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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 05 de Mayo de 2014



Un trampantojo de la Prelatura (y V).- Simplicio

Un trampantojo de la Prelatura (y V)
Simplicio, 5/05/2014

 

DONDE CONOCEMOS UNOS "TRAMPANTOJILLOS" MÁS Y CONCLUIMOS CON "LA PARÁBOLA DEL TRAMPANTOJO"

 

 

Termino esta serie de escritos sobre “el trampantojo” presentando la transcripción completa del memorándum de don Álvaro, incluyendo los párrafos censurados. Me ha parecido conveniente, por si en el futuro hubiera que volver sobre este escrito, disponer de una transcripción de todo el texto que permita leerlo seguido y no por partes.

Además, tal como descubrió fulcro, hay que notar que no solo se ha censurado parte del texto, sino que lo publicado no se ha transcrito fielmente, introduciendo determinadas modificaciones, supongo que con la intención de mejorar la calidad de la redacción. Al final de este escrito incluyo como anejo la tabla comparativa que me ha proporcionado fulcro (al transformar el archivo enviado con el correo electrónico en un nuevo formato no he sabido evitar una cierta “desconfiguración” de la tabla, que puede hacer un poco incómoda la lectura; el error es mío). He llamado “trampantojillos” a estas modificaciones del transcriptor, porque solo pueden engañar a quien echa un vistazo rápido al texto fotocopiado (es más cómodo leer la transcripción en letra de molde) pero, a diferencia del texto censurado, son mucho más fáciles de detectar.

Leer artículo completo

Entrega I
Entrega II
Entrega III
Entrega IV





CUANDO URBANO SE DESMELENA.- Isabel de Armas

No es la primera vez que Pilar lo hace y, posiblemente, tampoco será la última. Pero es que en lo que va de año, lo de desmelenarse, que yo sepa, ya lo ha hechos dos veces: una, con su último libro, La gran desmemoria y, a continuación, en esta misma página, con el escrito que tanto ha dado que hablar entre los asiduos colaboradores, y que también va de intencionadas memorias y desmemorias. En él, su autora, siempre triunfalista y grandilocuente, pretende demostrar con su palabrería altisonante y tono chulesco, a veces hasta con cierto deje barriobajero, que monseñor Escrivá nunca pretendió una mitra, ni siquiera la de Toledo; la del primado de España; la que durante siglos fue la más prestigiosa de la Península por ser, con creces, la más extensa y la más rica; la del cardenal Cisneros; la del que fuera confesor de la reina Isabel, inquisidor general de Castilla y que ocupó la regencia del reino en dos ocasiones; la del conocido como cardenal de España… Pues lo que Urbano nos dice es que, ni tan siquiera semejante golosa mitra, al fundador del Opus Dei le tentaba, es más, es que asegura que nada que tuviera que ver con este tema le tentó nunca.

Sin embargo, y sin dejarse envolver por el ampuloso verbo y estilo novelero –Pilar Urbano tiene fama de novelarlo casi todo-, tras leer su pretendida aportación histórica, compruebo que la cuestión principal sigue sin estar clara, y no somos pocos los que nos preguntamos: ¿Por qué en el Opus Dei nunca se ha dicho nada sobre las pretensiones episcopales de su fundador y de la política que hizo don Álvaro en pro del nombramiento? ¿Qué hay detrás de semejante pretensión? Es más, ¿qué significado tiene tan intencionado silencio? Y ahora mismo, pasado algo más de medio siglo, ¿a qué se debe la rotunda negación de tal pretensión que parece confirmada? Ya que, por lo que Marcus Tank –aunque a Urbano le parezca poco riguroso este nombre artístico- demuestra con consistentes pruebas, “no se trata simplemente de una íntima aspiración al episcopado, sino de poner medios explícitos para conseguirlo”.  Y con documentación suficiente, el mismo autor constata que, desde el año 1942, y hasta 1956, Escrivá, por medio de los suyos, “no ceja en el empeño de ser obispo, primero castrense y luego residencial, y de maniobrar ante el gobierno de España y ante la Santa Sede para conseguirlo”.

