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CORRESPONDENCIA

Miércoles, 29 de Febrero de 2012

El Opus Dei siempre ha hecho ficheros e informes escritos sobre asuntos de vida interior

En sus Observaciones a la Carta pastoral del Prelado de la Obra del 2 de Octubre de 2011, Guillaume explicaba que es completamente falsa la justificación que Mons. Echevarría aduce en el n. 18 de su Carta ante la acusación de que los Directores de la Obra de Escrivá no respetan el secreto de conciencia, porque hacen informes de lo escuchado en la dirección espiritual de los miembros de la Obra.

Ahora, al publicar los reglamentos de 1941, Guillaume demuestra que ese modo de proceder no es una praxis desviada del espíritu fundacional, sino una disposición vivida y establecida desde el principio por el propio Escrivá: en el n. 28 de Costumbres, se exhorta a que abran periódicamente su intimidad al Director o a la Directora local. Y en Orden, se indica que los Visitadores enviados por el Padre han de estudiar la vida interior de los socios (cfr. art. 4 § 2) y confeccionar informes escritos  que presentarán al Senado (hoy Consejo General), consignando su parecer (cfr. art. 5 § 3).

Eso sí, con la doblez que, según estamos viendo, siempre empleó Escrivá —que pone en evidencia que no debía tener buena conciencia de estos modos de actuar, y que lo excluye como verdadero hombre de Dios—, en el art. 4 § 3 de Orden, se asegura de que no quede rastro de estas prácticas ilegítimas, estableciendo que «en los Centros no habrá libro de visitas, ni quedará constancia del paso del Visitador».

Saludos cordiales,

Doserra

Me he desternillado de risa (aún sigo así mientras escribo esto) leyendo la última entrega de Uriel de Aguascalientes. ¡Qué cantidad de historias “incontables”, censuradas y por tanto, “inexitentes”, que atentan contra la dignidad del santo Fundadordellargonombre y su adláteres, nos cuenta con su inconfundible y socarrón humor mexicano. Gracias Uriel por esas perlitas que nos regalas.

¿Por qué no se incluyen todas esas sencillas y muy humanas manifestaciones de la vida de familia en la hagiografía del supersanto? Soy consciente de que, si conocemos un poco lo que es el opus, ésta es una pregunta retórica cuya respuesta podemos deducir sin mayor esfuerzo.

Lo que yo quería añadir es que el relato de Uriel me ha traído a la memoria algo que viví en primera persona.

Ocurrió en un país de América del Sur durante una de las visitas del barbastrense. Fui el encargado de estar atento a que no se “colara” nadie en la zona en la que iban a transitar él y su séquito, durante la visita a una obra corporativa en una zona rural.

Escriba tenía que pasar en un determinado momento junto a mí, acompañado de su sombra: Javi. Yo tenía bien claro que allí no tenía que saludarlo ni decirle nada, estaba en aquel lugar solo para vigilar. Al menos eso me habían dicho los grandes jefes locales.

Algo, que yo no alcance a oír, debía haberle dicho su querido custode porque el gran santo, al llegar a mi altura me comentó:

-Ya ves, hijo mío, al Padre le dicen hasta cuando tiene que ir a mear (sic).

Yo sonreí levemente y asunto concluido.

Pero, mira por donde, sucedió que el director me encargó que hiciera una especie de croniquilla contando la visita del de Peralta a nuestro centro. En aquel entonces era también el encargado del diario de la casa.

En el diario, por supuesto, no incluí semejante “despropósito” (tan normal como la vida misma, según mi criterio). Pero en la nota más amplia que habían pedido desde de la Comisión Regional, intentando jugar a ser un historiador riguroso, sí lo hice.

Sospechaba con evidente fundamento que esa información no colaría. Lo que no podía suponer era que aquello que mis ojos habían visto y mis oídos habían visto “no había sucedido”.

Así me lo hizo notar el consiliario, en persona, en la primera ocasión en coincidí con él:

-Eso que contaste en tu escrito sobre lo que te dijo el Padre, no ha ocurrido, solo es producto de tu imaginación. (sic)

En un acto de sumisión total, llegue a pensar que en verdad aquello no había ocurrido. Pero, allá dentro, me repetía aquella rebelde afirmación que se suele atribuir a Galileo:

-Eppur si muove.

Pero, bueno, así es la costumbre, y así se escribe la historia.

Ex-apéndice

Se ha puesto en contacto conmigo un medio de comunicación que quiere recoger testimonios de ex miembros del Opus Dei, en Europa. La idea es corroborar que las denuncias no son sólo “españolas”. Necesitan testimonios, en concreto, de París y Amsterdam. Por supuesto, se asegura el anonimato a quienes así lo deseen.

