CORRESPONDENCIA
20-octubre-2004
(de Emevé) Propósito de
enmienda.
"Hay una tercera cualidad de la santidad: no puede
ser deseada. Si deseas la felicidad, estarás ansioso
por obtenerla y te sentirás constantemente insatisfecho;
y la insatisfacción y la ansiedad matan la misma felicidad
que pretenden conseguir. Si deseas para ti la santidad, estarás
alimentando la misma ansia y ambición que te hacen
ser tan egoísta, tan engreído y tan impío.
[...]
(Emevé comienza un escrito/libro silenciado,
"¿Santa
según el Opus Dei? ¡No, gracias!". Primera
entrega, "Propósito
de enmienda")
(de Dionisio)
Queridos Orejas
Hace tiempo que no envio nada para aumentar mi colección
personal de anécdotas. Ahí va otra.
Saludos, y muchas gracias por estar ahí.
Dionisio
Anécdota 22. Coches baratos y edificios caros.
Recuerdo que una vez un numerario, que era un profesional
independiente, recibió de un cliente, como parte de
pago de una deuda, un automóvil. No recuerdo exactamente
la marca, pero no era el inevitable Mercedes que llevaba siempre
el fundador. Probablemente fuera un Audi o algo similar.
[...]
(Nueva
entrega de anécdotas de Dionisio a su escrito "Anécdotas
en el Opus Dei")
(de Daniel) A ver, para quién
va a ser
Hola José Carlos:
Creo que tienes algo de sentido del humor, pero muy poco sentido
común, nada de compasión y unas gafas que parecen
diseñadas para ver el canal + sin descodificar.
Copio de tu última
carta:
1. Sobre si, de haber seguido en el Opus Dei (posiblemente
confinado al sótano de comisión pegando sellos
y tratando a supernumerarios viudos), no habría
estado Dios por medio, y Él podría proveer:
en efecto, así es, y si lees con cuidado mi testimonio,
dejo claro que para mí perseverar era una opción
válida, aunque tremendamente abnegada. Pero también
percibí que Dios no me presentaba ese sacrificio radical
como única salida, porque en la vida ordinaria
no suele exigir un heroísmo descarnado como única
condición para acompañarle.
¿Qué broma es esa de que la perseverancia era
una opción válida para ti? (Sin comentarios;
seguro que los demás saben lo que quiero decir... menos
tú, claro).
¿Todavía crees que tienes ese hilo directo con
ese Dios antopomórfico que te dice lo que tienes que
hacer?
Te informo que el Mío tiene muchas formas, y las que
más odio son la de despertador y la de ropa para planchar.
¿Acaso no es descarnada la vida de las numerarias auxiliares,
esas que tienen que llegar a la cama exprimidas como limones,
para que los "numeritos" vivan como si todo el monte
fuera orégano? (Estábais esperando una rima,
¿verdad?). No se puede... no me parece ético...
saborear la carne pero no querer entrar jamás a una
granja ni a un matadero.
Por cierto, ¡qué bueno es tu Dios, que les dice
(a las numerarias auxiliares) que lleven una vida que las
convierte en robots sin sentimientos... y por si los tienen
y afloran, también les receta antidepresivos y otras
gaitas de lo más naturales y liberadoras! No recetarás
tú de éso, ¿verdad?
Prefiero, para terapia, como en los veranos, o como ayer mismo,
dar de comer a las yeguas, acariciarlas, y sobar ovejas, corderitos,
perritos y gatitos que se cuelan en mi casa por la noche,
y no hay manera de echarlos.
Mientras tú tenías la ropa planchada (algunos
sabemos lo que cuesta), otras se descarnaban miserablemente
(alguno diría que heróicamente), privadas de
toda ternura natural, que hasta los gatitos saben cómo
se consigue y lo sana que es.
Como véis, he vuelto a sacar el tema del tacto (con
los animales), que yo prefiero llamar expresión de
ternura, que si no sale, puede reventar en forma de diversas
taras, como la falta más absoluta de compasión
y pérdida de la capacidad de reflexión. Estoy
seguro de que aquel ex marido de María
Crsitina pensaría que todo ésto es pura
frivolidad.
Para mí, la frivolidad fue el trato que dio a su mujer.
Yo creo que se merecía (él) una buena coz de
una de esas yeguas que me dejan pegarme a su cuello mientras
comen de mi mano.
Después de lo que has escrito en la carta de la que
copio un extracto... me cuesta creer que lo que te digo te
haga reflexionar.
Te preguntarás entonces para qué te escribo,
para qué me molesto.
Hale, pues piensa, piensa, que por algo se empieza.
Daniel
(de Jorge Cruz)
El tema que gpa
plantea es muy bueno: el cariño en la Obra.
¿Se llega a concretar realmente la fraternidad que
se predica?
¿Se puede llegar a querer "naturalmente "cuando
existen muchas restricciones que coartan las manifestaciones
normales de amistad? (Me refiero, por ejemplo, a lo de las
"amistades particulares" o a lo de que "se
debe querer a todos por igual, pero que si por algo se quiere
a alguien mas -porque hasta ellos reconocen que es natural-
entonces dicen que se le quiera ¡pero que no se note!").
[...]
Saludos y gracias gpa,
porque tu escrito me movió a escribir esto. Y a esos
exhermanos de los que fui pésimo hermano: perdón.
(El correo completo de Jorge Cruz está en Tus
escritos. Se titula: "El
cariño en la Obra")
(de Antrax) Por fin le doy la razón
a José Carlos
Efectivamente, el Opus Dei sigue al pie de la letra la doctrina
católica en el formidable asunto del sexo. Otras instituciones,
como los Kikos, hacen lo mismo. Incluso las otras dos grandes
religiones monoteístas (Islam y Judaísmo) se
ocupan muchísimo de controlar la sexualidad de sus
fieles, aún a costa de torcer por completo los impulsos
de la naturaleza. Tener asidos por los genitales a los creyentes
es una excelente manera de controlar al sujeto en su integridad.
Cosa afín se hace con la alimentación, como
puede comprobarse en estas fechas de inicio del Ramadán.
En puridad, la Iglesia Católica ha ido flexibilizando
la doctrina en este punto, y las abstinencias del viernes
o los cuaresmales ayunos han llegado a ser poco menos que
letra muerta.
Otra cosa es que gran parte de los católicos practicantes
o no practicantes se resignen a seguir una doctrina tan severa.
No digo nada de los no creyentes y agnósticos, que
hacen de su capa un sayo y, sin caer en un desenfrenado libertinaje,
gozan del sexo con mucha mayor naturalidad (que viene de naturaleza).
Por lo que respecta a la continencia periódica, la
considero una molesta necesidad, por motivos de viaje, exceso
de trabajo y situaciones afines; anda que si no, a buenas
horas. Pero, como cada cual tiene sus gustos en este particular
(máxime si profesa solemnemente de médico y
esposo), pues nada, chico, a disfrutarla con salud.
Un atento saludo a los orejas y demás participantes,
con mi más ferviente deseo de que no se tomen al pie
de la letra las admoniciones papales y o eclesiales en cuestión
de amores y amoríos.
