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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 17 de Septiembre de 2012



El empleo del argumento ad hominen en temas eclesiales.- Giovanna Realle

Califico de muy oportuna la advertencia de Cautela para juzgar el caso de Víctor que "Pensando" nos ha hecho el pasado 14/09/2012. De hecho, yo misma estuve a punto de escribir una nota en esa dirección, cosa que ya no haré a la vista de lo bien que “Pensando” nos describió el cuadro clínico del “trastorno de personalidad”, como el que Víctor padecía.

 

Sin embargo, la prelatura del Opus Dei no queda del todo exculpada de la enfermedad de Víctor porque sus prácticas proselitistas, empleadas con jóvenes y adultos, estimulan unas veces el nacimiento de enfermedades mentales y otras veces agravan la enfermedad originada antes o al margen del ingreso del candidato en el Opus.

 

El proselitismo y el integrismo teológico, unas veces, encienden el fuego de la enfermedad mental, como quienes arrojan una cerilla al bosque, y, otras veces, lo azuzan y avivan, como quienes echan leña al fuego. Y es en este punto donde entra en consideración la responsabilidad del Opus Dei, causante directo del mal o estimulante de un mal previamente adquirido. Ya advertí en mi intervención del 10/09/2012 que el de Víctor es un caso muy extremo, si es que realmente se suicidó, pues aún no tenemos pruebas ni certeza de ello (lo correcto sería hablar, por el momento, de “presunto” suicidio; incluso Paulino postula que falleció de muerte natural [“natural”, hasta cierto punto] a consecuencia del grave deterioro de su salud). Ahora bien, daños psicológicos, traumas o frustraciones morales y crisis religiosas de distinta gravedad son causados por el Opus en muchos de sus miembros y ex-miembros. Y este importante dato no debería ser olvidado por Pensando: el de Víctor es un caso muy extremo, pero no asilado, sino que se ha de sumar a una larga retahíla de casos que, en igual o menor gravedad, acontecen con bastante frecuencia en el Opus.

 

Publiqué un comentario Profundizando en las mentiras y falacias de ¿san? Josemaría Escrivá, en el que me explayé acerca del frecuente empleo del “argumento ad hominem” en los círculos clericales. Con este argumento, que consiste en recurrir a los aspectos enfermizos o miserables del comportamiento humano, las instituciones eclesiásticas suelen eludir las críticas y la autocrítica, exculpándose así de sus posibles errores para responsabilizar de las situaciones negativas al obrar inmoral o enfermo de las personas individuales y nunca de la propia institución.

 

A su vez, estas mismas instituciones eluden ese argumento cuando podría aplicárseles. Por ejemplo, jamás se ha planteado el Opus Dei estudiar si su fundador padeció un trastorno de personalidad, tal y como demostró Marcus Tank profundizando en el narcisismo y megalomanía de monseñor Escrivá de Balaguer, santo y marqués. A gente sencilla como Víctor se aplica un parámetro que se evita para santos y marqueses: ese agravio comparativo no es honrado y tampoco responde a criterios de análisis objetivamente científicos y jurídicos.

 

Convendría que “Pensando”, sincero defensor del “amor a la verdad” y buen conocedor de datos científicos, tampoco se olvidara de esa cómoda, cobarde e hipócrita costumbre tan extendida en el mundillo eclesiástico (el recurso acientífico, tendencioso y partidista del argumento ad hominem), que el Opus Dei sabe aprovechar de maravilla no sólo para promover sin escrúpulos su actuación proselitista no sometiéndola a autocrítica, sino también para difundir su inmaculada –y falsa– imagen social: sólo los pecadores o enfermos, como Víctor, actúan mal, el Opus Dei siempre obra santamente (¡hasta don Antonio escribía felicitaciones anuales a Víctor para manifestar a él y a sus padres cuánto lo quería!).

 

Giovanna Reale





En diálogo con Pensando.- Marian

Permíteme una observación respecto a tu cometario al tema de Víctor sobre la "situación de cautela" que propones respecto al caso, en la que tú mismo dices que son padecimientos que no se pueden causar pero si "detonar". Problema, a mi entender, nada despreciable, en cuanto creo que no se puede, o no se debe, "minimizar" como posibilidad en una Obra que se apellida de Dios. En principio porque, como consecuencia de los mismos procedimientos, son muchos, muchos los que, sin llegar al final de Víctor, tienen las mismas vivencias y acaban prácticamente igual de destrozados. Sin que haga falta estar enfermos, basta con tener una sensibilidad normal (una edad, una formación incipiente...) y no una resistencia extraordinaria para que la repercusión sea menor.

