CORRESPONDENCIA
Viernes, 3 de diciembre de 2004
(de R.- Brasil) La Señora de los Anillos
Hace hoy siete días, salió desde Brasil un
"Hobbit" con un anillo de oro en su bolsillo. Su
misión, después de enfrentar criaturas perversas
del capitalismo salvaje en las islas británicas, es
llevar el anillo a Madrid, donde lo entregará a los
Orejas en manos de Agustina.
Dentro de veinte días se cumplirá un año
desde que llegué al final de "el
otro plano inclinado" y escribí "la
otra carta al Padre". Desde aquél día,
cada vez que abría el cajón donde dejé
mi "anillo de la fidelidad", me preguntaba "¿Qué
hacer con eso?".
Guardarlo como recuerdo, yo no lo quería. Recuerdos
ya tengo más de lo que me gustaría. Y además,
por lo que significó para mí ese anillo, sería
más bien un recuerdo doloroso, el recuerdo de un engaño
que yo creí ser fidelidad a Dios; recuerdo cómo
se ha arrojado a la basura sin miramientos aquello que yo
tenía de más valioso en mi corazón. Para
recuerdo, todavía conservo mi cilicio y mis disciplinas,
que representan con más propiedad aquello que recuerdan.
Convertir el anillo en dinero para mis gastos personales
tampoco era una idea que me gustaba. El simbolismo inevitable
de convertir ese anillo en "algo más útil"
(libros, medicinas, lo que fuera) tiene para mí algo
de desagradable.
Fundirlo y transformarlo en otro objeto también no
parecía una buena salida. En cualquier forma que le
diera, sería un recuerdo indeseable, una sombra que
no querría acompañándome.
Como aquél anillo de Tolkien, ese también "no
podía" ser usado, ni guardado, ni destruido, ni
convertido en otra cosa. Y me ocurrió que, como el
anillo de la historia, a ese le podría dar el mismo
fin: enviarlo en manos de un portador "al lugar donde
ha sido concebido" para ser derretido en el fuego y con
eso ayudar a curar los males que otros anillos como él,
esparcidos por el mundo, han creado.
Le he pedido a Agustina que el anillo sea convertido en dinero
para ser usado en la manutención de OpusLibros. A Agustina
le ha impactado ese pedido. Incluso hubo dudas por su parte
en aceptarlo. También con el anillo de Tolkien pasa
eso de que todos aquellos cuyo corazón se mueve por
el bien no lo quieren aceptar, mientras que los que tienen
el corazón lleno de rencor, hambre de poder, vanagloria
etc. lo quieren a toda costa.
Pero Agustina no cree saberlo todo, ni tener su misión
inequívocamente revelada por Dios, ni sus concepciones
"más que dibujadas, como esculpidas en piedra".
Así que ha actuado con humildad ejemplar. Ha pedido
consejo a personas muy idóneas. Me ha honrado mucho
con la elección de esas personas. Todas (mis gracias
a ellas) le dijeron sin dudar que aceptara mi pedido.
Una de las personas a quienes Agustina le pidió consejo
es también ella una víctima de la organización.
Contribuye regularmente con OpusLibros y soy un gran admirador
de ella. Le ha gustado la idea y le ha prometido a Agustina
llevarle su anillo cuando viaje a Madrid. Así que empecé
a llamar en broma a Agustina, "La Señora de los
Anillos".
Y con eso, hago la invitación a que otros, a quienes
les parezca buena la idea, hagan lo mismo. No tanto por la
ayuda en dinero que pueda representar para OpusLibros esa
donación (no creo que mi anillo llegue para cubrir
los gastos de un mes siquiera de OpusLibros), sino por tener
la oportunidad de darles gracias a los Orejas (que nunca aceptan
nuestras ofertas de ayudarles con los gastos de la web) con
un gesto lleno de simbología.
OpusLibros ofrece a las víctimas de la organización
una ayuda directa y insustituible. Lo sabemos muy bien. Pero
hay algo más, que se descubre después de que
"pasó lo peor". OpusLibros nos ofrece a todos
nosotros la oportunidad de hacer algo de bueno con toda la
historia de nuestra equivocada entrega. Y eso, también,
es para darles muchas gracias a los Orejas: la oportunidad
de convertir en servicio y donación para otros una
"entrega" que de otra manera no sería más
que una experiencia frustrada.
