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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 28 de Diciembre de 2015



Comentario a algunas colaboraciones.- Gervasio

            Xuxu (Vid. Principalmente A expressão centro e raiz da Opus Dei 7-XII-2015) proporciona eruditas y bien documentadas observaciones relativas a conceptos y expresiones atribuidos a Escrivá, cual si se tratase de algo innovador, cuando más bien nos encontramos ante conceptos y expresiones provenientes del acervo común de la cultura cristiana. Una de ellas es calificar la misa de centro y raíz de…

El n. 14 del Decreto Presbyterorum Ordinis, del concilio Vaticano II dice así: Esta caridad pastoral fluye sobre todo del Sacrificio Eucarístico, que se manifiesta por ello como centro y raíz de toda la vida del presbítero, de suerte que lo que se efectúa en el altar lo procure reproducir en sí el alma del sacerdote. Al respecto del Portillo afirmaba con satisfacción en una conferencia: La Santa Misa es, en efecto, «el centro y la raíz de toda la vida del Presbítero», como recordó el Concilio Vaticano II, con palabras que habían sido ya muchas veces repetidas por Mons. Escrivá de Balaguer.

Xuxu llama la atención sobre que esa expresión –centro y raíz– es de origen pagano –de Plotino concretamente– y que está presente en varios escritos de autores espirituales cristianos, entre los que destaca el cardenal Perron, si bien utiliza lo de centro y raíz para afirmar que la Iglesia de Roma es el centro y la raíz de la unidad episcopal; no para hablar de la misa.

No sé cuándo comenzó Escrivá a utilizar lo de centro y raíz, ni de quién lo tomó. Desde luego no fue él quien inventó tal expresión, como muestra Xuxu. Mi contribución a ese respecto consiste en llamar la atención sobre el artículo 35 del apéndice “Espíritu” al Reglamento de 1941 por el que se aprueba el Opus Dei. Lo que por aquel entonces Sanjosemaría escribió es esto: la Santa Misa es el centro de la vida espiritual de los socios (se sobreentiende del Opus Dei). No hace referencia a la vida de los presbíteros, sino a la de los socios del Opus Dei. Además, no dice centro y raíz, sino solamente centro. No sabemos cuando llegó lo de la raíz. Por otra parte, no escribe simplemente vida o bien vida interior, sino vida espiritual.

Conviene ser preciso sobre este punto. Como hace notar Xuxu (Cfr. Nota n. 1), la expresión “centro y raíz” constituye una unidad conceptual. No es lo mismo tomar café con leche que tomar primero una infusión de café y luego beber leche. Tal sucede igualmente con ser alfa y omega. No se predica de un mismo sujeto dos cosas, a saber, que es alfa y que además es omega –como cuando decimos de una persona que es alta y delgada–, sino que hay un único predicado: ser “alfa y omega”. Igualmente no se predican de la misa dos cosas: de un lado que es centro y de otro que es raíz. No es que Escrivá haya descubierto primero que la misa es centro y posteriormente que además de centro es raíz, sino que sustituye centro por la expresión neoplatónica centro y raíz.

¿Cuándo aparece por vez primera la expresión centro y raíz referida a la misa? Xuxu se inclina por que tal afirmación proviene del Concilio Vaticano II y que Escrivá la adopta posteriormente, frente a la opinión de del Portillo que entiende que primero la emplea Escrivá y más tarde el concilio.

Sea lo que fuere, la expresión “centro y raíz”, ya de la “vida interior”, ya de la “vida espiritual” ya referida a los socios del Opus Dei, ya a los sacerdotes, ya a los obispos, ya a los diáconos  o a cualquier otro colectivo eclesial me parece desacertada. Tal es mi personal opinión. San Francisco de Sales en su Introducción a la vida devota (Cfr. Xuxu, Ibíd., nota 11) habla del sacrificio de la Misa, como centro de la Religión cristiana, corazón de la devoción, alma de la piedad. Puestos a valorar estas variaciones sobre un mismo tema, me parece que el más acertado es San Francisco de Sales: car il (le très Saint Sacrifice & Sacramennt de l’Autel) est véritablement l'âme de la piété, & le centre de la religion chrétienne. En cada uno de los cuatro evangelios se habla –y en todos ellos con gran detenimiento– de la institución de la eucaristía. Y Jesucristo añade: “haced esto en memoria mía”. Y así se hizo desde el principio. Es centro de la religión cristiana y, como consecuencia, de la vida interior, de la vida espiritual, de la piedad y de cualquier devoción, ya se trate de un diácono, un sacerdote, un obispo, un socio del Opus Dei, una monja de clausura o un militar vietnamita.