 

Créeme, hablo por experiencia como hablamos todos los que contamos y escribimos en esta Web, además de otros muchos a los que les ahoga el miedo, el escepticismo, o no les queda fuerza para nada. Sin que podamos ignorar que Víctor ni es el primero ni es el único.

 

María Angustias Moreno





Culpables de otras muertes.- Janabenito

Esperaba el escrito de “Pensando”, era de esperar.

 

No he leído en ningún escrito acusar directamente al opus de la muerte de Victor. Tu prudencia es de alabar pero has puesto en letras algo que tal vez, al que tenga algo de comprensión lectora no se lo hubiera planteado.

 

Es cierto, tanto el DSM-IV como el ICD-10 de la Organización Mundial de la Salud, como Ajuriaguerra y otros, lo situarían en un factor de alto riesgo tanto si hubiera pertenecido al opus como si no.

 

El opus no es culpable, al menos yo lo veo así, de esta muerte. Es culpable de otras muertes físicas o espirituales, de todas las que privan al alma de amor, de esperanza, de fe. Son culpables de ocasionar disfunciones vinculares precoces que en determinados casos llevan a enfermedades mentales, a crear psicosis, confusión mental, demencia, depresión, son culpables de hacer que se llegue a desear la  muerte anticipadamente como justificación a la desesperanza, a la indefensión ante situaciones que nos han creado y nos afectan.

 

Son culpables de ignorar la adolescencia como una etapa inestable en la vida del individuo. Francoise Dolto (psicoanalista) compara el tiempo de la adolescencia con el momento en que las langostas pierden su caparazón y quedan indefensas mientras construyen uno nuevo. Son culpables de aprovechar esta indefensión porque en el mar ya no “hay tantos peces de colores” y ellos lo saben, es en esta etapa o ya no pitan. Cuando las dos tareas más importantes a realizar en la adolescencia son la construcción de la identidad y el proyecto de vida, ¿tienen la oportunidad de hacerlo como personas corrientes en medio del mundo? Son culpables.

 

No pienso que ningún escrito afecte a la credibilidad de opuslibros porque cada uno de nosotros somos creíbles con nuestras propias experiencias y si alguien las pone en tela de juicio es su problema.

 

De esa carta de Víctor habrá tantas interpretaciones como lectores, gracias a Dios ya somos libres para pensar y con criterios. Tal vez las más dolidas sean las de los que hemos pasado por eso, aunque ya lo hayamos superado, o las de los que sepamos que no es el único que en estos momentos está en esa situación o a los que tengamos en casa adolescentes y nos bloquee el pánico a que les dé la sombra del opus, no lo sé.

 

Lo que sí sé es que a Goliat lo mató David.

 

Julia

 

Recomiendo la lectura de este interesante artículo sobre el tema que no ocupa: Las buenas intenciones, de “Castor





Pensando… mal.- Bastián

Ya sabía yo que el Opus no iba a tardar en justificar la muerte de Víctor por alguna razón de índole hereditaria o de cualquier otra naturaleza. Y ahí está el psiquiatra Pensando dándome la razón. Se os huele a la legua. No se puede esperar nada mejor de los oficiales de la inquisición, que es lo que han sido siempre han sido estos águilas de la ciencia médica. ¡Marañones!

 

Bastián





Ya vale de reverencias y miedos.- Carmen Charo

Pensando, con todo respeto creo que piensas demasiado y sacas conclusiones tu solito, además de leer lo que no está escrito. Victor no dice que padece ninguna enfermedad sino que los psiquiatras de la Clínica Universitaria de Navarra, ¡los de la CUN!, le diagnosticaron…. En tu escrito ya has decidido, ¡lo ves clarísimo! que lo más probable es que Victor sufriera dicho trastorno por una falla bioquímica. Piensas con la misma cabeza que los psiquiatras de la CUN, que sólo valoran el tratamiento farmacológico y reducen al alma humana a compuestos bioquímicos. Viven en la Edad de Piedra. No comparto en absoluto tus conclusiones. Las veo erróneas y humillantes, llenas de miedo para con el monstruo que se permite usar de la vida humana como le da la gana, actualmente y en el pasado. Opuslibros no pierde credibilidad condenando duramente el caso de este buen hombre, más bien Agustina es heroica al publicarla y santa al publicar la tuya. Yo no tendría tanta paciencia.

