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CORRESPONDENCIA

Miércoles, 09 de Enero de 2019

El Opus Dei pagó 1 millón de dólares por abusos sexuales

Tomado de The Washington Post:

Por Michelle Boorstein el 7 de enero a las 8:22 p.m.

La comunidad católica Opus Dei en 2005 pagó US$ 977.000 para resolver una demanda por mala conducta sexual contra el Reverendo C. John McCloskey, un sacerdote muy conocido por preparar la conversión de conservadores de renombre: Newt Gingrich, Larry Kudlow y Sam Brownback, entre otros...

En Inglés en la web oficial Opus de Estados Unidos

Tengo algunas noticias tristes que compartir acerca del sacerdote del Opus Dei, el padre C. John McCloskey.

En noviembre de 2002, la Prelatura recibió la noticia de una queja de una mujer adulta por conducta sexual inapropiada por parte del padre C. John McCloskey, quien en ese momento se desempeñaba como director del Centro de Información Católica (CIC) en Washington DC. Dar dirección espiritual a las mujeres solo en un confesionario tradicional (la norma para los sacerdotes del Opus Dei) y terminar su contacto con la mujer en cuestión. Después de investigar la queja en los meses siguientes, encontramos que la queja era creíble y, en diciembre de 2003, el padre McCloskey fue destituido de su cargo en el CIC.

Lo que sucedió fue muy doloroso para la mujer, y lamentamos mucho todo lo que ella sufrió. Se llegó a un acuerdo con ella en 2005. Ella se ha mantenido en contacto con nuestras actividades.

En los años transcurridos desde que el padre McCloskey se retiró del CIC, sus actividades sacerdotales con mujeres han sido muy limitadas debido a las restricciones que colocamos, así como a su salud en declive. Tenía muy pocas tareas en nuestras actividades para mujeres (las actividades del Opus Dei son separadas para hombres y para mujeres) y su contacto con mujeres individuales se limitaba al confesionario. A lo largo de los años, tuvimos cuidado de asegurarnos de que él no tuviera ninguna oportunidad de participar en el tipo de acciones que llevaron a la queja.

En cuanto al tiempo del Padre McCloskey antes de estar en el CIC y después, no hemos recibido ninguna queja por conducta sexual inapropiada.

El padre McCloskey sufre actualmente de Alzheimer avanzado. Está en gran parte incapacitado y necesita ayuda para las tareas diarias de rutina. No ha tenido ninguna tarea pastoral durante varios años y ya no puede celebrar misa, ni siquiera en privado.

Muy recientemente, nos hemos dado cuenta de otra mujer que también puede haber sufrido las acciones del Padre McCloskey en el CIC. Estamos en el proceso de tratar de llegar a ella. Haremos lo mismo con cualquier otra persona que conozcamos y agradeceremos cualquier información al respecto. Nuestro número para recibir informes de abuso es 646-742-2741.

Todo el acoso y el abuso son abominables. Lamento mucho el sufrimiento causado a cualquier mujer por las acciones del Padre McCloskey y oro para que Dios pueda curarla. También le pido que ore por el padre McCloskey, ya que su salud sigue disminuyendo.

Soy dolorosamente consciente de todo lo que la Iglesia está sufriendo, y lamento mucho que nosotros en el Opus Dei lo hayamos agregado. Pidamos a Dios que nos muestre misericordia a todos en la Iglesia en este momento difícil.

7 de enero de 2019

Thomas Bohlin, Vicar of Opus Dei in the United States.

Hola a todos . El Opus dei reconoció el abuso sexual de al menos dos mujeres por un Sacerdote del Opus. Dicho sacerdote era muy apreciado en los circulos politicos de Washington DC. El Opus concilio por la modica suma de US$ 977.000 con una de las victimas. Aqui la noticia por el diario catolico conservador National Catholic Register 

 Luis Felipe

He leido el escrito de Orange. De acuerdo con él. Cocretamente con lo de la visita a los pobres...

Éramos muy jóvenes, inexpertos, años 80..., creíamos a pies juntillas lo que se nos decía... Me tocó buscar direcciones de gente pobre, ¿dónde ir? pues a las parroquias, pensé. Los curas se sorprendian ¿para qué las direcciones? Algunos las daban, estaban en contacto constante con ellas y les ayudaban continuamente... pero no endendian eso de ir, ver y hasta luego Lucas... Aún así algunos nos las dieron.