Por lo general Escrivá ha contribuido, más que a otra cosa, a echar a perder –a deteriorar– expresiones, conceptos e incluso instituciones de la cultura cristina. Piénsese en la dirección espiritual, en la amistad, en su modo de entender el reinado de Dios, en la pobreza, etc.

También quisiera referirme al reciente correo de Jara y Sedal Error vencible, cuyo sentido –si no he entendido mal– es llamar la atención sobre el escaso interés que por sí mismo merece el fenómeno Opus Dei, hasta el punto de resultar desproporcionado tanto estudio y literatura sobre él como se hace en OpusLibros. Tiene razón. Con todo, una batalla en la que sólo muere una persona no puede ser calificada ni de sangrienta ni de decisiva. No obstante no deja de tener interés –y más que el de otras batallas– para la persona misma del fallecido y para sus familiares y herederos.

Jara y Sedal, aparte de ser el pseudónimo de un colaborador de OpusLibros de gran talla, es también el nombre de un canal de televisión dedicado a la caza y a la pesca deportivas. Tal actividad, pese a su pequeñez, tienen nada menos que  un canal de televisión.

Además, la lectura de OpusLibros es mucho más entretenida y sabrosa –y sobre todo distinta– de lo que nos obligaban a leer y escuchar pasivamente durante nuestra breve o larga estancia en la escribanía. Para poder leer las constituciones de 1950 y los  posteriores estatutos de 1982 y para enterarse de muchas otras cosas tenemos que acudir a Opuslibros. Tiene mucho más interés que Crónica, Obras y Noticias juntos. 

Gervasio





Mundanidad espiritual.- Hormiguita

Hola a todos,

Encuentro interesante esta reflexión del Obispo de Barcelona. Se habla de "mundanidad espiritual". Y lo ofrezco en esta web, porque -al leerlo-, me ha recordado al Opus Dei, tan "encerrado en sí mismo" dentro de la Iglesia.

Los que estábamos en el Opus Dei en los años 70, sufrimos tristemente de una "encerrona frente a la Iglesia" (expresión mía). Esto fue una consecuencia de las enseñanzas y directrices del fundador. Quien lo quiera comprobar, que relea la carta de Escriva de Balaguer, de 28-III-1973. Tuve que leerla, llevarla a la oración, y escucharla en retiros y charlas, y círculos breves. El efecto en mi fue, una desconfianza en lo eclesial.

Por un lado,.. ¿Me pregunto si el fundador usaba acalgunos de sus hijos para tener fuentes de "espionaje eclesial" (expresión mía). ¿Como podía afirmar lo que - según el- estaba endemoniando a la Iglesia? Se nos repetía mucho una frase suya que él decía: "el demonio esta metido, muy metido, dentro de la Iglesia". ¿Como lo sabia? ¿Que informes tuvo? ¿Quien le informaba? Vease el "informe sobre una diócesis" publicado en esta web.

Todo ese alarmismo, a mi parecer, hizo que el opus dei se encerrase en si mismo, en sus métodos, y fines. En su "propia iglesia".

En primer lugar, el demonio siempre ha estado dentro de la Iglesia, como afirma San Pablo. Y desde el momento que Cristo se retiró al desierto, para empezar después su vida publica, ya apareció el demonio para tentarle. ¿Quizás Escriva podía ingenuamente pensar que el demonio no estaría en el opus dei? ¿El fundador ocultó -desde los inicios de la obra-, una parte de los documentos de Pía Unión a la misma Iglesia? ¿Quien es el "padre de la mentira"? El demonio. Pues que el fundador se aplique el cuento.

