal las confirma. A pesar de declaraciones
públicas que afirman lo contrario, el alejamiento de
los jóvenes de sus familias de sangre es un fenómeno
que se nota dondequiera que opera la Obra.
Activo en América del Norte y del Sur, Europa, parte
de África y de Asia, el Opus Dei tuvo su origen en
España. Últimamente ha alcanzado cierta importancia
dentro de la Iglesia Católica. Su fundador, Monseñor
Josemaría Escrivá de Balaguer, llamado "nuestro
Padre" y "el Padre", escribió: "Nuestro
Señor dio origen al Opus Dei en 1928 para recordar
a los cristianos que, así como se lee en el libro del
Génesis, Dios creó al hombre para trabajar".
Como muchas cosas del Opus Dei, esto es sutilmente diferente
y posiblemente contradictorio con lo que los católicos
hemos aprendido del catecismo oficial: "Dios nos creó
para conocerlo, amarlo y servirlo en esta vida y para gozarlo
eternamente en la otra".
El propósito de esta institución, tal como
lo establece el Anuario Pontificio del Vaticano, es: "Promover
en medio del mundo la búsqueda de la perfección
cristiana en personas de todas las clases sociales, especialmente
entre los intelectuales". A diferencia de las grandes
Órdenes de la Iglesia, cada una de las cuales surgió
para responder a una necesidad particular en un momento específico,
su fundador proclama que "el Opus Dei nació
con un espíritu universal para todos los tiempos y
para todos los siglos" [Conversaciones con Monseñor
Escrivá] . De acuerdo con Monseñor Escrivá,
los socios deben ser comparados con los primeros cristianos
para poder ser comprendidos:
"Externamente, ellos -los primeros cristianos- no
hicieron nada para distinguirse de sus conciudadanos. Los
socios del Opus Dei son gente ordinaria. Son gente como los
demás y viven en medio del mundo, así como lo
hacían antes de unirse al Opus Dei. No hay nada falso
ni artificial en su comportamiento. Viven como todos los ciudadanos
cristianos que quieren responder plenamente a las exigencias
de su fe, porque eso es lo que ellos son" [Conversaciones
con Monseñor Escrivá].
Muchos padres católicos han encontrado que la descripción
anterior de los miembros del Opus Dei está equivocada.
Aquellos de sus hijos e hijas que se han hecho socios del
Opus Dei no actúan como gente ordinaria, ni viven ni
trabajan en el mundo así como lo hacían antes
de vincularse al Opus Dei. Sus actos se muestran artificiales
y rígidos, sus respuestas parecen calculadas para mantener
a cierta distancia a sus padres y a sus familiares cercanos.
Las comunicaciones normales de la familia han sido distorsionadas
significativamente. Aun más, los padres no pueden recibir
ninguna información creíble de un portavoz de
la Obra acerca de este cambio de su personalidad y de su comportamiento,
ni si se siguió la política de la Iglesia que
requiere de una "conciencia con pleno conocimiento
y capacidad [Carta Pastoral del Vaticano, Reto de los
nuevos movimientos religiosos (7-V-86) (2.2.1): "Las
sectas imponen con frecuencia sus propias normas de pensar,
de sentir y de crear. Esto está en neto contraste con
el método de la Iglesia, que requiere pleno conocimiento
y capacidad"] cuando sus hijos se unieron a esta
"asociación libre, de personas laicas",
como es llamada por algunas personas.
En realidad, las respuestas dadas a los padres por parte
de los portavoces del Opus Dei en cada país sugieren
una política de encubrimiento, perfectamente estudiada
e institucionalizada. Algunos ejemplos de estas respuestas
frecuentes son:
- "Los padres no entienden al Opus Dei". "Si
los padres están molestos, es porque ellos no quieren
que sus hijos tengan vocación religiosa".
- "Las críticas no ayudan a conocer al Opus
Dei".