Recuerdo otro, que al no poder ir yo a esa hora y ese día para hablar con la persona que facilitaría la dirección fué uno del Consejo Local. ¡En buena hora! Según me comentó, llegaron hasta la discusión. Conclusión: "No entienden nuestro espíritu!"

Me parecieron una pantomima, fue una de las cosas que interiorizé y me hizo liberar de todo eso.

Removiendo53 

Durante mi primer año en la universidad me relacioné amistosamente con un compañero de clase (al que llamaré Rafael), comenté mis inquietudes religiosas y acerca de las desigualdades sociales en el mundo.

Al principio él me invitó a ir a estudiar a la biblioteca de un colegio mayor (residencia universitaria) del Opus. Yo estaba sorprendido de que me pudieran dejar entrar. También me fue invitando a participar en actividades deportivas (tenis, fútbito, etc).

Poco a poco me iba presentando a gente del colegio mayor, en un plan muy campechano y distendido.

Recuerdo cuando me propuso una entrevista con el joven director del colegio mayor en su despacho (yo me sentía un poco incómodo ante la idea de esa entrevista). Recuerdo que el director entre otras cosas me dijo en un momento:

“No sé si tienes novia…” Yo evidentemente sabía que era una pregunta indirecta, pero aunque no tenía novia no me apetecía contestar al parecerme una pregunta indiscreta y fuera de lugar. A pesar del silencio posterior a ese comentario me hice el despistado y entonces me preguntó directamente:

-          “¿Tienes novia?”

-          “No… “¿Por qué?” - Le contesté intentando restar importancia a mi pregunta.

Yo veía que mi compañero simpatizante del Opus invitó a otro compañero de clase que llamaré Antonio que académicamente era muy bueno, uno de los dos mejores de los 150 que había en total y Antonio me dijo “Rafael me ha invitado a una misa recordando a Monseñor Escribá de Balaguer”, pero no suelo ir a misas por mi abuelo, así que tampoco fui a la del sr Escribá de Balaguer.

De forma progresiva me fueron invitando a las charlas. Luego alguien me habló de la importancia de confesarse. Yo más adelante le dije al sacerdote (que supondremos que se llamaba Manuel) que preferiría confesarme solo una vez por semana pero él me insistió (creo recordar que visiblemente molesto) en la importancia de confesarme dos veces por semana. Por ejemplo, me decía que si falleciera sin confesión podría estar en pecado mortal y no iría al cielo. Así que lo que empezó como invitaciones opcionales a actividades deportivas y de estudio en el colegio mayor se fue convirtiendo en una serie de compromisos a los que tenía que asistir (charlas, confesiones, etc).

Recuerdo una vez que algo descontento empecé a decirle al sacerdote del Opus:

- “Es que ustedes…”

-“No, no digas ustedes. Yo soy D. Manuel. El director es fulanito de tal, etc, etc.”

Lo de “ustedes” fue algo inconsciente. Me había hecho la idea como de que había una única forma importante de entender la religión y todos en el colegio (director, cura, chavales de mi edad y todos) pensaban y actuaban de una forma coherente con esa única forma de pensar. Todo lo que pasaba me resonaba a la misma idea.

Recuerdo una tertulia en que el cura hizo algún comentario jocoso que a mí no me pareció gracioso (aunque hay que decir que era campechano y sabía hacer las charlas amenas), pero los chavales se empezaron a reír de una forma que a mí me pareció orquestada para crear (aunque fuera de forma artificial) un ambiente alegre y distendido entre los jóvenes.

Se me invitó (insistió mucho) en que fuera a cursos de retiro. El primer retiro me gustó bastante porque me supuso mi primera experiencia personal espiritual en que sentí a Dios. En verano una convivencia en un lugar como Barbastro o Torreciudad me incomodó más. Veíamos la figura de Don José María Escribá (o San José María Escribá como insistía un amigo mío simpatizante del Opus) y su libro “Camino” por todas partes, creo que más que la figura de Jesucristo.

Después de llevar un año en contacto con el colegio del Opus un día quedé con mi compañero de clase de universidad Rafael y me dijo que había decidido hacerse “numerario” del Opus Dei (con 19 años). Yo le dije que había decidido dejar de ir al colegio Mayor porque quería colaborar en un grupo de una parroquia. Estuvo casi una hora intentando convencerme de que debía seguir en contacto con el colegio del Opus. Como yo no cambié de idea, al final me dijo lo siguiente que me parece muy fuerte: “Me has decepcionado”.

