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CORRESPONDENCIA

Viernes, 20 de Marzo de 2020

15 Años. Tres lustros, una vida.

Ángel V. (Nick: Armando)

I

El próximo 21 de marzo, día sábado, se cumplen 15 años desde que deje la Obra. En aquel día del año 2005 fue Lunes Santo, en el inicio de la Semana Santa, Juan Pablo II estaba en los últimos momentos de su pontificado, 10 días después fallecería. Si hago alusión al deceso de Juan Pablo II es porque había marcado mucho en mi vida, en un UNIV fui de los afortunados que pudo saludarlo en persona e intercambiar unas palabras. Unas fotos quedaron como recuerdo de aquel momento, por cierto, fotografías que teníamos prohibido comprar y tener por un criterio de pobreza cuya “explicación” era un enredo. Me acuerdo que me dieron una charla al respecto en el camino de Roma a Frascati, mientras aquel director razonaba con miles de argumentos por los cuales nosotros no podíamos tener esas fotos que nos hicieran con el Papa en una Audiencia, yo pensaba en la manera que no se dieran cuenta que las había pagado y que, dos días después, iría a por ellas para tenerlas conmigo.

Pues menuda fecha había elegido para irme de la Obra, con la conmoción de esa entrega hasta la muerte de Juan Pablo II y yo diciendo no. Ese era mi pensamiento, una idea que me hundía aún más de lo que de por si supone el dar el paso hacia la “nada” (lo uso acá como un símil de lo que te decían cuando planteabas el irte). Pero, aun así, con esa presión psicológica que se sumó a la propia de los interrogatorios y torturas psicológicas que me dejaban machacado totalmente y se reflejaba en mi rostro, sabiendo que con un “no me voy”, terminaría aquel tormento que, día a día, iba en aumento, con todo eso, decidí irme un 21 de marzo, en Semana Santa del año 2005…

Los miserables

El Cid Campeador, 20/03/2020

Se ha escrito sobre la pobreza últimamente y me gustaría aportar mi opinión sobre el tema.  Leí en una ocasión que el deber del soldado no era morir por su patria, sino que el soldado enemigo muera por la suya. En el Opus Dei pasa algo parecido: nuestro deber de numerarios no era tanto ser pobres -o vivir la pobreza- sino que el Opus Dei fuese rico...

Para mí lo peor del opus dei es que es la antítesis del amor. No es una antítesis del amor en cuanto que signifique odio (al contrario, sus miembros son "buena gente"), sino una antítesis del amor en cuanto que es desamor y temor a amar que mata el amor verdadero.

Me parece que el amor busca el cuidado afectivo de los corazones de quienes se aman, aunque por muchos motivos, en ocasiones, los corazones puedan herirse o agrietarse por el desgaste mismo de la convivencia y haya que rehacerlos cuando están maltrechos.

El amor necesita la coexistencia al unísono de cuatro características: a) el cuidado de nuestro corazón, b) el cuidado de los corazones de los demás, c) dejando que los demás cuiden nuestro corazón y d) dejando que los demás cuiden de sus propios corazones. 

El respeto al proceso evolutivo del amor debe darse, al mismo tiempo, en estas cuatro dimensiones. Si falla alguna de ellas hay desorden, como cuando impido que los demás cuiden de sus propios corazones porque suplanto el cuidado que deben tener ellos mismos de sus propios corazones por la exigencia de una obediencia ciega a mi autoridad.

Me parece que el opus dei no respeta esas cuatro dimensiones, por lo que rompe la sucesión de cuidados que exige el amor. Para el opus dei, amarme (cuidar mi corazón al margen del OD) es amor propio; amar al otro (cuidar corazones ajenos al margen del OD) es de mal espíritu; dejar que me amen (dejar que cuiden mi corazón al margen del OD) no es visión sobrenatural ni fraternidad espiritual y dejar que cada uno se ame a sí mismo (dejar que cada uno cuide su propio corazón al margen del OD) es subjetivismo relativista.

