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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 01 de Abril de 2015



Próxima actualización.- Agustina

PRÓXIMA ACTUALIZACIÓN

Lunes, 6 de abril de 2015

Felices días de Pascua y un abrazo.

Agustina L. de los Mozos
Coordinadora de Opuslibros.org

 





Queremos carne.- Isabel de Armas

El escrito de Heraldo, titulado Un nuevo Procusto, todavía me ha impactado después de un montón de años, y digo un montón no en vano, porque fue en septiembre de 1974 cuando descubrí del todo –aunque ya tenía muchas pistas-, el Procusto que nos dominaba por el hecho de formar parte de aquella institución. Cuando ya me encontraba a punto de decir adiós a todo eso, la que entonces era mi directora acabó de realizar con su relato la tarea de remate (todo está recogido en mi libro Ser mujer en el Opus Dei. Tiempo de recordar, FOCA 2002, pág. 327). En una de aquellas últimas confidencias o charlas fraternas me contó, un tanto desconcertada, lo que le acababa de decir don Joaquín Ibars, sacerdote director de la delegación de Barcelona, cuando ella le había planteado lo chocante que le resultaba el hecho de que las numerarias que consideraba especialmente valiosas y con mente clara, en la Obra fueran consideradas como personas conflictivas y problemáticas (aquí es preciso recordar que de la casa que ella dirigía nos fuimos siete; algunas muy veteranas. Entre ellas estaba la llamada “cruz de palo” de Cataluña, que este ya próximo verano cumplirá 95 años). La respuesta fue la siguiente –aquella directora me lo expuso tal cual lo transcribo en letra cursiva -:

En la Obra lo que queremos es carne; porque la carne se asimila. Hay personas que son oro, pero el oro no se asimila nunca: igual que entra, sale. Como te digo, nosotros buscamos carne que alimente y nutra el organismo vivo que es la Obra, pero cuando encontramos oro, tampoco lo desechamos, porque con el oro compramos carne; se puede comprar mucha carne. ¿Has entendido?

Mientras la escuchaba, en aquellos mis años jóvenes, me veía como el mártir en la jaula de las fieras dejándome despedazar, sin látigo y sin posibilidad alguna de revolverme. Esa frase rotunda: ”Queremos carne”, me producía espanto, y me imaginaba a aquel sacerdote de aspecto frágil; más bien fofo, lampiño y blando, con una gran cabeza de león, masticando sin parar, huesos, carne, cartílagos, tendones y más y más carne para alimentar a aquel al parecer insaciable que llamaban “organismo vivo”.

“Queremos carne”. Las personas ya no son personas, son carne; pero la carne es un trozo de vida separada de un conjunto y, por consiguiente, algo inerte. El cuerpo vivo que es la institución y no las personas que están en ella, se alimenta con trozos de carne, es decir, con trozos de vida “inerte”, que son los individuos que la constituyen. La institución traga carne que digiere y asimila, es decir, que termina por abolirla.

Ahora pregunto a Heraldo. ¿No va todo este horror en la misma línea de tu cita de don Florencio Sánchez Bella de que, con esos que no van a perseverar se hace la labor? ¿Y qué pensaste tú cuando escuchaste ésta un tanto escalofriante especie de declaración de principios?

Yo, personalmente, después de darle vueltas a este monstruoso símil de la carne, pensé que me lo explicaría mejor así (lo digo en mi libro La voz de los que disienten, FOCA 2005, pág. 174):

Un astrónomo, un artista, un técnico y un lobo se comen entre los cuatro un hermoso pedazo de ternera; a las dos horas, aquella ternera no está rumiando, sino midiendo estrellas y enriqueciendo los saberes del universo en el primero, creando o interpretando en los distintos campos de las artes en el segundo, fabricando o reparando objetos útiles en el tercero, y aullando a la luna llena en el cuarto.

El astrónomo, el artista, el técnico y hasta el lobo, ¿pueden ser considerados carne, sin más, trozos de vida inerte que engordan un sistema, considerado como único organismo vivo? ¿No es algo deseable que sea al revés? Que ellos, los seres vivos, consuman, digieran y asimilen para hacer, en el mejor de los casos, un mundo más sabio, más bello, más habitable y amoroso, más humano.

Heraldo, el hondo y significativo contenido de tu reciente escrito, repito, todavía me ha impactado.

