CORRESPONDENCIA
Lunes, 6 de diciembre de 2004
Aviso: colocada en los Libros
silenciados, Carta del Padre, de fecha 19-3-1992.
(de R.) (Una) respuesta a José
Carlos
En su
correo de 5 de Diciembre, José Carlos parte
de un comentario a mi
correo del dia 3 y hace dos preguntas. Entiendo que
las preguntas no van dirigidas a mí en particular,
sino a todos los lectores de la web.
Sin embargo, por la mención que hace de mi correo,
me gustaría hacer algunos comentarios que, quizás,
les puedan ser útiles a alguno.
Paso a citar y comentar el correo de JC:
Muy fuerte el gesto de nuestro amigo brasileño
R. (3-XII) de entregar su anillo de la fidelidad a opuslibros,
por el simbolismo que ello encierra.
Mucho más fuerte todavía, me parece, es el
desarrollo de los acontecimientos que llevaron a eso. No solo
ni especialmente en mi
caso, sino en tantos que se leen en esa web.
Mucho más fuerte todavía, me parece, la cantidad
de histórias tan parecidas en lo esencial, aunque sucedan
en puntos tan diversos del planeta y en épocas y contextos
sociales tan variados.
Puede sonar que lo que he dicho es obvio (!y lo es!), pero
es que a veces hace falta repetir lo obvio porque nos acostumbramos
y lo damos por supuesto.
(...) pregunta (...) a un ex-numerario, que seguía
luciendo su anillo años después de irse (...):
"Si te fuiste, ¿por qué lo llevas?"
(...) porque para él era una forma de recordar
que su proyecto de vida continuaba intacto (...)
José Carlos, con el mismo respeto que manifiestas
hacia mí, te pregunto: ¿Te parece razonable
esa contestación?
Desde luego, a mí me suena muy rara. ¿De qué
manera "su proyecto de vida continuaba intacto"?
Si te acuerdas de los compromisos asumidos cuando hiciste
la fidelidad, no veo cómo darle sentido a esa afirmación.
Eso de:
que podían haber cambiado las circunstancias
o el vínculo concreto con una institución
determinada, pero la vocación "en sentido amplio"
a la santidad en medio del mundo seguía siendo para
él una llamada constante de Dios, como lo fue al
principio.
me suena de locos. Perdóname la comparación,
pero me parece lo mismo que uno que hubiera cambiado su esposa
por otra mujer siguiera llevando la misma alianza como recuerdo
de que "su proyecto de vida continua intacto, aunque
podían haber cambiado las circunstancias o el vínculo
concreto con una mujer determinada, pero la vocación
'en sentido amplio' al matrimonio seguía siendo para
él una llamada constante, como lo fue al principio".
¿Qué te parece?
La "fidelidad" (¿no te parece perverso ese
juego de palabras que de manera sutil identifica la vinculación
institucional con una virtud?) y la "entrega" (¿ves?)
a la organización, tal como se nos la presenta en el
plan de "formación" (!otra vez!) no tiene
nada que ver con una "vocación en sentido amplio
a la santidad en medio del mundo".
Al revés: siempre se procura dejar muy claro (¿has
sido encargado de impartir clases del B-10 a vocaciones recientes?)
que la "vocación a la organización"
es una "concretización, particularización"
de esa "vocación en sentido amplio a la santidad
en medio del mundo". Y que, por tanto, solo se puede
realizar dentro del marco institucional.
Pedro Rodrigues y otros se han dado el trabajo de escribir
un libro entero para explicarlo. Ese libro, incluso, ha sido
promovido a la calidad de asignatura de los "estudios
institucionales" (antes, "estudios internos").
Como mínimo, yo diría que ese ex-numerário
a quien le ha hecho esa pregunta tu hermano no ha cursado
con provecho esa asignatura ...
Hasta aquí no hago más que reproducir el discurso
oficial de la organización, tal como ella lo presenta
a sus miembros. Eso no quiere decir que yo esté de
acuerdo con ese discurso o que acepte sus premisas.
Ahora, yo le preguntaría a ese ex-numerário:
¿No te sientes incómodo al llevar ese anillo
cuando tantos otros cristianos portadores de esa "vocación
en sentido amplio a la santidad en medio del mundo" no
lo llevan?
¿Qué le dirías a uno de esos acerca
del significado de ese anillo?
El anillo (como la alianza) es un distintivo. ¿En
que te crees distinto (¿especial?, ¿elegido?,
¿más comprometido?) respecto a los otros cristianos
portadores de esa "vocación en sentido amplio
a la santidad en medio del mundo"?
