CORRESPONDENCIA
20-1-2004
Uno de los "pildorazos"
teórico-dogmáticos de mi adoctrinamiento en
el opus dei consistió en la afirmación de que
"hay que servir a la Iglesia como la Iglesia quiere ser
servida".
Cuando yo escuché ésta frase la primera vez
pensé: Claro... Si es que mucha gente no lo sabe...
Menos mal que estamos nosotros para aclarar las ideas...
(El correo completo de José Antonio está
colocado en Tus escritos y se titula
"¿Servir
a la Iglesia? Teoría y práctica")
Quiero dar una respuesta rápida
a Elena, porque me
parece que está sufriendo sin motivo. Creo que sí,
que es posible que un numerario se enamore. Pero tienes que
darle tiempo. Y no partir de la base de que tiene que enamorarse
de ti.
A mí me costó mucho enamorarme. Fui agregado
durante diez años, y al salir, estuve un año
pensando que no me enamoraría jamás. Empecé
a salir con chicas, algunas relacionadas con la Obra, y otras
que no. Pero no duraba más de una semana: enseguida
me daba cuenta de que no me gustaban, y se lo decía
de forma sincera y rápida, para que ninguno perdiéramos
el tiempo. Lo que no sé si era correcto. Pero es lo
que hice.
Hasta que conocí a la que sería mi mujer. Empezamos
a salir a la semana de conocernos, y nos casamos al año.
Ahora hemos cumplido diez de matrimonio, y somos muy felices.
Al menos, así lo creo. Lo que no quiere decir que no
haya problemas de muchos tipos, que vamos solucionando, o
capeando. Y que hayamos pasado juntos por desgracias, que
nos han unido más, si cabe. Tenemos dos hijas preciosas,
y procuramos no estar peleados más de diez minutos.
Pero puede pasar que el numerario que conoces no se enamore
de ti. No deja de ser un hombre más. Uno no puede decidir
que va a enamorarse: eso viene o no viene. Aunque te esté
explicando algo que, evidentemente, tú ya lo sabes.
Por cierto: mi esposa fue también agregada, aunque
menos tiempo que yo.
Espero que todo se arregle a plena satisfacción de
los dos.
Un abrazo.
Gregory P.
(de José Carlos) ¿Puede
re-enamorarse un ex-numerario?
Querida Elena:
Preguntabas ayer (19-I) si es posible que un hombre de 41
años, que haya sido numerario durante 20, pueda enamorarse
de una mujer. Aunque tengo varios correos pendientes que responder,
paso antes al tuyo para poder darte una contestación
puntual, pues me parece un tema prioritario. Lo titulo "re-enamorarse"
porque entiendo que el pedir la admisión en la Obra
como miembro célibe ya en sí implica un cierto
"enamoramiento": de Dios, de un ideal, al que uno
se entrega en cuerpo y alma, generalmente a una edad muy joven.
Parto con dos advertencias: primero, lo que pueda decir son
generalidades que pueden no ser pertinentes a la persona que
conoces. Mucho depende del tipo de persona que sea, de la
formación que recibió durante sus años
en la Obra, de lo que pudo asimilar de ella, de sus razones
para irse, de cómo vivió su afectividad, de
si pueda tener o no tendencias homosexuales, del proceso de
reajuste que esté viviendo, de la nueva visión
que tenga del mundo y de su papel en él... Todo cambio
vital de tal trascendencia cuesta digerirlo y necesitará
un tiempo para reorientar su vida. Segundo, lo que yo pueda
decir viene condicionado por mi propia y limitada experiencia:
varón, numerario durante diecinueve años, salido
a los 34, felizmente casado con una mujer profesional a los
36, hace sólo año y medio. Esa experiencia se
complementa por otros ex-numerarios casados que he conocido.