- "Está aprobado por el Papa, por lo tanto las
quejas y las dudas están fuera de lugar".
- "Son un caso aislado de exceso de celo por parte
de un miembro individual, no una política del Opus
Dei" (refiriéndose a un caso claro de reclutamiento
coactivo o violación de los derechos de la familia
o de los derechos personales).
- "Cualquier persona que dé informes negativos
del Opus Dei, probablemente está aliada con herejes
o con enemigos de la Iglesia".
Estas respuestas, por su repetición mecánica
y universal, claramente sirven a los representantes del Opus
Dei como paliativos del razonamiento. Las respuestas no tienen
la intención de provocar intercambios significativos
de opiniones, como nosotros creemos que esta Guía
sí va a lograr. Aquellos padres cuyos hijos repentinamente
ya no se comunican con ellos como lo hacían antes,
o ya no pueden asistir a una reunión normal de familia
(vacaciones, cumpleaños, bodas, primeras comuniones,
etc.), se sienten desconsolados cuando descubren lo que sucede:
el nexo familiar de amor y confianza está siendo repentina,
deliberada y clandestinamente cortado. Se está entremetiendo
un gran esfuerzo planificado y escondido que usurpa los derechos
paternos y la lealtad familiar de sus hijos. Usualmente, y
debido a su confianza en la Iglesia y en sus instituciones,
son tomados totalmente por sorpresa.
Para entender cómo puede ocurrir esto, se necesita
información. Pero debido a la estructura fundamental
y a las políticas del Opus Dei esa información
es difícil, si no imposible, de conseguir. Un ejemplo:
los Estatutos y las Constituciones del Opus Dei no están
disponibles para nadie, excepto pára los Obispos en
cuyas jurisdicciones funciona la Obra. Un biógrafo
seleccionado por el Opus Dei escribe:
"Estas Constituciones, que constan de 479 artículos,
divididos en cuatro capítulos, junto con las disposiciones
ya publicadas o por publicar en el futuro, y todo lo que concierne
al gobierno de la Obra, nunca serán divulgadas. Es
más, de acuerdo al Artículo 143, sin el permiso
del Padre Escrivá (o de quien haga cabeza en ese momento),
esos documentos, escritos en latín, nunca serán
traducidos a lenguas vernáculas."
Más recientemente, en 1986, por medio de los esfuerzos
de un antiguo socio, los 479 artículos fueron publicados
por la revista Tiempo, en Madrid, bajo el título de
"Constituciones de la Sociedad
de la Santa Cruz y de la Obra de Dios", Roma, 1950.
Estas Constituciones aparecieron puestas al día con
sus estatutos completos, Los
Estatutos Secretos del Opus Dei, 1982, en el latín
original con una traducción al español. La política
de no mostrar sus principios básicos de operación
está catalogada por ellos como "privacidad"
o "discreción".
Los portavoces de la Obra declaran públicamente que
no hay secretos en el Opus Dei ["Ese manto de secretividad
que envuelve al Opus Dei... pienso que es creado por personas
fuera del Opus Dei y no por el Opus Dei mismo, porque en el
Opus Dei no hay secretos de ninguna clase". (Fr.
Gregory Haddock, O.D., en entrevista por la CBC-TV, 22-1-85).
También la frase del Fundador que también confunde:
"Yo nunca he necesitado de ningún secreto.
Los miembros de la Obra detestan el secreto, porque ellos
son fieles ordinarios, de la misma manera que cualquier otra
persona" (Mons. Escrivá, entrevista con J.
GuilIeme-Brulton, Le Figaro, 16- V -66). Russell Shaw, después
de la publicación de una queja por parte de un padre
de familia de que a los socios se les lee la correspondencia
que reciben y es discutida por las autoridades del Opus Dei,
sin que el que la envía consienta o ni siquiera sepa,
dijo: "El Opus Dei no tiene la intención de
exponer sus asuntos internos a los que buscan con curiosidad
y a los que tienen intenciones maliciosas" (The National
Catholic Register, IO-VIII-87, pág. 4)].
