CORRESPONDENCIA

Lunes, 20 de Septiembre de 2010

Estimados Orejas,

dice Ramón Rosal que presenta su libro en Barcelona y no en Madrid por falta de quorum en esta ciudad. Ya sé que no me has pedido mi opinión ni soy nadie pero creo que si te lanzaras a hacer una presentación en Madrid iría no mucha sino muchísima gente. Hay cientos de personas en Madrid que leen la web y diciéndolo con tiempo, aunque públicamente no se atrevan a decirte que acudirían, tengo la certeza de que no te ibas a quedar solo ni mucho menos.

Has escrito ya sobre tu escuela de psicología y la ayuda que con ella has encontrado para los que sufrieron el trauma del opus dei. Pienso que eres suficientemente reconocido en opuslibros.org.

Aunque te quedaras solo, que no te iba a pasar, sería un paso para todos nosotros que hicieras esa conferencia en Madrid. Un paso para sacarnos a todos de la sombra en la que el opus dei quiere que estemos los que hemos dejado esa organización. Todo lo que sea hacer públicas nuestras historias cura, a nosotros mismos y a los que las han compartido.

Cada día que pasa estoy más convencida de que la solución a este problema depende mucho de lo que hagamos los ex opus dei, el ejemplo de una vida es lo que más sirve a otros para no caer en la misma trampa.

Muchos ex necesitan sacudirse el complejo de culpabilidad, la vergüenza de haberse ido que el opus dei quiere infundirnos. Y un testimonio como el tuyo disipa las sombras y aligera esa falsa carga en el alma.

Ana Azanza

Un saludo y gracias por las luces que vais esparciendo para quien se siente aún en oscuridad. He leído con asiduidad los testimonios y me han ayudado muchas veces a retomar lo vivido y darle un nombre y un lugar entre las cosas de las que al fin se puede hablar.

Con la distancia de años y experiencias diría que lo esencial de lo que para mí supuso ser “de casa” se reduce a vivir una brecha interior siempre creciente.

Entramos por motivos que, de ser mantenidos, hacen imposible, o muy penosa, la permanencia.

¿Qué nos impulsó a embarcarnos?: Dar la vuelta al mundo como a un calcetín, poner a Cristo en la cumbre de todas las actividades humanas, recristianizar la sociedad…

¿Y qué pasó nada más cruzar el umbral?, inadvertidamente al principio pero llenando de desazón cada uno de los días a medida que tomábamos conciencia (y cómo nos hemos resistido a esa iluminación hasta que finalmente nos cegó): se acabó el luchar por un ideal, sólo queda “obedecer ciegamente” a las indicaciones –a todas las indicaciones que llenan la vida toda- sin levantar ya nunca la vista de las normas, reglamentos e instrucciones hacia esos horizontes con que soñábamos.

Dejamos de ser agentes de transformación en el mismo momento en que nos decidimos a serlo y nos convertimos (nos convirtieron) en piezas ciegas y mudas, intercambiables y no merecedoras de confianza, para cumplir los designios de… ¿quién?, ¿la megalomanía de éste?, ¿el narcisismo de aquel?

Y mientras tanto nos rompíamos por dentro en el intento de ser fieles a voces contradictorias que provenían de la misma fuente:

• vienes a cambiar el mundo / vienes a someterte, rendir el juicio, no preguntar, no pensar
• somos la aristocracia del amor / no cabe la amistad entre nosotros (ni, añado, con los de fuera)
• sois libérrimos / obedecer o marcharse
• no hay menores aquí / consúltalo todo, aguarda el permiso del superior para todo
• confío en tu palabra más que en la de cien notarios (¿o eran mil?) / registro cada detalle de conciencia al que tengo acceso para que nada escape a mi control

¿Cómo se aprende a vivir con dobles vínculos? Gracias Señor porque no supimos, no pudimos.

Mara

Es eso. Solo se trata de una broma, de una broma de pésimo gusto. O algo dirigido al porrón de ingenuos que queda por ahí.

O sea, que el opusdei está demostrando su acercamiento a los que se fueron invitándolos a tertulias con el reverendo.

¡Qué castigo!

¿Quién puede tener tan mal gusto como para asistir a semejante espectáculo?

Otra cosa sería que el opusdei les pagara, con un contrato como figurantes, como extras, para hacer bulto, pero ni por esas. Y además, eso el opusdei no lo hará nunca, no porque no les guste el bulto.

Resulta que el opusdei quiere demostrar su buena voluntad hacia los que se fueron con una invitación tan patética como es escuchar a un señor que no tiene nada que decir o mucho que decir y que nunca dice y nunca dirá. ¿Pero de qué va esta gente? ¿A quién quieren engañar? ¿A quién quieren confundir?

Los que se fueron estaban hartos ya de estar hartos y se cansaron.

