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CORRESPONDENCIA
Miércoles, 31 de Enero de 2018
No todo el que anda errante está perdido.- Hondo
Estimado Merak:
Es imposible contestar a tus preguntas. Tendrías que tener una conversación personal con cada uno. Alguno estará dispuesto, otros no. ¡Parece que te gusta saber sobre la gente...!
Si algo aprendí después de la experiencia de estar en la Obra es a respetar la intimidad ajena. Es tierra sagrada.
Qué alivio también el haberme librado de los informes en reuniones de consejos locales o de generar relatos "apostólicos" para la tertulia. En esto, la Obra se adelantó a las redes sociales, divulgando en la "red" lo que se había hablado presuntamente en confianza. Nadie me dijo ni yo nunca les dije a quienes trataba que "todo lo que me dijeran sería contado detalladamente a otras personas."
A mí me avergüenza haber forzado (con pillería) a muchos adolescentes a contarme cosas que yo no tenía ningún derecho a preguntar ni a saber. ¿Por qué lo hacía? Porque la consigna era clara: hasta no haber hablado a fondo de cómo el chico vivía la pureza no se había llegado a la confidencia. Ahora esto me parece completamente invasivo y fuera de lugar. Hasta podría calificarse como algún tipo de acoso o abuso espiritual.
Sí te puedo remitir a un par de artículos que pueden ser de tu interés. Uno es "No apagues el radar", de CuG. Responde en parte a tu inquietud sobre qué es de la vida espiritual de los que se van. Hay otros artículos más profundos, este es breve. El otro es el escrito de Castalio "Como fabricábamos numerarios en México": escalofriante.
Respecto a los escrúpulos por haberte marchado (inoculados a conciencia y durante años gota a gota) en mi caso desaparecieron en un instante cuando comprendí que la Obra es una parte muy pequeña de la Iglesia y tuve contacto con sacerdotes diocesanos, con gente sencilla de parroquia, con religiosos: hay vida cristiana fuera de la Obra.
Y también comprendes que la imagen de Dios que te habías formado era muy particular. En esto, me parece genial el escrito de Heavy, "Así habló Tiquismiquis".
¿Un escrito donde Dios sea el gran protagonista? Bueno, yo pienso que siempre lo es. Sólo que ahora un rosario, un rato de adoración, la Misa del domingo, son para mí un puente hacia Él.
El plan de vida de la Obra, aplicado a todos por igual, todo el tiempo, para mí era una pared que cada día había que escalar. Recuerdo que unos minutos antes de terminar la tertulia de la noche, el director comentaba que si a alguno le había quedado alguna norma, podía ir al oratorio. Yo lo hice una, dos veces. A la tercera, me cayó una corrección fraterna.
Obviamente, dejé de levantarme, porque comprendí que estaban haciendo "tiro al pichón". Así que los pecados de omisión (la contemplación de los misterios, la lectura, el cilicio, etc) eran el 99% de mis confesiones y mi vida espiritual era un constante "no hice... me faltó... no pude..."
Seguramente hay quienes pueden cumplir todas las normas con tranquilidad: los directores y oficiales de la Comisión y Delegación. También los numerarios que trabajan en obras corporativas: allí hay oratorio, Misa diaria, etc. El resto la teníamos más difícil. Y ni hablar los supernumerarios que realmente eran "familia numerosa y pobre". Heroicos.
Hondo
Lo sobrenatural y la manipulación.- El Cid Campeador
Es preferible lo posible inverosímil a lo imposible verosímil (Aristóteles)
Me gustaría comentar algo con respecto a la aportación de Jacinto fecha 22 de noviembre de 2017, en la que habla de las experiencias del más allá.
En mi opinión, las alusiones al ‘más allá’ o a ‘los acontecimientos sobrenaturales’ son un medio de manipulación. En algunas instituciones este medio de manipulación es necesario para legitimar la autoridad y justificar su arbitrariedad. Este es el caso del Opus Dei. Se toman las decisiones más absurdas en base a presuntas iluminaciones, que no lo son (“he visto en la oración queeeee…………”). Mi idea, que desarrollé en aportación del 10 de julio de 2017, es que la arbitrariedad ha destruido la Obra.
No tengo el prejuicio ilustrado de estar en contra de cualquier autoridad, pero sí pienso que, del mismo modo que fe y razón van juntas, lo mismo sucede con autoridad y razón. La obediencia no puede ser irracional ya que siempre seremos personalmente responsables de nuestros actos.
