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CORRESPONDENCIA

Miércoles, 20 de Mayo de 2015

Traumático pasaje del Instituto Secular
a la Prelatura Personal - E.B.E

«Aunque todo el mundo se hunda, aunque todo se pierda, aunque todo se agriete..., nosotros, no. (…)  Hijos, somos lo permanente; lo demás es transeúnte. ¡No pasa nada!» (J.M. Escrivá, meditación “Vivir para la gloria de Dios”, 21-XI-1954)

«Sepan que el salario que han retenido a los que trabajaron en sus campos está clamando, y el clamor de los cosechadores ha llegado a los oídos del Señor del universo» (Carta de Santiago, 5, 4)

Como diría Satur, éramos unos cracks. Aunque el mundo se hundiera, nosotros nada. Problemas de autoestima no había, ni habría nunca. Y fue así –en ese contexto de predestinación permanente- cómo se interpretó dentro del Opus Dei, hacia 1982, la obtención de la figura de prelatura personal: un triunfo rotundo, confirmación de la predilección de Dios sobre «Su Obra»...

Hola.

Quisiera comentar el último escrito de Ebe, “El escándalo de la pobreza”, especialmente al tema sobre la confusión en que se vive en el opus dei con respecto a los límites de sus principios de vida, no quedando claros sino a la interpretación del momento.

Hace poco leímos, consternados, la carta de un sacerdote que se quería desvincular del opus dei, y que mostraba un asombroso caso de postración ante la autoridad. Digo que es asombroso*, pues era una persona adulta, con formación, y dueña de sí misma, y dependía de una aprobación que nunca llegó. Esa persona tenía infinidad de acciones positivas que le hubiesen dado una libertad infinita, pues había vivido una historia de fe en Dios.

Lo que digo, lo quiero decir con todo respeto y ya se ha comentado en opuslibros es que, dentro del opus dei, hay una actitud casi infantil a la hora de buscar la aprobación de los directores, y eso ha de ser, por lo que comenta Ebe, que muchas cuestiones están confusas, y las personas no tienen principios claros de conducta a la hora de tratar sus asuntos vitales en el opus dei.

Por otra parte, me acuerdo que en una meditación el sacerdote que nos hablaba comparaba el gozar de la autonomía económica como preparativo para la no perseverancia. Entonces los principios no sirven tampoco, pues no son confiables o promueven la desintegración.

Saludos.

Paiquito

*a muchos nos pasó lo mismo

Las críticas de elitismo hacia la Obra forman parte de una visión distorsionada de la realidad, propia de la visión burguesa de las erradas y egoístas clases altas de la sociedad, que no quieren tener relación alguna con esa numerosa gente humilde y cercana a la Obra que habita en las periferias de las ciudades, y ello pese a los esfuerzos del Opus Dei en relacionarlos, integrarlos, desde el mismo momento de su fundación (recordamos con afecto nuestras queridas “visitas a los pobres”). Es esta burguesía la que a través de los medios de comunicación que controlan impide que llegue a conocimiento del público la labor apostólica que la Obra realiza en los barrios pobres de tantas ciudades, en los países subdesarrollados, en los suburbios de Africa o América Latina.

Si la Obra ha dedicado alguna atención a esta burguesía ha sido simplemente por el generoso empeño de su Fundador en la santificación de todas las almas, y porque de esta forma la Obra ha podido predicar entre las personas con capacidad de decisión la necesaria transformación cristiana del mundo para conseguir un mundo más justo a través de la lucha contra la pobreza, contra la desigualdad y contra la cultura del descarte.

Anticipándose a la propia Iglesia en decenios, ha sido siempre preocupación preferente de la Obra evangelizar a estos burgueses para que compartan sus bienes con los más necesitados. La Obra siempre ha sido pobre y ha mostrado una opción preferencial por los pobres.

También la Obra ha procurado la transformación de la sociedad en otros aspectos. Su labor a favor de la promoción de las mujeres, siguiendo el ejemplo de San Josemaría, es sobradamente conocida de todo el mundo. Gracias a la mediación del Fundador muchas han podido acceder a estudios superiores antes reservados a varones. Y, fundamentalmente, ha dignificado el trabajo doméstico haciendo del mismo un objeto preferente y deseado de santificación de muchas mujeres. No solo hay más mujeres que hombres en la Obra, sino que tienen las mismas funciones dentro del Opus Dei.

No menos digno de elogio ha sido el respeto que en la Obra ha habido siempre por los menores de edad. En este punto ha extremado su pulcritud, en particular sobre su formación y madurez. Incluso en esto se ha adelantado en decenios a la Iglesia.

