OPUS DEI, LA ENTRONIZACIÓN
DEL FANATISMO
Por Cristóbal Guzmán
Primera parte
Los fundamentos ideológicos
Llegaron en riadas incontenibles llamados por la providencia,
por ese toque de distinción que los eleva por encima
de lo mundano, de lo concreto que esperan transformar en producto
de la acción divina a través de la "santificación
de la vida ordinaria" que pregonó su fundador.
Aunque la lucha no siempre fue fácil, ya lo han conseguido.
Atrás quedaron papas "timoratos", cardenales
"antipáticos" y gentes perdidas que intentaron
convertir la Santa Iglesia Católica en un "nido
de comunistas", de "intolerables revisionistas"
y de peligrosos partidarios de un diálogo con una gran
parte de lo que llaman "prójimo".
El beato Sanjosemaría ha devenido santo, como no podía
ser menos en este mundo tan propenso al pecado y tan necesitado
de amores tutelares.
La canonización de José María Escriba
Albás -nombre originario del clérigo- en la
Plaza de San Pedro ha sido la culminación de un largo
proceso en el que la organización por él fundada
ha ido escalando extensos ámbitos de la actividad social
hasta configurarse como la entidad más influyente en
las esferas económica, educativa, política,
religiosa y cultural, todas ellas impregnadas de su concepción
integrista, de sus fundamentos totalitarios y de su metodología
críptica que devuelven al catolicismo, y aun a la vida
civil, a las tinieblas de la Contrarreforma que sacudió
Europa en el siglo XVI.
Desde su fundación en 1928, el Opus Dei ha sabido
crear una maraña que no se corresponde con la estructura
de cualquier organización que, en situaciones de normalidad
democrática, se rige por el principio de la transparencia.
El Opus, cuyas obsesiones están regidas por el secretismo,
la captación de seguidores mediante el dolo y la opacidad
financiera, cuenta con la ventaja de su sólida instauración
en la élite económica y en las altas instancias
del Estado, lo que le garantiza una impunidad que todo el
mundo conoce pero que nadie se atreve a denunciar en función
precisamente de ese anonimato a todos los niveles que se relaciona
con las bases ideológicas de lo que, indudablemente,
constituye una secta legalizada.
Pero, ¿cuáles son esos fundamentos?
¿Cuál fue el contexto histórico en el
que se creó el Opus Dei y su posterior travesía
hasta la apoteosis canónica de su creador
?
La violenta interrupción del régimen republicano
español el 18 de julio de 1936 supuso también
acabar con la última experiencia genuinamente democrática
encarnada en el programa del Frente Popular. El levantamiento
de los militares africanistas encabezados por Franco, sustento
básico de la oligarquía agraria y de la Iglesia
católica, supuso el abrazo definitivo entre un Ejército
desprestigiado por sus fracasos coloniales y la jerarquía
clerical, que sellaban de este modo la liquidación
del laicismo democrático y el advenimiento de largas
décadas de represión educativa parcialmente
heredadas por la llamada transición democrática
de los años setenta. La Institución Libre de
Enseñanza dejaba paso al rezo obligatorio, la libertad
de conciencia al integrismo religioso, la ciencia a la Enciclopedia
Alvarez.
Pero el transcurso de las décadas corrió paralelo
a una crisis económica en la que, aun sin cuestionar
en ningún momento las bases ideológicas del
franquismo, parecía necesario incorporar "sangre
nueva" que revitalizara un régimen cuya corrupción
sólo era comparable a la insolvencia moral de la nueva
generación nacida en la dictadura. La incorporación
de la "tecnocracia del Opus", encabezada por Laureano
López Rodó, supuso que el general cediera parte
de su tutela a una organización de la que poco se sabía
y que andaba en clara pugna con los falangistas de pedigrí
y con otros sectores de la extrema derecha que contemplaban
con recelo su ascenso en la estimación del dictador.
Desde entonces, el Opus Dei, cuyo fanatismo religioso no le
impide ser adorador de la economía de mercado, ha ido
multiplicando su influencia hasta convertirse en uno de los
más indestructibles bastiones de un capitalismo voraz
sobre el que teoriza y marca las pautas desde sus universidades
y centros de reclutamiento.
Un proceso rápido
Aunque la escalada del Opus tuvo su primer momento de gloria
en 1947, pasando a ser el primer Instituto secular de la Iglesia
católica, ha sido en las últimas dos décadas
cuando ha sido entronizado desde el Vaticano. En 1981, seis
años después de la muerte del fundador, se introdujo
el caso de su canonización ; al año siguiente,
el papa Wojtyla lo elevó a rango de prelatura personal
; en 1992 Escrivá ya engrosaba la nómina de
beatos; en 2002, la canonización ha puesto el broche
de oro a tan vertiginoso ascenso.
La canonización del beato Escrivá, en un contexto
de clara hegemonía política de la extrema derecha
o de gobiernos muy cercanos a ella, y de la económica
con el endurecimiento del neoliberalismo, ha contado con un
campo bien labrado por la Obra aprovechando sus resortes de
poder dentro de la Curia. El pontífice polaco aguardaba
el momento de pagar como merecía el apoyo de la organización
en el asalto a la silla de Pedro, alianza desmentida de mala
gana cuando no abiertamente reconocida (A la muerte de
Pablo VI, antes del cónclave que elegiría a
Albino Luciani como nuevo papa, Wojtyla visitó la tumba
de Escrivá en la sede romana del Opus Dei y rezó
ante ella. Ya en 1994, Juan Pablo II volvió a Villa
Tevere y se arrodilló ante la tumba de Alvaro del Portillo,
gesto inédito hasta entonces al no tratarse el finado
de un cardenal. Muchos años antes, siendo arzobispo
de Cracovia, Karol Wojtila ya se alojaba en la residencia
opusiana en sus viajes a Roma, donde probablemente se decidió
la financiación del sindicato Solidaridad como instrumento
de desestabilización del gobierno polaco. (François
Normand, "El poder del Opus Dei", Le Monde Diplomatique,
septiembre de 2001).
La elección de San José María (la tropa
del Opus desfila bajo la unión gráfica Sanjosemaría),
independientemente de las numerosas irregularidades en un
proceso chapucero, refrenda el papel autónomo, cuando
no independiente, del Opus Dei en el seno de la Iglesia romana.
Este funcionamiento anómalo implica, como Prelatura
personal, la dependencia de sus miembros de un prelado general,
obviando el papel de los obispos y siendo tutelados solamente
por el papa, algo que ya era sabido pero que adquiere un refuerzo
estratégico a raíz de la canonización
del clérigo de Barbastro. De hecho, la creación
de la Sociedad de la Santa Cruz vino dada por el afán
de mantener un hilo de unión con los sacerdotes en
materia de "asesoramiento", término cuyo
significado exacto ya es de todos conocido.
La condición santa de Escrivá de Balaguer supone,
en la práctica, estigmatizar cualquier intento de disidencia,
tanto interna como externa. El propio postulador opusdeísta
del nuevo santo, Flavio Capucci, ya lo ha dejado claro ante
la prensa, recurriendo, en pleno siglo XXI, a un silogismo
de manual: "Como la santidad es un acto dogmático
que implica la infalibilidad del papa, el nuevo santo tendrá
que ser aceptado y arrinconadas las críticas de los
que llegaron a atribuirle defectos morales como la vanidad
o la iracundia". En cualquier caso, Capucci no pierde
ocasión para insultar a cuantos no comulgan con este
póstumo abordaje a los altares : "En algunos casos
exigiría cambiar los esquemas mentales, y no todo el
mundo tiene la flexibilidad mental necesaria". A este
respecto, un estudio sociológico sobre las canonizaciones
deja entrever de qué se trata esa "flexibilidad
mental" desde el punto de vista de la distribución
de la riqueza y de los ejemplos que la grey católica
ha de seguir para alcanzar el grado de santidad (Según
un estudio de 1966 elaborado por K. Y Ch. George, analizado
por el teólogo José María Castillo y
recogido por Juan José Tamayo-Acosta ("La
irresistible ascensión de Escrivá de Balaguer",
El País, 7 de octubre de 2002), existe una hegemonía
abrumadora de la clase alta en el santoral católico.
De 1.938 casos analizados, el 78% tiene esa condición,
el 17% es de clase media y el 5% de clase baja. La santificación
ha sido una de las actividades favoritas de Juan Pablo II
durante su pontificado, con 465 canonizaciones.)
Al parecer, esa "flexibilidad mental" consiste
en aparcar la razón y asumir como revelada la santa
predestinación del clérigo de Barbastro. En
la página web de Comunión y Liberación,
otra organización del integrismo católico surgida
en la Italia de los años 70 que ahora guarda buenas
relaciones con la Obra, figura una entrevista con Julián
Herranz, miembro muy influyente del Opus Dei entre las poderosas
camarillas que rodean al santo padre y presidente del pontificio
Consejo para los Textos Legislativos. En la citada entrevista
Herranz narra de manera encendida su primer acercamiento al
"Padre" en el momento dramático de la muerte
de un joven miembro de la Obra («¿Dónde
está Suso?», preguntó nada más
abrir la puerta. Me impresionó la expresión
profundamente dolorosa de su rostro : la de un padre que sufría
por la pérdida de un hijo. En la pequeña capilla
donde yacía Suso, el Fundador lo besó tiernamente
en la frente y, recitando el responso, permaneció largo
tiempo arrodillado delante del sagrario. Después vino
con nosotros a una habitación contigua, y vi su rostro
transformarse: irradiaba ahora alegría y serenidad.
