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CORRESPONDENCIA

Lunes, 11 de Marzo de 2013

Sigo desde hace años la página y creo que es la primera vez que escribo.

Mi contacto con la Obra fue largo, pero breve en cuanto a lo formal, ya que fui por un par de años adscrito.

Pité mayorcito, con unos 17 años, y nadie me dijo que lo hacía en calidad de aspirante para iniciar un camino que iría mostrando si tenía o no vocación para numerario. Por el contrario, se me dijo de entrada que SÍ tenía vocación y que estaba llamado por Dios al Opus Dei y que era algo definitivo.

Mi experiencia es la de todos: Aquellos que sonreían y nos hacían sentir desde hacía años que éramos especiales, dejaron de sonreír y la frialdad se fue imponiendo...

El anillo de la fidelidad

Autor: Gervasio

            El domingo pasado, mientras tomaba el aperitivo con un matrimonio amigo, de pronto, ella, instalada ya en la locuacidad y desinhibición propia del vermut, bajando confidencialmente la voz,  me susurró:

—    ¿Te puedo hacer una pregunta?

—    Hazla.

—    ¿Es verdad que los numerarios llevan un anillo? ¿Tú fuiste numerario, no?

—    Sí; es verdad; pero no todos los numerarios. Sólo los que han hecho la fidelidad.

—    Los que… ¿cómo dices?

—    Sólo los que han hecho votos perpetuos.

La verdad es que ni ella ni su marido estaban preparados para que me adentrase en las sutilizas existentes entre los “votos”, propios de los religiosos, y “no votos”, propios de los cristianos del Opus Dei. Pero tampoco he faltado a la verdad. Mi anillo de fidelidad corresponde a la época de los “votos” y no a la posterior de los “no votos”. Nadie me otorgó al pasarme a los “no votos”, allá por los ochenta, un nuevo anillo representativo del cambio...

· Descubres -o redescubres, según los casos- la amistad. Cuando eres numerario no tienes amigos porque no puedes abrirte con ellos. Tienes preceptuados o colegas a los que tratas, pero no amigos. No puedes contarles tus preocupaciones; es más, tienes que aparentar que nos las tienes, porque en la Obra estar triste está mal visto y da mal ejemplo. La obsesión por la alegría es inhumana, literalmente hablando. Así que cuando dejas la Obras puedes compartir tu intimidad, reírte, hacer el idiota, emborracharte... y no preocuparte nada por el mal ejemplo. Los amigos son prácticamente inmunes al mal ejemplo, porque son amigos y son humanos, como tú.


· Descubres la gracia de Dios. En la Obra la gracia es una cosa para citar en las meditaciones y en las clases de teología, pero no es importante en la vida. Lo importante, a lo que se da relevancia, es a hacer cosas y al esfuerzo continuado por superarse. Número de amigos invitados a un retiro, vencimientos en la puntualidad -en la oración de la mañana, en darse las disciplinas, en ponerse a estudiar...-, cuántas partes del rosario has rezado, cuántas correcciones fraternas has hecho, cuántas horas de estudio has sacado, cuántas jaculatorias has dicho hoy... Es dejar la Obra y te das cuenta de que el Evangelio tiene poquísimo que ver con eso. Que lo importante es la gracia y que esta es gratis y que Dios la reparte a raudales. Y, sobre todo, que Él, y no tú, marca el ritmo. Que te relajes, vaya.


· Dejas de tener todas las respuestas. Ya nadie espera que seas un consejero profesional. Que sepas exactamente por qué a un tío le cuesta la pureza y qué tiene que hacer -incluido el número de partidos de tenis con efecto desfogue- para evitar las caídas. Y, simultáneamente, vas perdiendo el reflejo de juzgar a la gente. Más aún, empiezas a aprender de ella. Incluso de gente que no son los directores, ni de ‘nuestra cuerda’... Es difícil explicar lo maravilloso que puede llegar a ser esto.