Antrax
(de U2) La Administración, esa desconocida
La limpieza y decoración
No es que sean departamentos propiamente dichos en la Administración
de las casas del Opus, pero sí hacen referencia a la
misma.
Una Numeraria con la que viví decía siempre
que íbamos a cierta Casa de Retiros, que las casas
grandes parecían "Paradores Nacionales".
La observación siempre me pareció muy acertada,
y creo que alguien en un escrito, habla en parecidos términos;
quizás Satur, cuando describe las fotos del Fundador,
siendo joven y tocado con un canotier, que hay en los centros.
[...]
(Nueva entrega de U2, "La
limpieza y la decoración", a su escrito "La
Administración, esa desconocida")
(de Valle) personas o instituciones
Hola Orejas,
A propósito de la discusión sobre si son los
hombres o las instituciones:
Las instituciones, entiendo yo, son asociaciones, más
ó menos, complejas de personas. ¿Qué
son las instituciones sin las personas? Las instituciones
no toman decisiones, las toman las personas. Las instituciones
no ejecutan acciones, las ejecutan las personas.
La opus no existiría si no hubiera personas (atrapadas)
en ella. No es la opus la que decide que alguien puede o no
trabajar en un sitio, ir o no a visitar a su familia, ser
agregad@, numerari@ o supernumerari@, son las personas las
que lo deciden. Usando un criterio, sí, pero un criterio
que ha sido establecido por personas, y que es aplicado por
otras personas, con diferentes resultados, y ¡Vaya diferencias!(Ver
el testimonio Bluf
Story, de Lapso, por ejemplo).
La prueba más clara, para mi, de que son las personas
y no las instituciones está en la gran variedad de
experiencias de todos los que escribimos en esta web. En función
de la persona que decide en cada momento, las mismas situaciones
se han resuelto de muy diversas maneras. Los objetivos de
una Empresa, son los objetivos del conjunto de sus accionistas.
Si no existieran los accionistas, no existirían las
empresas, si no existieran las personas, no existirían
los accionistas.
Para Iñigo
¿Tú dices que eres del opus y pretendes hacernos
creer que has leído el código da Vinci? Tú
sí que eres mentiroso. ¿Que dices qué
en "buen plan"?
Tú no sabes lo que es realmente un BUEN PLAN, y no
lo sabrás hasta que no te vayas del opus. Te animo
a que lo compruebes. Como habrás visto después
de leer esta web "¿Por casualidad?", hay
vida al otro lado, y mucha buena vida, no como la que lleváis
ahí dentro.
Salud para tod@s
Valle
(de Valle) Suceso
Estos días que se habla tanto de gente-opus dopada,
posibilidad de accidentes, etc., me ha venido a la cabeza
un suceso (porque esto no se puede llamar anécdota),
que me ocurrió siendo adscrita.
En mi centro, la secretaria era la administradora de la casa,
además de atender la labor en Guadalajara, ciudad en
la que había un centro en el que no vivía nadie
y en el que había alguna adscrita. Una tarde no sé
porqué motivo, yo fui con ella y otras numerarias a
Guadalajara. El viaje se realizaba en coche y la secretaria,
que se llamaba Lourdes, era la que conducía. Hace 20
años, no existía la R-2, y no recuerdo si había
autovía, pero no creo que el viaje durara más
de 2 horas, por exagerar mucho. Creo recordar que hicimos
dos paradas, a instancias de otra numeraria que viajaba con
nosotras, una para tomar un café, y otra para comprar
una coca-cola, porque Lourdes se dormía, pero no creáis
que le entraba cierto sopor, yo lo ví, y lo recuerdo
perfectamente, sus cabezadas hacían que su pelo rozara
el volante, todavía me pongo en tensión cuando
lo recuerdo, porque cuando uno da una cabezada ya lleva un
rato durmiendo...
Yo no sé si Lourdes estaba o no empastillada, y no
hago ninguna conjetura para que Jose no me eche la bronca,
me limito a contaros el suceso sin más y a preguntarme
¿La directora y la subdirectora del centro desconocían
la situación?, ¿fue un día puntual o
era habitual que se durmiera conduciendo?, ¿sobrevivió
o se fue llevándose a otr@s por delante?. Para poner
los pelos de punta.
Un abrazo a tod@s l@s Orejas
Valle.
(de Curiosa) Zigzag18
Sed quam difficile est dissimulare quum ames!
"Cuando se ama, ¡qué difícil es disimularlo!"
Sir Thomas More
El otro día una voz rota me dijo: piensa en cómo
piensan los de dentro todavía.
Cómo nos ven. Cómo sienten. Cómo tienen
su corazón. Con nosotros, los del mundo aparte, aquellos
que no hemos pertenecido nunca a la Obra.
Pronto recuperé el índice de Camino entre mis
dedos, dando con la lectura del párrafo 146 y siguientes.
Pero algo hizo que recordara, rápidamente, a mi santo
favorito, aquel, que muerto de frío, escribía
en la torre de Londres esperando su muerte; sir Tomas More.
Y, agradecí, a don Alvaro de Silva todos sus esfuerzos
y ahíncos porque llegaran a mi estos escritos que guardo
como oro en paño, sobre todo: "La agonía
de Cristo". Y, sin perder de vista a mi guía,
seguí leyendo Camino, para saber cómo es el
corazón de un IN o de un EX, ya que estos párrafos
se han grabado a fuego lento en su interior.
De este modo me explico varias cosas. Cómo Salvador
se avergüenza de su pasado pero sigue confesándose
con curas de la SSSC. O, cuando Dionisio, recuerda haber tenido
el "corazón en conserva". Flanpan, y "su
corazón perdido y sólo, en una edad que se va
forjando la personalidad". Zuri luchando por "la
importancia de rescatar lo salvable de la historia personal
de cada uno". El difícil equilibrio de Josecarlos.
Y... Amapola, flor de color roja, pues todavía sangra
su herida. Todos EX.
El corazón. That´s the question. Pero, ¿y
el corazón de los que están dentro todavía?
"Despréndete de las criaturas hasta que quedes
desnudo de ellas. Porque dice el Papa San Gregorio- el
demonio nada tiene propio en este mundo, y desnudo acude a
la contienda. Si vas vestido a luchar con él, pronto
caerás en tierra: porque tendrá de donde cogerte".
Camino 149.
Sin embargo, Santo Tomás Moro, en "La agonía
de Cristo", se dedica a hacer de Sir Thomas HOLMES (1)
para averiguar la identidad de aquel joven * (Mc 14 51-52)
que escapó desnudo la noche que Jesús fue preso
en el monte de los Olivos.
En fin que si era un siervo o un apóstol poco importa
para al evangelista; "cierto joven", es decir, un
desconocido. "Le cogieron, más él, arrojando
el lienzo, escapó desnudo de entre ellos".
