“Aquí me tratan con caridad, pero mi madre me trataba con cariño”

Mediterráneo, 18/11/2024

Lo que cuento aquí está sucediendo a fecha de hoy, y no doy datos para no pueda localizarse a la persona en cuestión. Quien leyere, entienda.

Un/a agd (que no pidió la admisión como numerario/a porque una enfermedad infantil le dejó con ciertos problemas de movilidad) desarrolla una carrera profesional muy brillante, con mucho éxito económicamente y a nivel de prestigio, tanto que a día de hoy, ya retirado/a, todavía tiene clientes que van verlo/a a la residencia...

Ángel (3) Agregado en Guatemala

"Llegamos al pitaje"

Ángel (4) Agregado en Guatemala

"Viviendo en la burbuja del Opus Dei"

ÁNGEL (2)  Agregado en Guatemala

"Me acerco al Opus Dei irremisiblemente".

NOTA DE GOBIERNO

ctr agd                                                                                                                    cr 1/16

1. Adjuntamos "Experiencias sobre la organización económica de los ctr de agd" (Anexo B).

2. Como estos asuntos son responsabilidad de todo el cl, no sólo de los scl (cfr. Experiencias locales 2010, 124, 1), interesa que todos conozcáis y entendáis estas cuestiones, y facilitéis su aplicación práctica.

3. Si tenéis experiencias o sugerencias sobre la puesta en práctica de este av agradeceremos que las enviéis a la dl, que las hará llegar a la cr. Esto permitirá, en su caso, seguir mejorando estas experiencias.

Madrid, 14 de octubre de 2016

ctr agd                                                                                                            Ref. cr 1/16

                                                                                                                            Anexo B

EXPERIENCIAS SOBRE LA ORGANIZACIÓN
ECONÓMICA DE LOS CENTROS DE AGREGADOS

1. Introducción

1.1. Las experiencias que se recogen en este documento tienen como finalidad ayudar a los cl en su tarea de velar para que se viva en los Centros —individual y colectivamente— el desprendimiento cristiano de los bienes materiales, conforme al espíritu de la Obra, cuidando que se lleven a la práctica los criterios de orden y las manifestaciones de pobreza en el modo de llevar los asuntos económicos.

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Contestando a Saturia, tengo que decir que todo lo que dice es cierto y se queda corta. El nivel de racanería llega a ser miserable... en la sf.

La sv es otra historia, es otro nivel, y para muestra, un botón: en La Moraleja (una urbanización de alto standing al norte de Madrid) hay un centro de la sv, desde hace muchos años. La parcela más pequeña en esa urbanización debe tener un mínimo de 1Ha; el centro ocupa una manzana entera, por una calle entra la sv y por la calle de atrás, paralela, entra la administración. El centro tiene piscina, pistaS de tenis, pistaS de pádel, zona de barbacoa, bosquecillo, etc. A tal nivel llega la cuestión que, hace ya años, se recomendó que no fuera gente de fuera, porque podían no entender la pobreza...

Ventilando el Opus Dei: ¿Renovación y cambio?

En los últimos videos de Ágora Coloquios se ha comentado la figura del agregado y cuáles eran las principales diferencias con los numerarios. Me llamó la atención que algunos destacaron la apariencia física. Yo respeto esa opinión, pero en mi experiencia eso nunca ha sido algo a tener en cuenta.

Creo que el principal criterio objetivo es que los numerarios deben estudiar o tener carrera universitaria. Los agregados “podían” tener carrera universitaria pero no era necesario. Otro criterio importante es disponibilidad para viajar y cambiar de ambientes e incluso de países. Si por circunstancias familiares o de forma de ser no se veía que una persona pudiera encajar viviendo en un centro o estando disponible para cambiar, y si llegara el caso cambiar de trabajo, entonces se le orientaba a agregado.

Ninguno de estos dos elementos importantes está destacados en los estatutos. ¿Es esto fraude normativo? Algo tan importante ocultarlo en los estatutos y luego regularlo ocultamente en documentos internos o prácticas consolidadas.

Los estatutos hasta ahora vigentes solo hacen referencia a la disponibilidad que emana de circunstancias y también dicen que se pueden admitir a agregados o supernumerarios con enfermedades crónicas, o sea, que no se puede pedir admisión a numerario si se tiene enfermedad crónica. También se dice en los estatutos que los numerarios “especialmente dedicados a encargos de gobierno o de formación…” así que por contraste no se dice explícitamente, pero se está diciendo que a los agregados no los verás en cargo de gobierno: como mucho, pueden ser secretarios de un consejo local, pero no verás ni siquiera un agregado subdirector de un centro y mucho menos director.

Si los numerarios son especie en extinción, no te quiero contar los agregados. Es admirable como de los pocos que quedan algunos son ejemplo de entrega, fidelidad y cómo aguantan tantas cosas que Dios se lo tendrá en cuenta.