Creo que el opus dei no hiere los corazones, sino que los rompe, inhabilitando así sus posibles reconstrucciones. Aun así, se puede vivir con un corazón roto, aunque sea un malvivir, y eso es lo que me parece que sucede con los miembros del opus dei: se "bienvive" dentro de la estructura del grupo con un corazón servil, pero se malvive al margen del amor con un corazón roto. La rotura de los corazones no es una característica exclusiva del opus dei, ciertamente, porque se da en otros ámbitos, incluso eclesiales, que también son la antítesis del amor.

Es verdad que no todos los miembros del opus dei tienen conciencia de la rotura de sus corazones e incluso es posible que sean pocos los que perciben dicha rotura mientras permanecen dentro de la organización. Desde fuera, por mi parte, no entiendo que puedan ser felices quienes viven con el corazón roto por la desatención en el cuidado de los corazones, aunque "bienvivan" con sucedáneos del amor.

Los corazones heridos o agrietados pueden rehacerse y recrearse permaneciendo junto a lo que propició la herida: quien me ama puede herirme, pero podemos superar el dolor de la herida con nuevo amor que fortalezca los lazos del amor existente. Por el contrario, los corazones rotos sólo pueden rehacerse (y no siempre se consigue) cuando desaparece lo que propició la rotura, amputando el obstáculo que imposibilita el amor. 

Os deseo un buen renacimiento al amor, aunque sea desde las cenizas del opus dei.

Megas

Estas letras están dirigidas a todos los que no os fuisteis ayer, a todos aquellos que ayer tuvisteis dudas, miedo e incluso pavor en decir que no renovabais. También me dirijo a los que tienen la fidelidad y no necesitan renovar.

Lo primero de todo, mucha tranquilidad, mucha paz, mucha serenidad. Todos los que un día estuvimos allí, también tuvimos miedo, también lo pasamos muy mal y también se nos vino el mundo encima en la oscuridad de la noche. Todos nos tragamos el llanto y los gemidos para que no nos escuchasen llorar los compañeros de triple. El que lo niegue, simplemente miente.

Sé que tienes un nudo en la garganta, tus padres supernumerarios se van a llevar un disgusto, trabajas en una labor personal y vas a perder tu sueldo, ya eres mayor o no tan joven, tienes que empezar de cero, etc.

Permitirme que sea claro y a la vez contundente: son excusas, donde yo he escrito "etc", tú escribe lo que quieras. Pongas lo que pongas será un sinónimo de tristeza, de ausencia total de felicidad, de una vida tortuosa y eso, querido amigo, Dios no lo quiere ni para ti ni para nadie, como ya escribí en: "No esperes al 19/Marzo, ¡Vete ya!".

También te puedo asegurar que conozco mucha gente que ha dejado la obra con 20, 30, 40, 50, 60 años, laicos y sacerdotes, hombres y mujeres, con cargos en Villa Tevere y sin ellos, directores de centro de estudios y clubs juveniles y numerarios de a pie. Algunos se han casado, otros no. Algunos ganan mucho dinero, otros van con lo justo. Algunos creen en Dios, otros no. Así podríamos seguir infinitamente porque cada persona es única. Pero todos, te aseguro que todos, tienen una característica común: son felices. Obviamente, todos con sus problemas y con los reveses que da la vida, pero son felices.

¿Por qué? Te preguntarás. Muy sencillo, porque son libres:

·  porque no dan cuentas semanalmente a quiénes les dicen y de lo que les dicen que deben contar. En todo caso, tienen un director espiritual que ellos mismos han elegido. Charlan cuando quieren de su relación con Cristo, no de si han vivido el minuto heroico, de las correcciones fraternas, de si han ido los chavales al círculo y del B-10.III28.  