El desmelenarse de Pilar, para intentar, entre insultos personales y evidente tergiversación de pruebas, no más que echar tierra sobre el asunto, no me parece una respuesta seria y, menos, rigurosa, a la, por el contrario, sí rigurosa y seria aportación de Marcus Tank, a pesar de tan poco prestigioso nombre ficticio. En vista de lo cual, yo le pediría a Pilar que deje lo del desmelene y demás florituras para actuar en su tablao, donde parece que gusta mucho y la jalean a tope. Pero pienso que colaboradores y lectores le agradecerían que, ya que ella dice tener acceso a archivos y documentos no accesibles a otros que tan solo intentan investigar con lo que está a su alcance, les ayude en tan noble tarea de hacer historia; de tratar de devolver a la vida el pasado, todavía reciente, tal cual fue, sin inventarlo, ni reinventarlo y, menos, tergiversarlo. Pero si esto es pedir el milagro, al menos, y en espera del mismo, que no intente más confundir con su ya, como digo, conocida palabrería altisonante. Porque es que Urbano, cuando se desmelena fuera de su tablao, su aportación “artística” se queda corta, muy corta: defrauda, y acaba por ser un horror.





Si a tu hija no la ves bien ES QUE NO LO ESTÁ.- Luciana

Querida Sinfonía:

¡Qué pena me ha dado leer tu correo! Transmites mucho dolor detrás de tus palabras. Créeme que siento mucho lo que estás pasando.

Me he decidido a escribirte estas líneas porque lo que planteas respecto al estado de salud de tu hija me ha inquietado, y considero importante a la hora de intentar ayudarla, que te interiorices sobre algunos aspectos tales como: ¿Tú sabes qué medicación está tomando? ¿Quién se la recetó? ¿Bajo qué diagnóstico? ¿Sabes el porqué de la necesidad de aumentar la dosis?

Mucho se habla en esta web del llamado “empastillamiento”; aparentemente un método habitual entre los miembros de la Prelatura para “ayudar” a quienes tienen dudas de vocación a perseverar. Yo las llamo “pastillas de la perseverancia”, y dando crédito a los testimonios aquí disponibles, la forma en que se administran resulta en muchos casos absolutamente irresponsable, quebrantando todo código ético por parte de los profesionales de la salud que las prescriben. Es más, en algunos casos esta forma de actuar (por acción u omisión) hasta se puede considerar un delito –pero no me meto en ello ahora, no viene al caso. Por esto te sugiero que te informes sobre el tema, en especial el diagnóstico y tratamiento. Yo en tu lugar intentaría que tu hija se deje examinar por un profesional (médico psiquiatra) de tu confianza, absolutamente neutral y ajeno a la Obra.

Por otro lado me resulta llamativo que la hayan dejado pasar tanto tiempo en casa de sus padres. Que las directoras hayan aceptado eso es un toque de atención, tómalo en cuenta. No pase que luego de esta crisis ellas decidan que tu hija “no tiene vocación”, y a la culpa que ya siente se le sume una sensación de frustración, un sentirse fracasada por no haber podido estar a la altura de lo que Dios le solicitaba, y se empeore su estado.

Pues bien, ahora me gustaría hablarte como madre: las mamás en general (por una especial gracia de Dios) sabemos lo que pasa por el corazón de nuestros hijos con solo mirarlos a los ojos. Aunque nos quieran engañar, la mirada de una madre atraviesa el cuerpo y es como si leyera directamente en el alma. No es para menos ¡si en nuestro cuerpo se gestaron! Pues bien, tú nos cuentas que a tu hija no la ves bien, y yo te digo: si TÚ no la ves bien, es que NO LO ESTÁ. Te digan lo que te digan. Confía en tu instinto, reúne fuerzas y actúa con decisión. Así como le has dado la vida, tienes el derecho a devolvérsela si unos desalmados se la están quitando.

Mi consejo, asegúrate bien de su estado de salud antes de dejarla volver a su centro, y si tú crees –por lo que te he dicho antes- que tu hija no está en condiciones de tomar esta decisión en este momento, pues busca los medios de retrasar su regreso. En esto cuentas con ventaja, pues ya la tienes en tu casa. Algo que ayuda muchísimo es HABLAR. No me canso de decirlo. Aconséjale que hable, que hable mucho contigo, con sus hermanos, con gente que la quiere de verdad. También sería bueno que trate el tema con personas que han estado en su lugar y han superado el trance. Intenta que escuche la otra campana. Aquí en Opuslibros hay mujeres que estarían encantadas de hablar con ella y seguramente le den una visión muy diferente de la que ha escuchado hasta ahora. Y sobre todo la tranquilizarán, que es lo que está necesitando especialmente.