Así pues, "los consejos espirituales que se desprenden
de la fuga de los Apóstoles y sobre todo de la de este
joven desconocido", "es estar preparados ante contrariedades
y dificultades que se presentan de improviso y que puedan
hacer necesaria la huida". Estos lienzos no son otros
que las debilidades de cada uno, en absoluto "criaturas
de las que hay que desprenderse".
curiosa erasmista
(1) La agonía de Cristo. Santo Tomás Moro.
Páginas 164 y ss.
(de Carmen Charo Pérez de
San Román)
Queridos todos, he estado esta semana pasada en el monasterio
cisterciense de nuestra Señora de Vico, en Arnedo (La
Rioja), en España (para los de allende los mares).
Quise felicitar a las Teresas y Margaritas, los días
15 y 16, porque me consta que hay unas cuantas Teresas, por
lo menos, que están vinculadas de una forma u otra
a la web, pero el ordenador de la biblioteca municipal de
Arnedo, desde el que os pude seguir, no me dejaba mandar mensajes,
así que os felicito en vuestra octava.
También quería contaros unos cuantos detalles
que delatan los contrastes entre estas monjas, y seguro que
cualquiera de las Ordenes de la Iglesia, y nuestra obradedios
y su permanente doble vida o doble discurso.
[...]
(El correo completo de Carmen Charo está en
Tus escritos. Se titula "Contrastes")
(de Cooper) Sobre la severidad
Saludos a todos.
Rapelu dice: "Lo
que no me gusta es que a pesar de los años sigamos-sigan
con el odio aunque los saturnos se vistan de simpatía"
Yo creo que Rapelu hace muy bien en dar su opinión,
pero muy mal en adjudicar el odio. Porque en la frase hay
dos partes, una en que expresa su gusto y otra en la que decide
que los Saturnos tienen odio ¿Cómo sabe Rapelu
que este odio que él identifica y critica esta ahi?
¿Quien le ha hecho juez de los demás? ¿Tiene
aptitudes?
A mi cuando oigo hablar del odio y del rencor, me da "repelú"
Estas palabras se usan como escobas intelectuales para arrastrar
sin distinguir. ¿Que quiere decir odio? Que yo sepa
es un sentimiento intimo, que no admite valoraciones externas.
¿No será que cuando nos sale esa severidad de
juicio, estamos aplicando unos ramalazos autoritarios de no
te menees?
Opino que en Rapelu, hay un mucho de "hasta aquí
hemos llegado" puramente voluntarista. Pero al defender
estos limites estaría bien que los razonase, no que
nos contasen historias de guerras, ni de viejas medallas.
Planteo algunos temas de proximo desarrollo. ¿Porque
Satur está en mal plan? ¿Donde advierte el odio
en sus escritos?.
Con cariño
Cooper
(de Maria)
Queridos orejas:
Tengo unas dudas y no sé si ustedes pueden ayudarme.
Hace medio año empecé una relación de
noviazgo con un joven ya maduro que me comentó que
se hizo del Opus cuando era muy joven. Permaneció en
la obra como numerario por casi quince años y hace
un par de años se retiró. Mi duda es, ¿Por
qué tiene tan pocas demostraciones de cariño
hacia mi? Sólo un par de veces, en el tiempo que llevamos
de noviazgo, le he escuchado decirme que me quiere. Él
dice que en verdad me quiere pero no me lo puede estar diciendo.
¿Qué connotación o implicaciones tiene
en el Opus un beso? pues él es incapaz de darme uno
sin sentirse mal. Realmente el Opus pudo haberlo dejado en
esos extremos o realmente no sentirá nada por mi. ¿Qué
puedo hacer para ayudarlo y a la vez ayudarme en esta situación?...
Mucho les agradeceré su orientación.
Maria
(de YOHA) ESTADISTICAS: ¿IMPORTAN
EN EL OPUS DEI?
Primeramente un saludo a todas y todos pues, aunque les sigo
todas las semanas, hace rato que no me animaba a escribir
y ya me hacían falta. Muy impresionado con las últimas
aportaciones de Amapola,
María
Cristina, etc.
no hay duda de que sus confidencias
ayudarán a muchas personas.
Bueno, voy a compartir con ustedes una "tontería"
que se me metió hacer desde hace mucho tiempo y bueno,
al menos es un primer intento; con mi mentalidad matemática,
obviamente me encanta manejar datos y como dicen por ahí,
"los números hablan". Me refiero a la creación
de una base de datos de las personas que fuimos del Opus Dei
en mi país; esto con el fin de obtener así algunos
datos estadísticos interesantes.
[...]
(El correo completo de YOHA está en Tus
escritos. Se titula "Estísticas:
¿importan en el Opus Dei?")
(de Brisas)
Querida Agustina:
Como veo que has sido tú la Oreja
que le contestaste a José Carlos, para ti es mi escrito
de hoy.
No había leído tal escrito,
solamente tu contestación. Ya el tema me aburre. Pensaba
escribirle a JC con un correo titulado JC ¿hasta
cuándo vas a abusar de nuestra paciencia?. Sin
embargo el espíritu está pronto, pero la carne
es flaca, así que leí el correo josecarliano.
Mira tú por dónde he visto que quizá
nuestro insistente amigo ha hecho algo, a mi modo de ver,
bastante más mezquino que lo que él nos hace
ver, desde sus alturas, que hacemos nosotros con nuestras
críticas al Opus Dei.
La mayoría de los que aquí escribimos nos hemos
ido del opus y, encima, lo criticamos. Entiendo yo que la
crítica no es mala, desde luego. Pero el ejemplar José
Carlos ha hecho una magnífica pirueta moral, se fue,
pero se quedó. Me explico: por lo que he podido leer
el muchacho ve la santidad del espíritu del Opus Dei,
es maravilloso, pero para los demás. A él se
le pidió una entrega que llegado el momento de darlo
todo, todo es lo que hay que dar, dijo tararí que te
vi. El escogió la parte que le convino, es decir, lo
que el Santo Fundador de la Cosa decía para describir
a personas que actúan como él: puso una vela
a Dios y otra al Diablo. Hizo lo que le dio la gana y nos
hace creer a los demás que los que dijimos en un momento
dado, basta, estamos en mal plan.
Pues para mi que todos los numerarios que en verdad han dejado
vidas y haciendas para seguir el espíritu del opus
dei, si leen los escritos de JC sentirán un profundo
desprecio. ¿Nadie conoce gente de la obra que ha renunciado
a carreras fabulosas, o simplemente a profesiones que les
gustaban y que les llenaban porque en un momento dado la dirección
OD les dijo que lo tenían que dejar? ¿Qué
pasa con los curas?, éstos no sólo dejan la
profesión, sino que pasan a ocupar un lugar completamente
distinto, tanto en la sociedad como en la propia Institución.
José Carlos tiene un morro que se lo pisa. Es de los
de.... juntémonos y vayan...... Sólo
tiene una ventaja esa forma de actuar: que llegado el momento
en que le convenga otra cosa, hará otro doble salto
mortal con tirabuzón y quedará tan satisfecho.
Para Rapelu
Oye, rapelu, palabrita del niño Jesús que no
entendí nada de lo que le dices a nuestro querido e
inefable Satur. Bueno, más que no entender eso, no
te entiendo a ti.