Se cansaron de tanto escuchar y de tan poco decir.

Se cansaron de fingir, se cansaron de engañar. Se cansaron de mentir. Se fueron porque se dieron cuenta de tanto engaño. Se dieron cuenta de que las palabras y las frases y los rollos que les soltaban y soltaban ellos mismos a los demás, eran siempre más de lo mismo. Palabras huecas, frases hechas, modos de decir idénticos, poses fingidas.

Palabras,  palabras, palabras y más palabras…

Se cansaron de ignorar, de asentir, de decir sí, de aparentar.

“Esta noche vamos a ver una tertulia del padre en Estados Unidos”… Qué bien, qué bien… (¡oh Dios, qué castigo! piensa la gente. Otra peliculita, ¡pero si vimos una hace un mes!)

¡Hijas mías, quereos mucho! “Hijas mías obedeced siempre”.

Una vez, otra vez, en Filipinas, en pennabuco, en la Patagonia. En enero, en mayo, en agosto o en octubre.

Los que se fueron se cansaron de fingir, de sonreír, de aplaudir, de exclamar, por pura imitación, por rutina, por desgana, por no señalarse.

Los que se fueron se fueron hartos ya de estar hartos.

Hartos de estar rodeados de impresentables, de hipócritas, de déspotas, de manipuladores, de meapilas, de tontolabas, de cretinos.

Hartos de ir y venir, hartos de no sentir, hartos de no vivir.

Hartos de llevar a la oración la tertulia del padre. Siempre lo mismo, siempre lo mismo, y otra vez lo mismo.

Porque en el opusdei nunca se escuchará nada nuevo, porque el opusdei no cambia por más que se empeñen algunos en decir que ha cambiado. Si cambiara estaríamos hablando de otra cosa, no del opusdei.

En ninguna tertulia se hablará de justicia, y a nadie se le permitirá que lo mencione aunque sea de refilón. En ninguna tertulia se hablará de reparación, porque ellos no tienen nada que reparar. Todo lo hacen muy bien. En ninguna tertulia se pedirá perdón, porque nunca reconocen el daño que han hecho, y menos en público.

Todo lo que hace el opusdei está bien, “si es para la mayor gloria de dios”, de su dios particular, el que ellos han inventado, el que a ellos les conviene “para mayor gloria del opus”.

El opusdei para todo tiene una respuesta, una respuesta hecha a su imagen y semejanza. Una respuesta que no convence a nadie, a nadie que esté en su sano juicio. A nadie que no esté idiotizado, manipulado, predispuesto o atontado.

El padre se despedirá de esa farsa pidiendo oraciones. Oraciones por los descarriados para que se acerquen al calor de la obra.

Pidiendo oraciones por el Santo Padre para que sea un papa a su medida, que le ría las gracias y al menos, que los deje hacer. Y deshacer.

Pedirá oraciones para que dios, su dios, les ponga gente en el camino a la que sorber el seso. Para ponerlas en el camino de la verdad, en el camino hacia el cielo.

Las tertulias que se las queden ellos, que las aguanten ellos. Y a mí que me den lo que me deben.

¡Y que dejen de acosar de una puñetera vez! ¡El que se quiera ir, que se vaya, joder!

¡Que su dios les guarde! Y las tertulias, con su pan se las coman.

Books

¡Hola Exalumna!

Yo soy otra exalumna de Pineda. ¿Todavía existe? Por lo que dices tu titulación es de hace ya un tiempo. Con el cambio de sistema educativo de hace unos años ese título dejó de existir. Tienes que buscar la equivalencia.

Te aconsejo que escribas al Ministerio de Educación adjuntando una copia de tu titulación (compulsada) y una carta en la que pides cuál es la equivalencia actual a tu título. Porque el que tu tienes no sirve de mucho. ¡Suerte!

Petra

A mí me nacieron EN el Opus Dei (I)