Contacta conmigo en oreja_de_guardia@opuslibros.org si puedes echar una mano.

Un abrazo,

Agustina L. de los Mozos

En la Cosa hay costumbre de seguir como autómatas a unos cuantos que se erigen como líderes del pensamiento interno. A nadie de la Cosa se le ocurre cuestionar cualquier parida que diga A. L., cualquier escrito de A. P., o cualquier otra cosa que el gurú de turno lance por su boquita. Amén, amén, será la respuesta...

Hola a todos y un saludo especial para Agustina.

Mucho me llamó la atención durante mi estancia en la obra, el secretismo con que se manejaban tantas cosas.

Una de ellas, la que quisiera comentar hoy, es de una que me fui a enterar casi 12 años después de que entré, y fue en relación con el inicio de la labor en México, mi país. Siempre se nos contaba de Pedro Casciaro y sus anécdotas, de cómo llegó por barco, etc. Sin embargo, acabé por saber de fuente confiable (un director de la comisión regional) que él no había llegado solo, sino que otro u otros miembros vinieron con él, pero como no siguieron adelante, sus nombres fueron borrados de la historia oficial. Hasta ese momento yo pensaba firmemente que las "defecciones" (como se les llama) era un fenómeno de los últimos años y que sólo afectaba a unos cuantos, pero que los inicios fueron tan sólidos como se hacía aparentar.

Ese mismo silencio me tocó vivirlo cuando se iba alguno del centro, o de uno cercano, pues se dejaba de hablar de esa persona y si alguien, por inadvertencia lo mencionaba, se generaba un tenso ambiente en la "tertulia" o la actividad en cuestión.

Cuando pienso en ello, apoyado en la perspectiva del tiempo y lo que he leído en opuslibros, me sorprende que lo viviera como lo más normal del mundo. En fin, era parte del sistema y un "santo" inspirado por Dios lo había dispuesto así, no quedaba otra que vivirlo a pies juntillas. Gracias a Dios hubo personas en mi camino que me ayudaron a optar por la pastilla roja y salir de la Matrix.

Ernesto

PS. Aquellos que creen que conocen el opus dei a fondo por haber pasado por un club, algún colegio mayor, o incluso por ser supernumerario, y se sienten con toda libertad de opinar y juzgar a los que escriben en esta web, les diría que si no han vivido como numerarios y especialmente, si no participaron en labores de gobierno, realmente no conocen a fondo estos aspectos, y entiendo que les parezcan tan inverosímiles y subjetivas las aportaciones de quienes sí lo vivieron. En cierta manera, es como el dolor de perder a tus padres, quien no lo ha vivido, no sabe lo que es, puede imaginarlo, pero necesitaría sufrirlo para poder opinar.

Yendo en el metro, me he animado a continuar estas grandes series, que esta web con tanta generosidad me publica, y me he decidido por escribir una de ficción, y además de religion-ficción, aunque claro esto va ir entreverado con retazos históricos, anecdotario misceláneo y echando una mirada a lo que es y ha sido esa cosa llamada Opus Dei, y en particular, su fundador que mereció la gloria de ser elevado a los altares por un fallo en el expediente de la Comisión vaticana correspondiente.  Yo que soy creyente y que creo que alienta algo del Espíritu en esa cosa vieja que es la Iglesia católica, no creo en esa canonización más que por un imperdonable descuido del "abogado del diablo", puesto vaticano de lo más salado, o bien que el susodicho príncipe y mentiroso de este mundo no ha hecho su labor adrede, para escándalo y tropiezo de la cristiandad y los infieles, con lo que a la postre el maligno sale ganando. Dejemos al inescrutable juicio de Dios el destino del P. Escrivá y como cristianos vamos a desearle que Él haya tenido definitivamente piedad de su alma, y así lo haga con todos nosotros, para que gocemos y sonríamos cuando nos toque estar juntos a todos allá arriba en el cielo y comentemos estas cosas como chascarrillos...

dlmO 3/2012

Por aquél entónces andaba yo haciendo endecasílabos de la prosa diaria y he aquí que, cursando el segundo año del Centro de Estudios, encontré mi primer trabajo en una escuela universitaria (ajena al Opus). Dadas las condiciones del trabajo, no me hicieron contrato laboral sino de prestación de servicios; en una palabra, me contrataron como "autónomo". Tras firmar el contrato, corrí alegre y confiado a cumplir los trámites necesarios: darme de alta en Hacienda en el censo de autónomos y, al día siguiente, a la Seguridad Social para darme de alta en ¡ay! el Régimen Especial de Autónomos. A fin de cuentas, había que santificarse en las obligaciones corrientes de la vida ordinaria.