Pensando en eso, me parece muy apropiado que el anillo que
en su día fue el símbolo material de esa "entrega",
sea convertido en ayuda material para el medio por el cual
esa entrega se ha canalizado.
Les hago también a los Orejas una sugerencia, por
si les gusta. Que fotografíen y cuelguen en la web
las fotos de los anillos que reciban, con el nick del respectivo
dueño y sus "fechas extremas" (la de "la
carta al Padre" y la de "la otra carta al Padre"),
como una prueba material más de la veracidad y de la
rectitud de lo que se publica en OpusLibros.
Una vez más (nunca será demasiado) mis gracias
a los Orejas por su trabajo insustituible y a todos los que
contribuyen en la web, por su ayuda. Que José Tomás
me perdone por llamarle "hobbit" ;) y mis saludos
a todos y todas los que se reunirán con él en
tertulia en ese segundo Domingo del Adviento.
R.
(Nota de Agustina. Querido
R., y queridos todos: ya os imagináis la impresión
que nos causó el ofrecimieno de R. Las personas a las
que pedí consejo sobre si debía aceptarlo o
no, me dijeron que sí, sin dudarlo. Una de ellas fue
Paloma -no ha sido de la Obra ni tiene nada que ver
pero es mi amiga-. Ha pasado por la experiencia de un
duelo (murió en accidente su marido a los 8
meses de casados y quedó embarazada de 3 meses. Su
hija Laura tiene ahora 3 años). Paloma me dijo: "tienes
que aceptar su anillo por lo que significa de liberación
tras un proceso de dolor y de duelo". Otra buena amiga,
a la que se refiere R. y a la que pregunté al respecto,
me escribió: "espera a que yo te lleve otro "paquete"
semejante cuando vaya a Madrid, porque lo que se le ocurrió
a R. es sencillamente una maravilla. Por supuesto tienes que
aceptarlo, no tienes derecho a rehusar una ofrenda hecha con
tanto corazón y sencillez. Tienes que aceptarlo con
el mismo agradecimiento y la misma apertura con la que nosotros
a diario aceptamos el esfuerzo y el trabajo de los orejas
para hacer la web, tanto en lo que se ve por fuera como en
lo que no se ve". Y también le pedí opinión
a Javier (el oreja que lucha incansablemente con la
nueva web
que, por cierto, vuelve a funcionar) y tampoco dudó
en que teníamos que aceptarlo por lo que significaba,
tal y como R. explicaba los motivos por los que nos enviaba
su anillo. Un abrazo para todos y hoy, en especial, para R.,
de Agustina.)
(de Mercy) Mi historia
Conclusión.
Lo que sigue de la historia es el inicio de una vida feliz,
al lado de mi esposo y de mi hija las dos personas mas maravillosas
de mi mundo. Mis dos amores, para los que vivo cada día.
Por ellos trabajo y me esfuerzo con la ilusión de ser
para ellos, lo que ellos son para mi, mi pedacito de cielo.
[...]
(Última entrega de Mercy, "Conclusión",
a su escrito "Mi
historia completa". Pasará a ser, en los próximos
días, un 'libro silenciado'.
Gracias Mercy!!)
(de Antigone)
Para Angela
Desde Argentina escribes y desde allí mismo te respondo.
Me has desconcertado con tu
carta del 1 de diciembre. ¿Cómo has
logrado recibir continuamente información de esta web,
"que no te interesa para nada"?. Pásame la
fórmula porque yo quisiera entrar más seguido
y no siempre puedo. Les pido a los Orejas que si han implementado
un sistema de "noticias a domicilio" me incluyan
en el listado, por favor!!!!!
No tengo la sensación de estar leyendo aquí
"acusaciones" de gente que ha pertenecido al Opus
Dei, simplemente leo testimonios de vida. Puedes compartirlos
o no pero no acuses a los demás de falsear la verdad.
En cuanto a lo de "ser valientes" y "demostrar
la verdad", me ha sonado un tanto agresivo y descalificatorio.