·  porque no instrumentalizan la amistad, toman cervezas con amigos, hacen deporte juntos, lloran juntos la muerte de seres queridos, disfrutan de la vida juntos, se llaman por teléfono para hablar de cualquier asunto y no se preguntan cuándo fue la última vez que se confesaron.

·  porque quieren a sus padres y hermanos y celebran los eventos de familia, no se quedan el domingo haciendo el retiro mensual

·  porque no hacen proselitismo, dan testimonio de su fe

·  porque se sienten mirados por Dios en su Iglesia, no son miembros elegidos para una "misión especial"

·  porque son personas con criterio, no personas de criterios

·  porque son dueños de su vida, su día a día no está perfectamente reglado en un horario, tareas y lugares concretos

·  porque la salvación no está unida a la permanencia y fidelidad a la obra, sino a la gracia de Dios

·  porque son los dueños de sus finanzas y dan dinero libremente a quién quieren ayudar

Por todo ello y si has llegado hasta aquí, tengo una buena noticia: No tienes que esperar al próximo 19/Marzo para irte. Puedes hacerlo hoy mismo. Si has hecho la fidelidad te pedirán una carta y si no la has hecho también te la pedirán si no esperas al próximo 19/Marzo. Una cosa importante: la carta no es necesaria. Los Estatutos indican en su artículo 29 que la dispensa la da el Prelado oído el Consejo y la cr. No dice nada de la carta. Se puede sobreentender que la dispensa se debe solicitar, pero no dice nada del medio de comunicación. Puede ser por carta, por teléfono, entrevista presencial, por Whatsapp o por señales de humo. 

¡Vete! No es obligatorio esperar un año entero. Ya si eso, más adelante, harás las formalidades.

Pide ayuda en esta web para este proceso. Hay mucha gente dispuesta a ayudarte.

BOQ

Queridos amigos,

Acaba de pasar el 19 de marzo y probablemente muchos acabáis de no-renovar. Felicidades, enhorabuena, habéis demostrado ser valientes. Empieza una nueva vida por delante, enterita para vosotros. Dios no os abandonará, porque Él no se deja ganar en generosidad.

Sólo un humilde consejo: no volváis a acercaros al Opus Dei, nunca más. No era lo vuestro, salid de esa zona de confort y buscad en otras aguas. Esto es como un noviazgo. Si ya viste que esa chica o ese chico no era para tí, ¿para qué intentarlo de nuevo? Vas a perder tiempo tú y te vas a quedar peor de como estabas.

¿Por qué cuento esto? Porque a mí me pasó. 3 años después de mi traumática salida (11 de numerario), me mudé a una ciudad donde el Opus cuenta con una universidad propia bastante potente. Apenas unas semanas después, un numerario me invitó a un círculo de cooperadores, y pensé ¿por qué no?. Ya me sentía bastante liberado: tenía novia, sabía relacionarme con amigos, había aprendido a perdonar... Craso error. Solamente entrar de nuevo a un centro hizo que despertaran en mí recuerdos y sensaciones llenos de sufrimiento. Ese olor a centro, con muebles tipo centro, con sonrisas forzadas de numerarios en su centro... ufff!

Aguanté sólo 3 semanas en el dichoso círculo. Lo impartía el director del centro, que a su vez era vicerrector de la Universidad. Primera semana: los Ángeles de la Guarda, ok. Segunda semana: devoción a San José (según los escritos de Escrivá), insufrible. Pero la tercera semana, con la charla sobre D. Álvaro, se me revolvió el estómago. No había contenido que me sirviera espiritualmente, todo era darle vueltas a lo grande y bueno que había sido Del Portillo. Al terminar hablé con el Director para decirle que no volvería:

- Mira, Fulanito, te agradezco mucho esta oportunidad, pero acabo de confirmar que la Obra no es lo mío. Voy a buscar en otro sitio de la Iglesia, esto no me aporta.

Ni que decir tiene que este señor se lo tomó como algo personal, y se enfadó bastante:

- Pero, ¿cómo? Encima que te abrimos las puertas de nuevo, y te integramos como uno más... (ese "de nuevo" le salió del alma, no podía callárselo).