También te podías ahorrar las ofensas a otras
instituciones.
Un saludo
Brisas
(de Luis) el pijama de los supernumerarios
En varias colaboraciones ha salido últimamente el tema
de que si a los supernumerarios les imponen en la Obra el
uso del pijama cuando hacen el amor... aparte de contener
la risa que el asunto me provoca, quiero aportar mi grano
de arena al respecto.
Llevé durante años charlas ("dirección
espiritual") de supernumerarios de todas las edades,
pero especialmente de supernumerarios jóvenes, solteros,
casaderos (o sea: con novia) y recién casados. Especialmente
estos dos ultimos grupos me preguntaban a menudo sobre detalles
de la castidad matrimonial. Yo invariablemente iba al cura
a aconsejarme. La verdad es que, aunque fueron variados los
sacerdotes a quienes pregunté, y muy diversas las consultas,
nunca me encontré con recomendaciones del tipo de la
del pijama. Más bien al contrario. Recuerdo un consejo
que siempre me pareció muy acertado: "no confundas
la ética con la estética" Cuando le pedí
al cura que me lo dijo que me diera una respuesta mas concreta,
... me dijo que lo llevara a la oración y que, sin
más, yo mismo tomara la decisión. Afortunadamente,
los consejos que di entonces fueron sensatos y no me arrepiento
de haberlos dados. Desde luego, yo jamás habría
aconsejado la sandez del pijama.
Sin embargo, se ve que otros en la Obra sí dan esos
consejos, no voy a llevar la contraria a los que lo han contado
aunque yo no lo viviera. El asunto es que en este tema, como
en otros, NO HAY UNIDAD DE CRITERIO EN LA OBRA, cosa que a
ellos les aterroriza.
Lo viví durante mis años en la Obra: hay cosas
que en un centro se hacen sin problema y en otro están
muy mal vistos. Hablo de centros similares en una misma delegación
y ciudad.
Puede ser un tema a debatir.
Luis
(de Miguel Angel)
Hola a todos.
En primer lugar, y como siempre, disculpándome. En
mi anterior mensaje omití corresponder a las amables
palabras de Gregory P., referidas a otro escrito mío.
Esta vez quería colaborar en la petición que
hace emeve
sobre la experiencia de cada uno en la guarda del corazón.
He leído alguna de vuestras historias, y ahora cuento
la mía. Este es uno de los temas de opresión
en el opus dei, el abandono del corazón, y seguro que
es el responsable de la marcha de muchos de nosotros. Para
unos, habrá sido el amor humano lo que nos ha abierto
los ojos, pero para otros habrá sido el sentirse olvidado,
después de años de entrega sin siquiera una
palmada en la espalda. Esto lo nota el corazoncito, y se rebela,
que en esa aspiración del reconocimiento no hay absolutamente
nada malo. Ese arrinconamiento ha sido la causa de que una
numeraria se haya ido hace poco, después de treinta
años en la obra, y de la que puedo asegurar que casi
todos la conocéis.
Ya me voy por las ramas. En mi caso, entre los 15 y los 22
años, más o menos lo mismo que habéis
contado vosotros, sobre el contacto con personas del sexo
opuesto: no debiera existir. Por esa obcecación que
hay en la obra, en las normas prácticas sobre el trato,
yo me creé un mundo imaginario sobre las mujeres. Un
mundo secreto, por supuesto, y sobre todo, fantástico.
En mi caso, es tremenda la atracción que ejercen en
mí las mujeres; pero no estoy hablando de erotismo,
ni de sexo, que también me atrae, sino de esas cosas
tan exclusivas de las mujeres. Su forma de vestir, su gracia
hasta para andar, su tono de voz, su carácter, todo
ello por lo que una mujer es mujer, al menos para mí.
¿Es eso la femineidad?. Y así, combinando ese
mundo imaginario con trato real y esporádico con alguna
chica, tuve mis amores platónicos, como alguno ha acertado
en llamar. Siempre, eso sí, con la sensación
de estar pecando por el mero hecho de hablar con ellas. En
su alrededor siempre veía un halo de misterio, no sé
como describirlo, y cuanto más guardaba
el corazón, mayor era el deseo de conocer qué
había detrás de esa barrera que la praxis de
la obra levantaba.
Hasta que al final, atravesé el muro. Fue como me
dijo ella: tanto va el cántaro a la fuente, que al
final se rompe. Con el paso del tiempo comprendí que
nadie con 14 ó 15 años sabe lo que quiere ser
en la vida; ni con 16 ni con 18 tampoco. No es que el cántaro
vaya a la fuente porque yo, malo maloso de mí, lo llevara
pecaminosamente, es la naturaleza misma.
Esta chica era compañera de clase en la universidad.
Se me ocurrió (se entiende, ¿verdad?)
meterme en una carrera de letras, de esas que hay 50 chicas
y 4 chicos, y encima, por la tarde. Menudo plan apostólico,
por cierto. Como uno no es ciego, pues había una que
me hacía tilín. Era guapísima, increíble.
Decía, pues, que de vez en cuando mis ojos se posaban
involuntariamente en ella, era imposible no verla. Como aparte
de feo, soy muy tímido, podéis imaginar el sofocón
cuando una vez, entre clase y clase, se acercó a mí
para hablar; lo primero que me dijo: he notado que me
miras mucho. Como un tomate me debí poner, encima
que me diga eso, y de buen rollo, que se dice ahora. El caso
es que seguimos hablando con frecuencia, bajábamos
juntos al bar, nos sentábamos juntos en clase, íbamos
juntos de paseo, con ella, que me parecía algo inalcanzable
para cualquier mortal. Hasta que un buen día pasó
lo que tenía que pasar. Nos cogimos de la mano, de
allí la cintura, luego un abrazo, detrás un
beso, y... fin de la historia. Nada más, ¿qué
os habíais pensado, eh?. Allí se acabó
todo.
Mientras tanto, ¿qué pasó entre el opus
y yo?. Pues al principio no dije nada. Estaba aturdido, era
una sensación muy fuerte, aunque no del todo desconocida.
A eso era a lo que había renunciado, sin saber. Desde
luego, renunciar a algo, al amor humano en este caso, sin
saber qué es, no me parece una renuncia como tal. Eso
que me explicaban de la entrega por amor, por ese Amor con
mayúsculas que decían, pues resulta que el trato
con una preciosa rubia de ojos azules le daba cien mil vueltas.
Mi entrega en la vocación, hasta entonces, era con
intención pero con poco resultado. El caso es que en
esos dos meses que duró nuestra inocente relación
hasta ese día señalado, viví como nunca,
sobre todo, aunque no me gusta reconocerlo, en mi vida interior.
Si hasta esos días hacía enormes esfuerzos para
guardar la vista, pues resulta que no tuve ojos, ni oídos,
ni pensamientos mas que para ella. Me viene ahora a la memoria
aquél chiste; al principio, no te gusta ninguna, luego
todas, más tarde, sólo una, y al final, todas
menos una. Pues eso, ¡hasta me mantenía despierto
en las meditaciones!. ¡Qué fuerte!. En dos palabras,
estaba enamorado, se nota ¿no?.
