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CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 06 de Febrero de 2004



'Lo mejor': Caridad versus Servicio.- Antonio Ruiz Retegui


"Lo mejor": Caridad versus Servicio
Antonio Ruiz Retegui - 1999
Sacerdote numerario del Opus Dei

Imagen: David Hockney, "A lawn Being Sprinkled"

En formato PDF

...Es fácil imponer a las personas "lo mejor" según los juicios institucionales, sin atender adecuadamente a la persona. La persona presuntamente querida no es reconocida entonces en su verdadera condición personal, sino solamente como miembro de la institución...

-"Dios mío, ¿por qué es usted tan 'cielo'?" decía una jovencita que se sintió impulsada a abrir su corazón un tanto angustiado con algo de verdad grave, a la directora del centro en que trabajaba. Es que esa directora, por supuesto, sin decir que aquello fuera bueno, no se escandalizó, sino que la comprendió inmediatamente y se mostró dispuesta a ayudarla. Ciertamente en esa directora hay una calidad muy fuera de lo común, pero es lamentable que eso sea algo raro entre las personas de nuestros centros. (El autor)





Tesis centrada en calcular el tamaño del agujerito.- Otaluto

Lei el correo de Brisas y recordé que estando en una convivencia me presentaron a un supernumerario médico, especialista en problemas de fertilidad, que habia realizado una tesis o investigación centrada en calcular el tamaño del agujerito que debe hacerse en el preservativo. La idea era prepinchar el adminiculo para evitar los engorros de ir con el alfiler a la consulta, y asegurarse, y esto es lo más importante, que el agujero es lo suficientemente grande para permitir el milagro de la fertilidad. Asi que, Brisas, tu incognita queda resuelta: como en todo lo demás, la obra te lo entrega hecho y a prueba de escrupulos.

Abrazo a todos.

Otaluto.



Comentarios.- Galileo

Comentarios (un poco atrasados por cierto):

El proceso de D. Alvaro (Popeye el de Olivia, 29/1)

Una impresión que tenía cuando estaba dentro era que los "Padres" tenían que ser todos santos de antemano, es decir canonizables de un modo real y reconocidos como tal en vida. Como el opus Dei basa, a mi entender, la autoridad suprema y absoluta (teocrática) del Padre de turno en dos puntos: santidad personal inigualable o fuera de lo común y fidelidad absoluta al espíritu y estilo fundacional de Escrivá; pueden llegar a una situación problemática.

El fundador es santo según la Iglesia, nos guste o no. D. Alvaro, el primero en tomar el relevo, amigo y confidente del fundador, conviene que también lo sea. Un refuerzo a la autoridad teocrática: eso se hace así porqué lo ha dicho el Padre, el Padre pide eso, no vayamos a disgustar al Padre (en vez de a Cristo). Idem para el Padre actual, por las mismas razones, y más acuciantes cuanto más tiempo pase y más se abra la sociedad, porqué entonces se hace imprescindible acudir al argumento de autoridad; y la autoridad en el opus Dei no se basa en la razón, en la comprensión, sinó en la "santidad", en ese supuesto "ver" mejor que los demás lo que conviene, porqué eres más santo que los demás y tienes una conexión especial con Dios, que los demás no tienen (la famosa gracia de estado). Yo a eso lo llamaría la institucionalización de la santidad, o si se me permite algo más fuerte, la prostitución de la santidad para unos fines extraños a ella misma: para remachar la autoridad absoluta, no basada en el amor y el convencimiento.

En mi opinión, por tanto, se asume que los Padres son santos por definición, y ya se encarga el "aparato" interno de cantar sus alabanzas, incluso de censurar aspectos nimios como el "error" de D.Alvaro al dirigir el Angelus que nos contaba Satur. Porqué la santidad en el opus Dei (aquella de la que se deriva la autoridad) es una santidad perfecta, sin errores humanos. ¿Cuándo ha reconocido el opus Dei algún error humano a nivel de alta dirección?.

Si esto se lleva al extremo, se perpetua, y el modelo parece que va por ahí: el anterior Padre es santo, ergo el actual -el sucesor directo- también lo es. Decía que esto es un problema, porqué si la vida media de un prelado es de 20 años (de los 60 a los 80 años por ejemplo), entonces cada 20 años habrá que fabricar un santo!!!. No me parece que sea posible, pero van por ese camino. ¿Cuál será el primer prelado que se atreva a no iniciar el proceso de canonización de su antecesor?. Además, si los procesos se alargan o los prelados fallecen prematuramente, entonces puede haber un atasco de beatificaciones: equipos de personas dedicadas a ello hasta llegar al absurdo. El opus Dei va camino de convertirse en el gigante con la cabeza de oro y los pies de barro.