Isabel de Armas





La Obra, cicatera con el padre de Fisac.- elcanario

Acaba de aparecer el libro "Miguel Fisac ¿Arquitecto de Dios o del "Diablo"?. de Jesús Sevilla Lozano, publicado por la editorial Nueva Utopía. Se trata de una serie de entrevistas de este arquitecto, a lo largo de 1997, pero que hasta ahora no se habían difundido. El autor del texto añade otros aparecidos en diferentes publicaciones. A lo largo de sus páginas aparecen hechos de la trayectoria interior y exterior de este hombre que fue uno de los primeros numerarios del Opus Dei y su relación con hechos de la historia de la Obra.

Uno de los hechos que se describen es que el padre de Miguel Fisac contribuyó a pagar totalmente el viaje que hicieron el fundador de la Obra, junto a una serie de personas cercanas para huir de la zona republicana y pasar a la llamada zona nacional, a través de los Pirineos en 1937. El coste fue de 35.000 pesetas de entonces para pagar billetes, pensiones, paso de la frontera, etc. En ningún caso lo pagó el Opus Dei, según el arquitecto. Sin embargo, con el paso de los años, esa generosidad del padre de Miguel Fisac no se vió correspondida cuando solicitó dinero a la Obra y José Montañés, entonces administrador general del Opus Dei, pues se le vencía una letra de un préstamo del banco y necesitaba dinero. El incluso le había pedido que le adelantara esa cantidad a su progenitor, a lo que aquel respondió que no se preocupara. Sin embargo, a la hora de la verdad, le indicó que devolviera la letra. Al mostrar su extrañeza el padre de Fisac, Montañés respondió: "¡Bueno don Joaquín! ¿Y a usted qué le importa ya, siendo ya como es viejo, tener o no tener o crédito?" Este hecho produjo en Miguel Fisac una verdadera indignación, irritación y malestar que transmitió inmediatamente al secretario general de la Obra, "contestándome inmediatamente que lamentaba mucho lo sucedido. Pero fue la gota de agua que rebasó el vaso de la paciencia. Y, a la mañana siguiente, le comuniqué mi decisión de abandonar de manera inmediata y definitivamente el Opus Dei. Al poco rato, él me informó de que había hablado por teléfono con el Padre Escrivá -que ya por entonces vivía en Roma- y éste le había dicho que antes de irme fuera a hablar con él a la llamada Ciudad Eterna". Hizo este viaje, pero no le convencieron y decidió abandonar el Opus Dei.

La cicatería con que se trató al padre de Miguel Fisac en esos años contrasta con la que en la misma época la Obra tenía con el padre de Juan Jiménez Vargas, otro de los primeros numerarios, según me lo ha contado una persona que lo vivió. El padre de Jiménez Vargas acudía todos los meses a una residencia del Opus Dei que había en la calle Españoleto de Madrid y se le entregaba un sobre con dinero para solucionar su situación. Estos son los hechos. A unos se les trataba de una manera y a otros de otra. El Opus Dei, cuando hace una campaña para sacar adelante una obra corporativa o para solucionar un problema económico, pide generosidad a las personas a las que solicita ayuda. Sin embargo, si esas mismas personas cambian de situación y piden ayuda, encontrarán respuestas como la que dio el administrador general. Y eso que no solo se juntaban los hechos de la contribución del paso de los Pirineos, sino el mucho dinero que aportó Miguel Fisac durante esos años a las arcas de la hoy prelatura personal.

elcanario





Si la obra se disuelve.- Hormiguita

En los Reglamentos de 1941, -incomprensiblemente ocultados en el archivo secreto del obispado de Madrid-, hay una disposición que considera la posibilidad de "disolución de la obra".

No entiendo. Vaya falta de fe del fundador en lo que llamaba "obra de Dios". Es incomprensible, que si él estaba tan seguro del carácter sobrenatural del opus dei, que se hubiese contemplado la posibilidad de disolución del mismo. ¿Cómo se puede creer que "es de Dios" y a la vez dejar por escrito, que "si se disuelve"?

Otras cosillas...

Mi enhorabuena a Wilhelm por poner en conocimiento del obispo los sucesos que comenta. También decirle que conocí a Juan Bautista Torello, en los años 70. Gran persona. Me supo muy mal enterarme de cómo acabó. Tengo entendido que le pudo ayudar una monja de clausura -su hermana- que estaba de superiora de un convento del Carmelo.

Este año he escrito poco en la web, y en cambio he investigado más. He encontrado dos documentos o testimonios sobre el fundador, y los he pasado a otros colaboradores de esta web. En su momento, servirán para estudios sobre el fundador.

El año pasado atravesé una dificultad económicas y deje de dar mi colaboración económica a esta web. Varios meses después me recuperé, y he podido continuar aportando unos cien euros al mes. (Aquí cada uno da lo que quiere. Y nadie nos pide cuentas, ni regularidad, en la aportación.)