Al día siguiente, por fin, se lo conté al director,
pero ya con una idea rondándome claramente: me iba.
El director me dijo que estaba tan enamorado que no veía
más allá de un palmo de mis narices, y que las
navidades, el curso de retiro y todo eso me ayudarían
a recapacitar. He de ser justo y reconocer que el dire ni
me montó un número, ni me sermoneó, ni
nada parecido, creo que casi hasta me comprendía. Esto
fue, como ya he dicho, al empezar las navidades, en Enero
me prohibieron ir a clase, supongo que para que no la viera,
y en Febrero fueron los, digamos, preparativos de mi marcha.
Así de rápido. Sobre este punto, otro día
contaré, pero hoy va de romanticismos.
Bueno, ¿y qué?, me preguntará alguno,
con ella ¿qué pasó?. Lo dicho, ese día
interrumpí la relación. Pero no por mi vocación,
ni mis votos, sino por ella misma. Estaba a punto de casarse,
apenas en unos meses. A mí me parecía una puñalada
trapera, un robo quitarle al novio semejante joya. Soy así,
que le voy a hacer; también influye el hecho de ser
maño, dicen que otorga nobleza. Nos vimos unas pocas
veces más, en una de ellas me dijo que ella también
se había enamorado de mí, pero que... bueno,
esas intimidades. Finalmente a primeros de Marzo, volví
a casa de mis padres. Lo pasé fatal, no por lo de la
obra, que de eso pasaba, sino por haber perdido ese otro amor,
el de ella, al que sí había renunciado habiéndolo
conocido. Bah, me pongo meloso, pero seguro que a alguno y
a alguna también le ha pasado. Me costó mucho
superarlo, pero ahora sólo recuerdo cosas bonitas de
ella y de los momentos que pasamos juntos. Todo pasa, y sólo
queda lo bueno.
Más tarde, tropecé con la misma piedra. ¿Con
el opus?. ¡No, por Dios!, con otra chica con novio.
Esta vez sí hubo más cosas, más... ¡chist!,
que no vienen a cuento, pero al final, lo mismo: hay que dejarlo,
a pasarlo otra vez mal, y como siempre, ahora sólo
recuerdo lo bueno. Bueno, ya vale de cotilleo. Otro día
más.
Un abrazo.
Miguel Angel
(de Flavia) La salvación
Amigos:
He estado pensando mucho en algunos de los correos y escritos
de los últimos días, como conjunto.
Unos cuantos años después de mi salida, tomo
nota con frecuencia de la naturalización que he hecho
de ideas y prácticas espantosas "adquiridas"
en el Opus Dei, y de cómo la "liberación
prolongada" de la "farmacopea" de la Obra,
trabaja sobre ciertos niveles de la personalidad, esos que
aparecen en algunos "hábitos" del lenguaje,
de la gestualidad corporal, de la relación con esa
realidad inasible que solemos llamar "nosotros mismos".
Claro, ese es el trabajo maestro de esa institución:
instalarse en el interior de cada uno.
[...]
(El correo completo de Flavia está en Tus
escritos. Se titula "La
salvación")
(de Gata4) Sin complejos
Sin complejos, queridos Agustina y demás Orejas. A
estas alturas del partido creo que ya habéis demostrado
en reiteradas ocasiones vuestro talante. Por haber sido del
Opus Dei no tenemos, ninguno de nosotros, que estar permanentemente
demostrando que somos los más plurales, los más
demócratas o los más políticamente correctos.
Creo que ya está bien, que no se puede desvirtuar el
carácter que se quiere para la Web por unos complejos
mal resueltos. Y no son precisamente los vuestros, son los
de los que probablemente se vayan por no aceptar Jose Carlos
como mascota de compañía.
Es muy bueno el cariño a la gente. Me parece que es
lo que ha pasado con Jose Carlos. Muchos le han tomado cariño.
A mi me da que lo han adoptado como mascota: "en opuslibros
somos tan plurales que tenemos hasta un cooperador de plantilla".
Y creo que tenemos que tener cuidado con las mascotas. Hay
veces que las adoptamos porque están alrededor de nuestra
casa, los damos de comer
y tenemos que tener cuidado
pues algunos se han criado con lobos y en cualquier momento
pueden atacar a nuestros niños.
Creo que los mayores de edad en esto de no ser del Opus Dei
estamos protegidos contra las teorías pro opus. Pero
tenemos que proteger a nuestros "niños" que
son aquellos que no quieren entrar o quieren salir. No pueden
estar leyendo constantemente contradicciones como las de estos
exenbuenplan que se han ido del opus pero no saben por qué
y si lo saben no lo dicen y cuando lo dicen no lo analizan,
y si lo analizan se lían y dicen que es bueno y entonces
nadie entiende porque se fueron.
Recuerdo haber
dicho aquí (9-3-2004) que deberíamos
tener una puerta abierta para que cuando estos chicos reflexionen
y vean la realidad tengan a quien acudir, pero mientras tanto
y visto que son ellos mismos los que cierran esas puertas,
considero que este no es su sitio, que hay muchos otros en
Internet donde pueden acudir.
Gata4
(de Angel) LAS AUXILIARES NO SOLO DISCRETAS
TAMBIEN MODESTAS
Los testimonios que se han publicado de ex numerarias auxiliares
que ponen de relieve la situación inferior y subordinada
que se encuentran dentro de la jerarquía del Opus Dei,
podrían parecer exagerados o fruto de experiencias
personales desgraciadas. Sin embargo, la Regulae
internae pro Administrationibus confirma ese espíritu
que se reseña en esos escritos.
[...]
(El correo completo de Angel está en Tus
escritos. Se titula "Las
auxiliares, no sólo discretas, también modestas")
(de José Antonio) Mentiras,
Institución, un torpeman, y Agustina.
Hablaba Iñigo
(17/10) de que no le gusta que le mientan, por lo que deduzco
que en cuanto se entere de las mentiras sistemáticas
de la opus saldrá corriendo. :-)
Eso mismo debí haber hecho yo, sin dilación,
el día que descubrí que el opus me había
engañado. Sin embargo aguanté dos años
más... El lavado de cerebro tiene éstas cosas...
que se necesita tiempo para reaccionar... porque uno mismo
se ha implicado en la mentira disfrazando su verdadero significado
con ropajes de reserva mental, de visión
sobrenatural, de que el fin justifica los medios,
de estar en posesión de la verdad, etc...
y claro, ya no es fácil reaccionar con prontitud...
ni siquiera cuando el engañado es uno mismo... Por
otra parte, la reacción se retarda también porque
supone reconocer públicamente, ante la propia familia
(de sangre), amigos y conocidos, que primero fuimos engañados
y que después nosotros mismos nos dedicamos a engañar
a los demás... ¡Qué vergüenza da
reconocerlo!...