Duelen los comentarios hacia tantos eclesiásticos en la carta de 28-III-1973. Duele ese desprecio hacia las "autoridades de la Iglesia" diciendo que "no ejercían". Y me duele, que esa carta me provocó a mi una actitud de rechazo e inflexibilidad hacia la Iglesia. Por suerte para mi, he descubierto posteriormente, que tantos eclesiásticos sirven de muy distintas maneras con "vestidos comunes". Y sin el "ornato festival" (del opus dei), tal como ordenó Dios a Moisés. (Génesis 33,5). Son misterios. Dios puede dejar en "noche oscura" a las almas como a la Iglesia para bien. Escriva parecía verlo como algo alarmante.

Una de mis máximas favoritas es "La vida te devuelve lo que te ha quitado".

Felicitaciones a todos.

Hormiguita.





Sobre los colegios de la obra.- Supo

Estimados todos:

En primer lugar, feliz Navidad y mis mejores deseos para el 2016 a todos. Durante mucho tiempo no he escrito por tener muchísimo trabajo y en parte, porque pensé que no tenía mucho que aportar. En esta página hay cuestiones muy divertidas y graciosas (no tengo esa chispa), hay cuestiones muy sesudas (no tengo esa cultura), hay cuestiones muy informativas (no tengo esos datos), hay cuestiones muy elaboradas (no tengo ese tiempo). Pero leyendo el último escrito de JaraySedal sobre la participación en esta web y otro sobre la educación en los colegios, me he animado a contar un poco mi experiencia sobre este asunto.

Estudié en dos colegios vinculados a la Obra. En el primero, era menor de doce años y no recuerdo nada especialmente negativo. Sí había un tiempo de estudio diario -media hora- en el que podías ir a misa. Algunos íbamos un par de veces a la semana. También nos confesábamos en el colegio y solíamos pasar por la capilla para saluda al Señor, en los cursos en los que no se entraba en fila, sobre todo era a la salida del colegio. No sé si los que no iban a misa, luego su tutor les decía algo. En mi caso, como además iba al "club", no tenía mucho problema. Lo único negativo que recuerdo es que uno de los tutores, numerario de mucho tirón y profe de matemáticas, solía organizar alguna convivencia los fines de semana en un chalet (que supongo prestaría algún supernumerario o cooperador). A mí, tardaron mucho en invitarme y me sentaba mal. Parecía que, como ya iba al "club", no necesitaba de nada más, y que el objetivo era abordar a los niños que no iban al "club". En algunos casos por vivir muy lejos o por otros motivos. Me molestaba porque los que íbamos al "club" estábamos como apartados de esa actividad.

Por ser un chiquillo no tengo más recuerdos de esa etapa. Ni siquiera de las tutorías, que las hacía, pero no recuerdo si buceaban en nuestra frágil mente, entre otras cuestiones porque ya había un numerario (que se salió) que lo hacía en el "club". En cualquier caso, en honor a la verdad no tengo especiales recuerdos del colegio. Supongo que por la edad, lo que se intentaba era inculcar normas de piedad (misa y confesión) y el amor a la Virgen María.

En el segundo colegio en el que estuve, ya tenía más edad, por eso los recuerdos son más intensos. Empezaré por un pequeño análisis generalizado: ¿cuáles eran los temas? Podríamos decir que en principio giraban en torno a amor a Dios: poner a Dios en el centro de la vida (muy en línea con lo que se puede oír en una charla en un "club"), los sacramentos (comunión y confesión). Se hablaba de virtudes humanas, especialmente el cuarto mandamiento y del octavo. Otra cuestión al margen es el sexto y noveno mandamiento. También se habló de ellos. Contaré cómo fue. Aunque yo no lo recuerdo como algo obsesivo.