La Obra no ha dejado a nadie desamparado. Incluso, a los ex miembros, a quienes perdonamos de corazón pese a las insidias que algunos dirigen contra la Obra de Dios, rezamos por ellos y muchos aún siguen bajo la inspiración espiritual de la Obra e incluso bastantes de las personas que han pasado por alguna crisis y han dejado el Opus Dei vuelven el calor de la misma, pidiendo su readmisión. Los llevamos en el corazón.

JaraySedal

Recuerdo las duchas frías por las mañanas “para estar alejado del pecado mortificando al cuerpo” ¿por qué se hace? Una vez más no exponerse al peligro, huir con miedo, anticipar la tentación del cuerpo, etc. Se trata de poner “la lucha” cuanto más lejos posible, manteniendo el pecado lo más lejos posible; es decir, cuanto más mortifique mi cuerpo, más lejos estoy del pecado que el cuerpo me puede producir si no lo mortifico. Semejante miedo al pecado es el que causa que caigamos precisamente en ellos, porque no hay una renuncia positiva a partir de una realidad positiva, la virginidad. Lo que hay es una vocación entendida como “rechazo del pecado” aunque se insistiera mucho en los escritos de san Josemaría que el celibato era una afirmación de la naturaleza humana, algo positivo. Pero en la práctica se partía del miedo al pecado, del alejamiento por miedo. Y del miedo solo nace el miedo.

De la época del Opus conservo un hábito casi inconsciente de examinar cualquier acción que haga para ver si la hubiera podido hacer mejor. Por ejemplo si tardo en llegar al autobús de la misa, en seguida me culpabilizo pensando que algo he hecho mal y que por eso puedo “pedirme cuentas” de por qué he llegado tarde al autobús. Esta torturadora conciencia de examen constante es mi mecanismo de autodefensa para saber que estoy en el camino de los que luchan, he incorporado este hábito tras años de examen constante. Este examen no tiene misericordia alguna conmigo, y siempre encuentra una falta que justifica el que lo haya “hecho mal”: siempre podría haber priorizado otras tareas o comido otra comida que me sentara menos pesada y así no me dolerían las heridas que tengo y así podría ir en el autobús, etc. Un sinfín de relaciones de causa-efecto de mi día a día que más que hacerme progresar en la virtud, me deja siempre con un vacío e incomprensión hacia mis debilidades o a que no haya sabido hacerlo mejor.

Entregado

Estoy sorprendida de la entrevista de Fazio en el anticatólico, muy pro-abortista y pro-eutanasia periódico español El País. Ver para creer.

Me ha irritado muchísimo la respuesta final, sobre los ex-miembros del Opus Dei. A mí, que me sacaron para “labores apostólicas" tanto dinero y me dieron la espalda cuando mis recursos mermaron, me parece que lo que dice ese señor es la mayor falsedad o bien, él pertenece a una institución homónima y diferente. Lo que el tal monseñor ha dicho, en mi caso, es una mentira. Después de ofrecer un remedo de perdón, Fazio nos hace corresponsables del “divorcio" a los que desde niños fuimos manipulados y permitimos que el Opus Dei se metiera en nuestros matrimonios, la educación de nuestros hijos, el gasto corriente, la carrera que estudiamos, la ropa que usamos, los amigos que tuvimos, los libros que leímos, los lugares de vacaciones y la fertilidad de nuestras matrices, entre otras cosas.

Cuando por fin, un día tan glorioso como doloroso, decidimos decir “hasta aquí”, el Opus Dei nos convirtió en un pañuelo desechable con mocos y nos arrojaron al basurero. Nos descalificaron con el que preguntó por nosotros, les dijeron frases como “hay que pedir mucho por ella” y literalmente nos enterraron. Toda esa dizque familia se escandaliza si te ve en la iglesia, como si ellos fueran los únicos con derecho al bautismo. La frase que Fazio proclama al final -"la mayoría de las personas que han pasado por esta situación siguen bajo el calor espiritual de la Obra, aunque no pertenezcan ya jurídicamente, y para mí es un gran consuelo que muchas de esas personas vuelven a pedir la admisión pasados unos años”- creo que es una grandísima mentira. La única manera de regresar “al calor espiritual de la Obra” es dándole dinero. Me consta, lo he visto en los pocos exnumerarios y exnumerarias que lograron colocarse en un buen trabajo y hacer patrimonio. Esa es la única manera de volver a la “madre guapa". Yo, como ahora ya no tengo dinero y ahí la voy pasando, le doy gracias a Dios de que el Opus Dei jamás volverá a tener el menor interés en mí. Mi párroco, en cambio, ese sacerdote sencillo, se interesa sinceramente por mí. Se lo agradezco. A veces los reveses de fortuna son una bendición.

Nikitasoy.