Supo, 20 de septiembre de 2010

En la sección Libros Silenciados de Opus Libros hay muchos materiales interesantes. Me atrevo a decir que este espacio es como las ollas podridas de la que hablaba la literatura del Siglo de Oro. Los dueños de la casa echaban todo a la olla y allí, a fuego lento, se preparaba una comida con los restos de otras muchas (por cierto nada que ver con las empanadas denominadas Informe Semanal, que se hacía en España. Se llamaban informe semanal al igual que un programa de televisión que en tres o cuatro reportajes recogía lo más destacado de la actualidad semanal. Las numerarias auxiliares recogían los restos de la semana y los ponían en una empanada sabrosísima). Volvamos a la olla podrida y a libros silenciados. Al echar el cazo en la olla cada cual sacaba algo distinto. Eso es lo que pasa con la sección: cada cual encuentra un texto que le llama la atención por tal o cual aspecto. Personalmente, me gustó mucho uno sobre el espíritu narcisista de fundador y otros de Jacinto Choza. Sin embargo, he releído varias veces el escrito de Jacinta, a quien la vida me ha permitido conocer por medios electrónicos y apreciar a través de ella a una familia genial. Quizá se ponga colorada al leer esto, pero para los cristianos que realmente vivimos en medio del mundo es más fácil identificarse o tomar como modelo (con sus imperfecciones) a esas familias normales con sus problemas normales (aunque algunos son grandes; normales quiere decir que pueden ocurrirle ese mismo problema a un chino o a un sudamericano, a un hindú y a un agnóstico). Volvamos al texto de Jacinta titulado La seducción del cariño, orígenes de una "vocación". ¿Qué tiene de llamativo? Para mí es lo acertado del arranque del segundo párrafo “Se podría decir que yo nací EN el Opus Dei”. Como a muchos otros, creo que esto también me pasó a mí, aunque no había en la vida de mis padres dos numerarios que acudían y hacían tertulias, como cuenta Jacinta. Sin embargo, el Opus Dei apareció a la temprana edad de los ocho años...

Como consejos para los padres de familia que se sienten preocupados por estos menesteres:

1. Mantengan a sus hijas o hijos muy activos. Asistir por un Centro del Opus Dei es signo de que tienen tiempo libre para secundar las actividades apostólicas del Opus: convivencias, paseos, círculos, etc. Sepan dónde está, con quiénes se está juntando. Si empieza a desvincularse de sus amistades de siempre es signo que está yendo por el Opus.

2. Estén alertas cuando alguien que dobla la edad de sus hijos llame por teléfono o vaya a buscarlo en coche. Si sus hijos son menores de edad pueden recurrir a la denuncia por acoso. El recurso a la denuncia pública a través de los medios de comunicación es una herramienta disuasoria fortísima.

3. Las Universidades del Opus Dei suelen ser de alto costo. Cierren el caño económico. Del abanico de Universidades que elija: si persiste en la del Opus, que vea cómo se las agencia para pagar sus estudios, sus cursos de retiro y convivencias. El asunto económico es asunto de vital importancia. Por ejemplo: si ya está yendo por un Centro del Opus, puede decirles que va a salir con sus amigos este fin de semana y necesita X cantidad de dinero. Pregunten, que vaya con alguien que los padres conozcan y les sea de confianza, mejor si es mujer. De hecho, rechazar la presencia de una amiga es signo que está yendo por una casa del Opus. Dentro del Opus se aprende a mentir “por amor de Dios”. Cuidado.

4. Cuando alcance la mayoría de edad hablen con su abogado excluirlo de cualquier herencia. Recuerden que todo regalo (ropa, colonia, etc.), dinero o bienes va directamente a los Directores del Opus Dei.

Hablar claro con los hijos y que asuman la responsabilidad de sus acciones sabiendo exactamente a qué se comprometen.

Mantengan sus mentes y corazones abiertos y llenos de ansiedad por lo bueno, por lo que les aproveche para forjarse un futuro.

Nicanor

eco_challengers@hotmail.com

El 15 de septiembre se celebra en la obra, por todo lo alto, el día del sacerdocio NULO, bueno, por todo lo alto que ellos saben y pueden, es decir:

1. La mayoría comiendo bien y vistiendo de gala los oratorios, con el consiguiente exceso de  trabajo para la minoría, que es la administración y para la cual  es  un día terribilis. ¡Pobre administración! Si se enterara nuestra ministra de igualdad...

2. Con tertulias especiales, aburridísimas en las que hay que sonreir continuamente para que no te hagan una corrección fraterna: viene alguien de la dl ó se ve una peli del padre ó traen a rastras  a algún pobre anciano a contar cosas antiquísimas de las que el sopor del sueño, impide enterarse. 

3. Vistiendose de casi boda para ir a misa, lo que supone un trastorno para ir a trabajar después.

4 Con Bendiciónes larguísimas y oratorios cargados de humos, por el insufrible incienso y lo mejor de lo mejor:¡ROSARIO EN FAMILIA! Que planazo...

Asi que, visto lo visto, casi me quedo con mi rejalgar que con este "peazo de ciento por uno"

Pero a lo que voy, 15 de septiembre, día grande,día de rezar por los sacerdotes.

Recemos, sí y mucho, los de dentro y los que, gracias a Dios nos fuimos, todos juntos para que no haya más fraude y más sacerdotes nulos (por similitud  al significado de nulidad matrimonial), recemos para que los numerarios sepan decir NO al padre cuando "los elija como si fuera el mismísimo Diós" para que se ordenen sacerdotes.¡Qué aberración!.

