Buenos días,

Respondo a la persona que saca a colación la rapidez inusitada de la obtención de diplomas por parte del anterior prelado. Fue un buen hijo de su padre, quiero decir, que pisó donde antes había pisado el hoy santo. Acumular títulos en poco tiempo, y presumir de intelectualidad sin haber dedicado ni mucho ni poco tiempo a un trabajo intelectual serio.

Es imposible no solo para un prelado, sino para cualquiera en la Iglesia en estos tiempos hacer compatible las dos cosas: o se dedica uno a la política eclesial, al gobierno y predicación, o se dedica uno a la investigación y el estudio, que demanda soledad y pocas apariciones públicas. O al menos muchas menos que las que han gastado todas estas ilustres personas a las que nos referimos.

Ya en esta página, Jaume García Moles se molestó en visitar polvorientos archivos diocesanos y civiles para ver qué casaba y qué no con lo que el fundador contaba de sí mismo. Te animo a que te leas la serie

Y si hace poco que han salido de la family y todavía guardas algún tipo de devoción, lee sentado y bien agarrado a la silla, porque las revelaciones y las conclusiones sobre incoherencias y “minidelincuencias”, santa pillería, que diría él, estuvieron a la orden del día en su vida. Las conclusiones son tremendas y el listado de desobediencias del hoy santo a la jerarquía es largo.

Lo más doloroso es que si alguna frase se nos ha quedado grabada a fuego a todos los que estuvimos es que el espíritu es obedecer o marcharse. Y a los diez años de haber tomado las de Villadiego en mi caso, viene García Molés con esas conclusiones apoyadas en documentos eclesiásticos sacados de archivo.

Se te queda el cuerpo fatal, al menos a mí, de ver la magnitud de la tragedia personal por haber estado obedeciendo cuando el supremo inventor no lo hizo nunca. Y como profesional educadora, fray ejemplo es el mejor predicador. Si no hago algo no machaco a nadie con eso. Pero deben ser cosas mías porque de todos modos estas incoherencias no han sido obstáculo para que el Vaticano considere probada su santidad.

Y lo de los estudios es un capítulo más, en la sarta de cosas que no hacían, pero obligaban a hacer. Libero investigó  el tema de la tesis doctoral del fundador. Al parecer el original que se depositó en 1939 en la facultad de derecho de la universidad de Madrid fue sustituido por un libro editado años después. Santa pillería, no es lo mismo la tesis original que un libro posterior. No sabemos cómo fue su tesis que con, tantas andanzas, fundación de residencias, visitas de enfermos y saraos apostólicos una se pregunta cuando tuvo tiempo para escribir. Además, lo mismo sirvió para otro doctorado esta vez en Roma. Alucinante amontonamiento de títulos en diversos países y lenguas porque sí.

En el mismo escrito, Libero hace descubrimientos inquietantes sobre la tesis doctoral o no tesis, no sé cómo llamarlo, tú mismo, del primer sucesor.

Giancarlo Rocca, es otra gran fuente de información sobre el particular.

Ynfante hace algunas precisiones más sobre la tesis de 1939.

Yo misma me lancé a observar y comentar ante algunas dudosas tesis de políticos españoles que seguían la estela de un santo.

La rapidez de los estudios de ese señor y su habilidad para obtener diplomas con lo que a otros nos costó.

Sacar un mero aprobado en asignaturas que se hacían cuesta arriba, es indignante. Y simplemente no es creíble. Pero ya ves, se ha hecho moda, entre muchas gentes dirigentes civiles y eclesiásticos exhibir méritos conseguidos de “aquella manera”.

El que a los suyos parece honra merece, dicen.

Por lo menos ya somos dos los desengañados, y esperemos que se una alguno más interesado por saber qué se esconde tras el decorado.

En otro orden de cosas, enlace a entrevista con motivo de los 70 años de la universidad de Navarra, se puede traducir con el traductor de Google, detecta el idioma.

Saludos

Ana Azanza