Lydia (29/1)

Mencionas que los numerarios no iban a las clases de D. Antonio Ruiz Retegui. Efectivamente, pero creo que no porqué no quisieran, sino porque como estaban en carreras de letras, por esos años en que se atendían labores en ciudades donde no había centro con residentes (Logroño por ejemplo), los de esas carreras recibían el encargo de atender esas labores, lo cual suponía que 2 o 3 días a la semana no podían asistir a ninguna clase. La universidad o los profesores que no debían haberlo tolerado (eso se organizaba desde un colegio mayor oficialmente vinculado a la universidad), miraban a otro lado, y de ahí las promociones de numerarios con títulos que no les servían y les "condenaban" a dar clases en algún colegio. Como ya se ha comentado, ¡vaya santificación del trabajo y poner a Cristo en la cumbre de las actividades humanas!.

Por aquellos años también se puso en marcha un plan por el que un buen número de numerarios (creo que también numerarias) de esas carreras "supuestamente" (mal diría yo) fáciles debían compaginar esos estudios con la "carrera" eclesiástica en la facultad de teología. Como estaba en el consejo local puedo afirmar que se recibía el cupo de numerarios que debían compaginar las dos carreras: pongamos por caso que decían 20 y te las tenías que apañar para dar los 20 nombres a la delegación. Aparte de que esto suponía un abuso, al imponerse a chavales que llegaban ilusionados a la universidad con 18 años, el resultado era un evidente perjuicio en la formación "civil", en las notas y conocimientos. El que se impusiera un cupo llevó a que se propusiera y obligara a personas de las que era evidente que no poseían capacidad para simultanear 2 carreras. Se hizo sufrir a muchos y algunos se "rompieron". Esas personas además no tenían tiempo para nada, y ¿qué iban a contar a sus compañeros de clase?, ¿que apostolado de amistad podían hacer?. A mi me parece un abuso muy grave ese tipo de imposiciones.

Flavia "La prelatura personal del Opus Dei: un baúl de doble fondo" (29/1)

Me alegro que abundes en el tema de la dirección espiritual y en el papel de los laicos en una prelatura personal. Parece como si las constituciones de la Prelatura fueran incompatibles con el derecho canónico. Me explico, las constituciones hablan de unas incorporaciones semejantes a los religiosos, a excepción de los votos, y de unos mecanismos de salida también similares. Aunque no existen votos, lo que hay de hecho es lo mismo. Recuerdo que cuando se aprobó el decreto de la prelatura, se insistió mucho en que el vínculo personal con el opus Dei, no se había aflojado lo más mínimo. Creo que una carta de D. Alvaro abundaba en este tema. Decían, a mi entender un poco hipócritamente, que recalcaban eso para mayor tranquilidad del pueblo llano, del fiel de a pie de la prelatura, para que viera la solidez de su compromiso, cuando en realidad era para tranquilidad de los directores y un toque de atención para que no hubiera una desbandada.

¿Puede la asociación de unos laicos (CIC n.296) a una prelatura formada por el prelado y unos sacerdotes incardinados (CIC n.295), basarse en los compromisos tan rígidos y perpetuos que adquiere un numerario/a? ¿Cuál es el auténtico valor canónico del compromiso adquirido con la prelatura? Porque de hecho el vínculo de los numerarios/as es tan fuerte como el de los sacerdotes incardinados, lo cual puede parecer una contradicción.

Salvador (29/1) creo que lo he entendido un poco más, aunque soy de ciencias (no políticas claro).

Un abrazo a todos,

Galileo



El ejemplo de Brisas pero más fuerte.- Galileo

Brisas (5/1) nos pone un ejemplo de hasta donde puede llegar la calentura mental de algunos teólogos morales del opus Dei y afines.

El ejemplo que pone lo oí exactamente igual, pero todavía queda una parte más "fuerte", que no les debieron explicar para evitar desmayos. Existe otra opción a la de pinchar el preservativo (antes de ponérselo claro), aceptada por los moralistas del opus Dei, consiste en hacer una punción testicular para extraer directamente el semen.