Date cuenta de que hay una diferencia muy grande entre la
alianza que llevan en la otra mano (como suelen hacer los
cristianos y no cristianos en los países donde es costumbre)
y ese otro anillo.
Así que, discrepo de ti cuando dices:
Me parece una buena forma alternativa de contemplar
a ese anillo.
A mí me parece exactamente lo que dije en mi
correo anterior: una sombra. Una sombra que no quiero
para mi y que no creo que sea buena para nadie.
Dices:
A fin de cuentas, en la intimidad de nuestras conciencias,
el compromiso que tomamos en su día fue con Él.
Perdoname pero no lo veo así.
Creo que en el contexto en que escribes lo citado arriba,
"el compromiso" se refiere a "el compromiso
del cual ese anillo es símbolo". Y si es así,
entonces lo siento pero no puedo estar de acuerdo.
No puedo estar de acuerdo en que ha sido un compromiso "en
la intimidad de nuestras conciencias", pueto que ha sido
un compromiso público, delante de testigos, reconocido
por la Iglesia Universal, con efectos vinculantes previstos
en el Derecho Canônico.
Y no puedo estar de acuerdo en que "fue con Él".
El compromiso ha sido con la organización, que era
la otra parte del contrato cuando se celebra la "fidelidad"
o "ceremonia de incorporación definitiva".
Dices:
una forma de mantener una trayectoria vital estable,
sin esos terremotos que sacuden lo más íntimo
del ser, es saber separar lo fundamental de lo accesorio,
reconociendo que lo esencial perdura, muchas veces a pesar
de los hombres.
Con eso sí, José Carlos, estoy de acuerdo.
Pero, a mí, y a la mayoría de los que conocí
en OpusLibros me parece que les ha pasado lo mismo: que nos
han enseñado e insistido en que la "vocación"
(!otra perversión semántica!) era parte de "lo
fundamental". Y lo hemos creído en lo más
hondo del corazón. Y, después de habernos convencido
tan profundamente de eso, no veo cómo no pasar por
uno de "esos terremotos que sacuden lo más
íntimo del ser", cuando uno descubre que fue
engañado y tiene que rehacer su escala de "lo
fundamental" y de "lo accesorio".
Te pregunto, lo digo una vez más, con el mismo respeto
que manifiestas hacia mi: ¿Contigo no ha sucedido así?
¿Por qué?
Preguntas:
¿por qué es tan difícil a veces
empezar una nueva vida, pero que al mismo tiempo todavía
siga regida por ideales como "la santificación
del trabajo ordinario", "poner a Cristo en la
cumbre de las actividades humanas", "ser contemplativos
en medio del mundo", "dejar el corazón
en el suelo para que los demás pisen blando",
la fidelidad a la Iglesia y al Romano Pontífice,
etc?
Y yo te pregunto: ¿Hasta que punto sería "nueva"
esa vida? Si hasta las formulaciones que usas forman parte
del discurso de la organización, ¿No sería
eso más bien la sombra de una vida pasada? Tu formulación
me recuerda los "espectros del anillo" de Tolkien,
aquellos reyes de los hombres que fueron consumidos por sus
anillos y que ya no pueden morir ni vivir a causa de haber
sido absorbidos por el poder del anillo, y no pueden hacer
otra cosa más que servirle.
Dices:
esas expresiones (...) ¿no guardan en sí
mismas el grano de verdad que nos atrajo una vez? (...)
olvidémonos de la Obra un momento, y que alguien
me explique qué sucede a veces, que hace perder de
vista unos principios que en las vidas de todos nosotros
motivaron una entrega juvenil y esperanzada.
Pero, ¿por qué preguntas eso? ¿En qué
(o quién) piensas al decir que se han perdido "de
vista unos principios que en las vidas de todos nosotros motivaron
una entrega juvenil y esperanzada."?
No me parece que sea el caso de la gran mayoría de
los que escriben en OpusLibros. Desde luego, no es el mío.
Lo que me pasa a mí (y, me parece que a muchos aquí
también) es que nos cuesta a todos mucho trabajo precisamente
el proceso de no dejar que se pierda "el grano de verdad
que nos atrajo una vez" al mismo tiempo que se hace un
trabajo de purificación, de desinstitucionalización,
de ampliación, de las formulaciones y modos de vivirlo.
Lo que nos enfada a muchos aquí es que se hayan utilizado
hábilmente ese "grano de verdad que nos atrajo"
para poner encima tantas cosas que no eran verdad, sino pragmatica;
que no tenían tanto que ver con "principios que
en las vidas de todos nosotros motivaron una entrega juvenil
y esperanzada" sino que respondian a conveniencias institucionales
más o menos efimeras.
