Te respondo Hemperador a tu pregunta sobre cómo se financian.

A mí me pidieron el sueldo muy pronto; me lo advirtieron poco después de pitar, no antes, claro. Aún era estudiante cuando pité así que durante un tiempo no daba casi nada. Después, con ese buenismo de las personas de buen corazón lo daba pensando en las necesidades del Opus Dei en todo el mundo. Pero la realidad es la que tú cuentas.

El mantenimiento de tantas casas, casonas, centros, santuarios, campamentos, etc., es una ruina actualmente con tantas deserciones (menos ingresos mensuales). El mantenimiento de toda la estructura organizativa de numes que solo trabajan en labores internas y no ingresan nada. Todo eso se paga con el dinero de los que sí trabajan. Pardillos. Ese dinero no va a los pobres, amigo mío. Ese dinero va para pagar la estructura.

Bien dices que el Opus no tiene propiedades. Pero hay un entramado de fundaciones que reciben esos dineros y juegan con él para poder financiar colegios, universidades, etc.

En fin, que los de dentro están exprimidos y acaban exprimidos como un limón en todos los sentidos, agotados de trabajar, de hacer normas, agotados psicológicamente con tantas cosas que hacer, exprimidos económicamente. Y luego, el gran remedio: ofrécelo.

Los jefes disponen de miles de testamentos hechos en el fervor de la vocación inicial. Esos testamentos serán nuevos ingresos en pocos años con tana gente mayor del Opus que se va quedando por el camino.

Sugiero que, sin decir nada a los directores, los que siguen dentro tomen la decisión de hacer un nuevo testamento dejando sin efecto el que hicieron y dando la herencia a los familiares de sangre verdadera que uno quiera. De esta manera, el día que se vayan al otro mundo, los dires se encontrarán que sus testamentos no son válidos. Menuda sorpresa!!!

Eso les va a pasar a los de mi centro.

Qué risas desde el otro mundo!!!

Tienesunminuto