Esa punción se tiene que hacer sin anestesia, sólo de pensarlo me entra un no sé qué. Os imagináis al moralista que se le ha ocurrido ese avance, sentado en su despacho (en Roma claro), fumándose una pipa, satisfecho de haber encontrado una solución. A él nunca se lo van a tener que hacer eso ¿verdad?.

O sea que si un supernumerario top dice "yo el preservativo no me lo pongo ni pinchado" y va para ese menester, entonces el médico (???) tiene que cogerle con fuerza el cataplín y pinchárselo, y ya está.

Sobran los comentarios.

Galileo



A Carmen Charo.- Boira

Querida Carmen Charo (5-2-04):

Hoy no tengo más tiempo y solo quiero agradecerte tu correo de ayer. Eres un sol. Gracias por defender a mi amiga.

Y aunque no vayas ni a Misa Dios no te ha dejado, porque Dios es amor y tú lo repartes a manos llenas.

Un besazo
Boira



¿Cómo volver a Dios si se quedaba en la institución?.- Agustina L. de los Mozos

Hola a todos,

leyendo ayer el último párrafo del email de Carmen Charo sobre su "alergia" a las normas y demás trato con Dios, creo que es necesario reflexionar por qué, tras los primeros meses de la salida de la Obra, hemos sido muchos los que no queremos o no nos pide el cuerpo ni el alma, volver a pisar una iglesia. Yo entiendo perfectamente a Carmen Charo y si te ayuda en algo, quiero contar cómo está siendo -que aún no lo es del todo- esa especie de reencuentro con Dios que se está produciendo en mi vida.

Yo "sólo" estuve 8 años en el Opus Dei. Muchos pensaréis que ocho años no es nada -como en el tango, "20 años no es nada"- en comparación de los 20, 30, 40 que otros se han dejado en la institución antes de marcharse. Y aquí añado que no se puede medir la intensidad en relación con los años dentro. No creo necesariamente que sea una cuestión de tiempo, sino de ilusión y desilusión, de sueños forjados y de sueños rotos. Tiene razón Milan Kudera cuando dice -creo que es en "La insoportable levedad del ser"- que "una desilusión es una verdad conocida antes de tiempo".

Yo no llegué a institucionalizarme, es decir, no llegué siquiera a formar parte de un consejo local -el primer gran shock que, si se supera, empieza la verdadera institucionalización o si no, te echa para atrás-. Una numeraria de mi mismo centro de estudios, Zurbarán, -ex numeraria ahora, Angeles-, me contaba cuando la dos ya nos habíamos marchado, que su primer destino fue el de subdirectora de un centro y que llegó con toda su entrega e ilusión a practicar aquello de que "los cargos son cargas", que "para servir, servir"... etc. "-Gus, cuando yo me vi por primera vez oyendo cómo se aireaban las confidencias de las que allí vivían y que a la siguiente que le tocaba hablar era a mí, se me mudó la color y se me vino el mundo encima. Todo se derrumbó; se derrumbó la Obra, me derrumbé yo. No pude hablar, no sabía a dónde mirar, me entró un tic nervioso en el pie que movía toda mi pierna; la agenda rodó por los suelos al inclinarme para parar mi pie y como el suelo estaba tan bien encerado me volví a derrumbar físicamente: al suelo silla y yo. Al querer recuperar la agenda, la silla se inclinó conmigo y nos deslizamos ambas por el suelo. Tal era el nerviosismo y el desconcierto. Experimenté mi primer sofoco pre menopaúsico a los 24 años... en fin, que salí del cuarto de la directora diciendo que no me encontraba bien y me fui directamente al oratorio. En el oratorio, arrodillada, jadeante, asustada, me tranquilicé. Y me tranquilicé poco a poco en la presencia de Dios. Me tranquilicé tanto que confirmé que aquel ventilar la confidencia de las que desde hacía unos días hacían la charla conmigo, no era ni honesto ni mucho menos cristiano. Así que salí del oratorio decidida a deshacer aquel entuerto; entré en el despacho de dirección y dije que me iba. Me fui a los dos días, como todos los días, a mis clases en la universidad pero no volví. Necesitaba huir, escapar de ese 'nido de víboras'"... (Lo pongo textualmente porque los orejas tienen su testimonio que próximamente publicarán en la web).