Y, permiteme decirlo José Carlos, la dificultad que
a veces experimentas en dialogar con otros en la web, quizás
tiene una de sus raíces en que no pasaste por ese proceso
de separar "esas expresiones" del "grano de
verdad que nos atrajo una vez". Y es que a muchos les
molesta ver ese "grano de verdad", que tan difícil
lo tenemos para sacarlo fuera, de nuevo involucrado en "esas
expresiones" institucionales que utilizas.
Y con eso, llegamos a tu primera pregunta:
¿por qué parece, en algunos casos, que
TODO lo que vivimos fue una mentira, y se rechaza indiscriminadamente?
a la cual, en verdad, creo ya haber dado mi personal respuesta
con lo que he escrito arriba. Solo me gustaría añadir
que esos casos de personas para las cuales "TODO lo que
vivimos fue una mentira, y se rechaza indiscriminadamente"
me parecen ser una minoria en OpusLibros.
Quiero terminar pidiendo disculpas por lo largo del correo
y aclarando que no tengo nada, ni la menor antipatia, contra
José Carlos. Al contrario, he sido uno de los muchos
que les ha escrito a los Orejas en contra de su "casi
expulsión" hace un tiempo.
Así que, José Carlos, no he tenido la intención
de ser agresivo o intimidatorio en lo que he escrito y, si
te queda otra impresión, por favor, échale la
culpa a mi español inestable.
Un abrazo a todos!
R.
(KleinesAL) Anillos, Orcos y
ONGs
Hola
Agustina: "my ring is in the mail". (traducción
liberal: Te lo mando en cuanto pueda). Es finito, algo cutre,
y tiene pocas runas pero espero que sirva de algo.
José Carlos:
En cuanto a tu propuesta de una ONG, me parece que la primera
(aunque no necesariamente la única) "ayuda"
que necesitan los empiezan a rehacer su vida se basa en la
justicia y la verdad. El Opus Dei tiende a ser poco generoso
en esos dos departamentos a no ser que le obliguen las leyes
o el temor al escándalo. Me consta que al menos en
uno de los paises en los que viví las personas que
trabajaban en labores internas se iban (en los 80 y 90) con
una mano delante y otra detrás -- y además con
el estigma de la "infidelidad".
Un abrazo a todos y feliz navidad (especialmente a Aquilina!)
KleinesAL
(de María Cristina)
¡Hola! ¿Cómo están? Hace tiempo
no les escribía porque mi
participación en la página el día
13/10 fue apenas testimonial y como mensaje acerca de lo mal
que se puede vivir junto a alguien que se fue del opus, pero
sigue viviendo como si estuviera dentro.
No pude en aquel escrito evitar relacionar la persona de
Jorge, mi ex marido, con la persona de José Carlos
quien desde hace ya largo tiempo viene generando polémica
en la web. Recuerdo que tras mi
testimonio, el cuestionado Josecar me
respondió con mucha calidez, diciéndome
que él era un hombre pacífico que vivía
en armonía con su señora esposa. No obstante,
al leer todos sus mensajes era como si una suerte de clon
de mi ex, estuviera escribiendo periódicamente a opuslibros.
Tan es así que una tarde frente a la computadora invité
a mi madre a leer uno de los tantos mensajes de Josecar y
ella sin pensarlo dos veces me dijo Ése es Jorge
que escribe con un seudónimo; tras lo que tuve
que explicarle que escribía gente de todo el mundo,
principalmente de España e Ibero América. Puede
ser... pero doctrinalmente es como si escribiera Jorge ¿o
es que acaso éstos tienen el pensamiento uniformado
como los militares? me respondió mi mamá
con tremenda curiosidad. Y me vino a la cabeza una frase de
Jorge que decía que los militares de por sí
ya tenían la mitad de la vocación...
Seguí leyendo la página casi todos los días,
sin dar demasiada importancia a José Carlos hasta que
en el día
de ayer me sorprendió esto que escribió:
Me recordó la pregunta que le hizo mi hermano un
día a un ex-numerario, que seguía luciendo su
anillo años después de irse (pero en la otra
mano, para poner su alianza donde corresponde): "Si te
fuiste, ¿por qué lo llevas?"
Respondió que porque para él era una forma
de recordar que su proyecto de vida continuaba intacto: que
podían haber cambiado las circunstancias o el vínculo
concreto con una institución determinada, pero la vocación
"en sentido amplio" a la santidad en medio del mundo
seguía siendo para él una llamada constante
de Dios, como lo fue al principio.