De Victor tenemos datos, y sabemos todos ¡todos! a ciencia cierta que son miles los que sufren de igual manera, muchos sin llegar al suicidio, por suerte. Ya vale de miedo! Ya vale de hacerle reverencias al Opus Dei. Aquí nadie ha dicho que la culpa de la vida espantosa que ha llevado Victor hasta su muerte sea del Opus Dei. Sí, absolutamente sí, que son responsables de haberle presionado de forma bestial a los 14 años para que pitara y haberle atemorizado muy por encima de su capacidad psicológica a los 16 años por abandonar la obra, contando además con el añadido de la presión y disgusto de sus padres, hecho aberrante. El señor Antonio al que dirige su carta de despedida es bien responsable del infierno que ha vivido Victor. Teniendo en cuenta que este señor tiene como trabajo profesional el proselitismo feroz, y cuenta en su haber con cientos de conversaciones con adolescentes similares a la que mantuvo con Victor. Lleva decenas de años de director, no debe de cumplir los 60, y ahí sigue. Debe de ser muy eficaz.

Me viene al recuerdo aquel sacerdote, director en una delegación que obligaba a las directoras a que pitaran niñas absolutamente inconscientes diciendo alto y claro que no importaba que no perseveraran. Lo importante era que dejaran algo en la obra: trabajo, dinero, amigas, madres o padres como posibles contactos para lo que fuera o pitajes… Así funcionan los directores, ¡usan a las personas como si fueran pañuelos de papel!. Eso hicieron con Victor!!! Si genéticamente estaba predispuesto a padecer lo que fuera, quien apretó el botón provocándolo es responsable, porque además lo apretó de forma inhumana. ¿No has leído en su carta que 4 chicos de su tiempo siguen en la actualidad con tratamiento psiquiátrico? ¿Es que el Opus Dei tiene un imán especial para los genéticamente dados a padecer enfermedades mentales? ¿no será que lo provoca? Victor habla de sus ingresos hospitalarios y de haber conocido a miembros de la prelatura, y dice en concreto: personas que habían entregado su vida a la Obra, y a quienes ésta había exprimido, coaccionado y utilizado, habiéndose convertido en enfermos mentales. Yo viví la misma experiencia en mi ingreso en la CUN

¿Y qué decir de la CUN? Ya he dicho antes que para ellos la persona humana es un saco de productos químicos. Yo sufrí durante 7 años una depresión. Durante 5 años me trató una psiquiatra de la CUN, y ya he contado antes aquí que estuve dos meses ingresada en la planta de psiquiatría de la clínica. A mi me retuvieron en la obra todos esos años convenciéndome de que padecía una enfermedad crónica y Dios me bendecía con ella. Me tocaba llevarla con generosa entrega. Hasta que no serví para nada, hasta que no me levantaba de la cama ni era capaz de sacar adelante ningún trabajo. Entonces, las directoras tramaron el plan con la psiquiatra, que envió a la delegación un informe médico mío, a mis espaldas (si hubiese tenido conocimiento de ello en su momento la hubiera podido denunciar y esta buena señora hoy se dedicaría a hacer ganchillo, pero no se volvería a poner una bata blanca porque eso es delito, pero sigue siendo práctica habitual). Casualmente entonces yo sólo padecía una simple depresión, no endógena, sino por causas externas. En vez de hacer examen, de hablar a fondo conmigo, de ayudarme a ver qué me aplastaba… lo que hicieron fue darme la patada, mandarme a casa de mis padres con lo puesto. Así que en mi opinión la seriedad médica de los psiquiatras de la CUN es nula. Son un brazo largo del Opus Dei, donde se controlan las almas, se les condiciona para que hagan lo que conviene, bien sea perseverar como sea, drogados o atemorizados, o se les echa como hicieron conmigo. Por eso Pensando, tu correo me parece perverso o si eres inconsciente, muy dañino. Por favor, no sigamos exculpando al Opus Dei por miedo. Ya vale!!

Un abrazo
Carmen Charo





Estructura mental en los numerarios del Opus Dei.- Desconcertado

La mentira, la calumnia, la trapisonda y superchería, la difamación, son armas de uso habitual en el Opus Dei. No digamos el chivateo y tráfico de información confidencial (informes).