Esta web ayuda mucho mas allá de lo que sale publicado. Y no "estamos organizados" como indica la nota de la comisión. Les digo a los redactores de esa nota, pongan en primer lugar, entre los 9 puntos que mencionan, uno que han omitido deliberadamente. "Testimonios sobre el fundador".

Mas cosas... Una persona en proceso de salida pidió ayuda. Mientras preparaba su decisión de irse, quería poder conversar con un sacerdote que hubiese pasado por la obra. Se les puso en contacto. También pidió hablar con un ex miembro, del otro sexo. Agradezco a XXX que le atendiese y le ayudase. Creo que se vieron un par de veces, para tomar café.

Feliz Pascua a todos!

Hormiguita



Dos curiosidades sobre artículos recientes.- Orange

El pasado 30-3-15, Heraldo desarrollaba el concepto de que la dirección del Opus Dei actúa de manera fría e implacable cuando nos relataba que los directores, usan a muchos numerarios que, aunque ellos intuyan que no van a perseverar, se sirven de ellos para realizar los objetivos de la prelatura mientras perseveran y que cuando después se salen, consideran que ya han cumplido su ciclo útil para la labor. (Algo así como un objeto de usar y tirar). Todo ello con la frialdad propia de una multinacional cuyo unico objetivo es la máxima productividad, donde el individuo es exprimido al máximo y no interesa más allá del periodo en que es util, acabado el cual es expulsado o se va sin que los directores se inmuten ante el hecho de que el individuo acabe muerto, abandonado, enfermo o como una piltrafa. ¿Es posible que actúen con esa frialdad calculada, con esa falta de corazón, con ese espiritu despiadado, alejado de cualquier tipo de compasión cristiana? ...Si esto es así, me parece espantoso... y... por curiosidad... ¿quedan aún fanáticos activistas tipo Sanchez Bella?.... Si fuera así se me pondrían los pelos de punta, más de lo que ya los tengo después de ver lo que hay.

Por otra parte me sumo a la curiosidad que manifestó Josef knecht el 30-3-15 sobre la existencia de un gobierno del Opus Dei paralelo y oculto en la sombra, lo que él llama "vacas sagradas", descrito por Lucas el 27-3-15 y le sugiero a éste que tenga a bien informarnos dentro de lo vea posible, sobre los datos de que disponga sobre el particular y que a su criterio pudiese publicar. Gracias.

Orange.





Un mundo imaginario.- Lizzy Babieca

EL HOMBRE IMAGINARIO

El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria 
rodeada de árboles imaginarios 
a la orilla de un río imaginario

De los muros que son imaginarios 
penden antiguos cuadros imaginarios 
irreparables grietas imaginarias 
que representan hechos imaginarios 
ocurridos en mundos imaginarios 
en lugares y tiempos imaginarios

Todas las tardes imaginarias 
sube las escaleras imaginarias 
y se asoma al balcón imaginario 
a mirar el paisaje imaginario 
que consiste en un valle imaginario 
circundado de cerros imaginarios

Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias 
a la muerte del sol imaginario

Y en las noches de luna imaginaria 
sueña con la mujer imaginaria 
que le brindó su amor imaginario 
vuelve a sentir ese mismo dolor 
ese mismo placer imaginario 
y vuelve a palpitar 
el corazón del hombre imaginario

de Hojas de Parra (Santiago, Ganímedes, 1985)

 

Hace unas semanas me tomé un “café imaginario” con el Venerable, pues solo lo acompañé a tomarse el suyo, que no me pedí nada. Y luego me quedé pensando en las cosas imaginarias de la vida, como la realidad del Opus Dei, que existe puramente en nuestra cabecita.

Como el mundo en el hombre del poema, los dolores y amores en el Opus Dei son puramente imaginarios. Pero al parecer, aquel fue un mundo creado precisamente para satisfacer la alta expectativa de nuestra juventud. Todos aquellos locos sueños de entrega y trascendencia que el Opus Dei prometía satisfacer: aquí, el mejor lugar para vivir y morir.

Esa promesa, luego trasunta en amarga decepción y rabia. Hemos sido vilmente engañados y usados para los fines de terceros. ¿Nuestra felicidad?, pues sacrificada a la de la GRAN CAUSA. Sin embargo, una vez fuera, hay personas que, junto con experimentar un profundo alivio, desarrollan una especie de rara nostalgia.

