Contaba mi padre, que cuando él tenía 14 años, se le descorrió como un velo en la mente, e “ipso facto” comprendió las Matemáticas todas: la Geometría, el Álgebra, la Aritmética…, y que a partir de entonces pudo resolver con facilidad y acierto todos los problemas por más enrevesados y difíciles que fueran; y más adelante los de Trigonometría. Yo no sabía latín, pero por el contexto entendía o traducía la expresión “ipso facto” por “en aquel mismo momento” “en aquel instante”…

Y ahora voy a tratar de explicar

LO QUE VI Y SENTÍ AL DESCORRÉRSEME EL VELO

Era la primera semana de agosto cuando yo estaba leyendo los escritos de Doserra de Octubre de 2012, titulados “LAS MENTIRAS DE ESCRIVÁ” y al llegar al número 4 del 22 de Octubre, y del 26 del mismo mes, (son más de tres textos) en que explica cómo el consiliario de Venezuela, Rvdo. Roberto Salvat Romero, respondía a los de inmigración de EE.UU. y lo mismo hacía el Rvdo. Daniel Cunnings con el cargo de Procurador General, negando que María del Carmen Tapia hubiera estudiado alguna asignatura en la organización, “ipso facto” se me abrió la mente a una realidad que me embargó de un modo que difícilmente puedo plasmar...

Al leer que tranquilamente, negaban unos hechos que habían acontecido, y ellos eran sabedores de los mismos, mi pensamiento inconsciente, intuitivo, surgido de repente, y de manera clara fue: “NO TIENEN FE, NO CREEN EN LA OTRA VIDA, NO CREEN EN DIOS”. Y en ese mismo momento en que me surgía el pensamiento, y no después, sentí una gran Paz; me rodeaba la Paz lo mismo que el aire nos rodea de manera natural, ocupando el espacio que no está ocupado por objetos… Este pensamiento no me produjo irritación, asombro o enfado, sino una Paz que no era conformidad; era una Paz que estaba dentro y fuera de mí, colmando todo mi ser; esta sensación de plenitud y Paz, no desaparecía, me mantuvo durante varios días en un estado tal, que no soy capaz de describir, Hay que sentirlo, no se puede explicar. Llegar a la convicción de que los altos cargos del Opus Dei que mienten y engañan no tienen Fe, no creen en la otra Vida, no creen en Dios, me hizo comprender todo, todo lo que de incomprensible tiene el Opus Dei. 

A las objeciones que Daniel_M el 24 de octubre de 2012, hace a Doserra en los cinco primeros párrafos, bajo el título: “Por qué mintieron”, aquí, en esta aportación mía, están las respuestas: Escrivá mandó que mintieran, y todos mintieron porque no tenían Fe, no creían en la otra Vida, y no creían en Dios.

Tiene razón Daniel_M cuando afirma: “Escrivá sabía por sus estudios de Derecho, que “lo que no consta en acta, no existe en Derecho””; claro que sí, digo yo; por eso Escrivá no firmaba nada, mandaba hacerlo a otros. Y… ¡Cómo eran los que estaban presentes mientras Escrivá maltrataba de palabra a María del Carmen Tapia! (don Álvaro del Portillo, Javier Echevarría, y tres mujeres). Estoy segura, segurísima de que, si Escrivá hubiese pegado a María del Carmen, golpes, patadas… ninguno de los presentes habría hecho ningún gesto para detener a Escrivá o defender a la agredida, aunque estuviera caída en el suelo por efecto de la agresión que estaba sufriendo. Echevarría negó después, que Escrivá hubiese llamado a María del Carmen ¡PUTA, PUERCA!, y lo mismo hicieron los demás que estaban presentes.

Y que no sigan diciendo los de la AOP (Oficina de la Opinión Pública) que María del Carmen Tapia se retractó de todo lo dicho en su libro, porque no es verdad, ya que, en la primavera del año 2016, año en el que falleció, tenía mucho interés y mucha ilusión en que ya por fin su libro iba a publicarse en francés, sin quitar ninguna coma. No, no se retractó, la verdad fue que María del Carmen Tapia dijo que ella era hija fiel de la Iglesia, y que, si la Iglesia había dicho que Escrivá era santo, ella así lo consideraba; que no es lo mismo que retractarse de todo lo escrito.

Escrivá era muy inteligente, sabía qué cosas se podían decir y cuáles no. Por ello, él sabía que decir la verdad sobre algo trascendente respecto de su vida y creencias, no era conveniente, ni aceptable, y sí motivo de escándalo, además de que su Obra se habría arruinado, (ido al garete), si él decía la verdad sobre sí mismo. De modo, que explicar en las tertulias, que al llegar a Roma había perdido la inocencia, (no por lo que insinuaba, ciertamente) estaba bien, era aceptable en aquellos círculos. Pero lo que de verdad perdió Escrivá al llegar a Roma, si es que ello no sucedió antes, era que había perdido la Fe, no creía en la otra Vida, no creía en Dios, pero cimentó su obra en la buena fe de tantos y tantos que sí creían en Dios. Tal acción es un pecado tan grande, que sólo Dios en su infinita misericordia puede perdonar.

No voy a disertar sobre lo que esta organización ha abusado de gente buena, de gente generosa, durante muchísimos años, porque ya lo habéis dicho muchos.

Una “Felicitación Fraterna” a Stoner por su texto del día 27/9/23 del mismo título. Y a todos vosotros os deseo una feliz Navidad llena de Paz.

Rioduero 

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