Retomando lo que decía al principio: yo no me institucionalicé. No tuve tiempo. No llevé ninguna charla ni tuve que hablar de la intimidad de otras personas que me la hubieran confiado, por lo tanto no tuve la evidencia absoluta y demoledora de Ángeles. Pero sí se dio una casualidad -las casualidades dicen que no existen, por lo tanto creo que lo que sucedió estaba predeterminado o que Dios me estaba haciendo señales de humo para que saliera huyendo-. Al entrar en el despacho de la directora -creo que para tomar las llaves del coche- vi un folio incrustado en una máquina de escribir (no había ordenadores o computadoras entonces, éramos del siglo pasado...;), vi escrito un informe o reporte de una persona concreta. Hubiera podido "guardar la vista" pero no la guardé. Hubiera podido empotrarme en un armario para no mirar a mi alrededor, pero no se me ocurrió; también hubiera podido despeñarme por la terraza que daba a un garaje para seguir "guardando la vista", pero tampoco se me ocurrió. El caso es que al leer lo allí escrito, sentí nauseas. No porque lo que se había escrito fuera terrible, sino por ver qué se hacía con las confidencias. Ese fue el principio del fin, el sueño roto, la ilusión desilusionada, la decepción.

¿Y Dios qué tenía que ver con todo eso? Pues eso también me preguntaba yo. Mi conciencia me decía que "eso" no era de Dios. Pero a la vez, la "formación" recibida sobre la naturaleza sobrenatural de la Obra, lo de "somos el pueblo elegido", la reflexión del Acetato: "la corrupción de lo bueno es lo peor" -por si a alguno que se fuera se atreviera a criticar algo de dentro-, debidamente explicada en charlas y meditaciones, añadido al infierno seguro por no ser fiel a la Obra, más el de que "ninguno de mis hijos que ha abandonado su camino ha vuelto a ser feliz", más "si una vez se ha visto la vocación, es suficiente"... "Es como ir a la ermita de Sonsoles, se ve al principio de la romería, luego se deja de ver por las montañas, pero sabemos que está ahí; no se ve pero no ha desaparecido..." ¡Dios mío! ¡Qué machaque!. ¡Cuántas puertas cerradas en nombre de Dios! ¿Cómo podría saltarse una la voluntad de Dios si ibas derechita al infierno? Y la frase aglutinadora, la gran frase, la frase de todas las frases, la madre de todas las frases del próximo doctor de la Iglesia: "la infidelidad, hijos, perder la unión con Dios, eso es lo grave" (Escrivá).

Carmen Charo, ahí está el gazapo, el gran gazapo, la gran trampa. ¿Cómo que la infidelidad -no seguir en la Obra- es perder la unión con Dios? ¿Quién se atreve a proclamar que irse de una institución viciada en sus métodos y hasta en sus fines es "perder la unión con Dios"? Pues se atrevió Escrivá y lo esculpió en el subconsciente de todos sus "hijos" a base de machacarlo una y otra vez en todos los medios de "formación", tanto en los que nos fuimos como en los que están.

¡Qué losa, qué cadenas, intentó colocarnos en las espaldas, en los pies, en la mente y en el alma, para que no nos fuéramos y si nos íbamos, ojito! Y nosotros: a llevarlo a la oración, a "hacerlo nuestro" ...Si lo dice el "padre", que es el que nos alimenta espiritualmente, un "padre" que nos quiere tanto, que nos ha engendrado -muy esclarecedor tu escrito de ayer E.B.E.-, ¿cómo nos va a engañar? El Evangelio quedaba desfasado porque estaba Escrivá con su clarividencia y con sus apariciones supuéstamente místicas, que venían a enmendarle la plana. Y nosotros nos creímos que eso era de Dios. El Dios que, una vez que nos fuimos de la Obra, parecía que se quedaba allá, con Escrivá y la institución. Nosotros éramos los que nos perdíamos en las tinieblas. Nosotros volvíamos al mundo pero ellos eran los que se quedaban con Dios. ¿Y cómo volver a Dios si Dios se quedaba en la institución? He ahí el proceso de reconstrucción para muchos ex miembros del Opus Dei.