Recuerdo haber leído una editorial de crónica titulada, si no recuerdo mal, La lógica de Dios y la lógica del hombre (¿o se titulaba solo La lógica de Dios?). No puedo estar más en desacuerdo con este acercamiento al beato Duns Scoto: la preeminencia de la voluntad sobre el entendimiento; para algunos, la esencia de Dios es la voluntad y no está ligado a la racionalidad, así que puede pedir cosas irracionales, entendidas como cosas en contra de la moral. No puedo pensar que Dios, a quien San Juan llama Logos, tenga una lógica diferente a la del hombre creado a imagen y semejanza suya. Como bien dice Ratzinger, el cristianismo encuadró a las otras religiones dentro del iluminismo y se erigió a sí misma como la religión del logos, de la razón, hasta el punto de que deberíamos vivir etsi Deus non daretur, como si no existiera Dios (Grotio y Bonhoeffer).
En conclusión: la obra chirría por todas partes y los que se empeñan en no cambiar nada por haber sido todo revelado directamente al Fundador acabarán con ella. Cualquier sugerencia es anulada por la prueba irrefutable de un papel escrito del puño y letra del Fundador, sin darse cuenta de que lo que se escribe puede ser interpretado y reinterpretado en función de las circunstancias objetivas y no de la cortedad de miras y de los intereses de unos pocos. Supongo que será una nueva versión de la devotio ibérica: todos moriremos con el líder supremo.
Por eso tampoco estoy de acuerdo con la frase de Merak:
Me parece importante para este foro tener clara esta idea: que, en todas las empresas humanas, sean o no de inspiración divina, se debe diferenciar entre los errores personales, cometidos por un miembro del grupo, pero no previstos por la organización, y los errores de base, aquellos que se derivan de la estructura, costumbres y hábitos del grupo.
En la obra los errores de base son la causa de los errores personales. No hay que caer en el tópico de que una cosa es la teoría y otra la práctica. Ambas van unidas. Y es que, como decía Aristóteles, no investigamos para saber qué es la virtud, sino para ser buenos.
Así, debemos preguntarnos si es posible ser bueno en el Opus Dei. La vocación no es como un fetiche, que se recibe y se posee durante toda la vida de forma pasiva. La vocación debe desarrollarse, cada uno es responsable personalmente y es necesario que busque un entorno donde sea posible; Teresa de Calcuta, cuando abandonó su convento, su antigua vocación, para seguir una nueva vocación lo llamaba la llamada dentro de la llamada. Y así es hasta el infinito, digo yo como matemático: la llamada dentro de la llamada, dentro de la llamada, dentro de la llamada… cada momento una llamada, como las muñecas rusas, que lleva dentro otra muñeca, pero al revés, porque cada muñeca te hace más grande. Son las circunstancias que nos rodean las que deben llevarnos a Dios, y esas circunstancias cambian.
En el escrito mencionado, que titulé Qué buen vasallo, si oviesse buen señor, quería transmitir la idea de que en la relación contractual de sus miembros laicos con la Prelatura ha fallado la Prelatura. ¿Qué haces si estás casado y tu mujer se va con otro? Pues no se me ocurren muchas cosas: te fastidias. Pero ello no te imposibilita para cumplir tu vocación cristiana, como afirma temerariamente Merak.
Yo no he perdido la vocación, como dice Merak. El Opus Dei se ha corrompido y, antes de perder mi salud física y mental, he decidido salir a buscar aire puro y agua pura, un entorno donde pueda realizar mi vocación cristiana. Las explicaciones no las tengo que dar yo. En todo caso, soy responsable solo ante Dios.
Y los sucedidos sobrenaturales que me han contado no es un argumento para continuar en la organización.
Hablando de la inutilidad de los directores con un Consiliario (o Vicario Regional) me dio la razón, y me citó un refrán que, decía, aplicaba el Fundador a este problema: “hay que arar con los bueyes que se tienen”. No quiero ser arado de unos bueyes que me llevan al precipicio.
El Cid Campeador
Dios no tiene la culpa de que me rompieran la vida.- Solitudine
Estimado amigo Merak:
¿Por qué tiene uno que alejarse de Dios cuando deja la institución? Cada cual que haga con su vida lo que le parezca bien.
Yo te puedo contar mi caso. Pedí la admisión a los 15. Y he permanecido muuuuuchos años. Mi vinculación e identidad con la obra fue total. Sí considero que a los 15 años no es edad para tomar decisiones para toda la vida. Yo lo hice. Vino después el centro de estudios y bla, bla, bla. Sí, estoy en condiciones de decir el lavado de cerebro de esos años en los que te conviertes en protagonista para seguir haciendo lo que bien aprendiste. Proselitismo, director, subdirector, secretario, y lavado de cerebros a otros. Pido perdón a todos ellos que ya están la mayoría fuera.