Me parece una buena forma alternativa de contemplar a
ese anillo. A fin de cuentas, en la intimidad de nuestras
conciencias, el compromiso que tomamos en su día fue
con Él: y una forma de mantener una trayectoria vital
estable, sin esos terremotos que sacuden lo más íntimo
del ser, es saber separar lo fundamental de lo accesorio,
reconociendo que lo esencial perdura, muchas veces a pesar
de los hombres.
Ojo, no sugiero que éste sea el caso de R.
en absoluto, el cual me merece mi mayor respeto. Pero después
de leer su escrito y pensando en otros, me preguntaba: ¿por
qué es tan difícil a veces empezar una nueva
vida, pero que al mismo tiempo todavía siga regida
por ideales como "la santificación del trabajo
ordinario", "poner a Cristo en la cumbre de las
actividades humanas", "ser contemplativos en medio
del mundo", "dejar el corazón en el suelo
para que los demás pisen blando", la fidelidad
a la Iglesia y al Romano Pontífice, etc?
En primer lugar (y que me perdone José Carlos porque
estoy más que molesta) me permito sospechar que el
ex numerario que lleva su anillo de fidelidad aún siendo
casado es ÉL MISMO y que la pregunta se la hizo su
propio hermano, asombrado ante la incongruencia de seguir
teniendo anillo de numerario y al mismo tiempo alianza de
matrimonio ¿Es que acaso José Carlos pretende
incorporar al ya complicado entramado jurídico
de la obra, la figura del numerario casado?
¡Imposible! ¿Es una buena alternativa
como él dice, conservar el anillo como modo de recordar
el compromiso asumido con Dios a través de la prelatura?
Me parece no solo descabellado sino una forma de autoengaño
e inmadurez, una forma de decirse sigo dentro y con
mi vocación intacta por mucho que ellos me hayan pedido
que me vaya. Una forma de no enterrar el pasado, un
empecinamiento enfermizo, la negación de no cerrar
ese capítulo de su vida.
Entonces ¿en qué lugar queda la señora
esposa de este hombre? ¿acaso el sacramento del matrimonio
fue una especie de no me queda más remedio
y no un acto de amor hacia otra persona para compartir la
vida entera?
José Carlos, esto va directo hacia tu persona y a
tu corazón ¿acaso pretendes instalar en tu vida
la fidelidad al opus a la misma altura que el matrimonio?
¡Por Dios, lo tuyo es tan horrible como si un ex sacerdote
se hubiera casado y siguiera usando clergyman años
después de haber dejado el sacerdocio!
¿Cómo puedes haberte casado pensando de esa
forma? El matrimonio es un compromiso de amor a Dios a
través del amor humano ¿cómo es que
no te das cuenta que no hay dos amores sino que es uno solo?
¿o es que acaso te crees que el amor de dos personas
es menos santo que quien elige quedarse célibe? El
matrimonio es tan SACRAMENTO como el orden sagrado, que dicho
sea de paso vos ni siquiera lo tuviste.
Amigo, yo no sé como se llama tu señora ni
si te llevás tan bien como me lo dijiste en aquel
correo posterior a mi testimonio. De lo que puedo
estar segura es que si mi esposo escribiera algo así
me sentiría muy mal, muy ofendida y hasta te montaría
un flor de escándalo por ponerme en vergüenza.
¿Sabés una cosa? Me indigna y me rebela tu mensaje.
Has dicho que tu mujer es maravillosa, dulce y con enormes
cualidades... pero si realmente sientes lo que has escrito
¡NO TE LA MERECES!
No quisiera realmente estar en las suelas de esa pobre chica
con un marido que la pone en segundo plano, cuando ella debería
ser tu reina y señora en el hogar.
Por favor razona poniendo los pies en la tierra ¿estás
realmente ENAMORADO de esa mujer o lo tuyo fue con el mismo
argumento de mi ex que dijo si Dios no me quiere para
servirle a través del celibato apostólico, lo
natural es que lo haga a través del matrimonio?
Me costó mucho traducir esa frase pero un buen día
me di cuenta que lo que ese hombre me quería decir
era que yo era el parche que necesitaba para completar
la otra mitad que le faltaba. La otra mitad había sido
la obra hasta que le dieron salida, y el parche
vendría a ser yo. Así que de AMOR con mayúsculas...
las pelotas.
Yo quería amor con todas las de la ley: con luces
y flores, con risas y lágrimas, con romanticismo, con
pasión y con sexo... ¡que también son
cosas de Dios!
¿Qué recibí en cambio? Una convivencia
insoportable con un hombre que no asumía su condición
de CASADO y hacía todas las normas de un numerario
en su propio hogar.
