Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

Correspondencia
Inicio
Quiénes somos
Correspondencia
Libros silenciados
Documentos internos del Opus Dei
Tus escritos
Recursos para seguir adelante
La trampa de la vocación
Recortes de prensa
Sobre esta web (FAQs)
Contacta con nosotros si...
Homenaje
Links
Si quieres ayudar económicamente...

Google

en opuslibros

Si quieres ayudar económicamente al sostenimiento de Opuslibros puedes hacerlo desde aquí.


CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 05 de Marzo de 2014



Opus Dei latino.- Alberto Moncada

OPUS DEI LATINO
Alberto Moncada, 5 de marzo de 2014

 

1. EL OPUS DEI EN CHILE

Antonio Álvarez era un chileno de clase media, adinerado. Tenía un negocio de exportación de vinos, los buenos vinos chilenos, que enviaba a toda América Latina, a Estados Unidos e incluso a Europa. Estaba casado con Isabel Francia, funcionaria de Correos y tenían dos hijos, María, de dieciocho años y Manuel, de quince. Vivían en una casa de los barrios altos de Santiago, la capital y su oficina estaba muy cerca del Palacio de la Moneda, en el centro de la ciudad.

Antonio tenía muy buenas relaciones con los cosecheros de vino a los que compraba su género en bodega y él organizaba el empaquetamiento y los trámites para su exportación. Llevaba casi treinta años haciendo ese negocio, heredado de su padre, ya fallecido, quien había montado la red de agentes que, en los diferentes países, encauzaban la exportación…

Leer artículo completo





De pobreza y pureza.- Tomasiano

Hoy leyendo los deliciosos artículos enviados por Nometorres y Sancho1964 (con quien seguramente también me he topado aunque no se quien es) me vinieron a la memoria algunas escenas de mis tardes en el club juvenil local.

Y es que yo fui "niño de club" desde el tercero de primaria hasta la preparatoria. La verdad si hice ahí a mis mejores amigos, y si tuvimos muchos buenos momentos, ¿para qué negarlo?... y es verdad también que la mayoría de ellos son hoy damnificados del opus, ya que casi todos pitaron más temprano que tarde, alrededor de la edad de los 15 años y ninguno permanece. Como he platicado antes, yo no alcancé a pitar, ya que entró en acción gracias a Dios mi instinto de conservación y un poco de buen juicio.

Entre los "numes" que estaban encargados del club estaba JLG un poco mayor, digamos unos 10 años más que nosotros, que era por entonces también secretario o algo del centro donde estaba el club. Era un tipo de buena cuna, simpático y bromista, jugaba muy bien al fútbol y era muy popular entre los chavos.

El caso es que, como siempre sacó su lado oscuro en un par de ocasiones, una vez como describió Nometorres, me llama aparte a una salita para platicar, queriéndome sonsacar si me masturbaba, siendo que yo era un inocentote de 13 años o así tanto que me agarró completamente desprevenido. Hizo una cara de gran sorpresa cuando le dije que no. En su momento ni le di tanta importancia pero ahora que revisito la anécdota, me parece patética y criminal. El recuerdo de esa anécdota fue lo que motivó la feliz búsqueda en internet que me condujo a este sitio web hace ya casi un año, y a renegar de la decisión ya tomada de meter a mis hijos a escuela del Opus (si alguien le hace eso a un hijo mío, ¡voy y lo mato a golpes!).

La otra ocasión fue en una posada (fiesta navideña mexicana) de las que organizábamos en el club para las familias. Eran épocas doradas y llenábamos la cancha de familias, digamos unas 250 personas, montando un escenario donde los chavos hacíamos numeritos musicales o teatrales con más o menos éxito. En esta ocasión, estuvimos trabajando por varias tardes preparando la posada, montando el escenario elevado, las bocinas, el sonido, las luces, sillas, etc., con batante ilusión y buen ánimo para que saliera todo perfecto.

A la hora de sacar las camisetas alusivas al evento, las que todos portaríamos, nos dice que tienen costo para nosotros. Claro que yo siempre asumí que lo mínimo que recibiría de agradecimiento por una semana de trabajo duro era una simple playerita, y así lo hice saber a JLG, ocasionando también una pequeña manifestación de desacuerdo entre los otros chavos. Además no tenía yo dinero para pagarla ni pensaba pedírselo a mi madre.