Y está bien, por más que fuera un mundo imaginario, era nuestro mundo imaginario, nuestras esperanzas e ilusiones. Y aunque rotas, están, lo mismo que el florero roto, con las puntas hacia arriba. Algunos conservan el florero y pasan de vez en cuando el dedo por las puntas, para sentir el dolor; otros, botamos hace rato el florero y ya nos compramos otro…

¿Qué pasa con estos nostálgicos? Pasa que sufren. Echan de menos. Algo les falta. ¿Qué les falta? Algo que el Opus Dei solo les puede dar: un lugar seguro donde encontrar personas como ellos. Y por eso se da ese increíble y sorprendente fenómeno de los ex que se vuelven a enlistar, después de años y décadas. Cuando sé de estos casos, me dan ganas de cortarme todos los cabellos de la cabeza, pero luego pienso: no es nada de fácil haber sido del Opus Dei y luego ser ex.

Claramente, el Opus Dei todavía es el mejor proveedor de personas parecidas a uno. Y no lo digo para nada feliz, ni alegre. Lo digo como un reclamo a mí misma. Es decir, yo no volvería ni amarrada, pero la gente del Opus Dei y ex Opus Dei es la que mejor me cae y por pura identificación… claramente, aún me falta mucho para curarme de algún viejo esquema mental que me hace encontrar inmediatamente adorable a los seres parecidos a mí…

Lizzy Babieca





Cinco microrreflexiones opusdeístas y unas fotos.- Kurt

MICRORREFLEXIÓN PRIMERA

José María Escriba decía que la soberbia muere 24 horas después que el cuerpo. En su caso parece que aún no ha muerto. Aún sigue dando coletazos con su obra y los seguirá dando hasta que alcance ser Doctor de la Iglesia. 

MICRORREFLEXIÓN SEGUNDA

Yo no tenía ni idea: el rejalgar no es otra cosa que: Mineral de color rojo, lustre resinoso y fractura concoidea, que se raya con la uña, y es una combinación muy venenosa de arsénico y azufre. (DRAE) No es un verbo ni ninguna palabra ofensiva. Habrá que hacerse de uno que adorne los hogares de los ex.

MICRORREFLEXIÓN TERCERA

Recuerdo con 17 años vino el vocal de san Rafael a mi centro, me sentó en una habitación y me preguntó:- ¿Querrías trasladarte a otra ciudad a estudiar COU y luego allí ya pasar al centro de estudios? Yo le respondí que no. Y le di varios motivos. Le pareció bien y salimos de la sala. A la hora me cogió el director, me sentó y me dijo, tal cual, que no podía decirle que no. Que había venido desde la ciudad de la delegación para proponérmelo y que era propuesta muy estudiada. Al final dije que sí. ¿Libertad en el opus escribae? ¡¡Mucha!! ¿Presión? ¡Ninguna, por Dios!

MICRORREFLEXIÓN CUARTA

Recuerdo el día que cumplía 23 años y debía hacer la fidelidad como numerario. Estaba en un campamento de verano como monitor. Cené tarde en la mesa con un cura numerario joven que conocía de hacía años. Él sabía que ese día era mi cumpleaños. Serio y seco me preguntó: - ¿Y cuántos cumples? - 23. Dije yo. Miró mi mano y, al no ver alianza en él, me soltó duramente: - Uff. Y no has hecho la fidelidad. Mala señal eso... (Le recuerdo siempre hastiado y de mal humor.)

MICRORREFLEXIÓN QUINTA

¿Y alguien se ha cruzado con un cura numerario que sea bondadoso y alegre a la vez? Los que yo he conocido bondadosos estaban siempre como de capa caída y siempre con labores "de segunda". Y los alegres siempre eran agresivos y altivos.

Y UNAS FOTOS

Me he cruzado en Opuslibros con un link a estas fotos de una visita del prelado al Papa Francisco. Sólo he observado que la cara del Santo Padre pierde su habitual sonrisa cuando se pone delante del prelado. Miren y comprueben...

Feliz Semana Santa a todos y que Dios os bendiga

KURT





Curiosidad sobre el famoso rejalgar.- José Cervantes

Hola amigos:

Me encontré la definición del famoso rejalgar del que tanto le gustaba hablar al fundador, en un antiguo libro de casi alquimia. Reproduzco algunos detalles del libro que podría servir para reírnos un poco, tanto los que ya dejamos como los que siguen en la opus. 

La primera foto es la portada del libro, se trata de la “Palestra Pharmaceutica Chymico-Galenica”, lo que sería uno de los primeros libros de farmacología. Nótese el año de edición: 1763, lo que muestra la moderna bibliografía que solía citar Escriva... 



(Leer artículo completo...)



 

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