Primera idea: darte la esperanza de que claro que sí,
de que un ex-numerario puede enamorarse de una mujer totalmente,
hasta el fondo, viviendo una felicidad maravillosa y el romance
más fantástico y lleno que te imaginas. Si tienes
dudas, léete los escritos de Satur y mira cómo
habla de su querida "piedra" (apelativo cariñoso
para su mujer). Él se enamoró a los 40 y pico,
y la exultación, delicadeza, romanticismo, alegría
y entusiasmo con que describe su relación, deberían
despejar cualquier preocupación sobre si tan fascinante
aventura es posible o no.
En general, a mí me parece que los numerarios son
gente con corazón, que se han esforzado por querer.
Podemos debatir si sus años en la Obra inhiben o enriquecen
esa afectividad. Pero la materia prima de una persona que
ha querido amar, ahí está; la certeza intelectual
de que lo más importante en la vida es amar, porque
Dios es amor, persiste; y un ex-numerario que ha dejado la
vida célibe pero mantiene su equilibrio mental y afectivo,
sabe que ha de entregarse a alguien si quiere realizarse y
continuar en esa vocación vital al amor que abrazó
en plena juventud. Por otra parte, si ha salido con desilusión
por lo que ha vivido, razón de más para que
esté sediento de una relación en la que pueda
volcar el amor que lleva dentro y que cree no haber visto
realizado.
Un ex-numerario suele haber aprendido a tener detalles con
los demás, a estar pendiente de sus necesidades, a
saber negarse a sí mismo por la felicidad de los que
le rodean, a pasar por alto detalles que le molestan, a escuchar,
a sonreír; esos años de convivencia con otros
enseñan mucho. Creo que todo eso ayuda mucho a establecer
una sana relación afectiva con una persona del otro
sexo.
Cómo serán sus relaciones iniciales con una
mujer depende mucho de cómo las vivió estando
dentro. Si sólo ha trabajado en labores internas que
no requerían contacto con mujeres, es verdad que puede
parecer más o menos torpe o cohibido; los que han tenido
un trabajo externo, en medio de la calle, pueden ser de todo
tipo, y depende mucho de la personalidad de cada uno. Creo
que la frialdad de la que hablas no es universal: hay gente
expansiva, gregaria, natural, con sentimientos, que enseguida
se adaptan a tratar con un grupo mixto, quizá porque
ya eran así estando dentro.
Otra característica es que un ex-numerario suele haber
adquirido una delicadeza extrema en el trato con las mujeres.
Si mantiene esa trayectoria, sabrá tratarlas con respeto,
como personas, y no como un objeto. Pensará en desarrollar
una relación de amistad, de intercambio interpersonal,
a todos los niveles: espiritual, intelectual, afectivo, sensible,
que no se quede sólo o primariamente en lo físico.
La otra cara de esa moneda es que, por no haber tenido nunca
una relación sentimental con una mujer, puede mostrarse
incómodo con manifestaciones de cariño que a
ti te parezcan el trato normal entre novios. Esto se debe
a que la sensibilidad puede estar muy despierta al principio,
por ser una experiencia nueva, y uno puede tener miedo de
que se desencadenen reacciones que prefiere reservarlas al
matrimonio. Poco a poco se irá acostumbrando, soltándose,
relajándose... en esto tendrás que tener paciencia,
comprenderle y ayudarle. Lo usual es que esta fase se supere
y se normalice.
Si sigue creyendo en lo que aprendió en la Obra sobre
las relaciones conyugales, podrá parecer estricto en
su adhesión a los criterios de la Iglesia en este tema:
reservar las relaciones sexuales para después del matrimonio,
estar abierto a la transmisión de la vida, usar la
continencia periódica si existen razones serias para
espaciar los nacimientos... Si realmente tiene un entendimiento
maduro de lo que todo esto significa, sabrá respetar
muchísimo a su mujer, podrá contener sus instintos
(hábito que se supone que adquirió durante muchos
años de lucha ascética), y no exigirá
de ella lo que en un momento dado ella no tenga ganas o deseos
de dar.