Dios se salió con cada uno de nosotros; no se quedó dentro porque dentro no estaba. Pero no lo sabíamos. Aún fuera, seguíamos teniendo los condicionamientos de la "formación" recibida. Llevábamos 1.000 capas de pintura, una encima de la otra, (meditaciones, charlas, cursos de retiro, vídeos, tertulias, cursos anuales...) que nos impedían ver NADA. Y lo primero que muchos quisimos fue quitar al Opus de nuestra vida pero pensando que así, inevitablemente, también quitábamos a Dios, porque el Dios del Opus no era compatible con la vida ni con la salud mental y espiritual, ni con la religión, ni con la Iglesia, ni con la alegría, ni con nada que nos reconciliara con las ansias de ser buenos cristianos -que no nos las puso la institución sino que ya estaban ahí dentro antes de que la institución apareciera-, pero que logró confundirnos lo suficiente para no poder separar una cosa de otra.

Pero ese proceso de reconstrucción no se consigue de la noche a la mañana. No hay tiempos prefijados. El duelo o la reconstrucción tiene su "tempo" para cada uno.

Carmen Charo: hace más de 20 años que me fui de la Obra y sólo hace 3 semanas, un domingo, he vuelto a ir a Misa (fuera de bodas, funerales y primera comuniones). Pero no fui a Misa ese domingo para cumplir con el precepto dominical ni fiestas de guardar. Fui porque casualmente -esas casualidades que proporciona la web aunque las casualidades no existen-, había quedado en recoger a la salida a nuestro amigo Alfredo, que había venido a Madrid.

Llegué antes de tiempo y me metí en la iglesia. Era una misa para los niños; el cura les hablaba, ellos se reían, yo también me sonreía con ese intercambio de preguntas y respuestas. Y allí no había nada que me recordara al Opus; era yo la que llevaba el sello "opus" o lo que quedaba de él, temiendo que su fantasma reapareciera. Después de ¡¡20 años!! una misa era una misa o entrar a una iglesia era señal de sentirse bien y en paz. No apareció la referencia a "nuestro padre" en la homilía; ni la referencia a sus milagros, ni a las vocaciones ni al proselitismo, ni a las correcciones fraternas, ni a la "unidad" ni al "buen espíritu", ni a las normas, ni al minuto heróico. No había ninguna cruz de palo, había un crucificado -Jesucristo- en su cruz. Y me regresé a mis 16 años, meses antes de conocer la Obra, y me sentí cercana a ese Cristo. Los años que me robó el Opus de trato con Dios o lo que yo creo que era Dios "antes de" y ahora, "después de", me los deben o se los deben a Dios. No sé a qué Dios recé o con el que me sentí a gusto -hoy he leído en un periódico que sólo un 17% de la humanidad es católica- así que ni sé qué Dios me acogió (pienso que todos a los que cualquier ser humano se dirija). ¿Y sabes qué? Que gracias a la web y a todo lo que todos escribís para salir de donde nos dejó la pobreza mental y espiritual del Opus, yo inicié mi camino de reconstrucción. Con la web he entendido que el opus fue el obstáculo entre Dios y yo porque, mientras siguiera identificándoles remotamente con mis ansias de un más allá, no había nada que hacer.

No me he fijado ir a misa todos los domingos pero sé que si voy a una iglesia un día cualquiera, ¡gracias a Dios! ya no va a rondar el Opus en mi cabeza ni en mi alma. He echado al Opus de todas las iglesias. Y llevo un par de meses rezando un Ave María antes de dormirme por un amigo de la web que lo está pasando mal por problemas familiares. ¿Y sabes qué? ¡Que no tienen que ser 3 avemarías con los brazos en cruz ni hay que rociar la cama -para nosotras era la tabla-, con agua bendita! Y si se me olvida una noche porque me he tomado un par de copas, la rezo cuando me despierto. ¿Y sabes qué? Que no es pecado ni falta, ni tengo que apuntarlo en la agenda. Increíble, ¿verdad? Así es la vida después del Opus. No hay nadie que interesadamente te diga qué es "lo mejor", como dice Ruiz Retegui en el escrito que colocaron ayer los orejas.

Ese domingo de hace tres domingos, comimos Alfredo, Maque y yo. Luego vino Javier (el mandamás de la nueva web) y charlamos y nos reímos y nos conocimos y brindamos. Y Dios -el Dios que cada uno ha recuperado- brindó con nosotros.