Años después de esto, mi hermana y yo teníamos en común el interés por actividades de voluntariado. Le comenté una asociación que vi en un anuncio que luego resultó ser del Opus. Mi hermana pidió información al principio y dejó su teléfono, pero aunque luego dijo que no le interesaba lo que le ofrecían, la insistieron muchísimo llamándola muchas veces.

Sonreír y luchar

En el correo del lunes pasado, Gervasio se pregunta si la Obra ha cambiado o no y en caso afirmativo, en qué. Pide alguna información.

Ya hace tiempo que me fui, pero por lo que puedo observar en las redes sociales hay algunos pequeños cambios. Por ejemplo, a mí -como a toda mi generación- se me prohibió ir a la fiesta de casamiento de mis hermanos. Al parecer, esto ya no es tan así.

También se me prohibió ser padrino de confirmación de uno de mis sobrinos. Me parece que ahora hay excepciones.

Lo digo por fotos subidas a las redes donde numerarios (no son de mi generación) se muestran en fiestas de casamiento -incluso de supernumerarios- o presumen de un ahijado. Y debajo, hay "likes" de otros numerarios mayores...

Por las fotos que suben, los numerarios VIP siguen haciendo lo que les da la gana. Otaluto (15/12/2017) recordaba en su escrito "Tres anécdotas que ilustran la esquizofrenia que se vive en el Opus dei":

"Cuando anunciaron la beatificación del fundador, llegó una nota diciendo que todos, es decir, TODOS, teníamos que ir: gran plan y excitación general. Había uno en el centro que iba con sus padres supernumerarios, y durante algunos días nos contaba que planeaba visitar con ellos algunas ciudades de Italia. El resto nos entusiasmamos también y nos animamos a organizar algún que otro plan.

Días más tarde llega otra nota diciendo que estaba absolutamente prohibido hacer planes fuera de Roma. El tema venia en serio y era bajo pena de “mal espíritu” que en la obra es algo parecido a la excomunión de la Iglesia de los católicos. La nota era uno de esos baldazos de agua fría que nos regalaba cada tanto la Obra, pero bueno, obedecer es obedecer…

¡Cuál sería mi sorpresa cuando, ya en Roma, me enteré que un grupete de directores de la delegación se había alquilado un auto para hacer una “romería” a Florencia!"

También percibo -siempre por lo que veo en las redes- mayor facilidad para visitar a familiares y quedarse con ellos unos días. En mis tiempos, ¡ni a la ordenación de un hermano numerario -y con los gastos pagos por tu familia- era posible ir! Toda consulta era clausurada por ser falta de pobreza o desatención a las labores apostólicas.

Curiosidad: cierta vez me crucé con un numerario en el cine. No sé si estaba allí clandestinamente o tenía el OK de su consejo local. Ningún escándalo: se trataba de la película de Mel Gibson, "Hasta el último hombre". Se escabulló para no saludarme.

Lo que sí es lamentable: continúan enfocados en el "proselitismo" (aunque ahora usen eufemismos) con pre-adolescentes.

Esto lo sé por un familiar a quien le hicieron un trabajo de pinzas en un colegio de los que no son, pero son. Sus padres -mis primos- no son supernumerarios y el director del centro habló con ellos como si el chaval - un enano de 14 y medio- estuviese golpeando con los puños las puertas del Opus Dei y ellos ya no pudiesen contener sus deseos de entrega. Mis parientes cedieron, pero el niño resultó más espabilado de lo que parecía. Ya se marchó.

Hasta aquí mis percepciones...

De la posibilidad de un cambio en la Obra en todo aquello que atenta contra el Magisterio de la Iglesia (el modo de llevar la dirección espiritual, las normas ocultas contradiciendo los Estatutos - como la exigencia de la entrega total del sueldo por parte de los numerarios y agregados-, etc.) y otros abusos, como la captación de menores, soy escéptico.

Hay fuegos artificiales pero nada más: la famosa carta de Don Javier, tan bien comentada por Guillaume en "Observaciones a la Carta pastoral del Prelado del Opus Dei" (28/11/2011) fue un verdadero mazazo y aceleró los tiempos de salida de buena cantidad de numerarios que no se tragaron el sapo.

Dos cosas que me gustaría saber: ¿Hay que seguir yendo de a dos para hacer compras de ropa interior o de lo que sea? La última vez que compré algo con otro numerario, la vendedora interpretó que éramos una pareja homosexual: ¡nos dijo que éramos muy valientes y nos felicitó por el anillo!

La otra es menos frívola: ¿Continúan empastillando a quienes pasan por crisis como lo hicieron conmigo?

¡Feliz 2019 para Agustina y todos!

Hondo

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