Al llegar al Centro, con mi buen espíritu y criterio, corrí raudo a poner al día al scl -secretario del consejo local- de mi situación, es decir, que si pax, que si in Aeternum, que si mira que voy a cobrar tanto al mes y que estos son los gastos que preveo a partir de ahora, que si quizá debiera comprarme un traje nuevo, quizá el abono de transportes para economizar ...

- muy bien, muy bien, respondió el scl: sácate el abono de transportes y el traje quizá sería mejor que se los sacaras a tus padres.

- ¡Ah! (yo, poker-face), bien; por cierto, que tengo que darme de alta en "autónomos" de la Seguridad Social que supondrá una cuota mensual de unas 25.000 pesetas.

- ¡Ah! (el scl, poker-face), pero esa cuota no es obligatoria, ¿no?.

- Sí, sí, afirmé, me he estado informando y es obligatorio para los autónomos.

El scl se quedó callado y comentó:

- Mira, como es un tema delicado, voy a consultaro en el resto del cl -consejo local- y ya te diremos algo.

- Pero, insistí yo, es un pelín urgente porque tengo un plazo para hacer estos trámites y...

El scl me miró y dijo:

- Como dijo nuestro padre: si es urgente, puede esperar; y si es muy urgente, debe esperar. ¡Pax!

- In Aeternum.

Aclaro que el scl no es que fuera malo, sólo estaba contaminado. De hecho, su cortesía y bondad saldrían al año siguiente... en que dejó de ser de casa -se piró, vamos-.

Pasados unos días, el scl me llamó.

-Pax, pax. -In aeternum, in aeternum. Mira, que hemos pensado que mejor que no te des de alta en la Seguridad Social, que aquí en casa estamos fatal de dinero y que no nos parece un trámite indispensable... con el alta en Hacienda te vale para firmar el contrato y así nos ahorramos un dinerete que nos va a venir muy bien.

-Pero, pero, yo querría empezar a cotizar a la Seguridad Social para el tema de coberturas médicas, la pensión y todo eso...

-Mira, aquí en casa, nunca te va a faltar de nada, así que olvídate.

- Y, giro ladino por mi parte, ¿no estamos incumpliendo una obligación legal? Es que no entiendo que nos saltemos una Ley...

-Mira, replicó el scl, en casa, aunque no somos tomistas, sí que nuestros planteamientos son los de las escuelas filosóficas de corte realista y la Ley escrita, cuando no es justa, no nos obliga a cumplirla. Pax, pax.

- In aeternum, in aeternum.

Manda narices, vamos. Escribía en este foro hace unas semanas alguien, advirtiendo que cualquier numerario que saliera del Centro de Estudios estaba preparado para defraudar a Hacienda. Quizá, añado yo, no con el conocimiento técnico para el fraude, pero sí con un refrito filosófico en la cabeza que le va a llevar a lo de siempre: mangas demasiado anchas en algunas cosas (impuestos) y mangas demasiado ceñidas en otras (por ejemplo, moral -tomista o no-)

Resopon

Como uno es lo que es en Opuslibros, gracias a Agustina, se me ocurrió reeditar “La recomposición de la crisma: guía para sobrevivir a los grandes ideales”. Pensé que años después de la primera y segunda edición, y sabiendo el ritmo de escaqueo que hay en la institución, serían muchas las nuevas incorporaciones a la página.

Y pensé que sería también una buena manera de ayudar al sostenimiento de la web, que buena falta le hace. Ése fue el motivo de reeditar el libro. Los beneficios de la recaudación de “La recomposición...” serán donados a la Asociación “Amigos de Opuslibros”.

En el libro hay una manera desenfadada, irónica, divertida y descacharrante a veces, de ver ese mundo en el que habitamos. Un mundo del que es mejor reírse de tu propia biografía y no tomarse en serio la mayoría de las cosas que sucedieron. Hay mucha tontería allá dentro. También hay dolor. Porque hay gente que ha sufrido mucho, y sufre aún, las consecuencias de formaciones que les han desquiciado. A esas personas les irá muy bien, pienso, leer el libro.

Y hay cariño. Es la novia o el novio que tuviste y que, bueno, lo tiene allí como un recuerdo de lo que pudo ser y no fue. Gracias a Dios. Éso que dices “¡joder, de la que me libré!”

Espero de verdad, y de verdad de la buena, que os sirva como ha servido a tantos a recomponer la crisma. Que no es poco.

Satur

Aquí se puede adquirie (12 euros incluidos gastos de envío):

http://community.casaeolo.com/eoloshop/product.php?id_product=550

http://community.casaeolo.com/amigos/php/obra.php?obra=1745 

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