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CORRESPONDENCIA
Miércoles, 30 de Abril de 2014
La necesidad de enterrar el pasado.- Maripaz
Queridos amigos de Opuslibros: hace mucho tiempo que
no escribo en la web, pero siempre leo lo que cada uno vais escribiendo. Por
eso últimamente viendo la calidad de los escritos, no puedo menos de aplaudir
desde mi "guarida" y casi gritar de entusiasmo, todo ello bajo la
atenta mirada de mi gata que me mira con asombro.
Quiero con este sencillo escrito felicitar a esas
mentes preclaras que se implican de manera concienzuda en aclarar la
"VERDAD" atreviéndose a sacar a la luz lo que se esconde con malas
artes y que no están dispuestos por nada del mundo a que se sepa.
Gracias por vuestro tiempo, por vuestro trabajo, por
vuestro compromiso. Muchas veces he soñado con poneos cara y poder saludaros,
abrazaros, y miraros a los ojos, disfrutando de una buena comida. Seria genial
llamaros por vuestros nombres sin tener que utilizar el anonimato tras el que
nos escondemos por pura necesidad de supervivencia la mayoría de las veces. Es
una curiosidad que tengo por el afecto que ha nacido hacía vosotros a través de
vuestros escritos. Casi sin darme cuenta, se han ido formando unos vínculos
afectivos con cada uno a pesar de la distancia.
Por otro lado, acompaño mi escrito con una fotografía
que hice esta primavera. Es el tronco de un árbol con nuevos brotes llenos de
vida. Se asoman con la inocencia de lo
nuevo, con la vitalidad de lo que empieza, con la fuerza de lo que se estrena
por vez primera.
Así me siento muchas veces, estrenando primaveras,
otoños, veranos, e inviernos nuevos.
Es una sensación única a la que por más que pasen los
años no me acostumbro, después de dejar mi vida en una "mentira" y
haber recuperado mi libertad de nuevo.
He descubierto no hace mucho el mundo real con todo lo
bueno y malo, e intento vivir y no perderme nada. Quizá me ayuda mi manera de
ser positiva.
En una ocasión, ya he contado como la primera vez que
volví de nuevo a Sevilla después de dejar la obra habiendo vivido allí toda mi
vida, tuve la necesidad imperiosa de volver sobre mis propios pasos. Recorrí en
soledad los lugares y los centros donde había vivido, los miré de frente
mientras por dentro me estremecía, me enfrenté a mis malos recuerdos, a mis
vivencias... luego, apreté mi corazón con fuerza, lo tomé entre mis manos
acariciándole, hice un hoyo en la tierra y enterré para siempre aquello que me
angustiaba.
Nunca más he necesitado hacerlo de nuevo. Lo que se
entierra, se pudre...
Ahora cuando regreso a esa preciosa ciudad, tan solo
disfruto con mis amigos.
En este proceso de reconstrucción, he descubierto
dentro de mí una mirada que desconocía. Es la mirada del asombro ante la vida.
Creo que gracias a que pude enterrar mi pasado, hoy
puedo vivir mi presente con plenitud.
Ah, y volver a la Feria de Sevilla, siempre que
puedo!!
Estoy a unas horas de coger el tren que me lleve de
nuevo al sur. Este año podré ver a personas que dieron no hace mucho el salto a
la libertad, y que no he tenido oportunidad de abrazar hasta ahora.
La emoción me embarga. Le pido a la vida no perder
nunca esa mirada que se asombra ante cualquier detalle pequeño que la vida
encierra cuando se vive en libertad.
Gracias de nuevo, queridos amigos.
Maripaz
Un cúmulo de circunstancias que nos enaltecen.- Daneel
Muy estimado
Simplicio,
Una vez más,
gracias por tu estupenda y divertida labor investigadora. Coincido plenamente
contigo en que el asunto censurado es en sí mismo prácticamente irrelevante, y
que hubiera sido mucho mejor -por amor a la verdad, e incluso por simple
estrategia- relativizar el comentario despectivo a lo jesuítico en lugar de
tratar de ocultarlo. Como dices tú, "lo verdaderamente importante es la
estructura y praxis del Opus Dei desde su origen; su opacidad, su simulación y
su mentira sistemáticas". Lo que me llena de dolor es que gente
aparentemente buena e inteligente sean -fuéramos- tan ciegos para no verlo.