Yo le pregunté a Dios muchas veces porqué. Cuando mi vida se sosegó mi interior se volvió de nuevo a Dios. ¿Sabes porque? Pues porque Dios no tiene la culpa de que unos descerebrados me rompiesen la vida. Y mira que me la destrozaron.....
Dios es más íntimo a mí que yo mismo. Le quiero, le agradezco me haya dado la vida y el don de conocerle. Allá los del opus. Yo no quiero relamer el rejalgar. Yo sigo a su lado. El de Dios. Y que El me mantenga y no me deje nunca.
No sé si es lo que esperabas. Yo entiendo que después de una vida de desdichas haya quien no quiera saber absolutamente nada de Dios y lo encuentro normal. ¿Qué te voy a decir? A mí no me ha pasado pero ¿quiere eso decir que es la opción mejor? Para mí lo ha sido pero no negaría mi amistad a quien escoja otra cosa. Sino más bien todo lo contrario, pues la mayoría de mis amigos rompieron con todo.
Un saludo
Solitudine
Vocación y Dios.- Class
Hola Merak,
Primero de todo, la vocación la ve uno. Y muchas veces en el opus, en momentos anteriores a pitar, la ve todo el mundo menos uno mismo, por aquí la cosa ya esta viciada.
La visión pura de la vocación no existe, siempre hay elementos distorsionadores, positivos y negativos, desde una ilusión inicial, el miedo, la presión del entorno, la magnificencia del UNIV.., etc, etc, etc. Por eso debe haber un discernimiento calmado, sin prisas.
Planteo una paradoja. Si el director de antes de pitar veía claramente mi vocación y me echaron de la obra porque al parecer no tenía vocación… ¿qué cojonada es esta? (con perdón). Si el director es la voluntad del padre y el padre es la voluntad de Dios, ¿Cuál de los dos directores que representan a Dios tenía razón?
¿Por qué no puede existir una vocación dinámica al servicio de Dios?… por ejemplo… vamos a tener a Pepito una temporada de numerario en el opus durante la adolescencia, que se forme y esté tranquilito y luego que se case con Juanita y tengan hijos. Muchas veces se juzga el Plan de Dios... no se puede encerrar a Dios a veces en una vocación tan de libro.
Yo en mi caso, no me lié. Me echaron, rehíce mi vida, nunca rompí con mis amigos anteriores estando en la obra e hice nuevos amigos y punto. Para mí siempre el opus dei fue un camino, absolutizarlo como vocación es tontería, la verdadera VOCACIÓN ES CRISTO, el opus dei es un medio de tantos para llegar a ÉL. Si el opus dei no sirve para llegar a ÉL, pues coges otro camino, sin problemas. Tampoco es cuestión de ir de flor en flor.
Class
El piso del supernumerario soltero.- Nachof
Frecuentemente se suele identificar el hecho de ser supernumerario del Opus Dei con la situación de estar casado. Parece que solo los casados o a punto de casarse son los únicos que pueden pitar como supernumerarios, esto no es cierto. De 1965 a 1998 pertenecí a la prelatura como agregado, salvo un breve periodo de tiempo. Mi dedicación a la labor de San Gabriel fue durante veinticinco años, en su mayor parte con supernumerarios mayores de sesenta años. Hago estas aclaraciones para dejar claro de quienes hablo, aunque trataré principalmente de V., que se sale completamente del que se puede denominar "modelo clásico".
V., estaba soltero y vivía con dos hermanas. Había pitado cuando tenía cerca de sesenta años. Hacía media hora de oración mental por la mañana y otra media por la tarde. Tenía un completo plan de vida. Era generoso en su aportación económica mensual a la Obra. En el grupo de supernumerarios todos le queríamos mucho pues se hacía querer. Era una persona entrañable y un hombre de Dios. Sentí mucho el día que el Creador le llamó. Al mismo tiempo era un hombre muy de su parroquia. Me emociono escribiendo estas líneas sobre él.
De ahí que me sorprendiera mucho la actuación del director del centro poco después que se muriera. Su vivienda se encontraba en una muy importante calle de Madrid, cercana al estadio del Real Madrid. Hasta su fallecimiento, el director jamás había mostrado mayor interés por V. Yo avisé en el centro sobre sus funerales. Ese día fue el director... porque le interesaba tratar del futuro de su vivienda con las hermanas de este supernumerario. Así me lo insinuó ella poco después de dialogar con él.