Todos los que contamos nuestra experiencia dentro de la Obra
hemos trasmitido nada más ni nada menos que la realidad
de lo vivido.
Vos no estuviste dentro, yo sí y puedo asegurarte
que nunca falsee tanto la verdad como en ese tiempo (y no
es que me fascinara hacerlo, simplemente seguía las
indicaciones de lo que era "tener buen espíritu").
Yo decía que estaba en el mundo ("cristianos
corrientes en medio del mundo" -como decía don
Escrivá y como vos mencionas) y con el mundo no tenía
nada que ver. No hacía lo que los demás. No
me vestía como a gente de mi edad (me detectaban a
miles de kilómetros). La ropa no la elegía personalmente
sino que me la daban para que la usara y me la sacaban, tras
revisar mi placard dos veces al año. Los trabajos me
los conseguían o asignaban ("Interesa que vayas
a trabajar a tal sitio"; "Conviene que dejes esa
actividad". ¿A quién le interesaba?. ¿A
quién le convenía?). Hoy más de uno que
está desocupado en nuestro querido país, desearía
tener una hada madrina que le consiga trabajo de esta manera.
Pero claro, "estábamos en medio del mundo".
Si quieres puedes leer con calma los tantísimos testimonios
que puedes encontrar aquí mismo y ratificar esta idea
y otras tantas.
¿Pensas acaso que todos nos hemos puesto de acuerdo
para desprestigiar a la Obra?.
¿Qué no somos serios y valientes?. Yo diría
exactamente lo contrario: nuestra seriedad consiste en no
permitir que la Obra siga difundiendo verdades a medias, verdades
acomodadas a su conveniencia. Hay más que valentía
en cada uno de los que comparten sus experiencias en la web:
hay heroísmo, pero vos no podés comprenderlo
porque juzgas sin haber sido parte.
Angela, ¿cuál es tu verdadera preocupación
con esta web?. No sabes si eres creyente, tampoco eres miembro
del Opusdei. ¿Eres, simplemente una defensora de una
verdad que no conoces?
Saludos a tod@s
Antigone
(de Chamogüiny) Para Ana
Azanza
Estimada y erudita Ana:
He leído tu
escrito de 1 de diciembre en el que respondes a algunas
de mis afirmaciones de un escrito
anterior. Y naturalmente tengo que estar de acuerdo
con algunas de tus tesis y en desacuerdo con otras. Pero esto
es lo divertido de las discusiones: si todos estuvieran de
acuerdo en todo, el Mundo sería muy aburrrido.
Dices que Franco se entrevistó en Hendaya con Hitler
y le mandó una División Azul para Rusia. ¡A
ver! ¡A la fuerza ahorcan! En aquellos tiempos no estaba
el horno para bollos y los compromisos se resolvían
con hechos de armas. Franco agradeció el favor prestado
por los nazis durante la guerra civil española lo más
parcamente que pudo.
Pero eso no significa que estuviera de acuerdo con la ideología
nacional-socialista que Hitler aplicaba. Es más, incluso
salvó a algunos judíos de los nazis, dándoles
pasaporte español.
Y, ciertamente, la Falange derivó en un socialismo
nacionalista a la muerte del fundador, quien no era así
en absoluto, según opinión de Aranguren. Quizá
porque el nazismo era el modelo ideológico a seguir
en los primeros años cuarenta. Quizás por pura
pereza intelectual.
Pero Franco no era así, ni mucho menos. El pensamiento
de Franco era el clásico conservador de la pequeña
burguesía española, más proclive a la
seguridad que da la cercanía al poder que del riesgo
de la libertad económica. Por eso Franco, que inauguró
todo lo inaugurable, jamás fué a una sesión
de la Bolsa, el Mercado por excelencia. El paradigma social
del sedicente Caudillo estaba en el modelo anterior a la Revolución
Francesa, con sus gremios, con sus marquesas, con su primacía
de la Iglesia, ¡que le hacía entrar en los templos
bajo palio! ¿Se imagina alguien a Hitler entrando en
una catedral bajo palio?