Y a ella demuéstrale que la amas –díselo muchas veces, pues las palabras son importantes. Mírala a los ojos, abrázala, intenta infundirle esperanza e ilusiones. Explícale que mucho de lo que siente ahora es consecuencia de esas “pastillas para no soñar” que está tomando. Invítala a escribir una lista de todas las cosas que le gustaría concretar en su vida, y hazle ver que muchas de ellas sí son posibles. Tu hija, como tantos otros en la Obra, lo que necesita más que nada es “una FAMILIA”. Necesita personas que la quieran desinteresadamente, que la quieran como es, con sus virtudes y con sus defectos; necesita sentirse valorada y acompañada, en las buenas y en las malas. Y cuando las palabras ya no bastan, pues la presencia es suficiente. Tu caricia de madre no pasará nunca desapercibida para tu hija. Como te dijeron ya antes, dale mucho amor, que lo necesita, y yo agrego: en nombre de ese AMOR también ponte firme y decídete a luchar por ella. Ella tal vez ahora no tenga la voluntad para hacerlo, y como cuando era niña y la debías cargar porque sola no llegaba a ningún lado, tal vez ahora la debas cargar de nuevo –por un tiempo- hasta que se encuentre fuerte nuevamente para poder hacer pie por sí misma. Es muy joven para darlo todo por perdido; tiene muchos años por delante, solo que ahora no los ve porque su voluntad está adormecida. De a poco irá cobrando confianza y esa culpa que ahora siente se irá yendo poco a poco.

En fin, si algo no debes perder es la esperanza. Recuerda que “allí arriba” (como diría mi abuela) hay un Dios que todo lo ve, y tu esfuerzo no caerá en saco roto. Ten paciencia y confía. Por mi parte estaré rezando por ambas.

Un abrazo,

Luciana

PD: si quieres contactarme pide mi correo a Agustina; estaré encantada de serte útil.





Argumentos para posponer la salida de la Obra.- Julián

El diario italiano Avvenire (de la. Conferencia Episcopal Italiana) publicó un artículo de Javier Echevarría, Obispo prelado del Opus Dei. Su comentario sobre el "proselitismo" bien vale la pena leerlo con pausa y atención.

A destacar estas palabras del prelado que he traducido del italiano: La "salida" a la que el papa nos invita a expresar eso que la Iglesia tradicionalmente denominaba con el termino de "apostolado" y "evangelización": actividad que se contradice, entre otras, por el absoluto respeto a la libertad de cada uno, que no tiene nada que ver con la acepción negativa del término "proselitismo", atribuido sobretodo en el siglo XX.  Lo precisa el Papa en el n.14 cuando afirma que "La Iglesia no crece por proselitismo sino "por atracción"

Durante los muchos años que viví en los Centros del Opus Dei como numerario no pasó una sola semana que, en la charla fraterna DEBIA hablar de apostolado y proselitismo, de hacer un plan apostólico diario y dar cuenta de los avances de las personas a quien había incluido en la lista de San José. Puntos en los que yo no dedicaba más de la quinta parte de mi "Charla". Sin embargo cuando nos llegó la intención de los 500 que tenían que pitar para la fecha X, vi con claridad que YO de agente de ventas no me veía y Dios no me lo pedía, así que me fui. Pero hoy conversé con una persona que desde que se dio cuenta que "ser" numerario no era "hacer" la voluntad de Dios, pasaron muchos años hasta que se marchó porque se daba varios argumentos, entre los que me contó:

 

1.- Solo un año más.
Antes de hacer la fidelidad, cada día de San José se decía a sí mismo: bueno, sólo hasta el próximo 19 de marzo puedo aguantar por Amor a Dios... En lugar de salirse rápido dejo pasar varios años hasta que pasó al punto 10.

2.- Es lo único que sé hacer
No tengo un curriculum para acceder a un trabajo que me permita casarse y vivir bien, ya no estoy en edad de empezar de cero.   

3.- El Opus Dei, que es mi familia, me necesita
Cada vez que insinuaba que algo no marchaba le decían que estaba cansado y/o le cambiaban de encargo para hacerle ver que hacía mucha falta en la Obra.

4.- La verdad es que vivir en un Centro no es un valle de lágrimas
Después de todo, aunque esto no sea lo mío -se decía- el centro está en una buena zona de la ciudad, la administración me lava y plancha muy bien la ropa, me dan de comer... a dónde voy que más valga...

5.- Estudie Filosofía
Nunca se le ocurrió que ocupaciones como: agente turístico, corredor de bienes raíces, administradores de hospitales, no requieren carrera universitaria.

6.- No hay trabajo en tiempo de crisis.
Nada se puede hacer con quien tiene baja autoestima

7.- En la obra corporativa me pagan más de lo que ganaría fuera (si es que encuentro trabajo)

De qué sirve ganar el dinero que se entrega y no se disfruta? Para vivir en un cuarto sin cocina, televisión, y a veces sin baño prácticamente cualquier trabajo basta.