Cuando por fin se logra reaccionar y sobreponerse en algunos
aspectos al adoctrinamiento, todavía funcionan por
inercia, por la previa mentalización, muchos resortes
del adoctrinamiento recibido, especialmente los relativos
a los aspectos más idealizados de la institución
y a que la culpa según dicen dentro- siempre
es del que se va...por eso sufre el que se quiere ir... y
por eso mismo el que está dentro, en principio, no
puede ni quiere ver las mentiras de la institución...
y se engaña a sí mismo pensando que mienten
los demás...
El planteamiento es lógico... ¡esa es la única
manera de permanecer en la institución!... engañándose
uno mismo...
*******
Estoy conforme con E.B.E.
(17/10), y me ha parecido especialmente acertado su análisis
del enfrentamiento de Rapelu con Satur.
Durante años yo también pensé que el
problema eran algunas personas... inconscientemente se vé
que yo también necesitaba salvar a la institución...
No me daba cuenta de que esto formaba parte del adoctrinamiento
recibido: la obra es santa... es de Dios... la obra
no se equivoca... se habrá equivocado alguna persona
concreta en algún asunto concreto.
Pero lo cierto es que en la opus están institucionalizadas
ciertas actuaciones y métodos, basados en la mentira
y la coacción, suficientemente probadas en ésta
web, que en mi opinión- permiten afirmar que
el problema es la institución.
Por eso discrepo cordialmente de ti, Rapelu
(18/10), y frente a lo que argumentas sostengo:
1º) que no es de sentido común defender ciegamente
las instituciones... y mucho menos un invento
como la opus, sobre la que hay tantas pruebas de praxis inaceptables,
métodos rechazables y mentiras... por cierto, no sería
descabellado afirmar que la mentira como método opusino
la institucionalizó el propio fundador cuando en una
película afirmó públicamente que en la
opus no había votos... ¿recuerdas?...
y 2º) que algunas instituciones no son necesarias, pudiendo
prescindirse de ellas sin que se resienta el mundo del derecho
ni el mundo de la justicia.
Yo después de irme de la opus cambié de carrera
y me decidí a estudiar Derecho movido entre otras
cosas- por la curiosidad de conocer la realidad jurídica
de la opus, que tan celosamente había guardado mientras
fui numerario. Las clases de Derecho Canónico fueron
para mí muy esclarecedoras... Entre lo que el opus
decía de sí mismo (incluidas las obligaciones
de sus socios) y lo que el Derecho Canónico permitía
afirmar había importantes diferencias...
El opus, desde el punto de vista jurídico, no es una
institución necesaria, sino perfectamente prescindible
en la Iglesia. Si el opus desapareciera la Iglesia seguiría
igual, seguiría habiendo derecho y seguiría
habiendo justicia... y la Iglesia seguiría adelante...
pienso que con más credibilidad...
El opus no es más que una anécdota en la vida
de la Iglesia... que cualquier día puede desaparecer,
sea por falta de personal, sea por decisión de la Santa
Sede (harta de nuestras quejas :-)). En éste último
caso se vería realmente si tenía algún
significado el tan cacareado amor a la Iglesia
de los fieles de la opus...
Ya conté en una ocasión cómo un cura
joven -en una tertulia pirata de un semestre del Centro de
Estudios- explicó que él, si la Santa Sede disolviera
el opus abandonaría el sacerdocio, porque como
decía el fundador- él se había
ordenado para servir a sus hermanos del opus dei...
por lo que, consecuentemente, desaparecido el fin desaparecería
el sentido de su ordenación sacerdotal... A los contertulios
aquello nos pareció de lo más lógico.
El planteamiento de ese cura, a mi entender, no era el problema
de esa persona, sino que el problema procedía
de lo que la institución había transmitido
a esa persona, la cual era un sacerdote... ciertamente
joven, aunque no demasiado..., pero de confianza;
por eso estaba en el semestre... Por tanto, pruebas de éste
estilo, de las que hay a montones en la web, incluyendo a
Ruiz Retegui en su magnífico Lo
Teologal y lo Institucional, que me parece una
denuncia de lo que estaba viendo dentro del opus, permiten
concluir que el problema es la institución.
Abunda en ésta idea el hecho de la extremada reglamentación
de las conductas y la necesidad de consultar permanentemente
a las Delegaciones cualquier duda que se presente... Las personas
se convierten así en peleles de la institución
y, en realidad, su responsabilidad personal está prácticamente
anulada (pues creen que obedeciendo no se equivocan). Es la
institución la que gobierna y en asuntos de duda, y
desde luego en cualquiera de mediana importancia, prácticamente
no hay margen para el error personal de ningún
director, pues se consulta permanentemente a la Delegación...
Entonces ¿no parece que decae la manida excusa institucional
de que se habrá equivocado alguna persona concreta
en algún asunto concreto?... Para mí está
claro que la excusa decae... no es más que una mentira
más hábilmente ideada para exculpar a la institución...
Por otra parte, querido Rapelu, yo en general, no veo odio
en los testimonios de la web, y mucho menos en los de Satur.
Pero, por supuesto, eres libre de discrepar, faltaría
más... Pero también eres libre de evolucionar
en tu pensamiento :-) como muchos hemos evolucionado...
*******
Me reí con tu correo, Zuri
(17/10) y tu teoría del torpeman. En general,
me parece razonable lo que dices.
Pero tengo una objeción: Muchos no nos fuimos porque
no pudiéramos ser opus dei... nos fuimos porque nos
engañaron en el opus dei... y porque al comprobarlo-
perdimos la confianza en el opus dei... y llegamos a la conclusión
de que en realidad el opus dei no era opus dei
sino un montaje institucional..., y nuestra supuesta vocación,
un invento de alguien que, presionado por justificar su proselitismo,
decidió incluirnos en la lista de San José...
y acosarnos hasta que creyéndonos llamados por
Dios- pitamos.
*******
Por último, me pareció muy acertada la respuesta
de Agustina
(18/10), a la que quiero aprovechar para mostrar públicamente
mi apoyo y agradecimiento, extensivo lógicamente a
todos los orejas.
José Antonio
(de Gregory P)
Querida Emeve
(futura santa):
Me ha llegado al corazón tu queja del correo de 18
de octubre pasado. A mí me pasa lo mismo que a ti:
cuando escribo algo, (cualquiera de las gansadas que se me
ocurren), ardo en deseos de que, luego, alguien conteste,
haga alusión a mí, me diga algo. A veces me
enfado, cuando propongo temas para hablar, y luego veo que
nos pasamos miles de hora contestándole a un tal José
Carlos. Por cierto, no sé quién es ese señor,
porque, por extraño que parezca, en mi configuración
personal de "orejas" no salen sus correos. A lo
mejor tengo el ordenador estropeado (o no).
Ahora, repasando, me he dado cuenta de que el
tema lo iniciaste tú. He vuelto a leer tu correo,
y me siento muy identificado contigo. Debo reconocer que soy
muy enamoradizo. Bueno, lo era. Desde que me casé,
no he vuelto a tener problemas de ese tipo (toco madera).