En esta concepción de la vida ideal anterior a la revolución
liberal por excelencia coincidía con monseñor
Escrivá. También él provenía de
la pequeña burguesía y también él
aspiraba a un status privilegiado dentro de una jerarquía
social inmutable. Su ascensión social lo demuestra:
ese rodearse de marquesas, por ejemplo, pero sobre todo la
reclamación de un título nobiliario. Su miraba
estaba firmemente fijada en el siglo XVIII.
Recuerdo una conversación fascinante con un profesor
de Filosofía de la Universidad de Navarra en los años
setenta del siglo pasado. Nos contaba cómo Escrivá,
después de sufrir sus desventuras por causa de la guerra
civil, había llegado a la conclusión de que
dicha guerra era un episodio más de los desastres civiles
del siglo XIX. Era otra guerra carlista más, entre
los malvados liberales y los bondadosos carlistas. Por lo
que intentó fijar el momento anterior a aquél
en el comenzó el caos del s. XIX: la monarquía
de Fernando VII.
Por eso la Facultad de Historia de la Universidad de Navarra
empezó una serie de estudios o campañas para
tratar de reivindicar la figura de Fernando VII como el bueno
de la película. No sé en qué acabaría
la cosa, pero me imagino que desistirían al poco de
comenzar, pues, por un lado, no se ha vuelto a saber nada
de ello; y por otro, lavar la imagen de Fernando VII es tarea
para muchas generaciones de Mister Propers.
Pero, en definitiva, la afinidad ideológica de los
dos personajes de nuestro diálogo sólo puo darse
en España. Y sus fobias personales al liberalismo,
a la masonería, y a la libertad individual hicieron
de ellos unos aliados objetivos. Aunque la suspicacia del
gallego impidiera que fuera obispo.
Un inciso: espero no haber sido aburrido en exceso para nuestros
amigos americanos. Pero, claro, de aquellos polvos vinieron
estos lodos, y la situación política en España
es la que es, porque fué la que fué. ¡Qué
se le va a hacer!
Y ya para terminar, tengo que darte la razón en que
la libertad, sin igualdad, no es justa. Pero la igualdad entendida
como igualdad en las oportunidades. Aquella igualdad en la
que todos empiezan igual y cada uno se labra su propio futuro.
Lo que significa que la educación debe llegar a todos,
para que todos puedan comenzar su vida en igualdad de condiciones
con los demás. Esta es, en mi opinión, una de
las tareas a las que debe dedidarse el Estado con más
ahínco.
En eso choca la práctica del Opus frontalmente, pues
su intención es hacer colegios elitistas, donde los
privilegiados puedan disfrutar de una educación superior.
Tarea en la que han fracasado miserablemente, según
nos ha contado Satur, entre otros. Y de lo que yo mismo puedo
dar fé.
En los cuales colegios, la libertad se entiende como la libertad
de hacer las cosas que responsablemente deben hacerse, es
decir, las que la jerarquía ha decidido que es lo correcto.
En lugar de ofrecer las opciones posibles, dejando que cada
cual opte por lo que libremente decida, y apechugue luego
con las consecuencias de sus actos. Lo cual sería,
aparte de más justo, más cristiano. Porque,
¿qué mérito moral hay en obedecer lo
que te mandan? Conozco una manada de delfines que lo hace
estupendamente.
Estimada Ana: como has podido ver, he intentado evitar las
palabras derecha e izquierda, dando un contenido más
concreto a las opciones políticas que he comentado
en este escrito. No sé si he conseguido hacerme entender,
pero lo he intentado. De esa manera pretendo evitar las simplificaciones
al uso, que nos llevan en algunos casos al caos más
absoluto.
Recuerdo que hace unos quince años se cayó el
Muro de Berlín y se desintegró la Unión
Soviética. Pues bien, los comentaristas de los telediarios
las pasaron de a metro para distinguir las diferentes posturas
de las facciones en liza. ¿Era Gorbachov más
de derechas que Yeltsin? ¿Era Putin un revolucionario
izquierdista comparado con Gorbachov? ¿Milosevic era
de derechas o de izquierdas; conservador, reaccionario o revolucionario?
El desconcierto era monumental. Y en muchos casos todavía
lo sigue siendo.
