Si quieres ayudar económicamente al sostenimiento de Opuslibros puedes hacerlo desde
aquí.
CORRESPONDENCIA
Viernes, 23 de Junio de 2017
Sobre conflictos de interés y el algo pariente Mons. Laplana (II).- Stoner
Con ojos nuevos.
Sobre conflictos de interés y el “algo pariente” Mons. Laplana (II)
Stoner, 23/06/2017
En el Opus Dei importa más la limpieza que la verdad.
En mi escrito anterior expresé mi perplejidad ante la falta de claridad con que los historiadores oficialistas de la Prelatura describen la relación de parentesco entre José María Escrivá y Cruz Laplana. También pregunté cuáles eran las fuentes históricas para señalar que Cruz Laplana era buen amigo de José Escrivá Corzán. Y sugerí que esta relación de parentesco y de amistad familiar son las que explican que Escrivá haya conseguido el Nihil Obstat y el Imprimatur para su obra Camino (Consideraciones Espirituales, 1934) en la diócesis de Cuenca y no en la de Madrid, donde ejercía su apostolado con los jóvenes a los que estaba destinado su libro, ni haya buscado la aprobación en Zaragoza, diócesis en la que estaba incardinado.
Hace poco también escribí que “para los que estamos dentro, es más fácil dudar sobre la Obra de Escrivá en base a las contradicciones y mentiras que hay en los documentos internos que por ataques externos. Con ataques externos la tendencia es a unirnos más, apiñarnos en actitud defensiva: buenos (nosotros) contra malos (ustedes). Si en cambio la crítica surge en base a documentos originales de Escrivá (cartas, catalinas, etc), entonces, para los de dentro, es más [fácil] poder abrir los ojos.”
Leer artículo completo
Una que salió sin desearlo.- Salypimienta
Hace unos días me contactó una que fue compañera mía de círculo durante muchos años y que además hicimos juntas el curso de estudios. Cuando salí no volví a saber nada de ella. Desde el principio decidí que debía cortar toda relación con la Obra y sus miembros. Por lo que me dijo, ellas tampoco volvieron a saber nada de mí, y no me sorprendí cuando me contó que jamás se volvió a mencionar mi nombre en ese centro ni para bien ni para mal. O sea, me dieron por muerta. Y ellas nunca volvieron a preguntar por mí. Es como un acuerdo tácito: nadie te menciona y aquí no ha pasado nada. Ese es el más puro estilo malagradecido opusino. No importa que hayas trabajado de sol a sol para sacar la labor adelante, no importa que les hayas dado cuanto tenías moral, física y económicamente. Si ya no pueden sacar ningún provecho de ti, dejas de existir literalmente.
Bueno, pues sucede que esta mujer acaba de salir hace poco. Más bien, ‘la acaban de salir'. Poco antes del 19 de marzo pasado le dijeron que ya no renovara. Desde luego que ella ni se imaginaba que le iban a decir eso, y yo en lo personal, tampoco me imaginaba que podrían echar a una tan de Casa como ella. Además, las cosas en la Obra no están como para andar deshaciéndose de gente así como así, los tiempos no están para andar desperdiciando incautos. Después de un buen rato de charla deduje que ella se había vuelto incómoda para el opus.
En primer lugar, debido a que su familia pasa por algunas dificultades económicas, dejó de dar las generosas aportaciones con las que contribuía cada vez que le pedían y tuvieron que conformarse con una aportación muy mediocre de parte de ella. En segundo lugar, el marido la dejó por otra, y ella, teniendo que sacar a la familia adelante -6 hijos aún estudiando- tuvo que buscarse un medio de subsistencia y el trabajo que consiguió no le permitía atender las exigencias monetarias opusinas. Además me contó que le echaron una bronca fenomenal porque no había aceptado uno que le ofrecieron en una obra corporativa porque le pagaban la mitad de lo que le pagaban en el que tiene ahora. Pero ellas, las directoras lo vieron como algo de muy mal espíritu. O sea, dejó de trabajar para la Obra, y así, sin dar casi dinero y sin dar horas-trabajo, y además, ser una mujer divorciada, aunque haya sido en contra de su voluntad, terminó por ser una marginada allí dentro. A esto agrégale que la directora del consejo local que la echó es una mujer (y la conozco muy bien desde jóvenes) odiosa, prepotente, manipuladora, intrigante y abusiva, la cosa era por demás obvia. Es de esas que se siente que el centro se sostiene debido a su celo apostólico y no se tienta el corazón en lo más mínimo a la hora de aplicar la ley riana. El drama es que ella, la ex, nunca se imaginó que la mandarían a freír espárragos. Hasta el último día cumplió con las normas, yo creo que hasta en grado heroico, porque atender trabajo, hijos, casa y normas no es nada fácil, pero con todo y eso le dijeron adiós. Y ella se quedó completamente desconsolada, porque como me dijo: la Obra era lo único que la sostenía, lo único que a ella le daba sentido de permanencia y de pertenencia.
