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CORRESPONDENCIA
Miércoles, 14 de Septiembre de 2016
Escrivá temía lo que no conocía: las mujeres.- Mediterráneo
Contestando a Dionisio sobre lo que pregunta acerca de la misioginia en el opus, quisiera empezar con una cita del Martín Fierro: “las cosas que aquí se ven / ni los diablos las pensaron”. Esto, querido Areopagita, es el retrato fiel de lo que ocurre en la sí.
En la sección femenina, y porque no hay mayor verdad que la peor enemiga de una mujer es otra mujer, como muy bien dices, se encadenaban los disparates, las absurdeces, los sinsentidos y, sobre todo, el control. Parte de ello, no lo dudo, se debe a la idiosincrasia femenina. La sensibilidad de la mujer, su intuición, su manera de enfocar la vida, emiten en una frecuencia diferente a la de los hombres y, me imagino, esta fue la razón de que escrivá (la minúscula es a propósito) las temiera tanto y decidiera atarlas con correa corta...
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Comentando con Dionisio y U2.- fueraborda
Primero las señora, Hola U2
Te agradezco tu sabia intervención.
Pero dime de verdad: ¿en serio una de las cosas que te frenaba a marcharte era el miedo al infierno? ¿Pero tu pensabas que un Dios Padre quería que tú lloraras y lloraras, que te había dado una vocación para que no fueras feliz? ¿Qué tipo de lavado de cabeza te hicieron para que tuvieras miedo a que un Dios que te ama y al que te has entregado, te pueda mandar a un lugar con llamas y demonios que pinchan, donde se oyen llantos y crujir de dientes eternamente?
Es cierto que hay directoras que lo único que se les ocurre para poner firme al personal es inculcar el miedo al infierno; desde luego, no habré sido yo, que nunca creí en él. Y me dio una enorme satisfacción el día que charlando con una numeraria profesora de filosofía, y catalogada de muy sabia, y para colmo profesora del Estudium Generale, estaba totalmente de acuerdo conmigo...
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Bofetadas y secuestro.- Jiménez
Estoy leyendo la correspondencia del lunes y, al cavar, se me entremezclan dos imágenes: el bofetón de D. Florencio a Savonarola y el secuestro al que tuvieron sometida en Roma a la recientemente fallecida María del Carmen Tapia (iba a escribir sólo “Carmen Tapia”, pero recuerdo que el fundador le dijo: “yo no te voy a llamar María del Carmen, como a ti te gusta”; por tanto, yo sí le llamo María del Carmen. Por joder, fundamentalmente. Fin de la digresión.)
Aunque el libro “Tras el umbral” (que habré leído unas 10 veces desde que se publicó) tiene poco más de 400 páginas, en realidad el meollo de la historia radica en el capítulo “Roma II, retorno a lo desconocido”, que evidencia cómo una organización denominada Opus Dei, por orden de su fundador, secuestra alrededor de siete meses a una persona. Y a la ausencia de libertad física le añade la tortura psicológica a manos de dos carceleras cuyo nombre conviene recordar: Mercedes Morado y Marlies Kücking.
Personalmente, más que el hecho del encierro en sí mismo, lo que me parece más terrible del relato es cómo el Opus Dei y particularmente su fundador, arrollando cualquier derecho básico de la persona, se arrogan el poder absoluto sobre la vida, movimientos y pensamientos de cualquier miembro de la organización. Que eso se haga en nombre de Dios es sencillamente abominable.
Y aquí me viene la imagen de la bofetada. Don Florencio, digno hijo de su fundador, se creía con derecho a agredir al primero que se le pusiera por delante. ¿Por qué lo hacía? Pues porque todo socio del Opus Dei en España era suyo. Punto final. No hay otra explicación.
Ese es el verdadero “espíritu del Opus Dei”. Como ya dije en alguna ocasión, una institución que tiene como uno de sus repugnantes lemas (y además lo convierten en canción) eso de “el derecho a no tener derechos” lo que busca no es trazar un camino espiritual sino el sometimiento de un grupo de esclavos.
Saludos a todos.
Jiménez
María del Carmen Tapia.- Humberto
He tenido la gran suerte de conocer a María del Carmen Tapia y de conversar con ella en diversas ocasiones, en los últimos años.