Un abrazo,
Agustina López de los Mozos Muñoz



Mi experiencia.- Isa

Mi experiencia

Hola, como estais? hoy he descubierto vuestra pagina y me he quedado boquiabierta, les quiero contar mi experiencia, yo pedi la admision en 1998 como numeraria auxiliar, a pesar de que yo queria ser numeraria a secas, el caso es q estuve de "adscrita" hasta el 2000 o asi xq yo decia q no veia claro el trabajo que hacía, que como todos sabeis es domestico, cosa que nunca he entendido ni entenderé, y las "directoras" veian q claro si no me gustaba pues que eso no era lo mio, entonces claro yo me queria largar d alli cuanto antes, porque hable por activa y por pasiva con las directoras de la delegacion, de la asesoria, en definitiva con todo el mundo, era una rebotada pero yo no me callaba ¡no me daba la gana! entonces nada me dijeron que si keria ser supernumeraria!!!, vamos me quede estupefacta al darme cuenta como cambiaban una cosa por otra con semejante facilidad, yo como aun tenia el "coco comido" pues accedí, el caso es que no dure nada, habian cambiado mis medios de formacion, la intensidad, el ambiente... todo! me sentia fatal y muy agobiada, no recibia los circulos debidamente, las charlas tampoco vamos q me tenian "abandonada" entonces gracias a su falta de responsabilidad en brindarme los medios de formacion acordados, se me encendio la bombilla y vi mi momento de irme, diciendole q eso no era en lo q habiamos kedado y q yo no iba a estar mendigando los medios d formacion, que tenia derecho como cualkier numeraria a recibirlos, esto lo dije tambien por activa y por pasiva, a las directoras etc, no hicieron nada al respecto.

Llego el dia en que fui al centro donde habia quedado con la Directora regional, y le dije q me iba, que lo habia pasado muy mal por el cambio de "vocacion" y que nadie me habia ayudado, que si eso era una familia o era una broma, que casi habia caido en la depresion, y a la "señora" no se le ocurre decir otra cosa que "lo q tiene q curar un medico no lo podemos curar nosotras" me entro la risa y le dije no he dicho que la tuviera, y nada le dije q me iba y encima! tuvo la cara d invitarme a una ultima convivencia de supernumerarias (ke pasa q si se va alguien pierden comision o ke?) y le dije q ya los ultimos cartuchos se habian kemado hace tiempo.

Pienso q lo q realmente les fastidio era q me fuera y no q me echaran. En fin para terminar mi extenso relato,deciros q siempre guardé muy buena relacion con la directora del centro de numerarias auxiliares, y aun hoy la tengo, hasta me ha "contratado" para hacer trabajos varios (que no domesticos) que ella q me conocia bien, sabe que se me dan estupendamente, y colaboro pero me dan una remuneracion que nacio de ella, lo que no entiendo es que, si supuestamente me he ido... por que siguen queriendo tener relacion conmigo?, tambien tengo que decir que mi hermana es numeraria auxiliar en ese centro y yo la veo muy feliz, no todos somos iguales por supuesto, pero me alegro por ella, aunque egoistamente hablando haria lo q fuera por sacarla.

Muchisimas gracias por vuestra atencion, espero una respuesta a mi pregunta.

Isa



Cuestionamiento.- Héctor

cuestionamiento

Hola... comparto el desacuerdo con los mètodos y formas del Opus Dei. (los detesto)... pero, cómo trabajar la caridad y la unidad, el mensaje Evangélico de libertad y aceptación de todos desde afuera hacia otros seres humanos con debilidades como lo son también los miembros del Opus Dei?

¿Cuál es vuestra opinión?

Héctor



Un ataque al Opus Dei que salpica a la Iglesia.- José Carlos

Un ataque al Opus Dei que salpica a la Iglesia

Querida Brisas:

Escribes ayer (5-II) satirizando a un sacerdote del Opus Dei que os dio una charla explicando cómo, en la evaluación médica de una pareja por infertilidad, se puede obtener semen por medio de un preservativo previamente perforado que se usa durante el acto conyugal.

Te advierto que ese procedimiento, que a ti te puede parecer ridículo y muestra de lo desfasada que está la Obra, es la práctica lícita defendida por la Iglesia (véase, p. ej., "Medicine and Christian Morality" del jesuita Thomas O'Donnell, o la web de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos,
http://www.usccb.org/prolife/issues/nfp/treatment.htm te la traduzco, si quieres).

Esa solución se basa en dos principios básicos de la teología moral católica tradicional, que hasta ahora siguen formando parte del magisterio:

1. La facultad generativa se debe usar deliberadamente sólo durante el acto conyugal; la masturbación se considera un acto en sí desordenado, y por tanto injustificable aunque existan buenas intenciones.