Sin embargo, los católicos que esperan que en los
grupos católicos "sea vuestra palabra 'sí'
por 'sí' y 'no' por 'no' (Mt. 5, 37)", encuentran
que la distinción hecha entre la privacidad y la secretividad
es, en este caso, una confusión deliberada. Por cualquier
nombre que se le llame, el Opus Dei es una organización
extrañamente defensiva, cuyos socios generalmente reaccionan
a la crítica atacando a las personas, negando los cargos
y contestando como si la Iglesia fuera la acusada, no el Opus
Dei.
Es triste decirlo, pero la Obra es también "una
organización que, a pesar de las intenciones nobles
de su fundador y sus altas aspiraciones originales, últimamente
ha estado motivada en su práctica por el miedo más
que por el amor", de acuerdo con las declaraciones
de un antiguo socio, el Rev. P. Vladimir Felzmann, ahora cura
párroco en Londres. El P. Felzmann dijo al periódico
lrish Times (carta al editor del 11 de noviembre de 1982)
que él había renunciado en 1981, después
de 22 años, "porque los síntomas de
miedo en el Opus Dei crean una atmósfera para la cual
yo ya no voy a reclutar miembros".
Nuestra experiencia como padres católicos puede palparse
adecuadamente por las declaraciones hechas por el Rev. P.
Jim Mac Donald, cura párroco de Pierrefond, Montreal,
Canadá, en una entrevista a la televisión canadiense,
quien es tío de unos niños reclutados clandestinamente:
"Él (el Opus Dei) se apropia del papel de
los padres en las vidas de los niños desde una edad
muy joven, en forma gradual, disfrazada... es ciertamente
nefasto. Hay padres que se involucran en el Opus Dei y no
sienten que este sea el caso. Pero para los padres que no
se involucran y que no aceptan todo, eventualmente el Opus
Dei se entremete entre ellos y sus hijos". [CBC-TV,
22-1-85, "El quinto estado: ¿La Obra de Dios?"]
NUESTRA SEÑORA Y SAN JOSÉ EN BUSCA DEL NIÑO
PERDIDO, una Alianza Ad Hoc para Defender el Cuarto Mandamiento
(ARA) es un grupo de apoyo de y para padres de familia (Apéndice
1). Nuestras familias han sido profundamente lastimadas
por el reclutamiento y entrenamiento clandestino del Opus
Dei. A lo largo de la última década, la ARA
ha recolectado información acerca del Opus Dei en Francia,
España, América Latina, Alemania, Inglaterra,
Irlanda, Canadá y los Estados Unidos. La documentación
para esta Guía para Padres sobre el Opus Dei
viene primordialmente de fuentes oficiales del Opus Dei, especialmente
de su fundador, así como de declaraciones de antiguos
miembros y de experiencias reportadas por familias de miembros
y de ex miembros. Reunidas aquí hay varias citas de
las Constituciones (1950) y Estatutos (1982)
del Opus Dei con selecciones de Camino, el libro de
consejos espirituales del Fundador, y de Crónica,
una publicación interna del Opus Dei. Citados en detalle,
encon tramos también una "biografía"
oficial del Opus Dei escrita por un portavoz, Jackes Thierry,
y un manual de reclutamiento, "Vocación",
por Mons. J. L. Soria, antiguo director del Opus Dei en Canadá.
Los escritos de Juan Pablo II y otros Papas en relación
a la familia y a las doctrinas de la Iglesia se citan como
referencias cuando la política del Opus Dei está
en oposición obvia.
J. J. M. Garvey, Secretario Ejecutivo
Nuestra Señora y San José en Busca del Niño
Perdido,
Una Alianza Ad Hoc para Defender el Cuarto Mandamiento,
Nueva York, N.Y.
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