Yo era católica practicante, catequista, con todos
esos ideales de santificación en la vida cotidiana,
poniendo a Cristo en la cumbre de mis actividades, amando
a la Santa Madre Iglesia mediante la fidelidad al pensamiento
del Magisterio ¿o acaso te crees José Carlos,
que esos ideales son de exclusiva propiedad del opus?
Esos ideales son una propuesta de vida. ¡Eso es ser
un buen cristiano y no es necesario pertenecer a ninguna institución
para llevarlo adelante! Basta con ser simple, honesto, amable,
trabajar bien, dar gracias a Dios por los dones recibidos,
pedir y ayudar a los que sufren, orar con calidad mas que
por cantidad y visitar a Jesus en su templo. Lo importante
de esos ideales es vivirlos, no quedarse en lo meramente declamativo.
Pero eso no parecía bastarle a mi ex cónyuge,
él insistía hasta el hartazgo en prácticas
ascéticas y una piedad enfermiza con la excusa de ser
santo. Santidad por cierto, muy mal entendida.
Por amor y deslumbramiento me callé por un buen tiempo,
logré que algunas pequeñas cosas cambiaran pero
siempre terminaba luchando contra una amante invisible
(la obra) que parecía tenerlo embrujado y ocupando
el primer lugar de su vida. En cuatro años no solo
me mató el amor que sentía, sino que ante lo
irremediable quiso domesticarme a través
de la violencia.
José Carlos, aún cuando no seas golpeador ni
ese ex numerario que los dos anillos lo que has
escrito y tu razonamiento es humillante, violento y agraviante;
no solo hacia tu señora sino a la misma institución
del matrimonio. Lo menos que deberías hacer es pedir
disculpas por semejante grosería y soberbia.
Por tu bien te pido que reacciones y no persistas en ese
pasado perdido antes que sea demasiado tarde.
Seguramente te reirás al leer estas palabras y pensarás:
Fulana me ama y nunca me haría daño
ni me dejaría.
¿Hasta qué punto podés tener la certeza
que tu mujer está ciento por ciento de acuerdo con
vos; y que siempre lo estará? ¿No será
que ella asiente y calla por amor?
¿Qué certeza y confianza tenés de que
no termines como Jorge: solo y con un matrimonio fracasado?
¿Quién te garantiza que en un par de años
ella no te plante un ultimátum y te diga: o ella
o yo?
Sinceramente, si me expreso con tanto brío y hasta
con preocupación, es porque no quiero que le pase a
nadie lo que a mi me pasó por vivir con una persona
que hizo de la negación y el autoengaño, una
forma de vida con disfraz de santidad.
Gracias nuevamente por el espacio brindado y mis mejores
deseos para las proximas fiestas de fin de año.
¡Un abrazo muy fuerte para los Orejas y feliz aniversario!
María Cristina
(de Mr. M.) Respuesta a Jose
Carlos (5-XII)
Respuesta a la primera pregunta:
Puede parecer Jose Carlos que la vida de un ex-numerario
fue una gran mentira y es siempre rechazado en esta WEB. Entiendo
que todo lo que nosotros hicimos, basados en las enseñanzas
como la santificación en medio del mundo a través
de nuestro trabajo profesional, "poner Cristo en la cumbre
de las actividades humanas" etc, fueron para el agrado
de Dios. El problema surge cuando la obra se aprovecha de
estas bellas enseñanzas y las distorsiona en favor
de ella. O aún, el mayor problema de la obra es aprovecharse
de las prácticas cristianas y usarlas en su propio
beneficio, pues el objetivo final de la obra no es llevar
las personas a Dios. El objetivo final de la obra es su propia
expansión y desarrollo.
Mucho más fuerte que el gesto
de R. en entregar su anillo fue el gesto
estúpido de su expulsión por los directores
de la obra, basado solamente en un e-mail direccionado a su
ordenador y que siquiera había sido leído.
Mucho peor fue el gesto posterior de los directores de la
obra en negarse a pagar el tratamiento médico necesario
para la recuperación psicológica de R, que debe
haber sido en torno de unos US$ 1500 mensuales.
Mucho peor fue el gesto de desprecio de la obra en comunicar
a R. la oficial dispensa de la obra, lo que fue realizada
solamente después de la intervención de otro
ex-numerario (Dr.J).
Estos y otros ejemplos muestran que el fin de la obra es
ella misma y no Dios. Dios y la Iglesia solamente son instrumentos
de la obra para su propia expansión. Todo lo que retira
energías para su crecimiento debe ser rápidamente
eliminado, así como aconteció a R.
