CORRESPONDENCIA
21-2-2004
Hola Amigos,
Quiero decirles que estoy sorprendida con este website, es
el primero donde leo informacion realmente seria sobre el
Opus Dei. Yo nunca llegué a ser miembro de la obra
(Gracias a Dios), pero por poquito.
Hace como 7 años en Mexico, cuando estaba en la Universidad
fui al departamento de Asesoria y Psicopedagogia porque necesitaba
hablar con alguien sobre mi situacion emocional en ese momento
(que no era buena) y resulta que la psicóloga que me
toco era una numeraria. Claro que eso yo no lo sabía.
Para no hacerles el cuento largo, y como muchos de ustedes
ya se saben lo que sigue, pues ella me invitó a reuniones,
tertulias, círculos etc, para conducirme a un lavado
de cerebro y para que algun día pitara. Asistí
a retiros de la obra, pláticas, tertulias, etc, pero
algo en el ambiente tan formal y antinatural me hizo sentir
que eso no era para mí. Claro que la numeraria insistió
bastante. Yo no me sentia contenta en ese ambiente (y eso
que ni siquiera llegue a formar parte). Me acuerdo que un
dia me invito a comer a su casa, y pues fue una comida deliciosa
y demás, sí se me hizo que vivían muy
lujosas y ademas tenían sirvientas con uniforme y todo
(como que no es algo tan humilde).
Bueno, pues yo ya estaba por irme a mi casa, cuando sutilmente,
"mi amiga numeraria" me pidio que dejara dinero
en una canastita por la comida!! Eso si que se me hizo de
super mal gusto, como es posible que invites a un amigo a
tu casa y le cobres por los frijoles que le acabas de dar!!
Los retiros se me hicieron muy caros, como para acercarse
a Dios... Y bueno, mi idea de un retiro era ir a un rancho,
ponerte jeans y ayudar a la gente necesitada... nunca me imagine
que el retiro iba a ser en una super casona de lujo y que
tenia que ir vestida casi que con ropa de Domingo todos los
dias.. Simplemente no se me hacia que era un ambiente sencillo
y amigable.. En el retiro tambien hubo sirvientas uniformadas...
No los quiero aburrir, pero el final de la historia es que
me le escape a mi amiga numeraria porque algo en mi corazon
me dijo que ahi no iba a ser feliz... y le doy Gracias a Dios
que tuve esos sentimientos...
Ahora gracias al internet y a que he leído mas cosas
sobre el Opus Dei, me entero que las disciplinas, el cilicio
(que son de la epoca Medieval), de que el Padre con el que
me llegue a confesar en aquel tiempo le contaba todo a mi
"amiga numeraria". Me acuerdo que mi amiga numeraria
siempre me decia: "Ay Lorena, fijate que le Padre Zutano
me pregunto por ti" y yo pensaba "Ay que buena gente"
Pero, la inocente ignorante de yo no sabia lo que estaban
planeando hacer conmigo, ni que se platicaban todo...
Bueno amigos, gracias por crear este website y abrirles los
ojos a los demás que lo lean. Que al menos esten bien
informados..
Saludos!!
Lorena
Mi experiencia personal (y por lo
que parece, intransferible para algunos) en los largos años
que estuve en el Opus Dei, fue que sus miembros se encontraban
mucho más cerca de una vida basada en el "buen
porte y buenos modales abren puertas principales", que
en "El amor se complace en la verdad" de San Pablo.
Experiencias que se repetían y se repiten de forma
inhumana, hasta el punto de que el fin justifica los medios
y si existe un gran capital por medio o un significativo estatus
social, ya estás sentenciada si tu persona va en ello,
porque contra esto no es posible luchar en el Opus Dei. Y
digo sentenciada, porque lo perderás todo: supuestos
amigos, trabajo, ganas de vivir...
Sin embargo, como San Pablo, creo que al final sólo
el Amor prevalecerá.
Creo que muchos de estos chicos/as de la Obra están
tomando un camino que definitivamente les conducirá
al precipio.
Un cariñoso abrazo para todos los que lucháis
por vivir al día.
Marie Curie
Galileo:
Muy interesante tu
escrito (20-2) sobre la dirección espiritual
en el Opus Dei. Coincido en mucho de lo que dices. Quiero
compartir un fragmento texto que resulta complementario:
(
) Los problemas de la obediencia se plantean
en la práctica en el orden religioso y en el orden
social o civil. En el orden religioso existe el riesgo de
intromisión en los actos internos bajo el pretexto
de dirección espiritual. En la práctica pudiera
darse el caso de que el director espiritual se arrogara
el presunto derecho de suplir las decisiones libres del
dirigido, por ejemplo, decidiendo todo lo que debería
hacer o pensar el dirigido, al que se impone un programa
de conducta que ha de ser aceptado y cumplido sin pretender
saber otra cosa sobre el mismo que el hecho de estar mandado.
Aun en el caso de que el interesado aceptara libremente
esa sumisión absoluta de su vida interior a su director,
éste no debería asumir tal responsabilidad.
En el mejor de los casos, de acuerdo con lo que enseña
la experiencia profesional, lo único que hace en
tales casos es fomentar la inmadurez espiritual del dirigido,
que se acostumbra a vivir espiritualmente en dependencia
de otro, como un eterno niño que no sabe caminar
por la vida por sí solo, necesitando siempre ser
llevado de la mano por su padre. La madurez de la conciencia
frente a Dios y a la vida queda así mediatizada por
esa dependencia ciega del director espiritual, el cual,
en lugar de ser un guía seguro, se convierte en un
principio de frustración cuando se equivoca o no
satisface las aspiraciones del dirigido (Blázquez,
N., Introducción a las cuestiones 101-122 ( II-IIae)
en Suma de Teología (BAC) Madrid, 1984, Tomo IV,
p. 180).
Un cordial saludo,
Crítico constructivo
Javier:
Te preguntas en tu escrito sobre El
sigilo, la confidencia y el canon 240 si la praxis
del Opus Dei sobre el respeto al secreto de conciencia se
ha modificado siguiendo el espíritu del nuevo código
de derecho canónico (1983). En mi opinión, y
hasta donde llega mi experiencia, la respuesta es negativa.
Lo que tú constatas respecto del secreto de conciencia,
es una manifestación particular de un problema mucho
más generalizado: la vida interna de la Obra, su praxis
institucional, está formalizada según unos esquemas
ya superados por la Iglesia universal. Si uno revisa, por
ejemplo, el Comentario exegético al código de
Derecho canónico (Eunsa, 2002) se encuentra con numerosos
especialistas de la Prelatura que, por un lado, no dudan en
defender cosas tales como los derechos fundamentales
del fiel o la libertad del seminarista para elegir
su director espiritual, etc., mientras que, por otro,
no se les ocurre siquiera pensar puede haber aspectos cuestionables
y de dudosa moralidad en la praxis institucional.
He agregado a mi escrito sobre las
violaciones al sigilo sacramental anexo con un ejemplo
de lo que a mi juicio- es una praxis verdaderamente
respetuosa de la intimidad de las personas en el manejo del
secreto. Se trata de un capítulo del Código
de conducta pastoral de la diócesis de Victoria (USA),
Un cordial saludo,
Crítico constructivo.
NOTA: cuando el oreja que está de
guardia contesta a alguno de los correos, su comentario va
en cursiva y es la opinión personal del oreja
que contesta. Lo hace expresando su opinión como
uno más de los que escribís, no como línea
editorial de la web. Sus opiniones son igual de personales
-y criticables y respetables- como las opiniones que se vierten
en los correos que se reciben.
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