· Descubres la Iglesia, que resulta ser la institución fundada por Cristo. Es enormemente amplia, con infinitas sensibilidades, algunas de las cuales te dan grima. No pasa nada. Es de Cristo. Y es una autopista amplísima, en la que puedes ir por tu carril y a tu velocidad. Pero de verdad, no como lo que decía San Josemaría de la Obra, que es pura paparrucha, pues tienes tanta libertad para elegir tu ritmo como para elegir con quién haces la charla o con qué cura te confiesas. Y también descubres -esto ya te deja atónito total- que la Iglesia no necesita de la Obra para ser salvada.


· Descubres a tu familia. A la de verdad, a la buena. Con la que te puedes cabrear y sigue siendo tu familia. De todas las mentiras que la Obra teje no hay ninguna como la de que es una familia. ¡Venga ya! No puedes tener afectos reales porque se verá como una amistad particular; y es cierto: la amistad es esencialmente particular. Pero en la Obra está vedada. Por eso es un sitio sin alma. Y el centro no es tu casa. En tu casa no tienes que pedir permiso para ver la tele. Así que acabas como en los centros de san gabriel: en tu cuarto el domingo por la tarde, abriendo el portátil de trabajo y viendo el fútbol por internet.


· Descubres la vida. Los numerarios están obsesionados con tener una vida útil, que deje poso. Una vida que llenan de actividades y proyectos para hacerla fecunda. Cuando no eres numerario y tienes una familia, no necesitas una vida útil: tienes una vida, sin más, que ya es suficientemente rica. Vives la vida sin adjetivos. Y no pasas tu madurez pensando qué coño vas a hacer durante el fin de semana porque el centro se te cae encima...


· Ah, y descubres que todo lo que te habían dicho de que dejar la Obra es ser infiel a Dios, comprometer tu salvación y abonarte a una vida desgraciada es también mentira. Una más de una laaaarga lista.

Karanka

Quiero apuntar brevemente que el Documento interno del Opus Dei sobre la pagina web opuslibros.org tiene fecha 3 de Abril 2012.

Me pregunto si el Espíritu Santo habrá calculado que la difusión del documento en esta web sería justamente en el período de sede vacante: Benedicto XVI ha renunciado señalando "graves problemas" en la Iglesia.

Copinol

Queridos amigos:

Os escribo para felicitaros y daros las gracias. Por haber hecho posible todos y cada uno la existencia de OpusLibros. Los que solo leéis, los que escribimos muy de vez en cuando, los que hacéis aportaciones de una rigurosidad intelectual impresionante, los que buscáis ayuda o tenéis dudas y nos escribís a los que gracias a Dios ya nos hemos ido, a los padres que hacen públicas sus angustias, a las personas ajenas a este mundo pero que quieren informarse, y como no a nuestra querida Agustina.

Esta sensación de gratitud es la que más ha prevalecido después de leer el documento interno sobre la web.

La primera reacción fue de estupor y asombro. Es tan patético todo el documento que no me lo podía creer. Pero ya habéis contestado muchos y muy bien.

Cada uno de nosotros podría hacer un comentario extenso y explicito sobre cada apartado. Pero en lo que creo que todos estamos de acuerdo es que ha sido un regalo.

Nos han confirmado que vamos por el buen camino y que el bien que estamos haciendo, en este caso sí que es silencioso, es muy superior al que muchos hicimos estando dentro.

Un abrazo para todos.

Marta Domingo mdomigo@xtec.cat

Hola amigos, y de nuevo hola Agustina,

Antes que nada, quiero condolerme contigo y tu familia, en especial con tu madre, por tu hermano. Pido al Padre de todos que os mantenga con fuerzas para darle todo el cuidado y amor que necesita en estos momentos.

En segundo lugar, quiero hacer un breve comentario sobre el documento interno del Lado Oscuro sobre Opuslibros. Este documento, como señalamos todos, es un espaldarazo a OL: supone su reconocimiento oficial por la OD, igual que la demanda judicial.

