Una robolución impresionista
Noob

Siempre me han encantado los impresionistas, al igual que las impresiones japonesas del arte ukiyo-e. Mis conexiones personales con ambos tipos de arte, y las conexiones que tienen entre sí, han estado de muchas formas presentes en mi vida. Las impresiones que me formo son el resultado de las percepciones de mis sentidos, filtradas, evaluadas, acotadas, definidas, juzgadas por mis propios prejuicios. Esos prejuicios han sido en gran medida heredados de las contribuciones histórico-culturales de mis familias, mis culturas, mis países de residencia, mis lecturas, y, sobre todo, mis interacciones con otros seres más o menos humanos, como yo.

Durante los 19 años que fui numerario, y durante muchos de los años posteriores a mi salida, la influencia de la obra en mis pensamientos, estructuras internas, emociones, vida diaria y demás fueron muy profundas y poderosas…

Mis prejuicios no son necesariamente malos, o buenos. Simplemente son mis pre-juicios, pre-concepciones que tengo aquí, ahora. Son míos porque están en mí, no porque yo necesariamente los quiera. Muchos son bastante inconscientes. En mi esfuerzo por liberarme del virus del rejalgar, que me fue implantado en muchas variantes y recónditos lugares, he ido lentamente meandreando por toda suerte de teorías y métodos para tratar de sobreponerme a la mentalidad autodestructiva que resulta de uno considerarse una porquería. En el proceso, claro, me he ido dejando el pellejo, los músculos, las canas, los dientes… pero, sobre todo, las impresiones.

Los escritos de los colegas náufragos o no de OpusLibros han sido una maravillosa piedra pómez y jabón para mí. Poco a poco, con las diferentes texturas, aromas, carcajadas, lágrimas, comparaciones, recuerdos picantes o miserables, me he ido bañando de agua de sorgente, y se me han ido cayendo escamas de los ojos y otras cosas desagradables de la piel y de mis entrañas. Con esas ayudas, y muchas otras experiencias, lecturas, observaciones, estupideces cometidas y sufridas, he ido haciendo una especie de terapia, según lo veo ahora, para llegar a donde me encuentro ahora, aquí, hoy. La desnuda percepción de mi existencia, y la de ustedes, para mí se han convertido en una sorpresa constante, fuerte, sin sedativos. Una fuente de claridad que me ayuda a ir distinguiendo las impresiones.

Muchos de los escritos hablan de esa esquizofrenia entre la impresión que el opus dei trata de dar y lo que en realidad ocurre allí. No sé la impresión que cada quien tenga, pero es notable lo diferente que es la impresión, de lo que se vive. ¡En OpusLibros hay una tal cantidad y calidad de testimonios! Tratar de dar la impresión de algo es lo que se hace cuando no se quiere que se vea lo que en realidad es. Supongo que cuando alguien del opus dei no sabe lo que son, al menos cree que sabe qué clase de impresión debería dar. Aun así se engañan y de paso engañan a otros. “No conviene…”, “es mejor que…”, “sería bueno…”, y otras expresiones semejantes anteceden ‘órdenes’ de no decir, no hacer, no hablar, no contactar a alguien, para no ‘crear una idea equivocada’ o de expresar algo de cierto modo que oculte ‘sin mentir’ la realidad.

Me da la impresión de que uno de los atavismos más pesados que he tenido es el de juzgarme, condenarme, y ejecutarme. Siguiendo unos esquemas de culpa y vergüenza propios de muchos círculos religiosos, no sólo católicos o del opus dei, me he amargado tanto la vida, y la de los que me han rodeado. Resulta que aquello de “no juzguéis y no seréis juzgados” es de lo más difícil de aprender para mí. Por mucho que yo haya sabido intelectualmente su importancia, y lo haya creído, me ha sido muy difícil aplicármelo. Y esto con la continua comparación con otras personas (ya fuera el fundador, o mis compañeros de trabajo). Pues bien, esa adicción a la impresión en realidad es una forma de robar lo que realmente es, y substituirlo por una réplica barata, apenas superficial, y vacía.

Y todo el montaje de normas, criterios, no-convienen y demás, se ha presentado como una revolución teológico-pastoral para renovar a la iglesia y cambiar el mundo. Directamente dictada por don Dios, nada menos. Lo que resultó fue una robolución del impresionismo. Parte del robo es que se ha dado la impresión de que el éxito en la vida es permanecer en ese movimiento, y de ser posible traer a otros. Ambas cosas están hoy día escasas en esa obra, aunque se sigue tratando de dar la impresión de que no. A quienes están “in” y sienten que la cosa ha sido inútil, o estéril, pero se quedan por que no haya más que hacer, les digo: El éxito no está en esos supuestos números (normas, vocaciones, colegios, etc.). Está hoy aquí en tu capacidad de aceptarte a ti mismo, de valorarte, de pedir perdón, de levantar la mirada. No te castigues más, pues no es eso la vida, y mucho menos la tuya, entregada con ilusión. El amor a Dios, según entiendo, es lo que cuenta. Pero no somos angelitos, y las emociones resulta que sí eran importantes. Así que unos talleres aquí y allá, como para parchar un hueco, no son suficientes para regresar el verdadero sentido humano a la estructura de la obra. Y lo inhumano no es lo mismo que lo sobrenatural. Valora la persona que eres, con todo lo que implica.

Veo que se procura dar la impresión de que se obedece al Papa, pero en realidad se intenta robar de sentido a esa guía. Yo no soy creyente, pero entiendo que la estructura de esa empresa que es la iglesia tiene sus reglas. Dar la impresión de que se escucha y de que se va a hacer algo acerca de las ex nax (no sólo de las 43), mientras se les sigue robando al no darles ni el dinero ni la honra que se les debe con intereses. Otra vertiente grande de esa robolución. Lo que “es” no necesita dar la impresión. Es necesario aprender a ver lo que “es”, y aceptarlo tal como “es”. Sólo así se puede cambiar, si es del caso. O dejarlo seguir su camino. O admirarlo.

La impresión ha de ser lo que nos queda de admirar lo que “es”. ¡Es impresionante! A los jugadores de palabras que abundan en esta selva de los nomos, y a otros impresionables, les dejo este pedacito de texto para que le saquen punta a su gusto, y nos llenen de buenas impresiones.

Con todo cariño

Noob