"UN
BOMBERO Y LA DIRECCIÓN ESPIRITUAL"
BRIAN, 8 de junio de 2005
Como posdata a su entrañable testimonio, Helena
me pide que cuente algún chiste. Tenía pendiente
hacerlo aunque no me venía a la mente ninguno apropiado
que desdijera del cargo y posición que ocupo. En este
impassss, veo y leo que se ha reabierto en la web el tema
de la Dirección Espiritual en el Opus Dei gracias en
esta ocasión a Antonio
Esquivias, tema serio y grave donde los haya.
Me olvidé por un momento del chiste y fui a ver qué
decía la prelatura sobre su dirección espiritual,
en qué consiste, etc. No esperaba, por supuesto, que
se delatara, pero sí quería saber qué
información daba en sus webs oficiales. En Google escribo
las palabras: Dirección espiritual, Opus Dei
y los dos primeros resultados
de la búsqueda dirigen a nuestra web. Son dos
escrito de Galileo: Opus
Dei y dirección espiritual y En
el Opus Dei no hay dirección espiritual.
El tercer resultado ya me lleva a una web oficial del Opus
Dei y en concreto a un testimonio titulado "Un
bombero y la dirección espiritual. (Al
hacer el link no aparece el artículo sino la opción
de enviarlo a un amigo, así que recomiendo leerlo en
la búsqueda anterior de Google)
El título me sorprende. ¿Un bombero
y la dirección espiritual? Me pregunto cómo
puede ser que con todos los libros del fundador colocados
en la red, con tanta doctrina sobre la institución,
tanta dedicación de las oficinas del Apostolado de
la Opinión Pública (AOP), tanto teólogo
de Pamplona y del Colegio Romano de la Santa Cruz, tanto de
tanto y de tanto acaparando el espacio internaútico,
lo más relevante que tiene para ofrecer la prelatura
a quien busque información sobre la dirección
espiritual en el Opus Dei, aunque sólo sea para contrarrestar
la que tenemos en nuestra web (el escrito de Antonio Esquivias
aún es pronto para que aparezca en los resultados de
búsqueda dado que se acaba de colocar), es el testimonio
que cito.
Mi comentario acerca del mismo no intenta ni busca menospreciar
al bombero, eso que quede claro, porque él habla
de lo que conoce y de lo que le han enseñado sobre
la dirección espiritual. Lo que no entiendo es que
el Opus se quede tan a gusto, primero con el titulo del artículo,
que es para nota: "Un bombero y la Dirección Espiritual",
y segundo, con su contenido, que es ¿surrealista? ¿Se
han ido todos los crack de las AOP de los años 70 y
80, entre los que tuve el honor entonces (pido perdón
y penitencia) de mejorar hasta lo irreconocible cualquier
escrito que nos enviaban para dar publicidad? Y no digamos
de la redacción de los milagros. Convertimos un fallo
de una lavadora que no centrifugaba (porque en los pantalones
de un niño se coló una chapa metálica
de Butragueño que obturaba el desagüe) en un milagro
de Escrivá. La lavadora de la supernumeraria, tras
rezar ella la oración de la estampa, comenzó
a centrifugar cual fuerza centrífuga sobrenatural y
ella pudo llegar a tiempo a la misa del aniversario del fallecimiento
de Escrivá. Sólo eliminamos que había
ido el fontanero a arreglar la lavadora.
Con tal tipo de información oficial del Opus en sus
webs oficiales, Un bombero y la dirección
espiritual, no es de extrañar que hace poco
entrara alguien
en la web por equivocación -y que de paso nos puso
a parir-, porque buscaba información sobre presencia
de Dios. Le apareció opuslibros y se cabreó.
También hace poco Juan
Diego decía que conocía a un numerario
que conseguía antes los documentos internos acudiendo
a Opuslibros, que si esperaba a que la llave se la dejara
el director. ¿Qué culpa tenemos nosotros si
nosotros sí damos información y ellos no?
En la entradilla al testimonio citado "Un bombero y
dirección espiritual", en una web oficial, el
Opus Dei subraya que es padre de tres hijos, dos de ellos
adoptados. Mal empezamos.
Me parece genial la generosidad de este hombre al haber
adoptado a dos niños. Pero algo me recuerda que el
Opus Dei está reñido con la adopción:
Para dejar que un hijo ilegítimo solicite la
Admisión como Numerario o Agregado, siempre que reúna
las demás condiciones, se necesita permiso de la
Comisión Regional. Esta indicación se aplica
también a los hijos adoptivos, a no ser que se trate
de hijos legítimos y naturales de un matrimonio,
adoptados por otro; y siempre que se conozca bien a los
padres naturales. [Vademécum
de los Consejos Locales, Incorporación
a la Obra. 1. Discernimiento de la vocación
pág. 15 y 16]
-Dudo mucho que le hayan dicho en la dirección espiritual
las precauciones que toma la Obra sobre los hijos adoptados.
Tantas precauciones, que se salta a la torera el artículo
2 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos:
Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados
en esta Declaración, sin distinción alguna
de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión
política o de cualquier otra índole, origen
nacional o social, posición económica, nacimiento
o cualquier otra condición.
También se salta el artículo 14 de la Constitución
española: "Los españoles son iguales
ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación
alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión,
opinión o cualquier otra condición o circunstancia
personal o social". Y el 16 de la Constitución
Nacional Argentina: Art. 16.- La Nación Argentina
no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay
en ella fueros personales ni títulos de nobleza.
Y el de todas las Constituciones. Pero eso no importa: el
Opus lo tiene claro, el resto, no.