De ahí que muchos pueden perder el rumbo y rechazar
también aquellas bellas enseñanzas. Separar
una cosa de otra es una ardua tarea que muchos de nosotros
enfrentamos. No creo que los ex-numerarios desprecien estos
bellos ideales. Por el contrario, constato entre muchos ex-numerarios
mucha seriedad profesional y la preservación de la
fe católica.
Respuesta de la segunda pregunta:
Cuando usted pregunta sobre la existencia de una ONG de ayuda
a los ex-miembros, se nota en primer lugar su reconocimiento
de los daños causados por la obra y la necesidad de
reparación.
Si el obra reconociera estos daños no habría
la necesidad de hacer esta ONG. Como la propia obra no reconoce
estos errores existe la necesidad de crearla.
La iniciativa de tener una ONG depende de cada uno de nosotros
y en nada adelanta esperar que alguien aparezca y realice
nuestros sueños. Cada uno puede hacer su parte, aunque
sea solamente ejercer presión a las autoridades competentes.
¿Por qué usted no pregunta a los miembros de
la obra si están dispuestos a ayudar a realizar tal
iniciativa?
La ayuda de los ex-miembros está siendo hecha no a
través de una fría institución como la
obra. La ayuda entre los ex-miembros está ocurriendo
de forma espontánea y entre nosotros mismos. No piense
que el único mundo de los ex-miembros se limita al
mundo virtual de la internet. Como la propia Aquilina
(5-XII) nos relata, la ayuda está ocurriendo fuera
del mundo virtual también.
Yo creo que está de más sugerir que una ONG
(que ni existe aún) no debería formar parte
de opuslibros. ¿Y por qué no? Con esto no quiero
decir que debemos añadir una carga más a opuslibros,
sólo quiero decir que si los orejas quisieran hacer
una ONG, no veo motivo para lo contrario.
Mr.M.
(Nota de la web. Mr. M. tiene un
escrito
colocado en la web opus
do Brasil, que esperamos poder traducir -si
hay voluntarios, se agradecería-, en las próximas
semanas. Su primer escrito 'La
jornada del héroe" en español y
en portugués,
lo tenemos en los Libros
silenciados.)
(de Urrutia) Hola amigos!
Estimados amigos,
vengo siguiendo la página desde hace unos meses, con
gran interés. No soy ni fui miembro del Opus Dei, aunque
sí he estado vinculado a muchas de sus actividades
de formación y también a algunas de sus obras
corporativas, en el ámbito educativo.
Tengo en la Obra buenos amigos, algunos de los cuales me
parecen ser personas que tienen una genuina vocación.
A alguno de ellos le debo muchas cosas importantes. Por otro
lado, tengo también unos cuantos conocidos que se han
ido. Y personalmente tengo también reparos y puntos
de vista críticos respecto de algunas cosas que se
observan ya desde fuera.
He leído con sumo interés muchos de los escritos
que relatan experiencias de ex miembros, y comprendo que muchos
de ellos han sufrido realmente cosas muy duras. También
creo comprender que muchas de esas cosas no se deben a problemas
casuales o situaciones particulares, sino que tienen conexión
directa con los principios mismos en los que se apoya la praxis
interna de la organización.
Creo que la mayor parte de las críticas que se expresan
aquí, acertadas o no, no están inspiradas en
el rencor ni en el deseo de devolver el mal recibido con otros
males. Por eso, pienso que pueden ser útiles también
a quienes de buena fe continúan con su vocación
y tratan de mejorar las cosas desde dentro.
Finalmente, lo que importa es el esfuerzo por ser veraces
con nosotros mismos, estemos dentro o fuera de esta o de cualquier
otra organización. Y para quienes somos creyentes lo
esencial es que todos ayudemos, desde el lugar que nos toca,
a que la Iglesia, en sus diferentes instituciones y actividades,
represente lo mejor que se pueda el verdadero ideal cristiano.
Saludos a todos.
Urrutia
(de Emevé) La santa paciencia
Había en mi tierra un programa cómico muy famoso
en mis años infantiles en el que se imitaba una oficina
pública (en ese entonces, y ahora, seres todopoderosos)
y al público que esperaba ser atendido. La gente, obviamente,
se alteraba y empezaba a gritar, cuando el burócrata
de turno les ponía las trabas papelucheras de siempre,
y en eso siempre aparecía un ciudadano mayor, impecable,
que se hallaba también en la fila, que los calmaba
y les decía que había que tener "santa
paciencia", que esperen su turno, y se relajen, cuando
le llegaba el turno a este ciudadano y el burócrata
(siempre los mismos actores) le ponía las mismas trabas,
el paciente ciudadano se arremangaba el saco y le propinaba
sendos golpes al perezoso. Era el sketch de la "santa
paciencia" y siempre lo miraba con mi familia, en aquellos
años donde podía mirar televisión.
