Un abrazo,

Agustina 

Ayer jueves nos adelantaba Agustina la noticia del fallecimiento de María del Carmen Tapia en Santa Bárbara, California, donde residía desde hace muchos años.

Para muchos de nosotros la lectura de su testimonio, plasmado en el libro "Tras el Umbral", en el que narraba de forma detalladísima sus años en el Opus Dei y su tremenda experiencia cuando fue llamada a Roma desde Venezuela, constituyó un punto sin retorno en nuestra visión del Opus Dei y de su fundador.

A sus 91 años mantenía una asombrosa claridad mental y una memoria prodigiosa. Usaba el correo electrónico a diario y seguía por internet la actualidad mundial, y en particular la española y la venezolana.  Hasta hace pocas semanas seguía "manejando el carro". Hace pocos meses lograba cumplir la ilusión, varias veces retrasada, de publicar su libro en francés, lo cual la trajo a España durante unas semanas desde donde viajó a París para realizar algunas entrevistas con la prensa francesa.

Quienes hemos tenido oportunidad de tratarla a lo largo de los últimos años hemos podido sentir su sentido de la amistad, su cariño y su ilusión permanente por la vida.

Gracias, María del Carmen, por tu valentía y por tu perseverancia en la reclamación de justicia. Recogemos el testigo.

Descansa en paz, María del Carmen.

Ottokar

Me da mucha pena saber el estado de salud de María del Carmen, yo también me releí el libro recien publicado, y de paso agradezco que lo tengan en la página porque a mi me costó conseguir el libro impreso, lo ordené en otro país, pero lo presté y no lo ví más. En mis escritos trato de subrayar el agradecimiento que le tengo a Opuslibros porque sin duda me ayudó a salir del hueco, curar las heridas y comprender un poco donde estaba y por qué estaba sufriendo y que NO valía la pena. Pero fue en verdad este libro el que me dio paz y me hizo comprender tantas cosas. Lo conocí leyendo opuslibros, lo imprimi y ademas lo compré, lo leí con mucha atención, y aunque a otro nivel me trajo muchos recuerdos actuales...

Recién pitada comencé las confidencias con una numeraria, que yo la llamaría del lado claro dentro el lado oscuro, ella al comentarle un par de cosas que había escuchado en contra del opus, me dijo muy serena que hay muchas personas que no están de acuerdo con el opus y hay que rezar por ellos, me dijo que la mayor opositora era una directora de Roma. Cuando lei el libro volvió este recuerdo por supuesto... En aquel entonces, perdonen mi nivel de inocencia estúpida, pero primero no sabia que habia gente que habia dejado el opus nunca!! y ya era 1994, luego menos podia yo pensar que había humano alguno que no le gustara el opus, menos que inicie una campaña en contra y claro peor que te saquen a patadas y después no existas... en fin...

Mi agradecimiento es para Maria del Carmen, que sin cobardia alguna escribió ese libro, que tal vez sin intención de curar lo logró conmigo, me sentí tan pequeña, tan afortunada, tan bendecida, después de leer su libro que la paz me inundó, no podía creer que puedan hacerle eso a una directora, a alguien con tantos años ahi adentro, que habia entregado una vida. Fue un consuelo saber que mi caso es un cuento de risa a su lado, desde el día que leí su libro me acuerdo de ella, no sé si cada día pero muy seguido y está en mis pensamientos, diremos en mis oraciones, y ahora que he vuelto a leer el libro, con otra perspectiva en mi vida, me ha ayudado a reir mucho y a sacar un monton de diferentes conclusiones.

Me ayudó a responder mi interrogante en alquel entonces de vocación reciente, porque se va la gente si es que aqui (ahi en el opus) es verdaderamente la antesala del cielo, pero es verdad las historias de amor siempre comienzan con ilusión, con la ilusión del todo y para siempre, lastimosamente en el camino y según las circunstancias personales y del ámbito en que su centro funcione, se convierten en desilusiones. Es verdad que en el opus esta todo escrito, y como dicen no pueden mover ni siquiera la decoración del centro, pero depende de las personas, o sea directoras y cada una es diferente, unas mas estrictas otras mas humanas otras hipocritas otras sencillas, y etc igual que en la vida ordinaria, porque es de alli de donde salen estas personas para encerrarse en la burbuja opus, que se forma su caracter alli, es verdad pero su personalidad y demas se la dieron sus padres, asi que por mas clones (de mente) que quieran formar en el opus es imposible.