Y en conclusión, estimada Ana, quisiera extraer de
todo este tocho una enseñanza: que el Opus no está
en este Mundo. Que viven en una realidad ficticia. Que tienen
sus piés firmemente anclados en el Ancien Régime
y en el paradigma de la Iglesia Medieval que fascinaba a su
fundador. Por lo que la Historia los barrerá a la larga
o a la corta. No sin haber causado antes los daños
que están causando a las víctimas que les caen
entre sus manos.
Esperemos ver su final.
Un cordial saludo.
Chamogüiny.
(de Epi)
Amigos, salud:
Suscribo de cabo a rabo la carta de Ana
Azanza y, por supuesto, la de Melqui: quizá
no sea la Iglesia la obsesionada con el sexo, sino yo (y el
Opus, claro).
Emejota
me corrige el dato: no son el ochenta por ciento, sino el
setenta por ciento los padres que eligen para sus hijos religión
católica en la enseñanza. De todos modos sigue
siendo una amplia mayoría, y teniendo en cuenta que
es la única asignatura que eligen los padres y a ellos
corresponde la tarea de educar a sus hijos y no al Estado,
¿con qué argumentos la va a negar el Estado
a los que la piden? Además es milagroso que los padres
sigan eligiendo para sus hijos religión católica
teniendo en cuenta que esa asignatura no cuenta para nota
y que en la alternativa a la religión que escogen los
otros, casi ningún profesor hace nada, menos yo, claro,
que les doy religión por un tubo.
Cree Emejota que se vulnera la libertad de conciencia dando
formación religiosa no confesional a los alumnos. ¿Desde
cuándo enseñando se vulnera la libertad de conciencia?
¿Es que acaso se puede aprender de todo menos religión
para no vulnerar la libertad de conciencia? Lo siento, Emejota,
pero la libertad de conciencia sólo se vulnera si obligamos
al alumno a comulgar con lo que se le enseña. Pero
si no le damos formación religiosa, vulneramos su derecho
a la educación. Así que, confesional o no, religión
tienen que dar los alumnos. Es una asignatura más importante
que otras que se imparten en ciertos institutos y autonomías:
flamenco, Historia de Andalucía, Historia de Cataluña...
catetadas aldeanas frente a las grandes cuestiones como la
religión o la filosofía.
Por último, Emejota, me incluyes en el mismo saco
que los obispos como si eso fuera un insulto, y luego arremetes
contra la santa coacción. La santa coacción
es mala según para qué se use. Si se usa para
chantajear sentimentalmente a un efebito para que se haga
nume, me parece muy requetemal, pero si se usa para obligar
a los menores a que aprendan lo que sus mayores consideran
que tienen que aprender, me parece muy requetebién.
No hay nada absolutamente malo bajo el sol, ni siquiera la
santa coacción.
La carta de Ramón
no tiene desperdicio. Se escandaliza, como una ursulina, porque
hay un 0´7 de católicos que prefiere prevenir
el SIDA con la fidelidad o la abstinencia. Vivir y dejar vivir.
Yo conozco más gente fiel que promiscua, a la que el
consejo de la fidelidad les viene mejor que el del condón.
Además, cuando uno tiene relaciones sexuales, no se
limita a meter una cosa en otra, sino que antes hay muchas
humedades. Por eso el condón no es la panacea.
Ramón dice que no hay consenso en la cuestión
de qué es un ser humano. En efecto, no hay consenso,
pero lo cristiano, lo progresista, lo que además hace
el Derecho, es elegir siempre la interpretación que
favorezca al débil, y en este caso el débil
es el nasciturus. Además, si un embrión no fuera
un ser humano, ¿por qué lo íbamos a ser
tú y yo, que somos como él un montón
de células, sólo que más cagonas y pedorras
y con más mala leche?
Por último, Ramón, lamentas que en la derecha
española haya tanto opusino infiltrado, como si eso
fuese un defecto objetivo de la Derecha o del Opus. Y digo
yo: ¿te gustaría que te prohibiésemos
a ti infiltrarte donde te dé la real gana? Cada cual
se mete donde quiera y hace proselitismo donde le venga en
gana. Yo por ejemplo hago proselitismo de mis ideas entre
mis trescientos alumnos, y a mucha honra.