Ahora, lleva algunas semanas en tratamiento psiquiátrico para ayudarle a controlar los ataques de pánico que sufre a todas horas. ¡Pobre!, de verdad siento mucha pena por ella, sobre todo, porque conozco el largo y doloroso camino que le falta por recorrer. Estoy convencida de que en aún quedan buenas personas dentro, pero estas se encuentran en tal grado de obnubilación que no se dan cuenta de las incongruencias que suceden. Es como si tuvieran un especie de ataxia espiritual, saben que las cosas están muy mal, pero no se sienten parte de eso, es como si vieran una película de la realidad en la que sólo se sienten espectadores y no participantes. Sólo así se explica que siga habiendo víctimas del Opus.
¿Existe alguien que haya salido de la Obra sin el alma y el corazón hecho pedazos? Al principio decía yo, que al salir decidí apartarme totalmente y cortar toda relación con ellos, las únicas relaciones vinculadas con la Obra que mantengo es con ex miembros y así seguirá siendo. No quiero tener nada que ver con una institución que me hizo tanto daño, y que lastimó y sigue lastimando a personas a las que estimo muchísimo.
Hace unas semanas me crucé de frente el mismo día, con dos sacerdotes que fueron mis directores espirituales durante muchos años cada uno. A uno de ellos le debo el nombre de mi hija menor, él fue quien me dijo estando embarazada que le pusiera el nombre que lleva, así de cercana era la relación con ese sacerdote. Pues ninguno de los dos se dignó a saludarme ni con un saludo de cabeza. Era imposible que no me reconocieran o que no me vieran. Con los dos crucé la mirada… y aun así se hicieron los desentendidos, como si no me conocieran. ¿Tenía que ser yo quien les saludara?, a los dos les sonreí cuando nuestras miradas se cruzaron y no me devolvieron la sonrisa. No me iba a exponer a que no me contestaran el saludo. A mi esas cosas me duelen y me afectan mucho aún ahora. Por eso evito exponerme a ello y ese es el consejo que le di a mi amiga. Que se mantenga lo más apartada posible y es el consejo que le doy a cada quien que sale de Casa: ¡Huye a toda velocidad y no vuelvas la vista atrás por ningún motivo! Eso es para evitarse más dolor innecesario.
He sabido que en la sección de varones, en algunos casos y bajo ciertas circunstancias, la Obra se acerca a sus ex miembros y que incluso los invita a acercarse a algunos medios de formación. Eso, en la sección femenina no pasa… ni creo que pase nunca. Las mujeres somos por naturaleza un poco rencorosas, y las supernumerarias en especial. Se toman los ‘despitajes’ como algo personal. Y si, ellas tienen el 70% de la culpa de que las personas se vayan, el otro 30% lo tiene la Obra por sus incongruencias.
Me viene a la memoria, una vez que la misma que ‘echó’ a mi amiga me regañó amargamente por no haber hecho lo humanamente posible por asistir a un retiro trimestral, cosa que me era imposible y me amenazó con “bajarme” a cooperadora. Yo, que no me dejo de nadie, desde luego que la puse en su lugar en menos de lo que canta un gallo, sólo con decirle que me parecía perfecto, que en ese mismo momento iría a la Asesoría a pedir mi cambio de a cooperadora se le fue el color de la cara. A mí no me asustan las bravuconadas de nadie, y puedo ser igual de bravucona que cualquiera. Me hubiera encantado ver la cara de las de la Asesoría al verme aparecer a pedir mi cambio de a cooperadora, pero la necia ésta se pasó mucho rato tratando de hacer las paces conmigo y desistí de mis buenas intenciones, y curiosamente la cosa quedó ahí entre las dos.
Faltan 11 años para en centenario de la fundación del opus, algo me dice que la Obra no llegará a ese aniversario tal y como la conocemos. No digo que vaya a desaparecer, pero algo está pasando ya que me hace sospechar que las cosas van tan mal que no tardará en haber una crisis muy grave allí dentro. Eso sería lo deseable, todas, absolutamente todas las instituciones de la Iglesia incluso la misma se han tenido que reformar a lo largo de su historia. No veo por qué no iba a tener que pasar por el mismo proceso. De cualquier manera, es una injusticia enorme que la Obra siga dejando tantos damnificados a su paso. Es hora de que alguien les ponga en su lugar. Un abrazo cariñoso a cada uno.
Salypimienta.
Proselitismo y apostolado.- Pepito
Si no fuera para cabrearse, la nota del Opus Dei sobre proselitismo sería para reírse. Se pretende que el de ellos es solo una forma de apostolado; pero se omite que es y siempre ha sido una forma muy especializada: la destinada a calzarles a los chicos inocentes la vocación prefabricada que el Opus Dei ha venido repartiendo por orden y delegación de su fundador. Entonces, ¿Por qué en Camino hay un capítulo de “Apostolado” y otro de “Proselitismo”? ¡Ay amigo, las palabras son palabras, pero reclaman un cierto respeto! Esto viene a ser como la pastoral que negaba que los directores llevaran la dirección espiritual, cosa que han hecho siempre.
Pepito
Correos
Anteriores
Ir
a la correspondencia del día
Ir a la página
principal |