Me he acordado de eso, y no es que tenga mucho que ver, pero
sí algo, poco, casi nada, la verdad, sospecho que ha
sido una digresión mental producto del dolor que la
gastritis me produce y que me impide pensar con claridad,
vamos a ver cómo sale.
A lo que quería llegar es a que siempre digo que a
la gente hay que tenerle paciencia, ponerse en su lugar, entenderlos,
y hasta digo que comprendamos a los de la opus, que pobrecitos,
que sus cabecitas lavadas, que ya despertarán, que
algún día, que quien sabe, que ut videam, y
santa paz.... pero es que no es tan fácil!!!!!!!!!!
Y no me refiero a los opusinos corderos de siempre, como lo
fui yo, a los que viven y se queman el pellejo tratando de
hacer vida algo imposible que sólo fue "fundado"
para mayor gloria del fundador y con fines de que el fundador
y su cúpula puedan vivir sin trabajar, haciendo trabajar
y sometiendo a los demás, a esas personas no puedo
sino tenerles lástima, y desearles que el despertar
de su sueño no sea demasiado tarde y no los deje tan
heridos como a mi, pero de ellos no hablo, hablo de los numeritos
"pitucos"
Los "pitucos" (según el diccionario de la
hagioacademia de la lengua emevesina) son esos que no viven
en centros porque son muy importantes o se encontraron una
"excepción" acorde a su gusto y su suerte,
o que viven en centros en donde la vida es de lo mejorcito
llamados centros "de mayores", donde la mayor gloria
es para todos, menos para Dios, son esos que no viven sus
normas, que el tiempo de la noche, el de la mañana
y el de traspasado se lo pasan por donde les cabe, esos que
son opus dei porque tiene cierto charm, porque se vive bien,
porque te aseguran el cielo por 4 confesiones y charlas al
mes y los cursos anuales son de lo mejor en sitios aluzzzzinantes,
hay servidumbre, comida lista, ropita planchada y coches al
escoger... ¿Cómo tenerle paciencia a sujetos
cínicos, interesados, e hipócritas? Porque encima
a sujetos como esos te los cruzas y te refutan tus testimonios
y tu vida porque ellos llevan "años" y la
cosa no es así... ¿años de qué?
¿de vida fácil? Uno solo de los años
de mi vida o de la vida de Amapola, vale más que sus
20 años de hipocresía, de sus 20 años
de disfrazar su ateísmo (porque eso es lo que son)
con máscara de "santidad".
Hay algo que yo respeto mucho en la gente y es su sinceridad,
yo soy sincera (tampoco fanática, vamos, no es cosa
de exagerar) y trato de serlo siempre en todos los aspectos,
por eso no soporto la doble vida, no aguanto eso de ser "numerario"
y quedarse chateando hasta las "n", ser numerario
e irse de farra con los amigos, ser "numerario"
y tener novias. Quizá pase si están en crisis,
pero la gente decente no soporta estar en crisis tanto tiempo,
ni siquiera Satur lo soportó (que ya es mucho decir,
jeje), lo que no entiendo es que se pasen la vida entera así
y encima digan que son opus dei y que la opus es de lo mejor
y que lo que yo viví no es para tanto, y que nunca
habían visto ni oído ni percibido nada semejante
(no hay que ser muy lista para leer entrelineas que al final
a lo que quieren llegar es que soy yo la que exagera), no
lo soporto, no lo entiendo, y se lo tengo que decir: ERES
UN HIPOCRITA!!! Quémate el pellejo como lo hice yo,
entrégate del todo como lo hice yo, o sal de allí
si esa no es tu vida, si el asunto no te va, pero déjate
de crearte "excepciones" a las reglas, déjate
de vivir como un príncipe, déjate de fingir
que eres creyente cuando a Dios te lo pasas por allí
por donde eliminas lo que no sirve de tu digestión,
reacciona hombre, que ya va siendo hora, la vida no dura mucho
se te va a pasar pronto, al menos ten la hidalguía
de ser quien eres, y date la oportunidad (te la mereces) de
ser feliz siendo quien eres, sin culpas, sin fingir, sin defender
cosas en las que no crees, cosas que no vives, sin poner fardos
pesados en las espaldas de otros, ¿te suena familiar?.
