Va a costar. Lo sabemos. Pero se mueve. La losa se mueve, amigos.

Primero fue un funcionario. Un destello insignificante. Luego apareció una denuncia en una región de España donde se acostumbra a llamar a las cosas por su nombre porque su nombre está sellado a sangre y fuego entre embates de la mar bravía con la recia montaña.

A la denuncia, descarnada, tremenda, responde alguien sin mover una pestaña, que el asunto es litigioso y que los litigios a los tribunales. No debió caerle en el examen de la oposición al funcionario el tema sobre quién tiene encomendado en España la vigilancia del cumplimiento de las normas en materia laboral. ¡Y los jefes se lo pasaron!...

No se mueve la losa. Es dura de roer. No se mueve. ¡O sí!, ¡sí que se mueve! Una Sentencia del Supremo. ¡Nada menos, amigos! El Tribunal Supremo, que da la razón a la Obra. No se mueve. Pero, ¡esperad!, ¡que se mueve!: mirad el FUNDAMENTO DE DERECHO TERCERO, ¡y es del Supremo! Ya hay una estaca clavada. Una palanca. Se está moviendo el suelo.

Cuidado con lo que puede pasar. Por ahí viene un bufete. Me la bufa. Oiga, ya que está usté aquí, sujete, oiga, sujete, que nadie sobra en el brete.

Hay alguna otra denuncia que no aparece. Misterios del proceder de sabios ocultos en tortuosos y oscuros procedimientos.

No se mueve, no. No se mueve. Llegan aires de Francia. Que tiemblen ante un tribunal. ¡Otro empellón, que otra vez se mueve!

El informe engendrado en la montaña concluye con un terminante aserto, un ratón entre los montes: no existe expediente abierto en la Autoridad Central. Caramba, sí que pesa la losa. Caramba, ¿no ha de pesar? Son muchos los años, grande el hábito y recia la argamasa.

¿Se puede decir ya? ¡Consúltese a abogados!

Miente el funcionario mendaz. Un embustero entre gentes nobles de mar y de montaña. Poco habrá de durar, ensuciando papel oficial y viviendo a costa de todos.

¿Se puede decir ya? Que lo digan los abogados. Hay expediente abierto en la Autoridad Central. No uno, dos. Si se puede decir ahí va:

Oden de Servicio nº OS 08/0031163/09 iniciada en BARCELONA en 2009, sobre los sacerdotes.

Orden de Servicio nº OS 28/0029366/11 iniciada en MADRID este mismo año, relacionada con otra anterior en la que no se conocía el nombre real de la empresa; ésta sobre los laicos célibes y todos aquellos miembros civiles que prestan servicio en labores internas, con contratos parciales falsos, etc... es decir, en todo lo que concierne al asunto que llevamos aquí entre manos.

Si no se puede decir, dígase al menos que se tiene el dato, que se haga valer, que no se ceje en el empeño.

Vuelva la montaña donde anida la incuria. Exija que se le dé curso a la denuncia, y que, si no "existe" expediente, que se abra. Uno más. Veremos cuántos les salen por no querer que asome ninguno.

Como en la parábola del sembrador, se ha sabido de demandas judiciales presentadas contra los centros concretos en los que se estuvo. Semilla que cae en el camino. No hace mella en la raíz.

No se tiene conocimiento de muchas cosas más. De movimientos aquí y allá. De consultas. Conatos sin fuerza ni cohesión. Del fuego a discreción habrá que pasar a la descarga cerrada. Porque la losa sigue ahí. Pero se mueve. Unamos la fuerza.

Si no es mucho pedir, una vez presentadas las denuncias, según las indicaciones dadas aquí:

Empresa: PRELATURA DEL OPUS DEI REGION DE ESPAÑA

Hechos: (si son actuales -es decir, de hace menos de 4 años- constituyen el cuerpo de la denuncia de parte "interesada"; si no lo son, debe hacerse referencia a que esos hechos vienen produciéndose en la actualidad en la misma o parecida forma, teniendo entonces eficacia como denuncia de "no interesado").

En cualquier caso, solicitad que se una el expediente a los ya abiertos, o que deberían haberse abierto, en la Autoridad Central (uno para sacerdotes y otro para laicos), dado que la empresa denunciada no es cada centro, sino la matriz de todos los centros, de donde parten las decisiones y donde está el núcleo de la organización, cuya actividad se extiende a todo el territorio nacional, por lo que excede de la competencia de una Inspección Provincial concreta.

¿Qué más se necesita para remover la losa?

La Iglesia, que dé su empujón. Bien. Sería conveniente (perdón). Sería de gran utilidad reunir todas las denuncias que se hayan presentado en el ámbito laboral para así poner de manifiesto ante la Santa Madre Iglesia la desatención en que la Madre Guapa tiene a sus hijos comparados con el Estatuto de que gozan los demás religiosos en España (lo dice el Supremo: RELIGIOSOS, oiga). Y vuelta a la Sentencia, la cuña, la losa, o el suelo, que se mueven un poco más.

Si los de dentro se animaran a arrimar el hombro, ¿qué perderían? Que digan que el Cielo. Nosotros, a mover la losa por adelantáselo un poquito..

Un abrazo canicular y dominguero.

Kaiser