Esto me trae a lo que tú preguntas sobre la igualdad.
Mi opinión es que si un ex-numerario realmente conoce
lo que enseña Juan Pablo II, tendrá clara la
igualdad entre hombre y mujer. Un hombre así debería
apoyar tu carrera profesional, si tú decides continuarla;
apechugar con las labores de la casa, compartir el cuidado
de los niños, etc. Algunos quizá opinen que
nada hay más lejos de la vida de "señoritos"
que viven los numerarios; yo ahora no me quiero meter en discusiones,
pero te diré que aún siendo eso cierto, aunque
sólo sea por reacción a lo que han vivido los
que salen están particularmente sensibilizados al tema.
Hay muchas muestras en esta web de ex-numerarios y ex-agregados
que son muy pro-mujer, quizá para compensar desigualdades
que hayan percibido; y yo conozco varios ejemplos de ex-numerarios
casados (alguno de esta web) que hacen lo imposible por apoyar
las legítimas opciones de sus esposas.
En algunos casos, por no tener experiencia con el noviazgo,
el ex-numerario puede parecer un poco impulsivo: como si quisiera
quemar etapas rápidamente, quizá por miedo a
dejar pasar una oportunidad que le parece única e irrepetible,
o por temor a quedarse solo. Puede creer ver en detalles de
cariño una demostración de compromiso que todavía
no existe, y aferrarse a ello a toda costa, creando expectativas
poco realistas. Ahí también necesitará
la guía calmada y prudente de una compañera
con más experiencia.
Un peso que puede durar mucho tiempo es su sensación
de haber fracasado en la vida, y por eso pensar que su matrimonio
(o cualquier relación sentimental) es como algo de
segunda clase. No debes resignarte a ello, porque si tu relación
prospera y llega a un final feliz, tú no te mereces
quedarte de "segundona" en su proyecto de vida:
creo que es fundamental para el éxito de la relación
que el "ex" vea en su novia una nueva llamada de
Dios, un don inmerecido y maravilloso, una oportunidad renovada
para entregarse por completo, un alto camino de santidad.
Los que hemos sido numerarios y nos hemos casado, nos vamos
dando cuenta fehaciente del tremendo mérito que tiene
la vida matrimonial.
Lo que el estilo de vida de un numerario puede causar a la
posterior vida en común da para mucho, y ya lo ha ido
esbozando Satur; pero es un tema para más adelante.
Por ahora, sólo quiero asegurarte que sí, que
un ex-numerario puede amar, mucho y bien; puede sentir la
dulce gloria de un enamoramiento verdadero y apasionado; puede
vibrar, encenderse, agradecer y llorar de alegría,
anonadado por la inmensa bondad de Dios que nos creó
hombre y mujer, y nos permite disfrutar de un goce y una comunión
con otra persona que nada en esta tierra puede sustituir.
Un abrazo, y mucha suerte,
José Carlos
P.D. Respecto a algunos correos un poco más polémicos
del fin de semana... que conste que no los estoy evadiendo:
me los he tomado muy en serio, me están dando mucho
que pensar, y me han llevado a recapacitar y replantearme
muchas cosas. Sigo meditando y todavía no he llegado
a una conclusión satisfactoria, pero que sepáis
que no os estoy ignorando.
Para Elena
Muy interesante tu pregunta sobre si un numerario se puede
enamorar. Me ha gustado cómo planteas el tema. Te felicito
porque has reflejado muchas cosas en muy pocas líneas.
Tanto es así, que muchos ya conocemos a este chico
desde hace muchos años, vemos las facciones de su cara
por entre las líneas de tu mensaje y sentimos cómo
su corazón late fuerte, porque, en algún momento,
yo, y muchos, cientos como yo, fuimos él.