- De verdad, muchas gracias de corazón, pero esto no es lo mío.

Dos meses después, una amiga que trabaja en la Universidad del Opus me dijo que quedaba una plaza en su departamento, y que yo encajaría perfectamente. Había pasado mi CV a su jefa, y ésta quería conocerme. Perfecto. Allá fui, tuve la entrevista, y todo fue sobre ruedas. La jefa me dijo que buscaban exactamente mi perfil, y queme querían a mí. Me presentó al equipo, y me dijo que sólo quedaba una formalidad, pero que contara con el puesto. Magnífico. Estoy saliendo por la puerta, y justo me topo con el vicerrector, el que me dio los 3 círculos.

- Hombre, Guillérmez, ¿qué haces aquí?

- Ya ves, Fulanito. Vengo de hacer una entrevista con Setanita para su departamento, y todo fenomenal. Parece que en unos días empezaré a trabajar aquí.

- Qué bueno, qué bien. ¿Setanita, me has dicho? ¿Setanita la del departamento X?

- Sí, sí, ella misma.

- Perfecto, Guillérmez. Ojalá vaya bien.

Media hora después me llamó mi amiga, sorprendida. "Qué raro, al poco de irte entró el vicerrector Fulanito a hablar con mi jefa. Nunca viene aquí, no sé qué querría..." A los dos días me llamó Setanita. Que lo lamentaba, pero había surgido un impedimento para contratarme. No podía darme más detalles, lo sentía mucho.

Queridos amigos, una vez que te sales de la Obra, ya no cuentas para ella. Es más, eres un enemigo más o menos tolerado, pero enemigo. Te van a cerrar todas las puertas, no van a perdonarte "tu traición". ¿Para qué darles la oportunidad de que te lo demuestren? "En el mar hay muchos peces de colores..." búscate el tuyo. Pero no caigas dos veces en la misma piedra.

Guillermez

¡Cómo están todos!

Siempre leo la web aunque últimamente no escribí mucho.

Qué importante es ejercer la libertad de conciencia, nadie tiene derecho a manipularla y menos a manejarla. Ser supernumeraria te deja un campo de acción más amplio y por lo tanto más libre. Sin embargo puedes también ser víctima de un incómodo adoctrinamiento que te lleva a pensar mucho en lo que te dicen que debes hacer. En el momento que no lo haces te invade un enorme sentimiento de culpa.

Algo que en este momento me pregunto es de qué se habla en el consejo de San Gabriel. ¿Se desmenuza y habla de la entrega particular de cada SN? ¿Se valora nuestra entrega, compromiso, antigüedad y aportaciones?

Existen supernumerias que poco o nada se enteran de lo que sucede dentro, y en caso de dejar la obra están tan agradecidas con ella que se quedan de cooperadoras activas. Yo no pertenezco a ese grupo, antes de dejar la obra empecé a leer está web y lo que en otras ocasionees me había parecido inverosímil, se me hizo poco a poco más creíble. Tuve que atravesar casi sola un universo de dudas hasta tomar la decisión de dejar definitivamente mi vínculo con el Opus Dei. Ese alejamiento por supuesto fue doloroso pero liberador. Siempre pienso y pido que quienes se acerquen a los apostolados de la Obra no salgan dañados. Pero en muchas ocasiones el daño es inevitable y es momento de rehacerse.

A todos quienes no renovaron este 19 de marzo les digo que siempre hay esperanza, y que es momento de reconstruirse aunque estemos deshechos por dentro. Escribir lo que sentimos, recopilar información, y sobretodo buscar una ocupación ayuda mucho. Para mi, mi mejor medicina fue mi familia, mis amigos, participar de la catequesis ds primera comunión de mi hija en mi parroquia y una búsqueda personal de las verdades de la fe.

Gracias por leerme y a todos mucho ánimo.

Pasiva

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