Dice el amigo bombero:
Una de las cosas que más agradezco a san Josemaría
es tener dirección espiritual. Quiero decir, poder
ir a un sacerdote o a un laico, como tú, que te ayuda
en las cosas de tu vida. Es algo estupendo tener una persona,
en quien confías, que desde fuera te pueda
dar consejos y decirte cosas que te ayudan a pensar. Para
mí ha sido muy útil en lo que se refiere a
mi vida como esposo y padre.
- Nuestro amigo agradece tener a una persona en quien confía.
¿Sabe el Opus que no se puede jugar con la ingenuidad
y la buena fe de la gente? Si esa persona en quien confías
(laico y sacerdote), con la que vives la sinceridad
salvaje (en la charla y en la confesión), informa
de lo que se le ha confiado (¿dónde queda
la obligación de guardar el secreto como ordena la
Iglesia?) y se convierte en materia de deliberación
por el consejo local (chismorreo) y después se hace
un informe por escrito que va a la delegación (uso
de información confidencial)... a todo ese proceso
no se le puede llamar dirección espiritual. Pero eso
no lo sabe nuestro amigo porque él confía. No
es él quien miente.
No sé cuántas veces he oído que
no me olvide de hacerle notar a mi mujer que la quiero con
detalles concretos, aunque parezcan pequeños: una
caja de caramelos, unas flores, una caricia, una palabra
de agradecimiento por la comida que ha preparado...
- Claro, a eso va uno a la dirección espiritual, a
que le digan innumerables veces cómo se quiere a una
mujer: con caramelos, flores, diciéndole qué
buena estaba la comida... Es el sueño de toda mujer.
¿Y para dar esos consejos estudia un sacerdote o un
laico de la Obra Teología, Filosofía, y una
carrera civil, además de vivir el celibato, no ir al
cine, no leer lo que quiere y recibir el periódico
recortado? ¿Quién está peor de la cabeza,
quien da estos consejos como si fuera repartiendo monedas
de oro y perlas de la sabiduría, o el que los recibe
entusiasmado porque le han descubierto un universo nuevo en
el que realizarse como esposo? El mundo se ha perdido un gran
consejero matrimonial ¿o se ha librado de él
gracias al Opus Dei?. ¿Es eso dirección espiritual?
También he aprendido a poner prioridades en mi
vida. Un día, por ejemplo, si alguno de mis hijos
está enfermo, sé que mi sitio está
allí. Y en lugar de ir a la iglesia a rezar, me quedo
en casa, rezando el rosario, junto a él. Así
he ido aprendiendo a hacer compatible las prácticas
de piedad con mi vida de padre, de bombero, de esposo.
-Impresionante. Qué poder el de la dirección
espiritual del Opus Dei. Antes de aprender lo que le han enseñado,
dejaba al niño enfermo y solo. Tuvo que venir un cura
o un laico del opus a decirle que los niños enfermos
es mejor que estén acompañados. Nuevamente,
cómo se nota la formación de la persona del
Opus en la que confias. Eso sí, el niño no se
libra, aunque tenga fiebre, delire o duerma tranquilo, de
que el padre se ponga a su lado a rezar el rosario. Quizá
hasta haga una romería (los 15 misterios) sentado cerca
del enfermo. El niño al día siguiente querrá
ir al colegio de todas todas.
A veces he tenido que reducir mis compromisos profesionales
o sociales, porque veo que antes está mi familia.
Si no hubiera sido por la dirección espiritual, muchas
de estas cosas no las hubiera sabido.
-Para este último párrafo, ya no tengo palabras.
Me excede, me sobrepasa y me descoloca. Sólo le recomiendo
al Opus Dei que en lugar de atiborrar a sus fieles a pastillas,
comience a pensar seriamente si sus problemas y los que origina,
son propios y no ajenos.
Helena, "Un bombero y la dirección
espiritual", no es un chiste, que conste. Sigo
debiéndotelo.
Abrazos,
Brian
P.D. Por si cualquier día de estos, milagrosamente,
dejara de aparecer en Google ese artículo, lo copio
tal y cual aparece hoy 8 de junio de 2005 en la web oficial
del Opus Dei en Perú.
Un bombero y la dirección
espiritual
Testimonio de Paul Ybarra, bombero en Los Ángeles
(Estados Unidos) desde hace más de 20 años
y padre de tres hijos, dos de ellos adoptados.
15 de noviembre de 2004
Una de las cosas que más agradezco a san Josemaría
es tener dirección espiritual. Quiero decir, poder
ir a un sacerdote o a un laico, como tú, que te ayuda
en las cosas de tu vida. Es algo estupendo tener una persona,
en quien confías, que desde fuera te pueda dar consejos
y decirte cosas que te ayudan a pensar. Para mí ha
sido muy útil en lo que se refiere a mi vida como
esposo y padre.
No sé cuántas veces he oído que no
me olvide de hacerle notar a mi mujer que la quiero con
detalles concretos, aunque parezcan pequeños: una
caja de caramelos, unas flores, una caricia, una palabra
de agradecimiento por la comida que ha preparado...
También he aprendido a poner prioridades en mi vida.
Un día, por ejemplo, si alguno de mis hijos está
enfermo, sé que mi sitio está allí.
Y en lugar de ir a la iglesia a rezar, me quedo en casa,
rezando el rosario, junto a él. Así he ido
aprendiendo a hacer compatible las prácticas de piedad
con mi vida de padre, de bombero, de esposo.
A veces he tenido que reducir mis compromisos profesionales
o sociales, porque veo que antes está mi familia.
Si no hubiera sido por la dirección espiritual, muchas
de estas cosas no las hubiera sabido.
Este relato ha sido publicado en el folleto "La
alegría de los hijos de Dios", de Alberto Michelini.
© 2002 Oficina de Información del Opus Dei.
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