CORRESPONDENCIA

Miércoles, 25 de Junio de 2008

Uno no se pone el cilicio, se encienden todas las velas en el oratorio, hay rosas rojas frescas (si es que las rosas cortadas pueden ser frescas), se brinda con cava o champán francés, aperitivo, comilona, tertulia con uno que dice que un día conoció a otro que tenía un amigo que vio cómo el fundador tiraba del mantel de la mesa y con él toda la cubertería y cristalería porque no estaban en orden las copas del agua, copa de vino tinto, copa de vino blanco y copa de champán, y que por eso hay que agradecerle su amor por el cuidado de las cosas pequeñas, película de una tertulia del fundador de cuando don Javier iba detrás de él alargándole y acortándole el cable del micrófono según anduviera más lejos o más cerca (actividad profesional por la que se le recordará a “Javi” ya que no se le conoce ninguna otra). 26 de junio, día de fiestorro total.

Joé, ¡¡Es que el 26 de junio juega España la semifinal de la Copa de Europa!! No es para menos.  El opus está en todo. Qué detalle. A ver si gana España y si no, Rusia. Y que no nos quiten lo bailaó.

Pablete

La lectura de la reseña de la biografía en tres volúmenes de A. Vázquez de Prada sobre El Fundador del Opus Dei, que Giancarlo Rocca ha publicado el año pasado en la Revue d’Histoire Ecclésiastique de Lovaina (vol. 102 [2007], Nº 1), me ha llenado de inquietud en relación a la causa de beatificación de Mons. Del Portillo, cuya fase instructiva se concluye mañana. Pues me parece inconcebible que alguien que no ha podido estar ajeno a las manipulaciones que G. Rocca denuncia, pueda ser propuesto como modelo de santidad.

En efecto, la valoración histórico-crítica de G. Rocca sobre el libro de Vázquez de Prada resulta desconcertante para los que hemos padecido durante tantos años la falsificación de muchos datos acerca de nuestro Fundador: se nos había dicho que esta biografía era fruto de una investigación independiente que Vázquez de Prada realizó consultando los archivos sobre el Fundador, ocultándonos que en realidad ha sido la edición pública de la Biographia documentata que constituyó la IV parte de la Positio que la Postulación de la causa de Escrivá presentó sobre su vida y virtudes.

Estupor me ha producido leer que las calificaciones del cuarto año de teología no eran las más altas, como dice Vázquez de Prada; que en Zaragoza no obtuvo jamás ningún grado académico en Teología, sino los simples estudios requeridos para la ordenación; que no consta que Escrivá recibiera ninguna dispensa para saltarse, como hizo, la normativa eclesiástica de no matricularse en una universidad civil sin haber acabado los estudios eclesiásticos; que no se sabe quién le autorizó a irse de Perdiguera y a pasar dos años sin oficio ni beneficio diocesano, hasta que consiguió permiso para trasladarse a Madrid con el objeto de realizar estudios de doctorado; ni se aclara por qué cortó su relación con los jesuitas de San Pedro Nolasco, que le habían facilitado misas en esos dos años, o con las Damas Apostólicas de Madrid, en 1931; que no consta que recibiera permiso eclesiástico, como era preceptivo en Zaragoza, para impartir clases en una institución civil, como era la Academia Amado; ni cómo consiguió que en la Universidad Lateranense le admitieran presentar como tesis doctoral en 1955 una publicación de 1944 (La abadesa de las Huelgas), y sin haber realizado ni el Bachiller ni la Licenciatura en Teología.

El estupor se transformó en escalofrío cuando pasé a la segunda parte de esta valoración crítica del libro de Vázquez de Prada, donde, entre diversas observaciones, me encuentro con que el tema de los votos no fue ninguna imposición de la Santa Sede –según nos habían inculcado constantemente-, sino -como explicaba muy orgulloso Álvaro del Portillo en su conferencia en el Congreso de 1950 sobre los Institutos Seculares- un añadido al mínimo de requisitos que exigía la Santa Sede a éstos Institutos: añadido que el Opus Dei quiso establecer «para hacer más estable y profunda» la vida de consagración de sus miembros, así como la vida en común de l@s Numerari@s, que tampoco se exige a los miembros de los Institutos Seculares.