Saludos
Epi
(de Dionisio) poderoso caballero
es don dinero
Querido Compaq:
En efecto, creo que tus intuiciones y presentimientos (¿barruntos?
:-) cuidadito no te vayas a contagiar) están bien encaminados.
Si dicen que guardan el corazón con siete cerrojos,
el dinero debe estar guardado con siete mil cerrojos y claves.
Fíjate que después de haber estado allí
varias décadas no tengo información sobre el
entramado financiero del opus y su entorno. Todos sospechamos
(basta saber sumar) después de haber estado en un consejo
local de san Gabriel que las cantidades que se manejan son
enormes. Sin embargo, los que han estado metidos a fondo en
ese movimiento masivo de dinero son muy pocos y seguramente
siguen allá adentro. Yo apenas tuve referencias tangenciales
de uno, español que vivía en Estados Unidos,
Manolo, no me acuerdo del apellido, me parecebe que empezaba
con B. Sé que murió de viejo. Casi toda la vida
de este numerario estuvo dedicada a trabajar en las grandes
finanzas del opus.
Pienso que tu objetivo es muy importante y seguramente peligroso.
No quiero desanimarte, pero sabiendo que algunos del gobierno
de Felipe González no pudieron incarle el diente al
opus como les hubiera hubiera gustado, me parece que lo vas
a tener muy difícil.
Mientras tanto, lo que vamos haciendo entre todos, tú
mismo con un nivel destacado, el papel de mosca cojonera,
tiene también su impacto financiero no despreciable.
Cuanta más gente esté avisada menos incautos
engañarán, para seguir sacándoles dinero
y vida. Será imposible calcularlo, pero estoy seguro
de que entre todos les estamos haciendo daño en el
bolsillo, que es, como acertadamente piensas, donde más
les duele.
Creo que debemos felicitar el gran nivel de todo lo que se
está escribiendo.
Saludos a todos.
Dionisio
P.D. A mí también me gusta mucho todo lo que
escribe Victoria
(1 de diciembre). ¡Sigue! Lo que no me gusta es que
Ramón (1 de
diciembre) se despida para siempre después de haber
destapado el frasco donde guarda tanta sabiduría. Ramón,
esta página creo que tiene un sitio para tí.
Te ruego que reconsideres tu decisión. Otros hay que
me gustaría que se despidieran para siempre, pero a
mí me ha encantado tu correo. ¡Sigue!
(de Emevé)
Querido Carlosmanuel,
tengo sobornada a una oreja que me ha pasado tu mail antes
de que salga publicado, porque la tengo como un zancudo en
la ídem, diciéndole que cuando escriba un peruano
me avise... el soborno me va a costar una copita 'pisco sour',
espero que tú lo sepas preparar porque yo soy un desastre
(eso no se lo cuentes que la tengo engañada, jajaja)...
Te cuento que no eres el único peruano que visita
opuslibros, hay varios, pero no todos son exes y no todos
escriben, de hecho la única peruana que escribe actualmente
cest moi y así en puro afán paranoico
me pregunto si no serás un invento de la aop regional
para neutralizar mis valiosos, casi ganadores del premio pulitzer,
aportes a la
web... así que cuéntame por fa un poco
más de ti, para romper el hielito de la duda que me
cubre esta tarde...
De otro lado, pienso yo que si los ex hermanitos tuyos y
míos me quisieran ubicar sólo tendrían
que leer lo que escribo, porque si ocupé alguna vez
un lugar en sus mentes y si de verdad me llegaron a querer
y conocer, les sería fácilmente identificable
(después de lo dicho confirmo que JAMAS se preocuparán
siquiera en buscarme porque les exigiría unas disculpas
que me merezco), y hasta me da un poco de "adrenalina"
pensar en que me encuentran y les digo algunas cosas a la
cara... pero es mejor evitar la tentación... por el
momento.
Bueno chico, estoy expectante por saber más de ti...
Espero que te animes y escribas prontito tus vivencias en
la web...
Un beso por adelantado...