Respecto a
tu curiosidad por la frase "que nos enaltecen", a mí ni siquiera me
llamó la atención cuando la leí por primera vez en tu transcripción, porque me
parece la forma de pensar habitual en el Opus: "ladran, Sancho, señal es
que cabalgamos". Es la actitud que percibí, todos los años que estuve
dentro, ante la más mínima denuncia de imperfección, en la Obra o en su
fundador. Es un fanatismo, a menudo disfrazado de buenas formas y
razonabilidad, incapaz de relativizar el propio pensamiento, impermeable a toda
crítica venida de fuera, incapaz de toda autocrítica. De modo que la crítica se
convierte, por arte de magia, en confirmación de la propia postura -o más bien
impostura-.
Gracias, Jaume,
por tu respuesta a mi propia curiosidad sobre el origen de la escritura
transparentada. Ya había llegado a la misma conclusión al poco de enviar el
comentario, y le pedí a Agustina que añadiera una postdata
que no habrás visto. Gracias sobre todo por la investigación que tú también has
realizado.
Saludos
cordiales,
Daneel
La historia fantástica de Pilar Urbano y Marcus Tank.- Nicanor
Dicen que los peruanos hablamos “suave”. Cuando era de
la Obra escribí algunas cartas defendiendo a Mons. Cipriani. Con el respeto que
me merecen Pilar Urbano y Marcus Tank, creo que “una buena hija” de Escrivá lo
haría de ese modo. Ya dije, mi lectura de la
reacción de Pilar Urbano me parece un brutal rejalgar pero más
repugnante me resulta la carta de Escrivá al Ministro José Solís Ruiz (en el artículo de Marcus Tank:
“ADVERTENCIA” DE LA SANTA SEDE AL OPUS DEI, año 1965”).
Decían que Escrivá no tenía mal genio sino fuerte
carácter (algo así como lo que dicen las reinas de belleza de sí mismas: sólo
tienen por defecto ser perfeccionistas). Cuando era numerario no entendía
anécdotas en las que Escrivá gritaba y rápidamente alguien decía que tenía voz
fuerte, varonil, voz de mando, de patriarca, etc. Leer esos escritos OCULTOS en
las biografías oficiales es significativo. Pero lo más significativo es que el
Opus Dei en su historia ha recibido ADVERTENCIAS del Papa.
Yo que tengo un ensayo ganador sobre la vida de
Escrivá y siempre me hicieron creer que la Obra sólo tuvo alabanzas por parte
de todos los Papas que la conocieron. Ahora me explico por qué tienen rostro de
estreñimiento en fotos el prelado después de haberse entrevistado con Ratzinger
o el Papa Francisco. En fin…
La reacción de Pilar Urbano hubiera sido la misma – o
peor - que yo hubiera tenido de seguir siendo un fanático de la Obra pero al
modo “suave” de los peruanos. Gracias por sacar estos documentos a la luz y, si
Escrivá tenía o no deseos de ser obispo… ¿Qué más da? Si era un gritón… ¿Y
qué?... Si decía lisuras y luego pedía perdón… ¡Listo! Y es que, aunque no lo
quieran, los biógrafos han convertido a Escrivá y a la Obra en un bebé que no
mamaba los viernes santos para cumplir con el ayuno establecido. Así de
impecable e increíble.
Nicanor nicanor.wong@gmail.com
La oveja descarriada.- Zartan
Hoy, en la selva, soplan aires de mala uva.
Les puedo asegurar que me importa un rábano si se hicieron o no gestiones obisperas, si “Miss Palangana” da lecciones de como se escribe correctamente la historia, sí… hay muchas cosas que me traen al fresco. Puede que yo no sea un ex típico, tampoco era un in standard y las dos cosas me dan igual. Al parecer, con la información genética, venía una buena dosis de pasotismo o, como decían los griegos, de ataraxia que queda “muncho” mas culto.
Si participo en esta página lo hago (o eso intento) desde una posición pacífica o, como decía Machado, “mi verso brota de manantial sereno” por razones estéticas o, siguiendo con el mismo poeta, para que me pueda aplicar eso de ser bueno en el buen sentido de la palabra.