Si es cierto que del Portillo ha estado detrás de todas esas cosas, o que consintió que la declaración del actual Prelado de la Obra en el proceso de Escrivá, estuviera dirigida no a dar datos sobre el fundador, sino a descalificar torticeramente a Carmen Tapia y a Miguel Fisac para impedir que declararan en el proceso, según contó Oráculo en su Historia inmoral del Opus Dei, no daría muestras del amor a la verdad que es inexcusable a los auténticos heraldos del Evangelio.

Yo puedo disculpar a Escrivá esta doblez y estos fraudes, si comprendo el trastorno narcisista de su personalidad, como en su momento diagnosticó Marcus Tank. Puedo excusar, por su fanatismo, a del Portillo que haya consentido y tapado estos engaños sistemáticos, y le haya dado a Escrivá la cobertura que necesitaba para que los defectos de su personalidad no lo desacreditaran de manera fulminante. Pero no me parece admisible presentar como modelos de santidad a personas que han sido responsables de estos graves y sistemáticos atentados contra la verdad.

¿Cometerá la Iglesia el error de permitir que le oculten datos en este proceso de Mons. Del Portillo, como cometió con la beatificación de Escrivá?

Saludos cordiales,

Doserra

He leido acerca de Mabel y ahora me rio porque despues de mis dos intentos de captacion y de pasar varias veces por el psquiatrico, con diagnostico brotes psicoticos (y que tu familia te diga que eres un enfermo paranoico), me doy cuenta de que la Congregacion (no uso lo de la Obra por que me recuerda a Bustamante y me da risa) no es sutil, son muy listos y si guardan informacion de la persona en cuestion, es facil hacer daño.

No creia llegar a este extremo pero ha sido muy duro el proceso de captacion y ha durado mas de tres años. Quizas tenga razon superman cuando dice que te has de ir a vivr mas alla, yo lo he hecho y perdi la razon, porque ahora que he leido acerca del lavado de cabeza y del control mental, creo en ello fervientemente. Voy a terminar con un comentario que lei y dice asi: Cuando algo se ajusta a tu realidad a la perfeccion, preguntate y cuestiona la situacion en particular. Por eso se dice que el animal acepta y el hombre cuestiona.

J_scubo

Para Mada   ¿Vocación?.- Mada

“Hola, me llamo [...], tengo 15 años y vivo en [...]. Pite con catorce y medio, y ahora me doy cuenta de que el opus dei no es como yo pensaba…

No se muy bien que tengo que hacer ni a quien acudir, ni que hacer… cuando he hablado sobre esto en la charla no me dan soluciones… otras adscritas también les pasa lo mismo… “

La verdad es que contestar tu escrito  haria pensar a un Señor Obispo.

Lo que dices que te ocurre es normal en el tipo de direccion espiritual del Opus Dei:

 No se muy bien que tengo que hacer ni a quien acudir, ni que hacer…

 El que las directoras, no te den soluciones   es normal en el Opus Dei, aunque las directoras, conocen las soluciones teoricas y tu situación y lo que pretenden y esperan de ti con la Gracia de Dios, con la ayuda de las directoras y su oracion y mortificacion, y con tu oracion mortificacion y esfuerzo.

De entrada creo que te encuentras Mara en una de estas dos situaciones:

La primera es la situación clasica en el Opus Dei de los las que  han sido pitados o metido en el Opus Dei a regañadientes o contra su voluntad. Yo fui un caso de estos. Estos casos normalmente acaban en tragedia vital.

La segunda situación es lo que han entrado en el Opus Dei con una entrega verdadera a Dios pero con una vocacion subjetiva, creyendo que la vocacion al Opus dei y el Opus Dei es una cosa distinta a lo que realmente es, normalmente mareada por la esquizofrenia numeraria- supernumeraria. Yo tambien fui un caso de estos.  Tardaras años en el mejor de los casos en descubrirlo y la cosa tambien suele ordinariamente acabar en tragedia vital.

Lo normal seria que ya que el Opus Dei, Mara,  te ha considerado lo suficientemente adulta como para pitar o meterte en el Opus Dei, lo logico seria que te consideraran lo suficientemente adulta para hablar con sinceridad y de igual a igual de lo que pasa y te pasa. Esto  en la direccion espiritual de un adscrito en el Opus Dei es metafísicamente imposible y de un adulto no lo he conocido.

La desigualdad en la direccion espiritual y en la información es algo esencial al Opus Dei, una cosa es lo que tu sabes y dices y otra muy distinta lo que el Opus Dei sabe y dice a traves de sus Padres, directores y sacerdotes.