Nocompensa

Agregados del Opus Dei (II)

Hablamos de la vocación de los AGREGADOS. Diferencias con los numerarios. Condiciones para ser agregados. ¿Es el espíritu del Opus igual para todos?

Un viaje a la eternidad

Mis años en el Opus Dei: 1959-1982

Durante muchos años he mantenido este documento en secreto. Mis amigos más cercanos dijeron que no cambiaría el mundo pero que podría cambiar mi vida. Sin embargo, ahora con 84 años y jubilado –y habiendo descubierto que, el lunes 29 de noviembre de 2021, el Papa Francisco, durante su audiencia con el Prelado del Opus Dei, Mons. Fernando Ocariz, animó al Opus Dei 'a difundir por el mundo el espíritu de veracidad, a oponerse a la superficialidad y a la injusticia que reinan en las relaciones sociales' – Decidí que era hora de publicar el segundo capítulo de la historia de mi vida: A Viaje a la Eternidad.

Me animé aún más a publicar este libro cuando supe que el Papa Francisco, en un Moto Proprio Ad charisma tuendum, el 22 de julio de 2022, dijo que quería que el Opus Dei "introdujera una mayor transparencia dentro del gobierno de la Iglesia Católica".

Escribir este libro me ha permitido ver no sólo cómo ayudé al desarrollo del Opus Dei sino también, y lo que es más importante para mí, cómo estos años moldearon mi vida. Sé que, en los años transcurridos desde que me fui, el Opus Dei está evolucionando para mejor. Por ejemplo, a los miembros numerarios (es decir, célibes) ahora se les permite pasar la noche con sus familias. Esto no estaba permitido mientras fui numerario de 1959 a 1982.

Espero que este libro ayude a aquellos interesados en el Opus Dei a comprender mejor su naturaleza y modus vivendi, descubrir lo que aprendí y por qué –después de veintidós años como miembro numerario– decidí dejarlo.

Testimonio completo en español

Testimonio original en inglés

AGREGADO

Si vivo con mis padres no hay problema,

pernocto, como y ceno por la cara,

la labor, mi Familia me acapara,

la de sangre la olvido por sistema.

Si soy o no buen laico, ese es el tema,

mi vida con mis padres se enmascara,

así con mis amigos doy la cara

y salgo con apuros del dilema.

Los numerarios creo que me desprecian,

Condescendencia en mí usan sin saña,

“hermano lego, oblato, mayordomo...”

A un tris de la extinción me menosprecian,

quedamos varios cientos en España:

un fracaso total de tomo y lomo.

Ramana

Recientemente, tuve la oportunidad de viajar a una ciudad donde residí durante mi tiempo como Numerario. Durante mi visita, me reencontré con amigos y rememoré los buenos momentos vividos en esa ciudad. Entre las personas que volví a ver se encontraba un miembro activo de la Obra. Al preguntar por los que quedan, incluido un Agregado que recuerdo como una persona sumamente noble, me sorprendió enterarme de que estaba atravesando dificultades económicas. Esto me desconcertó, considerando que es un profesional que trabaja en el colegio labor personal de la ciudad.

Al profundizar en la conversación, la respuesta fue: “es que el director no le suelta un peso”. Según me explicaron, el director tiene posesión de la tarjeta bancaria del Agregado y la utiliza según su propio criterio. El hombre cada semana realiza su movimiento económico pero el director le da solamente la mitad de lo que pide, ya que “están cortos de dinero y necesitan que gaste menos”.

Frente a esta situación, el Agregado se vio obligado a buscar formas adicionales de subsistencia. En secreto, imparte cursos y procura que le paguen a través de terceros para evitar que el director tenga acceso a esos fondos. Con las ganancias obtenidas, logra satisfacer parcialmente sus necesidades.

La incredulidad me invadió al escuchar esta historia. Me pareció un claro abuso económico: primero, se apoderan de su tarjeta bancaria y, en segundo lugar, solo le proporcionan una fracción de lo que pide. Desconozco si esta disposición es particular del director en cuestión, de esa ciudad o si es una práctica a nivel regional.

Cuando dejé la Obra, este tipo de manejos económicos ya no se llevaban a cabo. Cada miembro gestionaba su propio dinero, su cuenta bancaria y pagaba la mensualidad del centro. En ese entonces, se fomentaba la generosidad para contribuir con la mayor cantidad posible claramente.

Desde mi perspectiva personal, el aspecto económico siempre fue uno de los aspectos que más malestar me generó. No comprendía por qué el fruto de mi trabajo debía entregarse íntegramente a la Obra. Durante mis diez años como Numerario, las veces que realicé el denominado "movimiento económico" (como se le llamaba en mi región) fueron escasas. En mis primeros años en la Obra, consideraba totalmente irracional tener que ir al secretario después del círculo para solicitar dinero. Por ende, yo manejaba mi propio dinero y no entregaba mi tarjeta bancaria, a pesar de recibir correcciones fraternas, reprimendas en la confidencia y del secretario. No obstante, no me importaba. Con el tiempo, se abandonó ese enfoque y se otorgó una mayor "libertad".

