CORRESPONDENCIA
Miércoles, 06 de Octubre de 2010
El Vaticano y los cambios.- JM
Hola Agustina y todos,
Hace poco desde que he empezado a escribir en esta web. Todos reconocemos que el Opus Dei se sometió a una gran transformación en los últimos 5 años y hay todavía muchos otros cambios para cubrir.
Nosotros, los directores, estamos en las cuerdas, al menos en sentido figurado, pero el hecho es: ustedes debe utilizar esta oportunidad para arreglar lo que está mal. Yo creo que Juan Pablo II es un santo, sin embargo, Benedicto XVI expresa su preocupación con respecto a algunos problemas en las instituciones que deben ser corregidas o en el futuro, la Iglesia puede tener que hacer frente a desafíos muy potentes.
El ejemplo de la Legión de Cristo es uno de ellos. En el Opus Dei, creo, es una situación muy distinta. San Josemaría es un santo de la Iglesia Católica. Sin embargo, es importante que ustedes hagan su punto de vista llegar a la atención de las autoridades eclesiásticas. Una forma posible es escribir otra nota, como la que ya hicieran, otra forma más eficaz es la apertura de un caso en la Rota Romana o en el Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica sobre las cuestiones jurídicas que han venido señalando en esta web, muchas de ellas con razón.
Un saludo a tod@s
JM
Nota de Agustina.- Ya hemos hecho llegar más y nuevos documentos con muchas firmas que los respaldan. Que Benedicto XVI llamara la atención al actual Prelado del opusdei sobre cómo se lleva la dirección espiritual y le pidiera que se lo explicara, hay que agradecérselo a todos los que lo han denunciado, han viajado a Roma y han movido el asunto en diferentes dicasterios de la Curia vaticana hasta llegar al Papa. Los que seguís dentro, algo tendréis que hacer también cuando sois conscientes de que se hacen muchas cosas mal. Un abrazo.
Escribimos desde el dolor, no desde la amargura.- Janabenito
Fernando40, he leído tu escrito, y como no me siento coaccionada y tengo control de mi vida, desde mi total libertad te contesto: no me siento aliada del demonio por expresar mi dolor, dolor que hoy que he leído tu artículo, he sentido por ti. Supongo que eres muy joven, ¿no te “choca” que en tu centro, tu director no te facilite unos “libros internos” y tú tengas que ir a buscarlos en unas páginas que hipotéticamente suscriben, y lo digo con tus palabras “aliados del demonio?
Te agradezco que reces por mi alma, aunque lamento decirte que en mi vida no hay lugar para la amargura, tengo un buen trabajo profesional, mi tiempo libre se me va en cuidar a mi madre con demencia senil, cambiar pañales a mis nietos, salir corriendo a urgencias con el que se ha caído o con la última que se ha tragado una moneda, o comprando en el primer súper, carros enteros porque tengo una buena tropa. No amigo, no escribimos desde la amargura, escribimos desde el dolor, y desde la paz que te dan tantos años dedicados con buena fe a algo que en un día dado creímos era una Obra de Dios.
Janabenito
Mi foto para Quiénes somos.- Resopón
Me uno al "Quiénes somos"
Nick: Resopón Numerario desde 1996 a 2002 Madrid
La extraña forma de vida en Hogwarts.- Carocha
Queridos Orejas,
una cosa divertidísima sobre lo que Haenobarbo escribía hace tiempo a propósito de las semejanzas entre Hogwarts y el montaje de los “colegios romanos” del opus. Y no hay quien demonios invente una magia paralítica – que ni siquiera es una de las más sofisticadas - para tanto ridículo tan completamente evitable!
Un enorme abrazo,
Carocha
Libro de Ramón Rosal, la presentación en BCN.- Xavier de Barcelona
Asistí en Barcelona a la presentación de“Naufragio y rescate de un proyecto vital. Testimonio de un ex cura del Opus Dei”, aspiro a poderlo comprar y leer bien pronto. No saludé al autor porque soy paciente (de otra persona) y sentí que ese día ya había cobrado demasiado peso esa parte de la obra que el autor, como terapeuta profesional docente, dirige a todo naufragio vital sean cuales sean las causas. Supongo salgo por ahí en las fotos, casi rapado y bien grandote. Espero que en la presentación de Madrid acapare toda la importancia la segunda parte del título, esa en la que se hace mención al cariñoso y entregado testimonio de un ex miembro "cura" del Opus Dei. En la presentación de Barcelona escuché cautivadoras experiencias y supe de sensatas posturas críticas que me eran nuevas pese a tantos años leyendo esta web. Salí flotando.