Nos miró con afecto, y recuerdo que pronunció
más o menos estas palabras : « Nuestro corazón
está lleno de dolor, pero también tiene que
dejar entrar la alegría, porque aceptamos con amor
la voluntad de Dios nuestro Padre, y porque Suso ha vencido
su última batalla : ha permanecido fiel hasta el final
a su vocación divina». Y añadió
con fuerza : «Suso ha pasado de la vida a la Vida; del
amor al Amor». Lo que me impresionó en este primer
encuentro fue ver claramente en él una "imagen"
de Cristo, un "espejo" donde se reflejaba con naturalidad
la perfecta unión entre lo humano y lo divino, en una
personalidad fuerte que cautivaba) vista de que Escrivá
ya representaba la "imagen de Cristo", no resulta
xtraño que monseñor Herranz haga inmediatamente
apología del autoritarismo, muy nido a un paternalismo
que se despliega en la teología del borriquillo creada
por escrivá : "El borriquillo calentó en
el pesebre al Niño Jesús cuando los hombres
no le recibieron. Jesús escogió para su entrada
triunfal en la ciudad de los hombres un animal de carga que
va donde lo lleva el Señor, está contento porque
oye los gritos de Hosanna al Maestro que lo lleva y si alguna
vez abandona el camino, el Patrón que lo monta lo devuelve
a la senda. Ese borriquillo que hace con amor el trabajo,
cualquier trabajo que pida el Señor, ya sea el de llevar
diamantes o leña, porque sabe que en el fondo a quien
lleva siempre es a Cristo". Es curioso el reparto de
papeles : Jesucristo es el "Patrón", encarnado
en Escrivá, monta y dirige al borriquillo, a saber,
los fieles de la Obra y, en general, el "Pueblo de Dios"
elegido para la salvación de su propia alma y la del
prójimo, eso sí, siempre siguiendo el patronazgo
del iluminado clérigo que llegó a tener delirios
de grandeza (Escrivá de Balaguer adquirió
a finales de los sesenta el título nobiliario de Marqués
de Peralta).
Juan José Tamayo-Acosta, director de la Cátedra
de Teología y Ciencias de las Religiones 'Ignacio Ellacuría'
de la Universidad Carlos III de Madrid, es uno de los teólogos
progresistas que más han alzado la voz en los últimos
tiempos contra la entronización del Opus Dei. Uno de
los aspectos más censurados por Tamayo-Acosta es el
ciego paternalismo con que se trata al monje-soldado, no en
vano en su tumba figura la inscripción "El Padre"
que utilizan los miembros de la Obra para aludir a su fundador.
El teólogo echa mano del propio Evangelio (Mateo, 23,
8-10) para criticar no sin dureza este tratamiento que va
en contra de lo recomendado por Jesús : No llaméis
a nadie 'Padre' vuestro sobre la tierra, porque uno es vuestro
Padre, el del cielo. Ni tampoco os dejéis llamar 'Directores',
porque uno solo es nuestro Director : Cristo. El mayor entre
vosotros sea vuestro servidor ("Una
canonización inoportuna", El País,
10 de enero de 2002).
La instauración del integrismo como fuerza libre de
control dentro de una institución ya de por sí
bajo el yugo de fuerzas reaccionarias, supone un salto cualitativo
de indudable calado, lo cual ha sido posible no solamente
por la toma del poder de la organización dentro de
la Curia, sino también por el propio carácter
cerrado de lo que es más propiamente una secta en constante
crecimiento cuya plenitud no ha sido ajena a la proyección
de sus cuadros en todos los ámbitos de la vida civil.
Si algo caracteriza al Opus Dei es su funcionamiento claramente
endogámico, con una férrea instrucción
de sus miembros en centros educativos propios, sin que le
tiemble el pulso a la hora de reclutar precoces jóvenes
que son inmolados en la "pasión por Cristo"
desde edad temprana. También tiene obsesión
por la jerarquía familiar que retoma el más
rancio tradicionalismo, lo cual facilita la transmisión
ideológica de padres a hijos y alimenta esa endogamia
(Alberto Moncada, Evolución
histórica del Opus Dei).
Esa captación de jóvenes fieles, que acabarán
por ser controlados por el "superior", y el carácter
elitista de sus centros educativos y "clubes", ha
sido denunciada por algunos exmiembros de la organización.
Uno de los casos más sonados fue el de Miguel Fisac,
uno de los primeros soldados-monaguillo de Escrivá
durante la Guerra Civil española, que abandonó
el Opus e intentó declarar ante el tribunal que preparaba
la canonización del beato aragonés, algo que
no consiguió por el bloqueo desde altas instancias.
Sobre los métodos de la Obra en los ámbitos
educativos, Fisac declaraba recientemente: "Decía
(Escrivá) que los fundadores de congregaciones querían
arreglar una situación de amparo a los niños,
a los viejos, a las mujeres de mala vida, pero luego terminaron
poniendo colegios de niñas ricas. Y resulta que lo
que han terminado por hacer en el Opus Dei es colegios de
niños y niñas ricos. Los pescan de una manera
tremenda a los pobres críos". Sobre el exaltado
patriarca, sus palabras no dejan en buen lugar a los que han
dado vía libre a su canonización: "Lo conocí
muy bien. Nunca le oí hablar bien de nadie, a excepción
de Alvaro del Portillo, su sucesor.
De la gente, de dentro y fuera de la Obra, hablaba mal de
todos
era tremenda la manía que le tenía
a los curas y a las monjas" (Diario Perú.21,
6 de octubre de 2002). Pero el arquitecto manchego no
es el único en denunciar lo que algunos defendieron
en su día. Por aportar sólo un ejemplo, uno
de los que en 1994 eran estudiantes en la residencia Monteávila
de El Cafetal (Venezuela), narra así como transcurría
su santificada vida cotidiana : "Unicamente se permitían
los libros que figuraban en los índices de autores
refrendados por la Iglesia. Estaba prohibido dirigirle la
palabra a las mujeres que limpiaban y servían la comida.
Nuestras pertenencias eran registradas cuando estábamos
ausentes. Intolerancia religiosa, racismo, adoctrinamiento
y represión sexual son algunos de los señalamientos
que tengo contra el movimiento." (Declaraciones de
José Zuzarregui a El Nacional, Caracas, 9 de junio
de 2002). Venezuela es uno de los países latinoamericanos
con más penetración del Opus Dei en las últimas
décadas.
Muchos casos más pueden aportarse de este auténtico
lavado de cerebro que fabrica obsesos en serie e individuos
con ulteriores problemas mentales, máxime en jóvenes
adolescentes que se ven atrapados por la metodología
de extorsión, de imposición de culpas que hay
que expurgar y de la insistencia en el antagonismo entre el
mundo interiorizante del Opus que crea penitentes roídos
por la culpa y una realidad concebida como fuente de pecado
siempre al acecho. Esta distorsión de la personalidad,
que todo el mundo ha comprobado alguna vez con conocidos que
han ingresado en la organización, no pasa desapercibida
para muchas familias. En Bélgica, por ejemplo, el Opus
Dei fue incluido por el Parlamento en la relación de
sectas peligrosas, aunque la poderosa presión ejercida
por la Obra propició una marcha atrás descorazonadora
para muchos padres y madres que cayeron en la indefensión.
En otros países como Italia algunos diputados preguntaron
al Gobierno por la alarmante influencia del Opus en las esferas
del Estado, y en Estados Unidos tuvo que surgir la Opus
Dei Awareness Network Inc para combatir los efectos de
una penetración ideológica en la sociedad y
en las instancias gubernamentales (Es sabido que Louis
Freeh, director del FBI en la administración Clinton,
guardó silencio cuando se reveló que era miembros
del Opus Dei. Su hermano John dirige un centro en Pittsburg).
El carácter secreto con que cubren sus actividades,
el comportamiento críptico de sus miembros y su implacable
escalada en los círculos de poder a la sombra de su
sutileza son armas excelentes para desarmar a los críticos.
Todo el mundo sabe de su existencia y de sus técnicas
de captación, pero nadie conoce a ciencia cierta adónde
dirigir sus quejas ni precisar los responsables concretos
de las consecuencias que acarrea en los jóvenes su
proselitismo. La sociedad se ve influida por la Obra, pero
se esfuma en ella, lo que implica una efectividad fuera de
toda duda.
Del mismo modo, no faltan los que abandonan la organización
sin sufrir las serias consecuencias que conlleva la disidencia
contundente. Hay quienes han criticado públicamente
su repugnante integrismo ideológico y han visto peligrar
su puesto de trabajo por las presiones a sus superiores, y
hay quienes, sin duda, han visto cerradas las puertas a su
proyección profesional por la "traición"
que supone abandonar el rebaño de Escrivá (Es
el caso de Miguel Fisac quien, en declaraciones a Perú.21,
denunció la persecución sufrida por su familia
al abandonar el Opus Dei : "Tengo un hijo que se Opus
Dei, se llama como yo y la Escuela de Ingenieros Aeronáuticos
no quería darle el título porque se llamaba
Miguel Fisac. Todo esto tiene mucha historia, las persecuciones
que ha sufrido mi familia y mi hijo. Por eso me da un poco
de miedo todo esto". Otro caso es el de Carmen Tapia
que, antes de abandonar la organización, dirigía
la sección femenina. Su libro "Más
allá del umbral, una vida en el Opus Dei"
ya no se puede encontrar en las librerías.)