En el fondo, como bien se recoge en el artículo que enlazo, uno de los problemas institucionales del Opus Dei es que muchos de sus miembros quedan castrados mentalmente para comprender un elemento esencial de la estructura del ser humano como es la libertad.

desconcertado





Sobre retórica victimista.- Xavier de Barcelona

Víctima es quien ha sufrido daños. Victimista es quien, consciente o inconscientemente, se hace pasar por víctima. El impúdico victimismo de los agresores llega a voltear la realidad de tal manera que incluso la propia víctima, y no digamos ya el observador, llegan a dudar sobre quien es el verdadero agresor. Siempre que alguien juega a los espejos con la realidad no es fácil reconocer cual es la imagen real y cual es la imagen proyectada. Mi lealtad aquí también está y mucho con el sufrimiento del victimista, y en los asuntos que nos ocupan sé que esta lealtad acostumbra a ser mutua. Lo hacen inconscientemente y sin malicia. Sin afan peyorativo lo explicaré diciendo que les pasa como a machistas maltratadores que ya no pueden más frente a lo que perciben como abusos de sus parejas. Mi lealtad también está con ellos hasta donde mi fractura de identidad resiste, a menudo no podía más y desde que enfermé pronto mi fractura encuentra sus límites y me aislo de ellos por puro instinto de supervivencia.

Alguien escribió aquí hace tiempo sobre revictimización de las víctimas. No he logrado encontrar esas buenas argumentaciones que apenas recuerdo, pero os copio estas lineas de la entrada "Victimismo" de la wikipedia, el resto de la entrada en mi opinión tampoco tiene desperdicio: "La retórica victimista es una técnica demagógica que consiste en descalificar al adversario mostrándolo como atacante en lugar de refutar sus afirmaciones. Para ello el sujeto adopta el rol de víctima dentro del contexto de la discusión, de tal forma que el otro interlocutor queda posicionado implícitamente frente a terceros como un impositor autoritario y su argumentación como mera imposición o ataque.... De esta forma sus argumentos son difícilmente refutables, pues cualquier contraargumentación queda transformada en prueba de la omnipotencia o sutileza de los ofensores. Por el contrario, cualquier ataque que realice queda envuelto en un manto de candidez ya que supuestamente se está defendiendo justificadamente.".

Entre un paciente psiquiátrico y sus entornos es habitual este juego a los espejos con la realidad tal como nos ha mostrado "Pensando" este viernes pasado. Los sufrimientos están en ambas partes. Por lo que he visto en mis 20 años de enfermedad lo último que acostumbran a desear los pacientes es el desmoronamiento de quienes a veces nos victimizan y revictimizan. Si lo deseáramos yo creo que o bien ya no hubiéramos enfermado previamente o bien seríamos enfermos privados de libertad. Los profesionales de la salud mental se posicionan o favor del enfermo o del entorno con pocas muy radicalidades. Pero hay dos grandes corrientes psiquiátricas muy enfrentadas y los servicios de psiquiatría de los grandes hospitales o bien son de orientación biologista o bien lo son de orientación psicoterapéutica. Basta cambiar de bando si uno no se siente bien atendido. La odiosa psiquiatría biologista es dogmática y cientifista y todo un negocio para las farmacéuticas a costa de los estados y de los pacientes que cronifica y revictimiza.

Entre las corriente psicoterapéuticas destacaría una cuyas posturas creo que predominandon actualmente: la psiquiatría sistémica, que considera que el "enfermo" es portador de los síntomas de una dinámica disfuncional que ocurre en el sistema al que pertenece.

Xavier de Barcelona





Una institución interesada.- PepeRecho

Creo como vosotros que el Opus Dei no es una institución desinteresada al servicio de la doctrina de Jesucristo, más bien pienso lo contrario o sea que es muy interesada y lo peor es que se visten sus mejores galas con la doctrina de Jesús para fines nada altruistas.

Bendito el poderoso Dios que me permitió sacar a mi hijo a tiempo. Espero algún día contaros el montón de anécdotas increíbles que ocurrieron los cinco años que le estuvieron lavando el cerebro.

 

Pepe el Recho





Reseña de la novela Sangre.- Casimiro

He aquí una reseña sobre la novela "SANGRE" (El sagrado experimento del Opus Dei) aparecida en El liberal escandalizado. Posted by JAC46 in Libros.

