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CORRESPONDENCIA

Lunes, 04 de Mayo de 2015

Agustina y demás amigos,

Tal y como apuntaba Nicanor en su escrito "Controlando la libertad", parece que se está librando una batalla para que no se pueda acceder a esta web. En España, el filtro es el de Canguro Net de Movistar. Al acceder a Opuslibros aparece el mensaje “La página que desea visualizar ha sido filtrada por el sistema, ya que su contenido ha sido calificado dentro de las categorías no permitidas”. Mirad la foto:

Solo se me ocurren dos posibilidades, o que lo han controlado desde Movistar o desde los centros. El resultado es éste:

Aloevera

Agradezco la visión de JaraySedal al respecto de la interpretación del Opus Dei sobre la “santificación a través de lo ordinario”, tema que, dentro de los círculos internos de la Obra y de su propia interpretación de la historia de la Iglesia, son pioneros en recoger por divina intervención a través de Escrivá en la historia de la humanidad, de algo que la Iglesia olvidó por 20 siglos después de la prédica de Cristo. No le quedó otra a Dios que fundar el Opus Dei para hacer un “memento” (recordar) a la Iglesia tal descuido. Y es muy interesante la visión de Jaraysedal en cuanto al factor exógeno de la santificación del trabajo que Escrivá concibió. La necesidad de poner un motivo sobrenatural. Es verdad, esta necesidad deviene en el Opus Dei en el uso de amuletos como crucifijos, anotaciones de jaculatorias, anotar símbolos sobre las páginas de los cuadernos o libros… pero que – lamentablemente - ya no recaen en una intención sobrenatural sino en una proselitista o “por las intenciones del Padre” y aporta al carácter sectario del Opus Dei. Si ha de realizarse con perfección humana y sobrenatural el trabajo, se ha de ejecutar con estas intenciones exógenas. Me recuerda a la teoría de Max Weber y su libro sobre la ética protestante y el espíritu del capitalismo.

Aunque esta disertación puede dar para mucho y, San Josemaría decía que “estamos haciendo teología de la grande” (aunque luego se contradice porque afirmó que “el Opus Dei no tiene teología propia sino la de la Santa Madre Iglesia” – propio de él contradecirse), cabe resaltar lo que dice la “Lumen Gentium” el punto 31: “A los laicos corresponde, por propia vocación, tratar de obtener el reino de Dios gestionando los asuntos temporales y ordenándolos según Dios (…) en todos y cada uno de los deberes y ocupaciones del mundo, y en las condiciones ordinarias de la vida familiar y social (…) Allí están llamados por Dios, para que, desempeñando su propia profesión guiados por el espíritu evangélico, contribuyan a la santificación del mundo (…) Y así hagan manifiesto a Cristo ante los demás, primordialmente mediante el testimonio de su vida, por la irradiación de la fe, la esperanza y la caridad...”

Diría que, una cosa es “poner una intención” (Escrivá) y otra es “guiados por el espíritu evangélico (…) por el testimonio de su vida…” En la primera hay una imposición, en la segunda una moción que nace de un espíritu que es guiado por el Espíritu Santo, sin empujones (el “compelle intrare” que gustaba a Escrivá). En la primera el factor es claramente exógeno, en la segunda afirma que el mundo es santificable guiados por el espíritu evangélico, algo que va más allá de una intención sobrenatural, sino a las tres virtudes cardinales.

Para terminar, con el artículo de sancho1964 sobre: “¿Cuál es la diferencia entre evangelización y proselitismo?”, la santificación a través de lo ordinario propuesta por Escrivá tiene una clara misión proselitista. Por tanto, negada hacia el mundo que debe santificar. Esto se reafirma con el propio testimonio de vida de los actuales fieles de la Prelatura. Si se ven ante un espejo podrían decir de sí mismos: ¿Me comporto como un cristiano corriente con mi forma de actuar y pensar bajo este gobierno interior y exterior al que estoy sometido?

Así pues, si bien hubo una gran expectativa mediática organizada por Escrivá y su aparente espíritu de innovación… en mi opinión, no lo fue. Leyendo el testimonio de Domenec Fita Molat, encandilado por una aparente novedad dentro de la Iglesia, acaba por descubrir que es todo lo contrario a lo que esperaba y, queriendo demostrar que iban por un camino erróneo y cismático, termina dejando la Obra a la que con la que con tanta ilusión ingresó. Como tantas y tantos.

Nicanor Wong Ortiz

nicanor.wong@outlook.com

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