Por de pronto te adelanto que este chico necesita ayuda. Tienes
ante ti un reto maravilloso. Te tranquilizo si te digo que
es un chico bueno, trabajador, sincero, leal y, sobre todo,
valiente. Si tu puedes ayudarle, te pedimos que lo hagas,
porque probablemente no haya mucha gente que lo pueda o quiera
hacer. Es fácil y difícil a la vez, pero con
tu cariño lo veo factible. Debes aprender a relajar
erizos.
Lo primero que debes saber es que este chico acaba de saltar
de un tren en marcha, y era un tren de alta velocidad. Por
lo tanto, lleva muchas contusiones internas y alguna herida,
quizá de importancia, pero con el tiempo se curará.
Él no quiere que eso se sepa ni se diga. Hay un poco
de orgullo y un mucho de inseguridad. Es como un pez que,
en algunos ambientes, nota una cierta falta de oxígeno,
aunque no en todos. En el trato con mujeres, efectivamente,
se siente raro, inseguro. Es normal. Piensa que él
se ha pasado casi dos terceras partes de su vida (y en cualquier
caso, toda su vida adulta) haciéndose la ilusión
de que vivía en medio del mundo (una falacia que él
ahora está descubriendo, y tampoco quiere que se sepa
ni se diga), pero a la vez negando de ese mundo la existencia
de una de sus dos [mejores] mitades: las mujeres.
Las mujeres eran para él buenas y santas en abstracto
(todas las madres de familia, todas las supernumerarias, una
tía suya que se llamaba Carmen, la madre de Escrivá,
las numerarias: todo un universo teórico, cuyo espejo
era la Virgen), pero en lo cotidiano no existían, más
que en el caso de las numerarias auxiliares que le hacían
la comida, le lavaban los calzoncillos (se dice asi en Chile?)
y le limpiaban la casa. Pero conformaban un tipo de mujeres
con propiedades mágicas (también majicas): ni
se las veía, ni se las oía, pero oh!, los botones
se cosían, los pantalones aparecían planchados,
la casa limpísima siempre (desde aquí un beso
muy fuerte para todas ellas, lo mejor del opusdei, en mucho),
etc., etc.
Sea como fuere, él debía luchar por no mirar
a ninguna mujer concreta (aunque, cuidado, podía "verlas",
según sutil distinción del próximo Doctor
de la Iglesia, Escrivá, ¿Doctor Barbastricus?),
ya que por mirar a mujeres, se le podía complicar una
de las virtudes que él se comprometió a "vivir"
dentro de un largo elenco: la [santa] pureza.
Es decir, las mujeres, lejos, contri más lejos, mejor,
ya que podían ser ocasión de despiste, de enamoramiento,
y, en fin, de pecado, y todo englobado bajo un mismo concepto:
fallo de pureza, esto es, impureza.
Este chico se ha pasado toda su vida evitando hablar con mujeres,
mirando hacia el otro lado en los autobuses y trenes, mirando
al suelo por las calles, desviando su vista de mil televisores,
mutilando periódicos y revistas, siendo más
bien cortante y frío con cualquier mujer por teléfono
-y no por lo que le dijeran, sino por el mero hecho de ser
mujeres!-, no le han dejado pisar un cine en 20 años
y tenía prohibido ir a las playas, etc. etc. ¿Tú
crees que veinte años de "eso" te puede hace
sentir muy normal...? Aunque debes saber que esa atracción
hacia la mujer él la sentía igual que los demás.
Lo que pasa es que, claro, tras tantos años de negar
y negarse en este tema, puede haber llegado al bloqueo. Luchó
tanto por acostumbrarse a decir que no, que no y que no, constantemente,
como le animaba a hacer Camino, que la realidad que ahora
le rodea probablemente le confunda y le deslumbre.