Xavier de Barcelona
¿Historia de una equivocación? Para janabenito.- Julia
Me ha impresionado tu historia, noto mucho dolor contenido durante años... Cada uno tenemos nuestro pasado y nuestra reconstrución. Yo me fui despues de 33 en la obra como agregada, alguna vez me llaman a ver como estoy... Disfruta de lo que tienes y no tengas miedo de contar todo lo que tienes aún guardado. ¡Escribir es una buena terapia!
Un abrazo muy fuerte, Julia
Es curioso que siempre sea tan igual.- María Angustias
No soy demasiado constante en mis entradas en la Web, ni leo muchos artículos largos, pero hoy me has "captado". Ahora ya me impresionan pocas cosas, pero es curioso que ¡siempre sea ... tan igual!.
Me alegro por ti.
Por si en algún caso te apeteciera charlar, Agustina sabe mi correo.
Un fuerte abrazo.
Maria Angustias Moreno
Son incapaces de entender a la gente. Respuesta a Janabenito.- Dionisio
Querida amiga:
Tu mensaje me ha impresionado mucho. Confirma mi impresión de que si el opus fue una salvajada para todos, con las mujeres fue (y es) muchísimo peor.
Te escribo porque pides algún consejo o algo en lo que te podamos ayudar. Lo mejor que se me ocurre es sugerirte que te interrogues a ti misma sobre cómo te puedes ayudar. Tu vida ha evolucionado muy bien por lo que cuentas. Calculo que eres más o menos una chica de mi edad. Has hecho una carrera de la que te sientes satisfecha, has formado una familia, en la que ya está creciendo la tercera generación. Te felicito y me alegro porque te lo mereces sin lugar a dudas. Eres una demostración más de la incapacidad que tienen en el lado oscuro para valorar la gente con personalidad e inteligencia. Así les va.
Lo primero que me viene a la cabeza es asegurarte que no hay nada en lo que cuentas que haya sido malo y de lo que tengas que avergonzarte. Hiciste, dadas las circunstancias lo mejor que supiste y pudiste. Por lo tanto, amiga mía, siente sano orgullo de ti misma. Seguramente, eres tú la más indicada para darnos consejos a todos, en lugar de pedirlos, cosa con la que nos muestras que, encima, eres humilde. Sin embargo, esa jaqueca que mencionas, me hace pensar que hay algo dentro de ti, que está mal curado. Es posible que esté equivocado, porque no soy psicólogo ni nada que se le parezca. Yo, con todo respeto y las precauciones debidas, me inclino a pensar que hay en tu interior una idea, una creencia destructiva, que no se cual sea, ni quiero saber cuál sea, eso es algo muy tuyo que te concierne solo a ti. Mi mejor consejo es hazte una serie de porqués y trata de responderlos con la mayor ingenuidad. Mi experiencia personal me dice que después de unos tres porqués aparece la luz que aclara el panorama. Descubierta esa mala idea o creencia, descártala como si fuera un tumor y a otra cosa mariposa. A seguir gozando de la vida. Esta autoterapia me la he aplicado unas cuantas veces, cuando he sentido que algo me molestaba mucho y me ha servido. Primer porqué: ¿Por qué me disgusta, irrita, molesta o hace infeliz este “asunto” (el que sea que tú decidas estudiar)? La segunda y tercera pregunta dependen de las sucesivas respuestas.
Espero haber sido de alguna utilidad. Con todo cariño.
Dionisio, desde el Areópago otoñal.
Varios comentarios.- EsperanzaRO
Hola a todos!
Sobre el tema de la vida de religiosos de los numerarios, recuerdo una anécdota, de las tantas que se podrían contar. Una directora con el pecho muy henchido, me decía que nosotros éramos mejor que los pobres religiosos, pues no visitábamos a nuestras familias, nunca teníamos vacaciones como ellos y rezábamos mas que ellos. Realmente, decía, somos mejores!
Dionisio, ya se ve que don Tracas hay en todas las regiones y aquí hay más de uno. Leí con atención tus anécdotas, ya se ve que se repiten en el orbe de la obra. Gracias por hacer referencia a los escritos de Satur, también reí como tú, a carcajadas, tanto que interrumpía con mi risa desde mi habitación, el trabajo de mi esposo y su colega en el comedor. Satur, donde andas? Tendrías que seguir escribiendo.