En fin, creo yo (como el viejito de mi programa televisivo)
que a gente como tú sólo se le puede tener poca
paciencia y poca tolerancia, el punto medio de la virtud aristotélica
no lo encuentro (¿será que no soy tan virtuosa?)
y como deber que la caridad me impone, te escribo estas líneas,
que espero de todo corazón que te sepan a una bofetada
de ida y retorno (aunque tu hipocresía no te dejará
ni siquiera entender de qué hablo), y te deseo con
el corazón abierto, que dejes de llevar la miserable
vida que llevas, y que te decidas y llegues a ser o un numerario
de verdad, que guarda sus tiempos, sus normas, su corazón,
que no coquetea ni de broma con una chica y que por su buena
fé, esfuerzo y tal, se hace santo a pesar de ser de
la opus; o, que te salgas de allí y seas el que quieres
ser, pero lo eres a escondidas. Te deseo que te sinceres,
que dejes de ser un hipócrita, un ateo y una vergüenza
de ser humano, para que pases a ser un hombre, ni más
ni menos, pero que culmines tus días siendo un hombre
de verdad, con virtudes, con defectos, que ama y es amado...
¿será mucho pedir?
A mis ex hermanas les dedicaría lo mismo, si pensara
que existe alguna con la vida de príncipe que llevan
ellos en esta institución misógina a la que
pertenecí. Si hay alguna que tiene ese problema, se
lo dedico también. Hasta donde sé a las medianamente
listas las ponen de profesoras de obras corporativas, a las
más dóciles y mediocres, las ponen de jefas
de lo que sea, a las más buenas, de administradoras,
y a las listas, buenas, y ricas también, allí
es más difícil que una se decida a salirse,
porque sin currículum es casi imposible rehacer su
vida, y así se aseguran la cuantiosa herencia de los
padres de la pobre chiquilla que sólo quiso servir
a Dios. A mis ex hermanas de administración, si sólo
pudiera verlas, si sólo me pudieran leer, si sólo
lo que siento ahora sirviera como oración a Dios, les
deseo que salgan corriendo de allí, no puedo ver otra
salida, ni puedo desearles nada mejor.
Hoy estoy dramática, pero es que pensaba en dos personas
concretas, y una se pone así cuando habla de gente
a la que quiere... o a la que nunca podrá querer...
Saludos.
Emevé
(de RRR) Lo más humillante
Aunque por muchos, demasiados, años perteneci al Opus
Dei quiero dejar testimonio de lo que me pasó cuando
aproximadamente tenía 27 años.
Yo vivía feliz en una casa de la Obra hasta que cambiaron
a la directora y llegó quien no tenía sino un
hambre de poder y de adueñarse de las personas como
no he visto a nadie. Resulta que este personaje se empeñó
en que fuera al médico (porque era muy callada y no
me gustaba hablar en las tertulias. Sin embargo yo antes de
que llegara ella, era evaluada dentro de las mejores profesoras
en la obra corporativa donde daba clases y en mi juventud
tenía varios premios de oratoria. Cuando llegó
ella yo dejé de hablar en las tertulias y comidas,
-porque si decía algo que no era del agrado de esa
directora a la mañana siguiente me caía una
corrección fraterna de alguna de su club de admiradoras:
cualquiera de las vocaciones recientes- así que no
tuvo a mejor que llevarme con un neurólogo... quien
me dijo que tenia un problema hormonal por lo que no podria
tener hijos jamás, a menos que me operaran... (siendo
numeraria eso no fue problema), sin embargo me recetaron unos
medicamentos que me hacían perder control de cuándo
debería ir al baño. Así que ya se imaginarán
ustedes la vergüenza cuando dando clases en el colegio
de repente dejaba charcos o sillas mojadas... Era de lo mas
humillante, al grado que perdía gradualmente mi autoestima...
me rebelaba y dejaba de tomar las medicinas, pero entonces
me venían por efecto del medicamento en su ausencia,
un auténtico sentimiento de culpa como si hubiera matado
a cinco.
Pedí muchas veces que me cambiaran de centro y de trabajo,
pero simplemente se limitaban a decirme que lo ofreciera y
que lo que pasaba era falta de visión sobrenatural,
que se lo dijera al medico y ... a pesar de ello los charcos
continuaban... Finalmente me pidieron la dispensa de vida
de familia, pero mis padres no lo comprendían porque
para ellos yo ya me había ido y con lo que ganaba en
esa escuela no podría mantenerme sola y estaba tan
deprimida que no podía vivir sola, así que me
asignaron a otra casa, donde repentinamente me curé,
... me hicieron ver que fue milagro del ahora San Josemaria...
Efectivamente dejado ese neurólogo y en otro ambiente
y trabajo me desempeñé tan bien que al poco
tiempo encontré la fuerza para irme. (Yo por la penosa
anécdota prefiero no pongan mis iniciales verdaderas).
RRR
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