La concepción tradicionalista y reaccionaria del Opus
Dei como fuerza emergente, cuando no dominante, en la Iglesia
católica supone, al menos en el caso español,
una constante interferencia en las tareas del Estado. El fundamentalismo
de la organización se canaliza en numerosas asociaciones
"provida" que constituyen poderosos grupos de presión
en cuestiones como el aborto, el divorcio, la enseñanza
o la investigación científica. Hasta ahora,
las acometidas de estas asociaciones se limitaban a bloquear
las iniciativas de los gobiernos. Ahora, con la proliferación
de ejecutivos de derecha dura, han pasado a la ofensiva hasta
el punto de que los investigadores no se atreven a modificar
las leyes, sino a mantener las vigentes para no ver recortada
su actividad (En los últimos meses, los grupos vinculados
al Opus Dei y a sectores católicos de extrema derecha
intentan modificar la Ley de Reproducción Asistida,
mientras la ministra de Sanidad, Ana Pastor, se niega a permitir
la investigación con células madre con fines
terapéuticos. Uno de los miembros del grupo integrista
"Hay alternativas", el profesor de Derecho Rafael
Rubio, ha declarado abiertamente esta ofensiva : "Hay
que reformar la ley. Todo el mundo coincide en que está
obsoleta. Y, por eso, viendo la valentía de Pastor,
hemos aumentado la presión : ahora o nunca" (El
País, 30 de septiembre de 2002). En los últimos
días, esta asociación ha amenazado al Gobierno
de Andalucía y al doctor Bernat Soria con una querella
por su proyecto de investigar con embriones no viables).
Pero el trabajo sucio de reinstaurar esta concepción
retrógrada de las relaciones humanas no queda sólo
para el Opus Dei y sus aliados. El propio Juan Pablo II pidió
el pasado mes de enero a los abogados y jueces del Tribunal
de la Rota que se negasen a aplicar la legislación
en esta materia, lo que, a juicio de numerosos juristas, supone
"una invitación a prevaricar". De hecho,
José Luis Requero, miembro del Opus Dei y vocal del
Consejo General del Poder Judicial, reconoció que está
obligado a aplicar las sentencias de divorcio aunque, eso
sí, está de acuerdo "al 100% o al 200%
con lo que dice el papa".
Tras la estela de Trento
La querencia autoritaria y mesiánica del Opus Dei
es tan evidente como las fuentes de las que bebe. La santificación
de Escrivá supone la definitiva parousía del
clérigo-soldado y la cancelación definitiva
de los tímidos intentos de apertura desde el Concilio
Vaticano II.
No descubrimos nada si afirmamos que el papel de la Iglesia
católica española fue consolidarse como uno
de los más firmes bastiones del triunfador fascismo
de charanga y pandereta. El mal trago que supuso para Escrivá
tener que huir de España en plena contienda le aportó
ese carácter clandestino de la organización,
pero también el odio encarnizado contra el comunismo
y, en general, contra la visión laica de la vida, lo
que se tradujo en el culto a la conciencia recta y en la construcción
de un edificio ideológico en el que conjugar el fascismo
político con el tradicionalismo religioso dentro del
espíritu de Trento al que, por otra parte, con tanto
denuedo se está aplicando el pontificado de Wojtyla,
bien rodeado por esa aristocracia sacerdotal que ha arrinconado
no solamente a la teología liberadora creada en Latinoamérica
después de haberla difamado en múltiples ocasiones,
sino también a otros sectores de la Curia que cayeron
en desgracia después del escándalo del IOR-Ambrosiano
que dio paso a otra forma más segura de financiación
: el Opus Dei.
Ese espíritu sectario se inspira en la Contrarreforma
que tan bien apuntaló un Concilio tridentino (1543-1563),
cuya producción tenía todos los ingredientes
del totalitarismo católico de siglos sucesivos : el
reforzamiento de la autoridad papal como único intérprete
de los textos sagrados, la importancia de la imagen y el boato,
todo ello dentro de la obsesión por "reconquistar"
el terreno recién ganado por los protestantes (Julián
Herranz llega a mencionar al fundador del Opus como ejemplo
doctrinal del Vaticano II, como Ignacio de Loyola lo fue de
Trento : "Todo santo es un don que Dios hace a su Iglesia.
El Señor, después de cada concilio y sobre todo
después de los que marcaron claramente la vida de la
Iglesia, ha suscitado santos e instituciones que ayudaran
a hacer realidad encarnada lo que está escrito en los
documentos. Con el Concilio de Trento aparecieron san Ignacio
de Loyola, san Carlos Borromeo, santa Teresa de Jesús
y otros tantos que impulsaron en la Iglesia una nueva fuerza
evangelizadora. En el Vaticano II el tema fundamental -a mi
parecer- fue la "llamada universal a la santidad y al
apostolado" y pienso que, con la figura de san José
María, el Señor ha querido proponernos un ejemplo
de cómo esta doctrina puede hacerse vida, realidad
vivida. Y vendrán otros santos cuyo carisma busca la
misma finalidad, porque la doctrina del Vaticano II es riquísima,
pero debe encarnarse cada día más en la realidad
cotidiana : para devolver a la Iglesia nueva juventud y nueva
capacidad de incidir con fuerza evangelizadora en una sociedad
inclinada al paganismo, donde parece que muchos quieren vivir
ignorando que Cristo ha venido a salvarla.")
Uno de los instrumentos más importantes de aquella
recristianización, en la que se restauró la
Inquisición y la Congregación del Índice,
fue la Compañía de Jesús, creada por
Ignacio de Loyola en 1544 gracias a la bula Regimini militantis
Ecclesiae emitida por Paulo III. Los paralelismos entre aquel
iluminado salido de la nobleza vizcaína y el monje-soldado
de Barbastro son asombrosos, seguramente por el interés
del segundo en retomar el azote de los impíos. El caso
es que el fundador de los jesuítas, que llegó
a enfermar por el rigor de su aplicación penitencial
después de haberse aplicado intra vena "La Vida
de Cristo" de Ludolfo de Sajonia, fue perseguido por
la Inquisición al predicar por su cuenta los Ejercicios
Espirituales hasta aburrir a una Curia que acabó reconociendo
las bondades de la Orden como instrumento ideológico,
que se ligó al propio pontífice por un cuarto
voto de obediencia. Tras quedar claro su papel legal dentro
de la Iglesia, la Compañía de Jesús intensificó
su labor en colegios y universidades y no paró hasta
la canonización de Ignacio en 1622, sólo 66
años después de su muerte. Escrivá ha
sido más rápido.
Los paralelismos entre ambas figuras, pues, son tan evidentes
como básico su papel en la reacción de los sectores
ultraconservadores a cualquier movimiento dentro poder pontificio.
La influencia de Ignacio es evidente en el pensamiento teológico
-mediocre, por otra parte- de Escrivá, que sólo
consiguió un refrito nacional-católico de los
planteamientos del santo de Loyola. En cualquier caso, los
textos nos disipan cualquier clase de duda al respecto, para
lo cual hemos seleccionado algunos pasajes de las dos obras
más conocidas de ambos: los Ejercicios Espirituales
de Ignacio y Camino de Escrivá, en los que se pueden
rastrear algunos aspectos sobresalientes de esta involución
ideológica de cuatro siglos.
a.- La guerra como instrumento de imposición religiosa.
Como en otros días -¡Lepanto !- (Batalla (7
de octubre de 1571) entre las flotas turca y la de la Santa
Liga formada por venecianos, pontificios y españoles
e inspirada por el papa Pío V y Felipe II. El resultado
de esta carnicería fue la muerte de 35.000 combatientes,
12.000 cristianos y 23.000 turcos), Ha de ser hoy el Rosario
arma poderosa, para vencer a los enemigos de la Santa Iglesia
Romana y de la Patria
("Santo Rosario" de
Escrivá de Balaguer, prólogo y notas introductorias,
1945).
¡La guerra! -La guerra tiene una finalidad sobrenatural
-me dices- desconocida para el mundo : la guerra ha sido para
nosotros
-La guerra es el obstáculo máximo
del camino fácil. -Pero tendremos, al final, que amarla,
como el religioso debe amar sus disciplinas (Escrivá
de Balaguer, "Camino", 311).
El quarto día, Meditación de dos banderas,
la una de Christo, summo capitán y Señor nuestro
; la otra de Lucifer, mortal enemigo de nuestra humana natura.
La sólita oración preparatoria. El primer preámbulo
es la historia : será aquí cómo Christo
llama y quiere a todos debaxo de su bandera, y Lucifer, al
contrario, debaxo de la suya
será aquí
ver un gran campo de toda aquella región de Hierusalén,
adonde el summo capitán general de los buenos es Christo
nuestro Señor ; otro campo en región de Babilonia,
donde el caudillo de los enemigos es Lucifer
Un coloquio
a nuestra Señora, porque me alcance gracia de su hijo
y Señor, para que yo sea recibido debaxo de su bandera
(Ignacio de Loyola, "Ejercicios Espirituales", 135-147).
los ángeles, como sean cuchillo de la justicia
divina, cómo me han suffrido y guardado por mí
;
(E.E., 60).
b.- Machismo y desprecio por la mujer.
No se escriben estas líneas para mujercillas.- Se escriben
para hombres muy barbados, y muy
hombres, que alguna
vez, sin duda, alzaron su corazón a Dios
("Santo
Rosario").