Pero en mi etapa de agregado, raro era el mes que no me enamoriscaba
de alguna conocida.
No obstante, yo nunca les di mucha importancia. Siempre he
sido un sentimental, y siempre me ha gustado ejercer de tal.
En mi centro, también. Era el típico que siempre
estaba leyendo poesía, que sacaba temas de este tipo
en las tertulias, que buscaba la compañía de
personas afines. Que lloraba en las películas, si se
terciaba, sin que me diera ninguna vergüenza (sin hipidos
ni mocos, eh). Recuerdo el pase de la película "El
campeón", con motivo del cuarenta cumpleaños
de uno. Me tuvieron que consolar como si el boxeador exangüe
fuese mi propio padre.
Me enamoraba con facilidad, pero me desenamoraba con la misma
facilidad. Yo no me preocupaba. Siempre he pensado que el
problema es preocuparse. Lo mejor es seguir el ejemplo de
los demás: o sea, no hacerte demasiado caso.
Por otro lado, de entre la gente de la obra, Gregory era de
los menos peligrosos, en materia del sexto mandamiento. Soy
consciente de mi constitución física. Siempre
he sido "el gordo", desde que tenía seis
años. Por lo que, aunque me hubiera propuesto pasar
del amor platónico al "aristotélico",
tampoco hubiera tenido demasiado éxito. Eso nunca lo
llegaré a saber.
De hecho, cuando dejé de ser del opus, creo que, para
el sexo contrario, era el tío menos apetecible del
mundo. No sólo estaba como un tonel, sino que además,
tenía una depresión de caballo.
Intenté quedar con algunas personas que conocía,
para ir al cine. Mi propósito era inocente, lo digo
de verdad. Conocerlas, saber algo más de ellas, hacerme
amigo, más allá del trabajo. Evidentemente,
me llevé chascos tremendos.
A los pocos días de dar el portazo donde vosotros ya
sabéis, invité a Nuria, la oficial de un procurador
con la que trabajaba mucho mi despacho, a ver una película.
A la pobre le dio un dolor de estómago terrible la
tarde que habíamos quedado. Mala suerte. A los pocos
días, mi jefe me dijo que no la volviera a invitar:
su jefe le había insinuado que me quería valía
de mi posición en el despacho para enrollarme con su
oficial. También intenté salir con la secretaria,
también a ver el cine, y poco faltó para que
me quedara sin trabajo. Fui de éxito en éxito
hasta la derrota final.
Así llegó el mes de mayo de 1992. Conocí
a una chica en casa de un amigo, en la fiesta de comunión
de su hijo. Recuerdo que se llamaba Luisa, y era procedente
de Badajoz. Como en tantas otras ocasiones, me enamoré
de ella a primera vista, aunque era una chica bastante normal.
Mis amigos me veían muy desesperado (¡cómo
lo estaría!), y emplearon el viejo truco de "le
gustas, te gusta". A mí me decían que yo
le gustaba a ella, y a ella le decían que me gustaba
a mí. Sólo la segunda frase era cierta. Yo me
lo creí, y ella no.
Llegó el verano, y yo estaba locamente enamorado de
Luisa. La llamaba por teléfono, y ella nunca se podía
poner. O estaba durmiendo la siesta, o se estaba duchando,
o había salido. Cuando llegó el mes de agosto,
yo no estaba deprimido: estaba desesperado.
Todo el despacho se fue a la Expo, y yo me quedé en
Barcelona. Mis padres también se fueron, no recuerdo
a dónde. Me quedé yo solo en casa durante todo
el mes de agosto.
Os puedo asegurar que no hice más de tres comidas normales.
Mi depresión era tan fuerte, que sólo tenía
fuerzas para fumar y trabajar. Si lo pude resistir es porque
pesaba más de ciento quince kilos. Ya había
comenzado a hacer régimen, y había perdido un
poco (imagináos lo que pesaba). Pero ese verano los
perdí todos. En septiembre, un amigo al que no veía
hacía un año me preguntó si tenía
alguna enfermedad. Me había quedado en 78 kilos.
Cuando Luisa se acabó de duchar, o de dormir la siesta,
o de hacer lo que hiciera durante ese verano, las tornas cambiaron.
Ahora ella era la que se interesaba por mí. PERO A
MÍ YA NO ME GUSTABA.
Bueno. Otro día os sigo explicando, que ya me he enrollado
mucho. Os aseguro que la historieta es mejor a partir de ahora.
Un abrazo.
Gregory P.
(Nota de la web sobre las estadísticas
de las lecturas. Amigos, los que entréis por la
nueva web,
al tener un programa informático diferente a ésta,
aparecen unos datos sobre los escritos más leídos
referidos únicamente a los que son escritos y no correos,
ni libros, etc. Una aclaración para todos: la web opuslibros
es visitada diariamente por una media de 3.000 ordenadores
o computadoras. Es decir, que si uno entra varias veces a
lo largo del día a la web con las misma dirección
IP, los robots lo contabilizan sólo como 1 ordenador
o 1 visita. De ahí que las lecturas de la correspondencia,
escritos, etc., que se contabilizan REALMENTE a lo largo del
día tienen una media de 3.000 visitantes.)
(de Pentium) Carta abierta a Atticus
Quiero contestar, con algo de retraso, quizás, a la
carta abierta que me envió Atticus
el pasado 15 de septiembre. Primero de todo quiero decirte
que la he leído, y no una vez, sino muchas, y me ha
ayudado. En esta carta mía voy a tratar de no
aburrir a la concurrencia- quisiera tratar de contestar a
todo lo que en la tuya me dijiste.
Muchas gracias por tu felicitación por mi segundo
hijo. Desde que nació el primero, no he recuperado
el sueño que perdí, pero ha valido la pena.
En fin, bromas aparte, de veras gracias porque veo que me
conoces y, haya mucha o poca amistad aún no sé
quién eres y me gustaría contactar contigo-
veo que te alegras de que las cosas me vayan bien. Aprovecho
para decirte que espero que a ti también te vayan muy
bien.
Veo que me conoces -¿mucho, poco
?, no lo sé-
pero sí lo suficiente, pues me has calado a la primera.
Sobre lo que dices al afirmar: Como te conozco, estoy convencido
de que tú nunca has obrado así. Y aunque no
me lo has contado, estoy convencido de que el motivo de tu
salida de la Obra está en alguna discrepancia entre
tu conciencia y las órdenes que te dieron los "superiores",
quiero decirte, estimado Atticus, que no fueron éstos
exactamente los motivos de mi salida. Tampoco voy a explicarlos
ahora, pues quiero que comprendas y que comprendan todos-
que tenga cierto pudor en ventilar en un foro de internet
mi conciencia, lo más sagrado que tenemos todos.
Gracias también por no pitorrearte de mi, cuando dije
que yo siempre quise hacer la Voluntad de Dios. Veo que has
cogido correctamente el sentido de mis palabras. Y considero
que la hice hasta el final, pues tengo paz, mucha paz, y "aquello
que no te da paz, no es de Dios".
Te entiendo cuando me dices que la obra está compuesta,
cada vez más, de gente joven que está de paso.