Caro(a) Mockingjay,  

Quando me referi à "modernização" do opus dei no Brasil (correspondência de 15/05/2015), pensei que todos entenderiam a forma sarcástica. Da próxima vez, embora seja menos divertido, para evitar mal entendidos, procurarei deixar a ironia mais evidente ;)

E realmente fiquei surpreso com o fato de um centro "cultural" do opus dei promover degustação de cerveja, ainda que acessória a uma discussão "filosófica". Quem sabe, na Holanda, o opus dei se modernize também e promova um "coffeeshop" "filosófico".

nempedronempaulo

P.S. Se não sabe o que é um coffeeshop, basta procurar no google: "coffeeshop países baixos"

Respecto al nuevo Vicario General del Opus Dei, el argentino Mariano Fazio, y la entrevista concedida al diario “El País” me parece importante destacar que es la primera vez que una “voz oficial” de la Prelatura ya no se refiere al Papa como el “vice Cristo en la Tierra” o “el dulce Cristo en la Tierra” o “su santidad”, “eminencia” o “Santo Padre” sino como: “Francisco”. Un Francisco que comete errores, que no gusta a “muchos” del Opus Dei y, además, se pronuncia sobre errores de anteriores papados.

Durante las dos décadas que pertenecí en esta institución nunca leí, vi o escuché nada semejante – salvo un video de la tertulia de San Josemaría con sacerdotes en Perú en la que se mofa de la “enorme barriga” de San Juan XXIII-, pero de allí a que alguien se exprese así del nuevo Papa… hay un salto cuántico que revela la animadversión y actitud desafiante de la Obra para con el nuevo Pontífice jesuita.

¿Se imaginan si Fazio estuviera refiriéndose de este modo de Juan Pablo II en vida? La lectura sería grotesca ¿Verdad?

Copio algunas frases de Fazio:

(…) En la media en que se señalen las exigencias quizás se acabe un poco la luna de miel de este pontificado (…)

(…) Juan Pablo II, fue más a la cabeza (...) Francisco está yendo más al corazón (...) es tremenda la persona sin cabeza.

(…) el papa Francisco hace un subrayado de unos aspectos que no hacía Benedicto, quien a su vez subraya otras cosas que no hacía Juan Pablo II (…)

(…) Conozco a mucha gente de la Obra que está fascinada con el estilo de Francisco y otros que no le gustan tanto (…)

(…)Toda comunicación tiene sus riesgos. La de Benedicto tenía sus riesgos. La de Francisco también (…)

Nicanor Wong Ortiz
nicanor@outlook.com

Quisiera por la presente atender una consulta de una persona a la que le han propuesto ser Cooperador del Opus Dei y no le han aclarado un tema de vital importancia: sus aportes al Opus Dei no le conceden indulgencia, sólo puede obtener indulgencia en lo que indica el documento que le han entregado: aniversario de ser incorporado como cooperador, aniversarios de la Prelatura, etc. Nada más. Entonces, aquella asociación mental que le han presentado entre indulgencia y dinero para la Obra no es verdad. Tampoco lo es donar cuadros, pianos, manteles, joyas, etc., ni ir a la casa de ese numerario a pintar las paredes de su sala, del oratorio o de la fachada. Nada de eso concede indulgencia.

Es de agradecer que le hayan dicho que sus aportes son para sostener “las labores apostólicas de la Obra” pero aclaremos que, por “labores apostólicas de la Obra” puede ser desde el tapizado de las sillas de comedor del numerario que está hablando, el salario del conserje de una casa de la Obra, la comida rica para el aperitivo de la fiesta “A” próxima, etc.

¿Algún Cooperador podrá pedir un rendimiento de cuentas a la Obra de los aportes que hace? Esa transparencia no existe y, menos, indulgencia.

Nicanor Wong Ortiz
nicanor.wong@outlook.com

Mis queridos amigos:

Esta web funciona. No sabéis el bien que sale de vuestros testimonios y de vuestros escritos. Esto sí que es auténtico apostolado laical y secular.

Hablando en otro tono, me he dado cuenta, gracias a OpusLibros, de lo fácil que es poner un negociete de 15000 numerarios trabajando altruísticamente a 1500 € al mes. Por qué no se me había ocurrido a mí antes. Y además controlados por la Ley del Embudo. Son 22 millones, 500 mil € al mes, que al año suponen un beneficio neto, para la ONG IEI, de 270 millones de €uros al año. Menudo chollo. Poner colegios de captación, clubes, y ponerlos a currar. ¿No está mal eh? Ahora no toméis ejemplo ¿eh?.

Si de los 15000 numerarios saca la Prela 270 millones de €uros al año, ¿qué necesidad tienen de invitarnos a una presentación en IESE, diciéndonos que precisan 60 millones de Dólares para pagar las obras de Saxum. ¡Si tienen dinero de sobra! Pueden hacer 3 saxum al año. ¿Por qué piden dinero como las órdenes mendicantes? ¿Para que parezca que cada obra la hemos pagado con el altruismo de todos? ¿Es obligatorio tragar?

Un abrazo a todos
JAC

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