Para tu tranquilidad (e ilusión...), debes saber que
sí puede enamorarse. Es más, seguramente lo
está buscando y pidiendo a voces. El que tú
hayas estado previamente enamorada, y hayas sido una chica
"normal", no es obstáculo. Podría
serlo si tienes alguna situación matrimonial que a
él le pueda asustar -madre soltera, separada, divorciada,
etc.-, y aún así, si lo habláis verás
que estará a la altura. Debes acercarte a él
como una igual, como si fueras un amigo más de él,
un poco amigote, y poco a poco irle llevando de la mano a
valorar tu feminidad, pero cuidadín eh?, que se puede
asustar... Despacito y con paciencia, y con mucha comprensión,
mucha comprensión, MUCHA comprensión... Y a
la que se vaya soltando, tendrás que aceptarle unos
durisimos episodios de culpabilidad, porque sus códigos
morales son aún estrictos en exceso (él tampoco
quiere que se sepa ni se diga eso), y deberás entenderlos
para cambiarlos... Pero eso es ya la segunda fase. Primero,
a por la primera.
Ya nos irás comentando. Te podemos ayudar mucho. ¡Ánimooooo!
¡Suerteeeeee!
Por cierto, ¿fue tu escuela la MÍTICA Tabancura
de hace treinta años, que todos hemos visto en películas
ochenta mil veces?
Con todo el cariño,
Genaro, desde España
Para Javier
Canals.
No, no escarmiento y creo que no escarmentaré nunca.
Siempre me fío de la gente, creo a todo el mundo, y
una vez más he metido la pata.
Javier ¿por qué dijiste que ofrecías
tu ayuda? Has aprendido en la obra que nadie se debe ir sin
recibir la ayuda y el consuelo espiritual y humano.
Yo
te conté algunos detalles de mi experiencia.
Así, ¿a primera vista, me ibas a decir que son
mentira porque tú no has tenido esta experiencia a
tu alrededor?.
¿Qué ayuda pensabas dar? ¿Tu oración,
el repetirnos la teoría del espíritu de la obra?
¿Si no te pensabas mojar en nada, de qué ibas?
Realmente soy muy ingenua. El Opus Dei no consiguió
matar mi inocencia, ya realmente, impropia de mi edad. Sigo
y no me cansaré de creer en la gente.
Tu actitud es un misterio que me quedó sin resolver
también con mi última directora, que fue de
las personas más normales que conocí en la obra.
Sé que sufrió conmigo, que se sintió
con las manos atadas cuando yo, escandalizada, le escribía
y le reclamaba la ayuda de la que fue mi familia, esa familia
a la que entregué los mejores 17 años de mi
vida, mi salud, todas mis energías, toda mi fe, mi
ilusión, todo lo que era y tenía.
Me entregué quemando las naves de verdad, y cuando
acudí a mi madre (la obra) a través suyo, ella,
callaba, me contestaba con un diálogo de sordos. Le
hice miles de preguntas y jamás contestó a ninguna.
No fue capaz de partirse la cara por mi, de ser sincera consigo
misma, de ser consecuente.
Igual soy muy dura, pero yo no sé cómo se puede
vivir así. ¿Qué puede pensar uno para
que le encajen todas las piezas? ¿Cómo se puede
ver a una persona desmoronada, pasar de ella, y ponerse delante
de Dios a hacer oración, o acudir cada mañana
a comulgar?. ¿Qué tipo de santidad es esa?.
De verdad, que si tienes una respuesta, me gustaría
saberla.
El Opus Dei es verdaderamente raro y personas como tu, para
mí son un enigma.
Un saludo, Javier. De verdad te deseo que te vaya bien.
Carmen Charo
...me parto!!
Ya se que lo escriben unos cuantos... pero experimentarlo
"en las propias cannes" no tiene precio.... En el
último mail de Satur
del 18 de enero que he leido hoy... la carcajada ha sonado
a signo de interrogación en el "personal"
que comparte conmigo el despacho.... es que ha sido SOBERBIO...
aunque solo fuera por eso (y, la verdad sea dicha, alguna
cosa más hay) merece la pena haber sido del popus...
poder calar perfectamente lo que escribe Satur y reirse a
mandíbula batiente sin la sensación de estar
riéndome sola, es sicologicamente tonificante!!