A mi, a un inicio, me tocaron directoras muy estrictas y muy humanas, donde me sentia segura no habia doble discurso y tal vez ese tiempo estuve motivada a dar el 500% y lo daba, y ese impulso alcanzó a soportar el cambio de dirección, que fue tan diferente, una directora manipuladora, despota, hipocrita, que le importaba solo el exterior (superficial) y era bastante cruel. Entonces qué recuerdo me llevo del opus al salir?? el del dia que llegué? feliz cuando todas te hablan bonito? o el dia de irte cuando te conoces bastantes verdades internas y además has sufrido palos incontables? La conclusión que saqué aquella primera leída del libro, fue de perdón, perdoné todo con sinceridad, y me di cuenta que el opus son personas no es Dios, y las personas somos solo eso personas, imperfectas, con errores y formas de ser diferentes, no a todo el mundo le puedes gustar no? eso es del todo cierto. Porque escribir en opuslibros o incluso publicar un libro, creo que en bien de la humanidad, bien lo decían alli adentro, cuando uno es feliz quiere que todos sean igualmente felices, entonces una vez que uno descubre la verdad quiere tambien que todos la sepan, no para desprestigiar al lugar sino para advertir a los crédulos, que en verdad son engañados por la linda pantalla social que es el opus.

Y también entendí mejor que no debo contribuir con nada que tenga que ver con ellos, porque tambien me acordé de esos círculos sobre la colaboración al mal, y aunque algunas personas me han invitado a ayudar de buena manera en iniciativas opus, es justo lo que por principio no hago, más todavía después de saber, que el dinero se lo destina para pagar editoriales para que no publiquen libros que no convienen, por dar solo un ejemplo.... y ahi me acuerdo yo de mi primer aporte cuando tenia 16 años y trabajé todo un verano, y decidí donar todo lo que me pagaron, que era bastante, que rabia no? Y lo peor es que solo después de esa acción es que pude pitar.

Termino este escrito, mandando un abrazo enorme a Maria del Carmen que espero, como lei en algún lugar, sea tan fuerte que junte las partes rotas, si todavia queda alguna, que no me conoces, ni yo a ti pero me has salvado la vida, me has devuelto el norte, me has dado un sopapo de corrección fraterna verdadera y me has devuelto al camino correcto, la vida! GRACIAS y que te sientas bien, además te mando un beso como acostumbro a hacer con mis amigos mas queridos.

Atlast

Querida fueraborda:

Yo creo que sí tuve momentos felices, muy buenos ratos e incluso algunas temporadas bastante buenas, nunca más de unos pocos meses en el mejor de los casos. Creo que todo empezó porque pité ilusionado, con ganas de cambiar el mundo y de ser fiel. Eso ayuda a que los inconvenientes los superes relativamente bien, al principio, quiero decir.

Desde luego no recuerdo como momentos felices las charlas fraternas, aunque tampoco las recuerdo como momentos agónicos con lágrimas y mocos, nunca. Eran tediosas, previsibles y espantosamente aburridas. Para cambiar las cosas yo procuraba que los que tenían que hacer la charla conmigo se divirtieran un poco. Les contaba chistes, o les decía cosas que no se esperaban, o tonterías por el estilo. La confesión semanal aburrida de muerte, pobres curas tener que escuchar unas confesiones insulsas de tipos que no tenían nada que decir sólo porque estaban obligados a hacerlo...

Hola Fueraborda:

leí con mucho interés tu historia, que es como para quedarse sin respiración una semana.

Preguntas ahora cómo se podía aguantar ahí dentro sin asfixiarse del todo; intento responder con mi experiencia. Pité un poquito antes de tener los 15 años y estuve veinte años. De esos, casi siempre llorando y lamentándome de –supuestamente- tener vocación. ¿Cómo pude aguantar tanto? Primero, no quería irme al infierno (el que pone la mano en el arado, el joven rico, el rejalgar…) y segundo, no todo fue malo, también hubo buenos momentos y me lo pasé bien. Sí, lloraba en la oración cuando nadie me veía, lloraba en la charla, lloraba cuando había algún curilla mayor, comprensivo, que me entendía y escuchaba con cariño; lloraba cuando no podía ir a las bodas de mis hermanos, cuando tenía que preguntar cosas absurdas que un niño de siete años ni les consulta a sus papis...

Hola,

El día 5 y 7 del corriente, Daneel y Savonarola han hecho dos aportaciones bastante acertadas para mi gusto y que creo que pudieran ayudar bastante a la gente que está "dentro" o que está fuera pero se ha quedado con algo "dentro".

Dice Daneel muy bien que la escritura, y los dogmas, son para ser entendidos en su contexto correcto. Como él dice, la palabra "perfección" que tanto daño ha hecho a muchos cristianos y a bastante gente que ha pasado por el lado oscuro, debe entenderse como la perfección que tiene nuestro Padre Dios, o nuestro Hermano Jesús: la perfección en el amor, la generosidad y la entrega. Por algo Santa Teresa tituló una de sus obras "Camino de Perfección"

No se debe olvidar que la lectura que hacemos de la Escritura (y no digamos ya de los dogmas) está mediada culturalmente, tanto por la redacción teológica que se hizo en los albores de la iglesia, como por la elaboración teológica del dogma, como de la traducción de un idioma a otro (del arameo al griego, del griego al latín, del latín al español moderno...).

La Iglesia, en el Concilio Vaticano II, dejó muy claro que la Sagrada Escritura es una inspiración, no una revelación. No se trata de un dictado de Dios al hombre, sino un mensaje que éste recoge, expresa con sus categorías culturales temporales, y que la persona recibe o no. El Corán, si no entiendo mal, es un libro revelado y por eso no se puede traducir y su exégesis es limitada. 