Janabenito, que alegría saber que a pesar de todo lo que sufriste, saliste adelante y eres una feliz abuela!! Por lo que supe, no eres la única que paso por el "incidente". Una agregada joven con mucho futuro profesional viajo a hacer una maestría y en el centro de agregadas al que quedó adscrita, encontró otras dos con incidente, la marcó tanto este hecho, tan opuesto a la santidad que se predica en el Opus Dei, que terminó hecha un despojo humano, con delirio de persecución, delgadísima e incapaz de desarrollar cualquier actividad profesional, era el soporte de su familia. Salió del OD y no se supo más de ella, Dios quiera que haya podido salir adelante como tú.
Anímense a la presentación en Madrid del libro de Ramon Rosal!, tenéis que estar allí por todos nosotros que por la distancia no podemos ir, tomar fotos, escribir en la web sus impresiones, puede ser de gran ayuda para aquellos que viven en el temor de contarnos su historia, de dar el consuelo de que no fuimos los únicos que sufrimos con las razonadas sinrazones de los directores de turno, con la doble vida que tanto se predica y que poco se vive dentro del OD, en fin encontrar alguna respuesta nuestros tantos porqués.
Como propone atomito podrían hacer una gran presentación y nos dejan estar allí por esta vía. Ojala que la diferencia de horarios no complique el asunto, pero dependemos de ustedes. Hagamos la diferencia!!
Saludos
EsperanzaRO
Nota de Agustina.- Desde el lunes a hoy miércoles, han escrito dos amigos más, “Resopón” y Carlos, a oreja_de_guardia@opuslibros.org solicitando la invitación para acudir a la presentación del libro en Madrid. Así que ya somos nueve. El acto tendrá lugar a mediados de noviembre, queda tiempo para seamos más.
La caridad financiera en el Opus Dei.- Nicanor
Testimonio tomado de la conversación de un ex numerario mayor con el vocal de San Miguel:
- “Hagamos cuentas, yo he estado viviendo en una Residencia del Opus como numerario veinte años y mi sueldo ha sido de US$ 10,000 al año. Descontando los gastos de manutención y ordinarios durante todo ese tiempo más el porcentaje correspondiente a la depreciación de la moneda más los años que me hubiesen quedado antes de mi jubilación da por resultado que la Prelatura debería resarcirme con US$ 300,000. Toma, acá están los números. Se supone, que este dinero se tiene previsto para mi jubilación, vejez, agonía y muerte. Ahora que ya no soy de la Prelatura quisiera que me lo retornen”.
- “Escúchame, aún eres una persona joven y puedes desenvolverte profesionalmente en tal y cual campos profesionales” Respondió el Vocal de San Miguel.
- “Gracias por lo de joven, pero conoces bien mi edad. No, no me refiero a que me des consejos profesionales sino que la Prelatura haga el deductivo correspondiente. No pido nada extraordinario”.
- “Es una broma, ¿Verdad? Según los Estatutos la Prelatura no te debe nada. Tú cuando firmaste la Carta de Dispensa solicitaste cesen los derechos y deberes que la Prelatura tuvo contigo. Sí podríamos conversar en darte una… no le llamemos limosna sino un dinero en caso que lo necesites”.
- “¿Caridad? Creo que sigues sin entender el asunto. Dejé el Opus ya mayor. Mal no me va profesionalmente, pero ahora tengo que vérmelas por mi cuenta. Ponte en mi pellejo. Si dejaras la Obra a tus cincuenta ¿Te contrataría alguien?, ¿Tendrías capital para solventarte? No, ¿Verdad? Bien”.
- “Si me fuese de la Obra a mis cincuenta no le pediría nada. Tal como dicen los Estatutos no hay ningún deber que la Obra de Dios pague por los servicios prestados, ni por las donaciones ni las limosnas que los fieles hacemos o hicimos”. Respondió con aplomo.
- “¿Estatutos?, ¿Ese documento que está en Latín y que nunca me explicaron o dejaron leer cuando solicité mi admisión? Repasemos. Uno se hace del Opus como lanzándose a una piscina sin saber si tiene agua. Por otra parte, la única donación que hice formalmente fue para la construcción de la Iglesia de San Josemaría en Roma y de la cual tengo documento firmado. Quiero que te quede claro que no estoy reclamando el dinero por los servicios prestados sino por lo que la Prelatura tenía dispuesto invertir en mi persona cuando estuviese jubilado o sin trabajo o anciano. Mira los números, allí están los cálculos y aún así ustedes se llevaron una tajada enorme”.
