Son muy buenas las reflexiones de Ramana, reflejan la realidad con gran veracidad.

En el Opus Dei, la oración basada en el silencio contemplativo, en el abandono de todo discurso del ego no lo reconocen como algo bueno, piensan que no es de almas enamoradas, en fin no soy yo quien juzgue la manera de rezar, pero una vez experimentado que el silencio es el lugar donde la paz y la luz brilla, me cuesta volver a una oración discursiva, donde el peligro del monólogo puede enturbiar la vida de oración y confundir al orante creyendo que Dios le dice algo que muchas veces es lo que le han dicho otros como la verdad.

Sigo creyendo que los miembros del Opus Dei se basan en el cumplimiento de las normas sin más, se hacen ególatras de su propia santidad, creyéndose su propia superioridad moral.

Creen que el cumplimiento de normas, costumbres y demás prácticas es el camino para alcanzar la santidad, y por tanto del cielo; veremos cuantas sorpresas nos llevaremos en el “juicio final”. Dios no es el Padre que encadena al hombre/mujer a una ortodoxia asfixiante, a un cumplimiento rígido de una doctrina, eso no es de Dios si en el camino olvidamos lo más importante que es la Caridad, el Amor como Unidad con Dios y por tanto con el prójimo.

¿Pero qué Amor existe cuando te mienten, manipulan, te dan fármacos para perseverar? ¿Pero cómo pueden mentirte sólo porque el fin justifica los medios?…QUE ESO NO ES DE DIOS, que no nos engañen, que Dios quiere la libertad de los hombres, que la religión tiene que liberar, no ser una cadena tan pesada que te impida ser feliz, no puede ser de Dios convertir a las personas en caricaturas de sí mismas, ásperas, rígidas, sin afectos…

El Opus Dei aniquila a las personas, atrofia las conciencias, les hurta la libertad de pensamiento, les hace ser dóciles, donde la posibilidad de ser uno mismo es casi imposible.

Neo.

Agradezco a Henaobarbo sus aportaciones, enriquecedoras!