Reflexiono sobre cuántas personas entregan todo a la Obra durante tantos años y en qué medida. En caso de abandonar la institución, se enfrentan a la difícil tarea de reiniciar sus vidas, conscientes de que el fruto de su trabajo no les pertenece; la Obra se lo ha llevado y no será devuelto.

Amadeo

 El escrito de Saturia Valentín “El irracional clasismo del fundador” (26 enero de 2024) me ha recordado una anécdota de hace muchísimos años, primeros setenta del pasado siglo. Yo era numerario y miembro del consejo local de un centro en el que se llevaba una obra corporativa dedicada a la enseñanza en un distrito obrero de la ciudad. También había allí un centro de agregados (no recuerdo si por entonces se llamaban oblatos todavía) que empezaban a formar parte de consejos locales y que podían tener, por tanto, acceso a algunas notas internas de las que se enviaban desde Roma para infinidad de asuntos.

Un día me encontré al director expurgando algunas notas que él creía que podían ser ofensivas para los agregados. Había una que recomendaba que, si en alguna ocasión se invitaba a almorzar en el centro a alguien que pudiese escandalizarse por el servicio de comedor, a cargo de unas numerarias auxiliares perfectamente vestidas como servidoras de una casa de alto nivel económico, con frecuencia jóvenes y guapas, se hiciese servir la mesa a algún agregado.

Al buen director le parecía, con razón, que la nota podía escandalizar a cualquier agregado que la leyese y decidió retirarla de la vista; no sabría decir si, además, comunicó la inconveniencia a Roma, por el cauce reglamentario. A mí me escandalizaba también que el motivo de fondo fuese evitar el "qué dirán" que podría surgir a la vista del servicio doméstico de lujo, o de que fuesen mujeres jóvenes quienes servían la mesa, pero en Roma no parecían caer en la cuenta de que un escándalo similar podría producirse si la mesa la sirviese una especie de mayordomo, parece que a ellos les preocupaba más la posible murmuración sexual que la de los lujos. ¡Qué cosas!

En aquellos momentos se vivía también un clima de extrema exigencia por parte de las notas de Roma, pero el director tenía buen sentido y no hacía demasiado caso porque seguramente pensaba que los numerarios de aquel centro ya tenían bastante como para ser acosados con exigencias un poco histéricas, además de que había bastantes que no habrían hecho el menor caso. Era el tiempo del posconcilio y el Opus Dei empezaba a presentarse ante nosotros como la única iglesia fiable y no herética, cosa que no dejaba de ser mosqueante para algunos.

Supongo que todo aquello, incrementado con la llegada de un nuevo director totalmente fanático porque el anterior se hizo sacerdote, supuso para mí una de esas señales que me empezaron a suscitar dudas de fondo sobre la organización y sobre si yo quería seguir siendo un directivo en ella, como empezaba a ser.

Carlos B.

 Desde Centroamérica

18/11/2023

¿Qué son los agregados/as? ¿Quiénes deciden que lo sean? ¿Están por debajo que los numerarios/as? ¿Qué tipo de vida llevan?

Cómo abandoné el Opus Dei: “Está todo tan bien montado que te dejan sin salidas”

María Isabel Mena logró que la organización más influyente de la Iglesia Católica borrara sus datos y le exigió una indemnización de 90.000 euros por los daños causados tras dos décadas como agregada; Blanca, su hermana menor, fue supernumeraria de los 18 a los 24 años

Sofía Pérez Mendoza

14 de octubre de 2023 22:26h

La primera vez que fue al cine con un compañero de trabajo pensó que a la salida le partiría un rayo. Mabel estaba tan segura de su muerte que cuando no ocurrió decidió desafiar otra vez los límites que le impedían hablar con hombres, acudir a ver una película o vestir pantalones desde el 19 de diciembre de 1978. El día que ingresó en el Opus Dei tenía 14 años…

Artículo completo en El Diario

Sola. Aislada. Poca, muy muy poca cosa. Así me sentí desde la fidelidad, creo. Hasta prácticamente el final. Un trapo sucio. Que no podía hacer todo, por mucho que lo intentara e intentara e intentara: no tenía fuerzas ni las tendría nunca. No conseguía cuadrar la cuenta de gastos: esto me angustiaba. No llegaba puntual a misa: esto me angustiaba. Si llegaba puntual al retiro, algo de arreglo físico iba mal, y recibía una corrección fraterna: esto me angustiaba. Si en la charla se hablaba de alegría, no podía parar de llorar: esto me angustiaba muchísimo.