- “Lo que pides es un imposible. Espero sepas entender que la Obra de Dios ya no tiene nada que ver contigo ni con el dinero fruto de tu trabajo personal durante el tiempo que fuiste numerario”.
- “En parte sabía que me dirías eso. Lo dejo en tu conciencia de buen cristiano y hombre que quiere alcanzar la santidad. Piénsalo. Por mi parte veré con mi abogado las acciones legales que tomaré”.
- “Comprendo que es difícil abandonar la vocación. Considero que debes perdonar y no hacer de esto un litigio. Ánimo, que sigues siendo una excelente persona, emprendedor y seguro que te irá de maravilla profesionalmente”. Me miró con fingida sonrisa y dándome una palmada en la espalda, como quien da por zanjado el asunto.
- “Gracias por tus palabras. Antes que te vayas – porque ya se había puesto de pie – por favor, lleva a tu oración personal lo que me has dicho. Pregúntate cómo hubiera actuado Cristo, ¿Si?”.
- “¡Claro! Lo meditaré y da por seguro que estás siempre presente en mis oraciones y sobretodo en la Santa Misa. Abandónate en las manos de la Providencia que no se deja ganar en generosidad y tú has sido un buen numerario. Estoy seguro que te compensará con creces”. Dio un paso como quien quiere terminar de una vez por todas. “Cualquier cosa te llamo. Mantente en contacto”.
Dio media vuelta. Caminó rápido hacia el parqueo y subió a su coche. Me hizo un adiós sonriente para luego voltear el rostro y dejar que su rostro reflejase el asco y la tensión de haber conversado conmigo.
Nicanor
eco_challengers@hotmail.com
Sobre la audacia de plantear a otro la vocación al Opus Dei.- Nicanor
Copio texto de un fiel de Escrivá en la disertación sobre cómo Dios se sirve de otras personas para llamar gente a su Obra: “Se sirve el Señor también de personas que pone a nuestro lado: una vecina, un compañero, alguien que conozco por casualidad. Pero lo más normal es que sea un amigo, alguna persona que nos quiere bien, y se toma la molestia de salirnos al encuentro. ¿Por qué no ha de valerse el Señor de quienes siendo como nosotros, de la misma madera, pueden desvelarnos el misterio de la llamada? Muchos de nosotros podemos ser instrumentos de los que Dios se valga para dar a conocer su voluntad a otros. No debe existir temor en proponer directamente a una persona, joven o menos joven, que se plantee la posibilidad de la llamada del Señor. Es un acto de estima y de confianza. Puede ser un momento de luz y de gracia. Jamás agradeceré bastante su audacia al amigo que me habló por primera vez de la posibilidad de entregarme a Dios”. Hasta acá no hay problema alguno. Sí pongo énfasis en las propias palabras de este Opusino: “… podemos ser instrumentos…” La pregunta subsiguiente es: ¿Y si no lo somos?, ¿Cabe esa posibilidad? O ¿Se debe dar por descontado que algunos son, inefablemente, los instrumentos de Dios para dar a conocer su Voluntad?
Continúa este fiel de la Prelatura, ahora llevándolo al plano emotivo: “Es como la historia de dos enamorados. Dios, enamorado de cada uno, nos va rondando, hasta que nuestra alma se enamora. Hay un diálogo entre la persona humana y Dios, entre libertad y llamada. Dios no ha escrito mi vida antes de que yo la viviera. La vamos viviendo juntos Él y yo”. Lindo, ¿Verdad? De hecho, cuando se conjuntan en un chico o una chica la sumatoria:
Inquietud religiosa + Carácter muy dócil o muy rígido + Creer firmemente que la Prelatura es una teofanía = Vocación al Opus Dei
Y es que, como dicen los seguidores de Escrivá, “Dios te elige para algo grande” que en verdad es “Te necesitamos para nuestros fines”. ¿Diálogo entre la persona humana y Dios? Nada más lejano a la realidad de la Prelatura. Casi podría decir que en el Opus Dei tenía dos bocas y una oreja. Saber escuchar es una metáfora para quien “trata” a alguien que queremos que responda generosamente al “llamado de Dios”.