Sé recio. -Sé viril. -Sé hombre. -Y
después
sé ángel. (Camino, 22).
Si queréis entregaros a Dios en el mundo, antes que
sabios -ellas no hace falta que sean sabias : basta que sean
discretas- habéis de ser espirituales, muy unidos al
Señor por la oración
(Camino, 946).
La duodécima : el enemigo se hace como muger en ser
flaco y fuerte de grado, porque así como es propio
de la muger, quando riñe con algún varón,
perder ánimo, dando huída quando el hombre le
muestra mucho rostro ; y por el contrario, si el varón
comienza a huír perdiendo el ánimo, la ira,
la venganza y ferocidad de la mujer es muy crescida y tan
sin mesura ;
(E.E., 325).
c.- Concepción integrista del matrimonio, sublimación
del sacerdocio, obsesión por el sexo y superioridad
moral de la virginidad.
El matrimonio es para la clase de tropa y no para el estado
mayor de Cristo. - Así, mientras comer es una exigencia
para cada individuo, engendrar es exigencia sólo para
la especie, pudiendo desentenderse las personas singulares.
¿Ansia de hijos ?
Hijos, muchos hijos, y un rastro
imborrable de luz dejaremos si sacrificamos el egoísmo
de la carne (Camino, 28).
En toda buena elección, en quanto es de nuestra parte,
el ojo de nuestra intención debe ser simple, solamente
mirando para lo que soy criado, es a saber, para alabanza
de Dios nuestro Señor y salvación de mi ánima
; y así cualquier cosa que yo eligiere, debe ser a
que me ayude para al fin para que soy criado, no ordenando
ni trayendo el fin al medio, mas el medio al fin ; así
como acaece que muchos eligen primero casarse, lo qual es
medio, y secundario servir a Dios nuestro Señor en
el casamiento, el qual servir a Dios es fin. Assimismo hay
otros que primero quieren haber beneficios y después
servir a Dios en ellos. De manera que éstos no van
derechos a Dios, mas quieren que Dios venga derecho a sus
affecciones desordenadas
lo que habían de tomar
primero, toman postrero ; porque primero hemos de poner por
obiecto querer servir a Dios, que es el fin y secundario tomar
beneficio o casarme, si más me conviene, que es el
medio para el fin ; así ninguna cosa me debe mover
a tomar los tales medios o a privarme dellos, sino sólo
el servicio y alabanza de Dios nuestro Señor y saluda
eterna de ni ánima (E.E., 169).
La quarta : alabar mucho religiones, virginidad y continencia,
y no tanto el matrimonio como ninguna destas. (E.E., 356).
d.- Caudillismo de corte fascista y expansionismo hegemónico
sobre la base del proselitismo.
¿Adocenarte? -¿¡Tú
del montón!?
¡Si has nacido para caudillo ! Entre nosotros no caben
los tibios. Humíllate y Cristo te volverá a
encender con fuegos de Amor. (Camino, 16).
Voluntad. -Es una característica muy importante.
No desprecies las cosas pequeñas, porque en el continuo
ejercicio de negar y negarte en esas cosas -que nunca son
futilidades, ni naderías- fortalecerás, virilizarás,
con la gracia de Dios, tu voluntad, para ser muy señor
de ti mismo, en primer lugar. Y, después, guía,
jefe, ¡caudillo !
, que obligues, que empujes,
que arrastres, con tu ejemplo y con tu palabra y con tu ciencia
y con tu imperio. (Camino, 19). Me explico que quieras tanto
a tu Patria y a los tuyos que, a pesar de esas ataduras, aguardes
con impaciencia el momento de cruzar tierras y mares -¡ir
lejos !- porque te desvela el afán de mies. (Camino,
812).
Proselitismo. -Es la señal cierta del celo verdadero.
(Camino, 793).
Ese afán de proselitismo que te come las entrañas
es señal cierta de tu entregamiento. (Camino, 810).
El 2º : considerar cómo el Señor de todo
el mundo escoge tantas personas, apóstoles, discípulos,
etc., y los envía por todo el mundo, esparciendo su
sagrada doctrina por todos estados y condiciones de personas.
(E.E., 145).
e.- Obediencia ciega, control jerárquico y negación
del pensamiento libre.
Obedecer
, camino seguro. -Obedecer ciegamente al superior
,
camino de santidad. -Obedecer en tu apostolado
, el único
camino : porque, en una obra de Dios, el espíritu ha
de ser obedecer o marcharse. (Camino, 941).
Si te ven flaquear
y eres jefe, no es extraño
que se quebrante la obediencia. (Camino, 383).
Mira -te tranquilizaré-, toma una pluma y una cuartilla
: escribe sencilla y confiadamente -¡ah !, y brevemente-
los motivos que te torturan, entrega la nota al superior,
y no pienses más en ella. -El, que hace cabeza -tiene
gracia de estado-, archivará la nota
o la echará
en el cesto de los papeles. -Para ti, como tu espíritu
crítico no es susurración y lo ejercitas con
elevadas miras, es lo mismo (Camino, 53).
Tomando por obiecto los diez mandamientos y los preceptos
de la Iglesia y comendaciones de los superiores, todo lo que
se pone en obra contra alguna de estas tres partes, según
mayor o menor calidad, es mayor o menor pecado. (E.E., 45).
Mucho aprovecha, el que da los exercicios, no queriendo
pedir ni saber los propios pensamientos ni peccados del que
los rescibe, ser informado fielmente de las varias agitaciones
y pensamientos, que los varios spíritus le traen ;
porque, segum el mayor o menor provecho, le puede dar algunos
spirituales exercicios convenientes y conformes a la necesidad
de la tal ánima así agitada. (E.E., 17).
mas quando las descubre a su buen confessor o a otra
persona spiritual, que conosca sus engaños y malicias,
mucho le pesa : porque collige que no podrá salir con
su malicia comenzada, en ser descubiertos sus engaños
manifiestos. (E.E., 326).
f.- Elitismo, selección de los adeptos y rechazo
a la justicia social.
Niño, cuando lo seas de verdad, serás omnipotente.
(Camino, 863).
Querrías atraer a tu apostolado a aquel hombre sabio,
a aquel hombre sabio, a aquel otro poderoso, a aquel lleno
de prudencia y virtudes. Ora, ofrece sacrificios y trabájalos
con tu ejemplo y con tu palabra. -¡No vienen ! -No pierdas
la paz : es que no hacen falta. ¿Crees que no había
contemporáneos de Pedro, sabios, poderosos, y prudentes,
y virtuosos, fuera del apostolado de los primeros doce ? (Camino,
802).
¿No crees que la igualdad, tal como la entienden,
es sinónimo de injusticia ? (Camino, 46).
Según la disposición de las personas que quieren
tomar exercicios spirituales, es a saber, según que
tienen edad, letras o ingenio, se han de aplicar los tales
exercicios ; porque no se den a quien es rudo, o de poca complisión,
cosas que no pueda descansadamente llevar y aprovecharse con
ellas
si el que da los exercicios viere al que los recibe
ser de poco subiecto o de poca capacidad natural, de quien
no se espera mucho fructo ; más conveniente es darle
algunos destos exercicios leves, hasta que se confiese de
sus pecados
(E.E., 18).
g.- Sustitución del espíritu crítico,
la razón, la ciencia y la disidencia por el "conocimiento
interior".
Servir de altavoz al enemigo es una idiotez soberana ; y,
si ele enemigo es enemigo de Dios, es un gran pecado. -Por
eso, en el terreno profesional, nunca alabaré la ciencia
de quien se sirve de ella como cátedra para atacar
a la Iglesia (Camino, 836).
Poco recio es tu carácter : ¡qué afán
de meterte en todo ! -Te empeñas en ser la sal de todos
los platos
Y -no te enfadarás porque te hable
claro- tienes poca gracia para ser la sal : y no eres capaz
de deshacerte y pasar inadvertido a la vista, igual que ese
condimento. Te falta espíritu de sacrificio. Y te sobra
espíritu de curiosidad y de exhibición. (Camino,
48).
Eres curioso y preguntón, oliscón y ventanero
: ¿no te da vergüenza ser, hasta en los defectos,
tan poco masculino ? -Sé varón : esos deseos
de saber de los demás trócalos en deseos y realidades
de propio conocimiento. (Camino, 50).
Ese espíritu crítico -te concedo que no es
susurración- no debes ejercitarlo con vuestro apostolado,
ni con tus hermanos. -Ese espíritu crítico,
para vuestra empresa sobrenatural -¿me perdonas que
te lo diga ?- es un gran estorbo, porque mientras examinas
la labor de los otros, sin que tengas por qué examinar
nada -con absoluta elevación de miras : te lo concedo-,
tú no haces obra positiva alguna y enmoheces, con tu
ejemplo de pasividad, la buena marcha de todos
(Camino,
53).
¡Hombre ! Ponle en ridículo. -Dile que está
pasado de moda : parece mentira que aún haya gente
empeñada en creer que es buen medio de locomoción
la diligencia
- Esto, para los que renuevan volterianismos
de peluca empolvada, o liberalismos desacreditados del XIX.
(Camino, 849).
quier sea en quanto el entendimiento es ilucidado
por la virtud divina, es de más gusto y fructo spiritual,
que si el que da los exercicios hubiese mucho declarado y
ampliado el sentido de la historia ; porque no el mucho saber
harta y satisface al ánima, mas el sentir y gusta de
las cosas internamente. (E.E., 2).
h.- Represión de los sentidos, de lo sensual y
de los sentimientos. Vuelta a la autoflagelación para
purgar el sentimiento de culpa.