A pesar de mi búsqueda del quieto vivir, hay temas que me hacen saltar, hay varios pero creo que el mas crítico es el ver incoherencia sobre todo en gente que se supone deberían dar ejemplo.
¿Qué es lo que me pasa? Que el otro día, paseando tranquilamente por la selva, me encontré con un naufrago. Otro naufrago hecho trizas. No me dedico a buscarlos, una selva no es el sitio mas adecuado para encontrarlos y, a pesar de todo, ya son bastantes los que he encontrado destrozados.
Hace unos años eran casos aislados, nadie sabía de ellos y cada uno se sentía mas único que raro. Hoy, gracias a internet y otras “diavolerías” sabemos que son frecuentes, más que frecuentes numerosos. Podemos leer sus recuerdos, sus quejas. Han dejado de ser casos aislados y han pasado a seres humanos reales y no esos fantasmas que se dejaban entrever en algunas tertulias piratas y a los que se hacía referencia solo para dejar claro la terrible e incómoda posición en la que quedaban los pocos que se marchaban de la barca. Los que estábamos dentro no teníamos forma de constatar nada, simplemente se aceptaban esos comentarios llenos de “caridad” sobre losdesgraciadosquehabianabandoandolabarca, no había forma de verificar nada, solo teníamos datos borrosos sobre “la chica del abriguito rojo”, Miguel Fisac, Antonio Perez y pare usted de contar porque no había más casos y, si había alguno más, era la lógica consecuencia de una esquizofrenia, de un desliz de faldas o de la típica invasión de tártaros. Por supuesto, como en toda fábula pedagógica, el final de los malos indefectiblemente era gris, frío, triste. Eso si, siempre con gran caridad. El cojo tropieza y le echa la culpa al empedrado… pero caritativamente.
Gracias a Dios hoy no hay manera de tapar el sol con un dedo, voy a repetirlo: gracias a Dios. Tenemos relatos con pelos y señales, con y sin nick encubridor que, en muchos casos, solo los otros náufragos nos quedamos sin saber realmente quien está detrás, ya que por los datos que dan son perfectamente localizables para los directores.
Hoy, si quisieran, podrían intentar reparar los desaguisados, podrían evitar que ocurriesen con tanta frecuencia, podrían ponerse por un rato el disfraz de buen samaritano y ayudar en lo posible. Podrían ... si quisieran.
Pero no, las consignas van por otro lado, nada de sentimentalismos inútiles. Si hay que esforzarse en algo será en hacerle la vida imposible a OpusLibros y hacer desaparecer los documentos, hay que pegarle a Markus un revolcón histórico, hay que hundir en la miseria a estos desgraciados que están llenos de rencor y amargura y cuya única finalidad es hacer daño a la Obra y, por tanto, a la Iglesia.
Estimado IN que lees esto (por encargo apostólico, por morbo, por casualidad o simplemente porque te da la gana) te aseguro que -si los hay- son pocos los ex que hayan convertido su vida en una cruzada contra tu madre guapa. Y puedes dar por seguro que en mi caso no hay nada parecido a eso, simplemente hoy estoy hasta las narices de ver los esfuerzos que estáis haciendo por acallar OpusLibros, por negar hechos históricos, por ignorar lo que aquí se dice en lugar de ponerse la mano en el corazón y ver, entre toda la porquería que escribimos en esta página, lo que hay de verdad, lo que hay de queja justificada y luego piensa si es lógico dar mas importancia a perfectos desconocidos que a gente que has etiquetado como hermanos por un tiempo.
Cuando el río suena algo tendrá que llevar ¿no? ¿Has pensado en algún momento que lo que escribimos y pedimos desde este sitio puede ser una ayuda para que mejoreis la puntería? ¿No te parece raro que vuestro paso deje un rastro de tullidos mental, humana y espiritualmente? Pasó haciendo el bien, pero esto es de otra historia.
Siguiendo la lógica que creo descubrir en la intervención de “Miss Palangana” y las anteriores similares, pienso que será necesario reescribir la parábola de la oveja perdida y dejarla mas o menos de un tenor como el siguiente: “Se acercaban los pecadores y publicanos a escucharle... y salió el pastor y se lió a zurriagazos y pedradas con la oveja perdida hasta que dejaron de oírse sus balidos”
Desde la selva y con cariño
Zartan de los Nomos
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