Emevé
(de Ibert) CODIGO DA VINCI
Estimados orejas,
En varias oportunidades se ha opinado sobre el libro de CODIGO
DA VINCI. Si bien este libro es solo una novela, sin pretensiones
históricas y menos aun, que el tema central sea la
opus, no por ello deja de tener algunos aspectos interesantes.
Les adjunto un
artículo del escritor Umberto Eco, que me parece
que pone las cosas en su lugar sobre el asunto, por lo menos
el histórico que es más relevante, en el libro,
que el tema de la opus. Y para que Eco se haya dado el tiempo
de leer algo que algunos consideran poco digno de atención,
quiere decir este libro algún mérito tendrá.
Desde ya, hablar de tema de la Opus, aunque no sea en forma
rigurosa, impulsa la curiosidad para que la gente se interese
en esta institución, más aún si fue atacada
ferozmente por la misma.
Adjunto el artículo, aunque en italiano, que las orejas,
como buenos exopus, dominan este idioma
Como siempre, saludos y felicidades
Ibert
(de Angel) Carta abierta a Emilio
Querido Emilio:
Planteas un interesante dilema: a quien creer a está
página o a las páginas oficiales (o encubiertas)
del Opus Dei. Tratare de demostrarte que no existe esa disyuntiva,
sino que más bien son complementarias. Partamos de
un hecho: los documentos internos que se publican aquí
no sólo no han sido desmentidos; sino que incluso los
del Opus Dei han aceptado que son verdaderos.
Por ejemplo, en un correo del 17 de noviembre un miembro de
la prelatura que firmaba con el nombre de Joseph
María decía: Hacéis
mal en publicar cosas que no se venden en las tiendas porque
son de mi familia. Y agregaba: Los libros de Meditaciones
harán mucho bien: son buenísimos. Los otros
textos institucionales también son muy buenos, y desde
luego no merecen que se les trate furtivamente como hacéis.
Además, ten por seguro, que si algún documento
hubiera sido falsificado, hace mucho tiempo que hubiera sido
esgrimido como argumento y con razón contra la
credibilidad de esta página.
No hace falta ser psicólogo para saber que a veces
el dolor o el resentimiento, puede distorsionar los testimonios
personales y ponerlos en duda. Pero ningún sentimiento
afecta a la objetividad de los documentos. Más aún,
si analizas con detenimiento, verás que esos textos
corroboran, en lo fundamental, las versiones de los ex miembros,
más allá de la pasión que se le ponga.
Lo que informa el Opus Dei sobre si mismo es en líneas
generales correcto. Lo que no dice es todas las consecuencias.
Te pongo un ejemplo, habla de que se ocupa de proporcionar
dirección espiritual a sus miembros para buscar la
santidad personal. Sin embargo, oculta la verdadera naturaleza
de esa dirección espiritual, ni como se utiliza y,
menos aún, que la información íntima
que se cuenta al director es compartida con otros en los diversos
niveles, ejerciendo así un mejor control sobre los
fieles de la prelatura.
Si quieres saber que significa realmente en la práctica
dirección espiritual para el Opus Dei, tienes que leer
el informe interno sobre un numerario que se traslada
de una delegación a otra; y el informe interno sobre
un numerario para el que el consejo local solicita que se
le conceda la fidelidad,
que están publicados en esta página.
Veamos otro caso. El Opus Dei sostiene que no incorpora niños.
Sin embargo, en estas páginas encontrarás más
de un testimonio de que ingresaron a los 14 y medio, 15 o
16. En una de las webb oficiales del Opus Dei que has leído
se afirma: Nadie puede incorporarse jurídicamente
a la Prelatura hasta que ha cumplido al menos dieciocho años
de edad, la mayoría de edad legal en casi todos los
países. Por otro lado, lo cierto es que casi todas
las personas que se incorporan al Opus Dei lo hacen después
de haber cumplido los veinte o treinta años; y bastantes
lo hacen aún más tarde.