Como ya hemos comentado muchos en esta web, el Opus Dei tiene miedo a Opuslibros, y si eso es así, es que no es tan fuerte como se creen ellos mismos. Y las causas de su debilidad quedan reflejadas en el propio escrito: el autobombo, la falta de aceptación de la crítica, el desprecio por las personas y su sufrimiento, etc. Eso es dañino para cualquier institución. Ojo: no quiere decir que el Opus Dei esté herido de muerte. Simplemente, es como un jabalí herido: tremendamente fuerte y cabreado. Tienen un enorme poder, pero éste ya no es omnímodo. Tanto es así que sólo se imaginan a Opuslibros como una máquina burocrática equiparable a la suya. No entienden el poder del amor y la entrega.

En segundo lugar, como dice Bastián (08/03/2013), es muy interesante lo que el documento CALLA: su "victoria" judicial, su "reposesión" de los escritos secretos. ¿por qué no lo mencionan, si han ganado, precisamente contra Opuslibros? ¿por qué no mencionan que tampoco quieren dejar que en ella aparezca el Nombre de Quien no Debe ser Nombrado?

En tercer lugar, me uno a Josef Knetch (08/03/2013): aburre ya tanto argumento "ad hominem". Ya está bien de tanto clericalismo. Vamos a ver, la verdad es la verdad, aunque la diga un tío feo, borracho o del Real Madrid. Siendo exquisitos, seguro que Nuestro Señor Jesucristo, sus apóstoles, y su Santísima Madre, andando por los caminos de Galilea, no serían un dechado de higiene personal. ¿Quita eso un ápice al Evangelio? ¿o sería mejor que lo anunciara Nerón, que tenían sauna y baño "en suite"? ¿no tuvo Cristo a bien valerse de Pablo, un fanático represor para evangelizar? ¿y no decimos que la Iglesia es pecadora? Entonces, ¿a qué c... viene eso de que se trata de gente "retorcida"?

Repito: lo llevan dentro. El documento lo demuestra.

Que Dios os guarde.

Ramón

Como siempre, voy a hablar de mi propia experiencia.

Dice el documento "antiopuslibros"

“Dicen que "desean ayudarnos a mejorar". No podernos ser ingenuos. Quien quiere ayudar a la Obra, lo hace de otra manera. Problema que encontramos a la hora de abordar esta cuestión: no podemos contar nuestra versión de las historias de esas personas porque faltaríamos a la caridad y a la justicia, y caeríamos en su mismo error.”

Durante muchos años me "quejé" por la vía adecuada de las mismas cosas que relato en esta web: menores a los que se los induce a pitar y se los trata desde el primer día como numerarios, dirección espiritual "colectiva", faltas de caridad. Con lo que tengo la conciencia tranquila de que fui, y soy, de los que "desean ayudarnos a mejorar". Precisamente me fui al darme cuenta que no existía el menor interés por mejorar. Hice todos los pasos: hablé con mi director (ese laico que ahora dicen que no hace dirección espiritual y que uno "libremente elige el que le dicen"), con los directores de la delegación, con los de la comisión regional, e incluso hablando con una "comisión de servicios". Respuesta: nunca hubo respuesta.

Pero por otro lado, he de decir que me consta que muchas veces me contaron "nuestra visión de los hechos" sobre personas que se fueron de la obra, faltando no solamente a la caridad y la justicia, sino también a la veracidad. Repito: me consta. Y, para el que le quepa el sayo, el decir que "entre los promotores haya gente retorcida y, en ocasiones, con vida poco ejemplar" es de suyo una enorme falta a la caridad y la justicia. Cualquier moralista podría señalar esto.

Un abrazo a todos los retorcidos y de vida poco ejemplar de esta web.