8.- No puedo dejar mi status.
En el Opus Dei -con opción preferencial por las clases altas- se vive, viste y mueve en ambientes de gente bien acomodada en la sociedad, dejar el Opus significa caer en el proletariado o en la masa.

9. No tengo contactos fuera del Opus Dei y si me voy ni eso
Nunca es tarde para formar parte de una asociación profesional, aunque las membresías suelen tener un costo, puede verse como una inversión en capital social. 

10.- Ya son muchos anos dentro
Lo que empezó por un "hasta el próximo 19 de marzo" se traduce a los 40 o 50 años en una depresión existencial que todavía dicen q
ue se cura haciendo "PROSELITISMO".

Julián





Tres comentarios.- AlexL

 

--En coherencia con el periodismo practicado por doña Pilar, la pieza que le dedica a Marcus Tank debería ser firmada por Pilar Suburbano.

 

--Sorprende el revuelo creado en esta página por las dos noticias (Pretensión al episcopado de Escrivá y Advertencias de Pablo VI) nada nuevas. Las dos ya habían salido reiteradamente en este foro.

 

Incluso con anterioridad a la aparición de OpusLibros, Alberto Moncada en su imprescindible libro, a pesar de sus errores de bulto, “historia oral” ya recogía la primera e insinua la segunda.

 

¿Por qué no se les dio crédito?

 

--El trabajo de Simplicio verifica Mateo 10,26: “no hay nada oculto que no llegue a descubrirse, y no hay nada secreto que no deba ser conocido". Incluso hay profesiones que viven de ello; entre ellas, el periodismo.

 

Saludos a todos.

AlexL





Denunciar ante los obispos.- Nikita

Ante los abusos que el opus Dei ejecuta, nos decía el pasado viernes Ramón, que se denunciara ante los obispos. La idea es buena. Muy buena. Pero, ¿cómo se sabe lo que piensa del opus Dei el obispo, arzobispo o cardenal al que nos dirigimos?

Sé de algún obispo al que ponen verde porque no es, precisamente, fan del fundador. Y conozco algún arzobispo que bebe los vientos por la prelatura. Sus integrantes se encargan de darle lustre día sí y día también. Así, los cargos eclesiales se van haciendo a gusto de la SSS+.

Hay por esos mundos de Dios, nunca mejor dicho, personas que no se sabe sin son integrantes o simpatizantes.

Me tocó  conocer a un cargo de la Iglesia que, ante una situación concreta que me afectaba, me dijo cosas del opus Dei muy duras. Reconozco que fue la primera vez que oía semejantes argumentos acerca de la prelatura: que hacía un daño enorme a muchas personas. Que yo no era la única persona tan dañada.  Fue la primera vez que lo escuchaba. Y fue, como digo, en boca de un cargo eclesial. 

También quiero decir, considerándolo importante y para que se tengan todos los datos, que en una segunda entrevista, ese cargo eclesial se desdijo de todo lo dicho anteriormente.

Tuvo miedo. Miedo del opus Dei. Y eso que era un cura progesista.  Me dejó en la estacada.

Lo cuento para que se sepa.

Nikita





Pregúntate si eres feliz y qué vida te espera dentro.- Robocop

Hola DUDAS,

empiezo a colaborar con esta página que sigo desde hace años para ofrecerte mi granito de arena. Si algo aprecio de esta web, es que cada uno puede expresar su opinión abiertamente sin miedo a ser rechazado.  

Ya lo sabes por los testimonios expresados, ¡sí hay vida tras salir! Todos los ex- hemos estado en tu piel en similares circunstancias (aunque cada uno somos distintos), y mi consejo es [redoble de tambores]: date un tiempo y no te agobies. La Obra es un camino (y no hay que olvidarlo) espiritual (aunque con errores) con un bello mensaje (que es lo que nos atrajo) por el que vale la pena dar la vida... ¡siempre que no lesione la tuya! Por eso, no tienes que preguntarte por qué pitaste, por qué has perseverado, sino si eres feliz y qué vida te espera dentro; si quieres, puedes seguir andando este camino, pero sólo si quieres; Dios no te va a pedir cuenta si encuentras que ya no puedes andarlo, por las exigencias que conlleva, por las incoherencias que no compartes o porque piensas que no es lo tuyo.