Ay! Satur! Please! No desaparezcas!!
Asher
Eso sí que es hablar
Javier no estará
en el opus dei en breve plazo. Esta reacción tan visceral
lo dice todo.
En la evidencia de que aquí estamos como gaitas o
como cabras, informo al corresponsal:
- Existe la posibilidad de leer el libro que se te ponga
en gana.
- Existe la posibilidad de amar a las mujeres como iguales
maravillosas.
- Existe la posibilidad de dormir la siesta sin mala conciencia.
- Existe la posibilidad de ver películas excelentes.
- Existe la posibilidad de hablar con amigos de ambos sexos
sin instrumentalizar ese delicioso rato.
- Existe la posibilidad de hacer una vida normal sin dar
explicaciones a un idiota.
- Existe la posibilidad de reir a carcajada limpia.
- Existe la posibilidad de llorar a moco tendido.
- Existe la posibilidad de ignorar las explosiones iracundas
de un necio.
- Existe la posibilidad...
- Existe también la posibilidad de pensar.
Lo que pasa es que está fuera.
Antrax
Libertad política
Pues era simplemente que he leído un par de correos
por ahí diciendo que no hay libertad política
y no estoy de acuerdo. Incluso hay uno que dice que casi casi
que sólo se puede votar al PP en España. Pues
no sé, pero yo cuando voy a votar voy solito, entro
en el cajón ese solito, cierro el sobre solito y lo
meto en la urna acompañado de un montón de gente
en la cola. De hecho conozco a un numerario que es incluso
del PNV, pero como dice alguien "ése es para la
galería" y, como digo yo, "le ha tocado ser
el numerador diversísimo." Otra cosa es que la
mayoría de numerarios voten al PP pero es que... vamos,
que la mayoría de España vota al PP y por eso
gobierna... En otras cosas no hay la más mínima
libertad, pero en el tema de política no tengo ninguna
queja.
Un abrazo.
Pablo.
Sitios o informaciones en italiano
Este sitio es muy interesante pero entender todas estas informaciones
es dificil por los italianos. El link "blog
en Italia" ahora no se encuentra en la red. Ustedes
saben donde se puede encontrar informaciones serias sobre
el Opus Dei?
Grazie.
Paolo.
El diálogo fraterno (II)
Rulo loco
Satur,
gracias por incorporarme a la comitiva para hablar con el
opus dei (18.1), aunque discrepo de tu punto de vista. Rescato
de Jaime
(16.1) la propuesta de dialogar con el opus dei. Digo ¿por
qué no?. Reconozco que a veces soy optimista pero podriamos
pensar en formas creativas y respetuosas de diálogo,
al menos intentarlo. Cada uno de los que aquí estamos
dialogó en privado y al modo opus, solo con la institución.
Lo cierto es que luego esta página reunió a
un grupo de personas que descubrió que sus experiencias
podrian ser calcadas en otras partes del planeta. ¿Y
que tal si redactamos un escrito de los ex con algunos puntos
y se los presentamos al opus dei, a los que consideren sus
representante con copia a obispos y jerarquía eclesiástica?
Podemos llamar a la prensa especializada e informar de esto.
Hace poco llamé a un sacerdote diocesano que fue conmigo
al colegio (me coeduqué!!!!!) y le dije: "te llamo
porque quiero hablar del opus dei con alguien de la iglesia,
para nada, sólo para hablar". Tuvimos una larga
conversación sobre mis experiencias, con algunos puntos
clave como la edad del ingreso de adolescentes con un compromiso
y una vida como la de los adultos, la falta de respeto por
la conciencia personal, la no aceptación de las crisis
personales salvo como enfermedad psiquiátrica o como
ataque a la institución, la situación de la
mujer, la nula participación en las diócesis,
el estar aparte de toda la iglesia, la mortificación
corporal...