Recuerdo con una mezcla de enojo y tristeza el sermón que nos recetó el nume futuro sacerdote tildándonos de desobedientes y malagradecidos. Me dejó un muy mal sabor de boca y una nueva prueba de que no quería poner mi voluntad y mi trabajo en manos de personas agrias, amarretas y desconsideradas como demostró ser JLG con tal de no pagar de la bolsa del centro diez simples camisetas de algodón.

Tomasiano



Propuesta de Orange.- Fueraborda

Muchas veces he pensado en algo muy similar a la propuesta de Orange, y lo hemos hablado entre un grupo de amigos.

Aún a sabiendas de las múltiples dificultades que esto conllevaría, apuesto por empezar a trabajar en ello.

Con mucha gusto colaboraré en lo que pueda.

Agustina tiene mis datos de contacto.

Un saludo a todos,

Fueraborda





Joyas del victimismo para nuestro amigo Thomas.- ravelo

Le he seleccionado, Thomas, dos ejemplos que podríamos calificar de victimismos.

Los siguientes textos forman parte de las publicaciones del Opus Dei con el fin de “explicar” los vericuetos lógicos de su esencia. Añado al principio de cada uno, los vínculos de internet (de esos que son de la obra pero no son) en donde se pueden ver, y dejo al criterio del lector que juzgue si se trata de verdaderos ejemplos de victimismo o no. Al final de cada texto pongo mi humilde comentario.

EJEMPLO  1

Lo copio y lo pego del sitio:

Cuando un seglar se erige en maestro de moral
se equivoca frecuentemente:
los seglares sólo pueden ser discípulos.”

La idea proviene del P. Sánchez, confesor de San Josemaría, y así lo anotó éste en su Cuaderno, día 15-X-1931, nº 329 [1]:

«Oí decir al p. Sánchez que, cuando un seglar se erige en maestro de moral, se equivoca siempre. Los seglares –añadió– sólo pueden ser discípulos».

Al preparar el texto impreso, el tajante siempre del P. Sánchez se transformó en frecuentemente. La formulación del pensamiento hoy nos puede parecer chocante. Pero el mensaje de este punto se entiende bien situándolo en su contexto histórico. La teología moral que el P. Sánchez y San Josemaría Escrivá habían estudiado era la propia de la época, casuística y orientada a la confesión sacramental y a preparar confesores; una teología que, por su propio método, presupone en el docente la «experiencia» del confesor.

Es evidente que el criterio aquí asentado no excluye que seglares puedan –incluso deban– estudiar, escribir y enseñar, desde una perspectiva académico-científica, sobre cuestiones de ética, de moral, de doctrina social de la Iglesia, de bioética, etc.

Fin del texto.

En mi humilde opinión. Opinión de un simple “seglar” (laico).  Este punto de camino es efectivamente chocante, pero como dice el apologista: “la culpa es del Padre Sanchez”.

Ja, ja, ja. De verdad que es graciosos e indignante (como el Capitán Garfio).

Siguiendo esa lógica podríamos decir que entre la Jerarquía Eclesiástica y los seglares se encuentra otro grupo intermedio (que se equivoca más que los ordenados pero menos que los legos) y se trata de los religiosos (que deciden formar una comunidad siguiendo los consejos evangélicos).

Por otro lado, es muy emblemático que el Papa Francisco se haya puesto el nombre del religioso “San Francisco de Asis” el cuál no recibió el sacramento del orden jamás, ni siquiera fue diácono. Entonces ¿por qué El Papa Francisco escogió el nombre de un religioso si la infabilidad se encuentra en las cumbres de la jerarquía?

 

EJEMPLO 2

Lo copio y lo pego del sitio:

Juan XXIII y el Concilio

«El Padre se alegró mucho por la convocatoria del Concilio Vaticano II y, apenas Juan XXIII la hizo pública, le envió inmediatamente una carta llena de gratitud. Entre otras cosas, preveía que el Concilio colmaría la laguna teológica sobre el papel de los laicos en la Iglesia, como de hecho sucedió.
Pensó que podían convocarle en calidad de presidente general de un Instituto Secular, pues ésa era entonces la configuración jurídica del Opus Dei. En ese caso debería participar como Padre Conciliar junto a otros superiores de Instituciones incluidas en el estado de perfección. Aunque deseaba muchísimo intervenir personalmente en las reuniones conciliares, no le pareció conveniente tomar parte a título de presidente de un Instituto Secular. De hecho podría significar, si no la aceptación de un estatus jurídico inadecuado a la naturaleza de la Obra, al menos un dato que constituiría un precedente poco favorable para la futura revisión del encuadramiento canónico del Opus Dei. Expuso a la Curia los motivos por los que no consideraba prudente participar en el Concilio, y su decisión fue bien comprendida.
Entonces Mons. Loris Capovilla le invitó a intervenir como perito del Concilio, trasladando el deseo del Santo Padre Juan XXIII. Nuestro Fundador reiteró una vez más su disponibilidad total e incondicionada, pero, después de haber agradecido la invitación, explicó las razones por las que preferiría no aceptar, sometiéndose, en todo caso, a la decisión del Papa. En resumen eran éstas: por un lado, no podría dedicar a esta misión todo el tiempo necesario; por otro, varios hijos suyos obispos eran Padres conciliares, y resultaría chocante que interviniese como un simple perito: no se trataba ciertamente de una actitud de vanidad, sino del deseo de evitar malentendidos a la Santa Sede. Si el Fundador del Opus Dei hubiese aceptado el nombramiento de perito, tras haber rehusado el de Padre Conciliar, alguno podría pensar que lo que buscaba era moverse entre bastidores. En cambio, los que no estaban al corriente de la situación podrían pensar que al Opus Dei no se le concedía ninguna importancia eclesial.
Al mismo tiempo, nuestro Fundador ofreció a la autoridad eclesiástica competente la colaboración de toda la Obra y de sus miembros, muchos de los cuales, efectivamente, participaron en la preparación y desarrollo del Concilio.
Por lo que a mí se refiere, me exhortó a aceptar varios nombramientos de diversas Comisiones del Concilio y a poner todo mi empeño en esta tarea. Al comienzo de los trabajos fui nombrado perito conciliar, Secretario de la Comisión para la Disciplina del Clero y el Pueblo Cristiano, dentro de la cual tuve que intervenir muy activamente».
(Álvaro del Portillo, Entrevista sobre el Fundador del Opus Dei, pp. 21-22)

Fin del texto.

Este ejemplo me indigna muchísimo y no me causa nada de gracia.

Las Iglesias Orientales, los Luteranos, los Anglicanos, y un largo etc. de comunidades cristianas y no cristianas asistieron al Concilio Ecuménico convocado por Juan XXIII.

Monseñor Josemaría NO FUE, porque tenía cosas más importantes que hacer, en vez de perder el tiempo en Aquel Concilio donde descendió con toda su fuerza el Espíritu Santo en la Iglesia Católica.

Escucha numerario, no eres un “número” eres nuestro hermano e hijo de Dios.

ravelo





La broma de Zartán.- Agustina

Si no fuera por el tono habitual entre humorístico y sarcástico de los escritos de “Zartán”, quizá también me hubiera creído que iba en serio su regañina al profesor despedido de la universidad de Navarra. Como se han enviado varios artículos para echarle la bronca al “numerario Zartán”, hago esta aclaración para disipar dudas.

Zartán (de los monos): un numerario "muy de Casa" no lo hubiera hecho mejor.

Un abrazo,

Agustina





El Opus Dei y la crisis.- Pepito

Con frecuencia escriben en esta página personas que parecen bien informadas de la actualidad al otro lado de la línea de sombra. Por ello me permitiría interpelarlas a propósito de los efectos que la dramática crisis económica en que está sumida España pueda haber tenido en las actividades y personas del Opus Dei.

Para empezar, y teniendo en cuenta la adversa situación por la que ha pasado el Banco Popular, me gustaría saber en qué medida la misma ha afectado a las grandes cuentas de la Prelatura y a las de sus obras corporativas.

Está, por otra parte, el amplio sector de sus miembros que por su edad, estarían, en principio, incursos en esa insoportable bolsa de paro juvenil en España que, al parecer, llega al 50%. ¿Cómo se las van arreglando? Ya sabemos que nadie puede ser gravoso para la Obra y que por ello han inventado hace ya unos años esos créditos que parecen ser un dogal al cuello de los desinteresados e ingenuos aspirantes. Eso en mis tiempos se hubiera visto como una especie de sacrilegio, aunque es verdad que ya por entonces los hijos de familia numerosa de clase media teníamos que ganarnos los garbanzos con clases particulares, a diferencia de los queridos hermanos a los que sus papás les hacían el generoso giro mensual (casi no conviví con ninguno que se ganara el sustento con su trabajo). En fin sobre todo eso me gustaría saber noticias y pareceres de los enterados.

Pepito




 

Correos Anteriores

Ir a la correspondencia del día

Ir a la página principal

 

Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?