A veces escuchas a alguien decir: “a mí no me sorprende ya nada”; a mí por el contrario casi todo me sorprende, me sorprende que en entrevistas realizadas a personas que representen al opus, se designe a quienes tienen tan poca formación/ información, o tan poco don de la palabra, y tan poco don de gentes. La pobre supernumeraria no sabía más, y de esta forma no mentía, pero aún no he visto ni a numerarios/as, o sacerdotes que dejen de ser patéticos cuando en público tienen que defender… ¿algo en lo  que no creen?, ¿están tan fuera de la realidad que no se “captan” de la vergüenza que causan?

Igual me sorprende Calandria, no me contestes, no habrá respuesta, yo le daría unos consejos,

a)    Imprime y relee tus escritos, con calma, con tus diferentes nik. Lo peor que yo he leído del opus está en tus escritos, claro que puedo no haberlo leído todo.

b)    Tal vez esto solo sea desconocimiento del lenguaje, pero ¿qué del escrito de Vallelaencina, te hace suponer que se dirige a ti?, lo digo por tus respuestas. O ¿qué de tus escritos te hace suponer que interesen o sirvan de más ayuda que los de otros? Le dices “La forma como se expresa no tiene sentido en una persona que dice pertenecer al Opus Dei”. “Su manera de escribir, grotesca para mí, revela la falta de un mínimo de delicadeza que se supone tendría que tenerla puesto que, según ella tiene muchos años en la Obra”.  Insisto, relee tus escritos

c)     Utilizas con mucha ligereza el término “amargada”, puede ser también cuestión del leguaje, pienso que confundes el dolor con la amargura, y aunque fuera amargura, ¿no la ves justificada cuando descubres tanto engaño?, relee tus escritos verás que cantidad de contradicciones, o de confusiones.

d)    Hay algo que aprendes con los años,  a vivir y a dejar vivir, con todo lo que esto implica. Está bien tu postura con respecto a tu vocación o tu relación con la prelatura, bien para ti claro. Vive tu vida y deja vivir, no todos somos capaces de entenderlo todo y eso no implica su invalidez, pero deja vivir y sobre todo se honesta, no ofendas.

e)    Y por último, se discreta, esto te haría más creíble o podríamos verte más coherente.

Gracias Ana por tu consejo, lo que me sorprende es que traten a mi marido como lo hicieron conmigo hace treinta años. Nada ha cambiado. Besos para todos.

Janabenito