 

 

Cinco años después de que viera la luz en Alemania, Polonia y Rumania el novelista, teólogo y exsacerdote Francisco Asensi publica en España SANGRE, una mirada crítica sobre el Opus Dei en la que narra un experimento del Opus Dei para apoderarse del mensaje de Jesús de Nazaret, vaciarlo de contenido y poner a Camino, la Biblia, el Kempis, la Referencia del opusdeista, en lugar del mensaje del Evangelio.

 

Tengo la gran satisfacción de haber convivido con Francisco Asensi durante bastantes años. Él era vicedirector de la residencia de estudiantes de Santo Tomás de Villanueva de Valencia, y yo estudiante residente.  Su talante, ya entonces, era como el que plasma en sus libros. Define sus novelas como «teológicas», en el sentido en que Borges se refería a la teología (“un pozo para la ciencia ficción”). “Estoy en la línea de desmontar lo que yo también he contribuido a montar, aunque sea de manera modesta: una Iglesia que no es de Jesús y tergiversa su Evangelio». «Si la Iglesia es lo que dice Reig Pla, apaga y vámonos», sentencia. Un profesor, cuenta, le decía que la institución es una mentira piadosa; él va más allá: «Más bien es una gran mentira”.

 

Tomando como argumento principal una trama para clonar, como la oveja Dolly, a Jesús de Nazaret nos mete en unas intrigas muy bien documentadas  que no tienen desperdicio: robo de la cápsula de la sangre de San Pantaleón, la obsesión de Himmler por el santo Grial, el cuadro de El Bosco, El jardín de las delicias, como hilo semiconductor de la trama, el Vaticano, con sus luchas internas que no son de ideologías sino de poder, y el Opus Dei. El inspector Mazeres es el protagonista de esta

historia intensa y  apasionante.

 

La novela acaba de ver la luz en Valencia, cuando hace ya cinco años que se publicó en otros países europeos. ¿Alguna explicación? El repaso que le da al Opus, sus miembros y  sus procedimientos confirman una vez más que la realidad supera a la ficción. ¿Presión de esta secta ultraconservadora de orientación católica para que su agente literaria Carmen Balcells se olvidara del libro?  Asensi no se lo explica. Sostiene que la novela es divertida y sólo tiene la malicia justa para que tenga interés.” Creo que es más bien la propia censura de las editoriales, pensando que puede crearles problemas”.

 

Para quienes sientan curiosidad por el tema del Opus y quieran saber lo fácil que es que te capten, el mundo de flores que te ofrecen, cómo poco a poco la pertenencia a la secta te va complicando y absorbiendo  la individualidad  y  cómo cuando te das cuenta estás en una red de la que es muy difícil salir os aconsejo, como ya lo hace Asensi, el blog “Gracias a Dios, nos fuimos”(www.opuslibros.org). Testimonio de gente que perteneció  a la obra y tras múltiples avatares consiguió dejarla.

 

La novela la publica una editorial local, ADG-N Libros, dedicada fundamentalmente al ensayo religioso y cuyo responsable es Antonio Duato. Lástima que la edición contenga tantos errores gramaticales y ortográficos. Da la impresión que no ha pasado por el filtro de las galeradas.





Temporada de bajones.- Philippo

Querida Agustina,

 

Cómo estás? Quiero contarte que Víctor no es el único. He estado pasando por unas semanas muy difíciles, y esta última polémica me ha parecido curiosa ya que de alguna u otra forma me siento identificado.

 

Aclararte que no estoy planeando cometer un suicidio ni mucho menos, pero sí quiero confesarte que llevo pensamientos de este tipo desde hace varios meses. Víctor no es el único! Estas últimas semanas he deseado no levantarme por la mañana. Mi vida sería tan fácil! Lo que sucede es que no he llegado al punto de tener el valor de terminar con este infierno.

 

Soy homosexual, y en la Obra se me estigmatizó tanto por ese hecho que aún 7 años después de haberme ido no puedo dejar de sentir culpa. Soy una persona con muchísimo éxito académico. He logrado muchas cosas y me considero un buen ejemplo para los que están a mi alrededor. Tengo 25 años y he conseguido lo que considero un primer trabajo muy privilegiado en comparación a las personas de mi edad/nivel educativo. Soy saludable, atlético, con opiniones propias y bien fundamentadas. Hablo 5 idiomas, 4 con fluidez. La gente que está a mi alrededor me vive recordando lo admirable que soy ante sus ojos, sepan o no sobre mi orientación sexual. No lo digo por jactancia, sino para que se entienda que soy 100% funcional (no por nada me pescaron por la cabeza cuando era adolescente).