Me escribes : "Padre, tengo
dolor de muelas en
el corazón". -No lo tomo a chacota, porque entiendo
que te hace falta un buen dentista que te haga unas extracciones.
¡Si te dejaras !
(Camino, 166).
Mortificación interior. -No creo en tu mortificación
interior si veo que desprecias, que no practicas, la mortificación
de los sentidos. (Camino, 181).
Mira que el corazón es un traidor. -Tenlo cerrado
con siete cerrojos. (Camino,188).
Métete en las llagas de Cristo Crucificado. -Allí
aprenderás a guardar tus sentidos, tendrás vida
interior, y ofrecerás al Padre de continuo los dolores
del Señor y los de María, para pagar por tus
deudas y por todas las deudas de los hombres. (Camino, 288).
La nona : refrenar la vista, excepto al rescibir o al despedir
de la persona con quien hablare. (E.E., 81).
3ª manera. La 3ª : castigar la carne, es a saber
: dándole dolor sensible, el qual se da trayendo cilicios
o sogas o barras de hierro sobre las carnes, flagelándose,
o llagándose, y otras maneras de asperezas
La
primera nota es que las penitencias externas principalmente
se hacen por tres effectos : el primero, por satisfación
de los peccados passados ; 2º por vencer a sí
mesmo, es a saber, para que la sensualidad obedezca a la razón
y todas partes inferiores estén más subiectas
a las superiores ; 3º para buscar y hallar alguna gracia
o don que la persona quiere y desea, ansí como si desea
haber interna contrición de sus pecados, o llorar mucho
sobre ellos, o sobre las penas y dolores que Christo nuestro
Señor passaba en su passión, o por solución
de alguna . dubitación en que la persona se halla.
(E.E., 85-87).
La sexta se mudará no procurando de traer pensamientos
alegres, aunque buenos y sanctos, así como son de resurrección
y de gloria, mas antes induciendo a mí mismo a dolor
y a pena y quebranto, trayendo en memoria freqüente los
trabajos, fatigas y dolores de Christo nuestro Señor,
que passó desde el puncto que nasció hasta el
misterio de la passión en que al presente me hallo.
(E.E., 206).
i.- Fanatismo, intransigencia, desprecio por lo diferente
y odio a los discrepantes. El fin justifica los medios.
Tu impaciencia santa, por servirle, no desagrada a Dios. -Pero
será estéril si no va acompañada de un
efectivo mejoramiento de tu conducta diaria. (Camino, 289).
El manjar más delicado y selecto, si lo come un cerdo
(que así se llama, sin perdón) se convierte,
a lo más, ¡en carne de cerdo ! Seamos ángeles,
para dignificar las ideas, al asimilarlas. -Cuando menos,
seamos hombres : para convertir los alimentos, siquiera, en
músculos nobles y bellos, o quizá en cerebro
potente
capaz de entender y adorar a Dios. Pero
¡no seamos bestias, como tantos y tantos ! (Camino,
367).
El plano de santidad que nos pide el Señor, está
determinado por estos tres puntos : la santa intransigencia,
la santa coacción y la santa desvergüenza. (Camino,
387).
La transigencia es señal cierta de no tener la verdad.
-Cuando un hombre transige en cosas de ideal, de honra o de
Fe, ese hombre es un
hombre sin ideal, sin honra y sin
Fe. (Camino, 394).
¡Qué conversaciones ! ¡Qué bajeza
y qué
asco ! -Y has de convivir con ellos, en
la oficina, en la universidad, en el quirófano
,
en el mundo. Si pides por favor que callen, se te burlan.
-Si haces mala cara, insisten. -Si te vas, continúan.
La solución es ésta : primero, encomendarles
a Dios y reparar ; después
, dar la cara varonilmente
y emplear "el apostolado de la mala lengua". -Cuando
te vea ya te diré al oído un repertorio. (Camino,
850).
se ha de presuponer que todo buen christiano ha de
ser más prompto a salvar la proposición del
próximo, que a condenarla ; y si no la puede salvar,
inquira cómo la entiende, y, si mal la entiende, corríjale
con amor ; y si no basta, busque todos los medios convenientes
para que, bien entendiéndola, se salve. (E.E., 22).
j. -Secretismo, ocultación de la propia condición.
No pongas fácilmente de manifiesto la intimidad de
tu apostolado : ¿no ves que el mundo está lleno
de egoístas incomprensiones ? (Camino, 643).
No cuentes hechos de "tu" apostolado como no sea
para provecho del prójimo.(Camino, 839).
Que pase inadvertida vuestra condición como pasó
la de Jesús durante treinta años. (Camino, 840).
Quieres ser mártir. -Yo te pondrá un martirio
al alcance de la mano : ser apóstol y no llamarte apóstol,
ser misionero -con misión- y no llamarte misionero,
ser hombre de Dios y parecer hombre de mundo : ¡pasar
oculto ! (Camino, 848).
Debemos ser más promptos para abonar y alabar assí
constitutiones, comendaciones como costumbres de nuestros
mayores ; porque dado que algunas no sean o no fuesen tales,
hablar contra ellas, quier predicando en público, quier
platicando delante del pueblo menudo, engendrarían
más murmuración y escándalo que provecho
; y assí se indignarían el pueblo contra sus
mayores, quier temporales, quier spirituales. De manera que
así como hace daño el hablar mal en absencia
de los mayores a la gente menuda, así puede hacer provecho
hablar de las malas costumbres a las mismas personas que pueden
remediarlas. (E.E., 362).
Dado que sea mucha verdad que ninguno se puede salvar sin
ser predestinado y sin tener fe y gracia, es mucho de advertir
en el modo de hablar y comunicar de todas ellas. (E.E., 366).
k.- Bajeza de lo humano, permanente minoría de
edad y humillación del hombre ante el poder de Dios.
Sé pequeño, muy pequeño. -No tengas más
que dos años de edad, tres a lo sumo. -Porque los niños
mayores son unos pícaros que ya quieren engañar
a sus padres con inverosímiles mentiras. Es que tienen
la maldad, el "fomes" del pecado, pero les falta
la experiencia del mal, que les dará la ciencia de
pecar, para cubrir con apariencia de verdad lo falso de sus
engaños. Han perdido la sencillez, y la sencillez es
indispensable para ser chicos delante de Dios. (Camino, 868).
El tercero modo de orar es que con cada un anhélito
o resollo se ha de orar mentalmente diciendo una palabra del
Pater noster o de otra oración que se rece, de manera
que una sola palabra se diga entre un anhélito y otro,
y mientras durare el tiempo de un anhélito a otro,
se mire principalmente en la significación de la tal
palabra, o en la persona a quien reza, o en la baxeza de sí
mismo, o en la differencia de tanta alteza a tanta baxeza
propia
(E.E., 258).
El tercero, mirar quién soy yo, diminuyéndome
por exemplos : primero, quánto soy yo en comparación
de todos los hombres ;
2º, qué cosa son los hombres en comparación
de todos los ángeles y sanctos del paraíso ;
3º, mirar qué cosa es todo lo criado en comparación
de Dios : pues yo solo ¿qué puedo ser ? ;
4º, mirar toda mi corrupción y fealdad corpórea
;
5º, mirarme como una llaga y postema, de donde han salido
tantos pecados y tantas maldades y ponzoña tan turpíssima.
(E.E., 58).
Segunda parte
El asalto al poder político y financiero
Aunque la influencia del Opus Dei fue creciendo mediado el
siglo XX, los papados de Juan XXIII y Pablo VI consiguieron
limitar su penetración en la Curia y acercar a la Iglesia,
aun de forma muy moderada, a las nuevas realidades sociales.
La muerte del papa Montini en 1978 supuso un giro importante
a esa política de deshielo que había propiciado
la asunción por parte de la Iglesia católica
de aspectos importantes en materia de derechos humanos. Por
desgracia, las décadas posteriores echarían
por tierra esos intentos merced a la alianza del Vaticano
con las feroces dictaduras que sacudieron América Latina.
El advenimiento de Albino Luciani supuso un golpe inesperado
para los sectores más reaccionarios que recorrían
los pasillos vaticanos intrigando para aupar al conservador
arzobispo genovés Giussepe Siri. Los forcejeos de Giovanni
Bennelli, hombre de confianza de Pablo VI, fueron eficaces
hasta el punto de reunir el 89% de los votos del cónclave
a favor de Juan Pablo I, cuyo talante presuntamente abierto
y continuador de la política de su antecesor provocó
la desilusión de los cardenales más derechistas.
Por suerte para estos sectores, el "papa de la sonrisa"
sólo duró 33 días en el pontificado,
lo que dio lugar a no pocos comentarios de complot, algunos
basados en simples rumores y otros sustentados en las declaraciones
públicas de personajes clave que desmintieron la versión
oficial sobre el súbito deceso de Luciani ("Debo
reconocer con cierta tristeza que la versión oficial
entregada por el Vaticano despierta muchas dudas" (cardenal
Aloisio Lorscheider a The Time', 29 de septiembre de 1998).