El colegio organizó una convivencia en una casa de retiros del Opus Dei. El tutor del curso, hombre casado, preguntó de qué quería que hablásemos, qué charla queríamos recibir. A la edad de 14 años, está claro lo que nos interesaba: sexualidad. Y así fue cómo él -ya digo casado- nos dio una charla de sexualidad muy interesante. Todos salimos impactados por cómo lo contó y diciéndonos que nos había ganado la partida. Sí habló de sexualidad sin ñoñerías y de forma adecuada a unos chavales de 14 años. Pensábamos que sería una cosa ridícula en la que le pondríamos en apuros y para nada fue así. Puede que muchas personas no estén conformes con lo que enseñó, pero lo que hizo lo hizo muy bien. Hubo algunas charlas más sobre sexualidad dadas por el sacerdote del colegio, pocas, pero muy genéricas: la pureza es amar a Dios, hay que tener cuidado con el sexto mandamiento, y poco más. Desde mi punto de vista, es un tema que se aborda más en el confesionario que en una charla en colectivo.

Existe una técnica más sutil en la charla con el cura o el tutor que en dar clases o charlas en general a 45 chicos, sobre sexualidad. De hecho, recuerdo que en algún curso en la clase de Religión no se abordó el sexto mandamiento. Y sí recuerdo cómo en una charla antes de pitar un numerario me preguntó si me había masturbado. No me lo esperaba, me puse colorado y mentí. Siendo el sexto mandamiento algo de lo que se habla durante la etapa de formación de un numerario joven y en todos los retiros hay una charla y una meditación sobre el tema, por lo que sé de los retiros a los supernumerarios ese tema parece más abandonado. Se da por hecho de que no hay problemas de fidelidad o por lo menos no se alude a ello de forma tan directa como se alude en el ámbito de los jóvenes a las tentaciones propias de la juventud. Quizá algún exsúper puede añadir algo sobre este punto e incluso corregirme en un sentido u otro. Mi experiencia es muy limitada desde que abandoné la Obra.

Junto con decir lo que se comentaba, pienso que se debe señalar también de lo que no se hablaba: poco de justicia social, por ejemplo; poco de virtudes públicas y de la responsabilidad de los católicos en la vida pública. Sobre esta asunto recuerdo que años después leí un libro de Moncada, si no me equivoco, y señalaba que tan erróneos están los que solo hablan del sexto mandamiento dentro de la ética, como los que solo hablan de la justicia social dentro de la ética. Unos serían los tradicionalistas ultramontanos y otros los más a la izquierda dentro de la Iglesia, vendría a decir. Buscar el equilibrio es importante. De hecho, hay grandísimas encíclicas sobre la cuestión social y no sé si tantas sobre el sexto mandamiento. En el colegio, la cuestión social se pasaba de puntillas y quizá es un símbolo de los problemas sociales que hay en España, especialmente de corrupción pública (que no se refiere solo a los políticos, sino también a los empresarios que pagan a los políticos o a los trabajadores que roban a sus empresas).

En cuanto al temario de filosofía, que también ha sido criticado, recuerdo que el profesor que tuve (ahora ex) habló de todos, incluidos Lutero (que no sé si es filósofo), Marx, Hegel, Compte... todos. Exponía su pensamiento y también lo criticaba, como criticó la demostración de Dios de san Anselmo.

Me gustaría añadir lo que dijo un cura durante el semestre previo al Centro de Estudios sobre el beso de los novios. Literalmente dijo que los novios tiene que besarse para conocerse (no en sentido bíblico) y que el límite del beso era si uno tenía una polución mientras se besaba con su novia. Y por último hay quien ha señalado -con razón- que las educación en materia sexual debe corresponder a los padres en primer lugar. Quizá a esa persona, como a mí, por la cercanía en la edad, sus padres no le dijeron nada. Es una pena, que muchos padres no hayan hablado con naturalidad de las cuestiones más fisiológicas y las acompañen de las cuestiones de pareja. Eso deja un caldo de cultivo para los errores y las malas tendencias y no ver la sexualidad como un aspecto más de la vida humana.

Supo





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