Me contó que el obispo del lugar y los obispos en
general conocían eso, que lo sabían en teoría,
y que yo se lo confirmaba con el relato de mi experiencia.
Y me sugirió lo del comienzo del diálogo, lo
el informe por escrito porque a las palabras se las lleva
el viento y luego una copia y una entrevista con los obispos.
Hoy lo pongo aquí para recolectar pareceres. Es cierto,
como dice Flavia, que la iglesia se ha mantenido al margen
de su responsabilidad, pero ...¿quién le pone
el cascabel al gato? Es el tinglado legal del opus dei que
lo hace tan autosuficiente, endogámico y al margen
de todo vínculo con otras instituciones de la iglesia
impide que tenga algún tipo de "auditoría"
o algo que lo limite.
Si un grupo de ex, en conjunto presenta un escrito .... va
a traer revuelo en el gallinero y al menos tal vez puedan
comenzar la autocrítica. Esto nunca se intentó
hasta ahora.
Profusión de besos y abrazos
Rulo loco
Querido Javier,
hacen unos dìas que estoy dando vueltas a lo que me
escribes en tu contestaciòn. Me han salido muchas cosas,
todas pertinentes pero que no iban a ser concluyentes. Me
he dado cuenta de que siempre habrà cosas (razones
importantes para ti) a las que yo no te contestaré
y màs cosas a las que tu no me contestaràs (por
ejemplo si no te daba un poco de verguenza la actuaciòn
de la obra en lo que se refiere a filtros, a marca comercial
"opusdei", etc.)...
[...]
Me temo que lo que he escrito va a hacer nacer alguna discusiòn.
Son pensamientos que se me han desatado a raiz de las discusiones
de estos dias en la web y que no tienen pretensiones de verdades
definitivas.
Como siempre, perdón por haberme alargado y recordad
por si mi español no es muy bueno, es porque mi lengua
materna es el italiano.
Aquilina
(Amiga, se te entiende perfectamente; si tu lengua
materna fuera el español ganarías el Nobel.
El resto del amplio escrito de Aquilina -está en Tus
escritos y se titula "No
fueron anécdotas por lo que nos fuimos")
Apuesta sobre la canonización.
Cada tanto se debate en la web sobre la santidad de Josemaría
Escrivá, y la validez o no del proceso que concluyó
con su solemne canonización. Hay opiniones a favor
y en contra, con argumentos tan plurales como las posiciones
que asumen los distintos participantes...
(El correo completo de Crítico Constructivo
está en Tus escritos y se
titula "Apuesta
sobre la canonización")
Hola.
He visto vuestra pagina. Muy buena a nivel tecnico. Yo no
soy de los que están dentro de la Obra, ni tampoco
quiero entrar, y como no he pasado por lo mismo que unos o
vosotros, mi consulta va en otra linea mas personal. Todavia
me faltan cosas por leer , no obstante tengo una pregunta
de interes importante para mi por afectar a alguien proximo.
Mas o menos es: la disparidad entre lo que casi todos veis
ahora, fuera de la obra, y lo que veiais antes dentro de ella,
es muy grande, excesivamente grande, ¿cómo es
esto posible? Me resulta incomprensible tamaña disparidad.
Si uno llega a la Obra no es algo baladi y siempre la gente
se cerciora de sus actos, tarde o temprano los cuestiona y
sopesa, asi que si uno entro en la Obra y luego salio intelectualmente
convencido de todas las contras que se cuentan, solo cabe
entender el cambio por la via de que este solo ha sido en
lo accesorio pero nunca en lo fundamental.
Quizas soy muy corto de entendimiento pero no me es concebible
otra opcion. Es el Apocalipsis y eso que a los tibios los
vomitara Dios.
Que conste valoro vuestra lucha y la forma de llevarla a
cabo pero no acabo de comprender, ¿o es que creeis
que el resultado de ver lo que habeis visto y padecido es
solo por la maldad del Opus?
Bueno, un saludo,
Herzi
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