Se suele comentar que a la Obra le suele interesar casar a los supernumerarios con gente relacionada con la prelatura. En el caso de V., que cuando murió tenía 82 años, lo que le interesaba era su vivienda, situada en una importante calle de Madrid. Y eso ¿para qué? Para venderla y sacar dinero.
NACHOF
No existe la llamada de Dios para ser del Opus Dei.- Cosmicom
Dice Merak:
"Me pregunto, ¿Qué pasa con la Vocación cuando te vas de la Obra, después de haber prometido servir allí toda tu vida? ¿En qué queda esa promesa hecha a Dios? Es verdad que no hay un sacramento, como en el caso de los sacerdotes, o del matrimonio, estos son temas aparte, porque un sacramento son palabras mayores. Pero, aun así, cuando se hace la fidelidad al Opus Dei se promete ser fiel, como ya indica el propio nombre. Fiel a Dios y al camino que Él marcó. ¿Existió verdaderamente esa llamada? ¿Fue todo un engaño? ¿La marcha de la Obra fue con Dios o sin Él? Y más allá de la existencia o no de esa vocación, ¿Qué significa y qué implica comprometerse para toda la vida en una institución, después de muchos años de pensárselo (ya que la admisión definitiva no se realiza hasta 5 años después de entrar en la Obra)? ¿Todo ese tiempo fue engañoso, sin ver la realidad, sin pensar con claridad? "
Respuesta:
La vocación de Dios es igual para todos; cumplir los mandamientos, los cuales se encuentran resumidos en los dos siguientes: amar, reverenciar, temer, glorificar a Dios, y amar, proteger, curar, sanar y ayudar al prójimo. Es la revelación del Logos encarnado, es la llamada de salvación, el evangelio, la buena noticia.
Cristo, además de los mandamientos, propone unos consejos, no para todos, sino "para quien recibe el don" de hacerse eunucos por el reino de los cielos, y desprenderse de las riquezas materiales por el reino de los cielos.
La Iglesia católica acepta la recepción de votos religiosos, de modo que así se discipline la vida religiosa, dándole seguridad y protección canónica y civil. Estos votos puedes ser derogados por la propia autoridad eclesiástica, desatando el vínculo con la Iglesia, ejerciendo la potestad de "atar y desatar"; pero eso no significa que se pierda la vocación, que no es a ser jesuita o carmelita, sino a amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo.
En cuanto al opus, todo es una estafa, ya que mientras niegan que existan votos religiosos, en la práctica los hacen "en negro" (como decía un colaborador de opuslibros), así que no existe vínculo eclesiástico, sino con esta organización.
Y no existe "llamada" o vocación de Dios para formar parte del opus dei, de igual forma que no existe vocación de Dios para formar parte de una mafia u organización criminal. Son los miembros del opus quienes destruyen el evangelio haciendo un daño inmenso, físico y psicológico, al prójimo.
Cosmicom
Respuesta a Merak.- Rescatado
Merak escribía, el pasado día 29. “me quedé desconcertado al constatar que nadie con quien he hablado sobre su paso por la Obra [...] me mencionase su salida en relación con Dios, es decir, en clave de vocación” [...] “nunca me han hablado de cómo se fueron desde el plano espiritual”.
No es ésta la impresión que tengo yo, a partir de algunos escritos esporádicos en opuslibros. Le invito a que lea el mío, del 29 de diciembre, “Logros tras 44 años desvinculado del Opus Dei”. En él me refiero, principalmente, a logros en haber podido vivir mi vocación de una fe inteligente y evangelizadora, principalmente respecto a personas no vinculadas a la fe cristiana (uno de los grupos a los que el papa Francisco denomina “la periferia”) y mi vocación hacia una fe inteligente en condiciones de dialogar con la Ciencia (en este caso, la Psicología). El que no haya, tal vez, utilizado la palabra Dios, no quita que en todo mi escrito me refiriese a logros respecto a poder ejercitar los carismas que pienso haber recibido de Dios. Para ampliar, puede leer mi libro Naufragio y rescate de un proyecto vital (es decir, de mi vocación). O pedirme mis respuestas a un cuestionario sobre cómo trato de vivir mi vocación de santificar el ejercicio de la psicoterapia y la investigación psicológica. Pero hay otros testimonios en opuslibros sobre esta cuestión.
Un abrazo de Ramón
ramonrosalc@gmail.com
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