Diez años antes, el irlandés John Magree, que
había sido secretario privado de Luciani, negó
que él hubiese encontrado el cadáver del papa
muerto, sino la hermana Vicenza. Los rumores fueron insistentes
al negarse Jean Villot, secretario de Estado del Vaticano,
a realizar la autopsia al papa. La historia fue recogida por
John Cornwell en A thief in the night, donde sostiene que
nadie en el Vaticano se preocupó de la enfermedad de
Luciani. Por su parte, el investigador británico David
Yallop va más lejos y es partidario de la versión
del asesinato).
La muerte prematura de Juan Pablo I produjo una conmoción
de puertas afuera, aunque el núcleo más reaccionario
de la Curia había aprendido la lección. Eliminado
elobstáculo, la promoción de Wojtyla le hizo
tocar la púrpura como el rayo de luz que buscaban el
Opus Dei y otros movimientos integristas para inyectar su
veneno sectario en el cuerpo corrupto de la aristocracia sacerdotal.
Cuatro años después, el Opus vio disiparse el
último nubarrón con la desaparición en
octubre de Bennelli -opositor a la influencia creciente de
la tropa de Escrivá- y la declaración de ésta,
un mes después, como Prelatura personal, algo impensable
pocos años antes con Pablo VI en el solio pontificio.
El caso es que Juan Pablo II ya tenía el paso franco
para acometer su involución doctrinal y perseguir los
dos principales objetivos políticos trazados : impartir
la extremaunción a los regímenes de Europa del
Este y bendecir las espadas que cercenaban el gaznate de los
teólogos de la Liberación, que se llevó
por delante, entre otros, a monseñor Oscar Romero (1980)
e Ignacio Ellacuría (1989), éste junto a otros
cinco jesuítas de la UCA y dos mujeres. Todos ellos
fueron asesinados por los escuadrones de la muerte con el
inestimable patrocinio del ejército salvadoreño.
Wojtyla dio un giro de ciento ochenta grados con una política
de designaciones que dura hasta hoy. El reciente nombramiento
de 17 obispos del Opus Dei en América Latina es la
culminación de sus fijaciones.
Entre ellos, dos especialmente repugnantes : el del peruano
Juan Luis Cipriani, primer cardenal del Opus y compañero
de fatigas de Vladimiro Montesinos y Alberto Fujimori, y el
del extremista Fernando Saenz Lacalle, arzobispo de San Salvador
que insultó la memoria de los sacerdotes asesinados
aceptando ser capellán del mismo ejército que
promovió su ejecución. Pero la historia del
pontificado de Juan Pablo II es particularmente llamativa
en los años 80 y 90 por lo que respecta a su indisimulable
comprensión con las tiranías.
Mientras con anterioridad había increpado públicamente
a Ernesto Cardenal por formar parte del Gobierno sandinista
en Nicaragua, en 1988 el papa realizó un viaje oficial
a Chile, donde impartió gustosamente la comunión
a Augusto Pinochet y saludó, a la vera del dictador
desde el balcón del Palacio de la Moneda, a los chilenos
congregados en una ceremonia cocinada por Angel Sodano, actual
secretario de Estado del Vaticano y entonces nuncio apostólico
en Santiago. Esta connivencia con los regímenes fascistas
creó numerosas clientelas que, después, unos
y otros se cobran en función de sus intereses. Durante
el pasado confinamiento de Augusto Pinochet en Londres, cuya
extradición fue solicitada por España ante la
acusación de torturas, terrorismo y genocidio, la liberación
del exdictador se coció en la sede romana del Opus
Dei. Desde allí se presionó al Foreign Office
en una labor de conspiración bien cocinada por Fernando
Barros (miembro del Opus Dei y del chileno Movimiento por
la Reconciliación), Angel Sodano (secretario de Estado
del Vaticano), Javier Echevarría (prelado general del
Opus Dei), Mariano Fernández (subsecretario del Ministerio
de Relaciones Exteriores de Chile) y Joaquín Navarro
Valls (portavoz papal). Una vez enviada la solicitud a Londres,
se filtró la noticia a modo de presión sobre
el Gobierno británico para la liberación del
senador vitalicio, a lo que cedieron los ministros británico
(Jack Straw) y español (Josep Piqué). Una parte
de estas maniobras se hizo pública por la indiscreción
del cardenal Jorge Medina Estévez, aunque posteriormente
fue públicamente reconocida por Sodano (Medina Estévez
reconoció la maniobra vaticana en La Cuarta (29 de
diciembre de 1998), y Angel Sodano declaró un mes después
: "Estamos firmemente convencidos de haber cumplido con
nuestro deber" (La Repubblica, 20- 02-99). Un relato
de los hechos se puede encontrar en el diario español
El País (21 de febrero de 1999).
Los tentáculos del Opus son tan inefables como inexorables,
tan piadosos como violentos. En la reciente asonada de Venezuela
contra el presidente Chávez, la jerarquía eclesiástica
no fue ajena al Gobierno de Salvación junto al empresario
José Rodríguez Iturbe, miembro del Opus Dei
muy bien relacionado con el presidente español José
María Aznar. La influencia opusdeísta en ese
país se remonta a los años sesenta y setenta
(Carlos Altimari, ministro en el Gobierno de Rafael Caldera
(1969-1974), pertenecía al Opus Dei. Su hermano Italo
es el prelado en aquel país (El Nacional, Caracas,
9 de junio de 2002).
La presencia del Opus en la Curia vaticana no es muy numerosa,
pero su influencia política, social y económica
en la cabeza de la Iglesia es enorme. El Opus ha conseguido
introducir a algunos de sus militantes en puestos importantes
de la comunicación y el control de la doctrina. A este
respecto, Joaquín Navarro Valls es desde hace bastantes
años portavoz papal y jefe de su oficina de prensa,
con una autonomía envidiable y una dependencia exclusiva
del pontífice. Otro elemento bien situado es Julián
Herranz, presidente del Consejo para la Interpretación
de los Textos Legislativos de la Iglesia, que controla esta
parcela de indudable interés dogmático. Por
su parte, el citado Cipriani es el primer cardenal ganado
por el Opus -un precedente que le que abre muchas puertas
hasta ahora cerradas- y Javier Echevarría, prelado
general del Opus, es consultor en los procesos de canonización,
algunos de los cuales han sido momentáneamente paralizados
por haber constituido un auténtico escándalo
tras su salida a la luz pública (Es el caso de Isabel
la Católica, cuyo proceso de canonización ha
caído como un jarro de agua fría en sectores
judíos y musulmanes. También están en
marcha los procesos de otros miembros del Opus Dei como Alvaro
del Portillo, sucesor de Escrivá al frente de la organización).
Con estos escasos pero bien situados peones, la Obra ha conseguido
introducir una "cuña" en el corazón
vaticano, sin que le falten otros influyentes simpatizantes
que completan la guardia pretoriana de Wojtyla como Stanislaw
Dziwisz (secretario papal) y Joseph Ratzinger (presidente
de la Congregación para la Doctrina de la Fe), que
han arrinconado a los que propugnan la celebración
de un nuevo Concilio, caso del cardenal Martini ya jubilado
como arzobispo de Milán o de Karl Lehmann, presidente
de la Conferencia Episcopal alemana y acérrimo rival
de Ratzinger. En vista de esta abrumadora mayoría derechista
-muchas voces anónimas también apuntan a Dionigi
Tettamanzi, sustituto de Martini en la prelatura milanesa
y al cardenal Martínez Somalo-, abundan las reinterpretaciones
interesadas del Concilio Vaticano II que están muy
alejadas del espíritu con que fue concebido (Según
el cardenal estadounidense Avery Dulles, el Concilio Vaticano
II reafirmó la autoridad suprema del Papa y no validó
una dirección colegiada de la iglesia Católica,
como han interpretado "reformistas y liberales".
"Los movimientos de reforma y liberalización a
menudo han apelado al Vaticano II como su justificación,
pero muchas de sus propuestas se apoyan en interpretaciones
erróneas", aseguró el prelado jesuita a
The Washington Times (31 octubre de 2002).
Por lo que respecta a España, la influencia del Opus
Dei, aun sin ser mayoritaria,es francamente decisiva teniendo
en cuenta su poder en Roma. Recientemente se nombró
al primer arzobispo opusdeísta (Francisco Gil Hellín,
responsable de la diócesis de Burgos y vicepresidente
del Pontificio Consejo para la Familia), y en el último
Sínodo de los obispos celebrado en Roma el año
pasado, de los 16 representantes españoles, al menos
cuatro pertenecían al Opus o a su ámbito de
influencia.
El asalto al poder político
En los años 50, el Opus consiguió lo que buscaba
: hacerse con las riendas del Gobierno de Franco, lo que produjo
no pocas tensiones con otros aliados del Régimen que
asistieron, impotentes, a esta imparable acumulación
de poder que se extendía a la universidad, al Consejo
Superior de Investigaciones Científicas, al Ministerio
de Propaganda y al Ateneo, creó la editorial Rialp
y dirigió la política económica del país
de la mano de personajes fieles al dictador como Laureano
López Rodó, Ullastres o López Bravo.
Aunque la zozobra cundió con su implicación
en escándalos como el de Matesa, más pronto
que tarde asaltó la Jefatura del Estado, con el visto
bueno de Escrivá, apoyó el nombramiento de Juan
Carlos I como sucesor del dictador en 1969, bajo la tutela
de otro amigo de la organización, el almirante Carrero
Blanco luego asesinado por ETA (Alberto Moncada, Historia
oral del Opus Dei).