Continúa el Escrivariano: ”Dios habla en la intimidad y mi intimidad puedo tenerla cerrada o abierta. Si tengo cerrada la intimidad será muy difícil poder escuchar: ese es el modo más eficaz de "guardar las distancias" con Dios. El que es egoísta (…) no sabe escuchar, ni a los hombres ni a Dios. Dios habla sirviéndose de la estructura psicológica del hombre y habla en la conciencia: si estamos abiertos a Dios, en nuestra conciencia nos interpela Él mismo”. ¿Él mismo? Vayamos a los modos como ese “Él mismo” va calando en la conciencia abierta: primero vas por una catequesis, por una charla, círculo o meditación. Luego vas leyendo los textos de Escrivá y te enganchas con un cura que te confiesa y charla contigo. Al mismo tiempo un numerario o numeraria se hace “tu amigo o amiga” que empieza a escarbar tu intimidad. Así durante varias semanas, un diario y planificado seguimiento de “los instrumentos de Dios” hasta que desembocamos dentro de un curso de retiro o una convivencia y ¡zas! Nos plantean la vocación a la Obra de Dios, eso que dicen es “participar de la intervención de Dios mismo en la historia de la Iglesia y del Mundo”.
Termino con las frases del autor del artículo sobre la vocación: “Jamás agradeceré bastante su audacia al amigo que me habló por primera vez de la posibilidad de entregarme a Dios” y me detengo en “posibilidad”. ¿Cabe la “posibilidad” cuando, durante meses, diariamente, han estado horadando tu “intimidad abierta” respecto a ser generoso o generosa?
Los que hemos sido numerarios o numerarias durante varias décadas en puestos de Gobierno en la Labor de San Rafael bien sabemos cómo se tiene que proceder para desembocar lo que el mismo Escrivá deja por escrito, un manual para causar “la crisis vocacional”.
(Texto tomado de Manuel Roca).
Nicanor
eco_challengers@hotmail.com
Ánimo Janabenito.- Carmen Charo
Queridísima Janabenito, ¡muchísimas gracias por hacernos partícipe de tu terrible historia! ¿Se te pasó la jaqueca? Estoy casi segura de que ésta ha sido la última. Verás la liberación inmensa que produce el permitirse sacar tanto dolor estrujado durante tantos años.
¿Y yo qué te puedo decir? Que creo que eres una fenómeno de mujer, fuerte como un roble. Y si has hecho todo lo que has hecho en estos últimos 30 años, no creo que necesites demasiados consejos. A partir de ahora, cuando se vaya suavizando el dolor irás entendiendo y sabiendo valorar la experiencia vivida y su sentido hondo. Reconozco que eres la primera numeraria a la que le escucho semejante experiencia con una directora.
Al leerte me recordaste a Mª del Carmen Tapia, y creo que por tu ser libre, entusiasta, valiosa, por querer de verdad encarnar el espíritu con tu personalidad y tus valores, te machacaron como lo hicieron. Porque en el Opus Dei sólo caben las personas doblegadas, sumisas, anuladas. Probaron contigo y te medio mataron. Otras se doblegan y hace del miedo y la culpa el sentido de su vida.
Creo reconocer en tu relato a la otra directora, y si no es la que pienso tiene un doble muy fiel, y yo sufrí la convivencia con ella también durante tres años. Desde que salí de la obra me impuse que llegaría el día en que me encontrara con ella y le cantaría las cuarenta, porque también pensaba que me había dañado mucho. Pero fíjate que por pura casualidad, en un viaje de turismo con mi marido por una ciudad castellana, un sábado por la mañana, cuando aun no había un alma en la calle, miro y la veo justo delante a pocos metros. Era una calle estrecha por lo que no había posibilidad de escapar por ningún lado, ni posibilidad de no vernos. Me temblaron las piernas, porque habían pasado 10 años de mi salida y no me lo esperaba ni por lo más remoto. Pensando qué hacer, qué decir, si darle una torta o un bocinazo, cómo reaccionaría ella... nos cruzamos, y ella al verme del brazo de un hombre o vaya usted a saber por qué, no me reconoció, y a mi ella me dio auténtica pena. Debía ir a su trabajo en alguna administración de un centro de chicos, ella que no dio palo al agua cuando vivimos juntas. La vi igual, envejecida, empobrecida, medio ausente en medio del mundo... y pensé que bastante tenía con lo que tenía. Se terminó mi rabia y mi afán de venganza. Comprendí que el pecado lleva su penitencia y me dio una pereza inmensa pensar en los años que le quedaban de vida dentro de la obra. ¡Por Dios qué pena y qué aburrimiento!
Así que da gracias a Dios de haber tenido una vida plena tras semejante infierno. Y si yo puedo ayudarte en algo, dime. Mi correo es carmencharo@euskaltel.net
Un fuerte abrazo
Carmen Charo
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