Un día, después de años (décadas) de repetirlo sistemáticamente, vacié el alma, como siempre: "tengo tentaciones de vocación". Y esta vez no hubo intentos de que recapacitara: "Me alegro de que me lo digas. Llévalo a la oración." Me indigné, igual que cuando me plantearon la vocación. Igual que entonces, sumisa, hice caso. ¡Menos mal! Y con la venia de las y los directores, dejé la Obra. Jurídicamente, se supone (!!!) porque después, aún pasé tiempo consultando como una adolescente qué era adecuado hacer con el hombre que me gustaba. Y luego, me sentí como un trapo sucio, rechazado por Dios: le había dado toda mi vida, desde mi adolescencia, y no le había parecido suficiente.

*** No, no estoy del todo re-hecha. Pero no he vuelto a sentirme sola. Qué curiosísimo me resulta. Y hay gente que me escucha. Ya no me siento profundamente insignificante. Me siento igual que los demás. Ni más ni menos. ¿Para qué escribo? Para los in, o para sacarme el desasosiego de dentro. No, no escribo por venganza. Admiro la bondad de algunas personas de la Obra. Y sigo queriendo de verdad a bastantes.

Ya no siento rabia. No contra las personas. Siento ternura cuando hablo con una mujer joven e ingenua que me cuenta su tristeza por no sentirse escuchada por las directoras. Siento cariño cuando en Misa me encuentro tanta gente que sigue ahí.

Pero tengo que escribir. Escribo por el congreso para redactar los nuevos estatutos. Escribo para que me lea alguien con dos dedos de frente, y con poder. Y pongan remedio. Y no haya más personas-trapos sucios y rotos acurrucados en un rincón. ¡BASTA!

Haced lo que sea necesario para que nadie más viva esa absurda angustia. Os jugáis el alma.

Casiopea

PD: me da la sensación de que este perfil sumiso-triste se ha dado más en la sección de mujeres. ¿Es así?

Agregados y numerarios

Gervasio, 13/07/2022

Leo últimamente en OpusLibros colaboraciones e ideas sobre las diferencias y similitudes entre agregados y numerarios; si debe haber más agregados que numerarios, si ambas figuras tienden a identificarse y cosas de este género.

En todo ello no hay que perder de vista que nos encontramos ante entes de razón; criaturas ideadas por nuestra propia mente. La madre naturaleza no produce agregados, ni numerarios. Son creación de la mente humana. Es como precisar qué es un caballero andante. Es como distinguir entre  elfos y duendecillos; entre nereidas, sirenas y náyades; entre galgos y podencos y por ahí p’alante. Un agregado es lo que la superioridad decida que se sea en cada momento; por supuesto, en modo alguno lo que él mismo decide según su leal saber y entender…

Hola Pez,

Gracias por tu respuesta. Creo que hubo una confusión de traducción. 

Con "asistentes numerarios" me refería a los naxes. La cuestión es que si Opus Dei quiere convertir a sus laicos en una asociación de laicos (para darles un lugar adecuado en el derecho canónico), probablemente tratará de llamar a todos los diferentes tipos de célibes con un solo nombre. De lo contrario, si mantienen los diferentes nombres/tipos con diferentes reglas y estilos de vida, el Vaticano puede pedir a Opus Dei que haga una asociación separada para cada grupo. Por lo tanto, es posible que se produzca una situación en la que todos los célibes sean "numerarios" de nombre (o como decidan llamarlos). Pero Ocariz-Fazio podría intentar mantener las diferentes agrupaciones (algunos viven en centros, otros no, algunos siguen haciendo el trabajo de naxes pero ahora se llamarán numes). Has dado una buena ilustración de por qué: si no mantienen las diferentes agrupaciones, la gente dirá que ha habido un cambio esencial y provocará conflictos y crisis dentro de la organización. Sobre todo a los numerarios más antiguos les costará aceptarlo. Y los directores no quieren lidiar con esa reacción emocional...

El escrito del pasado 1 jul ”El experimento de crear jóvenes agregados profesionales y otras cosas, de PaceOut, me ha producido serias dudas sobre el Opus Dei del que habla. Agradecería que alguien las solucionase en este foro, ya que seguro que no soy el único que las tiene.

En su para mÍ sorprendente escrito, PaceOut habla de “Asistentes numerarios” que se dedican a tiempo completo a las tareas domésticas; de un centro de numerarios, supongo. He tenido una enorme sorpresa y casi un susto al leerlo, ya que eso sí sería un cambio sustancial en las organización del Opus Dei. Es la primera vez en mis largos -y felices- años de ex numerario y en los no tan largos ni tan felices de miembro numerario que veo un cambio de semejante calibre. Me pregunto si es una figura equiparable en cierto modo a las numerarias auxiliares. Y se me ocurren muchas más cuestiones referentes a la forma en que esto afectaría al funcionamiento interno de un centro de numerarios. Hasta se me viene a la cabeza confusamente alguna afirmación de Escriba sobre que jamás habría “hermanos legos” ni nada parecido.