A la muerte de Franco se produjo un repliegue político
del Opus, que volvió a las andadas en las dos legislaturas
del derechista José María Aznar. Miembros del
Opus Dei controlan o han controlado la cúpula de importantes
departamentos como Defensa, Justicia, la dirección
General de Asuntos Religiosos, la Fiscalía General
del Estado, el gabinete de Presidencia, el Consejo General
del Poder Judicial y la policía, pero también
algunas universidades, parlamentos regionales, alcaldías
y concejalías, todo ello en pugna con otras fuerzas
integristas en alza como los Legionarios de Cristo, con los
que la familia del presidente y altos cargos coquetean no
siempre con recato.
Así, el peso decisivo de estas asociaciones integristas
dentro de la Iglesia católica y las presiones que ejercen
sobre los poderes públicos incrementan la proyección
de su ideario y sojuzgan la independencia del Estado y el
orden jerárquico propio de la democracia en el que
lo confesional ha de estar relegado al ámbito de lo
privado.
En España, el Gobierno de la derecha no solamente ha
consolidado el poder de la Iglesia en los púlpitos,
sino que ha brindado gustosamente los altavoces de los medios
públicos para predicar en un mundo que ya no existe
(Solamente contabilizando el tiempo dedicado a la difusión
de la doctrina católica en Televisión Española
y Radio Nacional de España, los programas semanales
que dependen de la Conferencia Episcopal alcanzan las cuatro
horas y media a la semana, siendo de más de dieciocho
horas al mes. Estas cifras no incluyen la programación
de los días de precepto no dominicales).
Económicamente hablando, el Estado dedica casi 600.000
millones de pesetas al sostenimiento de la Iglesia católica
y sus actividades, de los cuales sólo 15.000 millones
provienen de las asignaciones tributarias voluntarias de los
fieles -el 65% de los contribuyentes no asigna cantidad alguna
para fines religiosos-.
Pero España, aun siendo el punto de partida en la expansión
del Opus Dei y el de llegada de otras organizaciones sectarias,
es sólo un botón de muestra de una influencia
religiosa que impregna la política de las administraciones
a nivel mundial.
En Estados Unidos, cuya hegemonía política amenaza
con la liquidación definitiva del derecho internacional,
los favores prestados llevaron a Bush a entregar la Fiscalía
General al ultraderechista John Ashcroft, hijo de un pastor
protestante, agresivo combatiente contra el aborto -incluidos
los casos de violación- y partidario denodado por ilegalizar
los anticonceptivos, extender la pena de muerte, vetar el
nombramiento de los negros para el Tribunal Supremo y fomentar
la compra de armas por parte de los ciudadanos. El fanatismo
de Ashcroft le lleva a pregonar la entrega del dinero público
de protección social a las iglesias para que éstas
lo gestionen, y predica su rigorismo religioso ante enfervorizados
auditorios. "Necesito pedir la presencia de Dios en todo
lo que hago, incluyendo la política", suele decir.
El regreso a este teocentrismo en pleno siglo XXI es un excelente
caldo de cultivo para organizaciones como el Opus Dei, que
se encuentran encantadas con la orientación represiva
del Gobierno Bush. De hecho, durante la visita de Juan Pablo
II a Kazajistán hace aproximadamente un año,
éste insistió en mantener la paz "por encima
de todo" tras los atentados del 11 de septiembre mientras
su portavoz se alineaba con la política de represalia
de Estados Unidos. Navarro Valls llegó a decir (Declaraciones
a la agencia Reuters el 24 de septiembre de 2001) : "Es
cierto que, si alguien ha hecho un daño enorme a la
sociedad y existe el peligro si queda libre de que continúe
haciéndolo, uno tiene el derecho de aplicar la legítima
defensa en nombre de la sociedad que dirige, incluso si los
métodos que uno elige llegan a ser agresivos",
concluyendo en que "a veces es más prudente actuar
que ser pasivo, en este sentido el papa no es un pacifista".
Alineado, pues, con los "halcones" más radicales
del Pentágono, el Vaticano, a través del portavoz
autorizado de un desautorizado Wojtyla, bendijo la cruzada
que arrasó un país indefenso y atrasado.
El comportamiento del aparato mediático opusdeísta,
cuya independencia dentro de la Curia llega a contradecir
al propio papa, ha sido objeto de diversos comentarios dentro
de la estructura eclesiástica en el sentido de que
Juan Pablo II es "prisionero" de cuantos conforman
su guardia de pretoriana bajo el dominio del Opus Dei. En
esta línea, el paño pasado Paulo Evaristo Arns,
cardenal ya octogenario defensor de los teólogos de
la liberación, publicó un libro en el que, de
modo autobiográfico, narra sus experiencias dentro
de la Curia. Arns revela que la diocésis de Sao Paulo
(Brasil) fue desmembrada contra la voluntad del propio papa
por la acción de obispos conservadores. El prelado,
cuya autoridad moral era temida por muchos dentro del Estado
vaticano, evitó la expulsión por los militares
brasileños del obispo español Pedro Casaldáliga,
uno de los miembros más respetados de la Teología
de la Liberación (D. Paulo Evaristo Arns, da esperança
á utopia).
Pero la clara involución ideológica que brota
de un Vaticano cada vez más controlado por sectores
ultras tiene su primer laboratorio de pruebas en Europa, sembrado
de gobiernos en el umbral de la extrema derecha. Así,
Italia ha vivido una grancontroversia con la luz verde del
Parlamento a una propuesta del Ministerio de Educación
que obliga a la exhibición del crucifijo en los lugares
públicos como escuelas, hospitales o estaciones, cuyo
incumplimiento acarreará penas de hasta seis meses
de cárcel y multas que oscilan entre los 500 y los
1.000 euros. La nueva ley, apoyada por la fascista Liga Norte
de Umberto Bossi para castigar "la insolencia de los
musulmanes", es obra de la ministra Letizia Moratti,
que justifica así la medida : "El crucifijo representa
un símbolo de la civilización cristiana, de
sus raíces históricas y de su valor universal,
que son elementos esenciales del patrimonio de nuestro país",
de acuerdo a lo recientemente manifestado por el papa (La
iniciativa del Gobierno italiano sobre el crucifijo surgió
pocos días después de que el papa, durante el
rezo del Angelus, exaltara la cruz como "signo de paz
y esperanza".) Por su parte, Silvio Berlusconi no
se recata a la hora de apoyar públicamente a organizaciones
marcadas por su fuerte integrismo religioso (El pasado
23 de agosto, Berlusconi acudió a un encuentro de Comunión
y Liberación en el que manifestó : "Los
inmigrantes clandestinos se encontrarán frente a un
muro cada vez más alto", a lo que la multitud
respondía : "Berlusconi, danos la luz.")
El poder económico
En medio de un lamentable comportamiento de los medios de
comunicación sobre la canonización de Escrivá
-la ausencia de toda crítica o visión histórica
sobre el monjesoldado de Barbastro es clara muestra de que
el poder del Opus Dei es bastante sólido también
en los consejos de administración de los grupos mediáticos-,
la santificación del sectario se convirtió en
una verdadera exhibición de poder, demostración
de fuerza y ostentación económica.
De la influencia de la Obra baste recordar que por la Plaza
de San Pedro desfilaron dignatarios políticos, jerarcas
católicos y toda suerte de personajes que habían
pasado con claroscuros a la historia del siglo XX. Treinta
misas y diversos festejos proclamaron al nuevo santo, en cuya
apoteosis participaron el 60% de los obispos y cardenales
españoles, 60 obispos italianos y los jerarcas vaticanos.
Los 84.000 miembros oficiales del Opus Dei -de los cuales
unos 2.000 son sacerdotes- no son nada comparados con las
300.000 personas que adquirieron entrada para la Plaza de
San Pedro procedentes de todo el mundo, un tercio de los cuales
eran españoles.
La presencia política dejó clara la influencia
del Opus en algunas instancias gubernamentales, con representación
abundante de los gobiernos español e italiano - incluyendo
también a la oposición-, damas conservadoras
de América Latina e incluso Lech Walesa, cuya figura
ha corrido paralela a la de su compatriota Wojtyla.
Oficialmente, el Opus gastó 480.000 euros en la subida
a los altares de su beato, aunque el gran negocio fue para
las compañías aéreas, las agencias de
viajes y los hoteles romanos (Los hoteles en la capital
italiana subieron los precios en un 30% más de lo habitual,
y los billetes de avión crecieron en un 50%). La
comercialización del evento, acorde a una de las grandes
obsesiones del Opus, el dinero, incluía ofertas con
el kit del peregrino a base de mochila, guías, planos,
escritos del fundador y una estampa del santo. El dirigismo
de la cúpula opusiana, otra de sus obsesiones, se plasmó
en la "hoja de disposiciones" que prescribía
cómo aplaudir o cantar, prohibía las banderas
e incluso sugería cómo gastar el dinero.
La entronización del monje-soldado lleva consigo potenciar
su figura como una importante fuente de ingresos. Una curiosa
coincidencia ha supuesto que la Conferencia Episcopal Española
haya celebrado en los últimos días Ekumene,
el Salón Europeo de Liturgia, Imaginería y Patrimonio
que ha incluido como "estrella" una exposición
sobre la vida y obra de Escrivá de Balaguer, cuyos
objetos ya son valiosas reliquias. Además, el evento
-cuya inauguración a cargo de Rouco Varela, presidente
de la C.E., fue todo un acontecimiento- ha servido para incidir
en la educación católica -el 80% de los colegios
concertados en España son religiosos- con una destacada
presencia de universidades dirigidas por organizaciones como
los Legionarios de Cristo (Francisco de Vitoria) o los neocatecumenales
de Kiko Argüello (Universidad Católica de Murcia).