Por tanto, hay que tener mucho ojo cuando se escucha una predicación, o una exégesis que siempre estarán teñidas de las aspiraciones vitales de quien las hace. Escriba (o sus descendientes) perfectamente pueden retorcer la escritura para lo que quisiera, y por eso es necesaria una adultez en la Fe, no sólo a nivel de conversión personal, sino de conocimiento real de la Palabra. No es que haya que ser biblista o teólogo, pero sí tener unas ciertas nociones que nos abran los ojos.

Igualmente, el dogma es una construcción teológica, necesaria en un momento dado para la vida de la Iglesia. No se puede retorcer a día de hoy, haciéndole decir lo que no dice. Bastantes daño ha hecho el "Extra ecclesia nulla salus". 

Esto empalma con la cita que hace Savonarola de 1984, la obra cumbre de Orwell.

Orwell no intentó nada, su novela refleja lo que se vivía en la URSS en 1948, el control total del sistema totalitario comunista sobre las personas. La eliminación de la memoria es muy vieja: se practicó en Egipto con Hapsetsut o Akenaton y en Roma con muchos emperadores. Pero nadie llevó la cosa al extremo de sinsentido y crueldad de las purgas estalinistas. Lo mismo sucedía con el pensamiento esquizofrénico y disociado: los católicos habían inventado la "reserva mental" para hacer una cosa y decir la contraria. Esto era típico de los jesuitas. Igualmente, esto llegó al extremo con Stalin.

Qué tremendo que gente formalmente enfrentada al estalinismo practique cosas de éste. La experiencia de Carmen Tapia tiene mucho de cheka: un tribunal irregular de supuestos amigos que decide sobre la vida de las personas. Apabullante.

Por tanto, no olvidemos que el control del lenguaje, el control de la historia son herramientas muy poderosas para controlar a las personas, y que pueden hacer mucho bien o mucho mal. Como dice Orwell: "quien controla el presente, controla el pasado. Quien controla el pasado, controla el futuro"

Que Dios os guarde.

Ramon

Pasados treinta años desde que fui a recoger el título que no he vuelto a pisar la Universidad de Navarra. Dejé aquel piso de estudiantes de ex-residentes de Torre I y con éste el Opus Dei.

Por aquel entonces los estudiantes estaban tres años en el colegio mayor. El tercer año "se licenciaban" con la imposición de la beca, acto académico kitsch en un recinto de lo más kitsch llamado Fases. Se juntaba un grupo de entre cuatro a seis estudiantes y se montaban un piso de alquiler. En aquella época no existía el IKEA, así que la búsqueda de pisos daba mucho que hablar. Encontramos un piso bien arregladito que había estado ocupado previamente por el hermano de un integrante del grupo y otros compañeros de medicina de aquél.

El primer año se acordó seguir las estrictas normas de Belagua. El sexo femenino jamás dormiría en el piso. Se compartían labores mediante encargados, se bendecía la mesa, se rezaba el ángelus y cosas por el estilo. Yo, como ya dije en otro escrito, bajaba más al colegio porque tenía un amigo que era numerario y por la noche estudiábamos y trabajábamos juntos.

El último año fue, aunque inconscientemente, más emocional. Yo empecé a salir con una chica y mi amigo numerario empezó a comportarse raro. En clase iba con el grupo, en el que mi "novia" y otras amigas estaban integradas y se le notaba ese querer estar pero no poder estar. El último trimestre "desapareció". Nos enteramos que se había ido a casa a atender a un familiar enfermo. Volvió casi para exámenes y descubrimos que había ido a vivir a un piso de Ermitagaña. Yo pensaba que era un Centro, pero no, era un piso desconocido donde vivían desconocidos porque se había salido de la Obra. De esto me enteré al año siguiente. Él acabó más tarde, supongo que afectado por lo sucedido.

Explico esto porque aquí empezó el desapego. Cuando empecé a vivir mi espiritualidad aparte, a desvincularme, a ser más crítico. La chica con la que salía había tenido una hermana en Goroabe y echaba pestes de todo aquello, mi amigo (el mejor que tuve en la uni) que jamás me explicó por qué se salió o "lo salieron".

Pasados treinta años no juzgo aquellos años como malos, pero he querido que mi hija mayor fuera a Pamplona, así de simple. Quizás en otro escrito de forma más profunda explicaré qué encontré detrás de la fachada y que, con un análisis cada vez más crítico, acabó por hacerme descartar el Opus Dei como camino de santidad.

cooperata

Tras el umbral, una vida en el Opus Dei. Capítulo X: REPRESALIAS. María del Carmen Tapia

Las mentiras de Mons. Escrivá: El caso de Carmen Tapia. Doserra

El Opus Dei y el lucro. María del Carmen Tapia

Documento de exclusión de testigos en el proceso de beatificación de Mons. Escrivá. P. Rafael Pérez, O.S.A., Juez de la Causa.

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