 

Lo que nadie sabe es que por dentro estoy viviendo un verdadero infierno. A tal punto que se me quitan completamente las ganas de vivir. En parte me siento egoísta porque soy una persona muy privilegiada, pero es lo que hay. Por un lado, mi sexualidad ha hecho que luchara muchísimo para alcanzar éxito y respeto de los demás, pero eso me hace sentirme miserable porque cuando estaba en el opus era exactamente lo que yo veía como un rotundo fracaso. Por eso vivo en una perpetua ambigüedad. Como cristiano, me siento miserable por homosexual. Como homosexual me siento miserable por cristiano, me entiendes?

 

Escribo estas líneas por dos razones: la primera para decir que VÍCTOR NO ES EL ÚNICO. Yo no me voy a suicidar porque me considero una persona inteligente (no digo que los suicidas no lo sean) que cree que todo tiene una solución, y por eso hace dos días decidí buscar ayuda profesional (por tercera vez). Creo que puedo hacer una diferencia, y por eso quiero luchar, pero eso no significa que tenga ganas de vivir. No las tengo, y si no fuera un ejemplo para las personas que me quieren probablemente ya estuviera haciendo planes concretos de salida. La segunda razón es porque simplemente quiero desahogarme contigo y con los que leen la web.

 

Hablando de desahogos, he tardado tanto en escribir aquí porque el tema de la homosexualidad está tan tachado por la iglesia que sé que hay muchos ex que tampoco lo aceptan ni entienden. Algo así como un nicho desatendido en Opuslibros. Me facilitaste hace años un canal de apoyo, pero no entiendo por qué éste no puede ser un tema que se discuta abiertamente a la vista de todos. Quiero decirte que me siento incomprendido ya que entre los homosexuales con un pasado difícil tampoco hay nadie que entienda lo que es haber estado en la obra (que yo conozca). Ni chicha ni limonada como decían por ahí...

 

Estoy cansando de estar tragando mi propio rejalgar, y por eso quiero que se sepa que esa CULPA que el opus dei sembró en mis neuronas, es algo que me ha quitado absolutamente todas las ganas de levantarme por las mañanas. No escogí mi sexualidad, sin embargo me siento como un paria. Voy a luchar, voy a salir, pero qué pesar tener que pasar por esto cuando debería de estar comiéndome al mundo! Te quiero mucho.

 

Un abrazo,

 

Philippo

 

Nota de Agustina.- Querido Philippo, sí que ha habido testimonios de homosexuales en Opuslibros. Quizá, hace años, -no recuerdo cuánto hace de tu contacto conmigo pero supongo que hace bastante tiempo-, te hablé de otros sitios pensando que podrías recibir apoyos más inmediatos. En estos ya 10 años de Opuslibros y curtidos en toda la “farmacopea” para superar la experiencia opus, aquí siempre podrás escribir lo que quieras sobre éste tema y estoy segura de que recibirás apoyo y más de un abrazo, el mío por adelantado.





EL Opus Dei ha llegado con un siglo de anticipación.- Julito

“EL Opus Dei ha llegado con un siglo de anticipación”.
La Obra como creación lingüística. Un guión sobre su patrón lingüístico
.

By Julito Membrillo.

*“Yo, por mi parte, puedo seguir asegurando que no he llegado a echar de menos ninguno de sus cuidados, de sus charlas, de sus consejos, de sus diálogos, de sus apostolados, nada. Porque era eso precisamente lo que costaba y me repelía por contradictorio” (Antonio Perez-Tenesa). (1)

 

Existe una saga familiar legendaria en Roma. Ellos son abogados y curiales. Ellas, amas de casa o religiosas. Todos practican lo más distintivo de la intelectualidad latina: la claridad. El culto a la inteligencia lúcida, que es lo mejor y más representativo del alma italiana; los abogados y las amas de casa lo expresan popularmente; los curiales y las religiosas lo hacen con “finezza”. Por estas cualidades son reconocidos.

A los efectos de este artículo, a esta saga familiar, la denominaremos los Mateotti...

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