¿Cómo es posible que pite un niño de 15 años, porque su vocación clariiisima es de santificarse en el trabajo siendo laico célibe y a los 28 años sufre una mutación en su vocación divina para ser sacerdote a dedo?

No se qué pensar, pero esto suena a pura secta ó a puro cachondeo...(perdón por la expresión).

En fin, esto es tan grave, que la consecuencia está en las  consultas de los psiquiatras comprados y en la cuarta planta de la clínica de Pamplona.

¡Cuánto curita nulo, roto y destrozado, como  peleles inútiles a los ¡40 años! Es que realmente es imposible aguantar más si tienes dos dedos de frente y un poquito de conciencia...

Efectivamente, el día 15 de septiembre es un día de rezar,  pero para evitar que la obra siga destrozando vidas de personas maravillosas y engañando al Vaticano.

Avenida

Los sistemas en la vida interior. Una visión crítica de Newman y Balthasar
Torch, 20 de septiembre de 2010

La vida espiritual no puede – ni debe – ser un sistema. A continuación citaré algunas páginas de una obra de Hans Urs von Balthasar (El Oficio de Pedro y la Estructura de la Iglesia). La edición a la que tuve acceso está en inglés, así que lo que ofrezco es mi traducción al castellano. Si bien lo entiendo, me apena que algunos que estuvieron en el Opus Dei puedan alejarse de Dios y dejen de profundizar en la relación con Él. Y por eso creo que la larga cita siguiente puede ayudarnos a comprender que la particular interpretación que el Opus Dei ha hecho de la vida espiritual (tanto por escrito como por costumbre) constituye un sistema cerrado de espiritualidad (el error teológico que tanto Joseph Knecht como Gervasio han resaltado con destreza: confundir el derecho con un camino de salvación). Por todas las personas tan buenas que pertenecen y han pertenecido a la institución y el cariño que le tengo a muchos de ellos, sintetizo en la segunda parte algunas particularidades en donde la sistematización de la vida interior es más patente. No tengo la intención de destruir sino de reforzar lo sólido (lo verdadero en la institución) y quitar lo dañino. Es por ello que agradeceré cualquier crítica o comentario a este escrito...

Hola a todos:

En uno de los escritos de "sarnoso", creo que el primero, citas tertulias con "históricos" y, entre otros, con D. Jose María B. .... este Sacerdote fue el que llegó a hacerme llorar en su despachito del Centro de Estudios  (Sevilla) y, muy sonriente,  llamó a no recuerdo cual Director para que me diera unas palmaditas (creo que os lo contaba en uno de mis primeros escritos). Tengo su imagen, imborrable, con su sotana negra negrísima y sus zapatos negros brillantisimos ... un verdadero ... no se que adjetivo ponerle.  Que Dios le perdone su crueldad.

Lo peor es que nunca he llegado a saber o a entender  que pretendia o pretendían para presionar de ese modo a un chico, entonces, con 19 años y poco más de 3 en la obra (inocente de mí !!).  Han pasado muchos, muchos años y no consigo borrar de mi cabeza ese recuerdo.

Años despues tuve que hacer el Servicio militar y el cuartel era "ligth" comparado con el "Centro de Estudios" ... hasta lo pasé bien!!

Cuanto daño me hicieron, cuanto sufrí para nada!!

Solrac 

  40 CONSEJOS PARA QUE LOS Y LAS PITABLES ASPIRANTES A NUMERARIOS/AS MEDITEN EN SU RATO DE ORACIÓN.

Muchas gracias a Melqui por su escrito,  me ha esclarecido algunas diferencias sutiles y por supuesto que ya conocía su otro escrito sobre si el Opus Dei hace a las personas buenas. Tengo más anécdotas para ilustrar algunas cosas, pero de momento no me creo conveniente enviarlas por motivos personales.

Presento una sugerencia a los participantes de esta web más dispuestos: hacer una investigación sobre los autores en la Iglesia que de una forma u otra han hablado sobre la santidad de los laicos, del trabajo, de la vida familiar y cómo se podría incluirlo dentro de la catequesis universal de la misma Iglesia Católica Apostólica Romana.

Aprovechando la visita del Papa al Reino Unido, ¿qué tal empezar por la figura del cardenal John Henry Newman? –Me acuerdo de haber leído en Opus-Info que Newman tiene unos textos bellísimos sobre la santificación del trabajo-. ¿Por qué no publicar un libro –estudio, ensayo- con una recopilación de las enseñanzas semejantes de tantos y tantas en la Iglesia?, pues no me parece que sea exclusividad del Opus Dei; y, cada vez más me creo que el Opus Dei (mejor, el Fundador) llamó a si (usurpó) algo que compete esencialmente a las Iglesias Particulares en su ‘diócesianedad’: la santificación de los laicos.

¡Saludos a todos!

Kipepeo

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