Habla también PaceOut en el escrito indicado, sobre un fracasado intento de crear “jóvenes agregados profesionales”. Aquí mi confusión es hasta incluso mayor. En primer lugar necesitaría que se me aclarase el significado exacto de “jóvenes agregados profesionales”. La clave para mí estaría en el término “profesional”. Empleado en el Opus Dei casi siempre me ha parecido confuso, como una especie de eufemismo opuesto a “trabajador manual“. Personalmente no logro encontrarle otro sentido que el que señala la Real Academia de la lengua: 2.adj. Que ejerce una profesión. U. t. c. s. 3. adj. Dicho de una persona: Que practica habitualmente una actividad, incluso delictiva, de la cual vive. Es un relojero profesional. U. t. c. s. Es un profesional del sablazo. 4. adj. Dicho de una persona: Que ejerce su profesión con capacidad y aplicación relevantes. U. t. c. s. 5. adj. Hecho por profesionales y no por aficionados. Fútbol profesional.

La Academia “limpia, fija y da esplendor”, pero no aclara mis dudas, achacables al sospechoso uso que le dan a este término en el Opus Dei. Entre otras cosas, porque cualquiera de estas acepciones, tan similares, son aplicables, o deberían serlo, a cualquier miembro de ambas secciones. Especialmente el n 4 por carisma fundacional (si es que alguien supo alguna vez qué era eso,claro) Lo de jóvenes está claro, evidentemente, pero me pregunto ¿por qué sólo jóvenes? ¿Y los de mediana edad? ¿Los pre-jubilatas? Lo único que me queda algo claro (supongo) es lo de “agregado”: miembro célibe del Opus Dei que vive con su familia o donde quiere o puede. Total: no se entiende nada.

O soy yo el que está fuera de juego: mi única vía de información en estos años ha sido Opuslibros y algún contacto ya lejano con ex numerarios y agregados. Pero durante años fui director, de hecho, de un numeroso centro de agregados en el que había un buen número de universitarios de alto nivel profesional y categoría humana que posteriormente, fuera del Opus Dei casi todos, alcanzaron altos niveles de responsabilidad profesional y prestigio. No creo que ninguno se sintiera menospreciado por ningún numerario, ni ellos lo hubieran consentido. Sí que ayudaban mucho con su formación y su consejo a los numerarios del consejo local, más jóvenes e inexpertos que ellos, pero afortunadamente, sensatos y que les querían en serio. Y nunca observé en ellos celos de los cargos de gobierno…quizás porque eran listos y buenos.

Había otro buen grupo de agregados dedicados a la agricultura de nivel (no al simple tractor), también profesionales ejemplares y prestigiosos que sufrieron en sus carnes la incompatibilidad entre su trabajo y vida rural y la “agregaduría”. En fin: todos ellos y otros más eran “jóvenes agregados profesionales”. Si ahora no queda casi ninguno de aquel numeroso grupo es entre otras cosas porque nadie, a instancias superiores, les hacía gran caso, porque, a su vez, nadie sabía bien qué papel jugaban en la Obra. Yo sí lo tuve claro: el que los numerarios se habían visto obligados a abandonar, por sus encargos internos , clubes y profesores de colegios: ciudadanos en medios del mundo.Pero la Obra les abandonó.

Pez

¡Hola! Nunca había escrito aquí. Dejé el Opus (o dejé de asistiendo a actividades, ya que ninguno de los laicos estábamos realmente "en" la prelatura) hace más de un año. Me gustaría recordar a todos que cambien su último testamento. Yo acabo de hacerlo. Dependiendo de dónde se viva, puede ser más o menos complicado. Así que mejor no dejarlo para el último momento.  

¡Gracias a Dios que lo dejamos! La vida es mucho más tranquila fuera.

Tengo un par de comentarios sobre las recientes observaciones de Antonio Moya, y también un último punto sobre los "jóvenes profesionales agregados".

Me gustaría reiterar lo que han dicho otros: no tienes que escribir nada pidiendo la baja, ya que no estás en nada, canónicamente. Si estás satisfecho en tu conciencia de haber hecho todo lo que podías, simplemente deja de presentarte. Y simplemente bloquéalos en tu teléfono si no quieres saber nada de ellos…

Quiero escribiros sobre mi despedida. Como dije en mi anterior escrito, fui viendo con el tiempo que no era mi sitio. Antes de eliminar apuntes que tenía de los retiros anuales leí algunas partes por encima. No las recuerdo textuales pero escribía que me quería ir, que me daba miedo perder el trabajo (porque acordaos que trabajaba en un colegio de Fomento de Madrid), quedarme sin amigos, sin entorno, sin apoyo familiar, etc. Nunca dije nada en la charla sobre mis dudas, por cómo soy de cabeza, y creo que es lo que me salvó. En ningún momento me dijeron si estaba en lo cierto o no porque no lo sabían.