Nasius

Después de leer el documento que desde el Consejo General del opus se ha enviado a todas las regiones para marcar directrices a los directores a la hora de orientar sobre opuslibros, llego a la conclusión que para los del opus la expresión "visión sobrenatural" es mágica, como un abracadabra. Con decir que falta visión sobrenatural ya se creen que la argumentación fluye y lo cierto es que es todo un sinsentido. ¿Quién les da el monopolio para decir que ellos son los que tienen visión sobrenatural y los demás estamos a dos velas? Claro son ellos los que lo dicen y así es y ya está y esa argumentación no es que sea floja, es pésima. A mi me parece que en el opus precisamente hay muy poca visión sobrenatural y mucha visión práctica como dice el propio documento: no conviene entrar en opuslibros porque a más visitas más votos, ¿esa es su visión sobrenatural?...  

Querida Agustina,

te felicito por la claridad y fortaleza con que el pasado viernes has replicado al "documento interno sobre Opuslibros" que hizo circular por toda su red el opus. Adhiero a todos y cada uno de tus conceptos, y a muchas de las cosas que han dicho otros, Gervasio, Josep Knecht, Atomito por nombrar algunos.

Que patética es la inexperiencia de gobierno, de contacto con el mundo real, de los Gerifaltes del opus de tercera generación: Javi, el innombrable, etc. cuya mayor experiencia vital (en tiempo e intensidad) es haber trabajado de sol a sol en la cima del monte Parioli, en Villa Tevere, escudriñando conciencias, haciendo listas y fichas de libros prohibidos de autores heréticos (según ellos) como Ratzinger, de Lubac, Congar, Maritain, etc., redactando notas, instrucciones, praxis, redactando también las obras completas luego atribuidas al santo Marqués de Peralta, haciendo la claqué al Jefe de turno, y otras cosas por el estilo propias de cristianos corrientes en medios del mundo...

Así como con su demanda y amañada y pírrica victoria judicial en el tema de los documentos internos propiedad de Scriptor S.A; lo único que consiguieron es desparramarlos por todo el mundo y que mucha gente los haya impreso o resguardado en soporte magnético, el inenarrable "documento interno sobre Opuslibros". Lo único que ha conseguido en primer lugar es provocar su "fuga" y publicidad -lo que evidencia las disidencias internas al más alto nivel: ya no pueden sostener su relato, su historiografía y hagiografía oficial-. Tu profunda, fundada y fuerte reacción, y las interesantísimas glosas y comentarios de plumas calificadas y descalificadas que ha suscitado: realmente, son brillantes para acumular carbones encendidos sobre su propio tejado.

Uguccione da Pisa

¡¡¡Bueno, bueno, bueno!!! ¡¡¡Dios nos bendice!!! Queridísima Agustina , mi más efusiva felicitación por tu respuesta al esperpento que ha salido de los intoxicados despachos de Bruno Buozzi 74. Les recomiendo que salgan a la calle y respiren el aire libre, y contemplen un poco el cielo azul de Roma. ¡Pobres gentes! Quisiera añadir unos cuantos comentarios.

Me alegra, hasta el éxtasis, que sea el propio Opus Dei quien anima y da vida a opuslibros. Cuando parece que la web se languidece un poco, llega el listillo de turno y echa gasolina al fuego. Y reconozco, y no pido perdón por ello, que gozo especialmente pensando en los hombres de negro de Villa Tevere reconcomidos de rabia y bochorno ante “su gran idea” para llevar de la mano a sus hermanitos de la guardería de adultos, que ni son personas adultas, ni son personas maduras, ni son personas libres. ¡Os habéis cubierto de gloria! Ya veréis la reacción al verse tratados todos como pobres idiotas.

Me alegra hasta el éxtasis imaginar que hoy no hay quien confíe en nadie dentro de la prelatura, y que el padre de la mentira os bendice con la paranoia permanente, viendo enemigos detrás de todo y todos. Recomiendo a los hombres de negro se pongan a pensar cómo debe de ser el correo interno a partir de ahora, porque está claro que el papel no es buen medio, aunque lo mismo pasaría con los audios y los videos. Recomiendo empiecen a practicar la telepatía.