Piénsalo con calma, date un tiempo y decide después; hagas lo que hagas, hazlo porque estés convencida de que es lo mejor para ti. Por si te sirve, yo estoy contento de haber pertenecido pero también de haberme ido; espero que te ayude. Rezaremos por ti. Si necesitas mi e-mail, la coordinadora te lo puede proporcionar. Un beso y ánimo

ROBOKOP





La santa inconsistencia.- Manzano

La santa inconsistencia
Manzano, 5/05/2014

Imagino que la mayoría de gente con cierta capacidad para el sentido común – eso incluye a todos o casi todos vosotros, queridos lectores de opuslibros- con experiencias pasadas o presentes en esa solitaria institución que usa el nombre de Dios con una franquicia fraudulenta, nos hemos preguntado alguna vez y de alguna forma cómo es posible que el Opus Dei haya podido y logrado engañar tanto y a la vez sobrevivir.

Probablemente sea yo de los más recientes en llegar aquí y hacerme esas preguntas, pero os aseguro que por más que intento recomponer este maquiavélico rompecabezas a partir de las experiencias propias y ajenas, de los incontables ejemplos y vivencias cercanas o más lejanas, del enquistado funcionamiento de sus fundaciones en forma de clubs, colegios, universidades, de cantidad de sociedades mercantiles de variopinto objeto social, herméticas fachadas institucionales y perversas praxis internas, siempre llego a una misma conclusión: si realmente fuera algo de Dios, la cosa sería mucho más fácil y claro, más transparente. De eso ya no nos puede hoy quedar la menor duda.

Gracias a esta web y a sus numerosísimos colaboradores, especialmente a todos los que han compartido sus rigurosos estudios acerca de la personalidad del fundador y la historia de su engendro exponiendo a la luz pública algunos hechos históricos -abriendo en canal la cruda realidad histórica con soportes y documentos irrefutables e inéditos- el mundo va conociendo e ilustrándose sobre la verdad de una institución que al final habrá sido auto-víctima por NO cumplir con su propio predicado: santificarse en el trabajo y en la vida ordinaria, o sea, haciendo bien las cosas, como Dios manda. Y nunca mejor dicho.

A menos que la santificación sea compatible con las chapuzas, las medias verdades, los engaños enteros, las meras apariencias, los fraudes, la mala leche, los discursos falaces, las venganzas, los abusos de todo tipo y un largo etcétera asociado a las formas de actuar de esa opus dei, es difícil por no decir imposible, asociar la idea de algo divino con todo un proceder siquiera similar al conocido y propio de esta institución.

Deberíamos creer que más temprano que tarde algo habrá de pasar para que la misma Iglesia que la da cobijo, habiéndose dado cuenta de la profundidad del “pufo” – no voy ahora a juzgarla ni soy quién para hacerlo-, constate la podredumbre de su entramado que va quedando en evidencia con el tiempo y actúe con más contundencia. Aunque bien sabemos que el tiempo en términos eclesiales tiene una dimensión y una lectura distinta a la nuestra…

Las nuevas revelaciones nos lo confirman y sobretodo darán nuevas luces a las próximas generaciones, demostrando que ya no son compactos sus discursos y que la mayor de sus habilidades, la del disfraz corporativo teñido de falsa perfección y supuesta voluntad divina, no se va a sostener ni va a tener la misma credibilidad indefinidamente.

Resulta pues paradójico que quienes demandan, predican y exigen lo mejor de los seres humanos, sean los que han construido su propia estructura a base de tramoyas y de perfectamente conscientes manipulaciones que claman y ofenden al mismo Cielo: queriendo aparentar y pretender lo que a la condición humana le es impropio por imposible, incompatible por naturaleza, debido originalmente a la personalidad trufada de paranoias del fundador que para mayor gloria de él y apoderándose de un hermoso discurso, desarrolló un proyecto con graves deficiencias, contradicciones y patéticos resultados espirituales. Ese falso virtuosismo implantado a base de reglamentaciones artificiales que, pretendiendo un santidad enlatada, efectivamente podría hacer finalmente odiosa la religión de nuestros padres.

A ese fundador habrá que reconocerle su gran capacidad de convicción en transformar a su antojo lo divino en humano, predicando hábilmente lo contrario (¡si D. Jesús Urteaga levantara la cabeza!) convirtiendo en divinos sus delictivos procederes, en divinas sus camufladas limitaciones y en vergonzantes o pecaminosas las ajenas, la del resto de los mortales. En ese paquete van también los Papas que no les han reído sus gracias.

La que no conocíamos todavía era esa extraña virtud que servirá –finalmente- para dar al traste con sus sueños de patológica grandeza de su obra: la oculta in-consistencia de su pobre ser, por más que él mismo y los suyos quisieron disfrazarla de santa. Ignoró en el fondo que simplemente él también era un vulgar humano y así convenció; hasta que se descubrió.

Manzano




 

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