Dos veranos antes de dejarlo sí se lo dije a la persona con la que hablaba. Llevaba unos cinco años haciendo la charla con él y le tenía un aprecio especial. Era una persona distinta y vivía las cosas, aunque sean algunas, un poco “normales” dentro de lo que ellos entienden como normal. Me dijo que lo rezara mucho y después de hablarlo durante el verano en varias ocasiones, decidí seguir adelante por un único motivo, mi madre.

Os contaré en otro escrito mi último año dentro porque la verdad es que da para mucho. Nos situamos en septiembre de 2018, arrancaba el curso con todo lo que conllevaba: trabajo, club, nivel del club, todo. Por mi miedo a perder mi trabajo, pensé que era mejor dejarlo a principio de curso porque si así era, podía demostrar a dirección del colegio durante el mismo que no cambiaba, que seguía siendo el mismo.

Dejé que pasara un mes y medio de clases y después entré en dirección de mi centro y dije lo que llevaba mucho tiempo queriendo decir: “lo he pensado mucho y quiero dejar de ser de la obra”. Ese primer paso es importantísimo y creo que aunque haya gente que luego dé marcha atrás, lo que genera en una persona que esté dentro ser capaz de hacer eso me parece muy relevante.

Me dijo que ok, que lo rezara mucho y que hablase con la persona encargada de los agregados. Al salir le escribí un mensaje y me respondió por la noche concretando un día para ir a la delegación. Tuve tres entrevistas con él, en un mes y medio. Me dijo que rezara una serie de cosas y que quizás me estaba precipitando, que me diese un tiempo.

La tercera vez que quedé con él hubo un momento que me dijo: “si lo tienes tan claro déjalo cuando quieras”, con otras palabras y arrogancia dijo: como veo que no vas a cambiar de opinión, déjalo. Tengo que decir que lo tenía muy pensado y sobre todo decidido. Me dijo que hablase con el director de mi centro para cerrar el día en el que escribiría la carta.

Le escribí contando y cerramos una fecha. Algunas personas le llaman el día de su nacimiento y otras el de su pitaje. Yo no le pongo un nombre pero sí os digo que lo celebro y lo celebraré, ese día no lo olvidaré nunca.

El día que quedamos fui al centro y me explicó qué cosas mínimas tenía que escribir en la carta y que podía añadir lo que quisiese. La escribí de forma muy sencilla en una habitación y se la entregué. Pasé al oratorio, hice mi última genuflexión allí y salí. Llegué al coche, me quité el anillo, lo guardé en la cartera y me fui a casa. La sensación que tuve en ese momento es indescriptible, única, inolvidable, maravillosa...

Me quedé muy tranquilo, satisfecho de mi decisión y si pensar en nada más.

 Ahora que ha pasado el tiempo me doy cuenta de que ese día puse fin a los círculos, charlas, club, retiros, cursos anuales, comeduras de cabeza, locura de vida, estrés por hacer las normas, madrugar para hacer la oración e ir a misa, aparentar, etc. Solo tenía libertad, mucha libertad de la de verdad.

Raimon

Es la primera vez que escribo y me gustaría empezar agradeciendo la existencia de la web y todo el trabajo y dedicación que hay detrás.

He decidido hacer un primer escrito sencillo. Me quiero presentar y ofrecerme a lo que pueda ayudar.

He sido agregado 14 años y lo dejé hace dos. Me hice el mismo día que cumplí los catorce años y medio. He atendido varios centros en Madrid dentro y fuera de la capital. Mi hice porque todo mi entorno lo era y porque mi familia también, unido a mi personalidad. Según fui creciendo fui viendo cada vez más y llegué a hacer cosas, junto con dos agregados de mi centro, que pueden sonar a locura pero que necesitamos hacer para “sobrevivir”. A modo de ejemplo os cuento una anécdota.

Nos dijeron que nos estábamos obsesionando con un asunto por decir una cosa en dirección y cansados ya de lo que se nos acusaba decidimos poner una grabadora debajo de la mesa de dirección el día que tenían el cl. Os podéis imaginar lo que escuchamos... así grabamos catorce, en periodos distintos por distintos intereses. No éramos monstruos, sufríamos y ya no éramos los chavales con catorce años y medio.

Así fueron pasando los años y fui viendo que no era mi sitio aún con lo que supone de cabeza pensar algo así para alguien que está dentro.