La omnipresencia de la Obra en la banca ha sido siempre una
de sus prioridades. Rafael Termes, que ahora pontifica sobre
las bondades del neoliberalismo económico desde la
atalaya del Instituto de Estudios Superiores de la Empresa
(IESE), fue presidente de la Asociación Española
de Banca (AEB). Actualmente, el Opus controla, a través
del numerario Luis Valls, el Banco Popular, una impresionante
máquina de hacer dinero. (Según comunicación
emitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores,
los beneficios netos del banco, de enero a septiembre, ascendieron
a 473 millones de euros, lo que supone un incremento del 11,6%
con relación al mismo periodo de 2001. El balance consolidado
de la entidad asciende a 40.456 millones de euros, habiendo
aumentado en 4.412 millones. Por lo que respecta a los clientes,
los datos del banco apuntan un incremento de 332.000, con
un total de 4.600.000.)
El monstruo creado por el monje-soldado de Barbastro se extiende
por todo el tejido económico, enrolando en su ejército
de flagelantes una amplia gama de sectores que van desde los
pequeños comerciantes a los agricultores, de universitarios
a industriales, pasando por médicos, maestros, funcionarios,
etc., sobre los que ejerce un control férreo por medio
de los directores. Esta intrincada, a la par que variada,
tela de araña constituye la base de su opaca escalada
a otros ámbitos más decisivos en los que se
confunde -o solapa- lo público con lo privado. La connivencia
de las administraciones con ciertos "agentes económicos"
es moneda común en muchas regiones y ayuntamientos
(Recientemente (El País, 28 de octubre) salían
a la luz informaciones sobre el control que una red de pocas
familias empresariales ejerce sobre las actividades económicas
de la Comunidad valenciana, especialmente durante el Gobierno
de Eduardo Zaplana, ahora ministro de Trabajo. La familia
de Juan Cotino (exdirector general de la Policía y
miembro del Opus) prolonga sus participaciones en jardines,
explotaciones agrícolas, el puerto de la capital, el
parque temático Terra Mítica e incluso el servicio
de la Inspección Técnica de Vehículos
(ITV), cuya privatización no es vista con buenos ojos
desde la Unión Europea. Alguna de sus sociedades ha
llegado a multiplicar por quince su actividad, sobre todo
por sus buenas relaciones con el concejal de Urbanismo del
Ayuntamiento de Valencia, también vinculado al Opus
Dei).
La prosperidad de la organización ha alcanzado niveles
verdaderamente extraordinarios, al calor de su expansión
enlas universidades y en los institutos empresariales. El
IESE, cantera de economistas de derecha dura fundada en Barcelona
(1958) y dependiente de la Universidad de Navarra, está
duplicando sus instalaciones en Madrid en función "de
la demanda de programas de empresas y compañías
transnacionales". El año pasado, por ejemplo,
pasaron por sus aulas 800 directivos, no en vano es una de
las diez escuelas de negocios más influyentes del mundo
según el semanario norteamericano Business Week.
Lejos de lo que suelen pregonar sus fieles, el Opus Dei es
una gran multinacional de la que surge una eficaz producción
intelectual al servicio de la ideología del mercado.
El eje en la formación de sus cuadros es la Universidad
de Navarra, fundada por Escrivá en 1952, que actualmente
dispone de 27 titulaciones, 300 programas de posgrado, 10
facultades, 2 escuelas superiores y otras tantas escuelas
universitarias. En la Clínica Universitaria de Navarra,
que depende de la Universidad, trabajan 1.700 personas que
atienden a los 100.000 pacientes que la visitan cada año.
La Universidad de Navarra, con 16.500 alumnos de diversos
grados y 3.000 profesores, ofrece becas financiadas por organismos
públicos y privados a pesar de su vocación claramente
elitista (Según la propia universidad, el 63,5%
de los alumnos que cursan estudios en ella es de extracción
medio-alta). De hecho, organismos públicos financiaron
el año pasado 62 proyectos de investigación
valorados en 2.600.000 euros, mientras su plan de investigación
para este año asciende a 4.144.785 euros, cuya financiación
es pública en un 50%.
Frente a ello, en la Universidad Pública de Navarra
estudian 10.500 alumnos. El presupuesto del año 2002
para apoyo a la investigación es de 2.800.00 euros,
con una plantilla de 600 profesores de los cuales el 46% goza
de estabilidad laboral; en la Universidad del Opus Dei la
goza el 80% de su profesorado.
Voces críticas
El lento, abrumador e inapelable control del Opus Dei en
áreas decisivas de la Curia romana, desde donde se
proyecta hacia las políticas públicas de Gobiernos
afines, no pasa desapercibida en diversos ámbitos de
la vida social. Dentro de la Iglesia católica, los
sectores más aperturistas claman por abrir un debate
público sobre el modelo institucional vigente que aleja
a la Curia de sectores que propugnan el acercamiento a una
sociedad cambiante y un giro radical en la política
oficial de no abordar cuestiones imperiosas que atañen
a la justicia social, más por intereses económicos
y políticos que por una aguda amnesia sobre el sermón
de la montaña.
La corriente "Somos Iglesia", de reciente constitución,
critica la cerrazón de la jerarquía eclesiástica
propugnando el pluralismo religioso y la participación
de los colectivos de base que con más denuedo se baten
a favor de la reforma, con argumentos basados en un cambio
social que ha desplazado el grueso de los creyentes (un 70%)
al Tercer Mundo. Por ello, esta y otras organizaciones, alarmadas
por el crecimiento imparable de los sectores integristas,
reclaman la celebración urgente de un concilio que,
lejos del espíritu de Trento, se inspire en el de Constanza.
(El teólogo Juan José Tamayo-Acosta recuerda
el avance que supuso para la apertura de la Iglesia el Concilio
de Constanza (1414-1418) en cuya declaración se limitó
el autoritarismo papal en beneficio de los propios creyentes
: Este Sínodo, legítimamente reunido en el Espíritu
santo, constituye un concilio general que representa a la
Iglesia católica militante y recibe su poder directamente
de Cristo ; todo cristiano, independientemente de su estado
y dignidad, incluso papal, está obligado a obedecerle
en cosas que afectan a la fe, a la extirpación del
cisma actual, así como a la reforma universal de la
Iglesia de Dios en la cabeza y en los miembros).
El silencio mediático que ignora este golpe de estado
eclesial se rompe esporádicamente con la salida a la
palestra no solamente de sectores católicos progresistas,
sino de personas que critican agriamente el oscurantismo secular
con que el Vaticano sigue perpetrando toda suerte de fechorías
(El director de cine de origen griego Costa-Gavras censuró
recientemente la pasividad de Pío XII durante el genocidio
nazi, y la reciente canonización de Escrivá
de Balaguer, cuya celeridad compara con la comida rápida.
Costa-Gavras critica la hipocresía de la Iglesia en
Amén, su última película. Otra voz crítica
en los últimos tiempos es la del dramaturgo y director
teatral José Sanchis Sinisterra, que cataloga al Opus
como "fascismo religioso". Sanchis ultima una pieza
corta sobre la organización que formará parte
de un friso escénico sobre la dictadura titulado Terror
y miseria en el primer franquismo). A nivel colectivo
una veintena de asociaciones españolas acaba de crear
la Plataforma Ciudadana por una Sociedad Laica.
Los científicos constituyen un colectivo especialmente
sensible a las trabas que, a través de los Gobiernos,
les imponen las organizaciones integristas, lo que les impide
desarrollar con normalidad su trabajo para conseguir avances
decisivos con que erradicar las enfermedades que azotan a
la humanidad. Juan Carlos Izpisúa, prestigioso genetista
español que desarrolla su trabajo en el californiano
Instituto Salk de Estudios Biológicos de La Jolla,
denunciaba recientemente los deleznables intereses ideológicos
que paralizan la labor de los investigadores: "La
ciencia se basa en hechos, en datos objetivos que pueden medirse
y contrastarse. La opinión que la sociedad tiene de
los avances científicos, sin embargo, se encuentra
en ocasiones altamente influida por creencias morales y religiosas
y por ideologías políticas. Por eso en ocasiones
surgen conflictos entre la ciencia y la sociedad, normalmente
debidos a una falta de comunicación, pero a veces azuzados
por intereses gregarios, confesionales o partidistas, en cualquier
caso ajenos a la naturaleza del debate y al sentir mayoritario
de la sociedad. En tanto en cuanto la ciencia es parte de
la sociedad y trata de resolver los problemas que a ésta
le atañen, es importante analizar y separar con cuidado
los hechos objetivos relacionados con un tema científico
de los intereses meramente ideológicos." (El País,
8 de octubre de 2002).
La misma opinión comparten miles de investigadores.
La Comisión Nacional de Reproducción Asistida,
la Sociedad Española de Bioquímica y Biología
Molecular, el Centro Nacional de Biotecnología son
algunas de las instituciones y centros que asisten, atónitos,
a la paralización del progreso investigador. Los niños
diabéticos o con cáncer deberán esperar
a que gobernantes responsables se sacudan la "santa coacción"
del fanático monje-soldado y sus herederos espirituales
que le adoran en las iglesias.
Documento publicado en El
Correo y enviado a nuestra web por una ex agregada argentina
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