Añade: Una persona que ha pedido formalmente
ser admitida en el Opus Dei, debe esperar como mínimo
un período de seis meses antes de que se le conteste
afirmativa o negativamente. Durante ese tiempo de espera,
se le explican detalladamente los aspectos espirituales y
prácticos del Opus Dei. Al finalizar ese plazo, si
continúa deseándolo y se cree que tiene realmente
vocación al Opus Dei, esa persona es admitida. A lo
largo de los siguientes doce meses (como mínimo), se
le explican de nuevo todos los aspectos que deberá
vivir a lo largo de su vida, y se da respuesta a todos sus
interrogantes. En todo este tiempo, a pesar de haber solicitado
formalmente la admisión y de habérsele concedido,
la persona interesada no está todavía incorporada
jurídicamente al Opus Dei..
Continúa: La edad mínima para incorporarse
jurídicamente al Opus Dei es de dieciocho años.
Por tanto, nadie puede ser admitido antes de los diecisiete,
ni se toma en consideración la petición de admisión
de quienes no hayan cumplido los dieciséis años
y medio. Las personas que, a partir de los catorce años
y medio, deseen pedir la admisión, podrán hacerlo
como aspirantes (
) Los aspirantes no son por tanto fieles
de la Prelatura. En el momento en que una persona pide la
admisión como Numerario o Agregado, queda bajo la jurisdicción
de la Prelatura. Los aspirantes, por tanto, no están
aún bajo esa jurisdicción, y no son fieles del
Opus Dei ni han adquirido ningún compromiso jurídico.
¿Es falso lo que afirma el Opus Dei?, por supuesto
que no. Pero si se lee con cuidado el énfasis se pone
en que jurídicamente es así, aunque
al que comienza este itinerario en ningún momento se
le dice que está en periodo de prueba o de manera temporal,
sino que se le recalca desde el primer momento que es para
siempre; y no se permite dudar de la vocación que los
directores han descubierto.
Pero hay más. Si lees con cuidado se afirma que en
el momento en que una persona pide la admisión como
Numerario o Agregado, queda bajo la jurisdicción de
la Prelatura. Es decir que si comienza a los 14
y medio su camino, seis meses después cuando
es admitida- o sea a los 15 años; ya está bajo
la jurisdicción de la prelatura. ¿Y
donde quedó el mínimo de 18 años? ¿Es
posible estar bajo la jurisdicción y no ser jurídicamente
fiel de la prelatura, como se afirma?.
Todo este galimatías se aclara si lees las Constituciones
los Estatutos y otros documentos que aquí están
publicados, además
de los testimonios. El Opus
Dei no da la información completa y hace como aquel
que se fue a confesar y se acusó de robar una cuerda.
Pero no dijo que la cuerda estaba atada a un burro y éste
a una carreta, que llevaba encima una cosecha.
¿Por qué sucede esto?, porque existe una contradicción
esencial en el Opus Dei. Se presenta como un movimiento laical
y es de naturaleza clerical. Se trata de una prelatura, conformada
y dirigida por clérigos, a la que se asocian laicos
sólo en calidad de fieles.
Esos fieles, especialmente los que viven en celibato apostólico
numerarios y agregados- tienen una forma de vida poco
secular, fruto de sus objetivos y de que se trató de
adaptar para ellos las prácticas tradicionales de los
religiosos: cilicios, disciplinas, lectura de la correspondencia,
cuenta de conciencia (confidencia o charla en el Opus Dei),
el capítulo de faltas (las autoacusaciones de rodillas
en el Círculo Breve), etc. Viven como religiosos de
los de antes, sin serlo jurídicamente.
Asimismo, las mujeres en el Opus Dei realizan en las casas
las tradicionales funciones de los legos o donados en los
conventos. Además, consideradas hijas de Eva, han heredado
la carga negativa de que las rodeó la visión
tradicional de cristianismo. Por eso, duermen sobre madera
y no en colchones y se proclaman esclavas del Señor.
Se trata de presentar como expresión de modernidad
religiosa, pero responde al más rancio fundamentalismo
católico; y no sólo en sus concepciones espirituales,
sino también en su praxis.
Estas contradicciones llevan a destacar sólo lo que
interesa a la imagen pública, manteniendo en la sombra
aquello que desdice de esa imagen o podría abrir debate
sobre su verdadera naturaleza. En los testimonios de estas
páginas, podrás encontrar lo desgarrador que
resultó para algunos este divorcio entre lo predicado
y lo vivido.
Un saludo
Ángel
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