Hace dos años viví una situación con un amigo que estaba dentro que creo que fue la gota que colmó el vaso y me ayudó a dar el último impulso. Después de seis meses pensando el cómo y el cuándo, entré en dirección y dije que quería dejarlo. Lo que vino después os lo contaré otro día porque en mi entorno era conocido (profesor de un cole de Fomento, había atendido varios centros con muchas familias de por medio y estaba en contacto con mucha gente de dentro). Os podéis imaginar que hicieron todo lo posible para que diese marcha atrás.

Me pongo a escribir y me asusto... Son tantos recuerdos, sufrimientos, preocupaciones, vivencias…  Seguiré en el siguiente escrito

Raimon

Hola Agustina, hace mucho que no escribo en la web pero hoy no puedo evitarlo.

Esta mañana he pasado por la calle donde estaban Besana y Abisal. Los están demoliendo. Inicialmente estuvieron Besana, como colegio de Formación Profesional de pequeño tamaño, Incodesa (trabajaban para los centros), Decepal (la empresa que proporcionaba la comida a los centros) y Abisal, centro de Agregadas. También había un pequeño jardín, muy agradable, por cierto.

Cuando cambio la Ley de Educación, exigieron a los colegios un número mayor de metros, gimnasio, etc. Para poder sacar esos metros, quitaron Incodesa y Decepal y agrandaron Besana. Recuerdo que quitar los árboles fue bastante complicado puesto que ese espacio estaba catalogado como zona verde y requería unos permisos especiales. Abisal se salvó porque el Marqués había estado allí y claro, era un sitio histórico.

He querido escribir este pequeño texto porque sé que se sableó a innumerables Cooperadores, Supernumerarios, simpatizantes, etc. Abuelas que dieron muchísimos euros, todo por el nuevo Besana, porque la labor iba a crecer muchísimo, porque las niñas iban a entrar con 12 años e iba a ser más fácil de-"formarlas" y que luego pitaran. Muchos euros para un apostolado inmenso. Pero... la jugada no les salió como esperaban, el colegio se llenó de gente muy humilde, por decirlo de alguna manera, así que... de repente... ¡nos mudamos! y nos vamos a un barrio un poco mas cool, a Alcalá de Henares, donde nos regalan los terrenos y otra vez pedimos dinero y a seguir viviendo. Por cierto que por el camino, despidieron a Agregadas que habían pasado su vida en el antiguo Besana, dejándolas en la calle con más de cincuenta años y que se busquen la vida y no fue una, ni dos, sino muchas, en el nuevo Besana no tenían cabida.

Y yo me pregunto ¿no les da vergüenza la cantidad de dinero que han estafado para tirarlo en pocos años? nadie va a explicar a las personas que se fiaron de ellos porque su dinero hoy está siendo demolido?

Al pasar por allí se me han venido a la cabeza miles de recuerdos de Abisal, ese centro que hoy me recordaba a sitios horribles privados de libertad, hoy por fin ha desaparecido. Un "símbolo" menos del horror vivido. Muchas de las que hemos estado allí sabemos que más de una numeraria intentó acabar allí con su vida. Una de ellas, cuando por fin pudo irse de la Obra, se quitó la vida, no diré su nombre pero sabemos bien quién era, una chica muy inteligente, empática, de sonrisa tímida. Su muerte fue un shock.

El último año que estuve allí sólo quedaba un grupo de 14 agregadas, jóvenes. Por avatares de la vida me enteré de que prácticamente todas iban a una médico Numeraria de medicina interna (creo que la clínica se llamaba Salvia) y yo escandalizada, comenté a la Directora que algo debía de estar pasando, que no era normal que 12 personas, de entre 20 y 28 años tuvieran estrés y ansiedad. La respuesta fue que la gente de la calle estaba igual. ¿Igual? Trabajo en una empresa donde la mayoría de la personas son jovencísimas y son gente con muchas ganas de vivir, de hacer cosas, de conocer gente... no sé, lo normal. Y luego para rematar el día, me encuentro en Facebook a una de estas Directoras que tantas vidas destrozó de esas 14 agregadas y ha dejado la Obra (aunque sigue siendo pro-Opus a tope de power) casada y colgando fotos con su marido rezando el rosario por todos los rincones, ojalá te hubieras dado cuenta mucho antes de que querías casarte y no hubieras hecho tanto daño como hiciste.

Os dejo una foto de cómo el Opus Dei tira el dinero de los demás.

Fle

Querida García,

Nos has contado que ‘surgió’ algo especial por tu parte con respecto a un agregado. Supongo que eso especial es un interés romántico. Siento decepcionarte chica, pero los agregados del Opus Dei NO pueden tener ningún tipo de relación con una mujer que no sea la del afecto filial con sus madres y sus hermanas ya que por su vocación están obligados a vivir el celibato.

No nos explicas nada más, no sabemos si ese interés por tu parte hacia él ha surgido porque él te dio entrada o sencillamente tú te entusiasmaste sin que él haya hecho nada más que ser quien es.