 Aprovecho para agradecer encarecidamente a quien ha facilitado el último bombazo porque eso sí que es un servicio impagable al Opus Dei, a la Iglesia y a las almas. No termino de entender qué necesita la multitud de miembros de la prelatura que lee y confía en opuslibros para caer en la cuenta de su inmenso poder frente a quien dirige la prelatura con manipulación, mentira y tratando a sus hermanos como si fueran tontos. ¿Cómo no os unís y desenmascaráis a quien os cuenta esos cuentos? Sería la mejor, o la única manera de terminar con opuslibros. Vais mal, directores!! La mentira nunca aclara nada. Me alegro infinito de vuestro disfrute particular en vuestro infierno de mármol y sagrarios llenos de piedras preciosas. ¡¡¡A disfrutar!!! Y a empezar a hacer planes para mangonear al siguiente Papa. Todo, con muchas visión sobrenatural!!!

Agustina, me vas permitir que me despida como tú. ¡¡¡Váyanse a paseo!!!

Y un sentido abrazo para la gente de bien.

Carmen Charo Pérez de san Román

Algunas veces los cursos anuales pueden ser muy agradables, si uno se reencuentra con viejos compañeros de otros centros y el director es un poco despistado y va a su aire. Bueno, en uno de estos atípicos cursos anuales que me toco vivir había un numerario de profesión farmacéutico. Le gustaba hablar y a nosotros preguntar, y pronto salió el tema de que su verdadera pasión era la homeopatía. Y resulto que su interés no era solo la homeopatía, sino algo aun mas esotérico, los tratamientos con flores de Bach. El tema era por lo pronto original, al menos para el estándar de temas que se tocan en una tertulia.

Primero con ciertas reservas, que nosotros no entendíamos, y luego más libremente nos fue contando una cantidad de detalles relacionados con estas obscuras artes de curación. Dio para varias tertulias, que yo encontré sumamente interesantes, tampoco habia muchos otros temas de que hablar, y cualquier cosa con tal de evitar temas apostolicos. Quien iba a imaginar que al final de la semana, llegaría “inesperadamente” un informe de Roma, sobre… sí, sí, … seguro que adivinan: sobre las Flores de Bach! El informe, de varias paginas, debía ser leído en voz alta y completo en una tertulia, y así procedió a hacerlo el director. Aun recuerdo la incomodidad de todos y principalmente de nuestro farmacéutico. El escrito del “experto” romano era todo menos laudatorio: prácticamente ponía el tema a la altura de un artilugio utilizado por gente inescrupulosa para estafar a las cándidas almas.

Estoy seguro de que ese informe solo fue leído en nuestro curso anual, y el objetivo era el de siempre: “dar doctrina segura” sobre un tema no aprobado. Hay que recordar que el opus dei posee la verdad sobre todas las cosas y llega a ella a través de un procedimiento infalible: se le pide a un imberbe en Roma que escriba sobre algo que desconoce totalmente y luego ese informe es revisado por otro imberbe igualmente ignorante y ¡presto! ¡Se ha obtenido “doctrina segura”! La necesidad de aclararnos las ideas, que sería en todo caso un tema de justicia, importaba más que la humillación pública que se podía infligir al numerario farmacéutico. La justicia por encima de la caridad, regla número uno en el opus dei.

Esta anécdota tan desagradable, pero que pinta tan bien a los directores del opus dei, me vino en seguida a la cabeza al leer el informe interno sobre Opuslibros publicado en los últimos días por Agustina. Claro que la cosa era mucho más fácil cuando se trataba de imponer criterio sobre las flores de Bach, y de humillar a un pobre numerario. Es mucho más difícil ahora, con un sitio como Opuslibros, que toca la medula de lo que realmente interesa. ¿

Pensaran los directores que con un miserable informe se va a ir el problema, que va a desaparecer? ¿Piensan realmente que se puede tapar el sol con la mano? La verdad es que da risa. Creo que el informe tiene un error de fondo: el objetivo de este sitio no es, como ellos creen, dañar al opus dei. Para ello son suficientes los directores. Sobre todo si siguen mandando informes pelotudos a los centros.

Paz a todos.
Otaluto

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