2. El acto conyugal debe estar abierto a la transmisión de la vida.

Para mantener la integridad de ambos principios, se mantiene que el semen debe obtenerse durante el acto conyugal (p.ej. antes de la cita con el médico), y una forma fácil de hacerlo es mediante el preservativo perforado que permite que parte del semen llegue al canal reproductivo de la mujer. Los ginecólogos o endocrinólogos católicos ortodoxos no tienen ningún problema con este método.

Con esto, sólo quiero hacer constar que, como en otras ocasiones, algunas críticas dirigidas contra el Opus Dei realmente afectan a la Iglesia, porque al igual que en otros casos este sacerdote estaba simplemente explicando una doctrina que no es ni suya ni de la Obra: simplemente del magisterio.



Sólo pido un poco más de objetividad.- José Carlos

Al Oreja-Jueves:

De un tiempo a esta parte he observado gratamente que los Orejas se limitan a colgar los escritos en la web y dejar que los usuarios discutan los méritos de unas y otras opiniones: el libre debate suele poner en su sitio a los argumentos que parecen apartarse de la realidad, sin necesidad de que los Orejas se queden con la última palabra.

El Oreja-Jueves no pudo resistir, y de un correo (5-II) en el que yo solamente quería animar a Asher a seguir con su búsqueda espiritual sin querer meterme en controversias, me deja caer la puya (link aquí) puramente tangencial de que cuando me vine a América traje "el espíritu del Opus", no el mensaje del Evangelio, porque en estas tierras ya lo conocían.

Tres cosas:

1. Irrespectivo de lo que se pueda pensar sobre el apostolado en el Opus Dei, es la pura verdad que la gran ilusión que me movía a mis 18 años era difundir el mensaje del Evangelio, y subjetivamente así veía mi vocación y la llamada al apostolado que se dirige a todos los cristianos;

2. A lo mejor tú no has estado en USA: te aseguro que el mensaje del Evangelio es muy necesario aquí, a pesar de cuatro siglos de cristianismo, como lo sigue siendo en Albacete, en Timbuctú o en la China comunista;

3. Todas las veces que he animado a mis amigos a confesarse, a santificar el trabajo y a tratar bien a sus novias; cuando he rezado con la familia de un paciente moribundo, o cuidado a enfermos pobres; cuando he donado tiempo y dinero a grupos católicos, o cuando he escrito explicando y defendiendo las enseñanzas de la Iglesia, me parece haber contribuído a difundir el mensaje del Evangelio, haciendo un apostolado al que me animaba la Obra sin que tuviera nada que ver con su propia ganancia, el proselitismo o la búsqueda de vocaciones.

Por favor, sólo pido un poco más de objetividad y de trato equitativo cuando se decide qué es lo que merece comentarios y qué se deja pasar.

Un saludo,
José Carlos (Amigo, pides un trato equitativo y objetividad. ¿No lo tienes? ¿No es bastante trato equitativo y objetividad publicar tus correos? Los orejas nos callamos bastante últimamente pero no somos de piedra pomez y si mantenemos la web también opinamos -con el mismo valor subjetivo de lo que tú dices-. Ya sólo nos faltaba que vinieras a decirnos cómo y cuándo podemos opinar. Amigo, nosotros estamos fuera de la Obra, ¿te darás cuenta de eso alguna vez? No atendemos a consignas ni a votos o compromisos, decimos y opinamos lo que pensamos y nadie nos va a hacer callar nada que queramos decir. ¿Te crees que estamos de adorno? Increíble lo tuyo que, yendo contra corriente de todos los exmiembros, aún crees que deberíamos callar los que curramos aquí. Pues no, amigo. Lo mismo que tú replicas a lo que te contestan, así el oreja que quiera te replicará a ti. Y eso que no te replicó a todo tu correo porque no había por dónde tomarlo, como éste que escribes hoy. ¿De qué caverna vienes? Recuerda que ésta no es una web confesional y lo que digan los obispos o quien sea, si es una tontería o una sinrazón, no nos callamos. Los obispos españoles acaban de decir en España que los malos tratos a la mujeres se deben a la revolución sexual y que es un mal menor lo de los malos tratos. ¿Pero en qué siglo estás y están los obispos? ¿Tú no crees que la fe que tengas va contra el sentido común? ¡Crees que los orejas, somos borregos? Pues no, no tragamos y nos pareces un retrógado troglodita que parece mentira que digas lo que dices. Pero como aquí se publica todo, pues ala, publicado está y nuestra respuesta también.)


 

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