Los agregados, aunque no viven en centros del Opus Dei, tienen que cumplir las mismas normas que un numerario y entre esas normas, relacionarse con las mujeres de otra manera que no sea un trato correcto y distante está terminantemente prohibido.

Yo te recomiendo que ahí lo dejes porque es casi imposible que vaya a existir una relación romántica con esa persona. Siento mucho decepcionarte, pero es mejor que sepas a qué te atienes. No merece la pena que vayas a salir con el corazón roto.

Un abrazo enorme

Salypimienta.

Se cumplen 90 años de la fundación del Opus Dei y debería ser un buen momento para felicitar a todas y a todos los miembros de la prelatura por este aniversario.

En mis tiempos de agregado fantaseaba con celebraciones de este tipo: cincuenta, setenta y cinco, cien años de la fundación de la entonces nuestra querida obra y con los fastos y festejos que se organizarían para esas fechas.

Con la relativa perspectiva que me otorgan los muchos años lejos de “nuestra madre guapa la obra”, al acercarse la fecha del 2 de octubre únicamente me asaltan pensamientos de fracaso, de engaño y de pérdida de tiempo.

La obra, tal y como está conformada, es un fiasco. Un engañabobos, o mejor un engaño para la gente buena que se acercó a ella simplemente para “ser santos”. Mentiras, medias verdades, manipulación de las personas y de sus conciencias. Falta de capacidad de pedir perdón. Engreimiento y prepotencia. Directores incapaces, inútiles, soberbios, obsesos en muchos casos.

Cuando echo la vista atrás, a esos primeros años de mi supuesta vocación, me invaden sentimientos de ternura y cariño. ¡Que bonita es la inocencia de la juventud! Luego, cuando pienso un poco, me doy cuenta de lo fácil que era engañar a la gente joven con dos tertulias, tres meditaciones y cuatro excursiones. La vocación tal y como la entienden en la obra ¡nunca existió!

La obra vomita a los hijos que cuestionan, a los que tienen dudas, a los que preguntan demasiado. Son hijos incómodos… son malos hijos. No tienen buen espíritu y por tanto molestan.

Hay gente en la obra que está aguantando porque no tiene más remedio. Por dependencia económica, por razones de edad o de enfermedad. Algo se estará haciendo mal cuando tantos y tantas viven empastillados sin ilusión por nada y rezando para los dejen en paz.

La obra está herida de muerte. No hay vocaciones de numerarios y del resto muy pocas. La única esperanza está en los hijos y en las hijas de los supernumerarios que, por otra parte ya están hartos de ser utilizados. Vocaciones de temporada, vocaciones que son pan para hoy y hambre para mañana. Se va más gente que entra. Se cierran centros. Se intenta lavar la imagen de la obra, pero dentro no ha cambiado nada y además no puede cambiar. No puede cambiar el espíritu que el fundador dejo grabado a fuego. Sería enmendarle la plana a un santo de altar.

Personalmente me alegro de esa deblacle, de que las cosas les vayan mal, de que no tengan vocaciones, de que les den collejas desde todos los lados. Lo siento, pero a mí me hicieron daño. Un daño que arrastraré toda mi vida. Me robaron mi juventud, mi ilusión y mi inocencia. No deseo eso para nadie.

Muy infeliz aniversario para todas y todos los miembros de la prelatura.

Jota

Perla 12: Cuando pité hicieron un círculo con las agregadas que habíamos pitado en los últimos tiempos. Éramos 6 o 7 y teníamos todas la admisión o ni eso. El círculo lo daba una numeraria y ahí fue donde oí por primera vez que "La obra es una familia de vínculos sobrenaturales y nuestro padre decía que los vínculos sobrenaturales son más fuertes que los de la sangre". Recuerdo que me impactó. Era muy fuerte cómo nos separaban de nuestras familias con comentarios así. Yo tenía 18 años y me tenían anulada, así que pensé que eso sería así. Sin embargo, tres o cuatro años más tarde, cuando la agregada que era amiga de mi madre me dijo que no la iba a tratar más "porque no entendía nada" (en el argot del opus "no entender" significa que la persona no ha recibido el don tan grande de entender esa maravilla que es el opus), me sentí traicionada y me dolió más que si me lo hicieran a mí...

Mi vida en el opus, comparada con otras historias que he leído aquí, es una mala noche en una mala posada. Creo que me hicieron sufrir pero que no me destrozaron la vida como a otros/as, entre otras cosas porque sólo estuve 5 años, me fui joven y pude hacer una labor de limpieza interior, de recomenzar desde la libertad. Si envío estas perlas es por compartir, por si en algo ayuda a quien las lea, o por el hecho mismo de escribir, lo cual supone realizar un ejercicio mental de recordar desde la serenidad...