Se va convirtiendo, lo digo con cariño, en una especie
de mili espiritual, que algunos hicimos con la mejor de nuestras
intenciones, cuando éramos todavía inocentes.
Quizás tengas razón.
No estoy ni "en buen plan" ni "en mal plan",
simplemente intento ser buen cristiano, vivir acorde con mis
convicciones y tratar de ser mejor trabajador, mejor esposo,
mejor padre, mejor amigo de mis amigos, mejor hermano, mejor
hijo, mejor yerno,
He tardado tiempo en escribir, pero he "sucumbido"
a tu desiderata al decirme: Tomás, espero que sigas
apareciendo por aquí. Pero con sentido del humor, y
un poco de compasión. Sobre lo primero, si me conoces,
sabes que tengo y mucho. Sobre lo segundo, trato de hacerlo,
aunque uno no siempre lo hace todo bien: quien tiene boca,
se equivoca.
Un abrazo, Atticus, y por favor, pide mi dirección
a los Orejas pues quiero escribirte y no sé cómo
hacerlo.
Pentium.
(de E.B.E.)
Muchas gracias José
por tu mail, y muchas gracias también a ti Rapelu.
El tema de la institución me merece una reflexión
más extendida, para más adelante.
En lo que respecta a los "mecanismos correctores"
que tu mencionas José, no pienso en nada propiamente
mecanizado sino en la intervención libre de las personas.
Siguiendo el ejemplo que tú das, si alguien dijera
que la Obra forma parte de los servicios secretos de Nepal
lo más probable es que más de uno le diga: "OK,
¿qué pruebas tienes?" o también
"¿por qué crees que es así?".
El correo de Lala
último y el tuyo
de misma fecha son un ejemplo de cómo es posible aclarar
sin necesidad de mecanismos de ninguna especie.
Hasta en la ciencia misma se tiene en cuenta al error como
fuente de conocimiento y progreso. Y las suposiciones son
como las hipótesis en la ciencia: luego vendrá
la hora de la verdad, de poner a prueba esa suposición.
No descartaría para nada la suposición como
método de investigación, especialmente en el
caso de la Obra que es "muda". Y al suponer, uno
se equivoca mucho, pero también acierta de manera inesperada.
Creo que es fundamental darnos ese permiso, poder equivocarnos
y rectificar. No digo que sea fácil, pero es conveniente.
Además este permiso me parece muy importante para
la visión subjetiva que pueda tener cada persona, cómo
ha vivido lo que ha vivido. Luego vendrá el análisis
´objetivo´ pero que no descarta para nada la ´verdad
subjetiva´ de cada uno, al contrario, pienso que se
complementan muy bien. Y la verdad subjetiva tiene que ver
menos con la honestidad intelectual y más con la honestidad
de la sensibilidad, por lo cual no hay que medir ambas honestidades
de la misma manera o una sometiendo a la otra. Lo reconozco,
es un tema complejo.
En muchos casos no ha quedado nada de la ´verdad objetiva´
porque la Obra se ha preocupado por borrar todas las pruebas
y lo que permanecen son los relatos vivenciales, fundamentales
para hacer algún tipo de reconstrucción objetiva.
Y la cuestión de la severidad que mencionaba en un
correo anterior tenía que ver con exigirle una cierta
objetividad inflexible a los relatos vivenciales subjetivos,
algo que equivale casi a impedirles su aparición en
público. Al mismo tiempo, sería un exceso que
una vivencia exigiera ser tenida por verdad absoluta sin mediar
su análisis crítico.
Si en la Obra se ríen de la ´mala puntería´
para dar con la verdad, a mí no me preocupa en absoluto.
En todo caso, yo pensaría en la cara que ponen cada
vez que damos en el blanco y se hace público por medio
de esta web. Pero lo importante no es la cara que ellos pongan
sino la reconstrucción y la búsqueda de la verdad.
Saludos,
E.B.E.
(de Sergio)
José Carlos, tu correo
del 18-10., es un cúmulo de incoherencias:
"Para mí perseverar era una opción
tremendamente abnegada"
¿Y qué esperabas? ¿No te enseñaron
que se trataba de ser santos, de dejar todo por amor a Dios?
Tantos años de numerario y ahora resulta que no se
te podía pedir abnegación.
"Pensaba que necesitaba tener un trabajo con proyección
externa (para poder cuidar de mis hermanas discapacitadas)"
¿Y tu Director no entendió algo tan simple?
O mejor aún: ¿qué tiene que ver estar
cerca de tus hermanas con tener un trabajo externo? ¿No
podías tener un trabajo interno en España, y
así poder estar cerca de tu "familia de sangre"?
"El hecho de que yo perdiera la confianza en los
Directores no implica que Dios no pudiera actuar a través
suyo"
¿No sabías que, en el Opus Dei, la voluntad
de Dios para cada miembro le llega a través de los
Directores? ¿Qué desastre de formación
inicial os dan en USA?
"Pienso que la vocación en sentido amplio
ahí sigue: la llamada de Jesús a la santidad
y al apostolado"
Pero es que el Opus Dei no admite esa vocación en
sentido amplio, mientras que todos los de esta página
sí la entendemos. Para el Opus Dei, en tu caso, o eres
numerario o niegas a Cristo; tú eliges. Así
que, para el Opus Dei, o se equivocaron los Directores (y
tú mismo) durante los años y años que
fuiste numerario, o traicionaste a Dios al dejarlo (vale:
lo traicionaste por tu familia y tu corazón, pero lo
traicionaste, que es lo que importa).
José Carlos: ¿para qué escribes aquí?
Y no es una invitación a que dejes de hacerlo, sino
una simple pregunta: ¿qué es realmente lo que
buscas al escribir? ¿Resolver tus dudas? ¿Entender
qué te pasó? ¿Consolar a alguien? ¿Hacer
proselitismo? (hacer proselitismo, ¿AQUÍ? ¿precisamente
AQUÍ? ¿tú estás bien?)
Desde que empezaste a escribir, ¿ha evolucionado algo
tu pensamiento acerca del Opus Dei? El contemplar tantas y
tantas vidas rotas por la institución, ¿no te
ha hecho entender que las cosas no son tan bonitas como se
cuentan de puertas adentro? ¿Aún sigues con
esas ideas infantiles acerca de "nuestra madre guapa"?
Sergio
NOTA: cuando el oreja
que está de guardia contesta a alguno de los correos,
en asuntos del opus, su comentario va en cursiva y es la
opinión personal del oreja que contesta. Lo hace
expresando su opinión como uno más de los
que escribís, no como línea editorial de
la web. Sus opiniones son igual de personales -y criticables
y respetables- como las opiniones que se vierten en los correos
que se reciben. Cuando el tema al que responde el oreja
es una pregunta en relación a cuestiones técnicas,
sugerencias, inclusión de nuevas secciones...
o le desea a alguien que sea muy feliz en otra web pero que
en ésta no tiene cabida, etc., lo hace en nombre de
los orejas que creamos la web, la mantenemos y la actualizamos.
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