Era una mujer cariñosa, sencilla, entrañable y dotada de una memoria portentosa. Con casi 90 años se acordaba de todo como si lo hubiera vivido ayer. Y puedo asegurar que se acordaba de mucho. Recuerdo que me regaló un ejemplar dedicado de "Tras el umbral", un libro escrito con el alma serena que deja en el lector una impronta segura de verdad y de certeza. Doy gracias a Dios por haberla conocido.
No espero que el Opus repare su terrible injusticia con ella ni que restituya su buen nombre. Eso es esencialmente imposible, tanto para una institución intachable que nunca se equivoca como para sus miembros, que no pueden errar cuando siguen las consignas del superior de turno. Más, si cabe, cuando cualquier reparación podría poner en tela de juicio las heroicas virtudes del fundador. Sí espero, en cambio, que Dios, en su misericordia, la reciba con un estrecho e inmenso abrazo.
Descansa en paz, María del Carmen. Y gracias, de corazón, por tu testimonio y tu amistad. ¡Hasta siempre!
Humberto
¡Gracias María del Carmen, Gracias Agustina!.- Serendipia
Me he quedado conmovida por el fallecimiento de María del Carmen Tapia. Y muy agradecida con ella por su valentía al publicar su libro Tras el Umbral, que fue tan importante para mí (y seguro que para muchos más). Siempre estará en mis oraciones, con cariño y respeto.
Agustina: un fuerte abrazo también para ti, también estás en mis oraciones. Gracias por la fotografía que publicaste, me quedo con esa imagen de dos mujeres valientes, María del Carmen con su libro y tú con tu cercanía, me dieron el coraje para tomar la decisión más importante que he debido: recuperar mi vida.
Aunque no fui numeraria, ni viví en un centro de la Opus como la mayoría de los que aquí escriben, también a las agregadas nos lo arrebatan todo y de ello se encargan numerarias que se creen por encima de nosotras. Gracias a Dios, hay muchas que fueron numerarias y dejaron la obra ante tanta falta de caridad. Como dijo María del Carmen (que hoy leo por 4ª vez su libro): “Dios está por encima del Opus Dei y tiene intrínsecamente poco o nada que ver con la doctrina efectiva de esa Institución”. Y este magnífico verso de Rómulo Gallegos en su libro:
Desde el llano adentro vengo
tramoliando este cantar,
Cantaclaro me han llamado.
¿Quién se atreve a replicar?
Serendipia
Carmen Tapia.- Class
Carmen, espero que encuentres en el cielo el consuelo que te mereces después de tanto sufrimiento.
Te quiero contar un chiste, para que sonrías un poco:
Uno muere y llega al cielo, se encuentra a San Pedro, y este empieza a enseñarle el cielo.
-Mira, tras esa puerta esta el cielo de los músicos. Aquí tienen los mejores instrumentos, las mejores partituras, etc...
-Detrás de esta otra puerta, está el cielo de los escritores, con toda la inspiración posible, el mejor papel...
Y al llegar a otra puerta, San Pedro pasa de puntillas, y hace guardar silencio a la persona recién llegada al Cielo.
-¿Y eso a que viene?
-Es que ese es el cielo de los de Opus, que se creen que son los únicos que están aquí.
Después de este chiste… creo que en el cielo habrá alguna persona del opus, no todas son malas.
Y si nos puedes echar una ayudita desde el cielo, mejor que mejor.
Class
Más sobre los cargos históricos en el Opus Dei.- Simplicio
Más sobre los cargos históricos en el Opus Dei. Consiliarios y Vicarios Regionales de España (2) Simplicio
Me parece muy interesante y acertado el enfoque de Gervasio en su escrito del pasado 5 de septiembre 2016, sobre los cargos históricos en el Opus Dei., porque aborda la cuestión desde un punto de vista práctico. Al hilo de sus observaciones quiero añadir algunas reflexiones a las que hice en mi anterior escrito y al mismo tiempo aprovecho para rectificar algunas cosas...
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Escritos recomendados.- Agustina
Magnanimidad de los hijos de Escrivá. CuG
Desconfiados. ElCanario
El colegio y el profesor: calumnia que algo queda. Eleu
Perspectiva. Emevé
Comunidades religiosas y abuso de poder. Elisabeth de Baudouin
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